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Resp. 397 – ¿Como guiar un grupo de mujeres ?

francisca rondon sanchez nos consulta:

Que me recomienda o me suguiere para formar un grupo de mujeres hacia el noajismo, y cual serian los procedimientos a seguir, y si ud me guiaria para la enseñansa. Espero su respuesta! SHALOM
Francisca rondon sanchez, 45 años, comerciante, s/c, venezuela

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Resp. 396 – ¿CÓMO SABER QUE DIOS HA PERDONADO A UNA PERSONA?

JAIME VELAZQUEZ nos consulta:

¿CÓMO SABER SI DIOS HA PERDONADO A UNA PERSONA?
ANGEL JAIME VELÁZQUEZ KEHOE,ESTUDIANTE,DISTRITO FEDERAL,MÉXICO,GENTIL.

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Resp. 395 – ¿Qué debo hacer para inciar este camino?

edwin mahecha nos consulta:

Moré. ¿Qué debo hacer para iniciar este camino? ¿Cuál es el primer paso?
Ya renuncié a todo aquello que defendí cuando fui cristiano, a todo aquello que me enseñaron cuando asistí a reuniones \»judío mesiánicas\».
Quedo atento a su guía.
Edwin Mahecha

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Comer sangre, mujer de tu prójimo, contexto histórico

Hace unos dias que queria hacer las siguientes preguntas y tambien compartir con ustedes estas ideas que me suguieron luego de leer la Torah.

En una Torah que poseo cuyo autor es Jacob Benzaquen Sananes ( Caracas 1991 ) que contiene comentarios de Rashi,Ramban y otros sabios dice tectualmente en Genesis IX-7 los siguiente.

4- Solo carne con su alma, que es su sangre no comerás.

Esto lo dice dirigiéndose a Noé como pacto eterno. Siempre según la traducción al español desde el hebreo en la misma hoja.Según entiendo todas las Torah judías son idénticas. ¿Opuden existir divergencias? 

Pregunto. ¿No esta prohibiendo a Noé comer sangre? ¿Esto no se tendría que extender a los Noajidas?

Hace poco alguien pregunto al moré porque no existía el mandamiento de no desear a la mujer de tu prójimo entre los siete preceptos. El maestro respondió sabiamente que no hacia falta ya que era una extensión de no robar, al leer esto me cerro pero no del todo, además pensé que a algunas amigas feministas que conozco  no le gustaría para nada. Luego leyendo la Torah me imagine una época en que las mujeres eran tratadas como objetos de posesión por los hombres, además una mujer bonita como para ser deseada por otros seguramente seria la joya mas preciada para su hombre, en una época como esta es fácil entender que no robar incluya a no desear a la mujer de tu prójimo, seguramente en épocas de Moisés la mujer ya era menos vista como un objeto de propiedad de sus hombres. Ahora pregunto ¿Esta bien este tipo de interpretación de los mandamientos según el contexto cultural  del tiempo en que fue dado ? Lo pregunto porque interpretarlo de esta manera me llevo a la siguiente duda.  Si esta prohibido comer sangre para los judíos y en aquella época no existían  las transfusiones de sangre no debería extenderse esta prohibición a las transfusiones actualmente? Como se me metió esta duda comencé a leer sobre ADN y esto me llevo a los peligros de la comida transgenica (Investigue si al comer podía existir algún tipo de intercambio genético. Yo sabia que con las transfusiones y transplantes de órganos si existía intercambio genético mínimo  y localizado según estudios médicos) Fue grande mi sorpresa cuando leyendo me entere que no es al código genético humano el peligro para los hombres o la humanidad de cualquier manera siempre lo estamos intercambiando al concebir hijos, el verdadero peligro es el código genético no humano y especialmente el modificado por el hombre que podría llegar de alguna manera a introducirse en nosotros. Entonces los Rabi están en lo cierto una ves mas en su interpretación de la Torah al no prohibir las transfusiones y transplantes de órganos. La pregunta es ¿Debemos interpretar los mandamientos en el contexto histórico en que fueron dados o debemos interpretar literalmente como si fuera dados hoy para nosotros?  Saludos.

El consejo diario 211

Construir shalom no es un lema inventado por un maestro uruguayo,
no es una frase bonita para colgar en un poster,
no es una excusa para seguir sin hacer tu parte.
Construir shalom es lo que Dios manda
y solamente se consigue en el trato diario, en lo cotidiano, con la gente, con tu cónyuge, con tus hijos, en tu trabajo, en todos lados a los que vayas.

El consejo diario 208

El tiempo del arca de Noé pasó,
ahora es el tiempo del mundo.
Puede que sean pocos los que sean salvados al final,
pero mientras tanto no podemos repetir el error de Noé
que se conformó con estar a salvo él y los suyos,
mientras el mundo reventaba.
La indiferencia al cumplimiento de la propia tarea asignada por lo Alto
es severamente juzgada por el Juez.

¿El mundo está loco?

¿El mundo está loco, al menos el occidental, que tanto amor tienen hacia los asesinos terroristas y genocidas de Hamás?
¿El mundo está loco que denigra condenando a Israel por defenderse con el último recurso que le queda?
¿El mundo está loco que habla de «masacres de pobres palestinos», pero niega las evidencias que demuestran las matanzas y agresiones constantes en contra de Israel? ¿O acaso si los muertos son judíos o israelíes, no cuentan?
¿El mundo está loco que denuncia «masacres de pobres palestinos», y enarbola la bandera de los asesinos, siendo que la única masacre en la zona de Israel la están perpretrando los guerrilleros, muy bien perttrechados, del bando del imperialismo fanático musulmán?

No, el mundo no está loco.
El mundo está muy enfermo, pero no loco.
Está enfermo de odio, nacido en un ego desmedido y descontrolado.
El mundo está fatalmente herido por la enfermedad de odiar a Dios, para adorar al ego.
En su enfermedad, el mundo odia a los que portan la Presencia de Dios en la tierra; odian a los judíos.

Esclavizados por su ego, sometidos por su rebeldía, vejados por su odio, se asocian con lo peor que ha engendrado la especie humana.
Se abrazan con asesinos de sus propios hijos, de cobardes que usan mujeres y niños como escudos.
Se identifican con esos guerrilleros que no tienen piedad ni compasión.
Se enrolan en las filas del caos y el mal, solamente para tener alguna excusa que les habilie a odiar a Dios y a los judíos sin sentirse culpables.

Pero en sus almas, la carroña que comen los está matando.
Son insensibles al terrible daño que se están ocasionando y están acarreando a sus famlias y sociedades.

Cada día el mundo está más enfermo, y no se precisa ser médico global para percatarse de esto.
El síntoma más patente por estos días es esta ola de fervor hacia los terroristas de Hamás.
Si antes el odio a los judíos se limitaba a lo particular o local, de a poco se ha ido incrementando hasta llegar a este terrorismo espiritual que no tiene paralelo en la historia.

Tristemente, el mundo no está loco.

Está enfermo.

La cura está al alcance de todos: actuar con bondad y justicia, siendo leales a Dios.
No se precisan grandes filosofías, ni palabrería, ni idealismos,, ni pacifismos, ni ismos.
Solamente actuar con verdaderas bondad y justicia.

Si así hiciéramos, Hamás jamás hubiera tenido cabida en el mundo.
Todo el terrorismo patrocinado por el imperialismo árabe musulmán, en complicidad con el imperialismo cristiano, no hubiera surgido.

El camino a la paz está marcado, la verdadera paz.
Cuando los gentiles dejen de lado su odio hacia Dios y Sus cosas, cuando dejen de buscar en ismos su vida, cuando dejen de pretender tener la solución pero solamente ser artífices del caos y el mal.

Actuar con bondad y justicia, siendo leales al Eterno.
Tan simple, tan accesible, tan necesario.

Tú puedes hacer ahora tu parte para construir Shalom, sin esperar más, sin dar excusas, porque cada palabra para justificar tu inacción, es un apoyo a la causa de los malignos.

Tú eres quien tiene que construir Shalom ahora.

Que nuestras relaciones con los demás definan nuestros deberes!

Basada en el «Manual de Vida» de Epicteto, me atrevo a escribir las siguientes lineas para ustedes, espero que sean de su agrado y tambien sean constructivas:

Como bien sabemos no somos entidades aisladas, mas bien somos una parte unica e insustituible de la sociedad. No podemos olvidar que somos una pieza esencial del rompecabezas de la humanidad. Cada uno es parte de una compleja, intrincada y perfectamente ordenada comunidad Humana. Pero, ¿donde encajamos dentro de esa red? ¿con quien estamos en deuda?… Tal vez debamos investigar y solo asi comprenderemos nuestras relaciones con los demas.

Cuando reconozcamos nuestras relaciones naturales y al hacerlo podamos identificar nuestros valores, nos ubicaremos adecuadamente dentro del esquema de nuestra socidedad. Nuestros deberes surgen naturalmente de relaciones tan fundamentales como la familia, el vecindario, el lugar de trabajo o nuestra nación. Desarrollemos el hábito de considerar nuestros papeles (como padres, hijos vecinos, ciudadanos y dirigentes) y las obligaciones naturales que de ahi se desprenden, una vez sepamos quienes somos y con quienes estamos vinculados, sabremos que hacer.

Si un hombre es nuestro padre, por ejemplo, de alli se desprenden ciertas obligaciones espirituales y prácticas. El que sea nuestro padre implica un vínculo fundamental y perdurable entre nosotros. Estamos naturalmente obligados a cuidar de el, a escuchar sus consejos, a ejercitar la paciencia cuando escuchamos sus opiniones. Pero entonces supongamos que no es un buen padre, quizas sea fatuo, poco educado, poco refinado o tenga ideas muy diferentes a las nuestras ¿acaso la naturaleza le da un padre ideal a cada uno?. Cuando se trata de deberes fundamentales como hijos, cualquiera sea el caracter de nuestro padre, calesquiera que sean sus hábitos o su personalidad, esos aspectos son secundarios. El orden Divino no diseña a la gente o a las circunstancias de acuerdo con nuestros gustos, lo hallemos agradable o no, este hombre es en ultima instancia nuestro padre, y estamos obligados a cumplir, de la mejor manera posible, con todas nuestras obligaciones filiales.

Es casi que imposible permanecer rectos en estas obligaciones, pero cuando flaqueamos nos desviamos y comenzamos a imaginar que las cosas que no estan en nuestro poder son malas, cuando esto sucede el hábito de culpar a los demas por nuestra suerte en la vida se arraiga inevitablemente y nos perdemos en una espiral negativa de envidia, lucha, desencanto, ira y reproche… algo que es natural, puesto que las criaturas siempre por instinto se apartan de aquello que consideran dañino y buscan y admiran aquello que consideran bueno y conveniente. Pero nuestra meta debe ser buscar la armonia con la naturaleza y con Di-s, porque ese es el verdadero camino hacia la libertad. Dejemos que los demas se comporten como deseen de cualquier manera esto no esta bajo nuestro control y por consiguiente no debe hacer parte de nuestras preocupaciones (como lo enseñó alguien de fulvida en el post llamado «El viejo Moré»). Comprendamos que el ETERNO programó la naturaleza de una forma ordenada según la razón, pero que no toda ella es razonable.

La mayor parte de la gente tiende a engañarse al pensar que la libertad consiste en hacer lo que le agrada o lo que propicia su comodidad y bienestar. La verdad es que aquellos que subordinan la razón a los sentimientos del momento son realmente esclavos de sus deseos y aversiones y estan mal preparados para actuar de manera noble y eficaz cuando se presentan retos imprevistos… como siempre ocurre. La autentica libertad exige mucho de nosotros, al descubrir y comprender nuestras relaciones fundamentales con los demas y cumplir con celo nuestros deberes, la verdadera libertad anhelada por todos entonces es posible.

Y por ultimo, no olvidemos que la voluntad Divina existe y dirige el universo con justicia y bondad, aun cuando no siempre sea evidente, cuando contemplamos unicamente la superficie de las cosas. Centremos nuestra determinación en esperar justicia, bondad y orden y estas virtudes seguramente se harán mas presentes en todos los asuntos de la vida.

Cuando nos esforcemos honestamente por actuar como personas sabias y decentes, que buscan adecuar sus intenciones y actos a la voluntad Divina, no nos sentiremos heridos por las palabras o las acciones de los demas. Hay que confiar en que hay una inteligencia superior que es Nuestro Padre y cuyas intenciones dirigen nuestra existencia, entonces que nuestra meta primordial sea dirigir nuestra vida en consonancia con la voluntad de El.

Efectos del cannabis sobre la salud mental 2

Segunda parte del articulo… se los recomiendo. Y ya saben cualquier duda, comentario, sugerencia, queja, etc pueden hacerlo sin ningun problema. Saludos!!

 

Síndrome amotivacional

· Se define como un estado de pasividad e indiferencia, caracterizado por disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales[1]. El consumo del cannabis durante años esos signos persistirán una vez interrumpido dicho consumo.

· El paciente se vuelve apático, sin energía, sin interés, suele ganar peso y parece extremadamente perezoso. Desgana para hacer cualquier actividad prolongada que requiera atención o tenacidad.

· Dificultades para el estudio y aprendizaje[2], afecta sus reflejos, actividad motora y capacidad de coordinación.

La existencia de este síndrome no ha sido discutida, pero si su naturaleza crónica[3], y la DSM IV no lo recoge como entidad nosológica independiente, pero si refleja que en consumidores crónicos puede aparecer un síndrome distimico que cursaría con letargia, anhedonia[4], y alteraciones de humor.

 

Trastornos inducidos por el cannabis

Intoxicación aguda. En este cuadro encontramos síntomas físicos como boca reseca, taquicardia, aumento de la presión arterial inyección conjuntival, aumento del apetito, sequedad de la boca, cierta torpeza en la coordinación del movimiento y el equilibrio, y reacciones o reflejos lentos2. Síntomas psíquicos más frecuentes son cambios conductuales con euforia y ansiedad, síntomas de suspicacia e ideación paranoide, sensación de lentitud en la percepción del tiempo y retraimiento. Aumento en la sensibilidad a los estímulos externos, los colores se perciben más brillantes y los sonidos más intensos, psicosis breve. A dosis más altas pueden darse episodios de despersonalización o desrealización[5].

Estados psicóticos persistentes (psicosis cannabica). Hoy en día continua vigente la controversia[6], sobre si el consumo prolongado de dosis elevadas de THC (tasa en sangre mayor de 15 mg) origina psicosis típicas o se trata del primer episodio de una psicosis funcional (esquizofrénica o afectiva) coincidente con la intoxicación cannibica.[7] [8]

En el estudio de Dunedin se encontró que los individuos que consumían cannabis a las edades de 15 y 18 años tuvieron tasas elevadas de síntomas psicóticos a los 26 años en comparación con los no consumidores. El efecto fue más fuerte con el consumo más temprano.[9]

Un riesgo dos veces mayor de desarrollar en el futuro esquizofrenia grave, después de ajustar por 13 posibles factores de confusión. Se estima que alrededor del 8% de esquizofrenias podrían prevenirse mediante la eliminación del consumo de cannabis.

 

Efectos del cannabis en pacientes con predisposición esquizofrénica

La OMS admite que el consumo persistente de THC en relación con la esquizofrenia[10], precipita su inicio, sobre todo en quienes empezaron a exponerse a cannabis antes de los 18 años. El consumo de cannabis es más elevado en la población esquizofrénica que en la población en general.

El cannabis aumenta el riesgo de sufrir síntomas psicóticos[11] en especial las alucinaciones e incrementa los trastornos de conducta y la agresividad, y dificulta el tratamiento, con un mayor grado de incumplimiento terapéutico (respecto al tratamiento de la enfermedad y al de la dependencia) y un aumento en el numero de la hospitalización.


[1] Gold MS. Marihuana. Ediciones en neurociencias. Primera edición, Barcelona, 1991: 91-101

[2] Hall W, Solowij N, Lemon J. The health and psychological effects of cannabis use. National drug strategy Monograph series no. 25. Australian Government publication service, Canberra, Australia. 1994.

[3] Sole J. Tratamiento del paciente cannabico. Adicciones 2000; 12 (supl 2): 301-314.

[4] Bovasso GB. Cannabis abuse as a risk factor for depressive symptoms. Am j psychiatry 2001; 158:2033-2037.

[5] Mathew RJ, Wilson WH, Humphreys D, Lowe JV, Weithe KE. Depersonalization after marijuana smoking. Boil psychiatry 1993; 33:431-41

[6] Negrete JC. Effect of cannabis use on health acta psiquiatr psicol am lat 1983; 229:267-76.

[7] Court JM. Cannabis and brain function. J paediatr child health 1998; 34:1-5

[8] Campbell J. cannabis: the evidence. Nurs stand 1999; 13:45-7.

[9] Arseneault L, Cannon M, Poulton R, Murray R, Caspi A, Moffitt TE. Cannabis use in adolescence and risk for adult psychosis: longitudinal prospective study. Bmj 2002; 325:1212-3

[10] Division of mental health and prevention of substance abuse. World health organization. Cannabis: a health perspective and research agenda. WHO/MSA/PSA/97.4, English only distr: general, Geneva, 1997

[11] Schuckit MA, segal DS. Opiod drug abuse and dependence. En: braunwald E, Fauci AS, Kasper DL, Hauser S, Longo D, Jameson J (eds.) Harrison’s Principles of internal medicine textbook. 15th edition. New York: McGraw-Hill, 2001.


Un impostor llamado egoísmo.

En nuestras mentes existe un mundo construido a partir de los recuerdos, temores, sentimientos, sueños, etc. que hemos vivido, sentido, soñado, planificado y experimentado. Gracias a él tenemos una identidad que puede ser conocida o velada para las otras personas, como cuando vamos hacia un lugar, cubierto por una densa neblina, que podemos ver directamente, al acercarnos o de modo indirecto por la luz que emite un foco o un farol. La neblina serían las barreras que ponemos entre nuestro espacio y el de los demás, que pueden ser nuestros temores, desconfianzas, el deseo de individualidad, el egoísmo, nuestro carácter, etc. El lugar hacia el cual nos dirigimos es el interior de otros que puede conocerse sin caretas que lo oculten; de manera espontánea, o por la confianza que hemos inspirado al ser auténticos y leales después de relacionarnos con ellos en el tiempo.

Al entrar al “territorio” externo, comenzamos a intercambiar ideas, a recordar y vivir experiencias, expresar sentimientos, etc. que pueden pulir o hacer ásperos los distintos aspectos de nuestro ser. Y se requiere de una intención previa tanto para abrir las puertas de nuestro “hogar” como para aceptar la invitación a recorrer el de otros. De modo que corremos el riesgo de tropezar y golpearnos o de ser aceptados y enriquecernos por medio de este intercambio que se ha iniciado. El problema es que a veces nos encerramos en la esfera del ego y sólo nos importa atender nuestras necesidades y buscar nada más que el bien propio, sin tomar en cuenta lo que pasa con quienes nos rodean. Nos volvemos egocéntricos y vemos la realidad desde una perspectiva estrecha y limitada en la cual ni siquiera somos capaces de observar lo que está frente a nuestros ojos.

Eso no significa que el autoestima y autocuidado sean malos, pues a través suyo buscamos lo mejor para nosotros mismos, sin que tengamos que ignorar o desolar el mundo de los demás. Pero la línea que separa a éstos del egoísmo es delgada y a veces cuesta establecer un límite claro entre ellos. El egoísmo implicaría, como dice el diccionario, sentir un “amor e interés desmesurado por uno mismo y las cosas propias, postergando o despreciando las de los demás”. O sea que sería un amor extremo por el yo, sin que nos importe si pasamos a llevar o no al que está al lado. Aquella es la idea que se nos ha transmitido desde que somos niños. Uno es egoísta, por ejemplo, cuando pudiendo ayudar a un (a) hermano (a), preferimos ver un programa de televisión antes que asistirle en lo que le sea necesario.

Pero el egoísmo no es sólo postergar las necesidades del resto. Implica despreciar o menospreciar la felicidad propia al negarse a ver las cosas que son verdaderamente importantes en la vida: la familia, la amistad, la paz, el respeto, el bienestar propio y de nuestros seres queridos y, porque no decirlo, nuestra realización como personas mediante el cumplimiento de nuestros sueños o esperanzas. Todo lo anterior puede abarcarlo un gran todo que es el amor.

El egoísmo es una venda que nubla los ojos del alma. Es un disfraz de sobreestimación que oculta una falta de verdadero amor propio y un miedo a no recibir lo que esperamos del mundo, que usurpa el lugar del Yo verdadero. Es como si nos encerrásemos en nuestro ser interno y sólo saliéramos cuando pudiésemos sacar provecho del otro, cubriéndonos bajo la pseudo-amistad o la pseudo-autoestima. De manera que al ser egoístas con los demás, también lo somos con nosotros mismos, porque al herir o relevar a un segundo plano a quienes nos aman y amamos, nos negamos la posibilidad de disfrutar y ser felices con cosas tan simples como una sonrisa, un abrazo, un paseo o un “te quiero” sincero y espontáneo. Tal vez nuestra relación con los demás nos ayudaría a un crecimiento mutuo. Tal vez lo que necesitamos para sentirnos totalmente felices sea descubrir que los demás también sienten y que al pasarlos a llevar, estamos destruyendo una parte de nosotros mismos. Tal vez así evitaríamos tener que cargar con el peso de nuestra conciencia al habernos rehusado a ser mejores personas.

Sólo vemos al otro en su “real dimensión” cuando decidimos quitar la venda que hemos puesto en nuestros corazones y contemplamos la llama que le alumbra como a uno de nuestros semejantes, que antes pasaba inadvertida cuando buscábamos sólo el bien propio. A veces, sin embargo, necesitamos que otros desaten el nudo para darnos cuenta de que lo que ignorábamos por actuar como ciegos era necesario para así sentirnos completos. Y para romper esas ataduras se requiere de la poderosa e infinita fuerza que es el amor.

Cuando comenzamos a amar nos damos cuenta de que existen otras esferas y poco a poco empezamos a abandonar la nuestra. En ese momento nuestra perspectiva se amplía y comprendemos que nuestras necesidades no son las únicas. Dejamos de sentirnos como el centro del Universo y nos abrimos paso a desarrollar el Yo en la dirección correcta.

Dios nos da la oportunidad de enmendar nuestros errores y comenzar a vivir una vida mejor; en armonía con nuestro prójimo. De nosotros depende si la aceptamos o la dejamos pasar. Que Dios los bendiga. Shalom.