Archivo de la categoría: feliz

Resp. 533 – necesito ayuda ahora que descubrí la verdad

yac nos consulta:

estimado moreh
1- hace un par de dias me di cuenta de que estaba siguiendo un camino incorrecto
2- y me a dolido mucho e llorado y sufrido
3- me e quedado sin amistades y me an llamado apostata
4- y me an dicho que me voy a ir al infierno
5- me siento sola
6- no se como orar al eterno correctamente
7- es mas no se si con algo de lo que hago lo ofendo
8- no e conocido nada en mi vida aparte del cristianismo
9- y mi esposo no deja de desirme que estoy confundida
10- y no quiere aceptar lo que e descuvierto
que hago por favor ay
yahaira calvo 28 anos ama de casa cartago costa rica

Seguir leyendo Resp. 533 – necesito ayuda ahora que descubrí la verdad

Resp. 532 – ¿Quien puede estudiar cabala?

juan pablo nos consulta:

¿ More quiero saber su opinion sobre el Rav.Dr Michael Laitman quien fue disipulo de (Rabash)Rav.Baruj Shalom Ha levi Ashlag Hijo de (Baal Ha Sulam)Rav. Yehuda Ha Levi Ashlag, quiero saber si el noajida esta autorizado para estudiar cabala en Bnei Baruj la organización mundialmente conocida por diseminar la ciencia de la sabiduria de la cabala?
¿Que opina de dicha organización que tiene discipulos de todo clero, creencia, color, sin distinción de personas?
juan pablo florez 28 comerciante san cristobal – venezuela

Seguir leyendo Resp. 532 – ¿Quien puede estudiar cabala?

Resp. 520 – Como llamo a Di-s?

DanielNoah nos consulta:

Hola, Paz para todos.
1- En algunos momentos en los que hablo con la gente y quiero hacer referencia a Di-s no se como nombrarlo.
2- Al escribir aqui, me pasa lo mismo, solo que al escribir pongo Di-s y eso no puedo hacerlo hablando.
3- Como debo nombrarle para no cometer pecado y ser respetuoso cuando le cuento ha alguien sobre el noajismo?.
4- Muchisimas gracias por esta página que me llevado ha encontrar el camino correcto. Por fin me siento feliz y completo. paz para todos.
Daniel Velilla Hernandez. 32 años. Electricista. Granada. España.

Seguir leyendo Resp. 520 – Como llamo a Di-s?

Ao querido Moreh!

Querido Moreh,

como vai usted? tarefa árdua a sua! Muito árdua.

Eu mesmo sou um daqueles rebeldes que de nada entendem, mas que falam sobre tudo.

Querido Moreh, sou um simples goy. Que pode saber um goy?

Mas te falo do fundo de meu coração: Te desejo

todas as BRACHOT do mundo. Que sejas feliz e que teus

inimigos não prevaleçam contra ti. Que HaShem te faça cada dia mais justo e feliz.

Me tiraste da escuridão.


El Secreto de una Familia «la Familia Rothschild»

¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de la ilustre familia Rothschild, célebre tanto por su inmensa fortuna como por sus buenas obras?

Su fundador fue Meyer-Anschel Rothschild, nacido en Frankfurt, hace más de doscientos años, pertenecía a una familia que se distinguía por su religiosidad. Su padre, Moisés Rothschild, que falleció un año después del Bar Mitzvá de Meyer-Anschel, quería que su hijo fuese Rabino. En lugar de ello, fue uno de los banqueros más famosos del mundo, lo que no le impidió seguir cumpliendo la Torá en la forma más estricta. ¿Cómo es que este joven huérfano, nacido en el ghetto de Frankfurt, reunió una fortuna tan extraordinaria? He aquí la historia, en la que fue protagonista principal Moisés Rothschild.

En la pequeña ciudada de Galitzia llamada Tchorkow, la comunidad judía eligió un día, como máximo dirigente espiritual, a un rabino conocido a la vez por su gran piedad y por su vasta erudición. Su nombre era Tzvi Hurwitz, pero cariñosamente lo llamaban Rab Herschele Tchorkower.

Considerado por todos como un Tzadik, numerosos habitantes venían a pedirle un consejo o una bendición. Estaba siempre dispuesto a ayudar al prójimo y especialmente a las viudas y necesitados, para los cuales realizaba colectas especiales. Como inspiraba una confianza total, todo aquél que deseaba efectuar una donación, no encontraba nada mejor que hacerla por medio del santo Rabino.

Es comprensible que una persona con tantas responsabilidades, necesitase un ayudante, este cargo lo tenía el joven Moisés Rothschild. El sueldo no era particularmente elevado, pero Moisés era feliz por poder estar cerca del Tzadik. Desempeñó sus tareas con gran entusiasmo y en poco tiempo ganó la confianza de todos y fue considerado como un miembro de la familia.

Pero llegó el tiempo en que Moisés deseó fundar su propio hogar. Se casó con una joven judía de Sniatyn y se estableció allí donde su suegro, y lo ayudó a instalar un pequeño negocio.

Un tiempo después, el día antes de Pésaj (Pascua hebrea), durante Bedikat Jametz (búsqueda de productos prohibidos en Pésaj), Rab Herchele Tchorkow descubrió que le habían robado una bolsa con quinientas golden (moneda del lugar), del cajón de su escritorio. La suma era considerable y cons-tituía el ahorro de personas no pudientes que, con gran esfuerzo habían logrado reunir algún dinero y se lo habían confiado al Rabino.

¿Qué podía hacer? La suma era demasiado grande para reembolsarla, pero su pena era aún mayor al pensar que alguien de su propia casa pudo realizar una acción tan reprensible. Además, había un detalle, lamentable por su presición, que lo atormentaba: sólo una persona, además de él, conocía la existencia de la bolsa en el cajón del escritorio: era Moisés Rothschild. El Rabino había depositado en él toda su confianza y no hubiera soñado siquiera una acción tan baja de su parte. De todas maneras, era necesario rendirse ante la evidencia. ¿Era posible que Moisés, ante gastos tan urgentes para formar su nuevo hogar, hubiese tomado el dinero a título de préstamo? El muchacho era honesto; seguramente devolvería el dinero lo antes posible.

Después de llegar a este razonamiento, que era el único posible, el Rabino decidió no contar nada a nadie. No había que causar daño en la colectividad, y menos aún acusar a nadie de robo. Pensaba hablar con Moisés y aclarar el asunto con él sin que nadie se enterase. Por lo tanto, al tercer día de Pésaj, alquiló un carro a caballos y fue a Sniatyn para ver a su ex-ayudante. Su partida no sorprendió a nadie en la colectividad. El Rabino acostumbraba realizar pequeños viajes. Pero quien se sorprendió fue Moisés, al verlo entrar de manera tan inesperada, en su modesto negocio.

Cuando ambos estuvieron solos, el Rabino con mucho cuidado, relató a Moisés el motivo de su visita. Le dijo cómo había descubierto la desaparición de la bolsa, asegurándole que ni paso por su mente la idea de robo.

¿Acaso Moisés, apremiado por la necesidad, había querido tomar prestado el dinero por cierto tiempo? Ciertamente, aún con esta intención, tal gesto era contrario a las leyes; pero suele suceder que el ser humano ceda a la tentación. De todos modos, si reparaba su falta, podía estar seguro de que D’s lo perdonaría. El Rabino también estaba dispuesto a perdonarlo. Además Moisés podía contar con su entera discreción: nadie se enteraría jamás de lo sucedido. El Rabino concluyó diciendo que si esa suma le hubiese pertenecido, no habría tratado de recuperarla. Pero aquel dinero era propiedad de viudas, huérfanos y gente pobre, cuya vida misma, de él dependía.

A medida que el Rabino hablaba, Moisés empalidecía y su mirada se llenaba de inmensa tristeza. De pronto no pudo contener sus lágrimas: seguramente ya lo atormentaba el remordimiento. Al menos, el Rabino lo interpretaba así y esto acrecentó su estima por Moisés.

Este, no trató de negar nada; permaneció en silencio, sin defenderse. Instantes después abrió su caja, vaciándo su contenido; lo contó y se lo entregó al Rabino sin una palabra. Luego le pidió que esperase un momento pues iría a ver con qué completar la suma.

Pasó un rato. Cuando Moisés regresó, la misma angustia alteraba sus rasgos. Le dijo al Rabino que, a pesar de sus esfuerzos, no llegó a reunir más que la mitad de la suma. Pero si el Rabino tendría paciencia, se comprometía a completar escrupulosamente la otra mitad, con pagos sucesivos.

El Rabino se sentía feliz del cariz que tomaban los sucesos. Siempre había pensado que Moisés era un muchacho bueno y honesto. Su actitud en la presente situación, lo confirmaba. Además ¡qué alivio saber que los pobres huérfanos y las viudas no sufriran ningún perjuicio! Tenía la certeza que Moisés cumpliría la promesa.

En efecto, fiel a la palabra dada, sin que jamás hubiese que recordárselo, el jóven envió regularmente a Rabbí Herschele, pequeñas sumas de dinero hasta completar los quinientos golden. Este último hallaba por fin, la paz que aquel grave accidente había turbado. En su mente, ese asunto sólo quedaría en el recuerdo; y si alguna vez pensaba en ello, sería sólo para admirar la dignidad y bondad con las cuales podía actuar un simple joven como Moisés, quien con tanta abnegación había reparado una falta cometida en un mal momento.

Cierto día en que Rabbí Herschele estaba profundamente sumido en el estudio, llegó a su casa un mensajero que venía de parte del Jefe de Policía de la ciudad. Este último, disculpándose por molestar al Rabino, le informó que desea verlo por un asunto urgente y que un coche lo esperaba en la puerta para conducirlo.

El Rabino no tenía la menor idea del motivo del llamado; se encomendó a D’s, esperando que ningún peligro amenazara a la colectividad y se apresuró a acompañar al mensajero.

El jefe de policía lo recibió amistosamente y le preguntó si en el último tiempo, no le habían robado nada en su casa.

Rabbí Herschele le respondió que si refería a cierta suma que se la había desaparecido, en la actualidad ya la había recuperado. Ante estas palabras, el jefe de la Policía pareció muy sorprendido y le pidió que le contase lo sucedido.

-«Si Ud. me promete no emprender ninguna acción contra un inocente que, además, ya reparó su falta, le contaré todo», respondió Rabbí Herschele.

El jefe de la policía se lo prometió. El Rabino le dio los detalles que deseaba sin omitir uno solo.

-«¡Uds. los judíos, son verdaderamente extraordinarios! ¡Jamás en mi vida oí cosa semejante!», exclamó lleno de admiración el jefe de Policía.

Después de decir esto, abrió un cajón del escritorio, y sacando una bolsa, preguntó: «Sr. Rabino: ¿reconoce esto?».

Esta vez el sorprendido fue Rabbí Herschele. ¡Era su bolsa, la misma que había desaparecido en víspera de Pésaj!

El jefe de Policía se alegró del efecto causado. Esperó unos instantes. Luego llamó y cuando apareció un subordinado, le dijo: «¡Tráelos!». El policía regresó rápidamente con una mujer y un hombre con las manos esposadas.

-«¿Los conoce Ud.?», preguntó el jefe de Policía al Rabino. -«¡No!», respondió este último cada vez más intrigado. -«Absorbido por los libros, como Ud. está siempre, no se fijó en la cara de la doméstica que limpia su casa. Pero poco importa que la reconozca o no, pues ya confesó todo».

Y luego de ordenar que se llevaran a la pareja, el jefe de Policía relató al Rabino su historia, la verdadera. Días antes de Pésaj, la mucama había hecho una gran limpieza en la casa y encontró la bolsa que Rabbí Herschele guardaba en el cajón de su escritorio; la escondió y luego se la llevó a su casa en las afueras, donde vivía con su marido.

Ambos decidieron enterrar el botín en el granero, para que no despertara sospechas. Pero el marido, era un ebrio consuetudinario, y no pudo resistir la tentación de sacar algo para satifacer su pasión. Así es que tomó una moneda y se fue a la hostería. Cuando el posadero le preguntó cómo había obtenido aquella moneda de plata, le contestó que la había encontrado. Pero al día siguiente volvió con otra moneda, y lo mismo hizo al día siguiente. Entonces el posadero empezó a sospechar y advirtió a la policía.

El hombre fue detenido y negó todo; pero algunos latigazos lo hicieron confesar. La bolsa fue encontrada casi intacta, ya que no faltaban más que las tres monedas gastadas en la hostería.

-«Es suya, llévesela», dijo el jefe de policía al Rabino. Este sonreía; su satisfacción era enorme. Sin embargo no dejaba de estar intrigadopor la conducta de Moisés que no sólo no se había defendido al aparecer como sospechoso, sino que hasta había pagado, por un robo cometido por otro.

El Rabino se fue con el corazón desbordante de alegría y se apresuró a visitar a Moisés.

-Reb Moshé,- le dijo luego de haberlo saludado- espero que quieras perdonarme». «¿Por qué – le preguntó con los ojos llenos de lágrimas -No me dijiste que no habías tomado el dinero?»

Su colaborador le respondió que la posible desdicha de los pobres huérfanos unida a las angustia del Rabino, lo habían conmovido profundamente. Si hubiera dicho la verdad negando ser el autor del robo, el Rabino no hubiera aceptado su ayuda pues la hubiera considerado un sacrificio demasiado grande. En efecto lo fue, pues debió empeñar todo lo que poseía para poder reunir la suma que le entregó al Rabino el primer día; además debió economizar moneda sobre moneda para formar el resto. Pero aquel sacrificio era necesario, pues sabía que Rabbí Herschele no podría reunir aquella suma.

El Rab estrechó a Moisés en sus brazos y le dió su bendición, pidiendo a D’s que le diese una gran fortuna para que siempre pudiese ayudar a los pobres necesitados.

-«Aquí está la suma que tan generosamente pagaste de tu bolsillo. Vuelve a Frankfurt donde tendrás mejor ocación de hacer buenos negocios y cumplir buenas acciones. Que D’s esté contigo, con tus hijos y con los hijos de tus hijos en todas las generaciones futuras».

La bendición de Rabbí Herschele Tchorcower no fue dada en vano. Moisés Rothschild fue un gran comerciante en Frankfurt, dedicándose también a operaciones de cambio muy ventajosas. Su hijo Meyer-Anschel Rothschild tuvo aún más éxito que él. Sus cinco hijos, que se establecieron, cada uno en otra capital de Europa, ayudaron a acrecentarla.

La fortuna creada por Moisés creció y se multiplicó de generación en generación. Un nieto de Moisés, el barón Edmond de Rotschild, que encabezaba la casa Rotschild y vivía en Francia, se distinguió particularmente por su acción en favor de sus correligionarios, ayudándolos por todos los medios posibles, lo que le valió el apodo de «HaNadib HaYadú’a» (el Ilustre Benefactor). Su vida fue larga. Murió en París (en 1934) a los noventa años de edad.

Es de gran merito hacer obras de Justicia social “Tzedaka” este es un relato que hace tiempo lo lei y me gusto, la nobleza y el sacrificio siempre son bien recompensados cuando se hacen en pro de la Justicia verdadera.

Referencias

http://www.masuah.org/cuento%20el_secreto_de_una_familia.htm

QUIERE GANAR DINERO? SER FELIZ?



Hago esta pregunta para todos los lectores de FULVIDA:

Desean ganar dinero, sin que ningun remordimiento , cargo de conciencia o custión similar experimente?

Quiere ser feliz?, muy feliz?, con esa pureza de sentimiento que se le manifieste?.

Desea ser libre?

Desea conocerse a sí mismo?

La respuesta es muy simple, tanto que cualquiera puede tomarla a la ligera y pensar que no es posible.

Nada más reconozca que sólo hay un Dios, sin socios, hijos ni nada……….y cumpla sus 7 preceptos.

Shalom y punto.

Honrando a padre y madre.

Cuenta la historia que un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.

Se mudó de casa. Estaba solo y deseaba compartir en sus últimos días.

Los años no pasaron en balde y ya las manos le temblaban. La vista era torpe y los pasos no eran tan fuertes como hace unos años.

Toda la familia comía junta en la mesa. Pero las manos temblorosas y la vista enferma del abuelito hacían del alimentarse un asunto difícil.

Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, no era difícil que se derramara la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación:

» Tenemos que hacer algo con el abuelo » , dijo el hijo.

» Ya he tenido suficiente y estoy muy harto de esta situación. » Derrama la leche; hace ruido al comer y tira la comida al suelo «

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor; pasaban los días y el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.

Como ya había roto varios platos, su comida era servida en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lagrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo.

Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran frías llamadas de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observo que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.

Le pregunto suavemente: » ¿Que estas haciendo? » Con la misma dulzura el niño le contestó:

» Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos.

Sonrío y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.

Las lagrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guío de vuelta

a la mesa de la familia.

Por el resto de sus días ocupo un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse mas cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.

Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.

Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Un padre constructor de Shalom debe ensenar a que sus hijos sean los constructores del manana.

9. Uno está obligado a dar honra a sus progenitores aun después de muertos. Por ejemplo, cuando el hijo menciona el nombre de su difunto padre, debería añadir (algo como), «Sea su memoria bendecida en el Mundo por Venir» o, «Que descanse en paz».

12. Si los padres le dicen a su hijo que transgreda alguna de las Siete Leyes Universales, el hijo no debería escucharlos. Los padres tienen la obligación de honrar a Dios y, por tanto, el hijo tiene que honrar la voluntad Divina antes que los deseos de sus padres.

14. Quienquiera que averguenza a su padre o a su madre, aun con palabras o gestos, se considera maldecido por Dios, como está escrito, «Maldecido es aquel que deshonra a su padre o a su madre» (Deuteronomio 27:16).
fuente:
http://fulvida.com/elcamino/EShonoring_parents.php.html

Un curioso principito.

Uno de los cuentos que más he disfrutado al leerlo  ha sido El Principito, del aviador y novelista, Antoine de Saint- Exupéry.En él cuenta  la historia de un aviador, que, perdido en el Sahara, conoce a un pequeño niño que dice ser de otro planeta, al que abandonó para explorar otros mundos debido a lo contradictoria que era una flor a la que el amaba. Cada uno de estos lugares representaba el mundo interno de los personajes (a ) con los que el principito interactuaba.

El primer planeta estaba habitado únicamente por un rey  que decía tener poder sobretodo lo que le rodeaba y que pese a eso no tenía a quien gobernar realmente. Sin embargo, sí entendía con claridad lo que era la autoridad:

«Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar -continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.»(Capítulo x)

Un verdadero líder dirige a sus compañeros con prudencia .No les delega responsabilidades que sobrepasen sus capacidades, pues sabe que las capacidades de cada uno son diferentes así como también que cada uno tiene limitaciones. No actúa con soberbia, sino con humildad y justicia. Sabe cuando ser estricto y corregir, y no abusa del poder que le ha sido otorgado, sino que da órdenes razonables que no atenten contra la integridad de su prójimo. Jamás se vanagloria  y escucha a quien le habla. Es respetuoso de los diferentes puntos de vista y no atropella a los demás tratando de imponer por la fuerza el suyo.

Antes de terminar este punto recordé un detalle.El Eterno, en su infinita sabiduría, nos ha dado, tanto a judíos como a noájidas, preceptos que no son imposibles de cumplir. No son mandatos caprichosos sustentados por la irracionalidad. Como está escrito en la Torá dada la pueblo de Israel:

«Porque este mandamiento que te ordeno hoy no es superior a tus fuerzas ni está lejos de ti» Deuteronomio/ Devarim 30:11

Después de esto, el principito  llegó al mundo del vanidoso, que necesitaba ser admirado para sentirse valioso. En el se refleja lo vacío de la vanidad; del alarde de lo que es falso. Es una inseguridad que permanece cubierta por el engaño; una falta de identidad de propia, que busca llenarse con las opiniones del prójimo.

Luego conoció el planeta del borracho, que bebía para olvidar la vergüenza…de beber. La imagen del bebedor representa la falta de voluntad para abandonar aquello que nos es perjudicial; del deseo de superación (a). Es estar atrapado en el fango; encerrado en un círculo que nos desgata tanto física como espiritualmente. Tal  como lo señalara el sabio por excelencia:

«Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad. » Proverbios/ Mishlei 26:11

Ante esto, el pequeño dijo:

«No hay la menor duda de que las personas mayores son muy extrañas» (capítulo xii), al ver la ridiculez del hombre.

Su siguiente destino fue el mundo de un ocupado hombre de negocios que dedicaba su tiempo a contar las estrellas que decía tener, pero que no podía palpar:

—Yo   —dijo el principito- tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea. Pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas…El hombre de negocios abrió la boca, pero no encontró respuesta.( capítulo xiii)

La metáfora del hombre de negocios nos habla del ser humano ambicioso, que se afana en obtener riquezas sin tener tiempo para vivir (a) y disfrutar de las cosas bellas de la vida. En este sentido, es la antítesis del pequeño, que es feliz con las cosas simples. No busca poder ni fortuna sólo vivir tranquilo con lo que le rodea. En realidad el hombre de negocios era un ser miserable ya que no se siente conforme con lo que posee y siempre busca tener más, aun cuando sea dueño de mucho. Este personaje me trae a la mente lo dicho por el salmista:

 «1Si el  Eterno no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. 
   Si el  Eterno no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
  2En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.» (Salmo/ Tehilim 127: 1-2)

Es decir ¿de qué sirve afligirse por acumular ganancias si el Eterno no nos permite disfrutar de ellas? ¿No sería mejor recordar que » el hombre propone y Dios dispone» (Proverbios/ Tehilim 16:1)?

Una vez abandonado este lugar, el niño llegó al planeta más pequeño de su viaje, habitado por un  farolero, dedicado a su trabajo, del cual se sntía esclavizado, ya que tenía que encender y apagar el farol en cada minuto que transcurría. Este personaje logró ganarse el afecto del pequeño visitante. Es el único que no le parece ridículo, «quizás porque se ocupa de otra cosa y no de sí mismo.»( Capítulo xiv)

El farolero  es el ser humano dedicado a su trabajo; con vocación por lo que hace, pero que termina siendo consumido por la rutina. A diferencia del hombre de negocios, no busca riquezas sino servir, aun cuando resulte tortuoso para sí.

El lugar que seguía lo ocupaba un geógrafo. Era un erudito que aprendía de la información proporcionada por los exploradores, sin conocer el mismo lo han visto sus informantes. Pese a ello su actitud no es crédula y se cercioraba de la veracidad del testigo pidiendo evidencias que lo respaldasen. Con él, el principito aprende sobre lo transitorio de la existencia, al darse cuenta que su flor estaba «amenazada de próxima desaparición» (capítulo xv) y se arrepiente de haberla dejado, pero al recuperarse le pregunta al hombre sobre cual debía ser su próximo destino, quien le sugirió visitase la Tierra.

El geógrafo representa al noájida deseoso de adquirir conocimientos a partir de la experiencia, no propia sino ajena. Es crítico y selectivo, pero no experimenta con sus sentidos lo que deleita a su intelecto. Sabe lo que es correcto; conoce los preceptos de Hashem, pero no los pone en práctica. Almacena conocimientos, pero no los aprende, pues el aprendizaje es un proceso activo que, además de adquirir una información, implica procesarla, entenderla y saber cuando usarla.

Finalmente, el principito llegó a la Tierra, donde conoce a varios personajes, de los cuales el más significativo es el zorro. El pequeño lo conoce cuando siente tristeza al darse cuenta que lo que para él era especial, aparentemente era común para la mayoría. El animalito es quien le enseña sobre el verdadero sentido de la amistad y las relaciones humanas.(a)

La primera enseñanza dada por el zorro fue la de «domesticar» al otro:

¿Qué significa domesticar?,-preguntaba el principito-

-Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa «crear vínculos… “y después añade:

«Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…» (Capítulo xxi)

Creo que a veces en el trabajo y la universidad la gente se dedica meramente a cumplir con sus deberes sin darse la oportunidad de conocer a otros. El ritmo de vida actual exige competencias (de hecho, yo me considero muy competitivo, aunque gralte. conmigo mismo). Pero somos seres sociales y necesitamos interactuar con otros. No somos máquinas sin emociones, sino seres vivos que sienten. Cada uno de nosotros tiene algo que lo hace único. Podemos tener cosas comunes con el resto, pero hay un «algo» que marca la diferencia. Y es necesario descubrir lo que es propio para así distinguirnos del resto y también compartirlo con ellos.

Quizás la reflexión más recordada por todos sea el regalo dado por el zorro al principito antes de despedirse de él:

«Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.»                (Capítulo xxi)

A veces nos dejamos guiar por las apariencias y desaprovechamos apersonas valiosas. Sólo vemos una cara de la moneda, que suelen ser lo defectos. Y no reconocemos que nosotros también tenemos errores e incluso más defectos que los del resto. En realidad lo que vale en una persona no es cuan «perfecta» sea, sino que tenga la capacidad de reconocer sus limitaciones y que se esfuerce por superarlas.

Antes de terminar, quisiera plantear las siguientes preguntas: ¿En cuál de los mundos visitados por el principito nos encontramos ahora? y ¿qué hemos hecho por mejorar? Dios los bendiga. Shalom

                                                                                      F.P.S.M.

 Notas:

(a)    Esta interpretaciones, en parte, se corresponden con la hecha en :http://es.wikipedia.org/wiki/El_principito. El resto fueron hechas por mí.

(b)   La versión en línea de “ El principito» fue tomada de : www.agirregabiria.net/g/sylvainaitor/principito.pdf

De que color son las manzanas?

Un maestro de escuela le preguntó a sus alumnos de qué color son las manzanas. La mayoría de los niños contestaron “rojas”, algunos dijeron “verdes”. Solamente un niño levantó la mano y respondió de otra forma: “blancas”.

El maestro le explico, pacientemente, que las manzanas podían ser rojas o verdes, a veces amarillas, pero nunca blancas.

El niño insistió que eran blancas hasta que sacó de sus casillas al maestro y se llevo un regaño.
Pero el niño sollozando insistió en su punto y dijo: si las manzanas son blancas,” por dentro”.

Los sabios explican que cada uno de nosotros viene a este mundo con una venda en los ojos. Esa venda son nuestros cinco sentidos, que solamente nos permite ver una dimensión de las tantas dimensiones que componen nuestra creación.

Por ejemplo la ciencia nos dice que solo utilizamos un 4 % de nuestro cerebro y que nuestro ojo no ve más del 10% de la materia existente en el universo. O sea que mientras lees esto hay un 96% de tu cerebro “dormido” y un 90% del universo que no has apreciado.

Nuestros cinco sentidos están diseñados para mostrarnos solo lo externo, para ver la simple coraza de las cosas no la pulpa.

Las preocupaciones, los temores, nuestro ego; son unos de los muchos causantes que no permiten traspasar los cinco sentidos y ver la realidad.

Tratemos de día a día, hora tras hora entender que lo que vemos es una partecita de algo infinitamente más grande, que tenemos todo un universo por cambiar y descubrir. También que los temores son solo una ilusión y que cuando nos damos cuenta que el Todopoderoso hace todo a nuestro alrededor para bien, ¿a qué temes? Y nuestro ego, nuestro querido ego, trabajarlo entendiendo que estamos aquí para darle al mundo no para recibir, sino para dar más y más; nada mas piensa si en lo que tienes de existir le has dado más al mundo de lo que has recibido de él.

Y recuerden que las manzanas también son blancas; “por dentro”.

Feliz séptimo día.