En principio de la Torá se nos cuenta que cuando D-is hablaba y cada partícula del universo iba dando forma a las galaxias, los planetas, las montañas, el espacio, el tiempo, etc. La Torá utiliza el verbo decir para describirnos como el universo se fue formando con la palabra Divina. Solamente hubo una creación en la cual D-is utiliza algo más que la palabra para crear; la creación del padre de toda la humanidad Adam. Cuando E-l decide crear al hombre en lugar de hablar, sopló.
Los sabios nos dicen que existe una gran diferencia entre hablar y soplar. Para soplar hay que utilizar mucha más energía que al hablar, ya que el soplido viene desde las mismas entrañas.
Cuando D-is sopló en el hombre este recibió ni más ni menos que una chispa de la propia esencia de D-is, la cual nos hemos acostumbrado a llamarla alma. Por lo tanto nuestra alma es aliento de D-is, de ahí que la palabra hebrea para alma es neshamá, que deriva de la palabra neshimá, que quiere decir aliento.
¿Pero qué significa esto? ¿De qué nos sirve tener aliento Eterno en nuestro ser? Simple y sencillamente para saber que en el puro centro de tu ser eres D-is, eres pura energía Divina; y si logras identificarte con esa esencia, empezaras a sentirte diferente hacia la vida, ni siquiera preocupándote por lo que logres, o por quien te apruebe; solamente siendo lo que eres. Porque en realidad en esencia no podemos ser mejores de lo que ya somos, solamente debemos aprender a traer esa esencia a nuestra vida diaria.
Y no te preocupes, para lograrlo no vas a necesitar meditar 3 horas diarias o estudiar el día entero; es tu misma esencia y por lo tanto algo a lo que tienes acceso fácil.
Piensa un momento en todas las emociones que sentiste la última vez que vistes un bebé que querías mucho, o la última vez que abrazaste a la persona más importante para ti o cuando escuchaste tu canción favorita y te perdiste en la belleza de sus notas, además esos momentos difíciles en los cuales todos a tu alrededor se resquebrajaban y tú te mantuviste firme y tranquilo y cuando alguien te puso entre la espada y la pared con un pregunta difícil y contestaste de una manera tan increíble que hasta tu mismo te sorprendiste, etc. Bueno, te cuento que todas esas veces estabas experimentando la vida a través de tu alma.
Los sabios nos enseñan que nuestra esencia tiene todo lo que necesitamos para que nuestra vida sea perfecta y feliz en todas las áreas de la vida, y que tenemos acceso a ella en cualquier momento que necesitemos.
Solamente tenemos que aprender a sentirla así como cuando el silencio nos deja escuchar nuestros latidos, así silenciar nuestra mente nos deja experimentar nuestra alma. Apreciando más tu vida sacas tu esencia a flote, cada cosa es un regalo de lo alto (caminar, movernos, hablar, pensar, respirar, etc, etc) y es nuestro deber apreciarlo.
Cada una de las cosas de nuestra vida es un puente para que nuestra alma pueda experimentar algo que sin el cuerpo le sería imposible; el mundo físico, no le quites ese placer.