Una pequeña anécdota, bastante conocida, pero igualmente me interesa contártela, para que te alumbre tu vida cotidiana.
En los ’60 en el mercado de los relojes, Suiza era el líder, manejaba el 90% de la industria relojera.
Por aquel entonces, alguien inventó el mecaniso de cuarzo, que era más preciso que la fina relojería tradicional mecánica.
El invento le fue ofrecido a los suizos, quienes contestaron que no, que estaban bien con sus mecanismos conocidos, con la industria tal cual estaba.
¿Para que cambiar, si las cosas marchaban según ellos querían?
Hubo una importante muestra científica en la cual el mecanismo de cuarzo fue vendido a Citizen y a la Texas Instrument.
Ellos desarrollaron prontamente el reloj de cuarzo, tan común en la actulidad.
De hecho, este cambio sirvió como base para la tecnologia de los relojes y demás aparatos que disfrutamos hoy en día.
¿Cuál es el porcentaje de la industria relojera que manejan hoy los suizos?
Menos del 1%.
Ellos estaban seguros en sus creencias, inamovibles en sus paradigmas. Seguían con fe ciega un modelo anticuado, que temían criticar, que no querían cuestionar para mejorar. Suponían que si seguían por la senda conocida podrían detener el despertar de nuevas luces, que alumbraban con mayor claridad el camino al crecimiento.
(La paradoja, es que el inventor del mecanismo de cuarzo fue un suizo).
Cada vez que escuchamos algo distinto, diferente, algo que no nos gusta, ¿no tenemos nuestros cerebros y corazones enganchados con paradigmas, que en algún punto, nos terminan empobreciendo?
¿No será hora de aprender que todo lo que parece no es como creemos?
¿O, aunque sea, a otorgar el beneficio de la duda para lo diferente antes de ponerlo en la hoguera?
El despertar del noajismo ya es imparable.
Las religiones están cayendo, las mentiras de la fe están mostrando su verdadero rostro horrible, la idolatría está pudriéndose desde sus mismas hediondas entrañas.
Un nuevo inicio, un mejor amanecer está tocando a tu puerta.
El llamado del Eterno para los gentiles, el noajismo está resurgiendo de entre las cenizas.
¿Seguirás anclado a la mentira vacía de la religión?
Te espero aquí, para que sumes tu fuerza junto a los otros que somos constructores de Shalom.