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Respuestas a una madre 2

Nuevamente la mamá nos envía una misiva, a la que respondemos a continuación.
(En azul mis respuestas).

Cordial saludo More
espero tenga un buen dia

Igualmente para usted y todos los suyos.

ante todo el eterno lo bendiga por tan maravillosa labor
de guiarnos a nosotros los que ahora podemos ver mas clara
la verdadera luz

Cada día, cuando rezo, pido al Eterno que todo lo que recibo de Él lo sepa bien aprovechar para beneficiar y no para destruir incorrectamente.
Espero que mis hechos estén en armonía con mis plegarias.

(esta mal dicho que me refiera a Dios como el señor?)

esta cuestion me surge ahora mismo, pues al escribirle iba primero a utilizar
señor antes de eterno y como no estoy segura, por eso le hago la pregunta …

No, no está mal. Pero, ponga Señor, con mayúscula, y de algún modo deje en claro que no se relaciona con el falso dios padre de la infecunda trinidad politeísta.

Me dirijo con respeto a ud. porque ahora en este proceso del noajismo que comenzamos

con mi hijo me he visto en situaciones dificiles de resolver

Sepa que habrá muchas de éstas, y tiene la Comunicación Auténtica como herramienta excelente para brindarle una ayuda idónea.

que espero
que ud pueda darme una mano:
resulta que una noche hablando con el niño acerca del «niño Jesus»

Lo primero que me vino a la mente al leer esto es: ¿Y por qué estaban hablando de ese tema insano y perjudicial?
Si es usted la que tocó el tema, la que lo propuso, sepa que no está favoreciendo la educación de su familia, sino que la está obstaculizando.
No se puede tener fragancias refrescantes y saludables en el ambiente cuando introduce moscas podridas en el frasco de perfume.
¿Comprende?
Así pues, evite a toda cosa traer usted a colación temas repulsivos y perjudiciales.

Ahora bien, si fue el niño quien trajo el tema a la conversación, ¿cuál podría ser su mejor respuesta?
Lo primero es darle atención a su hijo, escucharlo, tratar de comprender de qué está hablando y qué lo está motivando.
Al tener claro usted el panorama, podrá emprender entonces diferentes estrategias.
Pero, lo que debe tener en cuenta siempre es recibir las inquietudes de su hijo con seriedad y aprecio, sea el tema que fuera: sexo, drogas, violencia, idolatría, dibujitos animados, lo que fuera… tanto de lo positivo como de lo nocivo.
Que su hijo se sienta apreciado, aunque la temática sea repugnante.
¿Comprende esto?

este se puso
triste cuando le dijimos q tal personaje era simplemente un cuento o una leyenda el

cual muchos seguian… este hizo una cara de tristeza que no se la puedo describir …

Perdón… ¿y qué cara esperaba que pusiera?
Le acaba de decir que papá Noel y los reyes magos no existen…
Le acaba de pinchar el globo de los delirios religiosos que son tan hábilmente urdidos por mentes macabras para consumo de ingenuos y niñitos…
¿Qué reacción esperaba?
¿Que cantará alabanzas al Eterno por haberlo redimido de las garras de la prisión de la idolatría?
Señora querida…

En otro momento cuando estabamos dandole gracias a Dios por el dia que habiamos
tenido, el niño nos dijo que solo rezaria si nos «persignabamos» (bendecir con el signo de la cruz)

con el porq es lo que en su colegio le han inculcado. Al respecto nos vimos en un inconveniente muy
dificil del cual no salimos muy triunfadores ante su solicitud, o por lo menos yo, pues preferi que
el rezara y luego explicarle el porque no iniciar con este gesto… el problema es que no supimos explicarlo y eso

se que quedo asi, sin solucion.

Le puede decir algo tan simple como: «Mira querido mío, cuando tú quieres hablar con papá o con mamá, ¿tienes que hacer algún tonto gesto con tus manos? ¿O simplemente vienes a nuestro lado y nos cuentas lo que quieres?
Nuestro Dios no precisa de gestitos ni de cosas raras, es nuestro Papá. Ve y habla con Él, con confianza, con amor, Él siempre te da toda Su atención.
Pruébalo querido… si quieres yo rezo contigo ahora y te muestro como hago, ¿quieres? Para mí sería importante que me acompañaras en mi conversación con Dios.»

Y si a pesar de lo anterior el niño insiste con la perversa maniobra que le adoctrinaron en su nociva escuela, porque el niño es ingenuo y sigue la usanza de las maestras y/o de los compañeros, ¿que puede hacer usted?
Pues, ¿qué haría si el niño aprendió en la escuela a resolver los problemas personales a los golpes?
Contésteme a esto, y quizás pueda aplicar similar modelo al asunto del persignarse.
Téngame al tanto, por favor.

Finalmente decidimos hablar con la profesora del colegio para que pudieramos tener un poco mas de apoyo
antes de tomar otro tipo de decisiones como sacarlo del colegio por ejemplo.

Bien, hablar es un buen paso.

No puedo decir que tuvimos inconvenientes con la profesora, ella se mostro muy comprensiva, pero
de todos modos para este diciembre habia que dejar que el niño participe en la velada navideña,
quiza en los villancicos y novenas y para el otro año despues de que el niño ya asimile mejor este cambio

espiritual de nosotros se opte y se actue de modo diferente con el.

Al leer esto, realmente, me enojé muchísimo con esa misionera escurridiza disfrazada de profesora.
¡Cómo se atreve a negar a ustedes, los padres, que escojan el camino para desarrollar la identidad espiritual de su hijo!
Además de atrevida, está demostrando una actitud ofensiva y perniciosa.
Ella no tienen ningún derecho a hundir a sus hijos en la oscura alcantarilla hedionda de la idolatría, ningún derecho.
Por el contrario, son ustedes los responsables de velar por la salud espiritual de su hijo… y ella no les está posibilitando ejercer su derecho y responsabilidad.
Evidentemente los está manipulando con palabrarería y vicios de misionera y ustedes están dejando que ella venza con sus estrategias.
Si ustedes no quieren que su hijo participe de las inmundicias idolátricas, que NO participe, le pese a quien le pese.
Recurran a la Justicia, si es necesario y si tienen amparo legal en su nación.

Por favor, no se dejen estafar por falsas dulzuras y apariencias de comprensión.
Si ustedes no quieren navidad para sus hijos, entonces NO permitan que en la escuela lo intoxiquen con eso.
Y si es una escuela confesional, pues, igualmente impidan que su hijo participe de manifestaciones idolátricas o reciba instrucción perniciosa.
La vida eterna de sus hijos está en riesgo… no es cosa para despreciar…Imaginese que somos los unicos del
colegio noajidas, el resto por lo menos si no son catolicos son de algun tipo del cristianismo.
Digame more desde su punto de vista como ve esto ?


Ya le contesté.
Y si son los únicos, no por eso han de seguir a la mayoría por el camino del horror.
Sean fuertes y resistan, que muchos irán siguiendo su ejemplo de valor. Aunque no sea el primer día, ni al primer mes, de a poco irán conquistando corazones para el Lado de la Luz.

a mi me parece muy complicado y quiza frustrante para el … la misma profesora nos dijo que
era mejor q el cambio se hiciera poco a poco pues nuestro hijo es muy inteligente y ya sabe
de epocas y ritos y rezos propios de la fecha, mas aun si es muy motivado por el colegio

No dudo de que su hijo es inteligente, por eso mismo habrá de entender y apreciar que sus padres sustentan una cultura diferente, en un mundo de diversidad cultural.
Los padres celebran el triunfo de los pocos sobre los muchos, de los débiles sobre los poderosos, de la Luz sobre las huestes de la oscuridad.
Los padres, con los hijos, celebran la festividad judía de Januca.
No porque los padres o los hijos sean judíos, sino porque de son fieles al Eterno y celebran con otros fieles las victorias de la Luz, y no mitos o rituales que envenenan el alma.
¿Comprende?

Sera que estoy siendo muy complicada ?

Sí, pero en general la gente se complica.
Mucho más los que han sido adoctrinados dentro de la prisión de la idolatría, en la cual fueron entrenados para huir de lo simple y concreto para aferrarse a lo complicado que esconde el vacío.
Es bueno que se esté dando cuenta de cómo actúa, para que de ese modo pueda mejorar.

Sera que soy impaciente ?

Creo que sí.

Sera que solo con las enseñanzas de la familia, nuestro hijo este bien espiritualmente
o por el contrario
definitivamente es mejor decidir el colegio judio para estar mas acordes a nuestra realidad


El colegio es muy importante, ya que el niño a determinada edad valora muchísimo a la maestra, a sus compañeros, lo que proviene de fuera de casa.
En cuanto al colegio judío, recuerde que es una solución intermedia, entre tanto no consiguen formar un centro de estudios noájico.
Porque la idea no es inculcar judaísmo a sus hijos, sino el fortalecerlos en la senda del monoteísmo y del cumplimiento de los mandamientos que les competen como gentiles.

Que opina more, su opinion es demasiado valiosa para mi en este momento …
ya sabe que me siento sola en esto y como bicho raro pues a quien recurro sino a ud
y al creador para que me de toda la fortaleza y la luz necesaria

El Eterno siempre está con usted… vaya y rece, junto a sus hijos, y enséñeles la belleza de hablar con el Padre Celestial, sin intermediarios, sin pompas sonsas, sin tontos rituales…. vaya, aproveche que ellos son pequeños y los tiene a su lado…

De antemano mil gracias por su tiempo
sin ud y sus enseñanzas me seria dificil encontrar la estabilidad espiritual
que poco a opco he alcanzado

Para eso estamos….

PD, Disculpe more que ahora sea tan intensa
pero creo q es para bien continuar asi de inquieta
pues poco a poco me siento mucho mejor

¡Que sepa construir SHALOM!

Resp. 153- Más de Januca para Noájidas

Hola Yo quisiera saber acerca de la fiesta de Januca; he leido casi todos los articulos al respecto y no se especifica lo siguiente:
1- Que esta permitido hacer? (Comidas ect…)
2- Que rezos u oraciones decir?
3- Si esta permitido poner un simbolo(como encender una vela o algo por el estilo)
Saludos
Jorge Airam Alvarado,22 años, Tecnico Informatico, Cienfuegos, Cuba

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Resp. 144 – Libro de rezos

Shalom, mi nombre es Salvador Y vivo en Maui Hawaii y quiciera hacerle unas preguntas
1.- Como gentil puedo comprar un sidur
2.- Si puedo cual me recomienda
3.- Y que oraciones puedo y no pude decir??
Gracias por su ayuda

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Confesiones alrededor de una taza de café.

El tiempo pasa, sigue implacable en su marcha, y yo sigo aquí aferrado a esta silla digitando unas palabras que desahoguen tanto amor que llevo por dentro por H-shem y que me revientan de alegría por todo lo bueno que El tiene para con con mi vida, nunca permitiré que mi amor por El Altisimo disminuya, seguiré buscandole con el corazón, entregando en sus manos cada acto de mi vida, Su misericordia es infinita , es gratis, es para todos los que correctamente en El creen.

No importa cuan dificil sea mi vida , ni cuan duro sea el camino allí estaré, hace algunos meses les comenté que estaba contento pues ingresé a laborar en un diario, resulta que mi jefe era un consumado misionero católico que me hizo la guerra desde que supo mi condición de seguidor de las 7 leyes universales, soy un noájida muy orgulloso de serlo, y por no arrodillarme ante una de sus imagenes en la bendición de una nueva aula decidió que lo mejor era que yo me fuera con mis ideas satánicas de la empresa, tuve miedo, tengo dos hijitos pequeños que mantener.
Y les confieso que el ataque psicólogico siguiente fué tan brutal que llegué a flaquear con la disculpa imbecil de «si lo hago por fuera solo por darles contentillo y luego me disculpo con D-s…», gracias a El Altisimo la razón me volvía con mas fuerza e impetu y rechazaba todos esos ataques del enemigo , me acordé da la historia de el patriarca Abraham , de su fortaleza y como destruyó las imagenes de sus familiares y aprovechando que teníamos que ir a una misa por el fallecimiento del familiar de un compañero, mi jefe se acercó y me dijo que esperaba verme allá.
En esos dos segundos que cerré los ojos, El Eterno me recordó que lo mas importante era Él y que debía preservar mi alma libre de toda idolatría, que El haría el resto,así que seguí a mi jefe hasta la oficina y le dije:
-Williiam , no voy a ir a esa celebración, mi amor por El Creador me lo impide, y te presento mi renuncia , soy yo el que no puede trabajar en medio de tanta imagen que perturba mi alma.
El guardó silencio, yo tan solo recogí mis cosas y me fuí.
Mi esposa devota madre noájida, no solo me apoyó en la decision , si no que me acompañó esa misma noche a realizar las plegarias a El Altisimo , ya que presentaba un conflicto emocional profundo, pues estaba contento por haber estado firme con respecto a la idolatría y a mi condición noájida , mi amor por D-s estaba mas fuerte que nunca, mi alma cantaba de alegria, pero en el fondo estaba preocupado por como iba a sostener a mi familia.
Cuan ilusa es la mente humana, había olvidado de la misericordia de H-shem , tan solo al otro dia me llamó mi buen amiga judía Patsy Dobry y me recomendó que fuera a una empresa que estaban buscando un director con mi perfil, al gerente general que era mi entrevistador le caí en gracia y benevolencia desde el principio que me vió , pasé las pruebas y ahora el nuevo empleo (muchisimo mejor en todo que el anterior) es mio y eso no es todo, mi actual jefe es estudiante de Kabbalah con un rabino de mi ciudad (ahora sabe que el és un noajida)yo le recomendé las paginas sabias del Moreh Ribco y a cambio el me comparte libros y Emails de literatura judía, ahora entiendo que esa alegría que el sintió cuando me vió por primera vez no era mas que la gracia de D-s, hemos hecho una linda amistad en base a que los dos tenemos un inmenso amor a El uno y Único.
En conclusión , que hubiera sido de mi vida si hubiera flaqueado y le hubiera fallado a mi D-s?
Seguramente estaría en un mar de dudas e incertidumbre, rodeado de idolatría y en un trabajo no tan bueno,mi alma estaría triste y acongojada, por eso en este instante desde mi nueva oficina, junto a una taza de café colombiano, quiero compartir con ustedes la felicidad que me embarga y aconsejarles que nunca se separen de la instrucción del moreh Ribco , que nunca abandonen las 7 leyes universales , que se aferren a su condición de noájidas y que alaben en todo momento a D-s y creanme que las bendiciones se verán por montones.

AUTOESTIMA (Capitulo 5)

CAPÍTULO 5

LA ENVIDIA Y EL YO

Los Blum esperaron hasta Shabat para pedirle al rabino tiempo para hablar a solas con él. Y en el atardecer color miel de un Shabat con viento pero agradable, todos se juntaron en un área arbolada de los terrenos del hotel.

David Blum estaba muy preocupado acerca de su esposa Rajel. Desde que llegaron, ella estaba tan retraída como siempre. Se dio cuenta que si algo se iba a lograr, se lograría en una conversación privada. Y, de hecho, desde el momento que salieron para dar un paseo de Shabat y se encontraron al rabino esperando en un área tan agradable y aislada, sintió a su esposa más relajada.

Cuando le dijeron sus problemas, Rajel efectivamente empezó abrirse más y más. Finalmente, se sintió lo suficientemente cómoda para admitir, —Rabino, el no tener hijos me daña tanto que no puedo compartir alegrías de otros. Trato de que nadie se dé cuenta, pero secretamente temo noticias de una simjá, una invitación a una jatuná, un brit o cualquier cosa similar. Tengo un remolino de emociones conflictivas. ¿Cómo puedo bailar? ¿Cómo puedo decir mazal tov? ¿Cómo puedo incluso sonreír cuando vivo constantemente con la atormentadora conciencia de que una de las necesidades humanas más básica me ha sido negada? No tengo hijos.

Dime honestamente. —replicó el rabino—, si el 95 por ciento de la población no tuviera hijos, ¿sería tan doloroso?

Rajel pensaba mientras el rabino repetía: —Quiero que seas sincera.

Finalmente ella contestó, —Probablemente no. Pero el 95 por ciento de la población sí tiene hijos.

Éste no es el punto. El punto es que si ellos no los tuvieran, tú no sentirías tanto dolor.

Eso probablemente es verdad.

Por lo tanto, te das cuenta que el dolor no es exclusivamente porque no tienes hijos. Hay otra fuente para el dolor. Es esa incesante voz interna diciendo: ¿por qué todos los demás tienen, y yo no? ¿Por qué soy diferente a todos?

Entonces es un aspecto de envidia, —David remarcó.

Sí, —dijo el rabino—. La envidia cumple un papel muy poderoso en todos los seres humanos. La Torá enseña que es una de las tres cosas que sacan a la persona de este mundo.28

Hace un par de años, —Rajel intervino—, hubiera estado en desacuerdo con usted. Pensé que estaba por encima de sentir envidia. Pero a medida que el tiempo avanza y yo permanezco sin hijos, he sido lanzada a un vértigo emocional. Nunca antes había sido enfrentada realmente con la adversidad. Pero ahora estoy muy atribulada. Se ha llevado lo mejor de mí y siento una envidia terrible. No sé cómo arrancarla de mí.

No sé si lo puedas arrancar, —dijo el rabino—. De hecho, si una persona nunca siente envidia, se está negando a sí misma. Es la naturaleza humana.

Entonces ¿es imposible superar la envidia? —preguntó Rajel.

No. ‘No codicies’ es un mandamiento en la Torá, y es muy importante. Si fuera imposible sobreponerse a la envidia, no hubiéramos sido ordenados a comportarnos así.

Pero usted acaba de decir que no cree que la envidia puedan ser extirpada nunca.

La envidia puede nunca ser extirpada completamente de nosotros, pero podemos dominarla y aprender cómo usarla para bien. ‘La envidia de la gente sabia incrementa la sabiduría’. Cuando sientes envidia de una persona que espiritualmente es más avanzada que tú, es una envidia positiva porque te motiva a superarte espiritualmente. Por otro lado, la envidia por cosas materiales no tiene valor. Este tipo de envidia puede ser completamente extirpada y es a lo que la Torá se refiere cuando dice: ‘No codicies’. Es posible y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad, el sobreponernos totalmente a la envidia por cosas materiales.

¿Cómo hace uno esto?

El autor de Mesilat Yesharim nos enseña un principio muy importante; él escribe: ‘La envidia resulta de una falta de conocimiento y de necedad’.29 En otras palabras, es una simple falta de conocimiento. Mientras más conocimiento obtienes, más puedes superar la envidia por objetos materiales.

¿Conocimiento? ¿Eso es todo? ¿De qué tipo de conocimiento está hablando? —preguntó David.

El conocimiento de quién eres y cuál es tu lugar en el esquema de la creación. En una palabra: autoestima; verdadera autoestima, como la Torá la enseña. Todo mundo está obligado a decir, ‘El mundo fue creado para mí’.30 Y es verdad. El mundo fue creado para cada uno de nosotros.

Cuando la nación judía estaba parada al pie del Monte Sinaí, la revelación fue dirigida a cada individuo, ‘Yo soy Hashem Tú D os’, no deberás tener otros dioses…’. Estos mandamientos están expresados en segunda persona singular, es decir, a cada individuo. La lección es que Hashem no sólo dio una Torá general, sino una Torá diferente para cada individuo. Él no creó un mundo con millones y millones de personas. Cada persona es un mundo en sí misma. Y es tu obligación creer esto. Hashem tuvo un propósito especial al crearte a ti. Hay algo para lo que fuiste puesta acá, para lograr algo que nadie más puede hacer.

¿Qué es lo que realmente hace sufrir a la gente? —preguntó el rabino retóricamente—. La queja más común es la que acabas de expresar: ¿por qué yo me distingo? ¿Por qué soy diferente? Quiero ser como todos los demás. Quiero mezclarme con la multitud. Si todos los demás tienen dinero, yo debo tener dinero. Si todos los demás tienen un matrimonio fácil, yo quiero un matrimonio fácil. Pero la raíz del conocimiento es saber que tú eres un individuo único sobre este planeta con un propósito único al cual se le han dado circunstancias únicas para desempeñar su misión. Si sufres de una manera en que otros no lo hacen, es porque a ti te ha sido dada una misión única que otros no tienen. Y el primer paso para enfrentar tu reto es reconocerlo. Si perseveras, este sufrimiento se volverá tu triunfo. Si no lo haces, será tu derrota.

Eso es seguro.

El punto es que Hashem quiere que nos convirtamos en nosotros mismos y nos da todas las herramientas que necesitamos para lograrlo. Cualquier cosa que Él le da a los demás es algo extraño. No se adapta a tu mundo. No te va a ayudar a alcanzar el objetivo para el cual fuiste puesto aquí. Si ellos no sufren el dolor de no tener hijos, es porque no es su reto. Pero no te preocupes por ellos. Cada quien tiene su propio equipaje, sus propia carga y retos por superar. Todos.

Pero algunas personas parecen que viven más fácil.

A cada persona le es dada la misma oportunidad para bien o mal en este mundo. Si naciste bueno, tienes una fuerza opuesta que te obstruye. Si naciste sin nada, se te da un impulso extra de fuerzas externas. Por ejemplo, Esav nació con las peores características, pero él tuvo un padre, Itzhak, que lo amó entrañablemente y desarrolló una relación especial con él, para que pudiera sobreponerse a su naturaleza. Yaakov, por otro lado, nació bueno, un ish tam, pero tuvo un hermano malvado que lo odiaba y eventualmente lo expulsó de su casa bajo amenaza de muerte. Y luego Yaacov tuvo que vivir con el igualmente diabólico Laván.

Hashem continuamente equilibra nuestra vida. ‘Aquél que se vuelve más grande que sus amigos, su inclinación al mal crece’.31 Nuestros retos crecen a medida que crecemos. Si otros realmente viven fácil, se debe probablemente a que carecen de algo en su interior. Si a ti te resulta más difícil, puede ser porque tú tienes algo que ellos no tienen. Hashem te está desafiando para que te vuelvas algo más que ellos. El fundamento principal es: Hashem le da a cada quien circunstancias de vida hechas a la medida.

Pero rabino, cuando veo a otras personas con hijos, pienso cómo sería si yo los tuviera. ¿Cómo no puedo visualizarme feliz y realizada con hijos?

No hay razón para sentir envidia porque otros tienen hijos, porque tener hijos no es algo que te va a ayudar hasta que Hashem te los dé a ti. Sólo sientes envidia porque crees que tener hijos te va a ayudar. Sin embargo, si no fue designado para ti, no te va a ayudar. Si está designado para ti, lo vas a obtener. La envidia se desencadena cuando asumimos que lo que otra persona tiene, es lo que necesitamos. Pero sólo porque externamente parece ser que lo necesitamos, no significa que lo necesitamos.

Imagínate una persona sola en un auto a medianoche, que se le revienta un neumático y no tiene gato para cambiarlo. Al mismo tiempo, hay un hombre desesperado que no ha comido durante tres días. Ambas personas están desesperadas, una por un gato y la otra por comida. ¿Acaso el hombre que está desesperado por un gato sentirá envidia si el hombre hambriento de repente encuentra comida? Obviamente no. No necesita comida en ese momento; necesita un gato. Y viceversa, el hombre muriéndose de hambre ¿se sentirá celoso del hombre varado si encuentra un gato para reparar su llanta? No, él no necesita un gato para automóvil; necesita comida.

Sin embargo, si hubiera dos hombres muriéndose de hambre, y uno encuentra comida mientras que el otro no, el que no tiene comida sentirá envidia. O si dos personas tienen llantas reventadas y uno la repara mientras que el otro no, el que se quedó rezagado sentirá envidia. Las personas sienten envidia porque creen que tienen las mismas necesidades que los otros.

No obstante, cuando apreciamos la profundidad del concepto que la Torá le fue dada a cada individuo, y a cada individuo le fue dado su propio universo por separado, y no hay dos universos iguales, entonces estamos provistos con el conocimiento para sobreponernos a la envidia. Esto es lo que significa que la envidia es en primer lugar un problema de falta de conocimiento.

Piensa acerca de la Halajá que indica que un hombre debe usar un anillo que le pertenece para desposar a su mujer. Si el anillo no es suyo, puede organizar la boda más preciosa, convidar a los más distinguidos invitados, tener la mejor luna de miel y vivir con la mujer durante muchos años, pero él no está casado con ella. Solamente su anillo es válido. Otro anillo no produce la unión.

Si el novio está de pie bajo el dosel y sabe que debe tener su anillo para desposar a su mujer, y sabe que el anillo de alguien más nunca le servirá para desposarla, nunca codiciará el anillo de otra persona, sin importar cuán costoso y hermoso sea. De alguna manera, cada uno de nosotros somos como ese novio con su propio anillo. Por ejemplo, necesitamos dinero para vivir. Y ese dinero es exactamente lo que necesitamos para cumplir nuestro propósito en este mundo si es Hashem Quien nos da el dinero. Si Él no lo hace, y usamos el dinero de alguien más, es como desposar a una mujer con el anillo de otro, es como encontrar un gato para automóvil cuando necesitamos comida. Hashem nos da los ingredientes de vida necesarios para cumplir nuestras responsabilidades con Él; todos los ingredientes. Si Hashem no nos da el material, entonces tenemos que concluir que no lo necesitamos; el material de alguien más no nos va ayudar en lo absoluto.

Pero rabino, —dijo David—, digamos que una persona tiene una casa hipotecada que está por perder, a menos de que pague $10,000, y tiene la oportunidad de robar $10,000. No estoy diciendo que es correcto que robe, pero ¿por qué no debería sentir envidia cuando ve los $10,000 que necesita para salvar su casa sobre la mesa de otra persona? ¿Cómo puede no codiciar estos $10,000?

¿Cómo? Dándose cuenta que los $10,000 de otra persona podrían ser veneno para él. ¿Quién dice que lo mejor es salvar la casa?

¿Qué ventajas tiene tener la casa bajo juicio hipotecario?

Nunca se sabe. Acabas de ser desalojado de una casa con una hipoteca de $200,000 y en un año puede ser que consigas una casa similar por $100,000. Si no hubieras entrado a juicio hipotecario un año antes, habrías estado pagando intereses sobre $100,000 extra. Y si, por el otro lado, Hashem quiere que conserves la casa, vas a obtener los $10,000 de una fuente limpia y halájicamente legal.

Cuando una persona quiere las posesiones de otra persona, tiene el problema de que no aprecia lo que ya tiene. Si tuviera el conocimiento de qué es lo que posee, automáticamente se sentiría bien. Estaría feliz de ser quien es, se sentiría tranquilo con el hecho de que él tiene su propio mundo, con sus propios retos, sus propias oportunidades para grandeza inigualable. Una persona con tal conocimiento nunca sentirá envidia.

Es por esto que la causa de la envidia es la falta de conocimiento. Es ignorancia de un principio de Torá básico: el principio de nuestro lugar único en el universo. Es por esto que ‘no codiciarás’ es el décimo de los diez mandamientos. En terminología de la Torá, el décimo de un grupo es usualmente el más sagrado, el más exclusivo, porque engloba todo lo previo del grupo. Yo te pregunto, si te fuera dada la alternativa de escoger los diez mandamientos más fundamentales de todos los 613, ¿escogerías ‘No codiciarás’? Creer en D os, cuidar Shabat, honrar a tu madre y a tu padre, no asesinar, robar o cometer adulterio, etc. son fundamentales. Pero, honestamente, ¿quién pensaría en poner ‘No codiciarás’ dentro del grupo? Y si lo haces, ¿lo pondrías en el décimo, englobando a todos los anteriores ?

Sin embargo, no te será difícil entender por lo que he estado diciendo. ¿Cuándo se sabe que alguien es un recipiente verdadero de las enseñanzas más profundas de la Torá? La respuesta es: cuando él no codicia; cuando él verdaderamente ve y siente que le ha sido dado un mundo entero conteniendo todo lo que él necesita. Ése es el conocimiento fundamental. Le da forma a todo lo demás. ¿Cuánto crees en Hashem? ¿Qué tan bien cuidas Shabat? ¿Qué tan determinante es tu restricción al asesinato, el robo y el adulterio? Todo se mide de acuerdo al grado en que codicias las posesiones de otros. El grado en que cumples ‘No codiciarás’ refleja cuán profundamente la Torá se ha impregnado en tus huesos, porque para no codiciar, uno debe poseer el conocimiento fundamental: el conocimiento de su lugar único en el universo. Esto hace a ‘No codiciarás’ la vara de medida de todos los otros mandamientos.

Mientras recuerdes que no puedes lograr tu misión en la vida con el dinero, la casa, la comida, o los hijos de otro, no sentirás envidia. No importa qué carezcas, tú sólo puedes lograrlo con aquello que Hashem te dé. El objeto de alguien más no puede llenar tus necesidades. Puede parecer exactamente igual, pero en realidad, uno es un ‘gato’ y otro es ‘comida’. Si entiendes lo que te estoy diciendo, entonces las posesiones de otra persona no van a provocarte envidia.

Pero tener hijos es algo tan básico. No es como estar celosa por un automóvil más bonito, o por la joya de alguien más. ¿Cómo puede ser que el no tener hijos sea un regalo de Hashem?

Todo sufrimiento y privación es finalmente un regalo, un regalo desafiante lo admito, pero, no obstante, un regalo. Con cada regalo aparentemente negativo, Hashem nos da el conocimiento de cómo utilizarlo para bien y el valor para llevarlo a cabo. Y recuerda, cada persona se especializa en un área particular. Una pareja produce una familia, mientras que otra no. Y es sólo Hashem Quien le da a una pareja hijos y a otra no. En forma similar, la vida de algunos matrimonios se desliza suavemente, mientras que la de otros no. Finalmente, sólo Hashem hace que el matrimonio fácil, sea fácil, y que el matrimonio difícil, sea difícil. Algunos son ricos, algunos son pobres; algunos están sanos, algunos están enfermos. Todas estas cosas, la abundancia y la privación, son dadas a cada persona por Hashem. Una persona se debe decir a sí misma: ‘Éste es mi mundo y esto es lo que está en mis manos lograr. Puedo volverme grande con mi salud, puedo volverme grande con mi enfermedad; puedo volverme grande con mi reto de la riqueza; puedo volverme grande con mi reto de la pobreza. El mundo de nadie más, aunque parezca el mismo desde el exterior, puede ayudarme a desempeñar lo que yo debo hacer en este mundo’.

La verdad es, —dijo Rajel—, que intelectualmente estoy de acuerdo con usted: una persona debe reconocer qué tan única es y qué tan únicas son sus circunstancias. Pero hablando en forma práctica, no estoy segura de que todo el problema sea falta de conocimiento. Una cosa es saber que tu vida es única y otra es creerlo y sentirlo.

Tienes razón, —respondió el rabino—. Yo no quería dar entender otra cosa. La falta de conocimiento es sólo la primera razón de la envidia de la gente. No es la única razón. Y aquí también, el autor de Mesilat Yesharim nos enseña: ‘Los celos resultan de la simple falta de conocimiento y de necedad.32 En otras palabras, además de la falta de conocimiento, la necedad causa envidia.

¿En qué difieren la necedad de la falta de conocimiento?

Una persona que carece de conocimiento no puede ser necia. No se está engañando a sí misma si le falta la información de que debería estarse comportando de otra manera. Es sólo ignorante. Un bebé nunca puede ser un necio. Un necio, por otro lado, es una persona que sabe, pero actúa a pesar de su conocimiento. De este modo, mientras más sabe una persona, es un necio en potencia más grande. Los necios profesionales son aquéllos que saben mucho.

Si no puedes vivir de acuerdo a lo que sabes, eres un necio. Por lo tanto, además de aprender qué es bueno y qué es malo, uno se debe orientar de manera que el conocimiento afecte su comportamiento. Y es por eso que la enseñanza de la Torá: veyadatá hayom vaashebotá el lebabejá, ‘Conoce … y ponlo en tu corazón’ es tan central para volverse una persona totalmente orientada a la Torá. La primera etapa es tener conocimiento, ‘saber’. A fin de tener conocimiento, es importante leer libros, asistir a clases, buscar el consejo de gente que sabe, compartir tus ideas con otros, etc. Obtener conocimiento, significa percibir la realidad, tener una absoluta y clara percepción de la realidad.

Sin embargo, después de obtener conocimiento, debes ‘ponerlo en tu corazón’. Debes tomar la información que sabes que es verdadera y traerla a tu corazón de tal manera, que la sientas, la huelas y la degustes.

Ésa es la parte difícil.

Sí. Hay una larga distancia de tu cabeza a tu corazón. Actuar con tu conocimiento es más difícil porque implica un crecimiento constante día a día. Tienes que ejercitar tu conocimiento consciente y regularmente, tal como un régimen de ejercicio diario para obtener condición física. El problema es que la mayoría de las veces no intentamos actuar en base a nuestro conocimiento sino hasta que estamos desesperados.

Si una persona ejercita cuando se siente bien, le va a beneficiar cuando esté bajo tensión. Pero si tu espalda se lastima después de varias semanas de inercia, no puedes de repente empezar a hacer ejercicio. Primero debes descansar en la cama y cuando empieces a sentir tu espalda un poco más fuerte, entonces es momento de ejercitar.

En un sentido espiritual, también es verdad. El problema es que esperamos hasta que estamos en dificultades antes de empezar a sobreponernos a algo como la envidia. Una persona debe ejercitar cuando está sana. Si quieres sobreponerte a la envidia cuando tus amigos adquirieron algo que tú siempre deseaste, entonces repítete a ti mismo todos los días, antes que se te despierte el deseo, las palabras de los Sabios: ‘Cualquier cosa que Hashem apartó para una persona nunca puede ser ni siquiera tocado por otra persona’.33 Tu dólar no puede ayudarme. Mi dólar no puede ayudarte. Necesito mi esposa. Necesito mi esposo. Necesito mis fuerzas. Necesito mi debilidad. Necesito mis ventajas. Necesito mis problemas. Estos pensamientos deben circular consciente y religiosamente en nuestra mente cada día, incluso cuando no sentimos envidia. Sólo porque las cosas parecen ir bien en el momento, no es excusa para relajarse. Sin el ejercicio regular, tu conocimiento permanece teórico y se te puede escapar en el momento que más lo necesites.

Eso pasa conmigo, —dijo Rajel—, me puedo sentir bien un día y muy mal al siguiente.

La vida tiene sus altibajos. Usualmente cuando las cosas se ponen mal, nos desanimamos. Y cuando nos desanimamos, las excusas vienen fácil: ‘no puedo continuar, me quiero rendir’. Cada período negativo es también una oportunidad para progresar como lo es un período positivo. Si conviertes todos tus períodos negativo en logros, entonces eres realmente una persona realizada. Cada aspecto de tu vida te está llenando.

Estoy de acuerdo con todo lo que está usted diciendo, rabino. Sin embargo, una persona no es una máquina. No podemos estar siempre en control y tener éxito en lo que nos propongamos lograr.

Tienes razón. Por supuesto, todos estamos sujetos a sufrir contratiempos. De hecho, tendemos a confundirnos, pensando que una vez que seamos adultos habremos madurado. La verdad es, no obstante, que poseemos el mismo infantilismo cuando crecemos; es sólo que el precio de los juguetes se ha incrementado. Es por eso que, de repente, sentimos envidia por algo por lo que sabemos no tenemos el derecho a sentirla.

Sin embargo, no importa cuántos fracasos hayamos experimentado transfiriendo nuestro conocimiento al corazón, no debemos perder la esperanza. Nos debemos esforzar en mantener e incrementar la claridad original de conocimiento respecto a lo que es verdad y lo que no lo es. Cuando el dolor de la envidia te desgarra de tal manera que tu percepción de la verdad se deforma, refresca tu conocimiento con casetes, libros, conferencias, etc. Sin embargo, esos casetes, libros y conferencias sólo te pueden dar información. Tu trabajo es implementar la información en tu vida diaria, aun cuando las cosas vayan bien. Te tienes que repetir a ti misma que Hashem está en control y que Él sabe qué es lo que Él está haciendo cuando te da las circunstancias de vida que te fueron dadas.

Cuando sientas las punzadas de la envidia sobre algo, en lugar de llorar sobre tu almohada, lamentarte con alguien o sentirte deprimida, repítete a ti misma algo como esto: ‘Hashem, yo sé que Tú me estás presentando esta situación. Obviamente es algo en lo que debo trabajar. Todo lo que Tú haces es para bien. Si no lo tengo, entonces no lo necesito. De hecho, si Tú me has dado esta difícil situación, Tú debiste haberme dado un rol importante para satisfacer Tu propósito en la creación. Sé Hashem, que no me hubieras puesto en esta situación si no la pudiera pasar. No hay dificultades en este mundo que no puedan ser transformadas en grandes logros. No existe una situación tal donde Tú le des a una persona una tarea que esté más allá de sus posibilidades de realizar’.

Escucha las ideas una y otra vez y luego repítelas conscientemente a ti y a otros. Si deseas, encapsula tu conocimiento en una frase pegajosa como una de la Mishná: ‘¿Por qué Adam fue creado solo? Porque una persona está obligada a decir bishbilí nivra haolam, porque para mí fue creado el mundo entero’. Tu frase puede ser de la Torá o una propia. Pero tienes algo.

Por supuesto, además de obtener claridad de conocimiento y de trabajar continuamente sobre ti para convertir el conocimiento en realidad, rézale a Hashem para recibir ayuda. Debemos recurrir siempre a D os en rezos, en rezos sinceros, en cualquier idioma que nos podamos comunicar.

Deseo y Rezo

Rabino, —dijo Rajel—, yo rezo todos los días para que Hashem me dé hijos. Y sé que mi esposo reza por mí también. Ésta es otra de mis preguntas. ¿Por qué no son contestados nuestros rezos?

Pueden serlo un día. Conozco muchas parejas que no han tenido hijos por más tiempo que tú y que eventualmente, tienen hijos. Por otra parte, estás en buena compañía: Abraham, Yitzhak, Yaakob, como también Sará, Rivká, Rajel y Leá son los individuos cuyas lágrimas y rezos formaron el concreto que fue vertido en los cimientos de la nación judía. Y todos ellos sufrieron de falta de hijos por periodos largos. Además de no tener hijos, sufrían enormemente en forma constante.

Abraham vivía a la sombra de Nimrod, un déspota maniático. No tuvo hijos por décadas. Su primer hijo se volvió tan malo que tuvo que echarlo de su casa. Después fue ordenado por Hashem de tomar a su amado hijo Yitzhak y sacrificarlo en un altar. Después, cuando fue salvado milagrosamente en el último momento, Abraham regresa a su casa para encontrar que su esposa había fallecido.

Yitzhak creció en una casa donde Yishmael, su hermano mayor, era tan malvado que su padre, que amaba a Yishmael, tuvo que expulsarlo de la casa. Rivká creció en el hogar de un padre y hermano abusivos y asesinos. Después que Yitzhak y Rivká se casaron, no tuvieron hijos por 20 años. Cuando ella finalmente quedó embarazada, la actividad en su vientre era tan perturbadora que dijo, ‘Si es así, ¿para qué estoy viva?’ Más tarde dijo acerca de su hijo Esav, ‘Estoy fastidiada de mi vida debido a las mujeres hititas (con las que se casó Esav). Si Yaakov se casa con una mujer hitita como ésas … ¿de que me servirá la vida?

Yaakov creció con un hermano que lo odiaba tanto que tuvo que huir para salvar su vida. ¿Y a dónde huyó? A la casa de Labán, un truhán que continuamente hacía trampas con sus salarios y que veladamente intercambió la hija que Yaakov quería desposar por una que no quería. Yaakov se quedó con Labán por 20 años. Finalmente de regreso a su casa, ya un hombre rico con una familia numerosa, su amada Rajel dio a luz su segundo hijo, después de haber sido estéril por muchos años, y muere. Si esto no fue suficiente sufrimiento, más adelante, por 22 años, Yaakov pensó que su amado hijo Yosef había sido desgarrado por un animal salvaje. Y así sucesivamente.

Los fundadores de la nación judía sufrieron como nadie más. Y la esterilidad fue común a todos ellos. Obtén fuerza de ellos. Descubre qué les hizo tener éxito.

¿Qué les hizo tener éxito?

Una de sus principales armas fue el rezo. Con respecto a su situación de esterilidad, Rashí señala una lección vital. Hashem los forzó a sufrir el dolor de la esterilidad para que le rezaran con todo corazón.34 En otras palabras, el sufrimiento humano no precisa la invención del rezo. El rezo es un fin en sí mismo. Su necesidad en el esquema de las cosas, ocasionó que Hashem introdujera la idea del sufrimiento. Por lo tanto, confía en que Hashem conoce tu sufrimiento. Él probablemente sólo está esperando las plegarias que fluyan de tu corazón.

Entonces, ¿qué estoy haciendo mal? ¿Qué se necesita para que mis rezos obtengan respuesta?

Primero, entender que nosotros no rezamos a fin de obtener. Cuando una persona tiene una necesidad, quiere decir que él o ella tienen la mitzvá de rezar para tener satisfecha esa necesidad. Una necesidad indica que Hashem quiere que reces para poderla satisfacer. Sin embargo, nosotros no rezamos para que Hashem nos dé lo que necesitamos. Tenemos una necesidad, a fin de rezar, para hacer conexión con Hashem, para expresar los deseos de nuestra alma y desarrollarlos. El rezo es un fin en sí mismo. No significa poner ultimátums.

¿Pero acaso mi esposo y yo no tenemos la mitzvá de tener hijos?

No exactamente. Ustedes tienen la mitzvá de osek, de ‘involucrarse’ en el proceso de tener hijos. En realidad, tener hijos es un acto de Hashem. Y si la mitzvá es ser osek, entonces tú tienes mucho más que aquéllos que tienen hijos pero no los desean.

¿A qué se refiere?

Por ejemplo, imagina un hombre que tiene 15 hijos y 300 nietos. Cuando llega ante el Creador, le dicen que tiene ‘crédito’ por 3 hijos y 30 nietos.

¿Qué hay acerca de mis otros 12 hijos?’, pregunta.

Tú nunca rezaste por ellos. De hecho, rezaste para no tenerlos. Por supuesto, no puedes ir en contra de Mis deseos. Yo tengo que meter de contrabando esas almas al mundo. Te puedo dar crédito por cuidar bebés, por el costo de los pañales, etc., sin embargo, no te puedo dar crédito por esos hijos porque tú nunca rezaste por ellos. Nunca los quisiste’.

Inmediatamente, una pareja sin hijos llega al mundo venidero. Toda su vida, le rezaron a Hashem día y noche para que les mandara hijos. No obstante, Hashem nunca les dio hijos. A pesar de eso, les informan que ‘tienen crédito por 3,000 niños y 10,000 nietos.

¿Cómo puede ser eso?’, preguntan. ‘Nosotros no tuvimos ni siquiera un hijo’.

Cierto, sin embargo, habían 12 hijos de la pareja previa que no eran deseados. Sus rezos los obtuvieron para ustedes. Además de esos 12 hijos, sus rezos obtuvieron 5 de esa pareja, 3 de aquélla, 7 de ésa otra, etc.’

Los rezos siempre son respondidos, pero a veces solamente en alguna otra parte. En el mundo venidero, el Mundo de la Verdad, sabremos cómo y dónde fue respondido cada rezo. Así, independientemente de qué tan desesperada se ve la situación, uno nunca debe rendirse y dejar de rezar. Cada rezo regresa pagado totalmente, de una manera u otra, tarde o temprano.

Y existe otra cosa que puede conseguirse con los rezos, —añadió el rabino—. Te obtienes a ti misma. Todo bien que Hashem nos da debe ser precedido por rezos. Tomemos por ejemplo el rezo de Abraham y Sará para tener un hijo. Si el destino de la nación judía era dependiente de que Abraham y Sará tuvieran un hijo, es inconcebible que Hashem les hubiera privado ese hijo. Estaban destinados a traer a Yitzhak al mundo. ¿Qué ganaron entonces con más de 80 años de rezos para que terminara la esterilidad de Sará?

La respuesta es que obtuvieron su parte en el acto de traer a Yitzhak al mundo. Hashem les habría dado a Yitzhak aunque no hubieran rezado como lo hicieron. Todo dependía de eso. Sin embargo, porque rezaron, Yitzhak no les fue dado gratuitamente. Se lo ganaron. Les fue dado específicamente a ellos porque rezaron.

Hashem da lo que Él iba a dar de todas maneras. Pero tú obtienes realmente solamente por lo que le rezaste a Él que te dé. Así, el rezo es la forma de ganar tu yo. Tú eres lo que rezas. David dijo: V’ani tefilá ‘Yo soy el rezo’.35 El objetivo del rezo es ayudar al individuo a establecer su personalidad espiritual, no sólo adquirir los objetos que desea.

Por supuesto, muchas veces las personas obtienen por lo que rezan. Sin embargo, ése no es necesariamente el objetivo del rezo. El rezo es la forma de ganar tu yo. Los rezos crean un ‘tú’ que hace una conexión con Hashem. Y mientras más profundamente reces, mayor es tu conexión. Con frecuencia, hay un nivel de acercamiento y de conexión que Hashem quiere que alcances antes de darte lo que Él planea darte. Es por esto que Él te ayuda a condimentar tus rezos a través del sufrimiento y la privación. El rezo no es el medio para un fin; es el fin en sí mismo.

La Impresión

Pero, ¿qué si mis rezos nunca son respondidos? ¿Cómo puedo esperar tener consuelo con esta carencia en mi corazón?

Ningún rezo se pierde. Éste es un principio fundamental. No todos los rezos y esfuerzos conllevan un fruto rápidamente identificable en este mundo, pero todos tienen algún efecto, aun grandes efectos.

Visualiza dos capturistas de datos trabajando en dos terminales idénticas en un día de oficina. Sus trabajos respectivos incluyen ingresar datos y responder al indicador de la computadora. Ver la impresión final, el producto final de su trabajo de meter datos, puede no ser, sin embargo, inmediatamente necesario. Vamos a imaginar que, después de un tiempo, la computadora le indica a un trabajador ir al cuarto de impresión y revisar el trabajo impreso, mientras que al otro trabajador, le indica continuar mecanografiando en el teclado; y esto sucede día tras día, semana tras semana, mes tras mes y aun año tras año. Uno de los capturistas de datos siempre puede revisar la impresión, mientras que el otro solamente recibe mensajes que dicen: ‘Buen trabajo’, ‘Sigue así’, etc. Este segundo trabajador debe encontrar consuelo en el hecho de que la computadora le responda que su trabajo estuvo bien hecho, a pesar de que aún no se le permite ver el producto final.

Así es con nosotros también. Los rezos que visiblemente no han sido contestados, no significa automáticamente que la persona no tiene valor. Con mucha frecuencia es totalmente lo contrario. Probablemente indica que el Arquitecto del universo, el Programador Superior, tiene grandes planes para los rezos de esa persona y que la impresión de esa persona no tiene solamente una función local, algo que pueda ser impreso inmediatamente, sino que tiene ramificaciones globales. El significado del rezo de esa persona es tan grande que sería prematuro esperar ver resultados inmediatos. El punto es que vendrá el día en que vamos a encontrar cada palabra de rezo que pronunciamos. Cada rezo deja su huella.

Usted dice que cada rezo tiene su huella, pero si mi huella no es mi propio bebé, yo no sé si puedo continuar. ¿Con qué otra cosa puedo consolarme?

Con el conocimiento de que tus esfuerzos son vitales para servir un objetivo mayor.

¿A qué se refiere?

Cada individuo tiene dos objetivos: uno es completar su yo central; nuestro yo, nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestra familia inmediata. Pero éste no es el objetivo final. Una vez que hemos completado nuestra misión personal y construido una familia, tenemos que entregarnos a la perfección de un conjunto mayor, al shlemut de klal Israel. Algunos individuos han sido enviados a este mundo como unidades completas. Cualquier deficiencia no es principalmente en faltas personales, sino en faltas en el conjunto.

Piensa en un motor. Si la ignición está apagada, no importa si el carburador o la transmisión funciona perfectamente, el motor no va a funcionar. Con el pueblo judío tomado en su conjunto, no es diferente. Una persona puede ser como un carburador que funciona perfectamente, pero él no puede hacer su parte hasta que el resto del motor se arregle. Su misión, en este caso, podría ser tratar de ayudar a otros, estar seguro que están completos y funcionando en orden. Es por esto, que los rezos de una persona justa que pide para sí misma, no son siempre respondidos visible e inmediatamente.

El sufrimiento es una señal segura de que Hashem desea tus rezos. Si Él quiere que completes tu deficiencia personal, o que completes tu deficiencia en el conjunto mayor, es algo que nadie sabe con exactitud.

¿Existe alguna forma de descubrirlo?

Quizá. De acuerdo a lo que hemos dicho, si el propósito de los rezos de una persona es completar una necesidad local, es probable que los rezos sean respondidos inmediatamente. Por otro lado, si los mejores esfuerzos de una persona no fructifican, entonces ése es un buen indicador de que sus rezos sirven para una necesidad global y, como un trabajador que está asignado a un proyecto más grande. Ver resultados no va a ser tan rápido.

Leá y Rajel: Parte y Todo

Rabino, ¿dónde aprendemos que Klal Israel está dividido en dos grupos de gente, algunos cuyos rezos sirven a lo que usted llama necesidades locales y algunos que sirven a un todo?

Uno de los lugares obvios es en la vida de nuestras imaot, las Matriarcas, Rajel y Leá. Leá representa el rezo para necesidades individuales y locales. Como los sabios nos dicen: sus ojos no eran tan hermosos como los de Rajel, porque estaba clamando constantemente a Hashem que anulara el decreto de que ella, la primera hija de Labán, se casara con Esav, el primer hijo de Yitzhak. Es innecesario decir que tuvo éxito. Ésta era su necesidad personal. Y tuvo éxito al verla realizada relativamente rápido.

Otra necesidad ‘local’ de Leá involucraba obtener el favor de Yaakov. Así, ella rezaba vehementemente para darle hijos y, ahí también, tuvo respuesta inmediatamente. Aunque todas sus peticiones eran componentes esenciales de la unidad completa que llamamos klal Israel, no obstante, se extendieron de los rezos de Leá para reparar y completar su propia situación.

Rajel, por otro lado, era responsable por el conjunto. Ella es la madre espiritual asociada con todo Israel. Así, ella fue enterrada en el camino principal, con objeto de que cuando la nación entera fuera exiliada sería Rajel la que se estuviera lamentando por sus hijos,36 por todos los hijos judíos.

Son los rezos de Rajel los que todavía nos están afectando hoy en día. Escuché la siguiente historia de primera fuente. A principios de 1940, Rav Hilel Slesinger estaba en Palestina junto a Kever Rajel, la tumba de Rajel. Un grupo de kibutzianos laicos se acercó. Una de las mujeres, aparentemente una refugiada de la Alemania nazi, empezó a rezar. Rezó lo suficientemente fuerte en su alemán nativo de forma que Rav Hillel oyó por casualidad. Esta mujer completamente asimilada, que ni siquiera sabía hebreo, rezaba: ‘Madre Rajel, tú conoces el dolor de no tener hijos… y tú puedes sentir mi dolor de todos estos años que no he podido tener hijos. Sólo tú puedes ayudarme. Reza por mí’.

El rezo era tan genuino, pensó Rav Hilel, que estaba convencido que eventualmente iba a ser respondido. Se las arregló para investigar. Un año más tarde, llamó al kibutz y se enteró que efectivamente la mujer había tenido un hijo. Solamente porque Rajel había sufrido lo que ella también había sufrido fue posible que sus rezos tuvieran efecto 3,000 años más tarde en una mujer no religiosa.

Leá representa la quintaesencia en el rezo para el perfeccionamiento del individuo. (El que es necesario para el todo); Rajel representa el rezo que afecta los cambios globales. Ella no dudaba en rezar por sus propias necesidades también. No hacer esto sería rehuir su responsabilidad de hacer de ella una parte íntegra en ella misma. Pero ella aceptó su estado de esterilidad, enviando continuamente rezos que llegarían a lejanos descendientes miles de años en el futuro.

¿Está usted diciendo que ella estaba consciente de su función global?

Definitivamente sí. Ella estaba tan consciente de su función global, que estaba empezando a no sentir el punzante dolor de no tener hijos. A este respecto, sin embargo, su vida estaba por tomar un giro dramático.

Rajel y el Intercambio de Yaakov

En Bereshit37, este momento decisivo está registrado:

Y Rajel vio que ella no le había dado hijos a Yaakov y tuvo envidia de su hermana. Ella le dijo a Yaakov: dame hijos, si no me los das, estoy muerta.

Yaakov se enojó con Rajel y le dijo: ¿Acaso estoy en el lugar de Hashem, que retiene el fruto de tu vientre?

Ella dijo: Acá está mi criada Bilhá. Ven a ella, y ella dará a luz en mis rodillas; y yo también me construiré de ella’.

Este pasaje necesita mucho análisis. Primero, parece contradecir lo que yo dije acerca de que Rajel aceptó su condición de esterilidad. Estos versículos parecen indicar totalmente lo contrario: que ella estaba desesperada por tener hijos. Y luego parece, con una lectura superficial, que quería los hijos para su propio bien.

No obstante, esto no es verdad. Para empezar, el versículo enfatiza que ‘…ella (Rajel) no le había dado hijos a Yaakov’. Si quería hijos para su propio bien, el versículo debería decir que ella no había tenido hijos ‘para ella’. Más bien, es como yo te estaba diciendo. Ella aceptaba su carencia. Sin embargo, algo pasó que le hizo darse cuenta como nunca antes cuánto sufría su esposo Yaakov por no tener hijos de ella. Por su propio bien, ella podría haber sido una mártir y vivir con el dolor de no tener hijos; pero el darse cuenta del dolor que Yaakov sentía por no poder concebir hijos a través de ella despertó anhelos largamente dormidos dentro de sí.

Por lo tanto, Rajel le dijo a Yaakov: ‘Dame hijos’. Ibn Ezra explica esto diciendo, que ella imploró a Yaakov para que le rezara a Hashem con el objeto de que tuviera hijos, tal como Yitzjak rezó por Rivká para que tuviera hijos. La referencia de Ibn Ezra es Bereshit 25:21, donde los rezos de Yitzjak para tener descendencia no fueron contestados hasta que rezó ‘opuesto a su mujer’, es decir, para su esposa, porque él vio que ‘ella era estéril’. Para sí mismo, Yitzjak tal vez podía haber racionalizado una vida sin hijos. Pero cuando él pensó en su mujer y cuánto estaba sufriendo, él se postró ante Hashem como nunca antes para satisfacer las necesidades de ella y fue entonces, cuando ‘Hashem contestó sus rezos’ y no los de ella.38 Entonces ‘Rivká su esposa, se embarazó’. Así, Rajel imploró a Yaakov para que rezara como su padre Yitzjak, cuyos rezos fueron contestados cuando él rezó por el bien de su esposa.

Las siguientes palabras de Rajel expresan qué tan desesperadamente ansiaba que Yaakov fuera capaz de tener hijos a través de ella. ‘Si tú no (rezas por mí de la misma manera que tu padre rezó por Rivká), estoy muerta’. Es decir, no puedo darte un hijo a ti. Ella entendía que servía a una función global. Y como tal, sus rezos por hijos no serían respondidos inmediatamente. Yaakov, por otro lado, ya tenía hijos a través de Leá: esto demostraba que sus rezos cumplían una función más individual y local y por lo tanto podían ser contestados inmediatamente. Le pidió desesperadamente que rezara, de otro modo, ella estaría muerta, porque sus rezos no podrían traer un hijo para él.

La respuesta de Yaakov, ‘¿Acaso estoy en el lugar de Hashem que retiene el fruto de tu vientre?’, parece expresar una frustración impropia de una persona justa como él. No obstante, estaba frustrado porque experimentaba la misma falta de control que Rajel. Rajel había entendido mal cuando pensó que Yaakov era una persona con funciones locales. Yaakov sí servía una función local. Sin embargo, Yaakov tenía un segundo nombre, que representaba un segundo destino, Israel. Israel representaba su papel en el sentido global. En consecuencia, ver resultados inmediatos de sus rezos tampoco estaba dentro de sus posibilidades. Él estaba tan exasperado como Rajel porque el asunto estaba igualmente fuera de su control.

Cuando Rajel entendió que los rezos de Yaakov también cumplían a una función global y, por lo tanto, sus rezos no serían contestados de manera relativamente fácil, ella respondió ofreciendo Bilhá a Yaakov. Su respuesta parece extraña, casi masoquista porque los hijos que Bilhá tuviera, acentuarían la esterilidad de Rajel todavía más y de esta forma, avivaría más la envidia de su parte.

Esta dificultad fue analizada por el Sforno. Él explica que Rajel ahora se daba cuenta que si Hashem todavía no había respondido a sus oraciones, debía ser porque ella todavía no se había conmovido con la suficiente intensidad. En algún lugar oscuro de su corazón, ella quizá había aceptado su condición estéril. Había aletargado su dolor y ese aletargamiento estaba impidiéndole entregar su rezo más profundo. Así, explica el Sforno, Rajel razonó que la envidia que sentiría al ver a su criada dando a luz un hijo en sus propias rodillas, despertaría su naturaleza más profunda, ser la madre de sus propios hijos, forzándola a penetrar las barreras finales de su corazón.

Esto explica las dos expresiones inusuales que Rajel usó. Primero, ‘ella dará a luz en mis rodillas’. ¿Qué importaba si el niño nacía sobre sus rodillas? ¡Era del vientre de Bilhá! Sin embargo, la palabra hebrea birkai, ‘mis rodillas’, es como baruj, ‘bendecir’, y puede interpretarse como una expresión de rezo, de súplica. Así, Rajel estaba realmente diciendo: ella dará a luz ‘por mis rezos’. Esto ahora es algo más entendible: a través del mérito del rezo de Rajel, Bilhá dará a luz. Pero, cómo podía continuar diciendo: ‘me construiré a través de ella (Bilhá)’. ¿Podía ella realmente sentir que se construía a sí misma a través del nacimiento del hijo de su criada?

Más aún, a lo que Rajel se refería era que a través de la envidia de ver a otra mujer dando a luz un hijo, Yaakov le ayudaría a alcanzar los más altos niveles de rezo. Rajel dijo: ‘Me construiré’ porque yo voy a utilizar el dolor de la envidia para verter hasta la última gota de plegaria de mi corazón y a través de esto, ella rompería la barrera que impide que Hashem dé respuesta a sus rezos. Y, como sabemos, los rezos de Rajel fueron exitosos. Ella tuvo hijos.

Entonces, —David intervino—, ella usó la envidia para bien.

Sí. Sus objetivos eran espirituales. Sentía envidia de la habilidad de su hermana para suplir la necesidad de Yaakov de tener hijos que formarían las tribus fundamentales de klal Israel. Ésta es una necesidad espiritual para la cual la envidia puede ser un motivador positivo muy poderoso. Rajel quería usar la envidia para subir el tono de sus rezos.

Pero rabino, —Rajel preguntó—, yo pensé que no debíamos traer sufrimiento sobre nosotros.

Normalmente, tienes razón. Nunca podemos estar seguros de que vamos a ser capaces de enfrentar una prueba, y por lo tanto, no debemos pedirle a Hashem sufrimientos. Sin embargo, Rajel estaba en un nivel muy alto y ya estaba sufriendo enormemente. Ella necesitaba un empuje final para darle vida al rezo que Hashem estaba esperando. Aquéllos de nosotros que no estamos en un nivel tan alto no debemos pedir sufrimientos. Sin embargo, al mismo tiempo, no necesariamente debemos tranquilizar las punzadas de sufrimiento que Hashem ya nos ha dado.

Ingredientes para un Rezo Exitoso

Los rezos nunca se pierden, —continuó el rabino—. Pero no existe garantía de que todos los rezos darán frutos visibles. Sin embargo, ciertos ingredientes incrementan la probabilidad de éxito y solamente hemos mencionado dos de ellos. Uno es rezar por otros; ver el rol de uno en el rezo como en cumplimiento de una función global. Cuando rezas por otro, tus rezos pueden hacer más por ellos que lo que los de ellos pueden hacer para sí mismos.

El otro ingrediente vital se relaciona con tener todas tus necesidades satisfechas y esto es: la intensidad de la necesidad que siente la persona, el grado del dolor. Mientras mayor sea la necesidad, es más probable que el resultado sea un rezo, un clamor, del fondo del corazón. Como al estirar un arco lo más posible, la intensidad de la cual emana un rezo del interior del corazón, es la altura que va a alcanzar en el cielo.

Cada persona que sufre es especialmente querida por Hashem. Si no, Él no querría la compañía de esa persona tan intensamente. El dolor, la carencia, crean la profundidad del deseo que potencialmente hace de cada momento, un momento de mediación y enlace con Hashem. En la parada del autobús, en el metro, en la casa, a todas partes a donde uno va, es un lugar para clamar a Hashem y satisfacer la carencia. Hashem es el Único que puede contestar los rezos, el que realmente puede satisfacer la carencia y convertirla en la mayor bendición. Rajel no huyó de su dolor. Ella no tranquilizó sus sentimientos. Por el contrario, fue capaz de alcanzar el delicado equilibrio para poder usarlo como una fuerza poderosa en su vida.

Se estaba haciendo tarde y mientras dejaban el terreno boscoso y se acercaban al hotel, el rabino añadió: —Es parte de la naturaleza humana tratar de huir de los recordatorios de cosas dolorosas. Pero no asistir a semajot, permanecer seguro y recluido en la casa, no es lo que Hashem quiere para personas que no pueden tener hijos, o para cualquiera que sufre. Él quiere que vayas a las semajot de otros y que interactúes normalmente. Hashem quiere que todos, incluyendo aquéllos con dolor en su corazón, vayan a la simjá con una sonrisa para bailar con alegría. ¿Acaso el dolor se volverá más agudo por esto? Tal vez. Quizá. Muy probablemente. Pero si así es, entonces el rezo que la persona lastimada vierte en su casa, después de la jatuná, a solas, será del lugar más profundo de su alma. Y esto es más preciado que cualquier cosa.

 

Por el Rav. Azrael Tauber.

Desde el corazón

Algunos noájidas me hicieron notar algo que yo no conocía y que no comprendía cuando gente aún aferrada a paradigmas idolátricos me consultaba.
Me explicaron la diferencia que hacen los idólatras de Jesús con respecto a orar y rezar… ¡sorpresa para mí!

¿Rezar u orar?

Yo no sé qué distinguen esos idólatras, pero déjenme darles una breve lección acerca del rezar, orar, elevar plegarias, o como le quieran decir a esta actividad.

Usaré la palabra rezar, orar, elevar plegarias indistintamente, pues desde el punto de vista de los fieles al Eterno esos vocablos son intercambiables totalmente, no existiendo ninguna diferencia en el sentido de ellos.
Espero que esté claro desde el principio mismo.

El rezar es una actividad que nace en lo profundo del espíritu humano.
El espíritu busca con ansia el encuentro con el Padre celestial, como un sediento en el desierto el espíritu anhela esa adhesión con el Eterno.
Como la mayoría de las personas están en ignorancia acerca de las cosas realmente espirituales, o para peor se hallan inmersas en el hedor de las falsas creencias, la oración se transforma en un hecho material, en un pedido o clamor o ruego que apunta hacia el plano material (aunque se lo quiera disfrazar con un tinte de espiritualidad).
De hecho, rezar para pedir cosas materiales NO está mal, pues es admitir con humildad el lugar que nos corresponde, en donde hay un Padre celestial absolutamente dador, y un humanidad desesperada, necesitada, carente que solamente puede ser saciada a través de la Misericordia divina.
Claro, cuando el pedido se transforma en clamor, en exigencia, en demanda, en abuso… la persona está demostrando su falta de humildad, su corrupción espiritual, su irrespeto por el Eterno, que es Rey de reyes, además de Padre, por lo cual jamás debemos tomarnos el atrevimiento de creernos dignos de dar órdenes al Hacedor.

Así pues, de una necesidad espiritual pura surge el rezo, que puede ser correcto, acertado, espiritual… o desgraciadamente puede desbarrancarse detrás de falsas ideas, detrás de deseos impuros, o de la ignorancia radical.

Para prevenir a la persona de errores, de falsas presunciones, de desmanes o de errores es que existe el rezo pre-establecido, aquel que ha sido compuesto por los verdaderos Sabios, conocedores profundos de las cosas celestiales, así como de las complejidades humanas.
Estos Sabios compusieron diversos rezos, que en general son encontrados en el libro de rezos del judaísmo. Este libro no debe ser usado por el noájida, pues está diseñado para suplir las necesidades de la identidad espiritual judía, no la noájida. Por tanto, estamos trabajando para editar un texto acorde con la espiritualidad noájida.
Este rezo preestablecido es una pauta, una ayuda, una guía, una necesidad, pero en modo alguno sustituye la voluntad, el sentido, la intención, el calor del alma que cada uno debe imprimir a los rezos.
Pues, un rezo preestablecido dicho de manera rutinaria, automática, aburrida, carente de ánimo, es como perder de vista el verdadero objetivo de la plegaria.

Por otra parte, y además, existe el rezo voluntario, aquel que surge de la creatividad personal y que es absolutamente individual.
Es el rezo que nace de los deseos, expectativas, temores, etc. personales.
Por supuesto, la frescura y originalidad son bienvenidos, en tanto no conduzcan a la persona hacia el error. Quizás se equivoque al usar ciertos adjetivos, o en el énfasis «pedigüeño», o en olvidar que el rezo debe incluir alabanzas, pedidos y agradecimientos, o cualquier otro error, más o menos grave.

En resumen, lo que debemos tener en claro a la hora de querer comunicarnos con el Padre celestial es que nuestras palabras deben surgir desde el corazón, sea que estemos leyendo oraciones escritas por Sabios o las que nos brotan de nuestro ser. Todas, siempre, desde el corazón.
Es por esto que en la gran Tradición espiritual se llamó al rezo como «servicio del corazón», pues eso es lo que fundamenta la expresión de la pasión del alma por el Eterno.

Una hermosa declaración de Monoteí­smo

Plegaria del Sidur del Shelá Hakadosh
Fuente: "ANENI, Plegarias especiales para ocasiones especiales", Ed. Feldheim, Jerusalén, 2005.

Yo estoy preparado y dispuesto a aceptar sobre mí la creencia en el Dios Eterno, Quien está oculto y es indiscernible para todo ser viviente, debido a Su gran santidad.
Y yo creo con fe completa que el Creador, bendito es Él, es Uno, Único y singular; y no hay unicidad como la Suya en ninguna forma, bendito es Él, y no existe nada más que Él.

Él es Quien conoce las ideas y pensamientos de las almas de Sus concepciones. Él es el único que dió lugar, creó, formó e hizo todos los mundos, y no hay segundo después de Él.
Él fue, es y será Fuerte y Todopoderoso, y fuera de Él no existe otro dios.

Él es Quien crea los cielos, los cielos de los cielos, y todo lo que hay en ellos. Creó el liviatán, todos los pequeños y grandes anfibios, y todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra.

Creó las montañas y las colinas. Creó los objetos inanimados, los vegetales, los animales y los seres humanos.
Creó la tierra, todo lo que hay osbre ella y  todo lo que se encuentra por debajo de ella; los mares y todo lo que ellos contienen; creó al hombre, los animales, las bestias del campo y del bosque; toda clase de pájaros y aves que vuelan en el cielo, y todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra.

Y Él alimenta y mantiene a todos ellos, desde el más pequeño hasta el más grande.

Creó tierras desconocidas por las personas, y en ellas, distintas clases de criaturas.

Y todo lo creó con inteligencia y sabiduría.

Creó vientos y fuerzas entre el cielo y la tierra. Hizo de las nubes Su carroza, y camina por sobre los extremos de los vientos.

Creó el cielo, los cielos de los cielos y todo lo que ellos contienen. Creó el mundo de los astros, donde cada astro es ínfimo como una semilla de mostaza en relación con el que se encuentra por sobre él. Creó el mundo de los ángeles, miles y millones; incontables son los Ejércitos Celestiales; y todos fueron creados para Su honor, para que lo alaben y relaten Su gloria.

Y el mundo de los astros es ínfimo respecto del mundo de los ángeles, cual semilla de mostaza. Y cada ángel también es ínfimo respecto del ángel que se encuentra por sobre él, cual semilla de mostaza. Y el ángel más elevado de todos es absolutamente insignificante ante el trono de Su honor, y así también lo es el trono de Su honor respecto de Él mismo, bendito sea.

Bendito es Él y Él es bendito.
No tiene aspecto físico ni tiene cuerpo.
Nada se compara con Su santidad.
Él es el comienzo de todo comienzo, y es el Final de todo final.
Él es la Causa de todas las causas y la Razón de todas las razones.
Él es Soberano de todo lo que está arriba y abajo.
Él fue, es y será Fuerte y todopoderoso en este mundo y en el mundo venidero.
No hay nadie más sagrado que Hashem, pues no hay nadie excepto Tú; y no hay otro creador como el Dios de Israel. Pues, ¿quién es dios fuera de Hashem, y quién es creador salvo nuestro Dios?

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 2

"En esta segunda lección retomamos la tesis sostenida entre otros por el sacerdote norteamericano Edward Flannery, cuyo libro Veintitrés siglos de antisemitismo da la respuesta en el título mismo. Flannery rastreó las primeras citas históricamente documentadas, que evidencian un encono específico contra los judíos. Para entender dicha hostilidad, es necesario que nos introduzcamos en la Alejandría del siglo III a.e.c. "


 

Unidad 02: El judío en el mundo pagano; el fenómeno alejandrino

Por: Gustavo Perednik

 

 

Hemos comenzado el curso explicando los motivos que justifican el nombre de judeofobia para el odio antijudío, y enumeramos las características que hacen del mismo un fenómeno único y singular.

Luego planteamos diversas opiniones acerca de cuándo nació la judeofobia, y nos quedamos con dos alternativas plausibles: que tuvo su germen, o bien en el helenismo, o bien en el cristianismo.

En esta segunda lección retomaremos la primera de esas dos tesis, que fue sostenida entre otros por el sacerdote norteamericano Edward Flannery, cuyo libro Veintitrés siglos de antisemitismo da la respuesta en el título mismo. Flannery rastreó las primeras citas históricamente documentadas, que evidencian un encono específico contra los judíos. Para entender dicha hostilidad, es necesario que nos introduzcamos en la Alejandría del siglo III a.e.c.

Una Posible Cuna de la Judeofobia

Alejandría fue fundada por quizá el máximo conquistador de todos los tiempos, Alejandro Magno, quien, según historia Josefo Flavio, tuvo una actitud favorable hacia los judíos. Les permitió construir sus propios barrios en la ciudad, en la que desarrollaron el comercio y prosperaron. Alejandría se transformó en una segunda Atenas, capital comercial e intelectual del mundo antiguo.

En Eretz Israel, después de la muerte de Alejandro hubo un período de inestabilidad que provocó deportaciones y emigraciones de judíos, especialmente a Alejandría, cuya poblacíon judía creció notablemente.

A comienzos de la era común había allí cien mil judíos, que ocupaban casi la mitad de la ciudad. (La población judía mundial era de cuatro millones, un millón de los cuales residía en Eretz Israel).

En consecuencia, Egipto se transformó tanto en el corazón de la Diáspora judía, como en lo más avanzado de la helenización fuera de Grecia. Y no se sustrajo a la norma del mundo pagano, que en general fue muy tolerante en materia de diversidad religiosa. Después de todo, si cada familia veneraba a sus muchos dioses, qué mal podía haber en dioses adicionales que cada uno eligiera.

Esa atmósfera tolerante, típicamente pagana, permitió a los judíos practicar libremente su monoteísmo. Tres ejemplos de destacadas personalidades que valoraban altamente a los judíos fueron Clearco, Teofrastro y Megástenes, a comienzos del siglo III a.e.c.

Los dos primeros habían sido, como el mismo Alejandro, discípulos de Aristóteles. Clearco de Soli se refiere en su diálogo Del Sueño al encuentro entre su maestro y un judío, y Teofrastro de Eresos llama a los judíos "raza de filósofos", una descripción nada infrecuente en aquella época.

Sin embargo, aquel trío fue en cierto modo una excepción, puesto que la mayor parte de los historiadores alejandrinos fueron notorios por su judeofobia. Una razón para ello puede ser que aunque los egipcios nativos gozaban de prosperidad económica y cultural, no faltaba entre ellos el descontento por la dominación foránea, primero griega y luego romana. Ese resentimiento se tradujo en una xenofobia que terminó por descargarse contra el pueblo hebreo.

Probablemente a los egipcios los irritaba la tolerancia que el imperio había otorgado a los judíos. Esto, más la envidia social frente al florecimiento de esa colectividad, fue caldo de cultivo para las primeras agresiones escritas. Siguen algunos ejemplos.

Hecateo de Abdera fue el primer pagano que se explayó acerca de la historia israelita, y en el siglo IV a.e.c. no excluyó lo legendario de su narración: "debido a una plaga, los egipcios los expulsaron… La mayoría huyó a la Judea inhabitada, y su líder Moisés estableció un culto diferente de todos los demás. Los judíos adoptaron una vida misantrópica e inhospitalaria".

Debe aclararse que el relato de Hecateo no ataca especialmente a los judíos, a tal punto que cuatro siglos después Filón de Biblos se preguntó si aquel historiador no se habría convertido al judaísmo. Pero Hecateo sí es responsable de inventar el primer mito sobre la historia judía, el primero de una extensa y mortífera mitología. Los judíos "habían sido expulsados" y la vida que Moisés "les impuso en recuerdo de su exilio, era hostil a todos los humanos".

Los escritores alejandrinos posteriores (con algunas excepciones como Timágenes y Apián) repetían siempre que los judíos tenían ese origen humillante. El primer egipcio en narrar la historia de su país en griego fue el sacerdote Maneto, quien escribió en el siglo III que "el rey Amenofis había decidido purgar el país de leprosos… que fueron guiados por Osarsiph", a quien Maneto identifica con Moisés. No menciona explícitamente a los judíos, pero habla de "una nación de conquistadores foráneos que prendieron fuego a ciudades egipcias y destruyeron los templos de sus dioses… después de su expulsión de Egipto, cruzaron el desierto en su camino a Siria, y en el país de Judea construyeron una ciudad que llamaron Jerusalem".

El motivo del reiterado rechazo por lo judío que se daba entre aquellos egipcios, es que posiblemente la narración del Exodo ofendía su patriotismo. La religión israelita había hecho del Exodo de Egipto su creencia central, sinónimo de la aspiración judaica por la libertad.

Por ello, no es de extrañar cierto despecho de parte de los egipcios, quienes comenzaron por transformar el Exodo en una gesta nacional de expulsión de indeseables. Para ello, hacía falta denigrar a los supuestos "expulsados", rebuscar las causas posibles de aquella "expulsión". Así, los temas del linaje leproso y la falta de sociabilidad aparecen en las obras de Queremon, Lisímaco, Poseidonio, Apolonio Molon y, especialmente, Apión. Eran egipcios que escribían en griego.

Según Lisímaco "los judíos, enfermos de lepra y de escorbuto, se refugiaron en los templos, hasta que el rey Bojeris ahogó a los leprosos y mandó los otros cien mil a perecer en el desierto. Un tal Moisés los guió y los instruyó para que no mostraran buena voluntad hacia ninguna persona y destruyeran todos los templos que encontraran. Llegaron a Judea y construyeron Hierosyla (ciudad de los saqueadores de templos)".

Mnaseas de Patros (s. II a.e.c.) aporta la novedad de que los judíos "adoran una cabeza de asno" y su contemporáneo Filostrato resume: "los judíos han estado en rebelión en contra de la humanidad; han establecido su propia vida aparte e irreconciliable; no pueden compartir con el resto de la raza humana los placeres de la mesa, ni unírseles en sus libaciones o plegarias o sacrificios; están separados de nosotros por un golfo más grande del que nos separa de las Indias".

Por su parte, Agatárquides de Cnido destacaba las "prácticas ridículas de los judíos, el carácter absurdo de su ley y, en particular, la observancia del Shabat" que los mostraba como un pueblo de holgazanes. La mitificación va creciendo como una bola de nieve, y en el siglo I a.e.c. Apolonio Molon lanza contra los judíos una nueva escalada: "son los peores de entre los bárbaros, carecen de todo talento creativo, no hicieron nada por el bien de la humanidad, no creen en ninguna divinidad… Moisés fue un impostor".

Pero el mito más funesto de los inventados en la antigüedad (por sus derivaciones ulteriores, según veremos en próximas lecciones) fue el de Damócrito (s. I a.e.c.): "Cada siete años toman un no-judío y lo asesinan en el templo…" Dos historiadores de marras fueron Queremón, quien relacionó el Exodo con las migraciones de los Hyksos, y Apión, el máximo judeófobo antiguo.

Apión, a quien Plinio el Antiguo y Tiberio llamaron "gran charlatán", fue iniciador de las agitaciones antijudías bajo el gobernador Flaccus (año 38) que provocaron que decenas de miles de judíos fueran asesinados. El recopiló las ideas de sus predecesores y agregó de su propia creatividad: "Los principios del judaísmo obligan a odiar al resto de la humanidad. Una vez por año toman un no-judío, lo asesinan y prueban de sus entrañas, jurándose durante la comida que odiarán a la nación de la que provenía la víctima. En el Sancta Sanctorum del Templo Sagrado de Jerusalem hay una cabeza de asno dorado que los judíos idolatran. El Shabat se originó porque una dolencia pélvica que los judíos contrajeron al huir de Egipto los obligaba a descansar el septimo día".

Dos grandes sabios de esa época enfrentaron a este judeófobo. Flavio Josefo tituló una de sus obras Contra Apión, y el filósofo Filón de Alejandría lideró la delegación de judíos que se entrevistaron con el emperador Calígula a fin de poner fin a la violencia en la ciudad.

La Judeofobia Romana

Cuando la provincia Roma prevaleció sobre lo que había sido el imperio helenista, los escritores romanos heredaron de los griegos también la judeofobia. En Horacio (siglo I a.e.c.) hay condena contra los judíos, pero muy moderada (sus obras son despues de todo, sátiras).

El satirista más famoso de Roma, Juvenal (50-127), culpa a los extranjeros (si bien incluye griegos y sirios destaca a los judíos) de haber provocado la decadencia de la forma tradicional de vida romana. Desprecia especialmente a los judíos porque adoran nubes, haraganean en sábado, practican la circuncisión y son pobres.

Tácito (55-120) repite que los judíos debilitan la moralidad romana, y que los egipcios los expulsaron al desierto, en el que Moisés les enseñó rituales para separarlos de las otras naciones. Según Tácito, cuando los israelitas llegaron a Judea comenzaron con el culto asnal porque los asnos los habían guiado en su marcha por el desierto. "Los judíos revelan un terco vínculo los unos con los otros… que contrasta con su odio implacable por el resto de la humanidad… siniestros y vergonzosos, han sobrevivido sólo gracias a su perversidad… Creen profano todo lo que para nosotros es sagrado, y permiten lo que nos es aborrecible… consideran criminal matar a un bebé recién nacido".

Una característica que cabe analizar aquí es la sobrepercepción del judío, aspecto que ya comienza a verse en autores de esa época. A comienzos de la era común, el historiador y geógrafo Estrabón argüía que "los judíos han llegado a todas las ciudades, y es difícil hallar un lugar en la tierra habitable que no haya admitido a esta tribu, y que no haya sido poseído por ella".

La sobrepercepción del judío es la norma, pero no siempre viene acompañada de judeofobia. Un buen ejemplo es una carta que Mark Twain (el famoso escritor norteamericano, que de ningún modo fue judeófobo) envió al editor de la Encyclopedia Britannica: "leí que la población judía de los EE.UU. es de 250.000. Yo tengo más amigos judíos que esa cifra, por lo que supongo que se trata de un error tipográfico por 25.000.000".

Corresponde aclarar que en todos los países en donde viven, los judíos llegan a ser, como máximo, el 1% de la población (las únicas dos excepciones son EE.UU., donde superan el 2%, e Israel, donde constituyen casi el 90%). Pero casi en todo país son percibidos como si fueran cinco o diez veces más.

Esa sobrepercepción resulta de por lo menos tres razones para esa sobrepercepción: 1) los judíos son eminentemente urbanos (el 90% de ellos está concentrado en las dos ciudades principales de cada país en el que residen); 2) son muy activos en actividades centrales (economía, artes, ciencia); y 3) su historia se transformó en la historia sagrada de una buena parte de la humanidad, por lo que la mayoría de la gente aprende acerca de los judíos en algún momento de su educación, de modo que los judíos están mentalmente presentes en la gente antes de ser personalmente conocidos.

En el siglo I a.e.c. Cicerón describe la "superstición bárbara" de los judíos, y alerta acerca de "cuán numerosos son, aislacionistas e influyentes en las asambleas". La comunidad judía de Roma seguía a la de Alejandría en cuanto a tamaño e importancia, y también allí, los privilegios que algunos emperadores les acordaron para que pudieran observar libremente su estilo de vida, despertaron la envidia de sus vecinos. Esos privilegios incluían la exención de adorar imágenes, práctica que estaba muy entretejida en la vida cotidiana de los romanos.

La política romana nunca fue sistemáticamente judeofóbica (sólo algunos emperadores lo fueron), y su ambivalencia no se modificó ni siquiera durante la guerra contra Judea. Pero los hombres de letras romanos sí tendieron a hacerse eco de los prejuicios alejandrinos. Tíbulo, Ovidio, Quintiliano y Marcial se sumaron a los ataques contra "la perniciosa nación". Séneca los llamó "la nación más malvada,cuyo despilfarro de un séptimo de la vida va contra la utilidad de la misma".

Como vimos, este capítulo de la judeofobia fue principalmente literario, y justificaría la postura de aquellos que ven en Alejandría la cuna del fenómeno.

La pregunta es cómo podría ser de otro modo, de qué manera alguien podría argumentar que la judeofobia nació con el cristianismo (según la quinta de las hipótesis planteadas) si hay tanta evidencia de odio antijudío entre los griegos y romanos. A responder esa pregunta dedicaremos la próxima lección.

Resp. 66 – Rezos apropiados

Shalom More Ribco
Cuales oraciones podesmos realizar tanto en la mañana y en la noche y cada dia
un abrazo, sigamos construyendo shalom.
Mario Hinestroza
Isla de Margarita, Venezuela

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Resp. 31 – Melodías de alabanza

Moreh querido tenga shalom. Tenemos una banda de musica con mis compas y queremos tocar musica de rock para alabar al Se�or pero no sabemos si eso es pecado. Aviseme a mi email si quiere. Shalom
Efra�m Rivera
Guatemala

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