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La utilidad de Jesús

Esto está consignado en un código de ley espiritual:

«Jesús que se creía el Mashiaj… fue un gran tropiezo. Porque todos los profetas anunciaron que el Mashiaj sería el redentor de Israel y su liberador, y los traería de las Dispersión, y los fortalecería en el cumplimiento de las mitzvot; pero, éste (Jesús) fue causal de matanzas de judíos, y que se perdieran y que fueran vejados, y tergiversó las palabras de la Torá, e hizo incurrir a muchedumbres en la idolatría apartándolas del verdadero servicio de Dios.

Sin embargo, los pensamientos del Creador, no entran dentro de nuestro capacidad mental, porque Él no actúa ni piensa como nosotros.
Y todos los hechos de Ieshu Notzrí y del Ishmaelí (Muhamad / Mahoma) que vino luego; no son sino trabajo preparatorio para la llegada del Mashiaj, y ejercicios para que el mundo entero pueda servir al Dios Único en conjunto…
¿Cómo?
Pues, ya el mundo entero sabe de la existencia del concepto del Mashiaj, y de la Torá y de las mitzvot, y ya es conocido todo esto en las tierras lejanas y en las culturas diferentes, y ellos se hacen conocedores de todas estas temáticas, pero, aducen que las mitzvot fueron útiles en el pasado, pero que no tienen ni vigencia ni actualidad. Otros quieren ver el aspecto místico de las mismas, y no su uso habitual.
Cuando el Mashiaj venga, confirmará la vigencia de la Torá y los preceptos para Israel y los mandamientos que son destinados para las naciones del mundo.
Cuando de verdad llegue el Mashiaj, y sea reconocido y claro para todos su lugar y su realidad, descubrirán las masas gentiles que mentira recibieron como herencia de sus ancestros, y que sus apóstoles y profetas y líderes los llevaron por caminos erróneos.»
(Mishné Torá, Hiljot Melajim 11:9-12, versión no censurada por la Iglesia)

El Pacto Noajico y el Pacto Judío

ArcoIrisFuego


Que es un Judío y un Noajida?

«Judío» deriva de Judá (Iehuda), hijo de Israel (Iaacov o Jacob), la más importante de las doce tribus. El nombre de «judío» se extendió a todo el pueblo cuando el Reino de Judea sobrevivió a la destrucción del Reino Septentrional de Israel en el año 722 antes de la Era Común, cuando las diez tribus fueron conducidas al cautiverio. En la actualidad, el pueblo se denomina judío, su religión judaísmo, su lenguaje hebreo y su tierra Israel. (Torá.org).

El pueblo judío es una familia gentil que fue seleccionada y apartada por El Eterno para que sean su pueblo especial, tal como esta escrito: «Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y una nación sagrada…Éxodo 19:6». Su historia comienza desde Abraham el primer hebreo (Vease Génesis 12). Con Abraham El Eterno establece un pacto, tal como esta escrito: «En ese día Hashem estableció un pacto con Abram…Gen.15:17»; «Dijo Elokim a Abraham: «y tú deberás preservar Mi pacto, tú y tu posteridad en todas las generaciones… Gen.17:9». El pacto se reafirma con Itzjak (Isaac) y no con Ishmael (Ismael)  tal como esta escrito: «Pero Mi pacto lo sostendré con Itzjak…Gen 17:21», luego con Iaacov y no con Esav (Esaú), tal como esta escrito: «Y resulta que Hashem estaba junto a él, y dijo: «Yo soy Hashem, Elokim de Abraham tu ancestro; y Elokim de Itzjak;…Mira, Yo estoy contigo y te protegeré donde quieras que vayas, y te hare retornar a esta tierra pues no te dejaré hasta haber cumplido todo lo que he prometido para ti»…Gen. 28:13 y 15», o sea, Iaacov y no Esav es el beneficiario de las bendiciones que le dio Hashem  a la descendencia de Abraham.

La familia de Iaacov mucho mas adelante desciende a Egipto (Vease Gen. 45), luego los descendientes de la Familia de Iaacov son esclavizados (Vease Gen. 15). El Eterno saca al Pueblo de Israel (Iaacov) del cautiverio y en el desierto Él mismo les entrega la Torá (deriva del término horaá, «Enseñanza» o «Ley»). El Eterno extrajo para Sí esa familia, le otorgo leyes e hizo un Pacto con el pueblo, para todas las generaciones.

Quien es judío? Judío es aquel que haya nacido de madre judía. Por ej.:» Si una judía esta con un gentil, el fruto es judío. Si una gentil esta con un judío, el fruto es gentil.» (Mezclarse es una prohibición para el pueblo de Israel y nosotros como individuos justos de las naciones debemos respetar el mandato de D-os) o aquel que se haya convertido legalmente.

El judío tiene un pacto con El Eterno, solamente aquel que es judío debe seguir dicho pacto. Pues la Torá no dice que nosotros los gentiles debemos seguir el Pacto. ¿Porqué? porque ya existía un pacto anterior al del pacto judío, conocido como el Pacto Noajico. Un pacto que D-os tiene con las Naciones.

Un recien llegado puede preguntar…»¿un pacto con El Eterno, de que estamos hablando?:

Asi es, un Pacto, no hablamos de una nueva religión, de una nueva secta, de nada loco que pienses, esos términos no son aplicables como denominación. Tenemos un pacto con El Eterno, tal como esta escrito: » D-os les habló a Noaj y a sus hijos con él, diciendo: «Miren, Yo establezco Mi pacto con ustedes, y con sus descendientes,( o sea, toda la humanidad)…Génesis 9: 8 y sigs.»… y a continuación se declara: » Dijo D-os: Esta es la señal del pacto que hago entre ustedes y Yo… he establecido Mi arco (el arco iris, compuesto de siete colores) en las nubes; será la señal del pacto entre la tierra y Yo… Génesis 9:12 y 13.»

Que es un Noajida?

«Noajida» deriva del nombre Noaj (Noé) nuestro ancestro, el segundo padre de toda la humanidad, Tal como esta escrito: «Salió Noaj (del arca), y con él sus hijos, su esposa y las esposas de sus hijos… Génesis 8:18.», es decir que después del diluvio el mundo se repoblo atraves de esta familia.. Todas las personas que no sean judías son Noajidas, pero el término se utiliza exclusivamente para los que siguen el pacto Noajico, conocidos como los justos de las naciones.

Cuando comenzó el pacto Noajico?

Desde la creación de Adam, el primer hombre, a él le fuerón encomendadas Seis leyes:

1 – No maldecir a El Eterno.
2 – No cometer idolatría.
3 – No robar.
4 – No asesinar.
5 – No cometer adulterio.
6 – Establecer organismos legislativos y de justicia.

Luego del diluvio se le agregó a Noaj el mandamiento número siete:

7 – No comer partes de un animal con vida.

Pués antes de la epoca diluviana estaba prohibido comer carne, después El Eterno dio permiso de ingerirla con la condición de no maltratar a los animales, así esta escrito: «Toda criatura que se mueve y vive será para ustedes como alimento. Así como los vegetales (así como en un momento autoricé los vegetales), ahora les autorizo todo (o sea, ahora autoriza el consumo de carne animal, aves y pescados)…Génesis 9:3.»

Que gano cumpliendo el Pacto?

Quien lleve a la práctica y cumpla a cabalidad el Pacto que D-os estableció para los gentiles, llevando una vida acorde a la Voluntad de D-os y teniendo una conducta de etica y moral, ese individuo tiene un lugar en el Mundo Venidero.

Al cultivar en tu corazón el Amor y Temor a D-os te  darás cuenta que debes cumplir con los mandamientos, no por obtener recompensa o porque te sean lindos. Sino porque esa es la Voluntad de D-os. Por el solo hecho de que así nuestro Amo lo desea.

Pero para poder cultivar debes empezar por cosechar  y ahora querido lector conoces los Siete mandamientos universales, Tu identidad, Tu legado, Tu herencia y ese Pacto especial que El Eterno tiene con vos. No basta con «creer», se debe aplicar una cuota de esfuerzo para llevar a la práctica estos hermosos mandamientos que El Eterno ha ordenado. Tienes mucho para aprender, mucho por preguntar, una delicia por saborear , un maestro capacitado para enseñar y la página FULVIDA para que te enriquezcas con los mejores manjares exquisitos de la Vida.

Ah me olvidaba!!!…ganas una vida llena de sentido, llena de amor; llena de bondad; llena de alegría, no esperes más para disfrutar esta herencia que El Eterno quiere conpartir contigo.

Existen dos identidades, dos pactos, dos oportunidades y caminos paralelos que El Eterno creó para que te acerques tal como el desea que lo hagas…

De que lados estas?:

Los siete mandamientos para las naciones

Cuando Di-s salvó a Nóaj (Noé) y a su familia del Diluvio, Él les dio siete Mitzvot, Preceptos. Estas Mitzvot se mencionan como Las “Sheva (Siete) Mitzvot Bnei Nóaj”, o los Siete Mandamientos Noájicos.

Los Siete Mandamientos son:

1. No adorar a dioses falsos.
2. No blasfemar o maldecir a Di-s.
3. No asesinar.
4. No ser sexualmente inmorales.
5. No robar.
6. No comer un miembro extraído de un animal vivo.
7. Establecer tribunales de justicia y enjuiciar a los infractores.

Estos Mandamientos son bastante simples y claros, y la mayor parte de ellos son reconocidos como principios morales sanos. Cualquier no judío que sigue estas leyes porque el Todopoderoso las ordenó, tiene un lugar en el Mundo Venidero y es llamado un “Jasíd de las Naciones del Mundo” o un “Ben Nóaj” (Hijo de Noé).

Estas Mitzvot conciernen a todos los seres humanos, tanto judíos como no judíos, porque todos somos descendientes de Nóaj y su familia. Las 613 Mitzvot de la Torá, por otra parte, conciernen solamente a los descendientes de aquellos que aceptaron los Mandamientos en el Monte Sinaí y aquellos que han aceptado los Mandamientos voluntariamente (por la conversión).

Las Siete Leyes de Nóaj demuestran que las leyes y las reglas del Todopoderoso se aplican a todos los seres humanos y que Él nos ama a todos, judíos y no judíos. Estas leyes proporcionan la dirección que la humanidad ha que seguir, tanto los judíos como no judíos.

Según el Rambam (Maimónides, el Rabino Moisés Ben Maimón, el gran erudito judío del siglo XIII): “Toda persona entre las naciones que sigue los Siete Mandamientoos para servir a Di-s, pertenece a los Justos entre las naciones y tendrá su parte en el Mundo por Venir.”

¡Házlo como se debe!

El Talmud se refiere a un no judío como un Ben Nóaj, “un hijo de Nóaj” ya que todos los seres humanos son descendientes del Patriarca Bíblico Nóaj. Antes de que el pueblo judío naciera, la humanidad fue ordenada a cumplir ciertos Mandamientos – seis de la época de Adán y siete a partir de la época de Nóaj. Para los judíos, las 613 Mitzvot de la Torá reemplazaron a las Siete Mitzvot dadas a Nóaj. Para no judíos, sin embargo, estas Siete Mitzvot permanecen obligatorias. Es importante saber que Di-s juzgará a todos los no judíos sólo según cómo cumplieron aquellas leyes.

¿Ya que las Siete Mitzvot de Bnei Nóaj parecen ser la base de los valores éticos básicos, respetarlos no es suficiente para desear ser seres humanos buenos, éticos?

La intención subyacente es extremadamente importante porque si una persona se comporta según estos principios porque ellos apelan a su sentido de hacer el bien o el mal, o a su intelecto, o su sentido de la justicia, en lugar de que el Todopoderoso lo ordenó, entonces el no cumple los Preceptos correctamente y no es considerado un “Ben Nóaj”. El Rambam declara que un gentil debe aceptar estos Mitzvot expresamente porque ellos fueron revelados por Di-s mediante Moshé (Moisés) a los hijos de Israel en el Monte Sinaí.

En otras palabras, las Siete MitzvotBnei Nóaj no son sólo agradables y éticas “cosas para hacer”. Ellas son Leyes Divinas, Halajót. Y, como declara el Talmud: “Desde que el Sagrado Templo fue destruido, Di-s se complace solo con las leyes de la Halajá”. Para que estas Mitzvot sean contenedor Divino, deben ser observadas adecuadamente, lo que significa que deben ser observadas según la Halajá.

Tal como los judíos deben observar la Halajá cumpliendo sus 613 Preceptos, hay Halajót en la observación de las Siete MitzvotBnei Nóaj. Obviamente, los detalles de la Halajá están más allá del alcance de este artículo. Hay, sin embargo, muchos recursos para la exploración adicional en Internet.

El descubrimiento de Di-s en nuestro mundo

De las palabras de nuestros Sabios …

La Torá declara: “Y ellos acamparon en el desierto” (Éxodo 19:2).

Y comenta el Midrash: “La Torá fue dada en un lugar sin dueño, ya que si hubiera sida dada en la Tierra de Israel, las naciones del mundo dirían que ellos no tuvieron parte en ella. Por lo tanto, fue dada en el desierto y alguien que desea recibirla debería venir y recibirla” (Midrash Mejílta, 20).

Dice el Talmud: “Cada palabra que salio de la boca de Di-s fue dividida en setenta lenguas” (Tratado Shabát, 88b).

Explica el Midrash: “El Rabino Yojanan dijo, la voz del Señor fue divida en setenta voces para las setenta lenguas básicas, de modo que cada nación pudiera oír la voz en su propia lengua” (Midrash Raba sobre Éxodo 85:19).

El gran Sabio, el Meiri, agrega: “Si él [un no judío] aprende las Siete Mitzvot Bnei Nóaj con sus detalles y todo lo que puede ser extraído de ellas, entonces … es adecuado honrarlo como se debe honar a un Sumo Sacerdote (Kohén HaGadól).”

La contemplación conduce a la creencia

Toda la gente, tanto los judíos como los no judíos tiene sed de espiritualidad, de verdad. “Desde donde el sol sale hasta donde se pone, alabado es el Nombre del Señor” (Salmos, 113:3).

El Rabino Eliyahu Lupian plantea una pregunta: Cuando el Rey David escribió el libro de Tehilím (los Salmos), el mundo estaba lleno de ídolos y sólo la gente judía adoró al Todopoderoso. ¿Si el mundo estaba repleto de ídolos, entonces cómo fue el nombre de Di-s alabado “de la salida del sol hasta su puesta”?

El Rabino Lupian explica que el alma naturalmente anhela al Creador, como esta declarado “Mi alma está sedienta de Ti” (Salmos, 63:2). Aunque una persona pudiera intentar apagar la sed por medio de la adoración de ídolos, él seguirá ansiando la verdad. Si el persigue aquel deseo, encontrará finalmente al Creador, del mismo modo que nuestro Patriarca, Avraham (Abraham) encontró al verdadero Di-s.

¿Cómo descubrió Avraham al verdadero Di-s? “Comenzó a pensar día y noche, estaba asombrado como era posible para una constelación en el cielo moverse sin nadie conduciéndola. ¿Quién podría moverla, porque le es imposible moverse sola? Avraham no tenía ningún maestro, o alguien que pudiera informarle, vivía en Ur Kasdím, una ciudad de idólatras. Sus padres y toda la gente a su alrededor adoraban ídolos, y el también los adoró junto a ellos. Pero se sentía tan inquieto, que su poder de razonar lo condujo al verdadero entendimiento de que existe un solo Di-s que mueve las constelaciones, Quién creó todo, y que no hay ningún otro Di-s fuera de Él” (Rambam, Leyes de la idolatría).

El Rabino Yeshaaya Karelitz, conocido como el Jazon Ish, explica porque la contemplación de la creación conduce a la creencia en Di-s:

“El atributo de fe es una fina y delicada calidad del alma. Si una persona tiene el sentimiento de poseer un alma y tiene un ambiente tranquilo, cuando contempla las alturas de los cielos y las profundidades de la tierra, no puede dejar de estar asombrado, ya que el mundo le parecerá como un enigma insoluble. Este misterio le enreda la mente y el corazón, hasta tal punto que no puede pensar en nada más, se siente débil y sin aliento en su apasionamiento para encontrar una solución. El pasaría voluntariamente por fuego y agua para alcanzar la respuesta, porque ¿qué es la vida para él sin saber cual es su finalidad?” (Creencia y Confianza, ensayo I).

El Rabino Eljanán Wasserman explica: “Las maravillas de la Creación demandan del ser inteligente llegar a la conclusión que ellos fueron creados por una Divinidad. Por consiguiente, cada hombre será juzgado si no hace lo que es esperado de él por causa de esta inteligencia innata” (Kovetz Maamarim).

Para un judío, esta conclusión “cada hombre será juzgado si no hace lo que es esperado de él por causa de esta inteligencia innata” obliga a la observancia de la Torá; para un no judío, esta conclusión obliga a la observancia de las Siete Mitzvot Bnei Nóaj.

¿Cómo puedo observar las Siete Mitzvot?

Vamos a estudiar las Siete Mitzvot y lo que ellas implican.

1. No adorar a dioses falsos

La esencia de las Siete Leyes de Nóaj es la prohibición de la adoración de ídolos o idolatría. tenemos prohibidos servir o adorar toda cosa creada – ningún ser humano, ningún ángel, ninguna planta, ninguna estrella, ni los cuatro elementos fundamentales (tierra, agua, fuego y aire), ni algo derivado de ellos. Para observar correctamente la prohibición de la adoración de ídolos, debemos ser conscientes de la unidad de Di-s.

¿Qué implica esto?

1. Está prohibido pensar que hay otra deidad además de Di-s.
2. Está prohibido poseer un ídolo, hacer un ídolo, o hacer que alguien nos haga uno.
3. Está prohibido adorar un ídolo.
4. Está prohibido doblegarnos ante un ídolo, hacer un sacrificio ante él, aún cuando esta no sea la manera acostumbrada de la adoración de un ídolo.
5. Está prohibido dirigirnos a la idolatría, no en palabra, pensamiento, hecho o por medio de cualquier observancia que podría atraernos a su adoración.

2. No blasfemar o maldecir a Di-s

Maldecir al Creador – o utilizar Su Nombre para maldecir una de Sus creaciones – es una expresión de fe incompleta en Di-s (o una creencia incompleta en Su Unidad Absoluta). Es la única prohibición que implica al habla más que a la acción y que prueba la importancia de este atributo humano único.

3. No asesinar
Está prohibido cometer un homicidio. Di-s nos encargó proteger y salvaguardar la vida humana, la nuestra como la de otras personas. A excepción de casos de legítima autodefensa y acciones que son cometidas durante las guerras, la pena para el homicidio es la pena capital, y como está escrito: “Todo aquel que derrame sangre del hombre, por el hombre se derramará su sangre; pues en la imagen de Di-s Él creó al hombre” (Génesis 9:6).

Está también prohibido hacer daño a otra persona, incluso a un feto. Es por esto que el aborto está prohibido. A propósito del versículo que acabamos de citar, el Talmud nos enseña que esto concierne también “a aquel que derrame sangre del hombre dentro un hombre. ” (Tratado Sanhedrín, 57b).

Está prohibido acortar la vida de una persona enferma o herida. “Y de la mano del hombre que golpea a su hermano, demandaré cuenta de cada vida humana” (Génesis 9:5). Esto quiere decir que aunque sentimos muchísima compasión para una persona que sufre, como si fuera nuestro propio hermano, está prohibido acortarle su vida. En otras palabras, la eutanasia y el “homicidio por misericordia” están prohibidos.

Di-s nos encargo proteger la vida humana, incluso la nuestra y como está escrito: “Ciertamente la sangre de vuestras vidas demandaré” (Génesis 9:5). Por consiguiente, el suicidio está prohibido.

La masturbación masculina (difundir su semilla en vano) también está prohibida porque es considerada como un acto de asesinato, como se lo ve en la historia de Er y Onan que debían cumplir las Siete Mitzvot de Bnei Nóaj. La masturbación está castigada por la Mano Divina.

4. No ser sexualmente inmorales

Una conducta sexual inmoral está prohibida; Di-s ha dado órdenes a la humanidad acerca del apropiado comportamiento sexual y relaciones. En toda la Creación, no existe ninguna ley que permita a cualquier individuo de infringir las leyes sexuales debido a su “propia verdadera naturaleza”. El Rabino Yirmiyahu Bindman, el autor de la obra (en inglés) “Los Siete Colores del Arco” explica, que no existe tal cosa como “un adúltero” o “un homosexual”, como que no puede existir tal cosa como “un ladrón”. Si un hombre realmente desea respetar las leyes de Di-s, sería capaz de resistir la tentación de hacer una acción que es mala según el Creador.

¿Qué significa esto?

1. Un hombre no debe tener una relación con su madre.
2. Un hombre no debe tener una relación con su hermana.
3. Un hombre no debe tener una relación con la mujer de su padre (aunque no es su madre biológica).
4. Un hombre no debe tener una relación con la esposa de otro hombre.
5. Un hombre no debe copular con un animal.
6. Un hombre no debe tener una relación carnal con otro hombre.
7. Debemos abstenernos de un acto que nos conduciría a tener una relación prohibida.

El lesbianismo, la homosexualidad femenina, es también considerado como una “abominación”.

Aunque los no judíos no están ordenados a no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, son alentados a evitarlas. Mediante al matrimonio, cultivamos los elementos más finos en nuestro comportamiento sexual, y el desarrollo de un matrimonio fuerte y cariñoso. No sólo realzamos nuestras propias vidas, sino que proveemos a nuestras futuras generaciones de los fundamentos necesarios para tener vida con una base espiritual, es decir, con una conexión a Di-s.

5. No robar

Está prohibido robar dinero así como cualquier otra cosa (si es animado, violar o seducir a una mujer, u objetos inanimados, hasta robar el tiempo de un empleador, o causar una pérdida física o psicológica), o secuestrar a una persona. La prohibición de robo puede ser, de hecho, la más difícil de obedecer de todas las Siete Mitzvot Bnei Noaj ya que la oportunidad de robar se nos presenta casi constantemente.

¿Qué significa esto?

1. No se nos permite robar.
2. No se nos permite engañar.
3. No se nos permite negar deuda de dinero que debemos.
4. No se nos permite sobrecargar
5. No se nos permite secuestrar.
6. No se nos permite usar o hasta poseer instrumentos falsos de medidas.
7. Si hemos robado, debemos devolver o pagar el objeto robado.

6. No comer un miembro extraído de un animal vivo

Esta prohibición no tiene nada que ver con la salud física o la higiene. Esto tiene que ver con la constitución espiritual, porque la comida de carne viva es la raíz de la crueldad y egoísmo. Comer hasta una cantidad diminuta de carne viva (carne tomada de un animal vivo), cocinada o cruda, viola la prohibición. La intención de esta prohibición no es promover prácticas vegetarianas. Antes del Diluvio, la carne de cualquier clase estuvo prohibida como alimento. Después del Diluvio, Di-s le dijo a Nóaj que la carne sería autorizada solamente manteniendo esta condición en la preparación. Las interdicciones alimenticias que se encuentran en la Torá poseen un profundo y místico significado y la prohibición de comer carne viva es explícita, como esta escrita en el libro de Génesis (9:3-4): “Todo ser que se mueve, que vive, será alimento para vosotros; como las verdes hierbas, os he entregado todo. Pero de la carne, con su alma, su sangre, no comeréis..”

¿Qué está implicado en esta prohibición?

1. No se nos permite comer un miembro que fue cortado de un animal vivo, bestia, pescado o ave.
2. No se nos permite comer la carne de cualquier animal que fue dañado por una bestia salvaje, el cual adoptó parte a la prohibición de comer un animal que ha sido despedazado mientras vivía.

7. Establecer tribunales de justicia y enjuiciar a los infractores.

Cuando Di-s creó al hombre, le confió el establecimiento de Tribunales de Justicia, con el fin de preservar las siete leyes de Nóaj. El mundo no puede ser abandonado a la anarquía. Un sistema organizado de leyes y de tribunales es indispensable para que todo el mundo pueda ser juzgado de modo equitativo y que nadie pueda tomar la ley con sus propias manos.

Nuestros Sabios declararon: “Alguien que juzga sinceramente es como si se hubiera hecho compañero con Di-s en la Creación del mundo.”

Aspiraciones

Aunque honrar a nuestros padres no forma parte de las Siete Mitzvot Bnei Nóaj, cuando un no judío honra a sus padres, es recompensado por hacer del mundo un mejor lugar. Jam – uno de tres hijos de Nóaj – fue castigado duramente para degradar a su padre (Génesis 9:22). A la inversa, cuando un Ben Nóaj honra a sus padres, es recompensado por el Cielo.

De la misma manera, Lot fue elogiado por haber arriesgado su vida recibiendo visitas en la ciudad de Sodom, la ciudad que había proscrito toda hospitalidad (Génesis 19:1-10). Por otra parte, el Midrash cuenta que Abraham visitó a su hijo, Ishmaél, para comprobar si era hospitalario con sus invitados. Cuando la esposa de Ishmaél no lo acogió con toda el alma, Avraham le aconsejó a Ishmael divorciarse de ella.

La responsabilidad de Bnei Nóaj consiste en poseer buenos rasgos de carácter y en esforzarse por acercarse al Todopoderoso mediante la plegaria y aportando ofrecimientos al Beit HaMikdash (el antiguo Santo Templo de Jerusalén); que sea reconstruido rápidamente y en nuestros días, como está declarado:

“También a ellos los traeré a Mi montaña sagrada, y los haré alegres en Mi Casa de oraciones. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre Mi altar, porque Mi Casa será llamada la Casa de oraciones para todos los pueblos” (Isaías 56:7).

Fuente: www.breslev.co.il

Resp. 425 – ¿Un musulmán también tiene que ser noájida?

claudio nos consulta:

Shalom More
Me surgió la inquietud ya que los musulmanes dicen creer en la unicidad de Dios al igual que los judios. ¿Por lo tanto, ellos pueden practicar su religión o deben practicar los 7 preceptos?
Muchas gracias. Shalom
Claudio Paggi, 50 años, docente, Córdoba, Argentina.

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¿Puedo ser algo más que humano?

Cuán irracionales encontramos algunos convencionalismos, algunos modos y costumbres que etiquetan a la persona nos resultan fuera de lugar; esta en crisis la identidad. Algunos se sienten o creen pertenecer a algo, piensan que son parte de un algo, un algo que a veces les es dificil explicar, o sea, no logran descubrir la raíz de su identidad.
Somos sin duda algo, pero no parte de. Nos hemos llamado Raza Humana, sin embargo decimos que hay muchas razas, y digo yo: el africano, como el asiático, el árabe como el europeo, el amerindio como el esquimal no estamos constituidos de los msimos elementos que conforman la tierra. Somos biológicamente animales de la tierra, sin más que eso. Todos.
Sin embargo hay en cada uno de nosotros una identidad especial, individual, indivisible, sin igual y cuyo desarrollo depende en gran medida de las capacidades y habilidades que vayamos adquiriendo de elementos socio-culturales que tomamos. 

Es el pensamiento lo único que nos hace diferentes, todo un universo interno, enlazado con el todo, pero autónomo, libre, en la medida que se conquiste aquello. Para convivir y trascender la convivencia ¿qué hay que tener? 

"Fides est substantia rerum sperandarum, argumentum non apparentium"
La fé es la sustancia de las cosas que esperamos, y la prueba de todo lo que no llega a los sentidos, dijo alguna vez uno de los tantos idolatras que poblaron, pueblan y esperemos que no sigan poblando nuestro mundo.

En cierta forma es esa una gran verdad, aunque a mi parecer no dicha de la manera más específica.
Nuestros ojos observan un espectro de 160º, casi un semicirculo; aunque no queramos esto es así; ellos perciben ese ángulo, la única manera de evitarlo es cerrando los ojos y aún así veremos el mismo ángulo dentro de nuestros párpados. A través de nuestras pupilas todo ese mar de información, de realidad, es absorbida, captada y almacenada. Pero qué vemos, ¿acaso vemos con detalle toda la realidad?; ¿no es cierto que nos enfocamos al ver en un objeto, y a veces gracias a la inercia en una idea, en un punto tan lejano que lo que esta en el presente, no es desconocido. Es un presente progresivo violento, queremos estar, ansiamos tanto estar, que no somos, que no nos dedicamos a ser, a estar en un reposo activo, de contemplación, de despeje, de atención, de sensibilización. Discriminamos; establecemos prioridades, colocamos una cosa por encima de las demás; nos apegamos a la tierra, y eso es bueno, pero no en exceso; no cuando pierdes la brújula de la dirección por ir en pos de una sóla cosa.
El sentido no se pierde, los que nos perdemos somos nosotros al no usar nuestros sentidos en la medida en que debemos. La pituitaria percibe cada olor que existe en el planeta y alcanza un importante radio de acción, es una glándula maravillosa a la que poco prestamos atención. Sólo los olores que vemos, los olores que escuchamos, sólo esos somos capaces de atender. Si no lo vemos, no lo conocemos; las cosas son, pero si no las conozco no existen.
Definitivamente es una realidad la necesidad de fe; precisamente por la flojera de descubrir sin discriminar; de vivir sin pre-juzgar, de sentir sin temor la realidad más sublime, lo más notorio y lo mas oculto, lo que esta a la vista; hacernos de una certeza cierta por nuestros sentidos.

Nuestro deseo de pertenecer a algo, de vernos separados del resto, de auto-discriminarnos, de auto-excluirnos, de fragmentarnos, separandonos del todo, creo que se debe a esas ansias egoístas de sumergirnos en nuestros Yoes, meticulosamente creados, moldeados, muy bien pintados que asemejan una autenticidad increíble.
Esto nos impide alcanzar el propósito, llegar al centro, conocernos y por lógica conocer al de al lado. Pareciéramos seres que intentan llegar al norte viajando al este; Y me pregunto: ¿no crees que si sigues la misma dirección hacia el este llegarás solamente al este y nunca alcanzarás el norte? y me respondo casi enseguida: Puesto que quiero ir al norte debo guiarme por algo; ¿hay algún instrumento que nos guíe mejor que nuestros sentidos? ¿acaso alguna vez han engañado a alguien? ¿no son los mejores sensores de la realidad?; ¿quién es el artífice de estos instrumentos? Sin duda alguna es D’, el Creador. Tan sólo si redujéramos el ego, las pasiones, si quitáramos de encima de lo esencial lo aprendido, si refináramos el instinto, si suprimimos lo que nos pesa, la carga ligera y el sentido presto a la percepción más sutil, estoy seguro que nuestra brújula adquiriría dimensiones más precisas que un GPS y que cualquier aparato de ubicación.

Ver las diferencias es algo normal; pero esas diferencias van reduciéndose en la medida en que vemos en nosotros las cualidades del otro; y vemos en el otro cualidades  nuestras. Si esto no lo llevamos a la práctica haríamos como dijo Marcos Mundstock (humorista argentino integrante de Les Luthiers) razonaríamos fuera del recipiente. Y no es lo que queremos. Tino, Asertividad, Autenticidad es lo que queremos.
Dijo Rabi Levitas de Yavne en el Pirkei Avot: "Sé de espíritu modesto en extremo, pues el porvenir del hombre es la putrefacción"
¿Qué tiene que ver el espíritu con el fin de la carcaza?, Si un sabio de Israel aconseja un espíritu de humildad es porque las acciones del espíritu se reflejan en el cuerpo físico; y si se consigue la verdadera humildad, aquella que no es apariencia de debilidad, sino fuerza para saberse débil y voluntad para reparar constantemente el camino, entonces claramente el sello impuesto en aquel mundo venidero será reflejado en este; y en el cuerpo físico.
Dijo Rabi Ishmael: "No juzgues sólo por ti mismo, pues no juzga por Sí mismo sino Uno; y no digas: "Acepten mi parecer", pues a ellos les es lícito y no a ti."
¡Qué aromas del paraíso se desprenden de las enseñanzas de los sabios de Israel! ¡Qué lecciones de vida nos dejan los elegidos de D’ para ser Luz a las naciones, faro que guía a buen puerto, señal que marca el sendero a aguas de bendición!
¿Quiénes somos para juzgar desde nuestro cerrado ángulo? No es correcto que ande yo el camino mirando a mi juicio; requiero del consenso, de la discusión con otros puntos de vista, incluso de la exposición de motivos del enjuiciado. Y si no soy yo el más apto para juzgar, si sólo no puedo determinar que esta bien y que esta mal; si necesito de un referente; si requiero de los valores establecidos, de ubicarme correctamente; ¿cómo puedo pedir se acepte el parecer de un neófito?

Esta demostrado que nuestra percepción es limitada; que no estamos sólos, que a todo hombre le llega su hora, que D’ nos otorgó el don de los sentidos para usarlos, descubrilos, manejarlos, dominarlos; no para dejarnos dominar por los senti-mientos, por las pasiones, por las trabas que se interponen entre la realidad y nosotros. Que la empatía es el medio, que como dijera alguna vez Ghandi: "el amor es el medio, la verdad es el fin; si utilizamos el medio, tarde o temprano llegaremos al fin." Que como dijera una segunda vez este hombre de paz: "La pureza de los medios debe ser igual a la pureza del fin"
Que mirando con numinosidad al mundo, abandonando el orgullo, que sabiendonos fuertes nos sintamos aún débiles para seguir escalando; que las costumbres, los papeles, los convencionalismos, los moralismos mojigatos, son lastres en nuestro crecimiento, que desprendernos de dogmas nocivos adquiriendo el sentido primordial; el criterio; podemos alejarnos de cualquier dogma y construir una vida; alejada de vicios, de identidades hechas a medida tal y como el traje nuevo del emperador, que si descubrimos que por encima de todo nuestra humanidad es perfecta, pues es capaz de intentar enderezar lo imperfecto, fijándose en ello; que poseemos roles, habilidades distintas a las de los demás pero que la unión bajo el mismo fin es lo que da armonía al mundo. que el propósito individual no debe convertirse en ascetismo espiritual, que no somos espíritus ermitaños pues un lazo de amor une al Padre con sus hijos y a los hijos entre ellos. Que si nos conducimos sabiendo que el día más bello es hoy, que la cosa más fácil es equivocarse, que el obstáculo más grande es el miedo, que el mayor error es abandonarse, que la distracción más bella es el trabajo, que la peor derrota es el desaliento, que la primera necesidad es comunicarse, que lo que hace más feliz es ser útil a los demás, que el peor defecto es el mal humor, que el regalo más bello es el perdón, que lo más imprescindible es el hogar, que la ruta más rápida es el camino recto, que la mayor satisfacción es el deber cumplido, que el valor más grande es el amor, entonces habremos de pasar juntos, como hermanos, en armonía por el gran vestíbulo que nos lleva al salón donde haremos banquete en la postrer preparación.

AUTOESTIMA (Capitulo 5)

CAPÍTULO 5

LA ENVIDIA Y EL YO

Los Blum esperaron hasta Shabat para pedirle al rabino tiempo para hablar a solas con él. Y en el atardecer color miel de un Shabat con viento pero agradable, todos se juntaron en un área arbolada de los terrenos del hotel.

David Blum estaba muy preocupado acerca de su esposa Rajel. Desde que llegaron, ella estaba tan retraída como siempre. Se dio cuenta que si algo se iba a lograr, se lograría en una conversación privada. Y, de hecho, desde el momento que salieron para dar un paseo de Shabat y se encontraron al rabino esperando en un área tan agradable y aislada, sintió a su esposa más relajada.

Cuando le dijeron sus problemas, Rajel efectivamente empezó abrirse más y más. Finalmente, se sintió lo suficientemente cómoda para admitir, —Rabino, el no tener hijos me daña tanto que no puedo compartir alegrías de otros. Trato de que nadie se dé cuenta, pero secretamente temo noticias de una simjá, una invitación a una jatuná, un brit o cualquier cosa similar. Tengo un remolino de emociones conflictivas. ¿Cómo puedo bailar? ¿Cómo puedo decir mazal tov? ¿Cómo puedo incluso sonreír cuando vivo constantemente con la atormentadora conciencia de que una de las necesidades humanas más básica me ha sido negada? No tengo hijos.

Dime honestamente. —replicó el rabino—, si el 95 por ciento de la población no tuviera hijos, ¿sería tan doloroso?

Rajel pensaba mientras el rabino repetía: —Quiero que seas sincera.

Finalmente ella contestó, —Probablemente no. Pero el 95 por ciento de la población sí tiene hijos.

Éste no es el punto. El punto es que si ellos no los tuvieran, tú no sentirías tanto dolor.

Eso probablemente es verdad.

Por lo tanto, te das cuenta que el dolor no es exclusivamente porque no tienes hijos. Hay otra fuente para el dolor. Es esa incesante voz interna diciendo: ¿por qué todos los demás tienen, y yo no? ¿Por qué soy diferente a todos?

Entonces es un aspecto de envidia, —David remarcó.

Sí, —dijo el rabino—. La envidia cumple un papel muy poderoso en todos los seres humanos. La Torá enseña que es una de las tres cosas que sacan a la persona de este mundo.28

Hace un par de años, —Rajel intervino—, hubiera estado en desacuerdo con usted. Pensé que estaba por encima de sentir envidia. Pero a medida que el tiempo avanza y yo permanezco sin hijos, he sido lanzada a un vértigo emocional. Nunca antes había sido enfrentada realmente con la adversidad. Pero ahora estoy muy atribulada. Se ha llevado lo mejor de mí y siento una envidia terrible. No sé cómo arrancarla de mí.

No sé si lo puedas arrancar, —dijo el rabino—. De hecho, si una persona nunca siente envidia, se está negando a sí misma. Es la naturaleza humana.

Entonces ¿es imposible superar la envidia? —preguntó Rajel.

No. ‘No codicies’ es un mandamiento en la Torá, y es muy importante. Si fuera imposible sobreponerse a la envidia, no hubiéramos sido ordenados a comportarnos así.

Pero usted acaba de decir que no cree que la envidia puedan ser extirpada nunca.

La envidia puede nunca ser extirpada completamente de nosotros, pero podemos dominarla y aprender cómo usarla para bien. ‘La envidia de la gente sabia incrementa la sabiduría’. Cuando sientes envidia de una persona que espiritualmente es más avanzada que tú, es una envidia positiva porque te motiva a superarte espiritualmente. Por otro lado, la envidia por cosas materiales no tiene valor. Este tipo de envidia puede ser completamente extirpada y es a lo que la Torá se refiere cuando dice: ‘No codicies’. Es posible y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad, el sobreponernos totalmente a la envidia por cosas materiales.

¿Cómo hace uno esto?

El autor de Mesilat Yesharim nos enseña un principio muy importante; él escribe: ‘La envidia resulta de una falta de conocimiento y de necedad’.29 En otras palabras, es una simple falta de conocimiento. Mientras más conocimiento obtienes, más puedes superar la envidia por objetos materiales.

¿Conocimiento? ¿Eso es todo? ¿De qué tipo de conocimiento está hablando? —preguntó David.

El conocimiento de quién eres y cuál es tu lugar en el esquema de la creación. En una palabra: autoestima; verdadera autoestima, como la Torá la enseña. Todo mundo está obligado a decir, ‘El mundo fue creado para mí’.30 Y es verdad. El mundo fue creado para cada uno de nosotros.

Cuando la nación judía estaba parada al pie del Monte Sinaí, la revelación fue dirigida a cada individuo, ‘Yo soy Hashem Tú D os’, no deberás tener otros dioses…’. Estos mandamientos están expresados en segunda persona singular, es decir, a cada individuo. La lección es que Hashem no sólo dio una Torá general, sino una Torá diferente para cada individuo. Él no creó un mundo con millones y millones de personas. Cada persona es un mundo en sí misma. Y es tu obligación creer esto. Hashem tuvo un propósito especial al crearte a ti. Hay algo para lo que fuiste puesta acá, para lograr algo que nadie más puede hacer.

¿Qué es lo que realmente hace sufrir a la gente? —preguntó el rabino retóricamente—. La queja más común es la que acabas de expresar: ¿por qué yo me distingo? ¿Por qué soy diferente? Quiero ser como todos los demás. Quiero mezclarme con la multitud. Si todos los demás tienen dinero, yo debo tener dinero. Si todos los demás tienen un matrimonio fácil, yo quiero un matrimonio fácil. Pero la raíz del conocimiento es saber que tú eres un individuo único sobre este planeta con un propósito único al cual se le han dado circunstancias únicas para desempeñar su misión. Si sufres de una manera en que otros no lo hacen, es porque a ti te ha sido dada una misión única que otros no tienen. Y el primer paso para enfrentar tu reto es reconocerlo. Si perseveras, este sufrimiento se volverá tu triunfo. Si no lo haces, será tu derrota.

Eso es seguro.

El punto es que Hashem quiere que nos convirtamos en nosotros mismos y nos da todas las herramientas que necesitamos para lograrlo. Cualquier cosa que Él le da a los demás es algo extraño. No se adapta a tu mundo. No te va a ayudar a alcanzar el objetivo para el cual fuiste puesto aquí. Si ellos no sufren el dolor de no tener hijos, es porque no es su reto. Pero no te preocupes por ellos. Cada quien tiene su propio equipaje, sus propia carga y retos por superar. Todos.

Pero algunas personas parecen que viven más fácil.

A cada persona le es dada la misma oportunidad para bien o mal en este mundo. Si naciste bueno, tienes una fuerza opuesta que te obstruye. Si naciste sin nada, se te da un impulso extra de fuerzas externas. Por ejemplo, Esav nació con las peores características, pero él tuvo un padre, Itzhak, que lo amó entrañablemente y desarrolló una relación especial con él, para que pudiera sobreponerse a su naturaleza. Yaakov, por otro lado, nació bueno, un ish tam, pero tuvo un hermano malvado que lo odiaba y eventualmente lo expulsó de su casa bajo amenaza de muerte. Y luego Yaacov tuvo que vivir con el igualmente diabólico Laván.

Hashem continuamente equilibra nuestra vida. ‘Aquél que se vuelve más grande que sus amigos, su inclinación al mal crece’.31 Nuestros retos crecen a medida que crecemos. Si otros realmente viven fácil, se debe probablemente a que carecen de algo en su interior. Si a ti te resulta más difícil, puede ser porque tú tienes algo que ellos no tienen. Hashem te está desafiando para que te vuelvas algo más que ellos. El fundamento principal es: Hashem le da a cada quien circunstancias de vida hechas a la medida.

Pero rabino, cuando veo a otras personas con hijos, pienso cómo sería si yo los tuviera. ¿Cómo no puedo visualizarme feliz y realizada con hijos?

No hay razón para sentir envidia porque otros tienen hijos, porque tener hijos no es algo que te va a ayudar hasta que Hashem te los dé a ti. Sólo sientes envidia porque crees que tener hijos te va a ayudar. Sin embargo, si no fue designado para ti, no te va a ayudar. Si está designado para ti, lo vas a obtener. La envidia se desencadena cuando asumimos que lo que otra persona tiene, es lo que necesitamos. Pero sólo porque externamente parece ser que lo necesitamos, no significa que lo necesitamos.

Imagínate una persona sola en un auto a medianoche, que se le revienta un neumático y no tiene gato para cambiarlo. Al mismo tiempo, hay un hombre desesperado que no ha comido durante tres días. Ambas personas están desesperadas, una por un gato y la otra por comida. ¿Acaso el hombre que está desesperado por un gato sentirá envidia si el hombre hambriento de repente encuentra comida? Obviamente no. No necesita comida en ese momento; necesita un gato. Y viceversa, el hombre muriéndose de hambre ¿se sentirá celoso del hombre varado si encuentra un gato para reparar su llanta? No, él no necesita un gato para automóvil; necesita comida.

Sin embargo, si hubiera dos hombres muriéndose de hambre, y uno encuentra comida mientras que el otro no, el que no tiene comida sentirá envidia. O si dos personas tienen llantas reventadas y uno la repara mientras que el otro no, el que se quedó rezagado sentirá envidia. Las personas sienten envidia porque creen que tienen las mismas necesidades que los otros.

No obstante, cuando apreciamos la profundidad del concepto que la Torá le fue dada a cada individuo, y a cada individuo le fue dado su propio universo por separado, y no hay dos universos iguales, entonces estamos provistos con el conocimiento para sobreponernos a la envidia. Esto es lo que significa que la envidia es en primer lugar un problema de falta de conocimiento.

Piensa acerca de la Halajá que indica que un hombre debe usar un anillo que le pertenece para desposar a su mujer. Si el anillo no es suyo, puede organizar la boda más preciosa, convidar a los más distinguidos invitados, tener la mejor luna de miel y vivir con la mujer durante muchos años, pero él no está casado con ella. Solamente su anillo es válido. Otro anillo no produce la unión.

Si el novio está de pie bajo el dosel y sabe que debe tener su anillo para desposar a su mujer, y sabe que el anillo de alguien más nunca le servirá para desposarla, nunca codiciará el anillo de otra persona, sin importar cuán costoso y hermoso sea. De alguna manera, cada uno de nosotros somos como ese novio con su propio anillo. Por ejemplo, necesitamos dinero para vivir. Y ese dinero es exactamente lo que necesitamos para cumplir nuestro propósito en este mundo si es Hashem Quien nos da el dinero. Si Él no lo hace, y usamos el dinero de alguien más, es como desposar a una mujer con el anillo de otro, es como encontrar un gato para automóvil cuando necesitamos comida. Hashem nos da los ingredientes de vida necesarios para cumplir nuestras responsabilidades con Él; todos los ingredientes. Si Hashem no nos da el material, entonces tenemos que concluir que no lo necesitamos; el material de alguien más no nos va ayudar en lo absoluto.

Pero rabino, —dijo David—, digamos que una persona tiene una casa hipotecada que está por perder, a menos de que pague $10,000, y tiene la oportunidad de robar $10,000. No estoy diciendo que es correcto que robe, pero ¿por qué no debería sentir envidia cuando ve los $10,000 que necesita para salvar su casa sobre la mesa de otra persona? ¿Cómo puede no codiciar estos $10,000?

¿Cómo? Dándose cuenta que los $10,000 de otra persona podrían ser veneno para él. ¿Quién dice que lo mejor es salvar la casa?

¿Qué ventajas tiene tener la casa bajo juicio hipotecario?

Nunca se sabe. Acabas de ser desalojado de una casa con una hipoteca de $200,000 y en un año puede ser que consigas una casa similar por $100,000. Si no hubieras entrado a juicio hipotecario un año antes, habrías estado pagando intereses sobre $100,000 extra. Y si, por el otro lado, Hashem quiere que conserves la casa, vas a obtener los $10,000 de una fuente limpia y halájicamente legal.

Cuando una persona quiere las posesiones de otra persona, tiene el problema de que no aprecia lo que ya tiene. Si tuviera el conocimiento de qué es lo que posee, automáticamente se sentiría bien. Estaría feliz de ser quien es, se sentiría tranquilo con el hecho de que él tiene su propio mundo, con sus propios retos, sus propias oportunidades para grandeza inigualable. Una persona con tal conocimiento nunca sentirá envidia.

Es por esto que la causa de la envidia es la falta de conocimiento. Es ignorancia de un principio de Torá básico: el principio de nuestro lugar único en el universo. Es por esto que ‘no codiciarás’ es el décimo de los diez mandamientos. En terminología de la Torá, el décimo de un grupo es usualmente el más sagrado, el más exclusivo, porque engloba todo lo previo del grupo. Yo te pregunto, si te fuera dada la alternativa de escoger los diez mandamientos más fundamentales de todos los 613, ¿escogerías ‘No codiciarás’? Creer en D os, cuidar Shabat, honrar a tu madre y a tu padre, no asesinar, robar o cometer adulterio, etc. son fundamentales. Pero, honestamente, ¿quién pensaría en poner ‘No codiciarás’ dentro del grupo? Y si lo haces, ¿lo pondrías en el décimo, englobando a todos los anteriores ?

Sin embargo, no te será difícil entender por lo que he estado diciendo. ¿Cuándo se sabe que alguien es un recipiente verdadero de las enseñanzas más profundas de la Torá? La respuesta es: cuando él no codicia; cuando él verdaderamente ve y siente que le ha sido dado un mundo entero conteniendo todo lo que él necesita. Ése es el conocimiento fundamental. Le da forma a todo lo demás. ¿Cuánto crees en Hashem? ¿Qué tan bien cuidas Shabat? ¿Qué tan determinante es tu restricción al asesinato, el robo y el adulterio? Todo se mide de acuerdo al grado en que codicias las posesiones de otros. El grado en que cumples ‘No codiciarás’ refleja cuán profundamente la Torá se ha impregnado en tus huesos, porque para no codiciar, uno debe poseer el conocimiento fundamental: el conocimiento de su lugar único en el universo. Esto hace a ‘No codiciarás’ la vara de medida de todos los otros mandamientos.

Mientras recuerdes que no puedes lograr tu misión en la vida con el dinero, la casa, la comida, o los hijos de otro, no sentirás envidia. No importa qué carezcas, tú sólo puedes lograrlo con aquello que Hashem te dé. El objeto de alguien más no puede llenar tus necesidades. Puede parecer exactamente igual, pero en realidad, uno es un ‘gato’ y otro es ‘comida’. Si entiendes lo que te estoy diciendo, entonces las posesiones de otra persona no van a provocarte envidia.

Pero tener hijos es algo tan básico. No es como estar celosa por un automóvil más bonito, o por la joya de alguien más. ¿Cómo puede ser que el no tener hijos sea un regalo de Hashem?

Todo sufrimiento y privación es finalmente un regalo, un regalo desafiante lo admito, pero, no obstante, un regalo. Con cada regalo aparentemente negativo, Hashem nos da el conocimiento de cómo utilizarlo para bien y el valor para llevarlo a cabo. Y recuerda, cada persona se especializa en un área particular. Una pareja produce una familia, mientras que otra no. Y es sólo Hashem Quien le da a una pareja hijos y a otra no. En forma similar, la vida de algunos matrimonios se desliza suavemente, mientras que la de otros no. Finalmente, sólo Hashem hace que el matrimonio fácil, sea fácil, y que el matrimonio difícil, sea difícil. Algunos son ricos, algunos son pobres; algunos están sanos, algunos están enfermos. Todas estas cosas, la abundancia y la privación, son dadas a cada persona por Hashem. Una persona se debe decir a sí misma: ‘Éste es mi mundo y esto es lo que está en mis manos lograr. Puedo volverme grande con mi salud, puedo volverme grande con mi enfermedad; puedo volverme grande con mi reto de la riqueza; puedo volverme grande con mi reto de la pobreza. El mundo de nadie más, aunque parezca el mismo desde el exterior, puede ayudarme a desempeñar lo que yo debo hacer en este mundo’.

La verdad es, —dijo Rajel—, que intelectualmente estoy de acuerdo con usted: una persona debe reconocer qué tan única es y qué tan únicas son sus circunstancias. Pero hablando en forma práctica, no estoy segura de que todo el problema sea falta de conocimiento. Una cosa es saber que tu vida es única y otra es creerlo y sentirlo.

Tienes razón, —respondió el rabino—. Yo no quería dar entender otra cosa. La falta de conocimiento es sólo la primera razón de la envidia de la gente. No es la única razón. Y aquí también, el autor de Mesilat Yesharim nos enseña: ‘Los celos resultan de la simple falta de conocimiento y de necedad.32 En otras palabras, además de la falta de conocimiento, la necedad causa envidia.

¿En qué difieren la necedad de la falta de conocimiento?

Una persona que carece de conocimiento no puede ser necia. No se está engañando a sí misma si le falta la información de que debería estarse comportando de otra manera. Es sólo ignorante. Un bebé nunca puede ser un necio. Un necio, por otro lado, es una persona que sabe, pero actúa a pesar de su conocimiento. De este modo, mientras más sabe una persona, es un necio en potencia más grande. Los necios profesionales son aquéllos que saben mucho.

Si no puedes vivir de acuerdo a lo que sabes, eres un necio. Por lo tanto, además de aprender qué es bueno y qué es malo, uno se debe orientar de manera que el conocimiento afecte su comportamiento. Y es por eso que la enseñanza de la Torá: veyadatá hayom vaashebotá el lebabejá, ‘Conoce … y ponlo en tu corazón’ es tan central para volverse una persona totalmente orientada a la Torá. La primera etapa es tener conocimiento, ‘saber’. A fin de tener conocimiento, es importante leer libros, asistir a clases, buscar el consejo de gente que sabe, compartir tus ideas con otros, etc. Obtener conocimiento, significa percibir la realidad, tener una absoluta y clara percepción de la realidad.

Sin embargo, después de obtener conocimiento, debes ‘ponerlo en tu corazón’. Debes tomar la información que sabes que es verdadera y traerla a tu corazón de tal manera, que la sientas, la huelas y la degustes.

Ésa es la parte difícil.

Sí. Hay una larga distancia de tu cabeza a tu corazón. Actuar con tu conocimiento es más difícil porque implica un crecimiento constante día a día. Tienes que ejercitar tu conocimiento consciente y regularmente, tal como un régimen de ejercicio diario para obtener condición física. El problema es que la mayoría de las veces no intentamos actuar en base a nuestro conocimiento sino hasta que estamos desesperados.

Si una persona ejercita cuando se siente bien, le va a beneficiar cuando esté bajo tensión. Pero si tu espalda se lastima después de varias semanas de inercia, no puedes de repente empezar a hacer ejercicio. Primero debes descansar en la cama y cuando empieces a sentir tu espalda un poco más fuerte, entonces es momento de ejercitar.

En un sentido espiritual, también es verdad. El problema es que esperamos hasta que estamos en dificultades antes de empezar a sobreponernos a algo como la envidia. Una persona debe ejercitar cuando está sana. Si quieres sobreponerte a la envidia cuando tus amigos adquirieron algo que tú siempre deseaste, entonces repítete a ti mismo todos los días, antes que se te despierte el deseo, las palabras de los Sabios: ‘Cualquier cosa que Hashem apartó para una persona nunca puede ser ni siquiera tocado por otra persona’.33 Tu dólar no puede ayudarme. Mi dólar no puede ayudarte. Necesito mi esposa. Necesito mi esposo. Necesito mis fuerzas. Necesito mi debilidad. Necesito mis ventajas. Necesito mis problemas. Estos pensamientos deben circular consciente y religiosamente en nuestra mente cada día, incluso cuando no sentimos envidia. Sólo porque las cosas parecen ir bien en el momento, no es excusa para relajarse. Sin el ejercicio regular, tu conocimiento permanece teórico y se te puede escapar en el momento que más lo necesites.

Eso pasa conmigo, —dijo Rajel—, me puedo sentir bien un día y muy mal al siguiente.

La vida tiene sus altibajos. Usualmente cuando las cosas se ponen mal, nos desanimamos. Y cuando nos desanimamos, las excusas vienen fácil: ‘no puedo continuar, me quiero rendir’. Cada período negativo es también una oportunidad para progresar como lo es un período positivo. Si conviertes todos tus períodos negativo en logros, entonces eres realmente una persona realizada. Cada aspecto de tu vida te está llenando.

Estoy de acuerdo con todo lo que está usted diciendo, rabino. Sin embargo, una persona no es una máquina. No podemos estar siempre en control y tener éxito en lo que nos propongamos lograr.

Tienes razón. Por supuesto, todos estamos sujetos a sufrir contratiempos. De hecho, tendemos a confundirnos, pensando que una vez que seamos adultos habremos madurado. La verdad es, no obstante, que poseemos el mismo infantilismo cuando crecemos; es sólo que el precio de los juguetes se ha incrementado. Es por eso que, de repente, sentimos envidia por algo por lo que sabemos no tenemos el derecho a sentirla.

Sin embargo, no importa cuántos fracasos hayamos experimentado transfiriendo nuestro conocimiento al corazón, no debemos perder la esperanza. Nos debemos esforzar en mantener e incrementar la claridad original de conocimiento respecto a lo que es verdad y lo que no lo es. Cuando el dolor de la envidia te desgarra de tal manera que tu percepción de la verdad se deforma, refresca tu conocimiento con casetes, libros, conferencias, etc. Sin embargo, esos casetes, libros y conferencias sólo te pueden dar información. Tu trabajo es implementar la información en tu vida diaria, aun cuando las cosas vayan bien. Te tienes que repetir a ti misma que Hashem está en control y que Él sabe qué es lo que Él está haciendo cuando te da las circunstancias de vida que te fueron dadas.

Cuando sientas las punzadas de la envidia sobre algo, en lugar de llorar sobre tu almohada, lamentarte con alguien o sentirte deprimida, repítete a ti misma algo como esto: ‘Hashem, yo sé que Tú me estás presentando esta situación. Obviamente es algo en lo que debo trabajar. Todo lo que Tú haces es para bien. Si no lo tengo, entonces no lo necesito. De hecho, si Tú me has dado esta difícil situación, Tú debiste haberme dado un rol importante para satisfacer Tu propósito en la creación. Sé Hashem, que no me hubieras puesto en esta situación si no la pudiera pasar. No hay dificultades en este mundo que no puedan ser transformadas en grandes logros. No existe una situación tal donde Tú le des a una persona una tarea que esté más allá de sus posibilidades de realizar’.

Escucha las ideas una y otra vez y luego repítelas conscientemente a ti y a otros. Si deseas, encapsula tu conocimiento en una frase pegajosa como una de la Mishná: ‘¿Por qué Adam fue creado solo? Porque una persona está obligada a decir bishbilí nivra haolam, porque para mí fue creado el mundo entero’. Tu frase puede ser de la Torá o una propia. Pero tienes algo.

Por supuesto, además de obtener claridad de conocimiento y de trabajar continuamente sobre ti para convertir el conocimiento en realidad, rézale a Hashem para recibir ayuda. Debemos recurrir siempre a D os en rezos, en rezos sinceros, en cualquier idioma que nos podamos comunicar.

Deseo y Rezo

Rabino, —dijo Rajel—, yo rezo todos los días para que Hashem me dé hijos. Y sé que mi esposo reza por mí también. Ésta es otra de mis preguntas. ¿Por qué no son contestados nuestros rezos?

Pueden serlo un día. Conozco muchas parejas que no han tenido hijos por más tiempo que tú y que eventualmente, tienen hijos. Por otra parte, estás en buena compañía: Abraham, Yitzhak, Yaakob, como también Sará, Rivká, Rajel y Leá son los individuos cuyas lágrimas y rezos formaron el concreto que fue vertido en los cimientos de la nación judía. Y todos ellos sufrieron de falta de hijos por periodos largos. Además de no tener hijos, sufrían enormemente en forma constante.

Abraham vivía a la sombra de Nimrod, un déspota maniático. No tuvo hijos por décadas. Su primer hijo se volvió tan malo que tuvo que echarlo de su casa. Después fue ordenado por Hashem de tomar a su amado hijo Yitzhak y sacrificarlo en un altar. Después, cuando fue salvado milagrosamente en el último momento, Abraham regresa a su casa para encontrar que su esposa había fallecido.

Yitzhak creció en una casa donde Yishmael, su hermano mayor, era tan malvado que su padre, que amaba a Yishmael, tuvo que expulsarlo de la casa. Rivká creció en el hogar de un padre y hermano abusivos y asesinos. Después que Yitzhak y Rivká se casaron, no tuvieron hijos por 20 años. Cuando ella finalmente quedó embarazada, la actividad en su vientre era tan perturbadora que dijo, ‘Si es así, ¿para qué estoy viva?’ Más tarde dijo acerca de su hijo Esav, ‘Estoy fastidiada de mi vida debido a las mujeres hititas (con las que se casó Esav). Si Yaakov se casa con una mujer hitita como ésas … ¿de que me servirá la vida?

Yaakov creció con un hermano que lo odiaba tanto que tuvo que huir para salvar su vida. ¿Y a dónde huyó? A la casa de Labán, un truhán que continuamente hacía trampas con sus salarios y que veladamente intercambió la hija que Yaakov quería desposar por una que no quería. Yaakov se quedó con Labán por 20 años. Finalmente de regreso a su casa, ya un hombre rico con una familia numerosa, su amada Rajel dio a luz su segundo hijo, después de haber sido estéril por muchos años, y muere. Si esto no fue suficiente sufrimiento, más adelante, por 22 años, Yaakov pensó que su amado hijo Yosef había sido desgarrado por un animal salvaje. Y así sucesivamente.

Los fundadores de la nación judía sufrieron como nadie más. Y la esterilidad fue común a todos ellos. Obtén fuerza de ellos. Descubre qué les hizo tener éxito.

¿Qué les hizo tener éxito?

Una de sus principales armas fue el rezo. Con respecto a su situación de esterilidad, Rashí señala una lección vital. Hashem los forzó a sufrir el dolor de la esterilidad para que le rezaran con todo corazón.34 En otras palabras, el sufrimiento humano no precisa la invención del rezo. El rezo es un fin en sí mismo. Su necesidad en el esquema de las cosas, ocasionó que Hashem introdujera la idea del sufrimiento. Por lo tanto, confía en que Hashem conoce tu sufrimiento. Él probablemente sólo está esperando las plegarias que fluyan de tu corazón.

Entonces, ¿qué estoy haciendo mal? ¿Qué se necesita para que mis rezos obtengan respuesta?

Primero, entender que nosotros no rezamos a fin de obtener. Cuando una persona tiene una necesidad, quiere decir que él o ella tienen la mitzvá de rezar para tener satisfecha esa necesidad. Una necesidad indica que Hashem quiere que reces para poderla satisfacer. Sin embargo, nosotros no rezamos para que Hashem nos dé lo que necesitamos. Tenemos una necesidad, a fin de rezar, para hacer conexión con Hashem, para expresar los deseos de nuestra alma y desarrollarlos. El rezo es un fin en sí mismo. No significa poner ultimátums.

¿Pero acaso mi esposo y yo no tenemos la mitzvá de tener hijos?

No exactamente. Ustedes tienen la mitzvá de osek, de ‘involucrarse’ en el proceso de tener hijos. En realidad, tener hijos es un acto de Hashem. Y si la mitzvá es ser osek, entonces tú tienes mucho más que aquéllos que tienen hijos pero no los desean.

¿A qué se refiere?

Por ejemplo, imagina un hombre que tiene 15 hijos y 300 nietos. Cuando llega ante el Creador, le dicen que tiene ‘crédito’ por 3 hijos y 30 nietos.

¿Qué hay acerca de mis otros 12 hijos?’, pregunta.

Tú nunca rezaste por ellos. De hecho, rezaste para no tenerlos. Por supuesto, no puedes ir en contra de Mis deseos. Yo tengo que meter de contrabando esas almas al mundo. Te puedo dar crédito por cuidar bebés, por el costo de los pañales, etc., sin embargo, no te puedo dar crédito por esos hijos porque tú nunca rezaste por ellos. Nunca los quisiste’.

Inmediatamente, una pareja sin hijos llega al mundo venidero. Toda su vida, le rezaron a Hashem día y noche para que les mandara hijos. No obstante, Hashem nunca les dio hijos. A pesar de eso, les informan que ‘tienen crédito por 3,000 niños y 10,000 nietos.

¿Cómo puede ser eso?’, preguntan. ‘Nosotros no tuvimos ni siquiera un hijo’.

Cierto, sin embargo, habían 12 hijos de la pareja previa que no eran deseados. Sus rezos los obtuvieron para ustedes. Además de esos 12 hijos, sus rezos obtuvieron 5 de esa pareja, 3 de aquélla, 7 de ésa otra, etc.’

Los rezos siempre son respondidos, pero a veces solamente en alguna otra parte. En el mundo venidero, el Mundo de la Verdad, sabremos cómo y dónde fue respondido cada rezo. Así, independientemente de qué tan desesperada se ve la situación, uno nunca debe rendirse y dejar de rezar. Cada rezo regresa pagado totalmente, de una manera u otra, tarde o temprano.

Y existe otra cosa que puede conseguirse con los rezos, —añadió el rabino—. Te obtienes a ti misma. Todo bien que Hashem nos da debe ser precedido por rezos. Tomemos por ejemplo el rezo de Abraham y Sará para tener un hijo. Si el destino de la nación judía era dependiente de que Abraham y Sará tuvieran un hijo, es inconcebible que Hashem les hubiera privado ese hijo. Estaban destinados a traer a Yitzhak al mundo. ¿Qué ganaron entonces con más de 80 años de rezos para que terminara la esterilidad de Sará?

La respuesta es que obtuvieron su parte en el acto de traer a Yitzhak al mundo. Hashem les habría dado a Yitzhak aunque no hubieran rezado como lo hicieron. Todo dependía de eso. Sin embargo, porque rezaron, Yitzhak no les fue dado gratuitamente. Se lo ganaron. Les fue dado específicamente a ellos porque rezaron.

Hashem da lo que Él iba a dar de todas maneras. Pero tú obtienes realmente solamente por lo que le rezaste a Él que te dé. Así, el rezo es la forma de ganar tu yo. Tú eres lo que rezas. David dijo: V’ani tefilá ‘Yo soy el rezo’.35 El objetivo del rezo es ayudar al individuo a establecer su personalidad espiritual, no sólo adquirir los objetos que desea.

Por supuesto, muchas veces las personas obtienen por lo que rezan. Sin embargo, ése no es necesariamente el objetivo del rezo. El rezo es la forma de ganar tu yo. Los rezos crean un ‘tú’ que hace una conexión con Hashem. Y mientras más profundamente reces, mayor es tu conexión. Con frecuencia, hay un nivel de acercamiento y de conexión que Hashem quiere que alcances antes de darte lo que Él planea darte. Es por esto que Él te ayuda a condimentar tus rezos a través del sufrimiento y la privación. El rezo no es el medio para un fin; es el fin en sí mismo.

La Impresión

Pero, ¿qué si mis rezos nunca son respondidos? ¿Cómo puedo esperar tener consuelo con esta carencia en mi corazón?

Ningún rezo se pierde. Éste es un principio fundamental. No todos los rezos y esfuerzos conllevan un fruto rápidamente identificable en este mundo, pero todos tienen algún efecto, aun grandes efectos.

Visualiza dos capturistas de datos trabajando en dos terminales idénticas en un día de oficina. Sus trabajos respectivos incluyen ingresar datos y responder al indicador de la computadora. Ver la impresión final, el producto final de su trabajo de meter datos, puede no ser, sin embargo, inmediatamente necesario. Vamos a imaginar que, después de un tiempo, la computadora le indica a un trabajador ir al cuarto de impresión y revisar el trabajo impreso, mientras que al otro trabajador, le indica continuar mecanografiando en el teclado; y esto sucede día tras día, semana tras semana, mes tras mes y aun año tras año. Uno de los capturistas de datos siempre puede revisar la impresión, mientras que el otro solamente recibe mensajes que dicen: ‘Buen trabajo’, ‘Sigue así’, etc. Este segundo trabajador debe encontrar consuelo en el hecho de que la computadora le responda que su trabajo estuvo bien hecho, a pesar de que aún no se le permite ver el producto final.

Así es con nosotros también. Los rezos que visiblemente no han sido contestados, no significa automáticamente que la persona no tiene valor. Con mucha frecuencia es totalmente lo contrario. Probablemente indica que el Arquitecto del universo, el Programador Superior, tiene grandes planes para los rezos de esa persona y que la impresión de esa persona no tiene solamente una función local, algo que pueda ser impreso inmediatamente, sino que tiene ramificaciones globales. El significado del rezo de esa persona es tan grande que sería prematuro esperar ver resultados inmediatos. El punto es que vendrá el día en que vamos a encontrar cada palabra de rezo que pronunciamos. Cada rezo deja su huella.

Usted dice que cada rezo tiene su huella, pero si mi huella no es mi propio bebé, yo no sé si puedo continuar. ¿Con qué otra cosa puedo consolarme?

Con el conocimiento de que tus esfuerzos son vitales para servir un objetivo mayor.

¿A qué se refiere?

Cada individuo tiene dos objetivos: uno es completar su yo central; nuestro yo, nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestra familia inmediata. Pero éste no es el objetivo final. Una vez que hemos completado nuestra misión personal y construido una familia, tenemos que entregarnos a la perfección de un conjunto mayor, al shlemut de klal Israel. Algunos individuos han sido enviados a este mundo como unidades completas. Cualquier deficiencia no es principalmente en faltas personales, sino en faltas en el conjunto.

Piensa en un motor. Si la ignición está apagada, no importa si el carburador o la transmisión funciona perfectamente, el motor no va a funcionar. Con el pueblo judío tomado en su conjunto, no es diferente. Una persona puede ser como un carburador que funciona perfectamente, pero él no puede hacer su parte hasta que el resto del motor se arregle. Su misión, en este caso, podría ser tratar de ayudar a otros, estar seguro que están completos y funcionando en orden. Es por esto, que los rezos de una persona justa que pide para sí misma, no son siempre respondidos visible e inmediatamente.

El sufrimiento es una señal segura de que Hashem desea tus rezos. Si Él quiere que completes tu deficiencia personal, o que completes tu deficiencia en el conjunto mayor, es algo que nadie sabe con exactitud.

¿Existe alguna forma de descubrirlo?

Quizá. De acuerdo a lo que hemos dicho, si el propósito de los rezos de una persona es completar una necesidad local, es probable que los rezos sean respondidos inmediatamente. Por otro lado, si los mejores esfuerzos de una persona no fructifican, entonces ése es un buen indicador de que sus rezos sirven para una necesidad global y, como un trabajador que está asignado a un proyecto más grande. Ver resultados no va a ser tan rápido.

Leá y Rajel: Parte y Todo

Rabino, ¿dónde aprendemos que Klal Israel está dividido en dos grupos de gente, algunos cuyos rezos sirven a lo que usted llama necesidades locales y algunos que sirven a un todo?

Uno de los lugares obvios es en la vida de nuestras imaot, las Matriarcas, Rajel y Leá. Leá representa el rezo para necesidades individuales y locales. Como los sabios nos dicen: sus ojos no eran tan hermosos como los de Rajel, porque estaba clamando constantemente a Hashem que anulara el decreto de que ella, la primera hija de Labán, se casara con Esav, el primer hijo de Yitzhak. Es innecesario decir que tuvo éxito. Ésta era su necesidad personal. Y tuvo éxito al verla realizada relativamente rápido.

Otra necesidad ‘local’ de Leá involucraba obtener el favor de Yaakov. Así, ella rezaba vehementemente para darle hijos y, ahí también, tuvo respuesta inmediatamente. Aunque todas sus peticiones eran componentes esenciales de la unidad completa que llamamos klal Israel, no obstante, se extendieron de los rezos de Leá para reparar y completar su propia situación.

Rajel, por otro lado, era responsable por el conjunto. Ella es la madre espiritual asociada con todo Israel. Así, ella fue enterrada en el camino principal, con objeto de que cuando la nación entera fuera exiliada sería Rajel la que se estuviera lamentando por sus hijos,36 por todos los hijos judíos.

Son los rezos de Rajel los que todavía nos están afectando hoy en día. Escuché la siguiente historia de primera fuente. A principios de 1940, Rav Hilel Slesinger estaba en Palestina junto a Kever Rajel, la tumba de Rajel. Un grupo de kibutzianos laicos se acercó. Una de las mujeres, aparentemente una refugiada de la Alemania nazi, empezó a rezar. Rezó lo suficientemente fuerte en su alemán nativo de forma que Rav Hillel oyó por casualidad. Esta mujer completamente asimilada, que ni siquiera sabía hebreo, rezaba: ‘Madre Rajel, tú conoces el dolor de no tener hijos… y tú puedes sentir mi dolor de todos estos años que no he podido tener hijos. Sólo tú puedes ayudarme. Reza por mí’.

El rezo era tan genuino, pensó Rav Hilel, que estaba convencido que eventualmente iba a ser respondido. Se las arregló para investigar. Un año más tarde, llamó al kibutz y se enteró que efectivamente la mujer había tenido un hijo. Solamente porque Rajel había sufrido lo que ella también había sufrido fue posible que sus rezos tuvieran efecto 3,000 años más tarde en una mujer no religiosa.

Leá representa la quintaesencia en el rezo para el perfeccionamiento del individuo. (El que es necesario para el todo); Rajel representa el rezo que afecta los cambios globales. Ella no dudaba en rezar por sus propias necesidades también. No hacer esto sería rehuir su responsabilidad de hacer de ella una parte íntegra en ella misma. Pero ella aceptó su estado de esterilidad, enviando continuamente rezos que llegarían a lejanos descendientes miles de años en el futuro.

¿Está usted diciendo que ella estaba consciente de su función global?

Definitivamente sí. Ella estaba tan consciente de su función global, que estaba empezando a no sentir el punzante dolor de no tener hijos. A este respecto, sin embargo, su vida estaba por tomar un giro dramático.

Rajel y el Intercambio de Yaakov

En Bereshit37, este momento decisivo está registrado:

Y Rajel vio que ella no le había dado hijos a Yaakov y tuvo envidia de su hermana. Ella le dijo a Yaakov: dame hijos, si no me los das, estoy muerta.

Yaakov se enojó con Rajel y le dijo: ¿Acaso estoy en el lugar de Hashem, que retiene el fruto de tu vientre?

Ella dijo: Acá está mi criada Bilhá. Ven a ella, y ella dará a luz en mis rodillas; y yo también me construiré de ella’.

Este pasaje necesita mucho análisis. Primero, parece contradecir lo que yo dije acerca de que Rajel aceptó su condición de esterilidad. Estos versículos parecen indicar totalmente lo contrario: que ella estaba desesperada por tener hijos. Y luego parece, con una lectura superficial, que quería los hijos para su propio bien.

No obstante, esto no es verdad. Para empezar, el versículo enfatiza que ‘…ella (Rajel) no le había dado hijos a Yaakov’. Si quería hijos para su propio bien, el versículo debería decir que ella no había tenido hijos ‘para ella’. Más bien, es como yo te estaba diciendo. Ella aceptaba su carencia. Sin embargo, algo pasó que le hizo darse cuenta como nunca antes cuánto sufría su esposo Yaakov por no tener hijos de ella. Por su propio bien, ella podría haber sido una mártir y vivir con el dolor de no tener hijos; pero el darse cuenta del dolor que Yaakov sentía por no poder concebir hijos a través de ella despertó anhelos largamente dormidos dentro de sí.

Por lo tanto, Rajel le dijo a Yaakov: ‘Dame hijos’. Ibn Ezra explica esto diciendo, que ella imploró a Yaakov para que le rezara a Hashem con el objeto de que tuviera hijos, tal como Yitzjak rezó por Rivká para que tuviera hijos. La referencia de Ibn Ezra es Bereshit 25:21, donde los rezos de Yitzjak para tener descendencia no fueron contestados hasta que rezó ‘opuesto a su mujer’, es decir, para su esposa, porque él vio que ‘ella era estéril’. Para sí mismo, Yitzjak tal vez podía haber racionalizado una vida sin hijos. Pero cuando él pensó en su mujer y cuánto estaba sufriendo, él se postró ante Hashem como nunca antes para satisfacer las necesidades de ella y fue entonces, cuando ‘Hashem contestó sus rezos’ y no los de ella.38 Entonces ‘Rivká su esposa, se embarazó’. Así, Rajel imploró a Yaakov para que rezara como su padre Yitzjak, cuyos rezos fueron contestados cuando él rezó por el bien de su esposa.

Las siguientes palabras de Rajel expresan qué tan desesperadamente ansiaba que Yaakov fuera capaz de tener hijos a través de ella. ‘Si tú no (rezas por mí de la misma manera que tu padre rezó por Rivká), estoy muerta’. Es decir, no puedo darte un hijo a ti. Ella entendía que servía a una función global. Y como tal, sus rezos por hijos no serían respondidos inmediatamente. Yaakov, por otro lado, ya tenía hijos a través de Leá: esto demostraba que sus rezos cumplían una función más individual y local y por lo tanto podían ser contestados inmediatamente. Le pidió desesperadamente que rezara, de otro modo, ella estaría muerta, porque sus rezos no podrían traer un hijo para él.

La respuesta de Yaakov, ‘¿Acaso estoy en el lugar de Hashem que retiene el fruto de tu vientre?’, parece expresar una frustración impropia de una persona justa como él. No obstante, estaba frustrado porque experimentaba la misma falta de control que Rajel. Rajel había entendido mal cuando pensó que Yaakov era una persona con funciones locales. Yaakov sí servía una función local. Sin embargo, Yaakov tenía un segundo nombre, que representaba un segundo destino, Israel. Israel representaba su papel en el sentido global. En consecuencia, ver resultados inmediatos de sus rezos tampoco estaba dentro de sus posibilidades. Él estaba tan exasperado como Rajel porque el asunto estaba igualmente fuera de su control.

Cuando Rajel entendió que los rezos de Yaakov también cumplían a una función global y, por lo tanto, sus rezos no serían contestados de manera relativamente fácil, ella respondió ofreciendo Bilhá a Yaakov. Su respuesta parece extraña, casi masoquista porque los hijos que Bilhá tuviera, acentuarían la esterilidad de Rajel todavía más y de esta forma, avivaría más la envidia de su parte.

Esta dificultad fue analizada por el Sforno. Él explica que Rajel ahora se daba cuenta que si Hashem todavía no había respondido a sus oraciones, debía ser porque ella todavía no se había conmovido con la suficiente intensidad. En algún lugar oscuro de su corazón, ella quizá había aceptado su condición estéril. Había aletargado su dolor y ese aletargamiento estaba impidiéndole entregar su rezo más profundo. Así, explica el Sforno, Rajel razonó que la envidia que sentiría al ver a su criada dando a luz un hijo en sus propias rodillas, despertaría su naturaleza más profunda, ser la madre de sus propios hijos, forzándola a penetrar las barreras finales de su corazón.

Esto explica las dos expresiones inusuales que Rajel usó. Primero, ‘ella dará a luz en mis rodillas’. ¿Qué importaba si el niño nacía sobre sus rodillas? ¡Era del vientre de Bilhá! Sin embargo, la palabra hebrea birkai, ‘mis rodillas’, es como baruj, ‘bendecir’, y puede interpretarse como una expresión de rezo, de súplica. Así, Rajel estaba realmente diciendo: ella dará a luz ‘por mis rezos’. Esto ahora es algo más entendible: a través del mérito del rezo de Rajel, Bilhá dará a luz. Pero, cómo podía continuar diciendo: ‘me construiré a través de ella (Bilhá)’. ¿Podía ella realmente sentir que se construía a sí misma a través del nacimiento del hijo de su criada?

Más aún, a lo que Rajel se refería era que a través de la envidia de ver a otra mujer dando a luz un hijo, Yaakov le ayudaría a alcanzar los más altos niveles de rezo. Rajel dijo: ‘Me construiré’ porque yo voy a utilizar el dolor de la envidia para verter hasta la última gota de plegaria de mi corazón y a través de esto, ella rompería la barrera que impide que Hashem dé respuesta a sus rezos. Y, como sabemos, los rezos de Rajel fueron exitosos. Ella tuvo hijos.

Entonces, —David intervino—, ella usó la envidia para bien.

Sí. Sus objetivos eran espirituales. Sentía envidia de la habilidad de su hermana para suplir la necesidad de Yaakov de tener hijos que formarían las tribus fundamentales de klal Israel. Ésta es una necesidad espiritual para la cual la envidia puede ser un motivador positivo muy poderoso. Rajel quería usar la envidia para subir el tono de sus rezos.

Pero rabino, —Rajel preguntó—, yo pensé que no debíamos traer sufrimiento sobre nosotros.

Normalmente, tienes razón. Nunca podemos estar seguros de que vamos a ser capaces de enfrentar una prueba, y por lo tanto, no debemos pedirle a Hashem sufrimientos. Sin embargo, Rajel estaba en un nivel muy alto y ya estaba sufriendo enormemente. Ella necesitaba un empuje final para darle vida al rezo que Hashem estaba esperando. Aquéllos de nosotros que no estamos en un nivel tan alto no debemos pedir sufrimientos. Sin embargo, al mismo tiempo, no necesariamente debemos tranquilizar las punzadas de sufrimiento que Hashem ya nos ha dado.

Ingredientes para un Rezo Exitoso

Los rezos nunca se pierden, —continuó el rabino—. Pero no existe garantía de que todos los rezos darán frutos visibles. Sin embargo, ciertos ingredientes incrementan la probabilidad de éxito y solamente hemos mencionado dos de ellos. Uno es rezar por otros; ver el rol de uno en el rezo como en cumplimiento de una función global. Cuando rezas por otro, tus rezos pueden hacer más por ellos que lo que los de ellos pueden hacer para sí mismos.

El otro ingrediente vital se relaciona con tener todas tus necesidades satisfechas y esto es: la intensidad de la necesidad que siente la persona, el grado del dolor. Mientras mayor sea la necesidad, es más probable que el resultado sea un rezo, un clamor, del fondo del corazón. Como al estirar un arco lo más posible, la intensidad de la cual emana un rezo del interior del corazón, es la altura que va a alcanzar en el cielo.

Cada persona que sufre es especialmente querida por Hashem. Si no, Él no querría la compañía de esa persona tan intensamente. El dolor, la carencia, crean la profundidad del deseo que potencialmente hace de cada momento, un momento de mediación y enlace con Hashem. En la parada del autobús, en el metro, en la casa, a todas partes a donde uno va, es un lugar para clamar a Hashem y satisfacer la carencia. Hashem es el Único que puede contestar los rezos, el que realmente puede satisfacer la carencia y convertirla en la mayor bendición. Rajel no huyó de su dolor. Ella no tranquilizó sus sentimientos. Por el contrario, fue capaz de alcanzar el delicado equilibrio para poder usarlo como una fuerza poderosa en su vida.

Se estaba haciendo tarde y mientras dejaban el terreno boscoso y se acercaban al hotel, el rabino añadió: —Es parte de la naturaleza humana tratar de huir de los recordatorios de cosas dolorosas. Pero no asistir a semajot, permanecer seguro y recluido en la casa, no es lo que Hashem quiere para personas que no pueden tener hijos, o para cualquiera que sufre. Él quiere que vayas a las semajot de otros y que interactúes normalmente. Hashem quiere que todos, incluyendo aquéllos con dolor en su corazón, vayan a la simjá con una sonrisa para bailar con alegría. ¿Acaso el dolor se volverá más agudo por esto? Tal vez. Quizá. Muy probablemente. Pero si así es, entonces el rezo que la persona lastimada vierte en su casa, después de la jatuná, a solas, será del lugar más profundo de su alma. Y esto es más preciado que cualquier cosa.

 

Por el Rav. Azrael Tauber.