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Reacciones ante el misionero

Con el conocimiento que nos provee la CTerapia podemos señalar los cuatro modos de reacción posibles ante el ataque de un misionero, cuando éste viene con sonrisa de amigo, con ánimo de salvador, con piel de oveja y corazón de lobo.

Reacción tipo víctima.
La persona, cual oveja camino al matadero, se entrega a las manipulaciones emocionales del misionero.
Se siente culpable de todo y por todo, aunque nada por lo cual se siente culpable sea realmente de su responsabilidad.
Llora e intenta defenderse sumisamente ante los ataques del misionero, pero corre con anhelo a recibir la promesa de absolución que éste le brinda (ilusoriamente).

Reacción tipo agresor.
La persona, cual toro enfurecido, cornea pero mantiene sus ojos cerrados. Por esto, es difícil que acierte en sus embestidas para repeler al misionero.
Quizás insulte, humille, tome el pelo, se mofe y hasta puede llegar a algún tipo de violencia física (desde echarlo a patadas, hasta golpes y porrazos).
Lo que dice o hace a dudosamente sirve para detener la filosa agresión del entrenado misionero, que intentará usar la furia de la persona para enredarlo y llevarlo a una posición de tipo víctima, desde la cual podrá sujetarlo y manipularlo.
Sabemos que los misioneros son intensamente entrenados, reciben adiestramiento en artes y técnicas de manipulación intelectual y siembra de confusión mental.
Se les debe reconocer al menos esto, son maestros en el sucio arte de la guerra psicológica.
Y, tristemente, un toro enfurecido no cuenta con la capacidad de reflexión y fría estocada que se precisan para responder con eficiencia ante las soterradas agresiones del misionero.
El misionero se cerrará en su posición y ante cada golpe tendrá menos capacidad para discernir, para liberarse, para razonar, para elegir.
Cada agresión la tomará (enfermizamente) como una prueba celestial o infernal (depende la locura que crea), y será para él una señal de que está en la senda correcta.
Acusará, con motivo o no, al tipo agresor de ser agresivo, ser ciego, estar endemoniado, ser hereje, etc., en realidad, todo lo que quiera, ya que la reacción furibunda del otro le da pie para aprovecharse de la manifiesta debilidad del tipo agresor.

Reacción tipo salvador.
La persona, cual político demagogo y paternalista, querrá hacer ver al misionero lo infurctuoso de su tarea abominable. Le presentará versículos que socavan completamente la estéril fe en el colgado. Demostrará con razonamientos limpios y bien fundamentados, la corrupción de toda religión ajena a Dios, especialmente la que portan los misioneros. Disparará con encumbrada sabiduría frases y versículos, que resultan ser acertados en su interpretación y que ante un interlocutor saludable sirven para acabar cualquier discusión que apoye al falso dios y falso redentor.
Quizás la persona de tipo salvador, quiera explicarle al misionero lo errado que está y cómo eso debe ser a causa de algún trauma emocional de su niñez.
Con afán paternal le propondrá alguna terapia, alguna congregación de fieles del Eterno, alguna salida para esa tóxica adicción a religiones.
La respuesta del misionero será similar a la que tiene con el tipo agresor en lo que respecta a cerrarse y por consiguiente aferrarse con más fuerza a sus lemas, dogmas y frases hechas.
No prestará atención a razonamientos lógicos, los tildará de pensamiento griego y con eso basta para él para descalificarlo.
Los versículos que demuestran la podredumbre de su fe, serán rechazados con la excusa de que no están en "su biblia", o que no están de acuerdo a como el pastor interpreta el pasaje.
O lisa y llanamente, seguirá ciego y sordo escupiendo su monólogo aprendido de memoria, el cual debe repetir una y otra vez como un mantram, como un sortilegio que le dará su salvación.
Escaso éxito tiene el tipo salvador con los misioneros.

Reacción tipo espiritual.
La persona, como un sabio talmúdico, no se deja embaucar ni manipular; no se enfurece ni enceguece con pasión (aunque quizás se sienta enojado, o de cierta manera muestre su malestar interior); no trata de inculcar y corregir al que está hundido en un pozo, porque sabe que no tendrá éxito.
¿Qué hace entonces?
Respeta la humanidad del misionero, aunque deplora intensamente su bastardeado mensaje.
Por tanto, escucha aquello que es permitido oír: todo lo que no implique idolatría u otros gravísimos pecados. Pero se aparta cuando el misionero quiere someterlo a la tortura de oír sus huecos y estériles alegatos.
No debate, pues debatir es dar carácter de validez a los argumentos del otro.
No admite nada, pues no quiere contaminar su alma, pero no le dice directamente al idólatra lo mal que está.
Pero, cuando tiene la chance, entonces las palabras del sabio son como aguijones que taladran y perforan hasta lo más profundo. Destruye con frialdad, sin enojo ni rencor; para demoler toda la basura perjudicial y dejar en pie lo saludable, y dejar espacio para edificar lo bueno. Todo a su tiempo, con calma, con prudencia, con respeto y amor.
El tipo espiritual, con su conducta manifiesta su altura en moral y espiritualidad.

¿Cómo has actuado hasta ahora?
¿Qué me puedes comentar de tus experiencias personales al respecto?
Espero oír de ti… (misioneros, abstenerse)…

La emotividad, como prisión o como liberación

La prisión
Las religiones del mundo se disfrazan de espiritualidad, pero sus fundamentos se encuentran exclusivamente en el plano de lo emocional.

Carecen en absoluto de cualquier partícula potable de espiritualidad, ya que la espiritualidad ES seguir las enseñanzas de la Torá (en lo que a cada uno compete) y cumplir con los mandamientos que el Eterno ha encomendado a la persona. Siete mandamientos fundamentales para las naciones y 613 para los judíos, tal el Camino a la espiritualidad de acuerdo a como el Creador y Sostenedor del Mundo ha decretado.

Por tanto, las personas que están en religiones, que son «religiosas», están padeciendo una enorme hambre de espiritualidad, que ilusamente intentan tapar con más y más actos irracionales basados en la emotividad.

Contempla a los seguidores de Jesús (alias Ieshu, Yeshua, Iehoshua, Yahoushua, etc.), date cuenta de lo que te estoy explicando ahora en todas sus palabras y todos actos.
Si haces un análisis objetivo, desprovisto de preconceptos, descubrirás que las manipulaciones emocionales son las que florecen por doquier en sus sectas y doctrinas.
Desde que se levantan hasta que se acuestan están encarcelados por adoctrinamiento y manipulación emocional.
Carentes de profundidad espiritual, faltos de sensibilidad, paralizados en su razonamiento (en lo que a creencias se refiere, y luego en otras áreas de la vida). Todo esto como consecuencia de la inmensa carencia que tienen de nutrición espiritual y por la saturación de mala alimentación espiritual.

Están en profundo desequilibrio en dos de sus cinco planos de existencia: espiritual y emocional.
Lo que seguramente representará un agudo padecimiento también en los otros tres planos: físico, social e intelectual.

Es triste, pero me remito a las evidencias que tú cotidianamente puedes recoger al ver con ojos respetuosos e impasibles.
¿O no es así?

Estos hermanos humanos están esclavos de la idolatría, presos en prisiones de emotividad.
Torturados por sulfurosas cadenas de mentiras y tramas emocionales.
Estos hermanos humanos necesitan ser liberados, aunque ellos mismos se resistan por miedo a ser libres.

La liberación
Te plantearé algo que puede sonar bastante tonto, pero que guarda una importante enseñanza: Al que está preso del plano emocional, solamente se lo puede redimir abriendo la jaula que lo encierra en el plano emocional.

Esto quiere decir que no ayudas a tu hermano preso emocionalmente a ser libre si le alimentas sus otros cuatro planos de humanidad.

Puedes darle 1001 datos racionales que demuestran la falsedad de su religión, la negrura para el alma de sus doctrinas; pero el esclavo emocional no te entenderá, tiene bloqueado el entendimiento a causa de su esclavitud emocional.
Puedes instruirle con 1001 mandamientos y buenas prácticas de bondad y justicia, y probablemente haga alguna de ellas y obtenga beneficios espirituales; pero seguirá atribuyendo santidad a la perversión de la idolatría, mantendrá su confianza depositada en un falso redentor (Jesús, con cualquiera de sus alias).

Es que mientras sus cadenas sigan estando en el plano emocional, difícilmente podrá avanzar, desarrollarse, liberarse, alcanzar su plenitud como hijo de Dios.

Por tanto, tu primer tarea debe ser dedicada a liberarlo emocionalmente.
Luego tendrás tiempo para razonar y para instruirle en los caminos de gozo y bendición.

El problema radica en que justamente es el plano emocional el más difícil a la hora de trabajar para liberarse o ayudar a liberar a otro.

En este plano nadie puede ser sacado de su prisión, sino que cada uno es el que debe caminar hacia fuera de la cárcel del alma.

Ante esta perspectiva, déjame darte algunos sencillos consejos, que han sido probados y resultan efectivos.
Estoy atento a que me hagas llegar tus comentarios así como ideas y sugerencias.

Consejos prácticos:

1- No intentes actuar como misionero, no quieras convencer de nada. Nadie es liberado de las cárceles emocionales, recuérdalo.

Si no estás aún bien afirmado en el camino noájico, si todavía estás al borde del abismal pozo, no están aún en condiciones como para ayudar a otros. No sea que por apresurarte a rescatar a otro, te hundas nuevamente en el fango mortal junto con él.

2- Convida al prisionero emocional a comer contigo. Aprovecha el encuentro para conversar. Especialmente pregúntale por su vida, su familia, sus cosas.
Si el prisionero emocional quiere actuar como misionero, detenlo, dile que tú no quieres hablar de «religión» sino solamente compartir con él ese momento de encuentro. Probablemente el esclavo no te comprenderá y seguirá con su disco rayado, tratando de vender su mala mercancía a precio de oro. Dile que agradeces su interés por tu alma, pero que ahora no quieres hablar de esos temas.

3- Mantén la conversación en un nivel personal, interésate realmente por el bienestar de tu interlocutor. Préstale atención, sé honesto y sincero a la hora de oír y escuchar.

4- Déjalo hablar, a la gente le suele gustar mucho oír su voz y que otros le oigan.
Solamente detenlo si habla de… tú sabes qué…

5- Sé sencillo en tus planteos. Recuerda que el esclavo emocional probablemente tiene obstáculos en su plano intelectual.
Tú tampoco hables de «religión».

6- Como tú has invitado la comida, paga tú.

7- Al finalizar de comer, agradece al Eterno por lo que has comido.
Hazlo en voz audible pero baja, que el otro te oiga pero que no sienta que le estás imponiendo nada.
Si el a su vez quiere agradecer a su falsa deidad, déjalo hacer, en tanto no te obligue a participar. No admitas que él rece a su falsa deidad en voz alta, si se quiere perjudicar que no te dañe a ti. Por supuesto que NO debes contestar «amén», ni mostrar consentimiento a su acción negativa. Pero en este momento tampoco debes amonestarlo, ya que las amonestaciones se realizan solamente a aquel que es capaz de recibirlas.

8- Si el otro insiste, porque es así como generalmente están programados, en venderte su sucia mercancía religiosa, NO le retruques ni intentes razonar con él. Por el contrario insiste tú también en aquello que ya le dijiste: no quieres hablar ni oír hablar de religión.
Mantente amable pero firme, no te corras de esa posición de abstinencia de «religiosidad».
Si el otro no entiende y de lo único que sabe hablar es de religiosidad, entonces discúlpate, y retírate. Menciónale que para un próximo encuentro quieres conversar de corazón corazón, con el otro realmente, sin el disfraz de religiosidad que entorpece en el medio.
Si el otro ama su esclavitud, no tienes tú lo que buscar. Para otra vez será. Esto es: se paciente, constante, no te dejes desanimar por el primer fracaso, pero tampoco te obsesiones y reniegues de ver la realidad.

9- Vuelve a encontrarte con el esclavo emocional varias veces más. En cada ocasión repite el patrón de cero tolerancia a las charlas de religión. Nada de nada.
Pero demuestra sincera y franca apertura a interesarte por sus cuestiones personales, emocionales. Sin caer en ánimo chismoso, ni en entrometerte allí en donde no es prudente o digno meterse.
Haz que el otro se sienta a gusto a tu lado, a pesar de que no pueda dispararte su andanada de frases memorizadas de religiosidad idolátrica.
Por supuesto que si te consulta acerca del noajísmo con sinceridad y respeto, sin ánimos de entablar debates o como excusa para comenzar con su consabido discurso, debes de aprovechar esta oportunidad para darle pequeñas dosis de Luz. Sin irte a cosas complicadas, sin rebuscar, sin gozar de tu victoria. Simplemente muéstrale con mansedumbre y alegría pequeños aspectos de la vida noájica, para que vaya limpiando de a poco su vida de la perversión de la idolatría.

10- Cuando el esclavo encuentra un bálsamo para sus heridas emocionales en tu compañía, le has hecho un inmenso favor. Le has mostrado el camino hacia la Luz.
Ya ha dado algún paso en la dirección correcta.

Comprobarás que llegado el momento oportuno él te preguntará con interés real acerca del noajísmo, de la fidelidad al Eterno, de las cosas puras que hacen a la vida equilibrada de un siervo del Eterno.

Habrás vencido y él no habrá sido derrotado, sino que también es un vencedor.

Por último.
Toma estos consejos para ser aplicados con relatividad, no como un manual o receta de cocina.
Sé creativo e ingenioso, pero siempre mantente amable, sincero, honesto y justo.

Algunos esclavos emocionales rompen más fácilmente cuando son provistos de llaves intelectuales. Otros cuando se les favorece un contexto social que los cobije, una comunidad noájica.

Así pues, si estás realmente atento a tu prójimo que está esclavo de la idolatría, verás cómo ayudarlo con lo que precisa para liberarse.

Quedo a tus órdenes y a la espera de tus comentarios y aportes.

(Lecturas recomendadas:
http://fulvida.com/temas-frecuentes/cuando-noe-aprende-de-abraham
http://fulvida.com/misioneros/lo-que-te-mueve-y-lo-que-te-detiene
http://fulvida.com/salud/los-miedos-y-el-noajismo-2

Resp. 104 – ¡Los cristianos no son israelitas!

shalom mi nombre es obed ben asher estamos en los ultimos tiempos y
esperamos en YHWH ,LA
RESTAURACION DE nuestros hermanos los cristianos a que habran sus ojos a la
verda de la torah
pues ellos son parte del pueblo de efrain,

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Admitir las opiniones de ánimo constructivo

En la sociedad occidental y cristiana que vivimos se ha establecido un modelo acrítico de vida.

Se considera herético (malo, rebelde, perjudicial) el que alguno tenga opiniones que divergen con el dogma oficial, o que contradicen de alguna manera la doctrina del pastor, o que pueden ocasionar alguna molestia (aunque hayan sido expresadas con pleno ánimo constructivo).

El oyente reacciona con enojo, violencia, huida, burla o rechazo, sin capacidad para tolerar el que otra persona tenga ideas propias y diferentes, o piense algo que no está en el lema del grupo de ovejas, o que sienta algo que no es compartido (aunque no sea perjudicial en los hechos).

Con este modelo de vida instalado en la sociedad occidental y cristiana, y especialmente entre los grupos seguidores de Jesús,
se pone un bozal al que opina y su opinión no es repetición de la doctrina oficial,
se repudia al que tiene la "osadía" de pensar por sí mismo,
se cancela el derecho a preguntar,
se abofetea a quien duda honestamente,
se aisla al que tiene la valentía de señalar errores,
se denigra al que no quiere ser parte del grupo de ovejas ciegas y mudas,
se prohíbe cuestionar cualquier cosa,
se acusa de intolerante al que dice algo que no agrada,
se silencia las diferencias,
se presiona para alcanzar el objetivo del grupo de referencia,
se niega la existencia a lo que molesta.

Tal es la realidad.
Aquellos entre ustedes que han sufrido dentro de esas agrupaciones de seguidores de Jesús me pueden confirmar por experiencia propia la verdad de estas afirmaciones.
Todos podemos echar un vistazo a nuestra sociedad, muy occidental y demasiado cristiana, para admitir la veracidad de lo que les comento ahora.
(Por favor, dejar comentarios más abajo, en el lugar correspondiente para los mismos).

Por otra parte, los que siguen encadenados al paradigma mortal de la censura, probablemente ni siquiera sean conscientes de que actúan, piensan y sienten de esta manera.
Sin capaces de emitir "opiniones" negativas acerca de lo que les desagrada, siempre y cuando esa opinión sea dentro de la pauta que marca el pastor, el dogma o la sociedad.

PERO,
este NO es el camino del seguidor del Eterno.

El seguidor del Eterno admite las divergencias, acepta las opiniones siempre y cuando no estén basadas en un ánimo destructivo.
El seguidor del Eterno emite sus opiniones, escucha las opiniones (aunque sean diferentes) del otro, y comparten entre ambos una comunicación auténtica, de la cual surge la Luz.

Del diálogo canalizado por la comunicación auténtica, surge la Luz, la convivencia en paz, el crecimiento personal y colectivo.
Pero de la censura, del espíritu falto de crítica, solamente se desprenden mantos de oscuridad.

Pensemos en esto a la hora de compartir con nuestro prójimo.

Los modelos en el tiempo de crecer

En ese momento del resurgir de la cultura noájica parece difícil encontrar o edificar un modelo de personalidad noájica típica.

Muchos se apoyan en lo que conocen, es decir, en los crasos modelos idolátricos (pastores, apóstoles, sacerdotes, curas, "ancianos", etc.).
Es que han salido hace poco físicamente de la prisión de la idolatría, por lo cual en gran medida muchos aún se mantienen prisioneros espiritual y emocionalmente de esa idolatría.
Es lo que llamamos: cargar la mochila del pasado.
En esta mochila se encuentran muchas piedras y otras pesadas cargas que corresponden a un modelo de vida ajeno a Dios, negador del Hombre, angustiante y mortal.
Pero, no se puede esperar que de un día para el otro la libertad emocional y espiritual acompasen a la libertad física.
Tal como ocurrió con los hebreos cuando salieron de Egipto, recién 50 días después el Eterno consideró que estaban aptos para recibir la Torá, el manual de vida. Pero solamente unos 40 años más tarde los primeros hebreos libres de cuerpo y espíritu estaban preparados para tomar posesión de la tierra prometida.
Así pues, no desesperemos, queridos amigos noájidas, no pretendamos encontrar todas las respuestas inmediatamente. No nos impacientemos, porque algunos de ustedes sigan cargando con las pesarosas mochilas del pasado idolátrico. No entremos en confusión y enojo, porque no se halla la vía para limpiar completamente la vida de las escorias recibidas en el pasado idolátrico.
Por el contrario, sigamos avanzando, trabajando constantemente, con paciencia, con amor, con respeto, con responsabilidad, con confianza en el Eterno.
Sigamos rumbo a la tierra de promisión, en la cual la libertad física y espiritual son realidad, y ya allí el noájida estará a resguardo de caer nuevamente en la maldición de las religiones y las doctrinas ajenas a Dios.

Pero, mientras tanto, vayamos desechando esos modelos de liderazgo y conformación de comunidades.
Vayamos desterrando al olvido los mecanismos de manipulación propios de las religiones.
Vayamos construyendo, ladrillo a ladrillo, la nueva realidad que es el renacer del noajísmo, y especialmente en esta América tan necesitada de la Luz que emana de lo Alto.

Dejemos de lado todo lo que podamos de nuestras mochilas, y vayamos adquiriendo nuevos patrones de conducta, nuevos ideales, un renovado pensamiento libertador.

Pero, andemos con cuidado, no sea que adoptemos otras mochilas, que nos encadenemos a otras pesadas cadenas de encierro espiritual.
No busquemos que un "rabino", "iluminado", "líder" o lo que fuera sea el que piense por nosotros, el que nos ordene lo qué sentir, el que nos conduzca cual si fuéramos tontos o marionetas desprovistas de cualidades humanas plenas.
No caigamos en el error de elevar becerros de oro, por miedo a afrontar la tarea de madurar como individuos plenos y como comunidades íntegras.

Es una tarea difícil, despertar, romper cadenas, cuidarse de no retroceder, andar con precaución para no errar el camino, y además construir una nueva realidad.
Pero tal es la tarea, la Obra que deben realizar como noájidas.

Es tiempo de realizaciones, de quebrar ídolos, de derrocar viejos héroes, de negarse a seguir otros déspotas.
Es tiempo de ser noájida con orgullo y serenidad.
Es tiempo de servir con sinceridad al Eterno, de manera reverente y amorosa.
Es tiempo de dar una mano generosa y desinteresada al prójimo.

Es tiempo de crecer.

Todo nuestro ser

El humano está formado por cinco planos: físico, emocional, social, intelectual y espiritual.
Todos ellos son necesarios e imprescindibles.
Todos ellos deben ser nutridos adecuadamente y hemos de mantenerlos en equilibrio dinámico.
Cuando fallamos en nutrir alguno de los planos, el desequilibrio afecta a toda la persona, que a su vez puede influenciar con desequilibrio a su colectivo social.
Es por esto vital que conozcamos la existencia de los cinco planos y que tengamos extremo cuidado en nutrir cada uno de ellos, y hacer lo correcto para reajustarlos cuando nos encontremos en desbalance.

Una regla para guardar la compostura y la armonía, es la simpleza.
Cuanto más simple se actúe, sienta, comparta, piense y confíe, en menos problemas y dificultades la persona se mete.
Ser simple no significa ser vacío, hueco, torpe, insignificante o carente de sentido.
¡Todo lo contrario!
En la simplicidad se encuentra el camino para el desarrollo de los mayores potenciales que guardamos en nuestra alma.
Las grandes personalidades que han trascendido en todos los planos, han sido humildes, sencillas.
El patriarca judío Avraham era un hombre simple, aunque genial en todos los aspectos.
El patriarca de la humanidad, Noaj/Noé, era bastante simple en algunos de los planos, aunque en otros se complicó, cosa que derivó en desgracias personales y familiares.
El rabino Moshé/Moisés, es llamado por Dios como el más manso de los hombres.

Y nadie puede suponer que estas personalidades han sido fracasadas, irrelevantes, necias.
Así pues, ya sabes que la manera para alcanzar el equilibrio está en la simplicidad.

Luego, debemos encarar con seriedad y responsabilidad el aspecto de nutrir cada uno de los planos.
Aquí en FULVIDA.com estamos comprometidos en esta tarea, pues como puedes comprobar tenemos textos que apuntan a cada una de esas realidades.
Hay personas que siguen aferradas en cierta medida a sus mochilas idolátricas, en las cuales se niega el alimento a todos los planos. En esas sectas solamente se hace hincapié en el plano emocional, que se ha disfrazado de "espiritualidad", cuando no deja de ser manipulación emocional. Se mantiene aterrorizada a las personas por medio de amenazas, de manipulaciones, de presiones, de extorsiones, de privaciones de todo tipo.
Algunos de ustedes, que siguen cargando con parte de esas mochilas del pasado, ven con ojos de desagrado ciertos textos que se publican en este sitio, básicamente por razones emocionales, por no haberse aún liberado de la esclavitud de la idolatría y las manipulaciones de las que fueron víctimas en su pasado.
Quizás hay textos que no son estéticamente bonitos, otros que pueden ser aburridos, otros repetidos, otros demasiado altisonantes, otros agresivos, otros incomprensibles para muchos, y así en la gran variedad que nos brinda el contar con tantos autores, con diferentes perspectivas de las cosas.
La cuestión es descubrir qué de bueno, de constructivo, de alimento brinda ese texto.
Recordando que no siempre tenemos que ser serios, parsimoniosos, "espirituales"; ya que la vida se compone de los cinco planos, y todos ellos deben ser alimentados.
A veces precisamos de un poema tierno, que solamente acaricie la emotividad.
A veces requerimos de un sesudo análisis de situación social.
A veces es necesario que se nos muestren otras culturas, otras realidades, etc.
A veces es obligatorio que se destruya lo negativo, para posibilitar construir lo positivo.
A veces es provechoso el humor, la gracia, el cuento, la noticia sorprendente.
A veces es indispensable el jalón de orejas, o la aprobación, o el aplauso.
A veces lo útil es el estudio "espiritual", que trate de temas trascendentes.
Todo esto forma parte de nuestra vida, así como otras cosas que no hemos mencionado ahora.
Alimentar cada uno de los planos, es parte de crecer.
Alimentarlos con sencillez, es excelente para la obra.

Y esto lo podemos aplicar a todas las ocasiones de nuestra vida, en casa, en el trabajo, en el estudio, con los amigos, etc.
Entender que tenemos esos cinco planos y que todos deben ser alimentados y balanceados, sin renegar de ninguno, porque cuando negamos alguno de nuestros planos, estamos negando nuestra existencia.
Siempre con moderación, con equilibrio, con ánimo de crecer uno mismo y en compañía del prójimo.

Quedo de ustedes, a la espera de sus comentarios.

Invitación

Invitación:

Saludos a todos los noájidas (gentiles fieles al Eterno) que nos leen en las diferentes partes del mundo. Con mi más alto sentido de respeto, me permito invitar a todos nuestros asiduos lectores y líderes internacionales a estudiar el Tema “LA NATURALEZA DE LA JUDEOFOBIA”, de Gustavo Perednik, y trascrito amablemente por el profesor Juan Mayorca en esta página web.  En FULVIDA Táchira, Venezuela, Llevamos seis (06) martes instruyendo a nuestra Comunidad en dicho tema, por supuesto, con el respectivo permiso escrito del autor y del profesor Juan Mayorca. Hemos aprendido cosas interesantes e incisivas, las cuales han estado “ocultas” a los ojos del mundo entero: el fenómeno de la Judeofobia, sus orígenes y propagación, con las lamentables y nefastas consecuencias genocidas en el pueblo judío.

Es necesario e imprescindible conocer la información que allí se presenta (datos, fechas, protagonistas, documentación), pues nos dará una mayor claridad acerca de este grotesco “fenómeno” de carácter mundial que le ha costado la vida a millones de judíos a lo largo de estos últimos 23 siglos, y nos capacitará con sólidos argumentos para revertir cualquier intento político-religioso-social que pretenda hacer resurgir este odio contra la nación hebrea. Además, nos brindará herramientas para ayudar a salir de la oscuridad a tantos seres valiosos y hermosos que hoy “viven” sumidos en escenarios de oscuridad, ignorancia y caos (lo que los convierte en presas fáciles de la judeofobia).

El Curso está desarrollado en 12 Unidades y es de fresca lectura y de limpia comprensión.

Ánimo para todos y que el Eterno nos haga sobreabundar en bendiciones integrales, a nosotros y a Su pueblo Israel. ¡Amén!

 

¿Hacia donde llevamos el mundo?

Detengámonos un momento, cerremos nuestros ojos y soñemos; imaginemos el mundo que podrí­­amos llegar a tener si nuestras eternas leyes noajidas llegaran a predominar en nuestro planeta, si la Torá fuera la fuerza que guí­­a cada hogar, si las escuelas colegios y universidades guiaran sus enseñanzas bajo la luz moral de nuestras leyes y si los gobiernos infundieran los valores noajidas en todos y cada uno de sus proyectos dirigidos hacia la sociedad y hacia las relaciones con otros paí­­ses.

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Caminos errados

Nuestro espíritu busca activamente al Eterno, en todo momento y ocasión.
Es tan poderosa la "pasión", la sed, por el Padre celestial, que muchos confunden la vía y se pierden detrás de "otros" dioses, es decir, de deidades que nos hacen "otros" a nosotros.

Así están los que endiosan sus pensamientos, o las ideas de otros. Entre estos se cuentan ateos, filósofos, científicos, pensadores de todo color y calaña. Estas personas creen encontrar a Dios entre las telarañas de la mente, sea que tenga racionalidad o no.

Hay otro grupo que idolatran objetos o personas socialmente valorados. Siguen como corderos al líder, aunque sea a cosas absolutamente idiotizantes o perversas. Repiten lemas y frases con unción religiosa, aunque sean disparates sin sentido. Hacen lo que el resto hace, sin salirse de la masa, puesto que el de fuera es un hereje que es merecedor de repudio y condena.
Adoran y sirven deidades que son socialmente valoradas, que su grupo o grupito sostienen y avalan.
La secta con sus dogmas es lo que conduce sus vidas, lo que ocupa el lugar del Eterno y Sus mandamientos.

Hay otro grupo que endiosan  a las personas u objetos que las hacen sentir especiales. Son las mujeres y hombres que sienten que su pareja es perfecta, que se encierran en una relación en la cual parecen gozar de sus cadenas. Son adictos, enviciados, apasionados al grado de perder contacto con la realidad, y si pudieran expresar el motivo, no habría palabras sino una sensación de perderse en una infinita simbiosis con ese otro idolatrado.
Es un deseo de pegarse, de fusionarse, de ser uno con el otro amado.
Muchas de las religiones que pululan por aquí se basan en este tipo de idolatría, en la cual hay un "dios personal" que es capaz de sacrificios por su amado esclavo, y que exige absoluta sumisión a cambio de ridículas e imposibles promesas.
Es que el pensamiento está paralizado, el sentido común chamuscado, queda solamente la pasión en lugar de Dios.

Están también los que convierten lo material en su deidad. Los ambiciosos, que no ambicionan otra fortuna que el metal, el poder material, ni la gloria ni el renombre, sino el dinero y el poder material que este brinda.
Están los ególatras, que se adoran a sí mismos, narcisos que pueden ser muy seductores hacia fuera, pero que solamente tienen ojos y oídos para sí mismos.
Gente que eleva en sus altares el oro y la plata, el yo con todas sus implicancias.

De este último grupo es el Jesús, ese de los cuentos de los evangelios. Un pedante e ignorante que solamente sabía de autoalabarse, autoglorificarse, autodesignarse deidad.

Del grupo anterior, son la mayoría de los que asisten a sectas, iglesias, templos, etc. que buscan confort emocional, una relación pasional, sometimiento a un otro al que sienten dominante y poderoso.

Del grupo aún anterior se encuentran ciertas anquilosadas iglesias y religiones, que están tan petrificadas que solamente se sustentan en base a manipulación y zoncera de sus seguidores.
También los que deifican figuras públicas, sean actores, cantantes, futbolistas, políticos, etc.

Por último, son los que hacen de la ciencia (o seudo ciencias) una especie de religión, en la cual la ciencia (o naturaleza) es ese dios benigno y todopoderoso al que hay que reverenciar.

Tales son los extraviados del buen camino a causa de no encontrar las referencias que los mantienen en la senda pura que comunica con el Eterno.
¿Tú en cual crees que estás en este momento?

Sonidos del silencio

¿Quién de nosotros no tuvo un momento de extremo dolor? ¿Quién nunca sintió, en algún momento de la vida, ganas de desistir?

¿Quién todavía no se sintió sólo, extremadamente sólo, y tuvo la sensación de haber perdido la dirección de la esperanza?

Ni las personas famosas, ricas, importantes, están libres de tener sus momentos de soledad y de profunda amargura.

Fue lo que le ocurrió a uno de los reconocidos compositores de todos los tiempos, llamado Ludwig Van Beethoven, que nació en 1770, en Bonn, Alemania, y murió en 1827, en Viena, Austria.

Beethoven vivía uno de esos días tristes, sin brillo y sin luz. Estaba muy abatido por el fallecimento de un príncipe de Alemania, que era como un padre para él.

El jóven compositor sufría de una gran carencia afectiva. Su padre era alcohólico y lo agredía fisicamente. Falleció en la calle, por esa causa.

Su madre murió muy jóven. Su hermano biológico nunca lo ayudó en nada, y, súmese a todo esto, el agravamiento de su enfermedad. Síntomas de sordera, comenzaban a perturbarlo, al punto de dejarlo nervioso e irritado.

Beethoven solamente podía oír usando una especie de trombón acústico en el oído. El llevaba siempre consigo un papel o un cuaderno, para que las personas escribiesen sus ideas y así poderse comunicar, pero no todas tenían paciencia para eso, ni para leer sus labios.

Notando que nadie entendía, ni lo ayudaba, Bethoven se retrajo y se aisló. Por eso ganó la fama de misántropo. Fue por todas estas razones, que el compositor cayó en una profunda depresión. Llegó a escribir un testamento, diciendo que se iba a suicidar.

Pero como ningún hijo de Dios está olvidado, llegó la ayuda espiritual, a través de una muchacha ciega, que vivía en la misma modesta pensión, donde Beethoven se había mudado, y que le dijo casi gritando: "Yo daría todo por poder ver una noche de luna".

Al oírla, Beethoven se emociona hasta las lágrimas. Al fin y al cabo , él podia ver. El podía poner su arte en sus composiciones.

Las ganas de vivir se renovaron y entonces compuso una de las piezas más hermosas de la humanidad: "Sonata Claro de Luna".

En su tema, la melodía imita los pasos lentos de algunas personas, posiblemente, los suyos o los de otros, que llevaban el cajón mortuorio del príncipe, su protector.

Mirando al cielo plateado por la luna, y recordando a la muchacha ciega, como al preguntarse el por qué de la muerte de un mecenas tan querido, él se deja sumergir en un momento de profunda meditación transcendental.

Algunos estudiosos de música dicen que las tres notas que se repiten, insistentemente, en el tema principal del 1º movimento de la Sonata, son las tres sílabas de la palabra "why"? u otra palabra sinónima, en alemán.

Años después de haber superado el sufrimiento, llegaría el incomparable Himno a la Alegria, la 9ª sinfonia, que corona la misión de este compositor, ya totalmente sordo.Himno a la Alegria expresa su gratitud a la vida y a Dios, por no haberse suicidado.

Todo gracias a aquella muchacha ciega, que le inspiró el deseo de traducir, en notas musicales, una noche de luna.

Usando su sensibilidad, Beethoven retrató, a través de la melodía, la belleza de una noche bañada por la claridad de la luna, para alguien que no podía ver con los ojos físicos.

Enrique Baldovino

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