No es un trabalenguas, ni una adivinanza, tampoco un dicho de los Sabios. Podria ser un consejo diario, tal vez una meditación noájica. Sin embargo, es algo que la naturaleza nos muestra cuando estamos abiertos a ver lo que hay detrás de cada acto cotidiano.
Tiene mucho que ver con la vida. Vida familiar, social, finanzas, y más.
Y es que tener una mente abierta, dispuesta a captar lo que hay «detras del telón» en estos tiempos duros que nos ha tocado vivir, es una exigencia para trascender significativamente en la vida.
Somos victimas pero tambien victimarios. A veces nos manipulan y muchas veces manipulamos. Mayormente exigimos pero contadas veces damos. Ante una necesidad estamos prestos a desprendernos de nuestros recuros morales, pero nos aferramos a lo material.
Creemos que la vida es una coca-cola, que «todo está bien», hasta que nos sabemos vulnerables.
Lo mejor de todo es cuando la Vida «nos prueba» (si es que cierto que la Vida nos prueba). Quizás ese es el nombre que le damos a las consecuencias de nuestros propios actos cuando no queremos responsabilizarnos por ellos.
Desde buscar en lo ajeno hasta dejar de buscar en lo propio. O mirar lo ajeno para copiarlo y adaptarlo a nuestras supuestas necesidades. Así vamos… a veces.
«Hay dos, deja uno, espera otros«
Dejando de buscar en lugares ajenos, eso fue lo que decidí aprender de mi gallina.
Mi gallina me enseñó una gran lección: «Si quieres que ponga más huevos, no me quites todos, deja uno…»
Qué tentador es encontrar un nido de gallina y querer recoger todo de una vez. Qué dificil es dicidirse a dejar uno para que el animalito se anime a poner otros.
Y así somos en la vida. Queremos quedarnos con todo, pero no entendemos que para que haya más, a veces debemos quedarnos con menos de lo que nos toca.
¿Cuántos «huevos» estás dejando para que la Vida haga lo suyo?
La gallina quiere seguir poniendo, pero precisa ver tu capacidad para tomar lo que precisas en lugar de lo que se te antoja.
Dale a FULVIDA uno de tus huevos, y vas a ver como la gallina sigue llenando su nido para que siempre tengas huevos disponibles.
Nota: No es otra tonta película de huevos. Se trata de dinero.
Gracias por las palmaditas en la espalda, pero por ahora (y siempre), FULVIDA precisa dinero. ¿Quieres y puedes hacer una donación?
Saludos.