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¿El mundo está loco?

¿El mundo está loco, al menos el occidental, que tanto amor tienen hacia los asesinos terroristas y genocidas de Hamás?
¿El mundo está loco que denigra condenando a Israel por defenderse con el último recurso que le queda?
¿El mundo está loco que habla de «masacres de pobres palestinos», pero niega las evidencias que demuestran las matanzas y agresiones constantes en contra de Israel? ¿O acaso si los muertos son judíos o israelíes, no cuentan?
¿El mundo está loco que denuncia «masacres de pobres palestinos», y enarbola la bandera de los asesinos, siendo que la única masacre en la zona de Israel la están perpretrando los guerrilleros, muy bien perttrechados, del bando del imperialismo fanático musulmán?

No, el mundo no está loco.
El mundo está muy enfermo, pero no loco.
Está enfermo de odio, nacido en un ego desmedido y descontrolado.
El mundo está fatalmente herido por la enfermedad de odiar a Dios, para adorar al ego.
En su enfermedad, el mundo odia a los que portan la Presencia de Dios en la tierra; odian a los judíos.

Esclavizados por su ego, sometidos por su rebeldía, vejados por su odio, se asocian con lo peor que ha engendrado la especie humana.
Se abrazan con asesinos de sus propios hijos, de cobardes que usan mujeres y niños como escudos.
Se identifican con esos guerrilleros que no tienen piedad ni compasión.
Se enrolan en las filas del caos y el mal, solamente para tener alguna excusa que les habilie a odiar a Dios y a los judíos sin sentirse culpables.

Pero en sus almas, la carroña que comen los está matando.
Son insensibles al terrible daño que se están ocasionando y están acarreando a sus famlias y sociedades.

Cada día el mundo está más enfermo, y no se precisa ser médico global para percatarse de esto.
El síntoma más patente por estos días es esta ola de fervor hacia los terroristas de Hamás.
Si antes el odio a los judíos se limitaba a lo particular o local, de a poco se ha ido incrementando hasta llegar a este terrorismo espiritual que no tiene paralelo en la historia.

Tristemente, el mundo no está loco.

Está enfermo.

La cura está al alcance de todos: actuar con bondad y justicia, siendo leales a Dios.
No se precisan grandes filosofías, ni palabrería, ni idealismos,, ni pacifismos, ni ismos.
Solamente actuar con verdaderas bondad y justicia.

Si así hiciéramos, Hamás jamás hubiera tenido cabida en el mundo.
Todo el terrorismo patrocinado por el imperialismo árabe musulmán, en complicidad con el imperialismo cristiano, no hubiera surgido.

El camino a la paz está marcado, la verdadera paz.
Cuando los gentiles dejen de lado su odio hacia Dios y Sus cosas, cuando dejen de buscar en ismos su vida, cuando dejen de pretender tener la solución pero solamente ser artífices del caos y el mal.

Actuar con bondad y justicia, siendo leales al Eterno.
Tan simple, tan accesible, tan necesario.

Tú puedes hacer ahora tu parte para construir Shalom, sin esperar más, sin dar excusas, porque cada palabra para justificar tu inacción, es un apoyo a la causa de los malignos.

Tú eres quien tiene que construir Shalom ahora.

Resp. 394 – Torá y gentiles

Hola maestro, le consulto porque es muy importante para mi tener claro que debemos los gentiles estudiar en la Torah. Me dicen muchas cosas pero quiero tener su segura palabra en este tema. Gracias.

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Que nuestras relaciones con los demás definan nuestros deberes!

Basada en el «Manual de Vida» de Epicteto, me atrevo a escribir las siguientes lineas para ustedes, espero que sean de su agrado y tambien sean constructivas:

Como bien sabemos no somos entidades aisladas, mas bien somos una parte unica e insustituible de la sociedad. No podemos olvidar que somos una pieza esencial del rompecabezas de la humanidad. Cada uno es parte de una compleja, intrincada y perfectamente ordenada comunidad Humana. Pero, ¿donde encajamos dentro de esa red? ¿con quien estamos en deuda?… Tal vez debamos investigar y solo asi comprenderemos nuestras relaciones con los demas.

Cuando reconozcamos nuestras relaciones naturales y al hacerlo podamos identificar nuestros valores, nos ubicaremos adecuadamente dentro del esquema de nuestra socidedad. Nuestros deberes surgen naturalmente de relaciones tan fundamentales como la familia, el vecindario, el lugar de trabajo o nuestra nación. Desarrollemos el hábito de considerar nuestros papeles (como padres, hijos vecinos, ciudadanos y dirigentes) y las obligaciones naturales que de ahi se desprenden, una vez sepamos quienes somos y con quienes estamos vinculados, sabremos que hacer.

Si un hombre es nuestro padre, por ejemplo, de alli se desprenden ciertas obligaciones espirituales y prácticas. El que sea nuestro padre implica un vínculo fundamental y perdurable entre nosotros. Estamos naturalmente obligados a cuidar de el, a escuchar sus consejos, a ejercitar la paciencia cuando escuchamos sus opiniones. Pero entonces supongamos que no es un buen padre, quizas sea fatuo, poco educado, poco refinado o tenga ideas muy diferentes a las nuestras ¿acaso la naturaleza le da un padre ideal a cada uno?. Cuando se trata de deberes fundamentales como hijos, cualquiera sea el caracter de nuestro padre, calesquiera que sean sus hábitos o su personalidad, esos aspectos son secundarios. El orden Divino no diseña a la gente o a las circunstancias de acuerdo con nuestros gustos, lo hallemos agradable o no, este hombre es en ultima instancia nuestro padre, y estamos obligados a cumplir, de la mejor manera posible, con todas nuestras obligaciones filiales.

Es casi que imposible permanecer rectos en estas obligaciones, pero cuando flaqueamos nos desviamos y comenzamos a imaginar que las cosas que no estan en nuestro poder son malas, cuando esto sucede el hábito de culpar a los demas por nuestra suerte en la vida se arraiga inevitablemente y nos perdemos en una espiral negativa de envidia, lucha, desencanto, ira y reproche… algo que es natural, puesto que las criaturas siempre por instinto se apartan de aquello que consideran dañino y buscan y admiran aquello que consideran bueno y conveniente. Pero nuestra meta debe ser buscar la armonia con la naturaleza y con Di-s, porque ese es el verdadero camino hacia la libertad. Dejemos que los demas se comporten como deseen de cualquier manera esto no esta bajo nuestro control y por consiguiente no debe hacer parte de nuestras preocupaciones (como lo enseñó alguien de fulvida en el post llamado «El viejo Moré»). Comprendamos que el ETERNO programó la naturaleza de una forma ordenada según la razón, pero que no toda ella es razonable.

La mayor parte de la gente tiende a engañarse al pensar que la libertad consiste en hacer lo que le agrada o lo que propicia su comodidad y bienestar. La verdad es que aquellos que subordinan la razón a los sentimientos del momento son realmente esclavos de sus deseos y aversiones y estan mal preparados para actuar de manera noble y eficaz cuando se presentan retos imprevistos… como siempre ocurre. La autentica libertad exige mucho de nosotros, al descubrir y comprender nuestras relaciones fundamentales con los demas y cumplir con celo nuestros deberes, la verdadera libertad anhelada por todos entonces es posible.

Y por ultimo, no olvidemos que la voluntad Divina existe y dirige el universo con justicia y bondad, aun cuando no siempre sea evidente, cuando contemplamos unicamente la superficie de las cosas. Centremos nuestra determinación en esperar justicia, bondad y orden y estas virtudes seguramente se harán mas presentes en todos los asuntos de la vida.

Cuando nos esforcemos honestamente por actuar como personas sabias y decentes, que buscan adecuar sus intenciones y actos a la voluntad Divina, no nos sentiremos heridos por las palabras o las acciones de los demas. Hay que confiar en que hay una inteligencia superior que es Nuestro Padre y cuyas intenciones dirigen nuestra existencia, entonces que nuestra meta primordial sea dirigir nuestra vida en consonancia con la voluntad de El.

Un impostor llamado egoísmo.

En nuestras mentes existe un mundo construido a partir de los recuerdos, temores, sentimientos, sueños, etc. que hemos vivido, sentido, soñado, planificado y experimentado. Gracias a él tenemos una identidad que puede ser conocida o velada para las otras personas, como cuando vamos hacia un lugar, cubierto por una densa neblina, que podemos ver directamente, al acercarnos o de modo indirecto por la luz que emite un foco o un farol. La neblina serían las barreras que ponemos entre nuestro espacio y el de los demás, que pueden ser nuestros temores, desconfianzas, el deseo de individualidad, el egoísmo, nuestro carácter, etc. El lugar hacia el cual nos dirigimos es el interior de otros que puede conocerse sin caretas que lo oculten; de manera espontánea, o por la confianza que hemos inspirado al ser auténticos y leales después de relacionarnos con ellos en el tiempo.

Al entrar al “territorio” externo, comenzamos a intercambiar ideas, a recordar y vivir experiencias, expresar sentimientos, etc. que pueden pulir o hacer ásperos los distintos aspectos de nuestro ser. Y se requiere de una intención previa tanto para abrir las puertas de nuestro “hogar” como para aceptar la invitación a recorrer el de otros. De modo que corremos el riesgo de tropezar y golpearnos o de ser aceptados y enriquecernos por medio de este intercambio que se ha iniciado. El problema es que a veces nos encerramos en la esfera del ego y sólo nos importa atender nuestras necesidades y buscar nada más que el bien propio, sin tomar en cuenta lo que pasa con quienes nos rodean. Nos volvemos egocéntricos y vemos la realidad desde una perspectiva estrecha y limitada en la cual ni siquiera somos capaces de observar lo que está frente a nuestros ojos.

Eso no significa que el autoestima y autocuidado sean malos, pues a través suyo buscamos lo mejor para nosotros mismos, sin que tengamos que ignorar o desolar el mundo de los demás. Pero la línea que separa a éstos del egoísmo es delgada y a veces cuesta establecer un límite claro entre ellos. El egoísmo implicaría, como dice el diccionario, sentir un “amor e interés desmesurado por uno mismo y las cosas propias, postergando o despreciando las de los demás”. O sea que sería un amor extremo por el yo, sin que nos importe si pasamos a llevar o no al que está al lado. Aquella es la idea que se nos ha transmitido desde que somos niños. Uno es egoísta, por ejemplo, cuando pudiendo ayudar a un (a) hermano (a), preferimos ver un programa de televisión antes que asistirle en lo que le sea necesario.

Pero el egoísmo no es sólo postergar las necesidades del resto. Implica despreciar o menospreciar la felicidad propia al negarse a ver las cosas que son verdaderamente importantes en la vida: la familia, la amistad, la paz, el respeto, el bienestar propio y de nuestros seres queridos y, porque no decirlo, nuestra realización como personas mediante el cumplimiento de nuestros sueños o esperanzas. Todo lo anterior puede abarcarlo un gran todo que es el amor.

El egoísmo es una venda que nubla los ojos del alma. Es un disfraz de sobreestimación que oculta una falta de verdadero amor propio y un miedo a no recibir lo que esperamos del mundo, que usurpa el lugar del Yo verdadero. Es como si nos encerrásemos en nuestro ser interno y sólo saliéramos cuando pudiésemos sacar provecho del otro, cubriéndonos bajo la pseudo-amistad o la pseudo-autoestima. De manera que al ser egoístas con los demás, también lo somos con nosotros mismos, porque al herir o relevar a un segundo plano a quienes nos aman y amamos, nos negamos la posibilidad de disfrutar y ser felices con cosas tan simples como una sonrisa, un abrazo, un paseo o un “te quiero” sincero y espontáneo. Tal vez nuestra relación con los demás nos ayudaría a un crecimiento mutuo. Tal vez lo que necesitamos para sentirnos totalmente felices sea descubrir que los demás también sienten y que al pasarlos a llevar, estamos destruyendo una parte de nosotros mismos. Tal vez así evitaríamos tener que cargar con el peso de nuestra conciencia al habernos rehusado a ser mejores personas.

Sólo vemos al otro en su “real dimensión” cuando decidimos quitar la venda que hemos puesto en nuestros corazones y contemplamos la llama que le alumbra como a uno de nuestros semejantes, que antes pasaba inadvertida cuando buscábamos sólo el bien propio. A veces, sin embargo, necesitamos que otros desaten el nudo para darnos cuenta de que lo que ignorábamos por actuar como ciegos era necesario para así sentirnos completos. Y para romper esas ataduras se requiere de la poderosa e infinita fuerza que es el amor.

Cuando comenzamos a amar nos damos cuenta de que existen otras esferas y poco a poco empezamos a abandonar la nuestra. En ese momento nuestra perspectiva se amplía y comprendemos que nuestras necesidades no son las únicas. Dejamos de sentirnos como el centro del Universo y nos abrimos paso a desarrollar el Yo en la dirección correcta.

Dios nos da la oportunidad de enmendar nuestros errores y comenzar a vivir una vida mejor; en armonía con nuestro prójimo. De nosotros depende si la aceptamos o la dejamos pasar. Que Dios los bendiga. Shalom.

Efectos del cannabis sobre la salud mental

Bueno, este artículo lo tenía mi novia Norma (estudiante de medicina) y en verdad me pareció que valía la pena publicarlo. Como el articulo me pareció muy largo he decidido dividirlo en 3 partes, para que puedan leerlo tranquilamente y sin aburrirse.

Preguntas, traumas, aclaraciones, dudas, pueden hacerlas, yo no sé las responderé sino Norma hehehe, saludos!

 

El cannabis ha sido considerado a veces como una droga relativamente menos peligrosa que otras, además que se le han atribuido otras finalidades como la creatividad en distintas áreas como en la música, el arte, el pensamiento, etc. Además de buscar efectos terapéuticos (analgésico, anticonvulsivo, sedante, antidepresivo, etc.). Sin embargo, en los últimos años existe una creciente evidencia epidemiológica de la existencia de efectos adversos a la salud psíquica a medio y largo plazo, además de los derivados de la dependencia y abstinencia.

 

Trastornos psiquiátricos en consumidores de Cannabis

 

Hace poco mas de 50 años (1948) la Organización Mundial de Salud (OMS) llego a la conclusión de que el uso de cannabis era peligrosa física, mental y socialmente, pese a ello hoy nos encontramos ante un fenómeno de tolerancia social en el que el consumo de cannabis se ha desmadratizado y desmitificado.[1]

Hace años, algunos autores señalaban que su uso intenso y prolongado (100 a 300 mg/día durante más de seis meses) producía en adultos deterioro mental y físico y en adolescentes impedía la adecuada maduración de la personalidad.[2]

En las más recientes clasificaciones internacionales de trastornos mentales[3] [4] se recogen diversos cuadros psiquiátricos inducidos por cannabis (Abuso, intoxicación, delirium, dependencia, trastorno psíquico), sin embargo estos cuadros comparten diagnósticos con otras drogas, por lo que son poco específicos.

 

Consecuencias del consumo de cannabis a largo plazo

El consumo frecuente de cannabis se asocia a una conducta desadaptativa. Es común que las personas que usan la marihuana sientan gran interés por estímulos visuales, auditivos, o gustativos, de que de otra manera serian ordinarios. Los sucesos triviales podrían parecer sumamente interesantes o graciosos. El tiempo parece transcurrir mucho mas lento, y a veces la droga puede causar sensaciones intensas de hambre y sed.

· La marihuana deteriora la memoria a corto plazo.

· Con el uso de las variedades más potentes de la droga, pueden surgir problemas para realizar incluso tareas sencillas.

· La droga afecta las percepciones y los reflejos, también pueden ser causa de accidentes de tráfico.

· Aumenta la propensión a conductas de riesgo para adquirir enfermedades de transmisión sexual.

· El seguimiento de personas expuestas a tetrahidrocannabinol (THC) desde el inicio de la adolescencia demostró que en 5 años después eran más propensos a abandonar los estudios e involucrarse en otras drogas.

Dependencia y síndrome de abstinencia

El debate sobre la capacidad adictiva del cannabis es un tanto artificioso, ya que en animales presenta claramente tolerancia, síndrome de abstinencia y provoca dependencia. Estudios en animales y humanos demostraron efectos leves de tolerancia[5] y que la supresión del consumo de THC se acompañaba de un conjunto de síntomas característicos, con una duración media de 8 días[6] [7].

Su alta liposolubilidad se traduce a una vida media de aproximadamente siete días lo que impide una caída brusca de concentraciones plasmáticas, responsable de la aparición brusca e intensa de la abstinencia. El organismo puede tardar un par de meses en quedar totalmente libre de THC. Por otra parte su similitud clínica con cuadros ansiosos o depresivos facilita que pase desapercibido.

En 1999 se publicaron dos trabajos [8] [9] que demostraban que el consumo de cannabis a dosis crecientes generaba síntomas de abstinencia que diferían en función de que fuese fumado o ingerido vía oral. Eso se deduce que una de las causas para seguir consumiendo cannabis es evitar la aparición del síndrome de abstinencia. Por otro lado el placer asociado a fumarlo puede convertirse en un importante refuerzo psíquico[10].

La clínica del síndrome de abstinencia del cannabis es variada y depende de la dosis, el tiempo y la frecuencia del consumo y la personalidad previa [11] 9. En consumidores diarios de cannabis durante más de 70 meses apareció ansiedad, tensión, insomnio, anorexia, cansancio, dificultad de concentración, irritabilidad disforia y agresividad[12], así como síntomas y signos físicos (sudoración, temblor, mialgias, nauseas y diarreas)7.

Existe un deterioro social, laboral y físico desarrollando un menor logro educativo y un empeoramiento de la calidad de vida[13]. El mayor riesgo de desarrollarlo se da en aquellos consumidores crónicos que suspenden bruscamente el consumo de cannabis[14].

Se encontró que un 35% de los usuarios afirmaban que no pudieron dejar el consumo cuando quisieron, el 24% continuaron usándolo a pesar de los problemas que atribuyeron la droga y el 13% sintieron que no podían controlar su consumo. Por tanto, se puede concluir que el cannabis provoca síndrome de abstinencia, es decir produce dependencia física.

En un estudio con 200 usuarios experimentados, entre un 62% y un 77% presentaban signos de dependencia de acuerdo con cuatro protocolos distintos[15].

Sobre otra muestra de 229 usuarios apareció dependencia en un 78.6% y síndrome de abstinencia en dos tercios. En otro trabajo con 243 consumidores con frecuencia de consumo de 3-4 veces por semana encontró una dependencia del 57% según criterios del DSM-III-R[16]


[1] World Health Organization. Programme on substance abuse. Cannabis: a health perspective and research agenda. World Health Organization, Geneva, 1948.

[2] Nahas G. Haschis, cannabis et marijuana. Premier edition, Vendome (France), Presses Universitaires de Fance 1976: 243-95.

[3] Organización mundial de la salud. F10-F19 “Trastornos mentales psicotrópicas”. En decima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el diagnostico. Editorial Meditor y JJ Lopez Ibor, Madrid, 1992. Pp 97-112

[4] DSM-IV-TR. Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales. Ed Masson. Barcelona, 2002.

[5] Adams IB and Martin BR. Cannabis: pharmacology and toxicology in animals and humans. Addiction 1996; 91: 1585- 1614

[6] Gold MS. Marihuana. Ediciones en neurociencias. Primera edicion, Barcelona, 1991: 91-101.

[7] Wiesbeck GA, Schuckit MA, Kalmijn JA, Tipp JE, Bucholz KK, Smith TL. An Evaluation of the History of a Marijuana Withdrawal Syndrome in a Large Population. Addiction 1996; 91:1469-1478.

[8] Haney M, Ward AS, Comer SD, Foltin RW, Fischman MW. Abstinence symptoms following smoked marijuana in humans. Psychopharmacology (Berl) 1999; 141: 395-404.

[9] Haney M, Ward AS, Comer SD, Foltin RW, Fischman MW. Abstinence symptoms following oral THC administration to humans. .Psychopharmacology (Berl) 1999; 141: 385-94

[10] Navarro M, y Rodriguez de Fonseca F. Cannabinoides y conducta adictiva. Adicciones 2000; 12:97-108.

[11] Brook J.S, Balka E.B, Whiteman M. The risk for late adolescence of early adolescent marijuana use. Am J Public Health 1999; 89: 1549-54.

[12] Kouri EM, Pope HG Jr, Lukas SE. changes in aggressive behavior during withdrawal from long-term marijuana use. Psychopharmacology.

[13] Gruber AJ, Pope HG, Hudson JI, Yurgelun-Todd. Caracteristicas a largo plazo de los consumidores de cannabis: un studio de casos controlados. Psychological medicine 2003; 33:1415-1422.

[14] Thomas H. A community survey of adverse effects of cannabis use. Drug alcohol depend 1996; 42: 201-7

[15] Swift W, Hall W, Copeland J. Characteristics of Long-Term Cannabis Users in Sydney, Australia. European Addicction Research 1998; 4:190-197.

[16] Swift W, Hall W, Didcott P, Reilly D. Patterns and Correlates of Cannabis Dependence among Long-term. Users in an Australian Rural Area. Addiction 1998; 93: 1149-60.

No entender? o No querer entender?

El fin: es acercarnos a D-is. (Quien tenga otros fines: reconsidérelo)

El medio: Para nosotros los noájidas: Los 7. Los cuales son claros y fáciles de entender. No hay mas. No debemos , ni podremos encontrarles trasfondos para autojustificarnos de que algo esta bien o mal. Y , si se llegan a tener dudas, remítanse al fin. Y pregúntense: “Esto es lo que nos recomendaría D-is”?

Aplíquenlos de verdad y verán como todo se encauza para bien. Les repito: “Todo”. Cada quien sabe a que me refiero.

Saludos!

Resp. 392 – Los costos de la vida

APRECIADO MORÉ Y AMIGOS TODOS MI PREGUNTA ES LA SIGUIENTE, POR QUE? SE DEBE COLABORAR ECONOMICAMENTE EN LA ARDUA TAREA DE CONSTRIR SHALOM, ESTO ES POR QUE MI NOVIA DE NOMBRE TUNDRA ENTRO A LA PAGINA Y ME HIZO LA OBSERVACIÓN COMPARANDONOS CON PIRATAS DE LA FÉ QUE YA CONOCEMOS, MI FALTA DE ERUDICIÓN O TAL VEZ MI ELEVADO AMOR POR ELLA NO ME DEJO RESPONDERLE(CUANDO DEBERIA SER LO CONTRARIO TAL VEZ, EL MORÉ PODRIA ORIENTARNOS) A LO QUE LES PIDO PUEDAN PUBLICAR ALGO QUE LE DE EL NORTE DE SU POR QUÉ?

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Resp. 391 – Vida con sentido

rigoxls nos consulta:

Hola, he visto la página de ustedes y me parece muy buena, me gustaria que me dieran mas información acerca de como llevar mejor vida con sentido
rigoberto giraldo

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