En nuestras oraciones matutinas, en la sección del Credo Noajico, decimos:
«No debo dejarme caer en errores ni pecados, sino esforzarme por ser un hijo íntegro de Ti, Padre Celestial.»
Linda Frase, verdad? Que nos reafirma, nos hace fuertes y nos percata de como debemos de actuar durante el día.
Primero: No caer en errores. Evitar darle la mano al ego, pues es sabido que a quien da la mano le terminan agarrando el codo. Tratar de actuar con prudencia, como indican los sabios: «¿Quien es Sabio? aquel que actua con prudencia», por lo tanto, siempre cautelosos, transitando el camino sin deseperación, sino con astucia, evitando que el ego no nos termine enrredando y haciendonos caer en errores que terminaran -Dios libre- en pecados.
Segundo: Esforzarnos no solo en no caer en manos del ego, sino en crecer en integridad. Siendo fieles, cabales, cumplidores y humildes delante de Dios. Respetandolo y respetando a las personas. Ayudando al prójimo, iluminando y despertando chispas de divinidad para hacer de este mundo una morada para Dios.
Errores que conducen a pecados, retorno que conduce a la humildad delante de Dios. Siete preceptos que nos conducen hacia una vida con sentido, llena de dicha, de felicidad. Encontrandonos con nuestro Yo Autentico y puro que cada ser humano posee dentro suyo. Actuando sin caretas, sin máscaras, haciendo justicia, amando la misericordia, creciendo con diligencia y aveces chocando con la negligencia. Aprendiendo que la mejor opción es seguir el sendero Divino, el sendero que nos ilumina, el sendero que tu alma reclama, el sendero que nos hace mejores, el sendero que Aquel Sabio espera que sigas para que gozes de una buena vida.
Tal dijeron los Sabios: «Según el esfuerzo sera la paga…»
En el día nos deparan cosas, errores, momentos de dicha, momentos de tristeza, momentos de caídas. Pero nunca te olvides de levantarte y nunca dejes de esforzarte en ser un hijo íntegro delante de Dios.
Saludos!