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«El pasado como trampolín y no como sofá»

La siguiente historia primeramente la hago para que todos aquellos que se creen judíos, netzaritas, mesiánicos y todo lo derivado a ellos, puedan algún día ver la luz, acercarse, indagar, estudiar y estar netamente convencidos para lo que Dios nos llamo y lo que somos realmente, sin mascaras ni mentiras… y de segundo me animó mucho la historia de Jonathan Ortiz. Poder escribir de mí y de lo que viví ya que los dos y muchas personas más vivimos experiencias parecidas en distintas áreas.

 

Todo comenzó cuando en el año 2000 después de un “grandioso” congreso evangélico el líder o pastor de la iglesia nos reunió a todos los ministerios (danza, teatro, cantores y músicos, ujieres o servidores y muchas más áreas) y nos hizo saber que había tenido un sueño, una visión o casi Ieshu-a mismo se le había aparecido y nació el nuevo “proyecto” de que ahora todos éramos mesiánicos o que retornaríamos al camino antiguo, injertados en el olivo natural, todos cambiarían sus nombres (los que teníamos no servían porque eran y son de origen griego), los hombres usarían kipa, las mujeres su velo o cobertura, las canciones ya no dirían cristo ni Jesús sino Mashiaj y Ieshu-a, las mujeres con su falda, celebrando Shabat y todas las fiestas judías, ahora se saludaba con shalom, nos despedíamos con shalom, los hombres se dejaron crecer los peyots (patillas) y muchas cosas más para parecernos mas a los judíos y supuestamente provocar envidia en la comunidad judía ya que ellos no tenían algo que teníamos nosotros al espíritu santo y a Ieshu-a. (La verdad que eso no provoca ni provocó la más mínima envidia, ni el 0.001% de envidia siquiera).

 

Todo fue avanzando, los años fueron pasando cuando en el año 2002 publicaron y anunciaron que todos los que querían ser “hijos del mandamiento” “bar/bat mitzva” harían un curso y tenían que pasar por varios exámenes o reglas (que fueron inventadas por Daniel Hernández o muchas de esas por el líder de la comunidad o profesor de dicha clase) para poder ser elegido. Unas de esas fueron: aprender el Shema completo en hebreo (por lo menos los 3 primeros párrafos), las mujeres ir en falda, con cobertura, los hombres con su kipa, llevar Biblia, ofrenda (nunca supe para que se utilizo ese dinero), pagar cada guía, llenar las guías de cuestionario, no puede faltar la debida circuncisión en los varones, las mujeres a aprender a hacer Jala (pan de Shabat) los hombres a comprar su Talit, Tzitzi, Sidur (libro de oraciones), utilizar Tefilim (filacterias). Estas cosas entre otras más debían ser cumplidas con “veracidad” ya que si no, no se clasificaba para poder graduarse.

 

Llego el día de la graduación (1 de Septiembre de 2002) donde cada uno de los que estábamos preparo su discurso (enseñanza que tratara sobre la parashat o lectura de la Torah que se leyó el día del nacimiento de la persona) y serian cambiados nuestros nombres, debajo de un Talit pasábamos y el Señor Daniel Hernández nos declaraba hijos del mandamiento, el brindis, diplomas (que por cierto por la parte de atrás fue rayado por todo el mundo dando la felicitaciones, con calcomanías de amistad) la comida final y listo. Todos habíamos sido declarados Benei Yehuda (conocido como judíos o los que se aferraban más a la Torah que el resto que no había hecho nada).

 

Pasó el día de la celebración y no había pasado ni las 5 horas cuando todas las mujeres en pantalón, sin cobertura, felices porque habíamos salido de esa tortura, además que el que nos dio la última semana de clase, el señor Binyamin Linarez ya no estaba así que prácticamente éramos libres. Ya quedaba de responsabilidad de cada quien si se seguía comportando de la misma manera o no. Igual todos fingíamos lo que no éramos.

Cada vez que me subía al “altar” (tarima, pulpito) a tocar el teclado, era una orden del líder de la comunidad colocarse falda las mujeres, kipa los hombres y cobertura o velo las mujeres, cosa que siempre odie lo digo con sinceridad ya que la cobertura me partía el cabello y no era de mi agrado y la falda era incomodo cuando uno andaba en buseta o transporte público y que me obligaran a eso me incomodaba mucho, pero como había que ser sumisos, agachar la cabeza y hacer caso por amor al ministerio, por amor a lo que habíamos hecho antes (el Bat Mitzva) teníamos que dar ejemplo.

 

Y así fue pasando el tiempo haciendo varias yeshivot, cursos de hebreo, de conocer las enseñanzas de Ieshu-a y todo el judaísmo pero revestido de Jesús y muchísimas cosas más, cosas que realmente no nos correspondía estudiar pero estudiamos, cabe resaltar que cada Yeshiva era costosa pero obligatoria para todos. Papel que ahora se utiliza para anotar teléfonos, tal vez alguna actividad de la universidad y muchas de esas para ser más claros como dos cajas de guías que fueron votadas aquí en mi casa ya que prácticamente traían era cucarachas o mugre, algunos las guardan de recuerdo y lloran, todavía no se sabe si por nostalgia o por todo el dinero invertido para nada.

 

En sí…Cual es el propósito de decir todas estas cosas? Que la gente vea, analice, saque sus propias conclusiones de lo que a vivido y si realmente es lo que dice ser. Hay muchos que dicen ser Judíos pero realmente no viven como Judíos (además no les corresponde) tal vez por eso será que para muchos es una carga y nunca son felices, se llenan la boca diciendo y vistiéndose como tales pero por dentro son personas común y corrientes como ciudadanos cualquiera pero llamando la atención de todos, éstos como una vez yo también sentía miedo a que los vieran tomarse una cerveza, miedo a que los vieran bailar, miedo a que los vieran escuchando un vallenato, una salsa, merengue, porque todo eso es del diablo y es pecado!

 

En mi experiencia personal y después del cambio que di, puedo decir que no hay nada mas sabroso que bailar junto a mi papá, junto a mis amigos, que si me dio sed me tomo una cerveza, que si me gusta Juan Luís Guerra, Celia Cruz, Mark Anthony los puedo escuchar y hasta dedicarle una canción de amor a mi novio sin que nadie me juzgue y me tilde de pecadora o hija del diablo. Soy feliz, amo ser noajida, me siento libre, amo la banda en la que toco porque puedo ejecutar mi instrumento y poner en práctica mi talento, y muchas cosas mas que no hacia por miedo a que digan los demás o simplemente a que Dios me fuese a castigar o el pastor de la iglesia me votara y me colocara en disciplina. (Igual uno lo hacia a escondidas) y si me equivoco me avisan.

 

Atrévete a cambiar, a conocer, acércate a Dios de una manera individual sin mediadores, el es tu amigo, te dio la oportunidad de ser noajida, aprovecha, gózate y disfruta de los placeres de esta vida que Dios te regalo, cumpliendo los 7 preceptos, llamando BUENO  a lo que Dios llamó y llama BUENO, no a lo que el hombre dice que es “bueno”.

 

Pronto hablare más…

 

Shirá!!!

 

  

 

 

Un modo de ver nuestro instinto del mal

El Eterno nos creó con el instinto del mal, nuestra tendencia hacia lo negativo, como una forma de autosuperarnos constantemente ante las situaciones de tentación de cometer lo indebido. Como una forma de ejercitar nuestro ser ante la transgresión.

Así como el buen padre hace que su hijo se gane una propina a cambio de algún trabajo (por ejemplo, cortando el pasto del jardín), de esa manera le transmite o le inculca el valor de las cosas, explicándole que cuesta ganárselas, y evita el consentimiento; el ofrecerle siempre de todo a cambio de nada, provocándole de esa manera un mal aunque tal vez no sea con esa intención.

Si no tuviéramos ese instinto de mal, no sería ningún mérito nuestras buenas acciones, porque sólo conoceríamos hacer el bien, sería lo único que sabríamos hacer, o sea, el Creador nos estaría consintiendo siempre.

Mi humilde opinión es que nuestro instinto negativo no es »tan negativo», pues lo podemos tomar como un profesor de gimnasia que constantemente nos exige para superarnos. Lo podemos usar a nuestro favor, de una buena manera canalizada, para resistir cometer actos impropios.

Lo veo, por ejemplo, como el sistema nervioso del cuerpo. En cuanto éste recibe una herida de cualquier tipo, inmediatamente el sistema nervioso le transmite información al cerebro de que hay un inconveniente, el tipo de información que le manda, nuestro cerebro lo interpreta como dolor. Como la luz roja de alerta; de esa manera con el dolor sabemos en qué zona de nuestro cuerpo ocurrió la herida.

Del mismo modo, nuestro instinto negativo nos indica la luz roja de alerta cuando estamos a punto de cometer lo indebido, cuando sentimos que queremos hacer lo que no se debe, es como si éste instinto tan nuestro nos avisara que estamos por cometer la transgresión dejándonos a nuestro albedrío seguir con el acto, o frenar el impulso y hacer el bien, lo correcto.

Personalmente lo veo así, como la guía que me hace ejercitar constantemente para poder escalar. Viéndolo de este modo, si el Eterno fué quien nos creó con esta tendencia negativa, en realidad es bastante positiva, pues todo lo que el Eterno crea es bueno, y éste instinto en realidad nos quiere ayudar a crecer, no a que nos caigamos siempre.

Shalom a todos.

Sebastián.

Mata al pollo pero no te quedes con las plumas

Cuando se hace a un lado la fe ciega, o lo que es, ese absurdo comportamiento de creer en algo o en alguien porque sí, por razones que la razón no entiende; y se echa mano de lo racional, lo lógico, lo verdadero, entonces, se comete un ‘crimen’.

 

Al enterarse que el colgado no existió en la realidad, que fue una idea que se albergó en el pensamiento y que se manifiesta en las acciones, no queda otra opción sino deshacerse de todo lo relacionado a él.

 

A nadie le gusta la idea de que tener que matar. Además es una prohibición para los gentiles. Pero vale la pena matar al colgado, esa idea justificadora que no solamente provee de una buena excusa para permanecer de brazos cruzados ante la vida, sino que sirve para sentarse en la banca de las víctimas.

 

Matar al colgado significa eliminar una excusa, cambiar hábitos, y retomar las verdaderas pautas de vida.  Dicho de otra manera, cambiar la forma en que se piensa y actúa.

 

¿Y cómo se mata al colgado?

Bien sencillo. Se necesita convencerse de que sus enseñanzas y creencias no son correctas. Darse cuenta que creer en él es estar programado para la mediocridad. Entender que la vida no depende de lo que está escrito en sus falsos libros.

 

Matar al colgado implica constancia, perseverancia, disciplina y dedicación. No se trata de matar al pollo y quedarse con las plumas.

 

Se precisa no de una, sino de siete armas para quitarle la vida que un día le dimos a esa idea del colgado. Siete armas porque quizás pretenda levantarse en contra de la verdad, principalmente de manera agazapada, argumentado ‘racionalmente’ o cuestionado ‘lógicamente’.

 

Cuando se mata completamente al colgado, se está aceptando la totalidad de la vida noájida.

Cuatro hijos y un padre

Vale la pena su relectura:

Cuatro hijos y un padre

La semana pasada explicamos brevemente
acerca de los cinco niveles de existencia humana, en los cuales hay que
trabajar para crecer y ser libres, y así no caer víctimas de los Faraones
que intentan someternos y esclavizarnos.
Como
recordarán
, los cinco estratos en un orden descendente son:

Espiritual,
Intelectual,
Desiderativo o Social,
Emocional,
Acción,
(E-IDEA por sus siglas).

Esta semana podemos ampliar un poco más la
perspectiva sobre este asunto, a partir de tres secciones de nuestra
parashá, y una de otro sitio.
Estas frases son popularmente conocidas gracias a la Hagadá de Pesaj, pues
son empleadas en el apartado que lleva por título «Los cuatro hijos«
(la idea original usada por ésta se halla en TI Pesajim 10:4)
.
Cada una de estas frases se corresponde con uno de los cuatro hijos
mencionados por la Hagadá (cada hijo simboliza un tipo básico
de personalidad)
.
En su orden son:

  1. Para el Sabio:
    «En el futuro, cuando tu hijo te pregunte diciendo: ‘¿Qué significan los
    testimonios, las leyes y los decretos que el Eterno nuestro Elokim os
    mandó?’.
    Entonces responderás a tu hijo: ‘Nosotros éramos esclavos del faraón en
    Egipto, pero el Eterno nos sacó de Egipto con mano poderosa.
    El Eterno hizo en Egipto señales y grandes prodigios contra el faraón y
    contra toda su familia, ante nuestros propios ojos.
    Él nos sacó de allá para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros
    padres.
    Y el Eterno nos mandó que pusiéramos por obra todas estas leyes y que
    temiésemos al Eterno nuestro Elokim, para que nos fuera bien todos los días
    y para conservarnos la vida, como en el día de hoy.
    «
    (Devarim / Deuteronomio 6:20-24)

  2. Para el Perverso:
    «Y cuando os digan vuestros hijos: ‘¿Qué significa este rito para
    vosotros?’
    Vosotros les responderéis: ‘Éste es el sacrificio de Pesaj del Eterno…’
    «
    (Shemot / Éxodo 12:26, 27)

  3. Para el Ingenuo o torpe:
    «Y cuando mañana te pregunte tu hijo diciendo: ‘¿Qué es esto?’.
    Le dirás: ‘Con mano poderosa el Eterno nos sacó de Egipto, de la casa de
    esclavitud…’
    «
    (Shemot / Éxodo 13:14)

  4. Para el Perplejo, o el que no sabe preguntar:
    «Aquel día se lo contarás a tu hijo diciendo: ‘Esto se hace con motivo de
    lo que el Eterno hizo conmigo cuando salí de Egipto…’
    «
    (Shemot / Éxodo 13:8)

Es fácil reconocer que cada uno de estos tipos
de personalidad, con sus frases correspondientes, apunta a un nivel E-IDEA.
En su orden:

  1. Intelectual <=> Sabio;

  2. Desiderativo <=> Perverso;

  3. Emocional <=> Torpe;

  4. Acción <=> Perplejo.

Los cuatro hijos, en su condición de tales,
están representando a la persona inmadura espiritualmente, que aún no se ha
desarrollado, que aún está sometida a las influencias atrapantes de uno u
otro nivel.

El hijo menos desarrollado
(pero no por eso en peor estado espiritual, ya que este dudoso mérito
recae sobre el Perverso)
es el Perplejo, que está tan sumido en las
cosas materiales (concretas y/o instintivas), en los
actos por sí mismos, que ni siquiera sabe (o tiene
ganas/tiempo/ocasión/motivo/etc. para)
preguntar.
Su vida es un pasar indiferente en búsqueda constante de goce.
Lo valioso para él es aquello que le llama la atención en ese momento, y así
pierde de vista lo que es realmente importante y trascendente.
Para liberarlo, es preciso hablar en su idioma: el del hacer, sin mucha
teoría, pero con una clara conducción que lo lleve hacia metas no egoístas.
Cuando está liberado, sus actos son edificantes.

El que le sigue en la cadena evolutiva
de los sometidos es el Torpe.
Este hijo tiene enorme miedo a sus afectos, a las sensaciones, a las
opiniones, a las impresiones, por lo que queda aprisionado de una
estructurada red de complejas reglas y mandamientos que lo mantienen en un
ambiente de seguridad.
Su vida es un vaivén de atracciones y repulsiones que están petrificadas
detrás de mandatos que ha interiorizado y lo convierten en una especie de
autómata, de seguidor férreo de la voluntad ajena.
Para liberarlo, hay que conducirlo con firmeza, y proveerlo de acciones y
alicientes afectivos que lo mantengan en el buen sendero y le den fuerza
para aceptar que él tiene capacidad de decisión y es libre de optar y de
errar o triunfar.
Cuando logra zafar, es una persona de afectividad centrada y constructiva.

El habitante esclavizado en el siguiente plano
es el Perverso.
Esta persona puede estar completamente desquiciada, viviendo en su propio
mundo de informes ideas, emociones y bajezas muy humanas.
Pero es más habitual encontrar que este tipo de persona suele gobernar con
crudeza sus sentimientos y no cae fácilmente presa de los instintos
pasajeros. Esto lo convierte en un personaje capaz de cualquier atrocidad
sin el menor dejo de conmiseración.
Sin embargo, es inepto para dominar su deseo, y por tanto preso de él.
Y ya sabemos (Bereshit / Génesis 8:21) que por
naturaleza, el inculto deseo de la persona tiende hacia lo negativo. Es
solamente mediante Torá y preceptos que el deseo se cultiva para que
sintonice y colabore en armonía con su esencia espiritual.
La vida de un esclavo de este plano es un llamado de atención permanente, un
reclamo perpetuo para recibir más y más para sí, una exigencia para que lo
adulen y alaben, un intento por atraer a otros a su centro de gravedad sin
beneficiarlos directamente en nada. (Los dos exponentes más
famosos de esclavitud en el plano desiderativo son Jesús el pecador, y Pablo
el rebelde. Tal como el árbol sus frutos, y así vemos como es habitual entre
los misioneros encontrar personas corrompidas en este plano, y por lo tanto,
esclavizadas a él.)
.
Para liberarlo, primero hay que callarlo.
Negarle cualquier oportunidad a su deseo negativo para expresarse.
Esto en lugar de ser una falta de consideración hacia la persona, es el
mecanismo para limpiarlo de la adicción a creerse el centro del universo.
Cuanto más charla se le dé, cuanto más espacio para emitir sus opiniones,
menos resultado dará el intento por libertarlo.
Luego, o al mismo tiempo que se le impone el mutismo, hay que ponerlo a
trabajar en lo que es realmente trascendente y generoso… lo desee o no.
Cuando se quita las cadenas, es una persona que desea beneficiar al prójimo.

Por último, el que queda sumergido en el nivel
intelectivo, está empantanado en pensamientos inútiles, en dudas
asfixiantes, en ignorancia militante, en erigir excusas en lugar de
enfrentar los hechos desnudos.
Sus reflexiones (absurdas muchas veces, aunque teñidas de una
pátina de alta filosofía)
no están en principio movidas por un deseo
negativo, a diferencia de los motivos que dirigen al Perverso en sus
argumentos (el perverso afirma, nunca indaga… aunque use
signos de pregunta en sus frases)
.
Su vida es un pensar, sin hacer lo máximo que está a su alcance.
Para liberarlo, hay que brindarle argumentos claros y concisos. Razones
perfectamente delimitadas, explicaciones que sean razonables.
Y hay que acicatearlo con fineza y constancia para que demuestre su valía a
través de las acciones nobles y necesarias.
Al romper el yugo de la hiper-reflexión estéril, emplea su potencia
intelectual para promover el bienestar.

Hasta aquí un resumido bosquejo de los cuatro
hijos y los cuatro modos de la esclavitud.

El lector atento ya habrá advertido que nos
hemos quedado sin mencionar al quinto hijo.
Es que, este hijo no existe.
La Torá nos habló de cuatro hijos, no de tres ni de cinco.
Esto significa que no hay un quinto hijo.
Es decir, no hay inmadurez para el que llega a habitar en el plano
Espiritual (del cumplimiento cabal de los preceptos).
No es hijo, sino padre.
Un padre que ha trabajado, y lo continúa haciendo cada día de su vida, para
no ser aprisionado en alguno de los otro cuatro planos de su existencia.
Es un padre que educa con paciente esmero a los cuatro hijos que lleva
dentro.
Es el padre que responde, y se responde.
Es el padre libre y que libera.
(Un ejemplo muy simple y cotidiano:
Moishe es una persona que ha madurado con tal calidad que ha llegado a ser
morador del plano Espiritual. Pero Moishe vive en Este Mundo, con sus
conflictos, anhelos, tentaciones, desencantos, etc. Un día, en un agasajo de
ciertos conocidos, le presentan a Moishe un plato de comida no kosher.
¿Qué es lo que puede ser que acontezca en una fracción de segundo dentro de
Moishe?
Su plano corporal lo pincha: ‘Tengo hambre y no puedo esperar más, ¡come
ya!’.
Su plano afectivo le implora: ‘¿Qué pensará de ti esta gente que le rechazas
su gentil ofrecimiento de comida? Come ahora para no avergonzarlos y
avergonzarte.’
Su plano desiderativo le exige: ‘¡No me vengas con tus tonteras de judío!
¿Qué te va a hacer un platito de esto? ¡Come ahora que la vida es corta!’.
Su plano intelectual razona: ‘Ciertamente yo sé que no debo, pero es un
mandamiento tan antiguo… quizás no tiene ya fundamentos en la actualidad.
Los estudios de los médicos señalan que… blablablablablablablabla… por
lo tanto, estaría en condiciones de comer de este plato y después en todo
caso me arrepiento y blablablabla…’.
Pero, el padre, plano Espiritual recuerda: ‘El Eterno me ha ordenado que no
lo coma, y eso es lo que debo hacer’)
.

Todos llevamos dentro nuestro estos cinco
planos, y todos tenemos la capacidad de ser hijos o padre. Es cuestión de
querer liberarse y trabajar por ser libre.
Las herramientas nos han sido dadas, así como la fuerza para lograrlo.

Nunca es tarde para comenzar a ser libre…
¿por qué no prueba con

Cabalaterapia online
?
Con la Cabalaterapia se procura educar a nuestros hijos internos, para dar
dicha y tranquilidad a nuestra vida, y especialmente un sentido por el cual
vivir realmente con fidelidad a la Verdad.


Moré Yehuda Ribco

http://serjudio.com/shemot/bo64.htm

Aviso para México D.F. y alrededores

En días recientes, platicando con una persona que asiste a las sesiones de la filial Fulvida México, puedo ver que como cuando yo asistía, en las sesiones se imparte un excelente material, que te puede ser de gran ayuda en tu proceso de crecimiento personal, sin duda que la calidad no ha bajado en las sesiones que imparte mi querido amigo y compañero Ing. Ramón Ruiz.

Cuando hace aproximadamente un año se dio el primer encuentro entre Noajidas de México, los que asistíamos éramos pocos, pero ahora parece ser que el grupo ha crecido y va para arriba, sin duda que las sesiones tienen un excelente nivel, y la enseñanza es óptima para los tiempos en que vivimos.

Un grupo que crecerá bastante, y que se perfila para ser de los mas grandes de Latinoamérica, es una gran oportunidad de asistir a un lugar donde se enseñe buen material e impartido por una persona con experiencia y mucha capacidad como lo es el Ing. Ramón Ruiz.

Amigos del D.F. y alrededores, aprovechen la oportunidad de integrarse en un grupo donde se imparte excelente material que les ayudara a refinar y reencaminar sus acciones, es un material que les ayudara en su crecimiento personal, que será de bendición para ustedes y para los que los rodean, créanme el material que se imparte es de muy buen nivel.

Asistan amigos de México D.F. y alrededores, no se van a arrepentir, las personas que hoy en día asisten a las sesiones de la filial fulvida México lo pueden constatar.

¡Les deseo una excelente tarde y hasta la próxima!

 

Los retos de la vida

En la vida, nos topamos con un sinfín de retos que nos hacen ser mejores, o nos hacen dejar de lado nuestras aspiraciones, anhelos y sueños, sin duda que los retos de la vida, están diseñados para fortalecer y refinar al individuo, sin ánimos de racismo nos clasificaremos en 2 grupos de personas para podernos ubicar en alguno de ellos y saber como cada uno de nosotros afronta los retos de la vida.

Cada reto de la vida, te enseña algo y te fortalece alguna característica personal, ya sea para bien o para algo no tan bueno, existen retos que te mejoran como nunca o te dejan sin ánimos de seguir adelante, pero esto depende de cómo tomes ese reto y lo resuelvas.

En ocasiones los retos de la vida, pueden hacerte renegar hasta los límites y en ocasiones te hacen mejorarte como nunca antes, depende de la forma en que te comportes al encarar la situación.

Hay personas que con cada reto y reto de la vida, se desgastan cada día mas renegando de su vida y lo que les toco vivir, y hay otras que con cada reto que se les presenta ven una oportunidad de mejorarse de crecer de refinarse y de eliminar todo aquello que les impide ser del grupo de personas que están siempre en mejoramiento continuo.

Evidente que en alguna ocasión frente a esos retos y obstáculos, aun cuando seamos de los que ven solo oportunidades de mejorarse crecer y refinarse en cada reto de la vida, alguna vez tropezaremos y caeremos, no obstante si cuando tropiezas y caes, te levantas con un animo renovado y con un espíritu fortalecido, serás no solo de aquellos que se mejoran continuamente, sino que serás de aquellos que convierten sus errores en peldaños para subir cada día mas alto.

Te deseo éxitos en todos los retos de la vida, te invito de los que seas de aquellos que ascienden en su escalera personal, y que la Luz del Eterno ilumine tu camino.

¡Hasta pronto!

Mi presentación

Hola amigos «Hijos de Noé»:

Este escrito tiene la finalidad de presentarme ante  ustedes, pues soy nuevo en el noajismo y quiero pertenecer a Fulvida para fortalecer y desarrollar mi identidad Noájica, es decir, deseo fortalecer mi amor a Hashem y a sus 7 mandamientos.

¿ Quién soy?. Mi nombre es Franklin Galindo, 44 años, venezolano, casado con Yasmin Andrina y  con una hija de 11 años ( Lenis Alfonsina). Mi profesión: Licenciado en filosofía, Maestría en Matemáticas y actualmente realizo un doctorado en Matemáticas.  Trabajo en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela como Instructor de Lógica.

Mi esposa y yo venimos de hogares  católicos no prácticantes. Y hasta hace poco; ella, mi hija y yo, nos sentíamos católicos,aunque no prácticabamos dicha religión. 

¿ Cómo llegué al noajismo?. No tengo una respuesta precisa para tal interrogante.  Quizás fué buscando un vínculo mayor con la Teoría de Conjuntos(mi especialidad como profesional), pues es conocido que su creador (G. Cantor) y varios de los máximos contribuidores con dicha disciplina han sido y son de origen Judío. Creo que por esta razón me interesé en leer sobre Judaísmo y encontré(entre otras) la páginas web «serjudío» y «fulvida» donde me enteré de la existencia de tal modo de ser y  me identifiqué con el mismo  completamente. El noajismo me da  mucha paz espirutual  y  me ha ayudado a ordenar mi alma y por lo tanto todo mi ser.

Mi esposa e hija también se han identificado plenamente con el noajismo, y ahora somos una familia noájica. Esto obviamente es muy importante para mí pues así podemos ayudarnos para crecer juntos en todos los planos de la personalidad.

Creo que esta es una síntesis de mi retorno al Eterno, y el de mi familia.

Es para mi un placer y un honor compartir con ustedes en esta página y agradezco a Yehuda Ribco por la  creación de la misma. También agradezco a  todos los que contribuyen con su mantenimiento. 

Un abrazo,

Franklin Galindo

Por fin fuera del pozo ¿hacia donde ir?

Vengan y escribamos un canto

inspirados edificadores de Shalom

y que sea grande nuestro acato

al construir nuestra porción

 

Las gotitas hacienden, revolotean, pues el aire las mueve, las corrientes las agitan, saben muchas de ellas no llegarán a formar nubes, para eso hacen falta puntos de condensación y para condesarse necesitan ceder parte de su energía al medio…

 

-¿Qué le pasa compañero? lo noto raro (me decía mi compañero y gran amigo Felipe Pacheco Vázquez, mientras esperaba el autobús, pues, a mis invitados los acompaño a tomarlo, al irse de la casa de mis padres).

-¿ya te diste cuenta? (le dije),

-sí, contesto

¿Qué, ya no va a ser cristiano?

No, creo que ahora, boy a ser judío…

 

Me dedique a entrar a páginas de comunidades judías, a leer libros de historia sobre el pueblo judío y la inquisición española en las bibliotecas públicas, con lo que mi extraña admiración, se convirtió en un profundo aprecio, admiración y cariño al pueblo del Eterno. En mi búsqueda por Internet halle un pagina de una gran comunidad en México, cuyo lema es “Y llamaras a tus hijos constructores”, en ella ofrecían un directorio de correos electrónicos, de todo el personal de dicha institución. ¿A quien le escribo?  Algunos cargos ni me imaginaba que eran. Pues decidí escribirle al rabino y a una oficina (que ya no recuerdo con exactitud su nombre) que estaba encausada a trabajar con los judíos asimilados, que deseaban reintegrarse a la comunidad (o eso interprete).

 

Supongo que no fui muy cuidadoso con mis palabras, estaba yo exaltado y ansioso por convertirme al judaísmo. No hubo respuesta, pero no los culpe (mi admiración y las lecturas de las vicisitudes que han sufrido en México me permitieron comprender algunos motivos a sí como que tal vez le había ofendido mí carta), aunque me sentí muy triste.

 

De pronto, navegando en la red, me encontré con la pagina del Moré, serjudio.com, comencé a leer, primero los artículos referentes a Ieshu y su mito,  me confirmaban y mostraban cosas insospechadas para mí, poco a poco comencé a leer sobre las 7 leyes y el Bney Noaj, intelectivamente lo asimile, pero, pensaba que ser noají era como ser de segunda. Suponía, seré noajida como calentamiento, pero en cuanto pueda (madure) me convertiré al judaísmo.

 

Debo mencionar la diferencia, cuando le escribí por segunda vez, ansioso de recibir ordenes (pues a eso estaba acostumbrado por medio de los pseudos-líderes “espirituales”). me sorprendió que el Moré me dijera: “le recomiendo que continúe trabajando por crecer espiritualmente, y que cuando encuentre una dificultad, vea el problema como un trampolín para avanzar y no como una ocasión para caer.”  Me quedé extrañado y eh de aceptar, no les di la importancia requerida, era muy inmaduro quería que todo se me dijese, no estaba dispuesto a pensar, a hacerme responsable de mis actos, pues estaba acostumbrado a obedecer y ser manipulado.

 

A sí que mis deseos de convertirme al judaísmo, eran más fuertes, que el cumplir con lo que el Eterno amorosamente me había regalado. Pero precisamente, el proceso de maduración en el cual estoy, me ah reafirmado, a contribuir con la construcción de Shalom, desde este lugar, en el que el Eterno benevolentemente me ah  otorgado, No es un trabajo de segunda, es un trabajo de primera, pues El Eterno Bendito sea El, No hace cosas de segunda, Todo lo hace bueno, y con el potencial suficiente, para que construyamos un mundo mejor.

 

Hoy puedo Agradecer al Eterno, por haberme dado la oportunidad de haber nacido en este tiempo, con las circunstancias, que me acontecieron, de no ser así, hubiese sido difícil que hoy, estuviese con ustedes, buscando y aprendiendo como Construir Shalom.

 

Las gotas de agua están polarizadas (el Oxigeno atrae las cargas eléctricas(-) y los hidrógenos quedan ionizados(+)) permitiendo que el polen y polvo suspendidos en el ambiente que ah adquirido carga gracias a la fricción con el viento) aunado a las frías temperaturas de las capas superiores de la atmósfera, condensen el vapor de agua, formando nubes cargadas de agua, que están formadas por gotas que al seguir pegándose, unas de otras, se hacen tan pesadas que comienzan a caer por la acción gravitatoria, al caer van limpiando el ambiente y refrescándolo, así como refrescan al suelo. Sí la lluvia es tan fuerte, puede caer como tromba, arrastrar la tapa del pozo, y llenar de tierra y piedras el pozo para que jamás vuelva a estancar agua en su interior entonces, yano habrá más Pozo de los vaticinios.

 

¿Qué estaremos dispuestos ah hacer?

CRECIENDO…

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego. También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, crece!
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡¡más de 30metros!!
¿Tardó sólo seis semanas crecer?. No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no «ver» el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…
Perdemos la confianza cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…
¿Para qué?
Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
quizá solo estés echando raíces….