Si bien no recae como un PRECEPTO (como el pueblo de Israel) sobre
nosotros los Noajidas el Amar y Temer a D-os, es algo que constantemente
debemos meditar y llevar a la práctica, segun nuestras posibilidades.
Maimonides dice al respecto en su libro «Obras filosóficas y Morales» en el
capitulo segundo:
«Es un precepto Amar y Temer a D-os que es Honorable y Temible, como se
declara: «Y amarás a El Eterno, tu Amo…» – Deuteronomio 6:4 -. Y se declara:
«A El Eterno, Tu Amo, Temeras…» – Deuterenomio 13 –
¿De que modo se le ama y se le teme? En el momento que el ser humano
reflexiona sobre los grandes y maravillosos actos y criaturas de D-os, y
comprende a través de ellos su Sabiduria invaluable e infinita, inmediatamente
lo ama, lo alaba, lo enaltece y desea con un deseo intenso conocer a El Eterno,
como a dicho David: «Esta sedienta mi alma de D-os, del Amo viviente» – Salmos
42:3 – .
Y cuando el hombre reflexiona sobre estas mismas cosas, inmediatamente se
sorprende y se llena de un temor reverencial, dandosé cuenta que él es un ser
pequeño bajo y turbio, un ser que posee una comprensión mínima frente a
Aquel cuya comprensión es perfecta, como ha dicho David: «Cuando veo los
cielos, obra de tus Dedos…¿que es el hombre para que te acuerdes de él?»
– Salmos 8: 4-5 -«
Claro que para poder llevar a la práctica estos temas, uno debe desarraigar
de su ser todas las capas superpuestas de percepción de D-os y esforzarse
en VERLO en la naturaleza. Asi uno sera más conciente de D-os, le será más
fácil cumplir los preceptos y dificíl transgredirlos.
En el Talmud (Berajot 28b) se narra la siguiente historia:
«Cuando cayó enfermo Rabí Iojanan ben Zacai, sus discipulos fuerón a visitarlo.
Cuando Rabí los vio rompió a llorar.
«Luz de Israel» le dijeron sus discipulos «columna del lado derecho del Templo,
poderoso martillo, ¿porque lloras?.
«si fuera conducido» contestó «ante un rey de carne y hueso, que hoy esta
aquí y mañana en la tumba, cuyo furor, si se enfurece conmigo, no es furor
eterno, cuya cárcel, si me encarcela, no es cárcel eterna, cuya muerte, si me
mata, no es muerte eterna, un rey a quien puedo convencer con palabras y
sobornar con dinero, también lloraría. Como, entonces no voy a llorar si me
llevan ante el Rey de Reyes, El Sagrado, Bendito sea, el que vive y permanece
para toda la eternidad, y cuyo furor, si se enfurece conmigo, es furor eterno,
y cuya cárcel, si me encarcela, es cárcel eterna, y cuya muerte, si me mata,
es muerte eterna, El Rey a quien no puedo convencer con palabras ni sobornar
con dinero. Y más aún, teniendo ante mí dos caminos, que conducen uno al
paraíso y otro al infierno, y no sabiendo por cuál de ellos me llevarán.»
«Bendicenos maestro» le dijerón…
«Sea la voluntad de D-os» les dijo «que esté en ustedes el temor al cielo lo
mismo que el temor a los seres de carne y sangre.»
«¿Solo eso?» dijerón los discipulos.
«Ustedes saben» replicó «que cuando alguien quiere cometer un pecado, piensa,:
¡Ojalá no me vea ningún hombre!» (Aunque el temor a D-os sólo fuera igual al
temor de los hombres, sería suficiente para impedirles pecar)
A esforzarnos en amar y temer a nuestro Amo, un poquito más cada día…
Shalom.