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Una plegaria por Venezuela

Bendito Seas, HaShem, por siempres jamás y bendita sea Tu misericordia y honor por los siglos de los siglos, !Amén Veamén¡
Vengo a Ti, Padre amado, apoyado en Tus muchas misericordias y en unión de todos los justos que habitan en esta noble tierra, a pedirte por la salud de mi país, Venezuela, a implorarte por el levantamiento integral de este bravo pueblo, por la restauración de su honor y por su total libertad. Que Tu manto de Shalom, OH Eterno, nos cobije a todos, de norte a sur y de este a oeste, y que toda sombra de muerte y sequedad sean del todo desvanecidos por la fuerza de Tu esplandor, ese resplandor que procede de Tu Torá, de Tu bondad y de Tus justos y piadosos hijos que con su santidad cubren de belleza a nuestra nación. Líbranos, Padre Eterno, de toda confrontación violenta y de toda devastación social. Que veamos correr en nuestras calles, no la sangre de nuestros ciudadanos e hijos, sino el agua fresca de Tu conocimiento y verdad. Derrama como lluvia sobre nuestras ciudades y estados Tu emanación de vida y piedad, y que se vea manifestada en toda su grandeza en solidaridad, hermandad y tolerancia mutua. Permítenos entender que todos somos hermanos, que nos necesitamos y nos debemos el uno al otro, a pesar de las diferencias que nos distinguen, esas diferencias que nos hace ser un pueblo especial y único. Perdona, por favor, todas nuestras rebeliones y soberbias, y salvanos de la peste, la plaga y la impureza que circunda a nuestro alrededor. Despierta sobre nuestras almas, y sobre el alma de la nación, Tus trece Atributos de misericordia y no permitas, por amor de Tu Nombre, que seamos entregados al caos y la confusión. Ayúda a nuestros compatriotas, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doctos y campesinos, a salir de la ignorancia, las tinieblas y la idolatría. Que Tu grandeza y Tus Siete Preceptos Universales sean reconocidos por todas y cada una de nuestras familias y que el Arco Iris, con sus siete colores, nos inspire a vivir una vida plena, en Tu temor, en Tus caminos y en el respeto a nuestros semejantes.
Que Tu derecha aplaque a Tu izquierda y que nuestras vasijas sean rectificadas, purificadas y henchidas de luz eterna.
!Que así sea Tu voluntad!

QUE ES LA FE

En este estudio vamos a analizar los diferentes conceptos que se tiene de la palabra fe:

1.- Fe (confianza absoluta) definición científica: La convicción que tenemos los seres humanos de creer en algo cuya prueba recae en hechos.
Ejemplo: El objetivo de la enseñanza de los padres, es dotar al niño de la capacidad de establecer su propia fe en base a su propia experiencia, ósea, dotarle de criterio y capacidad de contraste o en otras palabras, enseñarle a creer con criterio.
Etimológicamente, en griego, significa «decir todo,» es decir, libertad de palabra y, por lo tanto, confianza, franqueza, seguridad.

2.- Fe, del latín fidere, «confiar», es en la terminología religiosa, «el asentimiento firme de la voluntad a una verdad basada sola y únicamente en la revelación divina». Royston, E. Diccionario de religiones. Fondo de cultura económica.
Es la confianza de lo que no se espera la certeza de lo que no se ve ósea una fe ciega sin un fundamento o una base.
Creer sin evidencia, en algo que dijo alguien sin conocimiento, sobre cosas sin fundamentos.
Actitud fundamental del cristiano por la que pone en Dios toda su confianza y cree lo que Dios le enseña por su Hijo y por la Iglesia.

Con estas definiciones se aprecia una diferencia entre las dos, ya que la primera hace referencia es desde un punto de vista científico, el segundo y son conceptos desde el punto de vista religioso, donde esta definición idolatrita no concuerda con la realidad y verdad de Dios.
Por ejemplo hay personas que caen en un estado de enfermedad, la cual con un simple tratamiento medico esta pueda desaparecer, y por su puesto mejora el paciente, pero por el fanatismo de afearse en un concepto errado nos confiamos en Dios, para quitar la enfermedad, ignorando que la ciencia proviene de Dios, y no acuden al medico y su estado empeora al extremo de llegar a la muerte y expresamos frases falsas sin fundamento alguno “que era la voluntad de Dios”, cuando uno de los principios del Eterno es el mantener y cuidar la vida.

Si Dios ha creado la ciencia es para beneficio de la humanidad, a través de la cual el ser humano puede crecer y desarrollarse, y así lograr un cuerpo y vida sana, haciendo de lado esos falsos concepto que los lleva a la ruina destrucción y la muerte, en el entendido que la fe debe estar basada en la experiencia que se tiene de algo como por ejemplo para las personas hipertensas no deben consumir cierto alimento que les afecta su salud, para construir una casa la mezcla del concreto debe contener x cantidad de arena, x de cemento y x de agua, ya que de lo contrario la construcción corre el riesgo de caerse o su duración es menor a una que cumpla con todos sus componentes exactos, y de donde se ha obtenido esta información de la experiencia.
Pero en el mundo idolátrico, hay que admitirlo de una vez desconociendo la experiencia, ya que las certezas no son tales, sino saltos de fe, porque nunca comprobamos, sino simplemente creemos.

“En el judaísmo tradicional no hay mucho espacio para la fe, pues ésta es apropiada para la idolatría, que todo responde con mitos y dogmas, mientras nada permite cuestionar ni criticar (pues la fe desaparecería).
En el judaísmo tradicional se alimenta el tesón por la práctica de los preceptos, por el estudio exhaustivo de Torá, por el inquirir sin vergüenzas, por incluso enfrentar a Dios en pos de desentrañar lo que es Justo y Verdadero (lea un ejemplo en Bereshit / Génesis 18:22-33)”. Htp//Serjudio.com Lic. Prof. Yehuda Ribco

Romanos 3:20 ya que nadie será justificado ante EL por las obras de la ley,
pues la ley no da sino el conocimiento del pecado.
El hombre u hombres que escribieron bajo el nombre de Pablo, pretenden
revelar una gran y completamente mentira en una nueva verdad. Se nos esta diciendo que por obras de la ley ninguna carne se justifica.
La verdad es que tal cosa no es cierta. El propósito de la ley de Hashem no
fue la de dar al hombre justificación, creyendo que realizando tal actividad ya estoy justificado, alcanzando un lugar igual que el de D-s error.
El propósito de la Torá es encaminar a la Sociedad de este mundo material a uno moral y de justicia, en donde todos puedan convivir en paz y armonía.
En el entendido que los mandamientos o leyes de D-s, son una guía a una vida mejor. Las leyes de la Torá son un estilo de vida para una persona ya salva de su vida pecaminosa y no un modo de salvación como a muchos se les ha hecho pensar. En ningún momento se dio la idea de que estas leyes fueran para salvación ya que en casi toda la Torá se llama primero al arrepentimiento y luego al cambio de vida, ósea lo del Judío para el Judío lo del Gentil para el Gentil, ya que hay leyes solo para el Judío y leyes para el Gentil, esto es muy importante de tener en cuenta y no errar como pasa con los movimientos Mesiánicos que quieren imponer al gentil leyes que son del Judío, y violan la identidad del pueblo de Israel. Por ejemplo una persona de nacionalidad Venezolana, quiere hacer cosas en otro país como votar en las elecciones para elegir un gobernante del tal país, para poderlo hacer primero debe adquirir la nacionalidad del país y luego cumplir con las leyes del país del cual obtuvo la nacionalidad, de lo contrario no puede, y esto es lo que esta ocurriendo con el pueblo de Israel que algunas religiones quieren violar su identidad, cosa que según el ejemplo no se puede hacer.
La Torá tiene leyes y mandamientos solo para Judíos y leyes y mandamientos para los Gentiles, y otras que es para ambos pueblos y no podemos separar, como mantener la Paz (Shalom), la armonía, la existencia de un único y verdadero D-s, entre muchas otras, para poder convivir los pueblos en total unidad y armonía, sin caer en enfrentamientos unos contra otros como hoy día existe, ya que nuestro Eterno y verdadero D-s busca es la unidad, conforme a su leyes que están en la Torá cosa que no podemos menospreciar.
Es por ello que los mandamientos y leyes son para la rectitud y no justificación. Esto lo podemos ver en:
Deuteronomio 6:25 “Entonces tendremos justicia, cuando cuidemos de cumplir todo este mandamiento en presencia del señor, nuestro Dios, como Él nos lo tiene mandado”. Cuidar de poner en práctica todos estos mandamientos ante Heshem nuestro D-s, como él nos ha prescrito.
Ahora la pregunta que surge aquí es, ¿Que significa la palabra justicia? Una de las definiciones es, ser exonerado por un Juez; ser declarado inocente por un jurado, Etc.
Salmo 143:2 Leemos así; “Y no entres en juicio con Tu siervo, porque ningún viviente podrá ser justo delante de Ti”.
Si puedes entender en este verso, notaras que este es un hecho permanente en nuestras vidas; y no esta sujeto a cambio. El hombre puede declararse justo, pero nunca lo será delante de D-s. Por más justa que se quiera llamar una persona, delante de la justicia de D-s nunca lo será. La justicia de D-s es
absoluta, nadie la puede igualar. La justicia del hombre es una justicia
aparente, por lo tanto delante de D-s ningún hombre será justificado, ya que
el es el verdadero Juez justo. Nunca podremos debatir con D-s en cuanto a
quien es justo o quien no lo es, ya que delante de D-s todos somos injustos.
Nunca tendremos la justicia justa y perfecta de D-s. Y quiero que esto entre
en sus mentes. Nadie, pero nadie aquí en la tierra puede tener la justicia
perfecta de D-s así que si no tenemos esta clase de justicia, no somos
justos. Y si no somos justos no somos justificados. No se da cuenta el
cristiano que después de llamarse Justo delante de D-s. El hombre sigue
haciendo injusticia aun siendo llamado justificado por la fe?.
No existe ningún hombre que no peque aun siendo lavado con la sangre del
Llamado Jesús. Si se sigues pecando ya no eres justo. Ahora si no te acuerdas
de lo que significa ser justo, regresa a buscar lo que significa la palabra
para que refresques tu conocimiento.
Puede que creas de corazón en un D-s que murió y derramo su sangre por ti,
Esta palabra la encontramos en:
Romanos 5:9 ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera! Pero la cosa es que no es así. Esto es palabra de hombre y la palabra de hombre no salva. La Santa Torá dice una y otra vez que D-s nunca muere.
El hombre nunca será justificado delante de D-s, ya que tendríamos que tener
la justicia de El, y esta clase de justicia es absoluta. Nunca llegaremos a
ser como El. Es por esto que somos perdonados, si es que nos arrepentimos de nuestra manera de vivir. Veamos que dice:
Ezequiel 18:25-28
“25. Y vosotros decís: No es justo el proceder del Señor. Escuchad, casa de Israel: ¿Que no es justo mi proceder? ¿No es más bien vuestro proceder el que no es justo?
26. Si el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, a causa del
mal que ha cometido muere.
27. Y si el malvado se aparta del mal que ha cometido para practicar el derecho y la justicia, conservará su vida.
28. Ha abierto los ojos y se ha apartado de todos los crímenes que había
cometido; vivirá sin duda, no morirá”. Hashem perdona por medio del arrepentimiento, pero perdón no es justificación. Querido lector no dejes que palabras mal interpretadas te alejen de la verdad de la Torá. La serpiente descamino a Adán y a Eva, diciéndoles que de nada valía el obedecer la ley establecida y ya puedes ver los resultados del fatal error.
Estas mismas palabras las puedes leer una y otra vez en el llamado nuevo
pacto. «La ley no salva». ¿Crees tú que esta sea la verdad?
En la Torá esta la vida. Escoge la Vida y Vivirás. Vive en la Ley de D-s y Vivirás.
Es por ello que mucha gente muere, y termina en un caminos errados creyendo en doctrinas y conceptos incorrectos que nada tiene que ver con la realidad, a la que El Eterno nos ha traído a este mundo, pero que el hombre a desviado creando posiciones encontradas y distintas la verdad confundiendo y apartándose mas de D-s. Por ello les exhorto a tener cuidado y ha buscar la luz del Eterno para lograr una verdadera reconciliación y perdón mas no una justificación.

Abg. José N. Linares G. (Chano)

Resp. 154 – Cuidado con falsos dioses y ciertos «maestros»

Estimado More. buen día le saludo una vez más, tengo una pregunta un tanto intrigante para mi
1- ¿Qué tan cierto es que la Torah permite a los gentiles creer en otras cosas?
2- Le comento, hable con un judio y me dio esta referencia de la Torah
«o no sea que alces tus ojos a los cielos y veas el sol, y la luna, y las estrellas, con todo el ejército de los cielos, y seas impulsado a postrarte ante ellos y darles culto; cosas que el Eterno, tu Dios, destinó para alumbrar a todos los pueblos que hay» (Devarim / Deuteronomio 4:19)
Él me dijo que según este versiculo, al gentil le está permitido creer un sin fin de cosas, ¿será esto posible a la luz de éste versiculo?
Saludos Cordiales
Miguel de León

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Resp. 147 – Polución nocturna

Estimado Moré Yehuda:

Primero que nada dejeme felicitarle por su web y por brindarnos un poco de su sabiduría.

Pasemos a la pregunta:

¿Las poluciones nocturnas son pecado?
Si su respuesta es si porfavor digame como hacer para evitarlo.

Muchas gracias por su ayuda

Que el Eterno lo bendiga

José Bustamante Fernández – Monterrey, Nuevo León, México

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La bendición de ser IRHE SHAMAIM.

Este escrito va dedicado a las personas que
pudieran sentir cierta soledad al no pertenecer,
  a pesar de ser creyentes del Único Dios, a
ninguna religión organizada como tal. Gran error.

Antes de nada decir que yo me he visto en tal
situación durante algún tiempo, hasta que pude madurar mi espiritualidad
gracias, sobre todo,
  a conversaciones
mantenidas con el Lic. Yehuda y que han posibilitado darme cuenta de las
bendición que es, llegar a ser un creyente gentil. Por otra parte, durante toda
aquella época, pretendía ser lo que no era, si no somos judíos, simplemente no
lo somos; es posible que deseemos la conversión, pero no es necesaria, Dios es
el único Dios para todos, para toda la humanidad:

Veamos, volvamos nuestra vista al Bereshit,
(génesis) (Advertencia: esto no es un estudio de la Torah, un estudio serio de
ella supone una preparación especial que sólo un erudito estudioso de la misma
posee, principalmente un rabino)

 Si lo
comparamos con las mitologías o leyendas de otras tradiciones culturales, nos
damos cuenta enseguida que la mayoría de los dioses de otras épocas son
descritos como dioses de una ciudad, de un pueblo (la denominación de Dios de
Israel no debe llevarnos a equívocos, obedece a motivos que exceden este
artículo)… en el Bereshit Dios es el Creador de toda la humanidad y, algo muy
importante, establece una relación con su creación.

Si seguimos la comparación con mitos y leyendas
vemos que normalmente el hombre es una creación debido a un error (mitos
indios) y resultado de muchos ensayos de humanos diferentes, también debido a
que los dioses necesitan esclavos, (mesopotamia), etc. Frente a ello el primer
libro de la Torah
nos muestra que El Creador hace al hombre a su imagen y semejanza (¿Qué más prueba
de la dignidad que nos reserva? ¿qué más prueba que nuestra soledad es
ficticia?) y, además, se relaciona con él dando libertad (por ello haciéndonos
responsables de nuestros actos) y realizando pactos, acuerdos, alianzas… es
decir, sin imponernos nada. (¿Qué más prueba de su misericordia?)

Mucha gente suspira por pertenecer al pacto que se
realizó con Abraham, Isaac y Jacob… pero se olvidan que ya antes, (Abraham no
aparece hasta el capítulo 12) ya se
había celebrado un pacto con toda la humanidad en la persona de
Noaj (Noé). Cumpliendo lo pactado en esta alianza el gentil cumple su misión en
la tierra en espera del mundo venidero.

Regresemos 
la lectura del Bereshit; Hemos visto que nos muestra a Dios, un único
Dios creador de todo el género humano, que “se preocupa” por su creación, no es
un Dios lejano que se aisla, sino que busca una relación con el ser humano. Y
vemos también que el plan inicial es la que el ser humano sea feliz, lleno de
dicha. Pero esta dicha que Dios nos había reservado en el primer tiempo, se
rompe por el propio ser humano, la confianza se rompe, pues el ser humano va a
confiar más en otro ser (la serpiente) antes que en su Creador.

Se produce una separación, que no ruptura
(enternece leer lo escrito en el versículo 21 del capítulo 3 en pleno proceso
de expulsión del paraíso), con su Creador y por ello con su propia naturaleza,
y a la postre, separación con otros seres humanos.

Dicha separación será el comienzo del sufrimiento
humano, y el nacimiento de una añoranza, de un anhelo de regreso al paraíso
perdido, de vuelta con el creador.

La misericordia de Dios es infinita y no se agota
en un acto de deslealtad, de falta de confianza, y no nos abandona. Dios
nos va a facilitar un camino para mitigar ese anhelo y todo ello a pesares que
esta separación que se había iniciado con Adán se ha ido incrementando en las
sucesivas generaciones (y el hombre ha ido adorando a sus propias invenciones),
a pesar de todo ello, Dios vuelve su vista a la humanidad representada en un
hombre: Noaj, para celebrar un nuevo pacto, una nueva alianza.

En una humanidad cada vez más corrompida, más
orgullosa (falta de humildad) más desleal con su creador… más alejada de Él, un
hombre va a merecer el Favor Divino. ¿El motivo? La Torah sólo nos cuenta de
Noaj que era un hombre recto y honrado y andaba en los caminos de Dios (6: 9)
De otras motivaciones nada se dice, la tierra estaba corrompida y llena de
crímenes y violencia, todo ser viviente se había corrompido en su camino en la
tierra (6: 11,12) pero Noaj era probo y justo, que andaba en los caminos del
Señor.

Aquí tenemos la esencia de la relación correcta
con el creador, la confianza en Dios, y en sus caminos, la rectitud (“Mi escudo
es con Dios, que salva a los justos de corazón”, salmo 7: 11).

La vida recta de Noaj, favoreció la relación con
Dios, del mismo modo que la vida del malvado hace que se hunda él mismo
(“<<El malvado>> se cava un pozo y cae en él, en el foso que él
mismo hizo”, salmo 7: 16).

¿Qué aprendemos?

Dios nunca ha abandonado al género humano, es éste
el que, mal usando su libertad, se aleja de Dios. Y el hombre recto se halla
cerca de Él.

Volviendo a Noaj: gracias a su rectitud se va a
establecer un nuevo pacto, vigente a día de hoy, un pacto no diferente al que
Dios había ya inscrito en nuestros corazones (y que permitía la justicia innata
de aquellos que Le buscan, confían y Le son leales) y se va a concretar en una
serie de normas básicas para una vida recta en los caminos del Señor:

Estas normas son concretan las siguientes Mitzvot, mandamientos que todo ser humano debe
cumplir:

1. Creer en la unidad y unicidad de Hashem; No idolatría

2. No adorar otros dioses; No blasfemia

3. No asesinar; (desde Caín y Abel… que ofensa al propio Creador)

4. No robar; Nuestro sustento hay que ganarlo por medios dignos y honrados

5. No mantener relaciones sexuales prohibidas; las relaciones sexuales
incorrectas que tanta inmadurez provocan a la par como causa y efecto

6. No comer carne de un animal vivo; Al hombre se le da el dominio sobre otros
seres, se convierte en guardián y continuador de la obra divina. El causar
sufrimiento innecesario nos aleja de la bondad inicial y, por tanto, también
nos aleja del que es BUENO.

7. Instituir un Código Legal; Es, en cierto sentido, continuar la labor
divina estableciendo normas de justicia (no se habla de leyes sin más u otras
normas, desgraciadamente la historia nos muestra demasiados casos de normas de
diversos gobernantes que no han sido precisamente justas) que faciliten la
armonía.

Cada uno de ellos ha sido suficientemente explicado y desarrollado otros
textos que el lector puede encontrar en está página web. De todas formas un
mero recordatorio explicativo de estos hermosos y sencillos preceptos que
encauzan a esta vía podría ser: Evitando la idolatría y la blasfemia se está
posibilitando una relación sin estorbos, ni intermediarios con nuestro Creador
(en Él confiamos, sólo en Él, ni en ídolos ni otras falsedades, sólo en sus
caminos, no en los creados por hombres u otros seres)

Evitando el asesinato, el robo, eliminamos la mayoría de males que aquejan a
la humanidad. Evitando el adulterio y otros usos indebidos de la sexualidad,
evitamos sufrimientos (al igual que no haciendo sufrir innecesariamente a los
animales) a la par que establecemos una vida sana, alejada de la mentira y base
de una sociedad estable.   

Basados en estos principios, la creación de normas y tribunales de justicia
(repito: DE JUSTICIA) sirven para superar las posibles diferencias entre
hombres y evitar las maldades que tanto han dañado el camino de los hombres
sobre la tierra.

Sólo quiero recalcar dos cosas:

                         
Noaj no halló la gracia ante Dios
por ser de una nación, raza o tribu en concreto, ni por haber hecho grandes
cosas, sino por ser justo y confiar en
su Dios.

                         
Dios nunca, a pesar de nuestras deslealtades, nunca nos ha
abandonado;
  siempre ha estado cerca de
aquellos que se han mantenido en sus caminos: (“El Eterno se acerca a todos los
que Le llaman, a todos los que Le invocan en verdad” Salmo 145: 18) Es nuestra
responsabilidad el camino que escogemos.

Si con la expulsión del paraíso se produce una separación del hombre de su
Creador, estos preceptos facilitan el acercamiento y preparan correctamente al
hombre para que ocupe su lugar en le mundo venidero (OLAM HABÁ). Sólo cumpliendo
adecuadamente estos preceptos un gentil, se convierte en un Jasid Umot Haolam,
un piadoso entre las naciones, la observancia de estos preceptos nos hace
hombres justos y rectos; en otras palabras:

Nos hacemos semejantes a aquel Noaj que un día halló
gracia y misericordia a los ojos de Dios.

Por todo ello no dejo de sentirme orgulloso de ser un Benei Noaj.

De ti para tu prójimo

Un pilar fundamental para la existencia humana es el precepto de la Torá:
"Ama a tu prójimo como a ti mismo".

Ésta es un raíz para decenas y decenas de preceptos, de conductas positivas y constructivas, que fortifican la personalidad, embellecen los vínculos entre las personas y edifican sociedades armoniosas.

Quisiera mencionar un puñado de actitudes y conductas positivas de preceptos de la persona para con el prójimo, que espero tú conozcas y cumplas.

  • Ser recto con la palabra.
  1. No mentir.
  2. No murmurar.
  3. No llevar y traer habladurías.
  4. No chismear.
  5. No prometer para luego no cumplir.
  6. No usar palabras groseras.
  7. No insultar.
  • Ser recto con la conducta.
    1. No actuar con malicia.
    2. No poner obstáculos delante del ciego (metafóricamente hablando).
    3. No tomar lo que es propiedad de otra persona.
    4. No agredir.
    5. Hacer actos de bondad:
    1. Ayudar al prójimo necesitado.
    2. Vestir al desnudo.
    3. Alimentar al hambriento.
    4. Visitar al enfermo.
    5. Hospedar al que viene de fuera.
    6. Enterrar al difunto.
    7. Consolar al doliente.
  • Ser limpio de corazón.
    1. No guardar rencor.
    2. No vengarse.
    3. Perdonar al que se ha arrepentido y ha pedido perdón.
    4. Arrepentirse y pedir perdón cuando se ha cometido alguna injusticia.
    5. Hacer tzedaká -dar dinero a pobres y obras de difusión de las cosas del Eterno.
    6. Buscar la manera para juzgar favorablemente al prójimo.
    7. Buscar la justicia.

    Cuatro niveles de sincero arrepentimiento

    Es importante tener presente que hay muchas cosas que aprender y mucho que andar y compartir en la vida que el Señor nuestro Dios nos da en este mundo, por ello doy gracias primeramente al Eterno por la sabiduría y sencillez que ha puesto en las enseñanzas del More Yehuda Ribco quien con esa pluma sencilla trae a nuestras vidas la enseñanza de un camino al cual Hashem nos llama a andar como Justos, por ello pido al Eterno grandes bendiciones que multipliquen la sabiduría para tratar cada asunto de la vida que comparte con todos aquellos que hemos visto la Luz del Eterno a través de sus enseñanzas, Publicado con autorización del More Yehuda Ribco

    II.- CUATRO NIVELES DE SINCERO ARREPENTIMIENTO
    GENESIS 44:23
    Lic. Yehuda Ribco Shabbat: Tevet 7, 5766; 6/1/06
    Un comentario a la Parashá Vaigash
    Esencia y máscaras
    En la parashá de esta semana, los hermanos, más específicamente Yehudá el líder, recuerdan que Iosef, en su personificación del mandamás egipcio, había dicho:
    «‘…Si vuestro hermano menor no viene con vosotros, no veréis más mi cara…'» (Bereshit / Génesis 44:23)
    En cierta manera, estas palabras eran su reto, su prueba hacia los hermanos.
    Pues, ellos debían demostrar que existía el tal hermano menor que ellos habían mencionado, pero que estaba ausente. Además, debían exhibir que eran capaces de viajar con suficiente armonía como para traerlo en paz hasta Egipto. Que habían cambiado y que ya no eran los hermanos pendencieros y envidiosos que lo habían lanzado a él al oscuro pozo y a la dura esclavitud.
    Además, era también una manera para poder reconocer que el padre y el hermano menor confiaban lo suficiente en ellos como para admitir este viaje en conjunto. Pues, si padre o hermano menor desconfiaban de la honorabilidad de los hermanos, difícilmente el hermanito viajaría con ellos.
    En cierta manera, la frase que citamos era también algo así como su amenaza hacia los hermanos. Pues de no traer al hermano, no habría realmente comida.
    Además, ellos estarían demostrando que no eran dignos de confianza, pues decían algo y luego no lo cumplían. Y además, era la clara amenaza de que terminarían en prisión de por vida, o algo peor, si aparecían nuevamente en Egipto sin Benjamín.
    Pero, en cierta manera este enunciado de Iosef era también una profunda enseñanza hacia sus hermanos (y de paso para nosotros). Tal como si les estuviera diciendo:
    Ustedes que no supieron comportarse correctamente con el hermano menor en el pasado, tienen ahora la oportunidad de redimirse mediante la teshuvá -el sincero arrepentimiento-. Pueden revivir aquella situación, y tomar ahora una decisión errónea como antaño, o una acertada que cambiará para siempre sus vidas.
    Si escogen bien, se limpiarán de una enorme carga, de mucho resentimiento y dolor.
    La decisión depende exclusivamente de ustedes, son ustedes los que escogerán si me volverán a ver como hombres íntegros o si continuarán cargando su pesada culpa de por vida.
    Cuando dijo «…no volveréis a ver mi rostro…», la idea era que eventualmente volverían a ver al príncipe egipcio, que era la careta más imponente que ocultaba la verdadera personalidad de Iosef; pero, para volver a ver a Iosef el hermano, al Yo Auténtico, ellos debían hacer teshuvá, y ese era el mensaje oculto de la frase.
    Y he aquí una gran enseñanza para nosotros. Si nos concentramos en lo esencial y hacemos lo correcto para obtener bendiciones de paz, la serenidad insuflará vida a en nuestras vidas. Si nos enfocamos en nuestro Yo Esencial o Auténtico para comunicarnos con el Yo Auténtico del prójimo, sin dejarnos engañar por los Yoes Vividos1, por las caretas que nos ponemos por miedo, entonces lograremos un enlace vital que nos fortalece. Si hacemos que nuestro hermano menor, aquel que no está contaminado por los valores pasajeros, por las modas, por los adoctrinamientos, ese hermano menor que permanece casto y puro, si hacemos que él vaya con nosotros, que se manifieste, entonces podremos hallar el verdadero rostro de nosotros y de nuestro semejante.
    Es un hecho que todos cargamos con algún resentimiento, más o menos profundo, más o menos consciente, más o menos activo y perjudicial. Desde incluso antes de nacer nos van depositando sentimientos, ideales, sueños, agresiones, libretos que no son nuestros, pero que se van convirtiendo en una máscara que encubre nuestra auténtica identidad. Nos vamos familiarizando con las máscaras de aquellos que nos rodean y vamos por la vida creyendo que las máscaras que presentamos son nuestra identidad. ¡Pero ciertamente que esto no es así! Nuestra identidad esencial no se ve disminuida o crece con los influjos externos, es un núcleo estable y permanente (incluso nos sobrevive luego de la muerte a Este Mundo). Pero tristemente la mayoría vivimos una vida de engaños, voluntarios pero en general involuntarios, y provocados por enfocarnos en las máscaras en vez de en la identidad esencial. Como esas máscaras nacen a partir de las máscaras de los otros, nuestros sentimientos de los sentimientos de otros, nuestros pensamientos negativos de pensamientos negativos de otros, etc., debemos hacer un profundo proceso de reparación, de teshuvá, para retornar a nuestra esencia y de esa manera hacer nuestra parte para redimir al mundo.
    «Teshuvá», en el contexto de valores y ética se traduce generalmente como «arrepentimiento». También puede ser entendida como «respuesta» o como «reparación».
    Todas estas acepciones que de cierta manera ya hemos usado hasta ahora, pero de hecho, la traducción literal es «retorno». ¿A qué o quién retorna el que retorna, el que hace teshuvá? Pues, retorna a su auténtica identidad, a su Yo Esencial, a la chispa de divinidad que nos da vida. Retornando, reencontrando cada uno de nosotros nuestro Yo Esencial, estamos también encontrando el camino para cumplir cabalmente el mandamiento que nos dice:
    “… [Haz de saber que] Yo soy, el Eterno tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud…» (Shemot / Éxodo 20:2)
    En nosotros está continuar liberarnos o seguir siendo los esclavos del sentimiento adverso, y así ir por la vida como un derrotado, que no está libre para gozar y crecer. Padeciendo esclavitud emocional, mental y espiritual, que nos llevará a in-cumplir de cierta manera el precepto que nos ordena:
    «…No tendrás dioses [poderes] ajenos delante de Mí…» (Shemot / Éxodo 20:3)
    ¿Cómo es esto? Pues, el que está esclavo de «poderes ajenos», que es adicto a todo tipo de dependencias (personas, cultos tóxicos, Jesús, drogas, Internet, fama, dinero, etc.), está ante-poniendo su «droga» al Eterno. Por ejemplo, el ambicioso que está fervientemente detrás de la adquisición de dinero, ¿acaso es íntegro de corazón y acciones para con el Eterno? Quizás sea una buena persona, excelente ser humano y hasta alma caritativa, pero si su fervor está puesto en el dinero, está esclavo de su dependencia. Tal como este esclavo, son todos los otros que dependen (en un sentido profundo y existencial) de valores, objetos o personas que no son el Eterno.
    Aprendamos entonces que está en nosotros el optar por dejar el pesado pero conocido camino del dolor, para comenzar el del retorno, y posterior crecimiento.
    Aprendamos a vivir menos nuestras máscaras, y menos a juzgar las máscaras de nuestro prójimo, para poder re-encontrarnos un poco más con el prójimo verdadero y con nuestro Yo verdadero.
    Para lograrlo, primero debemos hacer caso al salmista:
    «…Apártate del mal y haz el bien…» (Tehilim / Salmos 37:27)
    Cuatro son los niveles para comprender este profundo consejo, tal como cuatro son las etapas para desarrollar este versículo a plenitud en nuestras vidas4:
    En nuestro interior así como en el mundo, el mal está mezclado y confundido con el bien. Recordemos que el fruto del árbol del Conocimiento se llamaba «del bien y del mal» (Bereshit / Génesis 2:9), es decir, de ambos confundidos en un sólo elemento. Si hubiera sido solamente fruto para conocer el mal, el Eterno no se habría avergonzado de mencionarlo así… Siendo que la luz y la oscuridad se funden en un abrazo caótico (Bereshit / Génesis 1:4), ¿cómo discernir a simple vista cuál parte del fruto es para bien y cuál no lo es?
    El primer paso para crecer es darse cuenta de este hecho: a veces lo que llamamos «bueno» es tan solamente una apariencia de bien, y lo que consideramos «malo» en su esencia tampoco lo es. Cuando no podemos discernir lo que es luz de lo que es oscuridad, no hallamos oportunidades de crecimiento, estamos varados y en caos (Ieshaiá / Isaías 57:20). Por eso es imprescindible aprender a diferenciar realmente lo bueno de lo que no lo es, sin engaños, sin trampas al solitario, sin mediatintas. Saber esto, es el primer paso.

    En la práctica es hacer el esfuerzo consciente para cumplir los preceptos «de no hacer» y cumplir los «harás», sin dar excusas ni justificaciones para no cumplir unos u otros.8 – 47:27
    1. Por ejemplo: darte cuenta que puedes estar guardando rencor en tu corazón y que por consiguiente no estás amando realmente a tu prójimo como a ti mismo2.
    2. El segundo paso es apartarse de lo negativo ANTES de proceder a hacer lo bueno. Es como tener un campo para arar y sembrar pero que está plagado de malas hierbas, que absorberán todos los nutrientes que destinemos a nuestro sembradío y no le darán oportunidad de vivir.
    Así pues, en ocasiones la destrucción es imprescindible paso previo para le construcción. La crítica es indispensable para el crecimiento.
    El extirpar nuestras cualidades nocivas como antesala para poblar nuestro ser de virtudes. Renunciar a pensamientos, palabras y acciones negativas que nos perjudican sin sentido y dañan sin motivo verdadero al prójimo. En la práctica es esforzarse por cumplir los preceptos de «no hacer» y complementarlos de inmediato con los «harás». Por ejemplo: no guardes rencor en tu corazón para que ADEMÁS puedas efectivamente amar a tu prójimo como a ti mismo.
    3. Cuando hemos evolucionado un poco más, estamos en condición de vivir esta frase de otra manera, con más dulzura en nuestros juicios, reconociendo que no estamos libres de errores, lo que significa que si cometemos un error o pecado no por ello somos malos. Si llegamos a ser auténticos en esta vivencia, tampoco juzgaremos severamente a nuestro prójimo, y encontraremos la manera de encauzarnos y encauzarlo sin entrar en penosos conflictos o altercados personales.
    Mala es la acción, no la persona que la comete (Kohelet / Predicador 7:20).
    De esta manera, hacemos bien y en esta acción constructiva nos estamos apartando del mal, pues «…incluso una pequeña luz dispersa una gran oscuridad…» (Jovat HaLevavot 5:5). Al mismo tiempo, cuando actuemos bien no nos henchiremos de falso orgullo, ni nos sentiremos en falta o culposos si no alcanzamos la meta, pues sabemos que el mal siempre está presente, pero vive solamente si nosotros le damos vitalidad. Este tercer nivel no es fácilmente accesible para la persona que no ha desarrollado una personalidad centrada, humilde, pues no es común que se nos enseñe a juzgar con equilibrio ni a ser gratificadores con mesura. Pero si lo alcanzamos, el mal pensamiento, la mala palabra, la mal acción, el mal sentimiento no tendrán mucha fuerza para obstaculizarnos al hacer lo que es bueno. En la práctica es cumplir los preceptos «harás» de tal manera que ya casi no se tenga que necesitar con urgencia ciertos preceptos de los de «no hacer» (especialmente los de índole ética, en relación al prójimo). Por ejemplo: como amas a tu prójimo como a ti mismo con tanta autenticidad y vigor, entonces ya CASI ni siquiera sientes que algún rencor pueda guardarse en tu corazón.
    4. Por último, el cuarto nivel es propio de una persona que alcanza a vivir como un tzadik, una persona que hace que su vida gire en torno a la justicia compasiva. Quizás no lleguemos a este nivel, pero podemos actuar algún día con el ánimo de alcanzarlo. ¿Cómo se interpreta y vive el «apartarse del mal para hacer el bien» para este nivel? Es hacer un proceso de conversión o reciclaje, para decirlo en un término moderno. En este nivel se desprende la chispa de divinidad que está en lo malo3, o se descubre la finalidad positiva. Se recicla el desecho en material productivo. Se descubre el valor de lo despreciado. Se usa el poder para el bien. Se confía en el Eterno y no en dependencias endebles que son ídolos vanos. El apartarse entonces no es un alejarse, sino un desvanecer el mal para convertirlo en bien. En este nivel la conciencia está tan limpia de juicios duros, y tan apegada al Eterno, que no ofende ni teme. Cumple con los preceptos de la Torá con integridad y vive a plenitud.
    Es, sin dudas, una persona verdaderamente libre. En la práctica es cumplir y ayudar a cumplir los preceptos de «no hacer» y los «harás», porque así el Eterno lo demanda. Por ejemplo: ayudar al que te guarda rencor en su corazón a liberarse de esa carga oscura y deprimente para que ambos puedan amarse mutuamente.
    Notas:
    1- El Yo Esencial o Auténtico de cada uno es uno y único, una chispa de divinidad que nos forma. Los Yoes Vividos son múltiples en cada persona.
    Incluso aquella persona que se aferra a una sola máscara, a un solo Yo Vivido, no deja de estar oculto detrás de diversos antifaces pero que se han amalgamado defectuosamente en uno que representa su personalidad.
    2- «…No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Eterno…» (Vaikrá / Levítico 19:18).
    3- Recordemos que el mal también es una creación del Eterno, por tanto su finalidad siempre es para bien. A veces no se puede desarrollar la chispa de divinidad en lo negativo, y permanece en oscuridad esperando ser redimida.
    4- Cada una de estas etapas o niveles está como rectificación o complemento para cada una de las cuatro personalidades básicas, lea aquí para tener una idea al respecto.
    Preguntas y datos para meditar y profundizar:
    El Rav Elías Schwartz cuenta en uno de sus textos:
    La primera vez que el tren vino a su pequeña aldea, los jasidim decidieron mostrarle a su Rebbe este avance de la civilización moderna. Mientras el Rebbe se aproximaba a la estación, divisó una larga línea negra, fría, anónima y apática de coches encadenados unos con otros. La maquina estaba al frente, fiera en su plenitud de fuego y calor. Su impetuoso humo se elevaba entre las altas nubes. De pronto, con un estruendo poderoso y una bocanada monumental de humo la locomotora comenzó a andar, y la larga línea negra de coches se movía a su paso. Los jasidim entonces preguntaron con curiosa gracias reverente a su maestro: «Rebbe, Rebbe, ¿qué opina usted de esta maravilla?». El sabio hombre hizo un gesto con sus hombros y dijo: «No es muy novedoso… ¿no les resulta familiar que haya uno fuerte y lleno de fuego interior arrastrando tras de sí a una larga fila de sujetos oscuros, fríos, dubitativos y apáticos?».

    CINCO NIVELES DE LIBERTAD

    Breve Comentario autorizado por el More Yehuda Ribco de la Parashá – Vaerá:
    Cinco niveles de libertad
    Lic. Prof. Yehuda Ribco // Tevet 25, 5764 – 19/1/04
    El Eterno prometió (y Él no es hombre para arrepentirse, ver Bemidbar / Números 23:19):
    «Di a los Hijos de Israel: ‘Yo soy el Eterno. Yo os libraré de las cargas de Egipto y
    os libertaré de su esclavitud. Os redimiré con brazo extendido y con grandes actos justicieros. Os tomaré como pueblo Mío, y Yo seré vuestro Elokim. Vosotros sabréis que Yo soy el Eterno vuestro Elokim, que os libra de las cargas de Egipto.» (Shemot / Éxodo 6:6-7)
    Cuatro son los verbos empleados por el Rey de reyes para describir el proceso que lleva a una certera e integral liberación. Cada uno de estos cuatro verbos apuntan a un aspecto diferente que es preciso que esté funcionando correctamente y en armonía, para que la persona realmente lleve una vida sin asfixiantes cadenas ni anclas enfermizas.
    Y hay un quinto verbo (1), que manifiesta el resultado positivo de haber transitado con éxito dicho proceso de liberación.

    Veamos brevemente qué podemos aprender de cada uno de estos verbos de libertad:
    1. Libraré – La esclavitud más evidente, que no está sujeta a la subjetividad, es la física. Pues es aquella que implica acciones o inacciones concretas, materiales. Cuando el cuerpo recibe golpes, heridas, cargas insoportables, privación de movimiento, exigencias anormales, limitaciones de todo tipo, escasez de alimento, sustancias adictivas dañinas, y cualquier otra circunstancia que perjudique el cuerpo de la persona.
    La primera etapa para una verdadera libertad empieza por descargar de su opresión a lo corporal, por liberar al cuerpo de sus cadenas concretas. (Ejemplo: para los hebreos no pasaba un día sin recibir azotes, obligaciones de trabajar forzadamente, reducidos alimentos, etc.).
    2. Libertaré – La segunda etapa ya deja de ser objetiva, aunque permanece dentro de la dimensión física. Apunta a redimir a la persona de sus ligaduras y tendencias emocionales nocivas o perjudiciales. Cuando los afectos no encuentran una canalización saludable, sino que son sometidos a confinamientos anormales, o a restricciones abusivas (no coherentes con la espiritual naturaleza humana), o por el contrario están fugados de limites benéficos; o cuando se depositan dentro de sí más y más sentimientos sin posibilidad de expresarlos correctamente; estamos ante una persona esclava de (o a causa de) sus pasiones e instintos.
    La segunda etapa en una carrera de liberación se halla en reconocer los afectos, en canalizar positivamente los sentimientos y en no doblegarse ante los mandatos de los instintos. (Ejemplo: para los hebreos no pasaba un día sin recibir insultos que no podían responder, matanzas de seres queridos que no podían llorar, quejas dolorosas que debían ser tragadas sin hacerse oír, etc.).
    3. Redimiré – La persona está capacitada naturalmente para desear. El desear, en un contexto tradicional, significa la posición en la cual la persona se pone respecto al dar y al recibir. La dimensión desiderativa humana está penosamente esclavizada en dos circunstancias:
    a. Cuando solamente se busca recibir para sí, egoístamente, sin permitir dar a los demás nada.
    b. Cuando se cancela totalmente el apetito de recibir para sí.
    La persona también se encuentra esclavizada en este plano, si no va construyendo una vida de sentido trascendente (2). Es aún mayor su esclavitud si ni siquiera tiene capacidad consciente para desear, o teme aproximarse sinceramente a su deseo.

    Es libre en este plano la persona que busca recibir, para beneficiarse y beneficiar altruistamente al prójimo. Y que a lo largo de su existencia va formándose por medio de su búsqueda por alcanzar una meta acorde con su esencia espiritual. (Ejemplo: los hebreos pasaron más de dos siglos imposibilitados de acceder a su deseo, ya que si deseaban, recibirían ellos y sus allegados castigos brutales. No tenían esperanzas, ni a la vista caminos alternos al de continuar su pesada vida de esclavos de Egipto, y morir sin posteridad).
    4. Tomaré – Está intelectualmente esclavizada la persona cuyos pensamientos son para racionalizar aspectos negativos de su vida, y hallarles excusas para que se perpetúen.
    Esto ocurre mientras la mente no se entrene para escoger con libertad la senda que seguirá, y por tanto se divague sin hallar completitud para la vida. También acontece cuando los pensamientos son empleados al servicio de lo que espiritualmente (en la moralidad supra-objetiva) está signado como negativo, como sustracción a lo que es bueno.
    Así pues, son esclavos tanto el ignorante, como el que se ciega al uso de la razón,
    como el que es sabio en asuntos vanos, como el intelectual que emplea su capacidad para dedicarla a lo malo. La libertad en este plano se encuentra en cultivar el intelecto y dirigirlo a lo que es bueno. (Ejemplo: los hechiceros de Faraón eran sabios aplicados al conocimiento de las ciencias físicas de su época (llamadas magia y brujería), pero no por ellos eran libres intelectualmente, ya que sus pensamientos estaban dedicados a la tenebrosa empresa de someter a las personas al autoritarismo de su patrón).
    5. Sabréis – Libre en este quinto plano es aquel que está en armonía con el Eterno (3), y por tanto vive una vida equilibrada en los cuatro niveles antecedentes.
    Ahora que conocemos someramente estas cinco dimensiones para nuestra libertad, es cuestión de tener coraje y capacidad como para cuestionarnos y respondernos con sinceridad: ¿Estoy viviendo con libertad? ¿Soy libre en todos y cada uno de estos planos de mi vida?
    Por estudios y experiencia profesional, sabemos que buena parte de la gente no está desplegando todo su potencial para ser libres, y así viven existencias opacadas y muchas veces sentidas como vacías. Es decir, son esclavos de sus Faraones, en algún u otro punto, y no encuentran al Eterno que los libere, ni al Moisés que los ayude en el camino.
    Algunos creen que solos pueden quitarse las cargas que los oprimen, pero realmente no pueden.
    Otros ponen su fe en ídolos que para nada bueno sirven. Y otros prueban con promesas de soluciones que son parciales, y por tanto, nada solucionan. Y así mantienen las cadenas y dolores de Egipto en sus vidas, y en la de sus allegados.
    Gracias al Eterno hay maneras de andar por el sendero de la Luz, y así desatarse de los Faraones y sus capataces sanguinarios.
    Notas:
    1- Algunos ven el quinto verbo en Shemot / Éxodo 6:8, en relación a la venida y toma en posesión de la Tierra Prometida. No contradice el uso de este verbo, en lugar del que nosotros empleamos, las enseñanzas que se extraen en el presente estudio. Por el contrario, las refuerzan.
    2- Realmente, la construcción del sentido trascendente es dificultoso si el deseo de la persona no es coherente con su esencia espiritual. Pongamos un ejemplo para clarificar el concepto. Si una persona es ambiciosa, y su vista e interés están puestos en someter a los demás, enriquecerse y obtener poder, ¿puede compatibilizar este deseo y metas en la vida, con un sentido trascendente?
    3- Solamente podemos estar en armonía con nosotros mismos, si prestamos atención a la Palabra del Eterno, estudiando profundamente Torá, y cumpliendo con cabalidad con sus preceptos.
    Ya que la Torá es heredad eterna de la nación judía, patrimonio exclusivo y no compartible,
    los gentiles pueden aprender acerca de la Voluntad del Eterno NO por medio de indagar ilegalmente en la Torá, sino sorbiendo con diligencia las enseñanzas que les imparten los maestros judíos de la Verdad.

    Recordando y teniendo presente esto ultimo que como gentiles podemos aprender acerca de la Voluntad del Eterno en su Tora, NO por medio de indagar ilegalmente en la Torá, sino sorbiendo con diligencia las enseñanzas que les imparten los maestros judíos de la verdad.

    Sentirse o ser

    Pregunta.

    Estoy en un camino de búsqueda desde muy pequeña, siempre me sentí judía, en la vida me he encontrado con acontecimientos que me referían a ese origen, pero he nacido en un hogar católico y mis deseos se fueron escondiendo en deseos del momento. Pero cuando hace uno días manifesté a una amiga mis inmensas ganas de hablar con un rabino para ver que me aconsejaba sobre lo que en mi alma se mueve continuamente, me dio esta página y entonces a través de este medio quisiera que alguién me responda y se contacte conmigo. Confío esperando. Perla

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    Respuesta.

    Estimada Perla. Gracias por su comentario. ¿Sabe una cosa? Gracias a mis vivencias en el hermano país de Chile, aprendí a apreciarlo con los defectos y virtudes de su gente. De hecho cuando (por ejemplo) jugaba la selección de fútbol de Chile con (digamos) su similar de Paraguay yo “me sentía chileno” y hasta gritaba los goles. Ahora me pregunto: ¿en algún momento debido al cariño que le tengo a Chile yo fui chileno o me volví chileno? Claramente no. De hecho este “afecto” se anestesia totalmente cuando Chile juega con mi país: Ecuador. Lo mismo se aplica a su caso y al de muchas personas mi estimada Perla: en su búsqueda de la Verdad se da cuenta de lo notable y especial que es el pueblo judío y puede hasta “sentirse judía a veces”… pero el hecho es que, gracias a Dios, tenemos nuestro propio legado espiritual – herencia de Noé, padre de la humanidad – que son el mecanismo prescrito por el Creador del Universo para que usted y todos quienes no somos judíos seamos felices, esto es a través del cumplimiento de las Siete Leyes Universales. La página htp://fulvida.com está dedicada a expandir el conocimiento de estas leyes y, en el caso de mi blog, adicionalmente intento conectar con el diario vivir el conocimiento de las Siete Leyes. Quizá por ese motivo hemos recibido ese privilegio de ser referenciados por el rabino que usted menciona. La invito a que antes de pensar en cualquier idea de conversión al Judaísmo, primero navegue gozosamente en su propio río: el camino del gentil justo = noajismo = observancia de las Siete Leyes. De usted, Juan

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    Pregunta.

    ESTIMADO JUAN: Desde muy jóven (tengo 32 años) he practicado los mandamientos de Di-s, solo quisiera poder participar de las celebraciones en los templos, ¿cómo debo hacer? Gracias y pido disculpas por las molestias.

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    Respuesta.

    Gracias nuevamente por su comentario Perla. Es usted siempre bienvenida. Tratemos de aclarar un poquito las cosas. Si usted nació de vientre judío o si usted hizo en algun momento de su vida la conversión halájica al Judaísmo, entonces usted es judía con los correspondentes deberes y responsabilidades que eso conlleva. Pero si ese no es el caso, entonces LO QUE LE CORRESPONDE, como mandamientos de Dios, son las Siete Leyes Universales. A través de su observancia y estudio usted se conecta con el Creador. Dicho esto también es importante señalar que, con algunas excepciones (como celebrar Shabat, Pésaj/Pascua, etc.), usted TIENE PERMITIDO observar cualquiera de los preceptos que son OBLIGACION para el pueblo judío. Por tanto, ¿tendrá realmente sentido participar de algún tipo de celebración en alguna sinagoga? Le sugiero que lo consulte con algún rabino ORTODOXO. Recalquemos entonces que en tanto que usted sea gentil, sus obligaciones son las SIETE LEYES y que cualquier otro precepto es legítimo en tanto que NO se lo considere como una obligación sino como una manera de crecer más a través de los miles de conceptos éticos que promueve la Torá. Atte. Juan

     

     

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    Sobre el autor: El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español "Los Siete Colores del Arco Iris" (Y. Bindman), "El Camino del Gentil Justo" (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y "¿El Verdadero Mesías?" (A. Kaplan).

    Resp. 137 – El poder del arrepentimiento

    Estimado Sr

    ¿Qué debemos hacer los noájidas tras una transgresión de uno de los preceptos? Es decir, para volver a estar en paz con Dios, dado que no tenemos un sacramento tipo confesión católica.

    Atentamente,

    J.barcenas,
    profesión: auxiliar administrativo
    España

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