Muchos de los que inician el camino del retorno a la senda de lo correcto, nos cuentan de que se ven aquejados por pensamientos negativos, idolátricos, de rebeldía.
Para entender porque ocurre esto tenemos que comprender que hay diversos tipos de “pensamiento”.
Trataré de ser breve, conciso y esquemático en un tema que es muy complejo.
Como sabemos el ser humano está formado por cinco planos: físico, emocional, social, intelectual y espiritual.
Existen cinco tipos (básicos, sin mixturas) de pensamiento, que son acordes a como reciben su energía, orientación y contenido de cada uno de estos planos.
Pensamientos enraizados en el plano físico.
Básicamente se manifiestan como: recuerdos automáticos; ideas
“instintivas”; sentimientos (pensamientos primitivos o infantiles);
mecanismos de supervivencia.
Pensamientos enraizados en el plano emocional.
Básicamente se manifiestan como: imaginación, reproches, burlas;
manipulaciones emocionales; lapsus; olvidos; deseos; recuerdos
reprimidos que surgen como síntomas; fantasía; excusas; automatismos;
fanatismos; religiosidad; sugestiones; ensoñaciones.
Pensamientos enraizados en el plano social.
Básicamente se manifiestan como: lemas; consignas; parafraseo; repetición de dichos
ajenos; formulismos; juicios; justificaciones; referencias.
Pensamientos enraizados en el plano intelectual.
Básicamente se manifiestan como: lógica; razón; cálculos; análisis; creatividad.
Pensamientos enraizados en el plano espiritual.
Básicamente se manifiestan como: inspiraciones divinas; confianza a toda prueba en el Eterno y Su Torá; premoniciones; conciencia de la unicidad de la humanidad; sentir la Presencia del Eterno en todo
momento y lugar; hacer de la Divina Voluntad la propia voluntad.
Si comprendes lo que estoy expresando aquí, admitirás junto conmigo que la mayoría del tiempo
nos estamos moviendo con pensamientos que parten del plano emocional y se centran en aspectos emocionales.
Cuando un noajida comienza su viaje de retorno a la senda de la corrección (Torá permitida y siete mandamientos universales), necesariamente debe irse despojando de las pesadas piedras que porta en su mochila, para ir
adquiriendo nuevos rasgos, más elevados y trascendentes, de plenitud y desarrollo espiritual (y de los otros cuatro planos también). Pero, estará habituado a pensar emocionalmente, a usar razones del corazón, a
dejarse llevar por sus entrañas (o la moda, o sus ocurrencias) más que por las reglas celestiales.
No podemos esperar otra cosa, por tanto, lo bueno y aconsejable no es plantarse con severidad
de juez para denunciar y sentenciar negativamente esto, sino dar una mano, acompañar el proceso, motivar positivamente, guiar hacia la buena Luz.
De a poco el que comienza su retorno irá desarrollándose, creciendo, apaciguando sus planos
inferiores para que predomine su plano espiritual.
En ese momento, cuando el noajida esté afianzado en el camino, su plano emocional seguirá
existiendo, continuará deseando, propondrá cosas prohibidas o absurdas,
pero estará dominado y será canalizada su poderosa energía hacia obras de edificación.
Por supuesto que esté proceso de crecimiento, este trepar por sobre los obstáculos, son
esfuerzos que van depurando el espíritu de la persona, brindándole posibilidades de irse desprendiendo de las pesadas rocas en su mochila pasada.
Son oportunidades para crecer, para aquel que está confiado en el Eterno y se ha comprometido con responsabilidad en andar la senda de la corrección.
¿Está claro?
Siento quizás no he sido muy claro, por lo que aguardo vuestros comentarios constructivos;
relatos de experiencias propias del despertar noajico; etc.
Un abrazo cariñoso
Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.