Dios dice a Nóaj construye una arca pues a causa de la humanidad está por caer un diluvio durante 40 días y 40 noches, en el cual el mundo se hundirá y toda la gente morirá. Nóaj inmediatamente después de profetizar este mensaje divino, comenzó a construir el arca. En ese entonces él tenía 480 años de edad, claro que en aquellos tiempos no existían las enfermedades, sus arrugas, canas y fuerzas eran similares a la de un muchacho de 25 años. ¿Durante cuánto tiempo siguió construyendo este gran barco?, él tardo en construir el arca 120 años.
Un hombre de 480 años comienza una construcción en medio de la ciudad, una enorme arca; la gente por curiosidad se acerca y le pregunta: “perdona, Noaj, ¿se puede saber que estás haciendo?” y Noaj responde claro que sí, construyó un arca de tres pisos, la gente pregunta sorprendida ¿una qué?. Como lo oyen estoy construyendo un arca de tres pisos. Y ¿Por qué de tres pisos?. Bueno, un nivel usare para mi familia y la comida; el otro para los animales y el otro para la basura. Pero Noaj, ¿Cómo piensas transportarla hasta el agua?, yo no la transportaré, el agua vendrá aquí e inundará la ciudad; todo el mundo se llenará de agua y la gente morirá. Todo a causa de los pecados en los que ha incurrido la humanidad. Por robar, por matar, por cometer adulterio….Sólo aquel que se arrepienta y cambie su conducta podrá entrar en esta arca y salvar su vida. Cuando la gente escucho esto, rompía en carcajadas. ¡Te has vuelto loco!. ¿A caso crees en todo lo que acabas de decir?, por supuesto me lo dijo Dios. Y sin dar importancia a las burlas de la gente Nóaj siguió con su trabajo. Fueron 120 largo años en los cuales tal vez a diario la gente se acercaba con él para burlarse, para tratar de hacerle entender que estaba equivocado. Seguramente sus amigos cientos de veces le dijeron que dejará de perder el tiempo en una fantasía y que mejor se dedicará a trabajar la tierra o como decimos hoy a hacer dinero. Todos trataron de convencerlo tanto con burlas como de manera seria, pero nadie pudo convencerlo todos se dieron por vencidos y Nóaj siguió su aventurado proyecto. Pero porque después de haber escuchado todas estas cosas no mejor agacho la cabeza y se rindió, porque no hizo caso a sus amigos y no se dejo intimidar por la burlas y prefirió pasar vergüenzas con tal de no desistir, de donde saco esa fuerza de voluntad para aguantar todo, con tal de seguir la orden que le mando Dios por medio de un sueño.
La respuesta es muy simple: Noaj tenía un convencimiento absoluto de la verdad. Sabía que lo que hacía era lo correcto, a pesar de la opinión o crítica de cualquier persona; nada lo hacía cambiar de opinión, pues estaba seguro de que la palabra de Dios es la única que vale y ante ella no puede haber oposición alguna. Ninguna burla o desprecio es suficiente para revocar la orden del Todo Poderoso. Eso definitivamente fue lo que le dio la fuerza y valor para dedicarse a la construcción del arca sin descanso durante tantos años. Sin importar lo que pasaba a su alrededor. Este mensaje es tal vez la clave principal para la vida. Estar convencidos de nuestros ideales es nuestra mejor arma para luchar por ellos. Aquel que está convencido de lo que hace es como un árbol con fuertes raíces al que ni siquiera los más poderosos vientos pueden derribar.
De haberse quitado Nóaj este peso, la humanidad habría dejado de existir. No porque el mundo niegue la existencia de Dios el dejará de existir. No porque la gente deje de creer en el mundo por venir, en el pago y el castigo a quien se conduce por el camino del bien, dejará de haber recompensa por nuestras acciones; toda acción tiene una consecuencia a pesar de lo que otros piensen.
Debemos estar preparados, cambiar nuestra conducta y arrepentirnos de todo lo malo que hayamos hecho y tener la esperanza de que el Mashiaj llegará.
Extracto del libro: Destapa lo oculto…Bereshit (Tzafenat Panéaj), escrito por Joseph Jaím Zonana Senado.