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Resp. 142 – Cuidado, cumple con los mandamientos

Shalom…
¿Por qué en el noajismo se habla tan radicalmente de la pena de muerte para el gentil que comete ciertas transgresiones? Tengo entendido que eso fue abolido por Rabí Akiva. ¿O no? ¿Cómo manejar esos conceptos hoy?
Gracias…

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Las reglas que sigues

Existen cinco tipos de reglas/leyes que te mencionaré un poco más adelante.

Es imprescindible que toda persona conozca estos cinco tipos de reglas y reconozca las diferencias básicas entre cada tipo.
Cuando aprendes esto, tienes la posibilidad de entender porqué actúas como lo haces y qué es aquello que pudieras hacer para perfeccionar tu vida y traer redención al mundo.

Cuando ignoras la existencia de estos cinco tipos de reglas, y actúas siguiendo ciegamente solamente alguno de los tipos, estás actuando basado en información parcial, lo que probablemente te aleja de la Buena Senda.

Reglas Espirituales.
Son aquellas que ha dictado Dios y que han sido preservadas en la Torá (Escrita y Oral), se las denomina mitzvot (mandamientos).
Las normas para la aplicación de las mitzvot (halajot) fueron recibidas por Moshé directamente del Eterno.
Aunque algunas de las halajot fueron desarrolladas por excelentes asambleas de autoridades rabínicas, que seguían estrictos patrones de legislación en perfecta sintonía con la Torá.
Los mandamientos son un conjunto completo y orgánico, un sistema vital, que favorece el crecimiento personal, el establecimiento de sociedades saludables y, por si fuera poco, la vida eterna del espíritu individual.
Su cumplimiento se siente como una necesidad del espíritu, una sed interior irrefrenable, ya que el espíritu puro de cada persona se nutre con el conocimiento de estos mandamientos y su correcta ejecución.
Para su cumplimiento no hace falta comprender los motivos o razones que las sostienen, ni las ventajas o beneficios, ni que estén de acuerdo con la opinión de la masa. Solamente hace falta entender que han sido dictadas por el Creador y Señor del universo, que es nuestro deber ante Él, y nuestra misión principal en la vida.

Reglas Intelectuales.
Son reglas éticas, del comportamiento que nace de la elección racional personal que es considerado como bueno.
La persona reflexiona y medita hasta encontrar las reglas que escoge seguir y que cree que reportan bien.
Dependen del sujeto que se pauta estas reglas, de acuerdo a su propio intelecto.
Pueden estar en sintonía con las Reglas Espirituales, o con Reglas Sociales, o con el propio deseo; pero el motivo fundamental para su aceptación depende de las razones que argumente la persona.
Como depende del propio sujeto, de aquello que razona y cree, probablemente elabore normas de conducta negativas, que lesionen a la persona o a otros, pero con la excusa y justificación de estar actuando de buena voluntad.

Reglas Sociales.
Son las que dictamina determinada sociedad (o comunidad de pertenencia / referencia), en cierta época y lugar.
Actualmente en la mayoría de las naciones se sigue la opinión de las masas, teniendo la idea de que la aceptación de una mayoría es suficiente como para aprobar reglas y sustentarlas.
Sin embargo, la mayoría no siempre es consciente de lo que escoge, ni tienen capacidad como para determinar lo que es el bien común, ni siquiera se aplican con fidelidad a la Senda de las Reglas Espirituales
Por lo cual, la mayoría puede tender hacia el mal, y hacer del mal una meta común de la sociedad.
En palabras de la Torá: «No seguirás a la mayoría para hacer el mal. No testificarás en un pleito, inclinándote a la mayoría, para pervertir la causa.» (Shemot / Éxodo 23:2)
Y recordemos las palabras de un antiguo político: “Aun suponiendo el ver triunfante la opinión de los insensatos mediante el número, no por eso podrán trastocar la naturaleza de las cosas” (Cicerón en “De Legibus” (tengamos presente que este autor no era precisamente amigo del Eterno, ni apoyaba a Sus fieles, sin embargo advertía que el consenso no siempre es el mejor patrón a seguir)).

Reglas del Deseo.
Estas son pautas imprevistas, súbitas, individuales, que siguen el dictado del propio deseo, el afán de encontrar gozo o evitar lo que se teme, sin más consideración.
De por sí estas normas no atienden dictados sociales, ni siguen líneas de razonamiento lógico, ni se alumbran por el faro esclarecedor de la verdadera espiritualidad.
Por cierto que estas reglas podrían coincidir con reglas de otros niveles, y hasta sumarse para alcanzar las similares finalidades, pero sin estar supeditadas a ellas.
Por supuesto que la búsqueda de satisfacción y la evasión pueden provocar heridas de todo tipo, a quien así actúa o a los otros, sea voluntariamente, por desidia o como resultado secundario de la acción y omisión.

Reglas Naturales.
Son las que dependen exclusivamente de patrones físico-químicos.

Para llevar una vida de integridad, de trascendencia, de tendencia verdadera al bien, de bondad, de justicia, de plenitud, necesariamente se deben acatar las Reglas Espirituales, sin dejar de lado aquellas reglas de los otros cuatro tipos que no contradigan ninguna de las Reglas Espirituales.

El noájida debe tener presente los Siete Mandamientos Universales, conocer las normas derivadas, tener presente los consejos de los sabios, para de esa manera desplegar una verdadera luminosa, de construcción de Shalom.
Su vida debiera girar en torno a la fidelidad del Eterno, del modo que Él marcó, que es siguiendo la Buena Senda de los Siete Mandamientos Universales.

Los noájidas no deben actuar como hacen los devotos de las religiones, que se encierran en sus comunidades, que revolotean en torno a sus pastores, que se creen santos por censurar a otros o por privarse de los bienes y placeres que el Eterno les ha hecho llegar.
Esas conductas de santurronería no son propias de los adherentes del Padre Celestial, sino de los seguidores de falsas deidades y de doctrinas de personas ajenas a Dios.

El noájida puede y debe desarrollar una vida de gozo y alegría, llena de sensaciones agradables, placeres permitidos y que no conducen a nada que esté prohibido por Dios o los Sabios.

El noájida debe buscar la superación personal en todos los planos, el material, el social, el académico, el económico, etc.; siempre y cuando no caiga en conductas nocivas, o en cosas que lo aparten de la Buena Senda de las Reglas Espirituales.

El noájida puede y debe participar de las actividades sociales de toda índole, política, arte, cultura, ocio, deportes, etc., siempre y cuando sus actuaciones no incurran en faltas a los Mandamientos Universales y sus derivados.

El noájida tiene la obligación de cultivar su intelecto, aprender a pensar, aprender a criticar, entrenarse en criticar con sabiduría y autocriticarse con justicia.
Debe aprender de cosas mundanas, porque nada del mundo le está vedado, en tanto no vaya en contra de los Siete Mandamientos Universales.

El noájida debe llenar su vida de verdadera espiritualidad, hacer obras de bien sin contrariar las Reglas Espirituales, estudiar las porciones de la Torá que tienen permitidas, y dedicar su vida con empeño a cumplir con sus mandamientos, sin negarse los bienes de este mundo.

Conoce los tipos de reglas, aprende qué tipo estás siguiendo tú.
Ten en cuenta constante los Siete Mandamientos Universales, que son tu herencia y tu porción de bendición en Este Mundo y de gozo eterno en el Mundo Venidero.

Sé un constructor de Shalom, porque avanzas por la Buena Senda.

Resp. 140 – ¿Rezar para que ocurra un mal?

… Qué si rezo pidiendo que alguién tenga un accidentes… El se enfadaria.?

al fin y al cabo El conoce a mi cuñada…
Esteban Hernandez
España

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De ti para tu prójimo

Un pilar fundamental para la existencia humana es el precepto de la Torá:
"Ama a tu prójimo como a ti mismo".

Ésta es un raíz para decenas y decenas de preceptos, de conductas positivas y constructivas, que fortifican la personalidad, embellecen los vínculos entre las personas y edifican sociedades armoniosas.

Quisiera mencionar un puñado de actitudes y conductas positivas de preceptos de la persona para con el prójimo, que espero tú conozcas y cumplas.

  • Ser recto con la palabra.
  1. No mentir.
  2. No murmurar.
  3. No llevar y traer habladurías.
  4. No chismear.
  5. No prometer para luego no cumplir.
  6. No usar palabras groseras.
  7. No insultar.
  • Ser recto con la conducta.
    1. No actuar con malicia.
    2. No poner obstáculos delante del ciego (metafóricamente hablando).
    3. No tomar lo que es propiedad de otra persona.
    4. No agredir.
    5. Hacer actos de bondad:
    1. Ayudar al prójimo necesitado.
    2. Vestir al desnudo.
    3. Alimentar al hambriento.
    4. Visitar al enfermo.
    5. Hospedar al que viene de fuera.
    6. Enterrar al difunto.
    7. Consolar al doliente.
  • Ser limpio de corazón.
    1. No guardar rencor.
    2. No vengarse.
    3. Perdonar al que se ha arrepentido y ha pedido perdón.
    4. Arrepentirse y pedir perdón cuando se ha cometido alguna injusticia.
    5. Hacer tzedaká -dar dinero a pobres y obras de difusión de las cosas del Eterno.
    6. Buscar la manera para juzgar favorablemente al prójimo.
    7. Buscar la justicia.

    Personalidades noájicas

    A Noaj/Noé el Padre Celestial le confirmó las seis leyes fundamentales que le había ordenado a Adam y sus descendientes:

    1. No adorar, servir, reverenciar, depositar la fe en otra cosas que no sean el Padre Celestial.
    2. No maldecir al Eterno.
    3. No asesinar.
    4. No robar.
    5. No cometer actos de inmoralidad sexual.
    6. Constituir institutos de Derecho y Justicia, para preservar las leyes dadas por el Creador, y desarrollarlas debidamente, de modo de establecer un mundo de plenitud, bondad y justicia.

    Noaj y sus descendientes recibieron una ley fundamental extra:

    1. No comer partes de animal con vida.

    Esta ley no tenía sentido en el mundo pre-noájico, puesto que la alimentación se hacía exclusivamente de vegetales y minerales.

    Noaj fue fiel a las Siete Leyes Universales.
    Por esto fue designado por el Eterno como un hombre «justo e íntegro», alguien que seguía con devoción firme al Eterno.

    En el camino de la fidelidad, caminando por la Buena Senda, le continuó su hijo Shem/Sem, quien fuera más tarde conocido por el seudónimo de Malki-Tzedek (que quiere decir el Rey de la Justicia).

    El resto de la gente más pronto o más tarde fueron olvidando la Buena Senda, creando sus propias creencias, siguiendo sus ideas y pretensiones.
    Pero, Ever de la descendencia de Shem se afirmó con rectitud al camino de los noájidas, se mantuvo firme y fuerte en la Buena Senda marcada por el Padre Celestial para las gentes.

    Un nieto de Ever se transformó en el modelo estupendo de persona espiritual, de ejemplo de vida, en piedra angular de la vida noájica.
    Este descendiente de Noaj-Shem-Ever fue Avraham, el primer patriarca del pueblo judío.

    Sin embargo, Avraham no era judío, ni siquiera israelita; Avraham era noájico; tal como tú, hermano noájico querido debes serlo.
    Era amigo del Eterno, no por fe, ni por tontas ideologías, sino porque caminaba por la Buena Senda, la del cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales.

    Por su conducta excelente, por sus cualidades, Avraham fue elegido por el Eterno para ser la raíz de la nación de Israel, aquella que debería ser el faro para las otras naciones.
    Pero, Avraham continuó siendo noájico, aunque a él y su familia tras él se le exigió el cumplimiento de otros mandamientos, que eran privativos de la familia judía y no del resto de las naciones (como por ejemplo la circuncisión).

    Tú, apreciado hermano noájida, eres descendiente de Noaj, pero no de Avraham.
    Tienes tu propio precioso legado, que debes conocer, valorar y cumplir.
    ¿Lo sabías?

    ¿Qué conoces de Noaj?
    ¿Qué mandamientos noájicos estás cumpliendo?
    ¿Qué tan desviado estás de la Buena Senda, de los Siete Mandamientos Fundamentales?

    Ven, acércate a FULVIDA para seguir creciendo en la identidad espiritual que el Padre Celestial te ha dado.
    Tienes un mundo completo que desarrollar, mucho Shalom para construir.
    Esa es tu misión, es tu herencia, es tu perfección.

    Te espero, para que sigamos compartiendo juntos el andar por la Buena Senda.

    La palabra que revela

    El habla de una persona suele revelar lo que ésta guarda en su corazón.

    Cuando la persona difama, murmura, va con habladurías, está mostrando (a quien sabe ver) que su corazón está corroído por la envidia, la mala pasión, el ánimo perverso.

    Cuando de su boca constantemente salen insultos, maldiciones, palabras provocativas, está manifestando que se quiere muy poco a sí misma, y por tanto no alcanza a amar o siquiera respetar al prójimo.

    Si su voz menciona a Satanás, infierno, castigo y otras cosas por el estilo, ciertamente que está demostrando lo que está en el centro de su vida. Aquello a lo que presta atención. Lo que motiva su conducta y sus palabras.

    Si su aliento se llena de «no puedo», «soy un fracasado», «me siento mal», y en esa onda derrotista-pesimista, ¿acaso está señalando que se siente con las fuerzas como para ser un verdadero triunfador, un bendecido por el éxito?

    En ocasiones la persona tiene una necesidad profunda e inconsciente de escuchar el eco de lo que su corazón guarda, pero que no se atreve a pronunciar.
    Entonces se congrega en lugares en donde los «pastores» de cada 100 palabras que vomita 98 son en sintonía con: pecado, maldición, infierno, hoguera, castigo, hijo de Satanás, hereje, etc.
    Se reúne con burladores y maledicentes.
    Es espectador y cómplice de programas de chismes en la tele.
    Le encanta insultar, pero se escuda en la palabra soez escupida por otro.

    Medita, querido hermano noájida, ¿cómo hablas?
    ¿Qué dices?
    ¿Qué voces llenan tu boca y sacuden tu entorno?
    ¿Qué haces oír a los demás y oyes tú mismo?
    ¿Qué revelan de tu intimidad las palabras que emites?

    ¿Llenas tus días con voces luminosas?
    ¿Cuántas veces por día dices: gracias, por favor, permiso, bendito, alegría, puedo, alabado sea el Eterno, si Dios quiere, bondad, justicia, verdad, solidaridad, ánimo, construir, perdonar, disculparse, comprometerse, responsabilidad, amor, respeto, edificar, crecer, confiar?
    ¿Cuántas de las palabras anteriores las dices por compromiso, o como una muletilla inconsciente?

    ¿Qué revelan de ti las palabras que te rodean cual océano?

    Haz un simple y educativo ejercicio.
    Cada hora lleva la cuenta de las palabras que dices y que oyes.
    Para esto toma una hoja de papel y un lápiz, o ten una libretita contigo, escribe las palabras significativas que has dicho en la última hora, o aquellas que has escuchado.
    Al final de la jornada evalúa el contenido de tu corazón, la sinceridad de tu vida, la luminosidad de tu alma.

    Te doy ánimo para que lo intentes, si quieres me comentas luego cómo te ha ido.

    Quiera el Eterno darte orientación para que puedas ser un verdadero constructor de Shalom.

    Resp. 137 – El poder del arrepentimiento

    Estimado Sr

    ¿Qué debemos hacer los noájidas tras una transgresión de uno de los preceptos? Es decir, para volver a estar en paz con Dios, dado que no tenemos un sacramento tipo confesión católica.

    Atentamente,

    J.barcenas,
    profesión: auxiliar administrativo
    España

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    Resp. 133 – No tocar el Shofar

    EEDWIN : maestro yehuda los noajidas pueden hacer sonar el shofar en Rosh HaShana o es exclusivo tambien de los judios gracias de antemano

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    Resp. 131 – Aferrados a las cadenas

    Buen Día maestro Ribco!!, quisiera expresarle antes de la pregunta, las gracias y mi profunda satisfacción a sus recomendaciones, entre otras cosas YA puedo ver cambios con mis familiares y en mi conducta. Pregunta: Hace poco tiempo le contaba a un amigo sumamente católico acerca de lo que de verdad es el judaísmo (noajísmo), le explique los principios básicos y los elementos mas importantes claramente expresado por las pruebas mas rotundas (mismos versículos de su "biblia" que contradicen todo lo que se admira de jesus) en contra de lo que él aseguraba (Jesus es Dios, hijo de virgen y blablabla). Después de lo que le mostré, me dio COMPLETAMENTE LA RAZÓN, pero tiempo después olvidó TODO lo que le dije. De verdad NO entiendo a que se debe esto? Muchas gracias por su tiempo. Joshua Pariente 16 años Venezuela

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    Resp. 128 – Lo que siento en el corazón

    Shalom,

    He leido el comentario acerca del alma, además; según Ramal (Shuljan Aruj) dice que el alma producto de la asignación divina – define la misión de cada persona en su servicio al Creador.

    Desde este punto de vista, deseo saber cual es la diferencia o relación entre alma y corazón. ¿Cuál es la función del corazón? Puesto que yo puedo decir que sirvo al H’ de acuerdo a mi corazón.

    Devarin 6, 5 dice: Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.

    Cómo amo a Dios: con el alma? Con el corazón?

    Muchas gracias por este servicio de preguntas y respuestas.

    Cordial Saludo,

    Jairo Vega Lizarazo
    Bogotá, Colombia

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