Iba caminando por el centro de Bs. As., y en un vallado de obra, vi en un afiche la cara de un conocido conductor de televisión, promocionando la nueva temporada de su show. El show consiste en que un participante junto a un famoso, bailan en este certamen y el ganador le cumple el sueño a una institución, grupo o persona, que tiene algún tipo de necesidad.
Me llamo la atención no tanto la publicidad, si no el contenido de la imagen, vi una cristianización de la imagen de Tinelli; un Je$u mediatico: mirada de frente, profunda, amigable, el pelo largo, lacio, la luz de “santidad” de fondo.
Un nuevo pastor, Marcelo Tinelli y su religión es Bailando (burlando, molestando, insultando, desnudando, humillando, hostigando, chismeando y otros nefastos “andos”) por un sueño.
Esto es una solo parte de todo que hay detrás del Tinellismo, tenemos luces de colores en escenarios «celestiales», con hombres y mujeres de cuerpos esculturales semidesnudos, bailes desenfrenados, orgiasticos. Regalos, productos, promesas. Ademas ahora se incluyen personas de otros paises para reforzar la hermandad Tinellica. Con este combo, el Tinellismo, recibe más de lo que da, recauda mas que lo que aporta. Y no hablo de cuestiones economicas, hablo de espiritus, de mentes y corazones. El y su religión, pone en peligro la integridad espiritual de muchas personas que caen en la trampa y dicen «ehh..solo se trata de un concurso» «que te va a hacer ver un par de mujeres» «por lo menos ayuda a alguien» ¿pero cual es el beneficio en relacion a los daños? No son aires intelectualoides o aires de culto, solamente un llamado a la conciencia que esta es una mala influencia, otra forma de idolatria, que debemos rechazar si queremos hacer de nuestra sociedad algo mejor.