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Un impostor llamado egoísmo.

En nuestras mentes existe un mundo construido a partir de los recuerdos, temores, sentimientos, sueños, etc. que hemos vivido, sentido, soñado, planificado y experimentado. Gracias a él tenemos una identidad que puede ser conocida o velada para las otras personas, como cuando vamos hacia un lugar, cubierto por una densa neblina, que podemos ver directamente, al acercarnos o de modo indirecto por la luz que emite un foco o un farol. La neblina serían las barreras que ponemos entre nuestro espacio y el de los demás, que pueden ser nuestros temores, desconfianzas, el deseo de individualidad, el egoísmo, nuestro carácter, etc. El lugar hacia el cual nos dirigimos es el interior de otros que puede conocerse sin caretas que lo oculten; de manera espontánea, o por la confianza que hemos inspirado al ser auténticos y leales después de relacionarnos con ellos en el tiempo.

Al entrar al “territorio” externo, comenzamos a intercambiar ideas, a recordar y vivir experiencias, expresar sentimientos, etc. que pueden pulir o hacer ásperos los distintos aspectos de nuestro ser. Y se requiere de una intención previa tanto para abrir las puertas de nuestro “hogar” como para aceptar la invitación a recorrer el de otros. De modo que corremos el riesgo de tropezar y golpearnos o de ser aceptados y enriquecernos por medio de este intercambio que se ha iniciado. El problema es que a veces nos encerramos en la esfera del ego y sólo nos importa atender nuestras necesidades y buscar nada más que el bien propio, sin tomar en cuenta lo que pasa con quienes nos rodean. Nos volvemos egocéntricos y vemos la realidad desde una perspectiva estrecha y limitada en la cual ni siquiera somos capaces de observar lo que está frente a nuestros ojos.

Eso no significa que el autoestima y autocuidado sean malos, pues a través suyo buscamos lo mejor para nosotros mismos, sin que tengamos que ignorar o desolar el mundo de los demás. Pero la línea que separa a éstos del egoísmo es delgada y a veces cuesta establecer un límite claro entre ellos. El egoísmo implicaría, como dice el diccionario, sentir un “amor e interés desmesurado por uno mismo y las cosas propias, postergando o despreciando las de los demás”. O sea que sería un amor extremo por el yo, sin que nos importe si pasamos a llevar o no al que está al lado. Aquella es la idea que se nos ha transmitido desde que somos niños. Uno es egoísta, por ejemplo, cuando pudiendo ayudar a un (a) hermano (a), preferimos ver un programa de televisión antes que asistirle en lo que le sea necesario.

Pero el egoísmo no es sólo postergar las necesidades del resto. Implica despreciar o menospreciar la felicidad propia al negarse a ver las cosas que son verdaderamente importantes en la vida: la familia, la amistad, la paz, el respeto, el bienestar propio y de nuestros seres queridos y, porque no decirlo, nuestra realización como personas mediante el cumplimiento de nuestros sueños o esperanzas. Todo lo anterior puede abarcarlo un gran todo que es el amor.

El egoísmo es una venda que nubla los ojos del alma. Es un disfraz de sobreestimación que oculta una falta de verdadero amor propio y un miedo a no recibir lo que esperamos del mundo, que usurpa el lugar del Yo verdadero. Es como si nos encerrásemos en nuestro ser interno y sólo saliéramos cuando pudiésemos sacar provecho del otro, cubriéndonos bajo la pseudo-amistad o la pseudo-autoestima. De manera que al ser egoístas con los demás, también lo somos con nosotros mismos, porque al herir o relevar a un segundo plano a quienes nos aman y amamos, nos negamos la posibilidad de disfrutar y ser felices con cosas tan simples como una sonrisa, un abrazo, un paseo o un “te quiero” sincero y espontáneo. Tal vez nuestra relación con los demás nos ayudaría a un crecimiento mutuo. Tal vez lo que necesitamos para sentirnos totalmente felices sea descubrir que los demás también sienten y que al pasarlos a llevar, estamos destruyendo una parte de nosotros mismos. Tal vez así evitaríamos tener que cargar con el peso de nuestra conciencia al habernos rehusado a ser mejores personas.

Sólo vemos al otro en su “real dimensión” cuando decidimos quitar la venda que hemos puesto en nuestros corazones y contemplamos la llama que le alumbra como a uno de nuestros semejantes, que antes pasaba inadvertida cuando buscábamos sólo el bien propio. A veces, sin embargo, necesitamos que otros desaten el nudo para darnos cuenta de que lo que ignorábamos por actuar como ciegos era necesario para así sentirnos completos. Y para romper esas ataduras se requiere de la poderosa e infinita fuerza que es el amor.

Cuando comenzamos a amar nos damos cuenta de que existen otras esferas y poco a poco empezamos a abandonar la nuestra. En ese momento nuestra perspectiva se amplía y comprendemos que nuestras necesidades no son las únicas. Dejamos de sentirnos como el centro del Universo y nos abrimos paso a desarrollar el Yo en la dirección correcta.

Dios nos da la oportunidad de enmendar nuestros errores y comenzar a vivir una vida mejor; en armonía con nuestro prójimo. De nosotros depende si la aceptamos o la dejamos pasar. Que Dios los bendiga. Shalom.

Entonemos juntos por la paz para Israel y los justos

[Canto de ascenso gradual]
Los que confían en el Eterno son como el monte Tzión [Sion] que no se derrumba, sino que está firme para siempre.

Como Ierushalaim [Jerusalén] tiene montes alrededor de ella, así el Eterno está alrededor de Su pueblo, desde ahora y para siempre.

Porque el cetro de la impiedad no reposará sobre la posesión de los justos, no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.

Haz bien, oh Eterno, a los buenos, a los que son rectos de corazón.

Pero a los que se apartan tras sus torcidos caminos, el Eterno los llevará junto con los que obran iniquidad.

¡Sea la paz sobre Israel!

(Tehilim / Salmos 125:1-5)

Supóngase que vive en el sur de Israel

Supóngase que todos los días, todos y a cualquier hora, pero varias veces por jornada, le caen misiles en su casa, en la de sus familiares, en las de sus vecinos, en la escuela de sus hijos o hermanos, en el hospital donde está su prima dando a luz, en cualquier lado, a cualquier hora, sin ninguna razón valedera.

Supóngase que con sus impuestos usted está dando alimento, medicina, educación, electricidad, agua, etc. a los habitantes y gobierno que cobijan a los que lanzan misiles y aterrorizan constantemente.

Por si fuera poco vivir pendiente de la sirena de ataque con misil y de correr al refugio antiaereo, supóngase no puede ir a una plaza, un cine, un ómnibus, un mercado, la calle, un bar, la playa, el templo, nada, porque otro terrorista se volará y matará a usted, a sus hijos, a sus padres, al vecino, al desocnocido, o dejará heridos y tullidos graves.

Supóngase que ha dado una gran parte del territorio de su país y dinero y bienes y servicios a esos mismos terroristas que siguen desde las sombras atacando a su patria. Si hasta se ha enfrentado con su hermano para arrancarle el estupendo asentamiento agrícola que él levantó en medio del desierto y dárselo con frutos y prosperidad a los infames terroristas y sus aliados.

Supóngase que esos criminales son tan cobardes, tan poco hombres, tan escoria humana, que en lugar de salir a guerrerar como soldados entrenados y pertrechados que son, se esconden en escuelas, en hospitales, en asilos, detrás de nños, detrás de ancianos, etc.
Además, usan la complicidad de la prensa comprada o ansiosa por su sangre, para hacerse pasar por los buenos del cuento, por héroes idealistas, por emancipadores, por personas de paz, cuando no son otra cosa que delincuentes, terroristas, asesinos, ladrones, impotentes-prepotentes.

Supóngase que usted pide paz, trabaja por la paz, da casi todo a cambio de la paz, pero del otro lado solamente hay odio, amenazas de liquidarlo, de echarlo al mar, y no paran los otros de reclamar más y más. Lo único que saciará al enemigo es su sangre flotando en el mediterráneo, su presencia borrada del mapa, su recuerdo olvidado. Ellos no quieren nada de paz, ni un tratado, ni negociaciones, ni compartir una tierra, ni hacer caso al Corán en lo que respecta a Israel para los judíos por siempre, ni vivir en armonía, ni aceptar los derechos humanos. Ellos, los palestinos en su mayoría, los líderes en su totalidad, solamente quieren el genocidio de los judíos, la extirpación de Israel. Ellos son el brazo armado, uno más, del imperialismo árabe musulmán que ocupa gran parte de África, Asia y Europa. Ellos son los que buscan la destrucción de todos los que no sean musulmanes, para lo cual deben eliminar primer a los judíos, que son el obstáculo más importante a la hora de que ellos consigan sus afanes imperialistas globales.

Supóngase que usted habla de paz, y hace todo lo que puede para que no sea una palabra solamente, pero del otro lado sólo ladran «paz» cuando por fin usted no tiene más remedio que salir a defenderse, porque su cuerpo y alma ya no soportan más que la castiguen a diario.

Y para colmo, en este torcido mundo del revés, cuando usted se defiende salen de sus covachas los progres, los que lo odian, los que no tienen idea pero opinan, los que no tienen nada que ver pero se meten, los que pueden hacer algo pero prefieren mirar para otro lado, todos sus enemigos y los neutrales peligrosos le ordenan que no se defienda más, que se quede quieto, que no tiene derecho a defenderse, porque si se defiende usted es un imperialista, si se defiende usted es un genocida, si se defiende usted es un nazi, si se defiende usted debe ser eliminado del mapa. Le ordenan con toda la malicia del mundo que deje que la violen, que la hieran, que la maten, que la roben, que siga siendo el judío del gueto, ahora ya no golpeado por una horda de estúpidos antisemitas, sino por un grupo de imperialistas y sus asociados.
Usted, como judío o israelí, no tiene derechos «humanos».
Es solamente el judío del gueto que debe aceptar todo tipo de humillaciones, maltratos, perversiones y ni siquiera intenter defenderse, so pena de ser «ajusticiado» internacionalmente por un tribunal presidido por el generador de terrorismo mundial (Irán).

Dígame lector que con tanta ligereza e ignorancia opina, digame usted, ¿usted se puede poner en lugar de esos israelíes que a diario sufren todo esto?

Mientras usted no soporta la lluvia de misiles durante meses o años, ni los ataques terroritas de a pie o en camión bomba, ni el asedio constante, ni la humillación continua, mientras usted se sienta frente a su monitor a declarar cualquier cosa que se le ocurra, mientras tanto, los terroristas palestinos siguen usando niños y enfermos como escudos, siguen mintiendo y difundiendo sus falsedades, siguen cobrando millonadas de dinero de parte de Irán y los títeres de turno, siguen manteniendo sometida a la propia población a todo tipo de crueldades, siguen instruyendo para el odio y la sangre a los niños desde la cuna, siguen haciéndose las víctimas cuando son los primeros en vivir agrediendo desde las sombras.

Así es la cosa, que usted solamente debe suponer ya que tiene la liviandad de opinar porque se le ocurre y es gratis, y es muy progre, y es muy de pacifista.

Quien esté informado, quien esté construyendo shalom, ¿puede ser tibio, neutral, propalestino?

Uno más de sabiduría Noajida


A veces en el camino de ciertas personas hay chispazos de claridad de pensamiento y no es la excepción este personaje, esta frase es casi buena.

Mi grandeza no reside en no haber caído nunca, sino en haberme levantado siempre

Napoleón Bonaparte

Algo así como grandeza pues no creo, pero en el camino del mejoramiento personal hay tropiezos y ellos son escalones para avanzar hacia arriba, levantarte con un ánimo mejorado y con nuevas fuerzas después de un tropiezo o caída es lo ideal.

Los errores son para aprender de ellos, no dejemos que los obstáculos nos frenen en nuestro avance diario, en el horizonte se ve una Luz prometedora que nos indica que vamos por el camino correcto nuestro destino es luminoso y ¡seguro que lo vamos a alcanzar!

Resp. 388 – El perdón y la justicia

More Yehuda, tengo un problema muy personal que consultarle.
Resulta que cuñado estafó a mi familia y no muestra señales de arrepentimiento.
Para peor, él levantó cargos en contra de mi familia, por lo que estamos en juicio civil.
Ahora mi familia política me esta presionando para que olvide todo y comparta con mi cuñado los cumpleaños y otros acontecimientos, me dicen por ejemplo que papa les perdono. Pero no puedo compartir con el una cena o una festividad, los siento como una traición a mi mama y papa, además mama ya me amenazo con que no le perdone, se que le voy a lastimar a mama si lo hago.
Yo hasta me preocupo por la situación de él y por sus hijos, no le deseo nada malo pero no puedo compartir con el nada. Yo anteriormente le prestaba dinero cuando sus hijos se enfermaban y nunca me devolvía todo.
La pregunta es ¿Debo perdonar hasta el punto de compartir de nuevo con el una mesa, un cumpleaños, etc?
Yo creo que no, aunque sea una situación muy incomoda para la familia.
Gracias, espero que me pueda responder.
Feliciano N., Perú

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Politica? y Fulvida

Cesar tienes toda la razón del mundo en decir que no politicemos Fulvida pero yo no aguanto la injusticia que se esta cometiendo actualmente en muchos sitios del mundo. Pretenden dejar a Israel como el agresor pero nadie ni se acuerda de todos los misiles que caen sobre Israel todos los días(Asta diez en un día o mas. En total cayeron 10.000 antes de la reacción), Israel solo se esta defendiendo nunca Di-os le pidió a los judíos que se muestren débiles antes sus enemigos. Exhorto a todos los noajidas a defender a nuestros guias espirituales y la verdad en todos los sitios en que podamos, ya sea internet reuniones sociales etc. Si no hacemos esto por nuestros maestros y guias por quien mas? Los extremistas musulmanes se esconden detrás de sus niños y mujeres solo para dañar la imagen de Israel y hasta bombardearon un hospital en Israel donde estaban hospitalizados cientos de niños palestinos. A continuación le transcribo «Carta a una amiga española » por Moshe Yanai en el http://elreloj.com/ ya que comparto plenamente con sus expresiones.

Carta a una amiga española

En respuesta a mi último artículo “Reciben lo que se merecen”, he recibido un mensaje de una amiga de Barcelona, una persona muy culta que confiesa aborrecer todo lo que sea la violencia. En la comunicación dicha señora se lamenta de lo que ocurre hoy en Gaza, y aunque dice respetar mis argumentos, insinúa si acaso no hubiera otra alternativa. Como se trata de alguien que estimo en gran medida y que goza de mi mayor consideración, me he tomado el trabajo de explicarle lo que pienso sobre el particular. Aunque no es éste mi modo de proceder, en vista de las circunstancias actuales he considerado oportuno publicarla.


Cara y respetada amiga:

He leído varias veces todo lo que me has escrito. Sobre tu oposición a la violencia, de cualquier parte que proceda. Sobre tu anhelo de que los hombres puedan convivir en paz. Todo ellos deseos que yo plenamente comparto. Aunque tal vez no lo sepas, es como si hubieras citado a los grandes profetas bíblicos, a los que sentaron las bases del judaísmo, que a su vez dieron lugar a lo que hoy conocemos como la civilización occidental. No hay como nuestro modo de pensar sobre la santidad de la vida humana. “Quien salva una vida es como si hubiera salvado a todo un mundo”, reza el adagio talmúdico en Mishná Sanedrín 4:6. Y es un precepto hasta tal punto vigente hoy, que constituye el lema del Maguén David Adom, el equivalente israelí de la Cruz Roja.

Yo también me siento amargado por todo lo que ocurre. No soy partidario de la guerra, como no lo son la pluralidad de mis compatriotas. A lo largo de su historia, el pueblo judío ha empuñado las armas únicamente para defenderse. Los israelitas que anduvieron errantes 40 años por el desierto del Sinaí solamente atacaron para recuperar el predio milenario perdido, luego del éxodo de Egipto. Pero Israel jamás fue una gran potencia, ni aspiró a conquistar tierras ajenas. Eso lo hicieron los grandes imperios de la antigüedad, desde el sumerio hasta el romano. Los judíos se contentaron con las tierras que el Señor había prometido al patriarca Abraham. En la pluralidad de los casos las contiendas eran de autodefensa, para permitir la existencia de una nación que no estaba dispuesta a renunciar a su identidad. Nunca hubo un imperio israelita. Precisamente por ello, por ser un pueblo modesto y sin ansias de grandeza y que aborrecía la violencia, se vio finalmente conquistado, esclavizado y dispersado por todo el mundo.

En contraste, desde un primer momento el Islam consiguió adeptos empuñando la espada. Conquistando tierras y degollando a quienes rechazasen la fe de Mahoma. Como lo hicieron en tu país desde el momento en que Tarik Ibn Ziyad “el pegador” pisó la costa de lo que habría de ser Al Andalus. Lo que dio lugar más tarde a la Reconquista, que fue una terrible sucesión de guerras y matanzas. Hoy no faltan musulmanes que recuerdan aquellos tiempos, y tratan de recuperar el terreno perdido. En base a lo que afirma el Corán que la tierra que fuera una vez musulmana, ha de volver a serla.

Me molesta decirlo, pero estimo que la fe musulmana no se basa en bases humanitarias. Humilla a la mujer y enaltece la pederastia. No llama a la convivencia, sino que simplemente dicta que se ha de degollar al infiel. No coincide con los principios y valores que ha profesado nuestro pueblo desde siempre.

Cuando los judíos regresaron a la Tierra Prometida en tiempos modernos, para recuperar su patria inmemorial anhelada durante milenios, no lo hicieron por medio de las armas. Compraron tierras casi en su totalidad yermas, incultivables y afectadas por la malaria, en un país “dejado de la mano de Dios”. Y todo ello a precios exorbitantes, de latifundistas que no residían generalmente en sus dominios y nada hacían para desarrollarlos. Con mucho esfuerzo y sacrificio lograron erradicar la malaria, cultivar tierras estériles y fructificar el país. Es innecesario repetir lo que bien se sabe: la motivación de rehabilitar un malparado país, logró que del yermo surgiera todo un vergel. Un verdadero milagro que seguramente recordarás ha asombrado al mundo.

Planteada la disputa el mundo trató de resolverla repartiendo el país. Aunque decepcionados por lo mucho que habían perdido, los judíos aceptaron. Los árabes se negaron rotundamente, aunque desde un primer momento el nuevo Estado de Israel les extendió la mano en señal de paz y de la reconciliación. Pero ésta fue rechazada y en lugar de ello seis países árabes emprendieron una guerra de exterminio. A ella siguieron otras cuatro más, en las que inútilmente trataron de hacer desaparecer el nuevo Estado. Su lema ha sido siempre la violencia, y nunca han ocultado siquiera sus intenciones de derramar sangre judía.

En los últimos tiempos hemos presenciado el horrible fenómeno del terrorismo. No han sido judíos los que han matado a diestra y siniestra; no fueron los de mi estirpe los que han creado el horripilante terrorista suicida que mata a mansalva. Para poder exterminar a musulmanes, cristianos y, sobre todo y ante todo, los odiados judíos. Nosotros hemos pregonado a los cuatro vientos la comprensión y la paz y ellos siempre han insistido en la violencia y la muerte. Sus templos son muchas veces antros de odio en el que se llama a matar al infiel. Sus escuelas, aulas preparatorias para detestar al judío. Y aniquilarlo de cualquier modo que sea. El fin justifica los medios.

Y para terminar quisiera citar lo que habría dicho Maimónides, insigne médico, rabino y teólogo judío del siglo XII, en su famosa oración: «Que mi espíritu se mantenga claro en el lecho del enfermo, que no se distraiga por cualquier pensamiento extraño, para que tenga presente todo lo que la experiencia y la ciencia le enseñaron; porque grandes y sublimes son los progresos de la ciencia que tienen como finalidad conservar la salud y la vida de todas las criaturas».

Eso se aplica hoy en la práctica en Israel. Posiblemente no lo sepas, pero en el hospital Barzilai de Ashkelón, la ciudad que es ahora el blanco de los misiles palestinos, hay niños de Gaza afectados por terribles males, que son esmeradamente atendidos como cualquier otra criatura israelí. Esto es la esencia del judaísmo moderno. Qué lástima que gente extremista del otro lado piense de otro modo, y cree la terrible situación que se ha planteado.

Afectuosamente

Moshé Yanai


Hay 7 principios que cada surfista cumple

Esto como me gusto mucho lo tenia guardado desde hace unos meses. Creo que todos tenemos que tenerlos muy presentes para nuestras vidas como lo dice el autor(Anónimo para mi por cierto). Espero que este año que entra lo pongan en practica como yo trato de hacerlo. Lo sombreado en verde es de autoría.


Hay 7 principios que cada surfista cumple a cabalidad para poder sostenerse en la ola y son los mismos principios que debieran gobernar nuestra vida si queremos cabalgar sobre las olas desafiantes de nuestra vida cotidiana. He aquí los principios del surfista:

1.Pasión por la ola y en la ola. En nuestro caso pasion por la vida
“El surfista no habla de las olas, sino que espera y se monta en la ola. Montemonos en la ola Noajica que se viene. ¿Que esperamos?
“Pasión por la ola lo impulsa a la ola”.Necesitamos estar más apasionados por la vida.

2.- Ir más allá de los límites. Combinar capacidad y preparación con resolución y el atrevimiento nos lleva contínuamente a ensayar nuevos movimientos e ir en busca de olas más grandes y recorridos más largos. El surfista sabe que no existen dos olas iguales, tantea cada ola y cabalga en cada una de manera diferente . La vida a veces nos exige ir más alla de donde hemos llegado.

3.Espere revolcones.

“Hay que estar dispuesto a comer arena antes del almuerzo.
“Los grandes ejecutores le dan la bienvenida a lo inesperado y sacan lecciones de los revolcones. NO te preocupes si algún día la vida te da revolcones, aprendamos de ello y sigamos adelante. Se valiente

4.No le dé la espalda al océano. No le de la espalda a fulvida esta llamada a traer gran paz al mundo.

“El surfista respeta el poder y aprecia la grandeza del océano, por ello jamás lo ignora ni le da la espalda”. Jamás le demos la espalda a los desafíos de la vida. Hay muchas posibilidades y oportunidades. Ninguna se pierde, otro toma las que yo no tomo.

5.Mire siempre hacia “afuera”.

“Afuera” se refiere a las olas que aparecen en el horizonte. Saben poner atención a la ola que está cerca y a la vez observar la próxima. Muchos pierden su vida mirando hacia dentro sin levantar la vista. Hay un horizonte aún más amplio por conquistar.

6.Muévase antes de que la ola lo mueva.

“Una ola grande, como sucede con los cambios, se mueve con tanta rapidez que si uno espera demasiado tiempo ella pasará sobre uno y lo dejará luchando contra la corriente. Percepción y discernimiento me indican cuando y cómo moverme.

7.Jamás practique solo.

En una sociedad compleja nadie hace frente a la vida por sí solo.
Los surfistas tienen una regla determinante:
¡Jamás practique surf solo! Por seguridad, por intercambio de conocimiento y por tener con quién placticar mientras aparece la ola.
NO viva mas solitario aunque seas solo. Una cosa es estar solo y otra es sentirse solitario.

El Viejo More.

Un viejo More (Viejo Maestro) que vivia cerca de la ciudad , se dedicaba a ensenar sobre los 7 preceptos. A pesar de su edad bien avanzada se decia que era capaz de derrotar o pulverizar a cualquier idolatra.

Cierto dia un joven conocido por su falta de escrupulos aparecio por alli. Queria derrotar al Maestro y aumentar su fama.
El Viejo acepto el desafio y el joven empezo a insultarlo , pateo algunas piedras hacia el , escupio en su rostro , grito insultos , ofendio a sus ancestros…etc…
Durante horas hizo todo para provocarlo , pero el viejo permanecio impasible. Al final del dia , sintiendose ya exausto y humillado , el joven se retiro. Y los alumnos sorprendidos, preguntaron al maestro como pudo el soportar tanta indignacion.

-Si alguien llega hasta ustedes con un presente y ustedes no lo aceptan , a quien pertenece el presente ?
-A quien intento entregarlo , respondio uno de sus alumnos.
-Lo mismo vale para la injuria, la rabia, la calumnia, y los insultos.
Cuando no son aceptados, continuan perteneciendo a quien los traia consigo.

¿Qué es SHALOM?

Hay una confusión acerca del concepto SHALOM y por ende de construir SHALOM.

Si bien en el hebreo moderno significa paz, en el hebreo del Tanaj (las VERDADERAS sagradas escrituras) tiene un significado primario un tanto diferente.
En el idioma original por SHALOM se entiende completo, sin faltas, perfeccionado, mejorado.
De misma raíz que shalem, aquello que no tiene falencias ni carencias.

Cuando decimos acerca de «ser constructores de SHALOM» no debemos pensar (únicamente) en el sentido llano de crear paz entre las personas. Esto es parcial, y en cierta forma pueril.
En primer término debemos tener conciencia de que representa el esfuerzo constante, cotidiano, sincero, razonable, saludable por mejorar nuestro mundo, empezando por perfeccionar nuestra vida.

Así pues, combatir la idolatría POR SUPUESTO que es ser constructor de SHALOM, siendo que la idolatría es la falta de comunicación con el Eterno, es una fantasía, es un embuste, es la perversión del buen camino.
Detener la maldad de los piratas de la fe, esos que se aprovechan de los ingenuos para hacer dinero o dominarlos, a través de venderles espejitos coloreados de apariencia espiritual, claramente es ser constructor de SHALOM.
Desmalezar el campo de la yerba mala, para permitir el desarrollo de una plantación de bondad y justicia, de acuerdo a los mandamientos del Eterno, sin dudas que es ser constructor de SHALOM.
Decir a lo malo – malo, y a lo perverso – perverso, y a lo innecesario – banal, es ser constructor de SHALOM.

Vivir en el anonimato, esconder la propia identidad espiritual, huir de la responsabilidad de perfeccionar el mundo, criticar sin sentido, pretender «dar la otra mejilla» al agresor, agredir al inocente, desprestigiar al que con honestidad hace su parte (poca o mucha), poner palos a la ruedas de los que con esfuerzo pedalean para difundir la Luz del Eterno, callar lo que debe ser denunciado como corrupto (entre otras actitudes y conductas), NO es ser socio de la construcción del Shalom. Es decir, no se estaría actuando como parte de la solución del mundo, para mejorarlo, sino como parte del problema.

Ser constructor de SHALOM, no es vivir con la ideología (errónea) del pacifismo, sino con la constante intención y acción de perfeccionarse para de esa forma mejorar al mundo.
El constructor de SHALOM se equivoca, porque no es perfecto (y sabe y cree que no lo es). Tampoco tiene que ofenderse por recibir criticas saludables, ni hesita en desandar el camino que lo aparta de su misión.

Te recomiendo que leas y estudies este texto, que sirve como complemento a lo que aquí enseñamos: http://fulvida.com/identidad/construir-shalom-2

A trabajar, a construir SHALOM, sin más excusas, demoras o pretextos.

Salmo 23

D-os es mi pastor nada me faltará.

No temeré al mal porque Tú D-os estas conmigo 

Tu vara y Tu apoyo Ellos me consolaran.


Rey David.


La diciplina que D-os nos dá son nuestro apoyo, no debemos temer al mal.

En tiempos de crisis debemos abrir nuestros ojos y reconocer que el ser humano NO

Se puede «gobernar» sin las Leyes del Santo Bendito Es.

Hoy el Mundo vá y viene, busca y «soluciona»; Democracia, Socialismo,

Comunismo, Catiptalismo y sus multiples fusiones por Ejemplo: «Socialdemocrata»

Nada funsiona! unos mas otros menos, Todo se desploma!


Por primera vez en la historia el cumplable de todo fue un Hombre…BUSH

cualquier cosa que pasaba, pasó o pasará fué …BUSH!

la Guerra de Rusia con Georgia…El culpable? …BUSH!

El petroleo…BUSH!

Katrina!…BUSH!

Las Torres gemelas (9/11)…BUSH!…El cumpable de todo un hombre!


Hoy sin embargo las esperanza es también otro hombre…OBAMA!

OBAMA! celebrado en todo el mundo! Monedas con la cara de OBAMA

Rap y hip hop en honor a OBAMA.


Cuando NO pongamos nuestra Fé en un hombre (u hombre-dios o hijo de hombre

Y Nuestro Apoyo sea  solo el D-os de Isra’El entoces habitaremos en la Casa de D-os por largos dias! CON PAZ.