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El consejo diario 209

Es hora de que los gentiles con conciencia noájica
hablen, se muevan, luchen con la verdad,
con las armas de la bondad y la justicia, de acuerdo a los parámetros del Eterno.
Retirarse es seguir dejando al mundo en manos del horror, del caos, de la maldición, de la falsedad.

Resp. 394 – Torá y gentiles

Hola maestro, le consulto porque es muy importante para mi tener claro que debemos los gentiles estudiar en la Torah. Me dicen muchas cosas pero quiero tener su segura palabra en este tema. Gracias.

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Un impostor llamado egoísmo.

En nuestras mentes existe un mundo construido a partir de los recuerdos, temores, sentimientos, sueños, etc. que hemos vivido, sentido, soñado, planificado y experimentado. Gracias a él tenemos una identidad que puede ser conocida o velada para las otras personas, como cuando vamos hacia un lugar, cubierto por una densa neblina, que podemos ver directamente, al acercarnos o de modo indirecto por la luz que emite un foco o un farol. La neblina serían las barreras que ponemos entre nuestro espacio y el de los demás, que pueden ser nuestros temores, desconfianzas, el deseo de individualidad, el egoísmo, nuestro carácter, etc. El lugar hacia el cual nos dirigimos es el interior de otros que puede conocerse sin caretas que lo oculten; de manera espontánea, o por la confianza que hemos inspirado al ser auténticos y leales después de relacionarnos con ellos en el tiempo.

Al entrar al “territorio” externo, comenzamos a intercambiar ideas, a recordar y vivir experiencias, expresar sentimientos, etc. que pueden pulir o hacer ásperos los distintos aspectos de nuestro ser. Y se requiere de una intención previa tanto para abrir las puertas de nuestro “hogar” como para aceptar la invitación a recorrer el de otros. De modo que corremos el riesgo de tropezar y golpearnos o de ser aceptados y enriquecernos por medio de este intercambio que se ha iniciado. El problema es que a veces nos encerramos en la esfera del ego y sólo nos importa atender nuestras necesidades y buscar nada más que el bien propio, sin tomar en cuenta lo que pasa con quienes nos rodean. Nos volvemos egocéntricos y vemos la realidad desde una perspectiva estrecha y limitada en la cual ni siquiera somos capaces de observar lo que está frente a nuestros ojos.

Eso no significa que el autoestima y autocuidado sean malos, pues a través suyo buscamos lo mejor para nosotros mismos, sin que tengamos que ignorar o desolar el mundo de los demás. Pero la línea que separa a éstos del egoísmo es delgada y a veces cuesta establecer un límite claro entre ellos. El egoísmo implicaría, como dice el diccionario, sentir un “amor e interés desmesurado por uno mismo y las cosas propias, postergando o despreciando las de los demás”. O sea que sería un amor extremo por el yo, sin que nos importe si pasamos a llevar o no al que está al lado. Aquella es la idea que se nos ha transmitido desde que somos niños. Uno es egoísta, por ejemplo, cuando pudiendo ayudar a un (a) hermano (a), preferimos ver un programa de televisión antes que asistirle en lo que le sea necesario.

Pero el egoísmo no es sólo postergar las necesidades del resto. Implica despreciar o menospreciar la felicidad propia al negarse a ver las cosas que son verdaderamente importantes en la vida: la familia, la amistad, la paz, el respeto, el bienestar propio y de nuestros seres queridos y, porque no decirlo, nuestra realización como personas mediante el cumplimiento de nuestros sueños o esperanzas. Todo lo anterior puede abarcarlo un gran todo que es el amor.

El egoísmo es una venda que nubla los ojos del alma. Es un disfraz de sobreestimación que oculta una falta de verdadero amor propio y un miedo a no recibir lo que esperamos del mundo, que usurpa el lugar del Yo verdadero. Es como si nos encerrásemos en nuestro ser interno y sólo saliéramos cuando pudiésemos sacar provecho del otro, cubriéndonos bajo la pseudo-amistad o la pseudo-autoestima. De manera que al ser egoístas con los demás, también lo somos con nosotros mismos, porque al herir o relevar a un segundo plano a quienes nos aman y amamos, nos negamos la posibilidad de disfrutar y ser felices con cosas tan simples como una sonrisa, un abrazo, un paseo o un “te quiero” sincero y espontáneo. Tal vez nuestra relación con los demás nos ayudaría a un crecimiento mutuo. Tal vez lo que necesitamos para sentirnos totalmente felices sea descubrir que los demás también sienten y que al pasarlos a llevar, estamos destruyendo una parte de nosotros mismos. Tal vez así evitaríamos tener que cargar con el peso de nuestra conciencia al habernos rehusado a ser mejores personas.

Sólo vemos al otro en su “real dimensión” cuando decidimos quitar la venda que hemos puesto en nuestros corazones y contemplamos la llama que le alumbra como a uno de nuestros semejantes, que antes pasaba inadvertida cuando buscábamos sólo el bien propio. A veces, sin embargo, necesitamos que otros desaten el nudo para darnos cuenta de que lo que ignorábamos por actuar como ciegos era necesario para así sentirnos completos. Y para romper esas ataduras se requiere de la poderosa e infinita fuerza que es el amor.

Cuando comenzamos a amar nos damos cuenta de que existen otras esferas y poco a poco empezamos a abandonar la nuestra. En ese momento nuestra perspectiva se amplía y comprendemos que nuestras necesidades no son las únicas. Dejamos de sentirnos como el centro del Universo y nos abrimos paso a desarrollar el Yo en la dirección correcta.

Dios nos da la oportunidad de enmendar nuestros errores y comenzar a vivir una vida mejor; en armonía con nuestro prójimo. De nosotros depende si la aceptamos o la dejamos pasar. Que Dios los bendiga. Shalom.

¿A quien engañas?

Un granjero pobre deseaba robar trigo del campo de su vecino. Llevo a su hijo menor para que vigilara que no los descubrieran. Antes de que su padre comenzara reviso bien su entorno para estar seguro de que no lo descubrieran. Seguro de que no lo veían, se metió, abrió su bolso y cuando estaba listo para llenarlo de trigo su hijo le dijo: ¡Papá, te están viendo, cuidado! El papá se aterrorizó, tomo la mano del niño y salieron rápida y disimuladamente.
Al salir el papá reviso para ver si el que los había visto iba a agarrarlos o hacer algo contra ellos. Sorprendido no vio a nadie y le pregunto al pequeño: ¿Dónde hay alguien viéndonos?, no hay nadie acá.
¡D-is esta mirándonos papá!, dijo el niño.
El padre, golpeado en la conciencia, tomó a su hijo de la mano y se fue a su casa sin el trigo robado.
Para cuántos de nosotros es fácil hablar de nuestro prójimo, mentir, juzgar y cientos de cosas que hacemos a diario, no tan correctas, solo por el hecho de pensar que estamos solos, que no nos ven, que no nos van a descubrir.
A quien que queremos engañar, nuestro Amo y Creador esta en cada lugar y en cada instante en el universo y mas allá, hasta la eternidad. Y lo más importante tomando nota de todas y cada una de nuestras acciones. Así que tratemos de estar consientes en todo momento de que hay un ojo que todo lo ve y lo registra; sin que se le pase una.
Como decía rabí Shemuel de Lubavitch: “Tu no puedes engañar a D-is ni a otras personas. Al único que puedes engañar es a ti mismo. ¿Y cuál es la proeza de engañar a un tonto?”.

Que tengan un feliz septimo día.

esperalo!!!

15/01/09
15/01/09

Pensamiento judío contemporáneo en la calle judía chilena

Por: Jorge Zeballos Stepankovsky


Mientras la filosofía judía se desarrolla y aporta al mundo, la comunidad judía sigue apostando a los viejos postulados, reduciendo el diálogo con las nuevas generaciones, así en Chile como en todo el mundo.



Cuando Heródoto se encontraba en su acmé (madurez o florecimiento de una tendencia), el pasado remoto era algo vivo en las conciencias de sus contemporáneos, mucho más vivo que los años anteriores a la época en que vivían; de igual modo para la colectividad chilena, plegada al macizo de los Andes, Los patriarcas, Moisés, Simón Ben Yojai, lsrael Baal shem Tov, incluso Maimónides, son más “reales” para un judío santiaguino que cualquier figura del pensamiento judío contemporáneo. Los primeros han sido elevados al empíreo kehilatí, transformándose para la calle judía en personajes míticos y en ocasiones hasta de culto, comportándose respecto a ellos con una afinidad casi “familiar”….

espera mas muy pronto

esperados mais cedo.
sigamos construyendo shalom

El cuervo y la paloma de Noaj 4ª parte

El cuarto nivel, este lo han alcanzado los Justos, y se manifiesta cuando logras vivir en torno a la justicia compasiva, quizás no alcancemos este nivel pero debemos de actuar en algún momento con el animo de alcanzarlo.

En este nivel el “apartarse del mal para hacer el bien” es un desvanecer del mal para transformarlo en bien, en este nivel la conciencia esta tan apegada al Eterno, que actúa sin temor y con plena confianza en el Eterno, creo que es algo así como “caminar con el Eterno”.

En la practica es cumplir y ayudar a cumplir los preceptos de “no hacer” y los de “harás” porque el Eterno así lo demanda ejemplo.

Ayudas a tu hermano Noajida a redescubrir su Legado, para que ambos puedan encontrarse en el camino que lleva a la Verdad.

Cuando nuestro antepasado Noaj vuelve a enviar por tercera vez a la paloma, esta vez no regresa mas, esta ocasión representa creo yo, el hecho de que en esta ocasión lo bueno sale para no regresar es decir que en esta ocasión no necesitaría enviar a la paloma de nuevo, todo el caudal de el constructor de Shalom en esta fase es encausado hacia el bien, en esta fase el yo autentico y el yo vivido se sincronizan para unirse al verdadero objetivo de la Creación, ya en esta fase actúas en forma automática para hacer lo bueno y no necesitas apartarte de lo malo, creo que en esta fase eres un verdadero constructor de Shalom.

Para distinguir lo bueno de lo malo, debemos atender a Aquel que es infinitamente Sabio, cuando dictamina lo que es bueno de lo que no lo es.

El Eterno hace esta distinción por medio de sus mandamientos y solo a través de ellos podemos discernir lo que es bueno de lo malo, solo así lo podemos hacer, las religiones sectas grupos ocultistas mesiánicos y demás charlatanes no saben hacer esta distinción, pues sus dogmas son de origen humano, algún loco extraviado las invento, no así las Leyes Noajidas que son revelación Divina.

Yo se que Uds. nuestros lectores son muy perspicaces, y se habrán dado cuenta de que estas dos ultimas etapas me costo mas trabajo definirlas, y así es la tercera y cuarta etapa me costo mas trabajo terminarlas y esto lo tratare en un resumen en el cual tratare de explicar la razón de esto.

Continúa y finaliza en el resumen…………

El cuervo y la paloma de Noaj 3ª parte

Los dos niveles que vienen no son tan fáciles de lograr, pues requieren da haber adquirido una personalidad centrada, así como de haber extirpado todas esas cualidades que nos perjudican, pero estos niveles son humanamente accesibles solo requieren de esfuerzo estudio y practica constante de los mandamientos para poder alcanzarlos.

El tercer nivel de esta etapa se vive el endulza miento de la severidad, pues como hemos obtenido en las dos fases anteriores el poder ver y actuar con objetividad, por lo tanto nuestras acciones se inclinaran hacia la Justicia, entonces habremos de procurar endulzar nuestros juicios y no actuar con rigurosa justicia hacia el prójimo, pues sabemos que como seres humanos somos falibles por lo tanto sujetos a errores y no por ello somos malos, en el camino del crecimiento hay tropiezos, si aprendemos que son eso, juzgaremos con menos severidad al prójimo y a nosotros mismos, este nivel requiere de una personalidad centrada y humilde para poder desarrollarlo.

Pero sin duda que al estar en este nivel, la inclinación hacia lo negativo no tendrá tanta fuerza para frenarnos de actuar positivamente, esto en la práctica se traduce así:

Cumplir los preceptos de “harás” de tal manera que ya casi no tengas que recurrir a los de “no harás” para cumplir los primeros ejemplo.

Participo activamente en Fulvida por lo tanto actuó de acuerdo a los mandamientos y el sentido de mi existencia esta claro, no guardo odio o rencores hacia mi prójimo.

Cuando nuestro antepasado Noaj volvió a mandar la paloma fuera del arca, la paloma regresa con una rama de oliva en su pico, anunciando que las aguas se habían aligerado de la faz de la tierra, tal como se aligera el instinto negativo dentro de nosotros en este nivel, así las aguas se aligeraron en la faz de la tierra, en este nivel las buenas acciones que se realizan casi de forma automática, y el aspecto negativo esta “adormilado”, esta vez Noaj nuestro ancestro envía a la paloma y ella trae un mensaje de la redención final.

Vemos un comentario del More respecto de este tema.

Tal como ahora, con el nuevo despertar de la conciencia noajica esta ocurriendo. Estuvimos sumergidos en el diluvio infernal de la idolatría, y algunos por fin están abriendo la ventana para dejar salir los cuervos y luego la paloma que anunciara el fin del mal.

Continúa en la cuarta parte………

Cómo superar las críticas

Este texto me lo mando una amiga de fulvida, le pedí me permitiera publicarlo en el sitio, y como accedió, aquí se los presento, sólo eliminé una palabra.

 

La crítica molesta y hiere el orgullo cuando tenemos la autoestima baja.

La crítica es causa de muchos temores, por tanto, es necesario encontrar una estrategia para enfrentarla con eficacia.

La crítica es una respuesta instintiva, espontánea y natural; es una respuesta de supervivencia, pero no de desarrollo. Somos críticos por naturaleza; así que nadie puede escapar a de la crítica. Por tanto, el problema no está en la crítica en sí, sino en la forma en que reaccionamos ante ella.

La crítica puede ser constructiva o negativa. En ambos casos es una advertencia que nos estimula a prepararnos, a ser más prudentes, a reflexionar y a rectificar.

En el fondo, la crítica es una señal positiva. Indica que no pasas desapercibido, porque lo que dices o haces es interesante y despierta la curiosidad o la preocupación de las personas

Cómo enfrentar la crítica

Lo mejor es evitarla. Muchas personas, para sentirse vivas y poderosas, necesitan ir por la vida agrediendo a los demás. La crítica es una forma de agresión y lo peor que pudiéramos hacer es entrar en el juego.

La crítica es una realidad habitual y no podemos gastar nuestra energía en combatirla, ni en defendernos de ella, pues se convertiría en una guerra de desgaste. Debemos aprender a estar por encima de la crítica. Esto es posible si la manejamos desde cuatro frentes.

1. Desde los sentimientos.
2. Desde la razón.
3. Desde la experiencia.
4. Desde el lenguaje.

1. Maneja la crítica desde los sentimientos

El odio y el resentimiento son autodestructivos. La forma más eficaz de superar estos sentimientos consiste en pensar que, los críticos son personas mediocres y frustradas, a quienes duele el éxito de los demás, porque lo sienten como una crítica a su mediocridad. Compréndelos y perdónalos, pues ya tienen bastante con su desgracia. Piensa que la crítica es un reconocimiento y, como dice el refrán: «Al viento y al loco, déjalos pasar».

Cada persona percibe las cosas desde sus temores y necesidades y sólo ve lo que necesita o quiere ver, para sobrevivir y para afianzar su personalidad.

La crítica puede llegar a ser virulenta, cuando las ideas o la acción, amenazan las estructuras de los demás; debido a que generan cambios que obligan a replantearse la validez o funcionalidad de ciertos principios, valores o conductas. Por esta razón, se recomienda no discutir de familia, de política, de patria, ni de religión; estos son temas intocables, porque activan automáticamente los mecanismos instintivos de defensa.

La sociedad se opone radicalmente a todo lo que induce al cambio, a la toma de conciencia y a la libertad, pues las personas libres son «peligrosas», porque pueden cambiar el orden establecido, desenmascarar a la gente y obligarla a ser más auténtica y responsable. Por esta razón, la sociedad ha eliminado a quienes han tratado de liberarla (Sócrates, Gandhi, Martin Luter King, y toda una pléyade de héroes y de mártires, a quienes debemos la mayoría de nuestras libertades).

Recuerda que todos somos la sociedad. Todos nos oponemos en forma consciente o inconsciente al progreso de los demás, porque somos envidiosos, críticos y represivos por naturaleza. Para comprobarlo, escucha el lenguaje de las personas, pero presta mucha atención, porque la mayoría de las críticas son sutiles y subliminales, de esas que «tiran la piedra y esconden la mano». Estas críticas son las más dañinas.

Si eres una persona con proyectos importantes debes fortalecerte, para abrir tú propio camino, consciente de que la crítica te seguirá a donde vayas; pero ten la seguridad de que en el fondo, todos te respetarán y te admirarán, porque tienes la iniciativa y el coraje que a ellos les falta.

2. La crítica nos ayuda a reflexionar

Como señalamos anteriormente, cada persona nos percibe desde su situación, lo que nos ofrece un abanico de matices y la posibilidad de conocernos desde distintas perspectivas; por tanto, no hay que dar crédito a lo que dice la gente, pero es bueno escuchar y someter a análisis las opiniones de los demás.

Es conveniente analizar la crítica desde el punto de vista personal, desde el punto de vista del crítico y como observador imparcial.
Si tratas de justificar tus errores, todo el mundo se sentirá con derecho criticarte, pero si los aceptas con humildad, todos se sentirán inclinados a comprenderte y a disculparte.
Si la crítica es ofensiva y atenta contra tu reputación, debes salirle al paso y aclarar la situación, siempre con altura y dignidad.

Hay casos en que la crítica se convierte en rumor que va y viene. Los rumores no pueden combatirse, porque son como fantasmas, están en todas partes, pero nadie pude ubicarlos. El único remedio contra los rumores es el éxito.

3. Sé práctico.

Acepta la crítica como parte natural e inevitable de la vida.
Reconoce el derecho de los demás a criticarte y recuerda que al hacerlo se están defendiendo de sus temores y frustraciones.

Con frecuencia la intención de la crítica es herir, así que, no te des por aludido y verás como pierden el interés y dejan de criticarte.
Actúa sin esperar que los demás te comprendan. Confórmate con saber que estás en el camino del éxito.

Haz las cosas por convicción. No te preocupes demasiado por complacer a los demás.

Muchas personas viven en actitud expectante y a la defensiva, lo cual produce estrés y supone un gasto enorme de tiempo y de energía que necesitamos para nuestro desarrollo. Esta actitud defensiva genera temor, desconfianza y una visión negativa de la vida, de la gente y de las cosas, que hace ver enemigos en todas partes.

Hay que pensar que la gente es fundamentalmente buena, pero tiene muchas carencias de conocimiento, de justicia y de amor y por eso es envidiosa y crítica. Aprende a ver lo bueno de la gente y de la vida, porque sólo con ello podrás construir el éxito.

Hasta el momento nos hemos visto como víctimas, pero formamos parte de la sociedad y por tanto, también somos victimarios; así que necesitamos mirarnos en el espejo de los críticos.

4. Cultiva un lenguaje asertivo

Habla bien de la gente. Que tu boca se abra para decir la verdad y para estimular. Si tienes algo bueno que decir, habla, si no, calla. Recuerda que por la boca muere el pez y que eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que dices.

La gente desea agradar y ser aceptada. Este deseo nos hace vulnerables, pues dependemos del reconocimiento y de la aprobación de los demás.

Si cuando te critican te molestas.
Si cuando te insultan te hieren.
Si cuando te acusan te sientes aludido.
Si cuando te ofenden te sientes humillado
Si cuando te marginan te resientes.

Entonces, no es la crítica la que te hiere, sino, la poca valoración que tienes de ti mismo

El EGO o la REDENCIÓN

Hay tanta gente valiosa noájica, pensadores, activistas, creadores, continuadores, contribuyentes, difusores, promotores, estudiosos, etc.
En todas las áreas y ámbitos se visulmbra el poder de los noájidas.

Pero, hay tan pocos que aportan de lo suyo para la causa noájica y particularmente para el crecimiento y fortalecimiento de FULVIDA.

Parece que no entienden que la ganancia (en Este Mundo y en la Posteridad) no es para mí, para el presidente de la Fundación, sino para todos y cada uno de ustedes.

Excusas no faltan, huidas, silencios, enojos y enojitos, entre una gama limitada de recursos con tal de no dar lo que corresponde, con tal de no hacer su parte como es debido.

En fin, parece que muchos siguen viendo su ombligo en vez del mundo que deben construir.

El EGO sigue siendo el gran obstáculo, el cerro que hay que allanar para dejar paso a la REDENCIÓN.

Cuando se deje de hablar de personas, de sí mismo; cuando se deje de plantear inconvenientes y quejas; quizás entonces podremos satisfacernos del despertar reforzado de la conciencia noájica.

Mientras tanto, seguimos algunos pocos construyendo el arca, esperando a que más se sumen en verdad.

La lluvia devastadora ya ha comenzado, y lo muchos siguen dormidos en sus egos…

A despertar, a trabajar, a construir shalom…

¿Qué esperas?