Para comprender el Noajismo debemos remontarnos a los orígenes de la Creación, cuando toda la raza humana fue creada sin distinción alguna (no habían religiones, ni cristianos, judíos, musulmanes, budistas, etc.) Imagínate las primeras generaciones de personas, todos en común con un mismo conocimiento de un solo DIOS conocido, creador del Universo, UNO y ÚNICO, al único al que se le rendía culto y adoración. Pero pasado el tiempo, la humanidad se fue desviando poco a poco y éste fue su error: comenzaron a exaltar y a divinizar los cuerpos celestes, obras que eran creación del único DIOS SUPREMO y se hicieron ídolos y toda clase de dioses para ellos y los adoraron, y así paulatinamente, hasta que se olvidaron que existía un ETERNO y UNICO DIOS que había creado todo cuanto hay en los cielos y en la tierra.
Luego ¿Qué pasó? Como de muchos de nosotros es conocido, el relato del Libro del Génesis cap 6 tuvo lugar. Los capítulos que vienen nos narran en detalle el Diluvio que El Eterno trajo al mundo a manera de juicio sobre la humanidad por haberse apartado de ÉL. Pero siempre hay alguien fiel al EL ETERNO y UNICO DIOS, alguien que no había olvidado lo que desde un principio la humanidad conoció: que se debía adorar y seguir al CREADOR de todas las cosas existentes, porque ¿qué dice el Libro de Génesis cap6 versos 8 y 9? Dice que Noaj (Noé) halló gracia en los ojos de EL ETERNO pues había sido varón justo y perfecto entre los de sus generaciones, y fue por medio de este Noaj que DIOS estableció su pacto nuevamente con la humanidad, (Libro del Génesis 9: 1-17)
En este momento todo vuelve a ser como al principio, y los hombres se multiplicaron nuevamente sobre la tierra, por medio de los hijos de Noaj: Shem, Jam y Iafet, “todos con un mismo idioma y un mismo propósito”, con un mismo DIOS, ETERNO, UNO y ÚNICO, y un mismo conocimiento universal de cómo se debe adorar y servirle. TODOS sin excepción alguna conocían el camino que Dios había trazado desde el principio de la creación para que camináramos ante ÉL y fuéramos íntegros. Si no ¿cómo Hevel (Abel), Janoj (Enoc), Noaj (Noé) y muchos otros supieron hacer lo recto delante de ÉL y hallar gracia? Esto nos deja evidente que existía una “instrucción” la cual seguir, un código de conducta por el cual la humanidad se debía de regir para hacer lo agradable ante los ojos de nuestro CREADOR. Y bajo este código de conducta (al cual los noájidas llamamos los 7 preceptos universales) es que la humanidad se conducía en un principio.
¿Y qué pasó con este código de conducta? ¿Por qué no lo conocemos? Pues porque la historia se repitió, nuestros antepasados TODOS se desviaron nuevamente, se olvidaron de su CREADOR y su “instrucción” para hacer lo recto delante de ÉL.
Por otro lado, a un descendiente de Shem (antepasado de los hebreos), hijo de Noaj, a Abraham, a él le fue anunciado un Pacto, un pacto que EL ETERNO haría con su descendencia (Libro del Génesis 12:1-3) Entonces, aquí DIOS tomó una sección de la raza humana y lo convirtió en una entidad diferente, ni mejor ni peor, sino que diferente, en este momento es que se da la distinción entre un pueblo ESCOGIDO POR DIOS y el resto de los pueblos (el resto de la humanidad). Este pueblo escogido entonces es lo que llega a nuestros días como el pueblo de Israel (los Judíos), un pueblo con una misión en particular, como lo expresa el Libro del Éxodo cap19:5-6 e Isaías cap 42:5-8
Entonces ¿que pasó con el resto de los pueblos? ¿Sabían o no sabían como conducirse en la vida de acuerdo a lo estipulado por EL ETERNO y practicar la justicia y la bondad? Claro que sabían, pero, ¿dónde quedó el registro de la voluntad de DIOS hacia los gentiles? No lo sabemos, se perdió porque nuestros antepasados se desviaron como la primera vez, cada quien buscó su manera propia de servir a su CREADOR, por supuesto totalmente errada, y no hubo un retorno a nuestras raíces. Lo único que sabemos de ello ahora, es por medio de la Torah (Jumash o Pentateuco, a saber, Libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) de los Judíos.
De esta manera, el Noajismo es el camino del gentil justo, el retorno a las raíces de la identidad de los gentiles (todos aquellos que no somos Judíos)
La invitación es cordialmente hecha, para que el que quiera conocer acerca de su identidad Noájida pueda conocer y profundizar más haciendo click en los links proporcionados en este sitio.
Así estimado amigo, el despertar noájico ha llegado tal como fuera anunciado en Jeremías cap 16: 19-21:
“Oh Eterno, fuerza mía y fortaleza mía, mi refugio en el tiempo de la aflicción: A ti vendrán las naciones desde los extremos de la tierra y dirán: ‘Ciertamente nuestros padres heredaron mentira, insignificancia en la que no hay provecho.
¿Ha de hacer el hombre dioses para sí?
¡Pero esos no son dioses!’
Por tanto, he aquí Yo es hago conocer; esta vez sí, les haré conocer Mi poder y Mi fortaleza.
Y sabrán que Mi Nombre es el Eterno.’”
(Compilado por Nathanael Reyes)