Hace aproximadamente un año viaje a la hermosa ciudad de Carupano Estado Sucre Venezuela, con la finalidad de responder a un llamado de una familia que necesitaba despejar dudas, con respecto a la senda noajida.
Allí fui recibido por su esposa y niñas que fueron al aeropuerto, recuerdo que la primera anecdota de este encuentro fue que esperaban ver a un viejito y no a un joven muchacho, bueno nos reimos mucho y luego tomamos un taxi que nos llevó a su hogar.
El calor del Caribe nos abrazó en aquella ciudad pesquera y agricola, montaña y costa a la vez algo dificil de olvidar. Nos reunimos, conversamos, y así avanzamos en un ambiente de intercambio familiar, hablamos de diferentes temas noájicos y a lo que nos adentrabamos en el tema se disipaban las dudas, los miedos o temores a enfrentar a los familiares, amigos de religión, entre otros.
Recuerdo que les entregue 25 libros de Luz para La Vida, y 25 libros de Aromas del Paraiso, los cuales fueron impresos por la comunidad Noájica de San Cristobal.
Hernan con su porte de hombre pacible, sencillo, y acogedor me presentó amigos de alta estima que por su puesto para mi fue un verdadero placer concerlos y estrechar relaciones, muchos de ellos habían desertado de religiones donde recibieron desde pequeños maltratos de sus padres, tanto fisicos como psicológicos, quienes al conocer de mi pasado en el camino idolátrico, recobraban aquella libertad que les fue vedada y que aún sentían el peso de la condenación que les desearon por abandonar dicha corriente.
El día 17/05/2008 me informaron que a Hernan lo mataron, lo que causó una gran tristesa en mi, y sé que mucho más profundo para su esposa e hijos. Les pido a todos mis hermanos noajicos desde Venezuela por el alma de éste hombre llamado Hernan, y por el bienestar de su esposa e hijos.
Agradesco Al Eterno el permitirme haber conocido a Hernan
Quisiera poder contactar a su familia, pero no tengo números telefónicos, ni mail para comunicarme.
seguimos Construyendo Shalom