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Tù no necesitas la aprobacion de los demàs 2

Nunca has de recibir aprobaciòn de todo el mundo sobre aquello que crees,piensas, hagas o quieras hacer. Has de considerar la desaprobaciòn como algo natural de los seres humanos; a menos que te consideres tù un ser valioso, no has de sentirte deprimido al hallarte con alguien que desaprueba lo que eres.

Y donde es que adquiriste el sìntoma de bùsqueda de aprobaciòn?. Puès en casa, en la escuela, colegio, iniversidad, iglesias, templos de religiones organizadas, con maestros religiosos que te enseñan conformidad y sometimiento, usando como armas el miedo al castigo y el deseo de recompensa.

La experiencia religiosa verdadera serìa la de poder fiarte de tì mismo como guìa y no necesitar la aprobaciòn de una fuerza externa. La religiòn verdadera deberìa ser el aprender a respetarte tù como ser valioso, dotado de capacidades grandes de poder realizar aquello que decides y no permitiendo que nàdie manipule tus deseos, sòlo por que ellos creen que no lo mereces o no te conviene o que Dios te asignò esa suerte.

Tienes que complacer a Dios, te han enseñado, sè humilde, callado, no protestes, no contradigas, dà las gracias por todo, pide permiso para poder hablar, cuida tu vocabulario, lo siento, perdòn, etc., etc.

La gente que parece conseguir la mayor cantidad de aprobaciòn en la vida es precisamente la que nunca la busca, que no la desea y a la que menos le preocupa conseguirla.

Francisco Cabrera

Ecuador

Una flor de siete petalos

Por: José Eduardo Oliveros Hernández

 
        Había una vez, hace
mucho tiempo, un mundo en donde Vivian los Colibríes y algunas otras aves, allí
habitaba un pequeño e inteligente Colibrí de hermoso plumaje color azul  llamado Joe, este era un joven e inexperto
pajarillo que nunca había libado o tomado el néctar de ninguna flor, su madre
una hermosa y sabia colibrí le dijo un dia: — Joe, tienes que salir al mundo a
tomar el néctar de las flores y cumplir con tu misión de colibrí que para eso
vinimos a este mundo. – pero busca una flor especial, que te de la vida–,
agrego la madre,– no busques cualquier flor—ve a los jardines mas allá de este
bosque y nunca dejes de buscar, pues algún dia podrías hallar la Flor que da la vida.–; Joe
había escuchado historias de los colibríes mas viejos acerca de una Flor que
daba la vida, pero sabia como todos que eran solo habladurías y fabulas de
pájaros viejos, — Puro cuento sin sentido–. Pensó.
 

        Pero un DIA como todos
los colibríes al fin a Joe le llego el momento de dejar su casa y salir a
buscar flores para libar y cumplir su misión de colibrí como decían todos los
viejos; — bah! Que gran fastidio, puros cuentos de pájaros viejos–, pensó
lleno de rabia y miedo ante un inmenso mundo que se abría ante él, — ¿quien
dice que tenemos la estupida misión de libar las estupidas flores?–; pero
igual se fue, se lanzo en vuelo hacia el mundo. Durante días, semanas y meses
recorrió bosques, libando flores aquí y allí y todas le parecían lo mismo y la
que hacia le parecía sin sentido, a medida que pasaba el tiempo fue creciendo
mas y madurando y vio que podía mover sus alas cada vez mas rápido. Un buen
dia, de “esos aburridos” que el llamaba, vio un enorme ave bien extraña y fea,
sin embargo no se asusto ni tuvo miedo, mas bien movido por su curiosidad se
acerco al enorme ave y le pregunto: — Oye, ¿Qué eres tú?–, –jamás había
visto nada igual de feo a ti—le dijo entre burlón y curioso; El enorme ave giro
su cabeza y mirándolo con unos enormes ojos le dijo: — Vaya, eres un colibrí
muy atrevido para ser un colibrí– –¿Cómo es que sabes que soy?—le pregunto
Joe sorprendido; — Yo se muchas cosas, he recorrido muchos sitios y lugares y
he aprendido mucho de todo– –Soy un Búho y algunos dicen que somos muy
sabios–; — Así que tu eres un Búho—Respondió el colibrí, –Había oído de
ustedes pero jamás había visto uno–, durante horas Joe y el Búho, que se
llamaba Beto, estuvieron hablando, luego su conversación se hizo habitual de
cada día, Beto le hablo al colibrí de los lugares y las cosas que había visto y
se convirtió en una especie de mentor o guía para Joe, un buen día el colibrí
le hablo sobre su misión en la vida como colibrí y sobre las flores, también le
menciono sobre la Flor
especial en la cual creían los viejos colibríes, su sorpresa no fue pequeña
cuando Beto le dijo: — No son cuentos mi pequeño amigo, esa flor existe, es la Flor que da la vida y la
sabiduría, el que la encuentra y descubre su secreto será sabio y feliz y jamás
estará triste porque será uno con el Gran Hacedor–; –¿Gran Hacedor?—pregunto
muy sorprendido Joe, –¿ Quien es ese Gran Hacedor?—Beto le explico que ese
“Gran Hacedor” era el que había puesto al bosque, a los ríos, a las flores y a
todos los demás animales; aves y no aves en donde estaban y que era el que daba
la vida, pero que no sabia mucho al respecto, que tendría que buscar el Jardín
en donde estaba esa Flor, Joe pensó por toda esa noche, muy asombrado y
extrañado por lo que había sabido, — Entonces todo es verdad,– Pensaba –
Entonces si existe–, pero también estaba consciente de que su amigo Beto no
podría ayudarle mucho ya que no sabia mucho al respecto, así que ese mismo día
decidió que partiría a buscar esa Maravillosa Flor que daba la Vida y la Sabiduría, así se lo
hizo saber al Búho y este trato de disuadirlo para que no se fuera pero en
vista de que no lo logro ya que Joe estaba totalmente decidido a irse pues el
Búho Beto le dio algunas recomendaciones para que no fuera a pasarle algo malo
en su viaje y triste se despidieron los dos amigos.

           Joe marcho en su
búsqueda, recorrió bosques y selvas, conoció a innumerables personajes y aves y
no aves, así pasaban mas días y semanas y meses y años colibriescos, pero Joe
no encontraba el jardín donde se encontraba la flor y mucho menos la flor, un
buen día ya cansado de buscar, cuando había recorrido muchos lugares, vio un
jardín muy hermoso, con muchas flores y árboles, se acerco hasta la puerta y
allí había un Cuervo, que le saludo y le dijo con voz chillona y altisonante:
— –Hola Bienvenido, este es mi jardín y todas las aves son bienvenidas, sobre
todo los colibríes–, — me llamo Idol el Cuervo y este es el jardín de Idol
aquí están las flores que dan la Vida Eterna,
pasa y prueba–; Joe estaba cansado de buscar y de las penurias que había
vivido, se sentía confundido y creyó que por fin su suerte le había sonreído
por eso le contó a Idol todas sus aventuras y el objetivo de su búsqueda, el
Cuervo Idol le dijo: — Aquí encontraras muchas Flores que te darán Vida y
Sabiduría y veras al gran “hacedisor”–, — Ven – Agrego el Cuervo – Come de
estas flores, se llaman flores de “jes crist” y estas otras se llaman flores de
“budi”, y estas otras de “krish” y estas se llaman flores de “esoteria” y
aquellas de “brujer” y todas te dan la vida y el conocimiento–, — ¡Pero ten
mucho cuidado!—le advirtió el pajarraco, — no hables con las aves que pasan
por el lado derecho fuera del jardín–, dijo, — esos son los colibríes
extraviados que sirven al Destructor que es el demonio del bosque y que puede
robarte la vida, te lo advierto nunca dejes que se te acerquen–. Joe acepto
como verdad lo que decía el avechucho y se quedo en el jardín, allí empezó a
libar de todas las flores que había, se dedicaba un tiempo a una especifica
pero en vista de que no le satisfacía pasaba a otra, pero siempre se sentía
hambriento y veía que los demás 
colibríes del jardín estaban hambrientas también, pero no solo eso sino
que todos se sentían cada vez mas tristes y temerosos además de débiles, sus
plumajes estaban opacos, sus alas ya no se movían tan rápido como antes apenas
se podían mantener en vuelo y sus ojos estaban 
apagados y nublados, pero Idol les decía que “Eso era normal que luego
pasaría” que libaran mucho mas néctar de esas flores que todo estaría bien. Pero
no era así, al contrario Joe y los otros estaban cada vez peor y hasta se les
dificultaba pensar.

            Un buen día Joe
estaba por el lado derecho del jardín y vio pasar por la parte de afuera a
muchos colibríes machos y hembras que volaban raudos y batían sus alas a una
velocidad fabulosa, sus plumajes eran de vivos colores y hermosos y sus ojos
brillaban, como ya casi él no podía volar estaba sobre una rama y se sorprendió
cuando se le acerco una hermosa colibrí, en realidad la mas hermosa que hubiera
visto y le preguntó:

–¿que te pasa?– — ¿a que te refieres?—respondió Joe, — a que eres
un colibrí y no estas volando, sino que estas parada en una rama y eso no se ve
nunca, además los colibríes no pueden pararse en una rama, deben ser colibríes–,
–¿estas enfermo?—

— No solo un poco cansado—dijo Joe y le pregunto: — ¿Por qué ustedes
no entran en este jardín, aquí están las flores que dan vida—a lo que la
avecilla hembra contesto: –¿Vida?, — no lo parece, nosotros vamos a unos
jardines donde están las Flores que alimentan y de verdad te dan la sabiduría y
la vida y te hacen conocer al Gran Hacedor—

— ¡¿ No son ustedes los que sirven al destructor?! ¿Al demonio del
bosque?—

La avecilla hembra se rió de todas las cosas absurdas que le contó Joe
y le dijo que todas esas cosas eran cuentos y habladurías sin sentido de Idol
que lo que quería era tener a muchos colibríes esclavizados y sirviéndole
entupidamente, la colibrí, que se llamaba Gracia, lo invito a venir con ella a
conocer los otros jardines, Joe venciendo su miedo y haciendo un esfuerzo para
superar su debilidad voló con ella y partieron.

          Durante horas que a
Joe le parecieron interminables volaron hasta que por fin llegaron a un lugar
en que habían dos jardines, uno tenia en la entrada un letrero que decía:
“Jardín de Noa” y el otro tenia en la entrada un letrero que decía: “Jardín de
Judai”. Gracia y Joe se detuvieron frente a ambas entradas y ella le pregunto a
Joe:

        ¿Dónde naciste tú?,–
–¿en el bosque de Cedros, o en el de Robles?, Joe le contesto: — En el de
Robles, ¿Por qué? –

— Porque si naciste en el de Cedros debes ir al Jardín de Judai y si
naciste en el de Robles debes ir al de Noa—Repuso ella.

–¿A que se debe eso?—inquirió Joe, a lo que ella respondió: –Esa es la Ley que hizo el Gran Hacedor,
si eres del bosque de Robles las Flores del Jardín de Noa son las que te
nutrirán mejor y te curaran y devolverán tu fuerza y vigor, si libas las del
jardín de Judai no te harán bien pues no es lo que corresponde a tu identidad
de nativo del bosque de Robles–, –pero yo no te puedo decir mucho es mejor
que entremos y el ave Jardinero nos lo diga–.

            Entraron al jardín
de Noa y allí Joe se emociono cuando vio a otro Búho quien era el ave
jardinero, este se llamaba Sabion y era mas pequeño y joven que Beto, su viejo
amigo, luego de presentarse a Sabion este les dio la bienvenida y les explico:

–Aquí encontraran la
Flor
de Siete Pétalos o Flor de Noa, deben saborear el néctar
de cada pétalo primero para poder llegar a saborear el néctar del centro de la Flor, el néctar del Centro es
la esencia que da Vida pues viene del Gran Hacedor que se Llama Eterno–. –Cada
pétalo te enseñara una Verdad Única. —

— El Primer pétalo te Enseñara que solo hay Un Gran Hacedor y solo
Uno, no podrás reconocer ni servir ni adorar a otro hacedor delante de EL.—

— El Segundo Pétalo te enseñara que nunca puedes tomar el Nombre del
Único Gran Hacedor falsamente, ni maldecirlo, ni deshonrarlo—

–El Tercer Pétalo te enseñara que no tomaras nada que no te halla
sido dado o que no hallas ganado por tu esfuerzo—

–El cuarto pétalo te enseñara que solo te relacionaras con otros
Dignamente y sin nada que valla en contra de la ley del Gran Hacedor—

–El quinto pétalo te enseñara a no quitar la vida a ningún ser
inocente o indefenso—

–El sexto pétalo te enseñara a seguir las leyes y hacer justicia de
acuerdo a la ley del Gran Hacedor llamado Eterno—

–El séptimo y ultimo pétalo te enseñara que no puedes ser cruel con
ningún ser inferior en evolución a ti ni a comer partes de el con vida ni con
su esencia de vida—

          Luego el Búho Sabion
les dijo que una vez que cada pétalo fuera parte de ellos podrían llegar al
centro de toda la Flor
y recibir la Esencia
de Sabiduría y Vida que venia del Único Gran Hacedor, llamado Eterno.

           Con el Tiempo
Joe  y Gracia se dedicaron a saborear
cada pétalo y a recibir su sabiduría, Joe recupero su Fuerza y Vitalidad, su
plumaje volvió a ser de un intenso color Azul y en la medida que saboreaba e internalizaba
la esencia del néctar de cada pétalo, sus alas se movían mas rápido y su
inteligencia crecía, un día en que vio hacia el Jardín de Judai, pues había
comunicación entre los dos jardines, le pregunto a Sabion: –¿Por qué los
Colibríes que nacimos en el Bosque de los Robles no podemos libar las Flores
del jardín Judai? — –¿ Por que tienen tantos Pétalos?–; Sabion le
contesto:– Las Flores del Jardín de Judai tienen 613 Pétalos y el Único Gran
Hacedor las Reservo solo para sus Colibríes del Jardín de los Cedros, pues
ellos tienen que realizar algo que El les Encargo a ellos, mas sin embargo los
colibríes del Jardín de Noa son socios y Hermanos de los Colibríes del Jardín
de Judai en el perfeccionamiento de todo el Bosque– –Pero— continuo Sabion—Lo
que le corresponde a cada colibrí es distinto, ellos deben saborear con mucho
sacrificio cada uno de los 613 pétalos para poder llegar a la esencia del
centro de la flor, pues lo que les encomendó a esos colibríes el Gran Hacedor
Único requiere que eso sea así.

        Joe entendió que así
eran las cosas y que el No era quien para inquirir en los designios del Único
Gran Hacedor llamado Eterno quien de paso le había dado la oportunidad de
llagar a su Jardín de Noa y conocer a sus hermanos de su Jardín de Judai,
además había conocido a Gracia y ese día le diría que quería que fuera su
pareja para siempre y trajeran mas colibríes al Jardín de Noa sobre todo a los
que estaban prisioneros del cuervo Idol, en fin después de todo su mamá y Beto
además de los Colibríes Viejos si tenían Razón, si Existía una Flor que daba la Vida a los Colibríes del
Bosque de Los Robles, esa Flor era la
Flor
de Noa, sonrió y zumbando se fue a buscar a Gracia,
sonriendo y alegre mientras caía la tarde…..

 

FIN

Para meditar…

Me acabo de encontrar un artículo en El Comercio (Ecuador, 21.10.2007) sobre Mario Capecchi, Premio Nobel de Medicina. Los filósofos griegos pensaban que después de crear el mundo Dios había dejado el universo a su suerte. En el Monoteísmo (Judaísmo o Noajismo) las cosas funcionan distito; sabemos que el Eterno está en control de todo al mismo tiempo que nos ha concedido libre albedrío para que dirijamos nuestras vidas. http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=144570&id_seccion=14 Seguir leyendo Para meditar…

Finitos recursos

Uno de los principios básicos de la Economía es que

Las necesidades crecen progresivamente en tanto que los recursos (para satisfacer tales necesidades) tienden a decrecer.

Uno puede analizar esto desde varias perspectivas.

Primero que nada uno podría tomar la postura más optimista/ingenua, "bueno puesto que Dios existe y es Infinito, perfectamente podría producir múltiples milagros para que todo el mundo tenga algo que comer".

Otra postura, la más pesimista (de quienes no tienen conciencia de la Primera Existencia), sería "hay que controlar el crecimiento de la población mundial. Hay sufiente hambre en el mundo Seguir leyendo Finitos recursos

Oportunidades y decisiones

La vida es en realidad un abanico enorme e inacabable de oportunidades y decisiones.

Seguramente has escuchado decir muchas veces que mas te vale aprovechar cuando una oportunidad se te presenta, pues quizás nunca vuelvas a tener una más. Seguir leyendo Oportunidades y decisiones

La primera estrategia

Si en la vida andas dando bandazos, te sientes extraviado y que te hundes en la soledad, no busques culpables.

No tiene la culpa ni tu mama, ni tu papa, ni la escuela, ni el amor perdido, ni la suerte, ni el destino, ni DIOS, ni nadie más que se te pueda ocurrir.

Tienes que comprender y aceptar que te suceden las cosas que te suceden, porque tu vida carece de un plan, de dirección, de estrategia y habilidad, de la fortaleza física y mental, que te proporcionan las metas y los objetivos claros.

Si careces de sueños claros y poderosos y de la estrategia para realizarlos, entonces no tienes una fuente que genere el ímpetu, la disciplina y la alegría que hacen de la vida un deleite. Igualmente la falta de metas te hace lento, ciego y sordo a las oportunidades que DIOS te ofrece cada tanto en tu vida y mucho menos puedes generar ideas y tomar y ejecutar decisiones correctas.

Estas donde estas porque en el hoyo en que encuentras, te sientes cómodo asumiendo el papel de victima, sin tomar responsabilidad por tus acciones y omisiones, suponiendo según tu que todos van en tu contra, justa o injustamente y has hecho de la depresión un sentimiento normal en tu vida, por mas que no seas feliz, convirtiéndote en un ser denso y pesado.

Quizás te entusiasmas de cuando en cuando con algo o alguien, pero siempre terminas por dejarlo de lado al considerar que es mas responsabilidad de la que quieres llevar; o porque te sientes insignificante e inmerecedor de disfrutar y actuar dentro esas circunstancias.

Quizás te encuentres en la misma situación en la que me estuve yo… ya no tenia ganas de soñar, no ambicionaba nada y viva por pura inercia.

Sin embargo en el fondo de mi ser, sepultada por oscuros sentimientos, aún conservaba encendida esa luz de mi YO esencial anhelando la felicidad y la paz.

Así que si no tienes sueños y te sientes demasiado desorientado como para conocer tus verdaderos deseos  y tu propósito en esta TU vida, permíteme darte un consejo: vuelve tu mirada a nuestro Padre Eterno.

No dudes que El tiene un plan para ti, igual que lo tiene para cada uno de sus hijos.

Empieza por silenciar todas esas voces que te persiguen y te hunden en la depresión. Luego empieza a conocerLo y descubre con cuanto amor hemos sido creados y colmados. Estudia Su Palabra. Estudia lo que tienes permitido de Torá y medita y cumple los preceptos que nos ha dado. Y empieza a platicar con El; haz oración y hónraLo, agradéceLe y atrévete a pedir, con la certeza de que El sabe mejor que tu lo que necesitas.

Pero ten cuidado, no sigas falsos dioses idolátricos disfrazados buenos pastores, que primero te dicen que eres malo desde que naciste para después parecer magnánimos al perdonarte, a pesar de que continúan amenazándote, condenándote y manipulándote con temores y culpas. Ten cuidado pues esos son los hoyos más profundos, pues te alejan de nuestro Creador.

Nuestro Padre nos creo libres y con todo el potencial para ser felices y dar felicidad, sin amenazas, ni culpas, ni engaños, ni intermediarios para llegar a El.

Sueña.

Piensa.

Mide.

Intenta.

Actúa.

Y recuerda que nuestro Padre Eterno siempre camina a tu lado.

El te revelara tu verdadero destino y tu propósito.

Tienes que liberarte, arriesgarte, soñar despierto y esperar trabajando, apasionándote y viviendo el camino que lleva a la realización de tus metas.

Este es el camino de la felicidad.

Ramón Sánchez bolaños.

Con tu vida en tus manos

Una vez que una persona se da cuenta de que su vida esta en sus propias manos, pierde en definitiva el derecho que creía tener para culpar a otros, por el modo y las circunstancias en que su vida transcurre; esta persona ya no puede ni debe sentirse atada a designios caprichosos del destino o la suerte, ni hojita a merced de algún temporal; ya no puede ni debe sentir lastima por si mismo ni buscarla en los demás, ni sentir absurdas culpas o nocivos rencores; ya no puede ni debe quejarse ni mucho menos permanecer en la inmovilidad.

Quien se ha dado cuenta de ser propietario de si mismo y en pleno uso de su libre albedrío, y no abandona su antigua actitud de victima o de indiferencia, se coloca en posición de rebeldía frente al inmenso regalo que H’ (Dios) le ha otorgado, al preferir aparecer como una persona llena de miedos y rencores, conformista e irresponsable

Quizás lo peor de todo sin embargo sea que al decidir ignorar su gran fortuna, renuncia a la posibilidad de crecer y superarse a si mismo. Al no luchar ha elegido sumirse en la mediocridad y la depresión, en la ceguera y la amargura.

Por lo tanto es vital descubrir y asumir que nuestra actitud y calidad de vida son una elección a la que tenemos derecho, un derecho que implica una enorme responsabilidad: al ser propietarios de nuestras vidas solo uno mismo puede y debe rendir cuentas de los propios actos y ser consciente de que es posible cambiar como individuo e igualmente colaborar en los cambios que nuestras sociedades requieren.

Sin decisiones no hay movimiento y solo los muertos no se mueven ya.

Decisión para no conformarse ni con la mediocridad ni con las formulas mágicas de redención.

Sin responsabilidad no hay autorrealización ni respeto.

Responsabilidad primero con el poder de ejercer el libre albedrío que el Eterno nos ha otorgado, luego con uno mismo, con nuestras decisiones y actos, y de ahí para con el mundo entero.

 Ahora bien, la responsabilidad no es una virtud que se herede en los genes; tampoco cae del cielo.

La responsabilidad se aprende y se construye poco a poco, con determinación, valor, perseverancia, disciplina y sacrificio y con decisiones meditadas y aplicadas.

Y por supuesto con la guía e inspiración de las 7 mitzvot universales, para mantenernos en el camino del Eterno, H’ Elokim.

Cambiar es posible.

De la calidad de nuestras decisiones y de la responsabilidad con que las vivamos, dependerá la calidad de nuestra existencia.

Shalom.

 Ramón Sánchez Bolaños

 Mexico.

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 5

En el medievo la realeza protegía a "sus judíos" mientras le resultaban útiles, y hasta tanto no estallara el clamor de los deudores empobrecidos. Cuando el resentimiento de las masas hervía debido a los altos impuestos, el rey transformaba a los judíos en chivos expiatorios, se unía a la furia popular, y echaba mano a la mitología judeofóbica… Así ocurrió casi en cada país europeo.
 


Unidad 05: La Judeofobia medieval

Por: Gustavo Perednik

Vimos cómo a partir del cristianismo fue gestándose una judeofobia novedosa, más grave, que alcanzó su acérrimo punto durante el siglo IV, llamado por Flannery "el más funesto". La teología de odio hacia los judíos se expresó en bulas papales, y en la persecución a los judíos por medio de sermones y bautismos por la fuerza, quemas y prohibiciones de libros, disputas y ghettos.

En esta lección añadiremos dos prácticas: las expulsiones sistemáticas de judíos, que también fueron la política a partir del mentado siglo IV, y las matanzas en gran escala, que comenzaron en el siglo XI.

Hubo precedentes de expulsiones en Roma (tres veces: en el 139 a.e.c., en el 19 e.c. por Tiberio y en el 50 e.c. por Claudio); y en Jerusalem, a la que los judíos tuvieron prohibida la entrada entre el 135 y el 638. Pero las expulsiones posteriores incluyeron la remoción de judíos de países enteros y por períodos extensos (por ejemplo, para fines del siglo XIII, ya habían sido expulsados de Inglaterra, Francia y Alemania).

Debido a las persecuciones, y a las restricciones a sus ocupaciones, cuando un judío llegaba a enriquecerse, optaba por invertir sus bienes en contante y sonante, y no en bienes inmuebles. Por ello, frecuentemente era utilizado por los reyes como prestamista oficial del cual obtener recursos al contado, con la ventaja adicional de que dichas operaciones no estarían sometidas a las limitaciones eclesiásticas en materia de préstamo a interés.

Asimismo, el rey unificaba las actividades financieras por medio de colocar al judío como colector de los impuestos que cobraba a los campesinos. Así, a los ojos de éstos el judío agravaba su imagen por medio de la odiosa tarea, que era su modo de garantizar su incierta existencia.

La realeza protegía a "sus judíos" mientras le resultaban útiles, y hasta tanto no estallara el clamor de los deudores empobrecidos. Cuando el resentimiento de las masas hervía debido a los altos impuestos, el rey transformaba a los judíos en chivos expiatorios, se unía a la furia popular, y echaba mano a la mitología judeofóbica. Se atribuía visos de "buen cristiano" aun cuando sus móviles hubieran sido meramente económicos. Y al rey se asociaban comerciantes y artesanos cristianos que repentinamente se veían libres de la competencia de los judíos. Así ocurrió casi en cada país europeo.

En Inglaterra, durante la guerra civil de 1262, los judíos fueron atacados en muchas localidades; sólo en Londres mil quinientos fueron asesinados. En el 1279 todos los judíos de la ciudad fueron arrestados bajo cargo de que adulteraban la moneda del reino. Después de un juicio en Londres, doscientos ochenta fueron ejecutados y el rey Eduardo I ordenó la expulsión de todos los demás, apropiándose de todas sus posesiones. El plazo para abandonar el reino fue el Día de Todos los Santos del año 1290.

En octubre, dieciséis mil judíos partieron a Francia y Bélgica; muchos de ellos perecieron apenas cruzado el río Thames en el que un capitán los hacía ahogarse. La readmisión de los judíos a Inglaterra se produjo sólo en 1650.

Francia los expulsó de la mayor parte de su territorio en 1306 (y los que eventualmente regresaron, volvieron a ser expulsados en 1394) y no fueron oficialmente readmitidos hasta 1789. De las diversas regiones de Alemania fueron expulsados mayormente durante la Peste Negra, a la que nos referiremos en la próxima lección. En Rusia la residencia de los judíos fue prohibida entre el siglo V y 1772 (cuando masas judías fueron incorporadas desde los anexados Polonia-Lituania). En 1495 fueron expulsados de Lituania, y readmitidos ocho años después. Expulsiones de ciudades específicas hubo muchas, como Praga en 1744 o Moscú en 1891.

La expulsión más destacada es la de España, en 1492, que removió por virtualmente medio milenio a casi trescientos mil judíos, la mayor comunidad hebrea de la época, que había producido filósofos, astrónomos, poetas, médicos y notables contribuciones al Siglo de Oro español.

Después de la boda entre Fernando e Isabel, que unificó los tronos de Castilla y Aragón en 1479, la homogeneidad nacional española se transformó en un objetivo real, y los judíos (y más tarde los conversos) fueron percibidos como una amenaza a dicho objetivo.

Al principio, los Reyes Católicos continuaron usando funcionarios judíos y conversos, pero ulteriormente requirieron del papa que extendiera a su reino las actividades de la Inquisición. En el 1480 dos dominicos fueron designados inquisidores y en los seis años siguientes más de setecientos conversos fueron quemados en la hoguera. Tomás de Torquemada, confesor de la reina, fue nombrado Inquisidor General en el 1483, y la institución impuso el terror a los judíos de aldea en aldea. En una década la Inquisición condenó a trece mil conversos, hombres y mujeres.

La marcha hacia la completa unidad religiosa fue vigorizada cuando cayó el último bastión del poder musulmán en España, con la entrada triunfal de los Reyes Católicos en Granada, el 2 de enero del 1492. La presencia de miles de conversos que se mantenían secretamente fieles al judaísmo, fue considerada un escándalo que probaba que no bastaban la segregación de los judíos y restricciones a sus derechos: los Nuevos Cristianos aún debían ser alejados de la influencia de judía.

El edicto de expulsión total fue firmado en Granada y en mayo comenzó el gran éxodo. A partir de entonces, la vieja preocupación acerca de los Nuevos Cristianos se transformó en una obsesión contra aquellos que habían permanecido. Se prohibió a los Marranos y sus descendientes ejercer cargos públicos, así como la pertenencia a corporaciones, colegios, órdenes, e incluso la residencia en ciertas ciudades.

Los roles públicos fueron reservados en exclusividad a los cristianos de "ascendencia impecable", es decir quienes no eran sospechosos de antepasados judíos cualesquiera. Si no quedaban judíos, pues el odio judeofóbico necesitó de otro continente para descargarse: los Nuevos Cristianos. Con el transcurso del tiempo, fueron redoblándose los esfuerzos para desenterrar todo resabio de antepasados "impuros" que hubiera sido pasado por alto.

En Portugal, la discriminación legal entre Viejos y Nuevos Cristianos fue abolida oficialmente sólo en 1773. España fue más lejos: hasta 1860 se exigía pureza de sangre para ingresar a la academia militar, y la más prestigiosa de sus escuelas, la San Bartolomé de Salamanca, se ufanaba de que rechazaba todo candidato sobre el que se corriera el más mínimo rumor de contar con antepasados judíos. Pero nadie podía estar absolutamente seguro de tener "pureza de sangre desde tiempo inmemorial", por lo que la mancha era negociable por medio de testigos sobornados, genealogías barajadas y documentos falsificados.

Con todo, el más atroz de los sufrimientos judíos aún no ha sido abordado. Lo descripto hasta ahora fue muchas veces considerado un mal menor, ya que la acechanza de genocidios siempre se cernía sobre los judios. Así se infiere por ejemplo de los escritos de un conocido filósofo y rabino, el Maharal de Praga. Este anota que la era del exilio que a él le había tocado en suerte era tolerable porque el principal sufrimiento se limitaba a las expulsiones. Así reza un poema de Eljanan Helin de Frankfurt de 1692: "partimos en júbilo y en tristeza; aflicción, debido a la destrucción y la desgracia. Mas nos alegramos de haber escapado con tantos sobrevivientes". También en Tevie el Lechero, la famosa obra de Scholem Aleijem (1894), toma las expulsiones con ligereza: la razón por la que usamos sombreros, deduce, es que debemos estar siempre preparados para partir en cualquier momento.

Sin embargo, las expulsiones no sólo significaban ingentes pérdidas de propiedad, sino un debilitamiento de cuerpo y de espíritu. Dejaron una marca indeleble en el pueblo judío y su devenir, con sentimientos de extranjería. Los judíos eran como empujados a los márgenes de la historia. Considérese que después de 1492 no había judíos abiertamente identificados a lo largo y ancho de toda la costa europea del Atlántico Norte, durante un período en el que allí estaba el centro del mundo.

Matanzas Totales: Ocho Ejemplos

Pero la peor parte del martirio judío fueron sin duda las matanzas, que desde la antigüedad habían tenido lugar esporádicamente, y desde las Cruzadas fueron sistemáticas. La judeofobia fue superando su crueldad a lo largo de los siglos, y cada superlativo iba empequeñeciéndose por eventos posteriores.

Matanzas bajo dominio cristiano, datan ya de los primeros siglos. En Antioquía (ciudad que asumió en el Este la importancia de Alejandría) facciones enfrentadas (los azules y los verdes) terminaron por masacrar judíos e incendiar la sinagoga de Daphne junto con los huesos de las víctimas (circa 480). El emperador Zenón se limitó a comentar entonces que hubiera sido preferible quemar a los judíos vivos.

Pero esas masacres ocasionales devinieron en norma durante la primera mitad de este milenio, el período en el que la Iglesia alcanzó el cenit de su poder. A modo de resumen, digamos que los principales genocidios de judíos en la primera mitad del milenio tuvieron lugar en el transcurso de cada una de las tres primeras Cruzadas, y de cuatro campañas judeofóbicas que las sucedieron. Añadiré a su enumeración, el año y el nombre de los cabecillas, a saber: la Primera Cruzada (Godofredo de Bouillon, 1096); la Segunda Cruzada (el monje Radulph, 1144); la Tercera Cruzada (Ricardo Corazón de León, 1190); los Judenschachters (Rindfleisch, 1298); los Pastoureaux (el fray Pedro Olligen, 1320); los Armleder (John Zimberlin, 1337); y la Muerte Negra (Federico de Meissen, 1348).

Como escribiera Flannery, para encontrar en la historia de los judíos un año más fatídico que 1096, habría que remontarse a mil años antes hasta la caida de Jerusalem, o a casi nueve siglos después hasta el Holocausto. Todo comenzó el 27 de noviembre del 1095 en la ya mencionada ciudad de Clermont-Ferrand, cuando durante la clausura de un concilio, el Papa Urbano II convocó una campaña "para liberar Tierra Santa del infiel musulmán". Hordas de caballeros, monjes, nobles y campesinos, se lanzaron sin organización a la aventura, pero eventualmente optaron por comenzar la purga de los "infieles locales", y acometieron ferozmente contra los judíos de Lorena y Alsacia, exterminando a todos los que se negaban a bautizarse. Corrió el rumor de que el líder Godofredo había jurado no poner en marcha la cruzada hasta tanto no se vengara la crucifixión con sangre judía, y que no toleraría más la existencia de judíos.

En efecto, un común denominador de las matanzas enumeradas fue el intento de barrer a la población judía íntegra, niños incluidos. Los judíos franceses advirtieron del peligro a sus correligionarios alemanes, pero infructuosamente. A lo largo del valle del Rhin, las tropas, incentivadas por predicadores como Pedro el Hermitaño, ofrecieron a cada una de las comunidades judías la opción de la muerte o el bautismo. En Speyer, mientras los crusados rodeaban la sinagoga, en donde se había refugiado la comunidad presa del pánico, una mujer reinició la tradición de Kidush Hashem, la aceptación voluntaria del martirio para gloria de Dios. Cientos de judíos se suicidaron y algunos aun sacrificaban primero a sus propios hijos. En Ratisbon, los cruzados sumergieron a la comunidad judía entera en el río Danubio a modo de bautismo colectivo. Las matanzas se sucedían en Treves y Neuss, en las aldeas a lo largo del Rhin y el Danubio, Worms, Mainz, Bohemia y Praga.

El fin del viaje era Jerusalem, en donde los crusados hallaron a los judíos agolpados en sus sinagogas y procedieron a incendiarlas (1099). Los pocos sobrevivientes fueron vendidos como esclavos, algunos de los cuales fueron eventualmente redimidos por comunidades judías de Italia. Pero la comunidad judía de Jerusalem quedó destruida por un siglo. En los primeros seis meses de la Primera Cruzada aproximadamente diez mil judíos fueron asesinados, que constituían en esa época un tercio de las poblaciones judías de Alemania y el norte de Francia.

En el año 1144, los cruzados perdieron Edessa, y se temió por la suerte del Reino Latino de Jerusalem. El Papa Eugenio III convocó la Segunda Cruzada, y sus sucesores "judaizaron" la marcha. Se estipuló que no debía pagarse interés sobre el dinero que se tomara de de judíos para financiar la cruzada (nótese que desde el siglo XIII el término cruzada se aplicó a toda campaña de la que la Iglesia se veía políticamente beneficiada).

En el 1146 el monje Radulph exhortó a los cruzados a vengarse en "los que crucificaron a Jesús". Centenares de judíos del Rhineland cayeron ante las hordas incitadas que los aplastaban al grito de Hep, Hep! (esta consigna, que probablemente era la abreviatura del latín Jerusalem se ha perdido, fue un lema judeofóbico muy popular en Alemania, y así se denominaron los tumultos contra judíos alemanes en 1819).

Brutalidades se perpetraron en Colonia y Wuezburg en Alemania, y en Carenton y Sully en Francia. El famoso maestro Rabenu Jacob Tam fue acuchillado cinco veces en recuerdo de las heridas sufridas por Jesús. Pedro de Cluny (llamado el Venerable) solicitó que el rey de Francia castigara a los judíos por "macular el cristianismo. No debería matárselos, sino hacerlos sufrir tormentos espantosos y prepararlos para una existencia peor que la muerte". Puede verse que el pretendido celo religioso de estos judeófobos no era sino una máscara para poder descargar sus instintos más sádicos, ideológicamente justificados.

La tregua que se dio a los judíos europeos después de de las dos primeras cruzadas, fue balanceada por las persecuciones a las que los sometieron los almohades en España y Noráfrica. Pero cuando Saladino puso fin al reino crusado en Jerusalem, una Tercera Cruzada fue lanzada, a la que se sumaron con entusiasmo el emperador de Alemania y el rey Felipe Augusto de Francia, quien ya había hecho quemar a cien judíos en Bray, como castigo por el ahorcamiento de uno de sus oficiales que había asesinado a un judío.

La novedad de la Tercera Cruzada fue que repercutió más en Inglaterra, que en las dos primeras había tenido un rol menor. Las comunidades judías de Lynn, Norwich y Stamford, fueron íntegramente destruidas. En York, los judíos se refugiaron en el castillo, al que se le puso sitio, y en el que se autoinmolaron a comienzo de la Pascua hebrea.

Para los judíos, las Cruzadas pasaron a simbolizar la inveterada hostilidad del cristianismo. Trescientos rabinos emigraron en el 1211 a Eretz Israel, en la certeza de que si permanecían en Europa Occidental pocas serían sus posibilidades de sobrevivir. Y como lo rubrica Flannery "los que decidieron quedarse terminaron lamentando su decisión". Al mismo tiempo, el recuerdo de los mártires fue para los judíos una fuente de inspiración para las generaciones posteriores: Dios los había puesto a prueba y demostraron ser héroes. Su martirio fue percibido como una victoria, símbolo del pueblo entero. La mayoría de los que se convirtieron por la fuerza pudieron ulteriormente regresar al judaísmo… y terminaron siendo víctimas de las matanzas que estallaron después. En la percepción del cristiano, el judío se había transformado en el implacable enemigo de su fe.

Las Cruzadas revelaron en toda su dimensión el peligro físico en el que se hallaban los judíos, lo que resultó en dos efectos. En principio, los judíos se mudaron mudarse a ciudades fortificadas en las que serían menos vulnerables (esto puede ser una explicación parcial del carácter urbano de los judíos que fue mencionado en la segunda lección). Segundamente, se instituyó el status de "siervos de la cámara real". Los judíos compraron la protección de emperadores y reyes a un elevado precio. Se consideraba que tendrían un privilegio si se los protegía del fanatismo de las masas y de la rapacidad de los barones. Pero en poco tiempo la supuesta protección se transformó en un artificio para enriquecer la Corona.

La teología ayudaba. El Papa Inocencio III proclamó la "servidumbre perpetua de los judíos" y el jurista Enrique de Bracton (m.1268) definió que "el judío no puede tener nada de su propiedad. Todo lo que adquiere lo adquiere para el rey". Para el siglo XIII era un buen negocio poseer algunos judíos, antes de que fueran eventualmente masacrados. Y las matanzas que sucedieron a las Cruzadas probaron ser las más sombrías.

En Rottingen en 1298 un noble llamado Rindfleisch incitó a las masas, que quemaron en la hoguera a la comunidad íntegra. Luego sus Judenschachters (asesinos de judíos) atravesaron Austria y Alemania saqueando, incendiando y asesinando judíos a su paso. Ciento cuarenta comunidades fueron diezmadas; cien mil judíos asesinados.

En el 1306 el rey de Francia hizo arrestar a todos los judíos en un mismo día y les ordenó abandonar el país en el plazo de un mes. Cien mil lo hicieron y se asentaron en comarcas vecinas; nueve años después fueron readmitidos… para ser nuevamente masacrados.

Un monje benedictino lideró a los Pastoureaux (pastorcitos) en una especie de cruzada que destruyó ciento viente comunidades. En reacción a la matanza de los Pastoureaux en Castelsarrasin y otras localidades entre el 10 y el 12 de junio del 1320, el vizconde de Tolosa comandó una tropa para detener a los revoltosos, y cargó veinticuatro carros de Pastoureaux, a fin de encarcelarlos en el castillo de la ciudad. Sin embargo, el populacho vino en socorro de los saqueadores y los liberó. En efecto, otra característica común de los genocidios es el grado pasmoso de apoyo campesino con el que contaban. Y como es habitual en la judeofobia, lo peor estaba por venir.

En el 1336 John Zimberlin, un iluminado que había "recibido un llamado para vengar la muerte de Cristo matando judíos" lideró a cinco mil enardecidos armados, que usaban bandas de cuero en los brazos (los Armleder) y se lanzaron al asesinato de los judíos alsacianos. En Ribeauville fueron masacrados mil quinientos. Finalmente, el 28 de agosto del 1339 se concluyó un acuerdo entre el obispo de Estrasburgo y Zimberlin, que puso fin a los desmanes.

El séptimo genocidio mencionado en la lista fue el de la Muerte Negra. Una plaga mató a alrededor de un tercio de la población de Europa entre 1348 y 1350 (casi cien millones de personas). Las comunidades judías de Europa fueron exterminadas por el populacho enloquecido por tanta muerte. ¿Quién podía ser culpable de la plaga sino el archiconspirador y envenenador, el judío?

El emperador Carlos IV ofreció inmunidad a los que atacaran judíos, otorgándoles sus propiedades a los favoritos de la corte… ¡incluso antes de que una matanza tuviera lugar! Por ejemplo, le ofreció al arzobispo de Trier los bienes de los judíos "que ya han sido muertos o lo sean en el futuro" y a un margrave de Nurenberg la elección de las casas de judíos "cuando la próxima matanza se lleve a cabo".

Debido a Hitler que superó a todos, se tiene poco en cuenta los genocidios previos. El ucraniano Bogdan Chmielnicky fue eventualmente olvidado al perder su rol de peor genocida judeofóbico. Combatió la dominación polaca de su país asesinando a más de cien mil judíos en 1648-1649, y hasta hoy es reverenciado como héroe nacional de Ucrania. Así lo describió el cronista de la época, Natan Hanover en su libro Ieven Metzula ("El fango profundo") págs. 31-32: "A algunos de los judíos les arrancaban la piel y arrojaban su cuero a los perros. A otros les cortaban las manos y los pies y arrojaban a los judíos al camino en donde eran finalmente pisoteados por caballos… Muchos eran enterrados vivos. A los infantes se los mataba en el pecho de la madre; a muchos niños se los despedazaba como pescado. Desgarraban los vientres de las mujeres preñadas, extraían a los bebés no nacidos y se los tiraban a las madres en las caras. A algunas les abrían el vientre y reemplazaban el feto con gatos vivos y las dejaban así, asegurándose primero de cortarles las manos para que las mujeres no pudieran sacarse el gato de su cuerpo… No hubo nunca en el mundo una muerte no-natural que no les infligieran".

La pregunta acerca de cuán profundo debe de ser un odio que lleve a semejantes atrocidades, tendrá respuesta parcial en la próxima clase, cuando nos refiramos a la mitología judeofóbica que las sostuvo. Pero adelantemos que tanta muerte atroz debe ser motivo de reflexión. Máximo Kahn, un intelectual judío que escapó de Alemania y se radicó en la Argentina, escribió en 1944: "La muerte de los judíos es, quizá, la más enigmática de todas las muertes; ciertamente es la más acusadora. Durante dos mil quinientos años se ha venido matando a los judíos en vez de permitir que mueran… Se empezó a matar judíos con tanto éxtasis que la muerte natural ya no les causó terror… los judíos se agarraron a la muerte natural como si fuera vida, como si fuera luz del sol, canto de pájaros, fragancia de flores o amor. Nada les pareció tan apetecible como poder morir sin huellas de homicidio en el cuerpo. Su vida se convirtió en esperar la muerte. Es de extrañar que la palabra judío no se haya vuelto sinónimo de moribundo… el judaísmo es una salud incurable".

El odio ilimitado que se descargó contra los judíos estaba sostenido por un cuerpo mitológico que vamos a revisar en la próxima lección.

 

 

 

EL PODER DE REALIZAR EL POTENCIAL segunda parte

El sendero hacia la plena libertad no es nada fácil:

El toque de la trompeta llevada a cabo por el mismísimo rey Shaúl anunciaba la victoria de Jonatán y llamaba al resto del pueblo a la guerra. El pueblo respondió y la liberación fue consumada, pero luego de un proceso de luchas encarnizadas, pues los filisteos también lucharon por mantener su dominio y control sobre el pueblo hebreo. No fue nada fácil.


Los filisteos tenían superioridad militar (armas, soldados y estrategias). Tenían en su haber treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo como la arena que está a la orilla del mar en multitud, equipados todos con armas y estrategias de guerra altamente definidas. (Véase 1 Samuel 13: 5, 17, 18). Esta fue la razón por la cual los guerreros de Saúl, agobiados de terror, se escondieron en cuevas, espinares y entre peñascos, en lugares fuertes y en cisternas. (Véase 1 Samuel 13: 6). Los pocos fieles que estaban dispuestos a pelear iban tras Shaúl temblando (Véase 1 Samuel 13: 7), pero presionados por las complicaciones del entorno, muchos de ellos comenzaron a desertar (Véase 1 Samuel 13: 8, 11), y lo peor, los soldados que quedaron firmes, unos seiscientos hombres, no tenían armas con las cuales pelear (Véase 1 Samuel 13: 15, 19-22). Humanamente Israel estaba en desventaja y los filisteos tenían todas las posibilidades numéricas de ganar.


Otra vez Jonatán toma la iniciativa:

A pesar de todas las restricciones reales existentes, el valeroso Jonatán decidió luchar, pues sus ojos se enfocaban más allá de las limitaciones. Dice el Texto Sagrado: “Aconteció, pues, cierto día, que Jonatán, hijo de Shaúl, dijo a su paje de armas: Ven, pasémonos a la guarnición de los filisteos, que está por aquel lado (del valle), pero no dio parte de esto a su padre”. También dice: “Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de esos incircuncisos; quizá obrará el Señor juntamente con nosotros, porque con el Señor no hay estorbo en salvar con muchos o con pocos”. (Véase 1 Samuel 14: 1, 6).

Imaginemos la posible conversación que hubo entre Jonatán y su paje de armas:

Jonatán: ¡Amigo, vayamos al campamento enemigo y hagamos algo por nuestra liberación! No nos quedemos aquí encuevados y temerosos. Me siento mal conmigo mismo sin hacer nada. Nosotros no fuimos llamados a estar ociosos y sin fruto.

Su paje de armas: Jonatán, pero ellos tienen 30.000 carros, 6.000 hombres de a caballo,  un pueblo equipados con carros, caballos, armas y estrategias. Saúl, nuestro líder, sólo tiene 600 hombres fieles en su ejército, y sin armas. (13: 15; 14: 2).

Jonatán: Yo lo sé, amado criado, yo lo sé muy bien. Pero, no te olvides del significado de mi nombre. ¿Lo recuerdas? Jonatán significa: el Eterno ha dado. Mira, fiel compañero, ellos tienen todo en las manos, pero no tienen nada en esperanza; nosotros tenemos poco en las manos, pero lo tenemos todo a nuestro favor. Vamos a enfrentarlos con los recursos con los que el Todopoderoso Señor nos ha dotado. Recuerda que Él es el amo de la guerra, y no es “difícil para Él salvar con muchos o pocos”. Si el Eterno está con nosotros y por nosotros, no habrá nada ni nadie que nos pueda propinar una caída.

Amigo mío, “el Creador ha dado”: Hazle la guerra al sistema opresor que hoy te abate, aunque aparente ser invencible, y toma la decisión de luchar por destruir todas sus perversas influencias, usando fielmente los recursos que el Eterno te ha entregado. Sus chispas están listas dentro de ti para ser activadas y proyectadas; Sus trece atributos de misericordia están dispuestos para ti; Sus Preceptos son el camino que te llevarán a puerto seguro. Dispones del poder de la plegaria y, sobre todo, de la compañía fresca y poderosa de Su divina Presencia. El Eterno ha dado; no tienes excusa para no pelear tu propia batalla.

 

Hay un dicho entre los militares que reza así: “En la guerra no hay excusas”.  Estamos en guerra, desecha las perversas excusas, toma tus armas morales, éticas y espirituales y ven a pelear en el Poder de Su fuerza.

 

Entre la vida mediocre y el éxito existen desfiladeros, peñascos agudos y muchos peligros:

Escuchemos con atención este relato: “Y entre los desfiladeros por donde procuraba Jonatán pasar a la guarnición de los filisteos, había un pico rocoso de esta parte, y otro pico rocoso de aquella parte, siendo el nombre del uno Bosés, y el nombre del otro Sene. El un pico formaba una peña escarpada de la parte del norte, frente a Mijmás, y el otro de la parte del sur, frente a Gueva”. (1 Samuel 14: 4-5).

 

Los desfiladeros eran tan abruptos que se les habían dado nombres: ‘Bosés’, que significa ‘reluciente’, y ‘Sene’, ‘puntiagudo’. Desfiladero es una palabra que significa:Paso estrecho entre montañas’. La actitud de Jonatán frente a los peligros es digna de ser alabada e imitada; él le dice a su compañero de lucha, a pesar de los riesgos, “Ven, pasemos…”. Esta debe ser la actitud de todos aquellos que desean levantarse del polvo de la mediocridad a un sitio de honor y verdadero éxito. Oye y atiende la voz del Eterno que te inspira diciendo: “Ven, pasemos juntos estos despeñaderos. No tengas miedo. Avancemos  hasta superar los peligros. No mires al abismo. Mira al frente; mira la corona; mira la liberación de tus hijos y de tu familia. Mírame a mí, la Roca inconmovible de los siglos”.

 

Para llegar a ser un hombre y una mujer de excelencia y de valor se hace imprescindible acostumbrarse a caminar en desfiladeros, peñascos y muchos peligros. Si no corres el riesgo que implica alcanzar una vida cimentada en el verdadero éxito continuarás toda tu vida siendo mediocre, miserable y digno de lástima. Nadie te recordará después que mueras, nadie; y si lo hacen, será para decir: “No sigan ni imiten el torpe ejemplo de ese cobarde ser”.

 

¿En qué lista quieres que anoten tu nombre después que mueras? ¿En la larga y penosa lista de los cobardes y mediocres? O, ¿en la corta, pero distintiva lista de aquellos que lucharon con tesón por redefinir el rumbo de sus vidas y familias? Sólo los hombres y mujeres de firme decisión llegarán, con el respaldo divino, a ser reconocidos como águilas en su generación.

 

El éxito sólo lo alcanzarán aquellos que estén dispuestos a trepar:

“Y trepó Jonatán sobre sus manos y sus pies, y su paje de armas tras él. Y cayeron delante de Jonatán, y su paje de armas mataba en pos de él”. (1 Samuel 14: 13). Treparon la roca utilizando sus manos y sus pies; algo que los filisteos pensaron era irrealizable. Pero para aquél que sabe quien es y qué es lo que quiere no hay peñasco que lo atemorice y lo haga retroceder.

 

Si no estás dispuesto a trepar los escabrosos peñascos, olvídate de tu liberación integral. ¡Qué fácil es llevar una vida simple y vacía!; por eso es que hay tantos mediocres en las calles y plazas. Esperan triunfar dependiendo de la casualidad, la suerte y el azar. Debes entender que el éxito verdadero no te va a caer del cielo; tienes que subir y trepar con tus propias manos y con tus propios pies y no darte por vencido hasta alcanzar la cumbre.

 

¡Qué duro es subir los peñascos! Para llegar a ser un hombre de proezas se necesitan varias cualidades: Absoluta certeza en las promesas del Eterno. Es más que creer en Dios, es creerle a Dios, depender de su cuidado, ser constante, disciplinado y poseedor de un espíritu valiente.

 

Imaginémonos al Eterno viendo a estos dos bizarros guerreros trepando con entereza y bravura los peñascos que tenían por delante. Imaginémonos diciéndole a sus ángeles servidores: “Me siento muy honrado por la intrepidez que han manifestado esos resueltos soldados. Vamos a coronar su hazaña con el galardón de la victoria”.

 

Vamos, hijos del Eterno, trepen, y trepen bien alto; usen lo que tienen, sus manos y sus pies, y todos aquellos recursos que el Eterno les ha entregado. No desfallezcan delante del conflicto. Tienen al Eterno a su lado y sus bondades a su favor.



Alfredo Zambrano García
FULVIDA Táchira – Venezuela


 

DERRIBA A TU GIGANTE primera parte

“Y metiendo David la mano en la bolsa, tomó de allí una piedra y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente, y quedó hincada la piedra en su frente; y él cayó sobre su rostro en tierra. De esta suerte David prevaleció sobre el filisteo con una honda y con una piedra, e hirió al filisteo y le mató; mas no había espada en manos de David” (1 Samuel 17: 49-50).

 

Escarbemos en esta milenaria historia los principios que aplicó David para enfrentar y vencer al gigante Goliat y utilicémoslos para derribar y vencer aquello que nos desafía e insulta.

 

Introducción:

Cuando hablamos de gigante, nos referimos a todas aquellas situaciones adversas y conflictivas que llegan a nuestras vidas vestidas de crisis y desafían e insultan nuestras capacidades, nuestra dignidad y nuestra humanidad. Muchos, al no saber cómo enfrentar y desenvolverse en estos escenarios, caen devorados ante dichos retos, y terminan su carrera existencial plagados de amarguras, confusión y pena.

Ese gigante puede tomar forma de crisis familiar, vicios (del cuerpo o del alma), deudas, una enfermedad crónica, una relación sexual impropia, un conflicto legal (justo o injusto), una amistad rota, una confrontación vecinal, entre otras luchas.

No sueñes (por favor, no lo hagas) que tú nunca tendrás problemas, que la vida es para “gozarla”, sin preocupaciones y sin las sombras de la adversidad. Esto es simplemente una fantasía, o una utopía, que a la final entorpecerá tu avance en el camino de la vida. Las luchas propias del ser humano, sus conflictos y adversidades son parte del estar vivos.

El secreto para trascender estas vicisitudes no radica en negar la realidad de dichas crisis (esta es la postura de los “triunfalistas” de oficio, los promotores de la ciencia de la negación, que inducen a sus víctimas a negar la realidad del dolor), sino, antes bien, en reconocerlas y enfrentarlas con sabiduría, inteligencia y conocimiento. Como ven, todo es cuestión de carácter y de desarrollar una perspectiva adecuada de la vida.

Los principios que David aplicó para vencer al gigante Goliat tienen vigencia y pueden ser practicados en cualquier situación y por todos aquellos hombres y mujeres que hoy están siendo desafiados e inquietados por circunstancias difíciles, independientemente de su raza o condición social.

He aquí las tácticas espirituales que empleó David para vencer a Goliat y propinar una estrepitosa derrota a todo el ejército de los filisteos.

Si quieres vencer a tu gigante:

1. No te dejes impresionar por lo complicado de la situación:

Goliat media casi tres metros de altura. La coraza que llevaba en su bestial cuerpo pesaba cincuenta y cinco kilos. La punta de su lanza pesaba cerca de siete kilos (tenía el poder de atravesar un búfalo). Además, estaba armado con espada, lanza y jabalina, es decir, estaba totalmente blindado. Su armadura completa superaba los setenta kilos. Parecía invencible, indestructible, imposible de superar. Desafió a todo el ejército del rey Shaúl. No obstante, David prevaleció en contra de esa mole humana y lo venció, provocando, a su vez, la derrota del ejército filisteo. ¿Cuál fue la óptica de David respecto al “problema” que tenía al frente? No se dejó impresionar por las trabas y complicaciones que prevalecían a la vista de los demás. Miró más allá. Vio la posibilidad de vencer y lo hizo.

Amigo mío, quizá el escenario en el que hoy te encuentras sumido pareciera que es “un reto imposible de superar”. Incluso, has llegado a pensar (o hasta creer) que este es “el destino que el cielo te trazó” y que, por consiguiente, nada puedes hacer para superarlo. Te encuentras desesperado, sin ganas de seguir luchando (ni viviendo). Pero, déjame decirte con fuego en mi corazón: ¡tú puedes superar y trascender cualquier obstáculo que tengas frente a ti! Nada resulta ser indestructible en esta tierra. No hay situación adversa que haya sido etiquetada como “imposible de vencer”. Por lo tanto, renueva hoy mismo tus fuerzas; siéntate y precisa el plan a seguir. Establece las estrategias propias de tu situación. Impresiónate por las capacidades y cualidades que hoy están dormidas en ti, mas no por lo rudo del problema.


Si quieres vencer a tu gigante:

2. No te dejes influenciar negativamente por el ambiente de temor y espanto que se mueve en tu rededor:

Dice la Torá: “No seguirás a los muchos para hacer el mal” (Éxodo 23: 2). Este es uno de los principios fundamentales que debe distinguirte en tu generación. La mayoría no siempre tiene la razón. El colectivo no siempre debe marcar la pauta en tu vida. Para ello, debes entender los tiempos, los momentos propios de cada día, los aires que se respiran en el ambiente, para que nada impuro o perniciosos penetre solapadamente en ti. Este concepto fue para David imprescindible a la hora de alcanzar la victoria. Cuando llegó al campamento de Israel, todo era caos, confusión y queja. David muy fácilmente pudo haber sucumbido ante esa crisis colectiva. Sin embargo, vemos que no fue así. Miró más allá de la tormenta. Abrió sus ojos espirituales y percibió una clarísima posibilidad de luchar contra el “gigantón” y vencerlo. Esto fue lo que lo influyó; no los gritos desafiantes del intruso, ni los ruidos de derrota que se habían anidado en las mentes de los soldados de Dios. Como puedes ver, todo depende de la óptica con la que miras los conflictos. Esto determinará tu manera de concebir y enfrentar la batalla.

Las histerias colectivas no deben arrastrarte a sus tenebrosas aguas. Las presiones, zozobras y angustias que padece esta “modernísima” sociedad no deben sacarte del juego, ni muchos menos, llevarte a la bancarrota. Vamos, soldado de Dios, ¡trasciende! Elévate cual águila por encima de los rayos y las tormentas que tratan de anegar tu embarcación. Tú tienes con qué. Sólo esfuérzate y decídete a combatir hasta obtener la victoria.

           

Si quieres vencer a tu gigante:

3. No te dejes encarcelar por los sentimientos de inferioridad ni de indignidad:

Esto se extrae de la actitud que los hermanos mayores de David tuvieron hacia el joven David. Lo menospreciaron, por su tierna edad, o por su “inexperiencia” en asuntos militares (Véase 1 Samuel 17: 12-14; 26-30). Aún el rey Shaúl lo tuvo en poco (Véase 1 Samuel 17: 32-33), y ¡cómo duelen los desprecios de un líder! A esta lista de menospreciadores se sumó el mismo gigante, que no paraba de burlarse del dulce cantor de Israel (Véase 1 Samuel 17: 42). Sin embargo, David no se achantó ante semejantes posturas. Él sabía quién era, y esto bastó para derribar a aquél que tenía aterrado a toda una guarnición.

Debes tener bien claro cuál es tu posición ante la vida, y quién eres tú en tu generación, si quieres prevalecer ante los obstáculos. Lo peor que te puede pasar es asumir una posición y una actitud de indignidad, esto es, sentirte “poca cosa”, “un bueno para nada”, “un ser inútil y sin valor ante los demás”. Los resultados, por adoptar esta clase de pensamientos, han sido del todo nefastos: Sueños abortados, decisiones locas, crímenes, divorcios, suicidios y toda una lista de cruentos hechos que traen al mundo desequilibrio y desorden en todos los sentidos.

 

Alfredo Zambrano G.

admin@fulvida.com