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Aquellos pequeños milagros diarios que demuestran la existencia de Dios

Cuantas veces no hemos oido a muchos ateos decir que Dios no existe
Pero al revisar cada dia que paso en este mundo, me reafirma mas y mas que Dios existe

Voy a narrar algo que me lleno de mucha alegria, y que demuestra como Dios actua en nuestra vida Seguir leyendo Aquellos pequeños milagros diarios que demuestran la existencia de Dios

¡Aman y Faraón, más semejantes hoy que nunca

¡Aman y Faraón, más semejantes hoy que nunca!

Mientras escribo este artículo, la luna esta completamente obscura, y entonces viene a mi mente aquella frase, fresca aún en mi memoria, cuando mi bisabuela veía algún fenómeno espacial y decía exclamativamente: “¡Señales en el cielo, ruinas en la tierra!”.

Este mes de Adar ha visto ya el primer eclipse, uno total de luna, aún falta para el último día uno parcial de sol.

Quizás muchos no relacionemos muy bien que mensaje podría querer transmitirnos nuestro Creador por medio de estos eclipses; pero me atreveré a sugerir algunas posibles muestras de lo que el futuro les depara a los Amanes del mundo y sus semejantes Faraones.

Tanto Purim como Pesaj son festividades de alegría y libertad; en Pesaj, D’’s mismo, con portentos, señales y milagros más que evidentes salvó a Israel de la esclavitud física, los llevó a Sinaí y los adoptó como pueblo Suyo; en Purim, D’’s, por medio de los maduros líderes de este pueblo, reafirmó su decisión, mostró que no hay debajo del cielo otra Nación como Israel, los salvó ahora de la muerte física, y los condujo nuevamente a su regazo, ahora en tierra prometida.

Pesaj simboliza el nacimiento de un pueblo, Purim simboliza la madurez; sin embargo, aunque estas dos fiestas son alegres y su símbolo nos induce a la alegría del espíritu, para cierto grupo no es así, para algunos estas dos fiestas son símbolo de amarga soledad y vacío, de fracaso. En Pesaj, el duro corazón de Faraón vio como sus huestes eran esclavas de la fuerza del mar, después de que los hijos de Israel hubieron cruzado en seco, en Purim, Aman sintió en carne propia lo que su corazón tramó para los hijos de Israel.

A mi parecer hoy la luna da un claro mensaje a los actuales Amanes… muestra la sangre de los justos, se enrojece al punto de ennegrecerse para enseñarles a los asesinos y terroristas sus crímenes… más tarde, cuando falte un escaso día para iniciarse el mes de Nisán, cuando apenas falten horas para iniciarse un nuevo año en Israel, estará dando un mensaje el sol, a los Faraones actuales del mundo… les mostrará el juicio que sobre ellos vendrá.

Amanes y Faraones de este siglo, los que aún viven, los que aún hacen maldad, los que aún perseveran en su injusticia y se sienten rebeldemente cómodos puestos contra el Rey de Reyes… recuerden estas fechas, 14 y 29 de Adar, recuerden que en estas fechas les ha sido mostrada por Providencia Divina, su sentencia. Se que ustedes no rectificarán, que su corazón se endurecerá, que sus macabros planes trazados tratarán de seguirlos, pero no verán sus objetivos cumplidos, se frustrará ahora por completo y para siempre la esclavitud y la muerte, sus imperios caerán, sus cimientos serán estremecidos por el implacable juicio de Hashem.

Ahora bien, para los justos y Santos de Este Mundo estas señales representan alegría y esperanza. Alegrémonos y tengamos esperanzas de que actuando como lo hicieron los hijos de Israel, con valentía, actitud y compromiso llegaremos a librarnos totalmente de la esclavitud y evitaremos la muerte espiritual.

Purim y la lombriz

Estamos entrando a Purim, y con el llega un mensaje muy importante para nosotros, una enseñanza que si la logramos aprovechar cambiara nuestras vidas para siempre y nos dará una clave fundamental para mejorar nuestro servicio al creador. Seguir leyendo Purim y la lombriz

No es cuestión de teologías o complejas pruebas…

Para los hijos de Israel resulta ciertamente sencillo saber qué cosa es idolatrí­­a y que cosa es fidelidad al Eterno.
Brindemos atención al texto, claro, simple, excplí­­cito que el mismí­­smo Padre celestial nos ha encomendado:

«[Haz de saber que] Yo soy, el Eterno tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud»
(Shemot / Éxodo 20:2)

Dios, el Uno y Único es aquel que sacó a nuestros padres de la angustia de Egipto.
Todas las otras cosas, (objetos, personas, entidades incopóreas, entes, etc.) que no son aquel Dios que rescató a nuestros padres, sencillamente no son Dios.
Así­­ pues, Jesús, Krishna, Apolo, Alá, Mithra, el Buda deificado, Brahma, Iemanjá, Sai Baba, Baal, Vishnú, Ra, Amón, Gaia, el dios de la Metafí­­sica, el Verbo gnóstico entre tantas decenas de otros «dioses ajenos» no son Dios, pues ninguno de estos personajes mitológicos son el Ser supremo que salvó a nuestros antepasados, los condujo, sustentó y les reveló Su Palabra eterna (la Torá).
Dios, el Uno y Único no necesitaba otra «cédula de identidad» que el presentarse como el Ser que sacó a nuestros padres de Egipto.

«Al Eterno tu Elokim temerás, y a Él servirás. A Él te adherirás y por su nombre jurarás.
Él es tu alabanza; Él es tu Elokim que ha hecho por ti estas cosas grandes e imponentes que tus ojos han visto.»
(Devarim / Deuteronomio 10:20-21)

Ese mismo Dios, Uno y Único liberador de las opresiones de Egipto, es el que mantuvo a los israelitas en el desierto durante cuarenta años.
Dí­­a tras dí­­a manifestaba Su presencia con milagros, inmensos hechos supranaturales, por lo que TODO el pueblo de Israel podí­­a dar testimonio de la veracidad de estos sucesos y por tanto de la presencia e intervención de Dios en sus vidas.
No eran hechos aislados, milagritos, tramoyas fabricadas por un grupo de estafadores, producto de la histeria de algunas personas impresionales, sino que eran portentos impresionantes que eran experimentados por TODO un pueblo, entre los que se contaban también personas no muy dispuestas a someterse a Dios, pero que no podí­­an de dejar de reconocer Su presencia.
Ese Ser, y solamente ese, es Dios.
Ningún otro puede ser reconocido como Dios, o representarLo, o adjudicarse Sus hechos, puesto que a Dios exclusivamente debemos venerar, a Él servir, en Él confiar, por Su nombre bendecir y jurar.
Ese Dios, Uno y Único, que te repito no se Lo conoce por medio de teologí­­a o prédicas complejas de taimados pastores, o por la manipulación artera de oscuros pasajes bí­­blicos,
sino que se Lo conoce a través del testimonio fidedigno que se fue trasmitiendo por TODO un pueblo, de padres a hijos, de maestros a discí­­pulos, que se aferraron al testimonio con plena fidelidad y mantuvieron en vigencia y con vida el contrato de la Alianza eterna que habí­­an sellado con el Padre celestial.

Entonces… ¿Jesús, o la mí­­tica trinidad, o cualquier otro dios ajenos, son los que se manifestaron ante Israel?
¿Son el Dios, Uno y Único que fue testimoniado por generaciones de testigos presenciales?
La respuesta la sabemos… NO, no lo son…

Pero hay más.
Atiende por favor, te citaré un bellí­­simo pasaje de la santa Palabra eterna, y luego no te daré ninguna explicación. Dejaré que la claridad explí­­cita del pasaje sea la que te haga comprender que a Dios no se llega a través de teologí­­a, discursos tediosos, manipulaciones literarias, supuestas profecí­­as en libros faltos de valor. A Dios se llega a través de la confianza, no de la fe tonta. Atiende mi querido:

«Solamente cuí­­date y cuida mucho tu vida, no sea que te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni que se aparten de tu corazón durante todos los dí­­as de tu vida.
Las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

El dí­­a que estuviste delante del Eterno tu Elokim en Horeb, el Eterno me dijo: ‘Reúneme al pueblo para que Yo les haga oí­­r mis palabras, las cuales aprenderán para temerMe todos los dí­­as que vivan en la tierra, y para enseñarlas a sus hijos.’

Y os acercasteis y os reunisteis al pie del monte. El monte ardí­­a con fuego hasta el corazón de los cielos, con densas nubes y oscuridad.

Entonces el Eterno os habló de en medio del fuego. Vosotros oí­­steis el sonido de sus palabras, pero aparte de oí­­r Su voz, no visteis ninguna imagen.

Él os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: las diez locuciones [aseret hadevarim]. Y los escribió en dos tablas de piedra.

En aquel tiempo el Eterno también me mandó a mí­­ que os enseñara las leyes y los decretos, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis para tomar posesión de ella.

Por tanto, tened mucho cuidado de vosotros mismos, pues ninguna imagen visteis el dí­­a que el Eterno os habló en Horeb de en medio del fuego.
No sea que os corrompáis y os hagáis imágenes, o semejanza de cualquier figura, sea en forma de hombre o de mujer, ni en forma de cualquier animal que esté en la tierra, ni en forma de cualquier ave alada que vuele en los cielos, ni en forma de cualquier animal que se desplace sobre la tierra, ni en forma de cualquier pez que haya en las aguas debajo de la tierra. 
No sea que al alzar tus ojos al cielo y al ver el sol, la luna y las estrellas, es decir, todo el ejército del cielo, seas desviado a postrarte ante ellos y a rendir culto a cosas que el Eterno tu Elokim ha asignado a todos los pueblos de debajo del cielo.

Pero a vosotros el Eterno os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis pueblo de Su heredad como en el dí­­a de hoy.»
(Devarim / Deuteronomio 4:9-20)

Atiende, no podemos jamás aceptar que un usurpador se ponga en medio de Dios y nosotros.
No es válido admitir un mediador espiritual que nos conecte con el Padre celestial.
Es ilí­­cito olvidar lo que Dios nos ha manifestado y ordenado, para ir en pos de nuevas ideas, «nuevos testamentos», que desví­­an de la fidelidad amorosa y reverente.
Pues esto se nos ha dicho:

«Ten cuidado; no sea que te olvides del Eterno que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.
Al Eterno tu Elokim temerás y a Él servirás, y por Su nombre jurarás.
No iréis tras dioses ajenos, tras los dioses de los pueblos que están a vuestro alrededor»
(Devarim / Deuteronomio 6:12-14)

No vimos imagen de Dios, no es cuerpo, no es hombre, ni otro ser de los creados.
No vimos otra cosa que Sus actos, pero oí­­mos Su silenciosa pero penetrante voz, que llena con Su gloria cada milí­­metro de nuestro ser.
Esa voz que nos ordenó serLe fiel, negar toda adoración o reverencia a otro ser, despojarnos del mí­­nimo rastro de idolatrí­­a, es decir quitarnos todo lo que es infidelidad y mentira.
Esa voz que anunció con perfecta claridad:

«Escucha, Israel: el Eterno nuestro Elokim, el Eterno uno Es.»
(Devarim / Deuteronomio 6:4)

Uno, sin dos, ni tres.
Uno sin par, que nada se le iguala.
Uno que no tiene un cuerpo, pues entonces serí­­a más de uno.
Uno que es eterno y que ha sellado una Alianza eterna con nosotros.
Uno que hemos conocido personalmente, que hemos aceptado con confianza, que hemos ido trasmitiendo con fidelidad a lo largo de las generaciones y lo ancho de nuestros exilios.
Uno que no cambia, ni miente, ni cambia Sus promesas.
Uno que no es Jesús, ni cualquiera otro de los dioses ajenos, que no son más que monigotes, fantasí­­as, ilusiones en la febril mente de los que depositan su fe en ellos.
Uno que es nuestro Padre celestial, Padre de todo ser, y que ha escogido a Su primogénito, el pueblo judí­­o, para que sea Luz de las naciones.
Uno que es justo y misericordioso.
Uno que nos ha hablado, nos ha liberado y lo continúa haciendo constantemente.

En resumen, no podemos definir a Dios, ni encerrarlo en palabras o pensamientos.
Pero sí­­ podemos saber quién es Dios y que cosa es falsedad.

Lo sabemos, lo heredamos, lo vivimos y lo preservamos para nuestra posteridad.

Purim para noájidas

Como sabes, Purim es una festividad de la nación judí­­a.
Hace miles de años un perveso lí­­der polí­­tico del imperio Persa (¡oh coincidencia, en parte la actual Irán!) quiso exterminar a la nación judí­­a, del primero al último. Su único motivo era el odio que tení­­a hacia Dios, y por ende a los que Él escogió como nación especial para servirLo como sacerdotes.
Su implacable orden serí­­a ejecutada sin falta, llevándose a cabo la «solución final» del pueblo judí­­o.

El valor, el arrojo y la confianza puesta en Dios de algunos principales de la nación judí­­a (Mordejai y su prima Ester) canalizaron el milagro oculto que se envió desde Arriba, lo que revirtió el horror que finalmente cayó sobre los enemigos de Dios y de los judí­­os.
El malvado perseguidor de fieles del Eterno murió en su propia trampa, también fracasaron y todos sus socios y allegados cómplices en sus macábros designios.

Como ves, es una fiesta netamente judí­­a, ya que celebra la salvación que tuvo esta nación.

Pero, los noájidas tienen también posibilidad de celebrar en este dí­­a, de una manera que sea noájica, sin copiar ni tomar prestada una identidad que no les corresponde.

  • En Purim los noájidas pueden reunirse para comer y beber en un festejo mesurado pero lleno de regocijo.
  • En tal reunión vespertina es aconsejable que se converse acerca de la historia de Purim, no es necesario leer la «Carta de Ester» que se encuentra en el Tanaj, pero si quieren lo pueden hacer.
  • Es apropiado que tengan textos escritos por maestros judí­­os sobre el tema, pero especialmente sobre las enseñanzas éticas que se desprenden de la historia de la festividad.
  • Deben convidar a gente pobre y menesterosa a participar de este evento. Por pobre y menesteroso se puede entender personas con carencias materiales, y/o solitarias, y/o desprovistas de comunidad y/o que andan por caminos de idolatrí­­a.
  • Si el que ha sido convidado no quiere o no puede concurrir a la celebración, es oportuno que se le entreguen algunos alimentos festivos (lo que sea tí­­pico en la región en que el noájida vive), así­­ como algún folleto o texto resumido y claro acerca de Purim y su valor para la identidad noájica.
  • Si lo desean, pueden realizar una fiesta de disfraces para los más pequeños de la comunidad, como manera de divertirlos en tanto se educan y además darles la oportunidad de vivir aspectos del carnaval (que suele caer en estas fechas) pero sin el contenido tóxico de esta fiesta pagana.
  • En caso de no poder preparar un festí­­n o no poder compartir uno, es correcto que se enví­­en golosinas a las personas allegadas. Si el allegado no conoce la festividad, incluya el folleto que mencionamos más arriba.
  • Debe hacerse un momento en esta jornada para reflexionar, individual o colectivamente, en la necesidad de la participación de cada uno, que todos y cada uno es indispensable, pues el milagro se canaliza por medio de la actividad personal.
  • También debe darse el tiempo para reflexionar en qué puede hacer para ayudar a que en el mundo termine la discriminación negativa, el odio hacia los judí­­os, la rebelión en contra del Padre celestial.

Hasta aquí­­ algunas sugerencias, que espero sea bien tomadas y aplicadas por los miembros de FULVIDA y por todos los noájidas que desean andar por el camino del bien y la justicia.

Quedo a las órdenes para responder a tus preguntas y espero que me comentes como pasaron esta festividad viviéndola al modo noájico.

Shalom y bendiciones

¡Una suerte el ser diferentes!

Se acerca la festividad de Purim, y hay algo interesante en lo que respecta al Purim y que puede dejarnos una gran enseñanza.

La festividad como todos (o la mayoría) sabemos se debe a que el Pueblo Judío fue salvado de haber sido exterminado por el más irremisible odio contra una cultura diferente. Precisamente ahí esta la enseñanza, precisamente ahí es donde voy a afincar mi pluma.

Hamán se quejó al Rey Ajashverosh de que "existe un pueblo singular, esparcido y fragmentado entre las naciones de todas las provincias de tu reino, cuyas leyes difieren de las de todas las naciones".

Una "nación singular", admitió Ajashverosh, diferente y única a pesar de su dispersión, no puede tolerarse; concordó con Hamán en que "no merece que el Rey la deje existir… debe decretarse que sea destruida".

Todos (o la mayoría) sabemos cuál fue el resultado; gracias a la intensificación de la singularidad, todos agrupados bajo el liderazgo de Mordejai renovaron su compromiso de ser Pueblo de D’’s.

Hay varias costumbres en esta fecha que recalcan su valor fundacional; una de ellas es el disfraz, la gente suele disfrazarse para no sentirse igual al otro, las máscaras nos hacen diferentes del resto, en cierta medida las máscaras nos dan la sensación de tener individualidad. Algún día comprenderemos que mientras más auténticos somos más diferentes nos volvemos, cada uno es un universo inmenso lleno de capacidades distintas, cada uno tiene habilidades increíbles y gustos variados que incrementan la pluralidad dentro de la raza humana. Israel cuando se vio amenazado por la xenofobia no huyó escondiéndose detrás de la máscara que, más bien apeló a su autenticidad, a la verdad, y es por eso que logró diferenciarse del resto. La autenticidad no es lo que nosotros queramos ser, es lo que por esencia somos, la originalidad no es algo adquirido con el tiempo y por nuestra voluntad, es nuestra marca de fábrica, mientras más auténticos somos más nos acercamos a ser lo que D’’s eligió para nosotros.

Purim fue un milagro gracias a la singularidad, la suerte de Israel fue echada a su criterio como unidad nacional. A diferencia de Pesaj, Purim fue un milagro cocinado por el mismo pueblo, un acto de madurez, una muestra de valor.

Purim es para nosotros, el resto de las naciones, una pauta de vida.      

Test 3 – Mesí­as

Ponga a prueba su conocimiento de las cuestiones noájicas. En este sencillo test podrá responder, aprender, divertirse. Venga lo animamos a compartir con nosotros este momento.

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La libertad

La libertad es quizás el concepto más abstracto que exista en el acerbo semántico de nuestra cultura. Ha sido durante nuestra existencia el valor más mancillado y usufructuado de manera incorrecta, ya que muy pocos son capaces de entender el profundo valor que posee la libertad.

La Tradición apunta que el vulgarmente conocido “pecado original” no fue más que un exceso de Adam y Eva, primero un exceso al colocar palabras que D’’s no había dicho con connotaciones desproporcionadas y luego un exceso al extralimitarse consumiendo el fruto prohibido, profanando así el propósito que el mencionado fruto tenía.

Así podemos ver a lo largo de nuestra lineal historia como ha sido el exceso, o sea, la pérdida cuasi-absoluta de límites lo que ha degenerado en nuestros “males”, aumentando progresivamente la perdida de valores y trayendo como consecuencia a las vidas de muchos una desarmonía total, tanto consigo mismo como con el resto de la Creación.

Vemos que lo que provocó el Mabul fueron los excesos en las generaciones ante-diluvianas, al perder el sentido de la hermandad y al pervertir la naturalidad de las cosas, limitando la libertad de muchos y extralimitandose los malvados en un libertinaje que ocasionó verdaderos estragos no solo en la creación sino en el plano personal de cada ser humano.

Ahora bien, la libertad es posible, vemos ejemplos notorios de personajes que lograron ser libres. La Tradición Oral nos aclara que Avraham estuvo, por orden del Rey Nimrod, preso en un horno de fuego, del cual salió, milagrosamente, sano y salvo. Una válida y correcta interpretación de este episodio es que Avraham, pese a estar encerrado en un convento, lugar de preparación religiosa nimródica, mantuvo su creencia en la existencia del Uno y Único D’’s. Desprende de aqui la enseñanza de que podemos, aun en medio de cualquier situación que parezca encerrarnos, mantener nuestra libertad. Un famoso humorista en tiempos del Presidente Antonio Leocadio Guzmán fue sentenciado a la muerte por fusilamiento, cuando se encontraba ante el paredón de un lado y la tropa del otro, y tuvo que dar sus “últimas” palabras, dijo: “Me podeis quitar mis bienes, a mis parientes, incluso me podeis quitar la vida, pero hay algo que no podeis quitar, y es el miedo que en este momento siento”. He aqui otro claro ejemplo de que aún en las peores circunstancias uno puede mantener claros ideales de libertad.

La libertad entonces no depende, de forma individual, a un factor ajeno a nosotros, sino a un equilibrado proceder de nuestra parte. Siendo así ¿qué nos cuesta ser libres? A veces queremos permanecer bajo los grilletes de la ignorancia, o conformarnos con el pesado yugo de la comodidad; esto puede ser producto de que la libertad, asi como cualquier valor, no es algo mágico que nos viene del cielo, sino que es un arte que debemos aprender y practicar; para lograr la libertad debemos aprender a amar, a amarnos, y para amarnos debemos conocernos y juzgarnos en la medida correcta.

Quiera D’’s que pronto muchas personas aprendamos a controlar los excesos, que algún día nuestros fugaces placeres y momentos de rebeldía disminuyan hasta el punto de no existir más y seamos, al fin, libres! 

Se suman representantes de noájidas

Gracias al Eterno en estos días hemos sumado más representaciones de noájidas a nuestras filas de bendición.

Tenemos ya representantes en varios países de nuestra querida América, y "milagrosamente" llegamos hasta los países árabes, Hawai e  incluso el Lejano Oriente.

Te invito, querido hermano noájida, a que te enteres de quién es el representante noájida de FULVIDA en tu país o región para que te pongas en contacto con él/ella.
Mira aquí la lista de representantes noájidas: Representantes de FULVIDA

Si sumamos nuestras fuerzas y capacidades, si nos sentamos juntos para remar hacia el mismo puerto, seguramente que encontraremos que muchas bendiciones se sucederán en nuestras vidas.

Y, si en tu país no hay representante noájida para FULVIDA, puedes postularte tú.

Un abrazo fraterno, deseos de bendición.

Shalom!

La cotidianidad es la mejor prédica

Estos son los tiempos precisos para que el noajismo retorne a ser la practica común en el mundo y los seres humanos volvamos a caminar por el sendero de Luz que nuestro Padre Celestial nos ha construido.

Nuestros patriarcas habitaban en el Medio-Oriente, de ahí sus descendientes poblaron las costas mediterráneas, el África y el Asia Central; posteriormente el Lejano Oriente y de allí es muy probable que hayan cruzado a el continente que hoy en día habitamos (algunos). Paralelamente a esa migración de occidente a oriente los pueblos que iban surgiendo iban olvidando gran parte de su legado, muchos de ellos se inventaron su propia “historia”, sin embargo en todas las historias y mitologías del mundo esta presente una semilla de la Verdad, en algunas culturas la semilla es más notoria que en otras, pero si buscamos bien hayamos semejanzas impresionantes que dan certeza de que alguna vez hubo una sola historia, de que todo aquello contado mediante tradición oral o escrita proviene de La Tradición. Con el florecer de algunas culturas las tradiciones que los pueblos mantenían fueron considerablemente modificadas, la mayoría debido a teorías científicas o a presuntos líderes semi-dioses con pretensiones a su adoración, en otros lugares el ascetismo y la religiosidad predominó sobre la mayor parte de la cultura, degenerando así un camino que podía dar buenos frutos.

Hoy no somos diferentes culturas etnocentristas desconocidas entre si, hemos adquirido la conciencia de que somos una sola raza, en América y en otros lugares nos hemos mezclado, no solo en el ámbito genético, sino en el ámbito cultural, esto, podríamos decir, es el caldo de cultivo para que surja una generación que practique la herencia olvidada desde haces milenios.

Creo, en el fondo, que debía ser así; pues conciliar culturas en un mundo antiguo falto en comunicaciones y medios de transportes como existen hoy es sencillamente imposible Quizás todo fue dado por una conspiración celestial que originó con el simple aumentar los deseos de conocimiento y descubrimiento en algún momento de la historia todo esta revolución que vivimos.

Pero no creamos que no depende de nosotros el hacer proliferar a viva voz la tradición, pues creo que a veces algunos “confían” en que un milagro se encargará de abrir los ojos de aquellos que aún andan a tientas en la oscuridad. Ciertamente un milagro abrirá los ojos de muchos, pero para que ese milagro sea, nosotros seremos el instrumento; ¿quiénes somos nosotros? Pues… tú que lees este artículo y yo que lo escribo; no es necesario pararse en una plaza pública como acostumbran algunos idolatras; con el simple hecho de vivir una vida noajica limpia y acorde a los preceptos de la Torah es más que suficiente, seguramente muchos a tu alrededor se interesarán saber cómo vives tú, es muy probable que tengas amigos a quienes invites a comer, o a quienes en algún momento tengas que rechazar una invitación por cuestiones personales, el día a día te ayudará y pronto muchos se querrán sumar…