Hoy en mi primer articulo,para empezar me gustaria compartir con ustedes
Noajidas el relato que nos narra la Torá acerca de un verdadero Noajida,
Iosef HaTzadik:
«A pesar de que ella le hablaba a Iosef diariamente (procurando seducirlo), él
no le prestaba atención. Él no se acostó junto a ella, ni perdió su tiempo con
ella (un año entero procuró persuadirlo). Resulta que aquel día (Iosef) entró
en la casa para hacer su trabajo (era el administrador general), y nadie del
personal estaba allí, en la casa (aquel día era la fiesta nacional de Egipto, el
día en que el Nilo rebalsaba y todos se reunian a sus orillas para idolatrarlo.
Todos, menos Iosef. Por eso estaba solo él en el palacio. Y aprovechando esa
circunstancia, sabiendo que Iosef no participaría de los festejos idólatras, ella
se disculpo de asistir alegando sentirse indispuesta, y de ese modo logró
quedarse a solas con él). Ella lo agarró de su vestimenta. «¡Acuestate
conmigo», le imploró. Pero él dejo su ropa en mano de ella y huyo hacia afuera.
Cuando ella vio que le había dejado la ropa en su mano y había escapado
afuera, llamó a los sirvientes de su casa y les dijo: «¡ Vean, nos trajo un
hebreo para que se divierta con nosotros! se acerco a mí para acostarse
conmigo y yo grité. Cuando me oyo gritar y pedír socorro, dejo su ropa a mi
lado y salió corriendo.» Ella guardo consigo la ropa de él hasta que volvió a
casa el patrón, y entonces le conto esa misma historia. Le dijo: » El sirviente
hebreo que nos trajiste se acercó a mí para divertirse conmigo. Pero cuando
elevé mi voz y grité, él abandonó su ropa a mi lado y huyó afuera». Cuando el
patrón escuchó la descripción del incidente de boca de su esposa, que le dijo
:» así me hizo tu sirviente», se enfureció. (este diálogo se produjo cuando
estaban intimando. Por eso cuando ella le dijo – así me hizo tu sirviente –
él se enfureció tanto). Génesis 39: 10 y ss.
Es un hermoso relato del cual podemos aprender infinitas enseñanzas. Lo que
quiero destacar del mismo, es la importancia al apego incondicional que un
Noajida debe tener hacia los siete mandamientos y como reaccionar frente a
los mismos.
Me toco conocer personalmente un caso sobre el mandamiento de no cometer
relaciones sexuales ílicitas: «Un muchacho Noajida (soltero) estaba enamorado de una
mujer que le era prohibida (tenia su marido e hijos)y se apenaba mucho sobre
el hecho de que ella no fuese su compañera, el entendia y era conciente de
la situación en la que se encontraba, pero lo que más me sorprendia de él
era la reacción que tenia frente a D-os en sus oraciones, el me comentó que
asi decia frente a D-os: «Tu sabes que estoy enamorado de una mujer que me
es prohibida, si Amo estoy enamorado, pero no te preocupes que no me
allegare a ella por el solo hecho de que Tú me la prohibes»…
personalmente creo que esa es justamente la reacción que uno debe tener,
no negar la situación sino enfrentarla, Tal como nos cuenta la Torá
sobre Iosef.
Para darle un toque más a este articulo y condimentarlo un poco, a
continuación les presento una historia protagonizada por el Rebe Menajem
Mendel Schneerson, extraída de Jabad:
«Es domingo. La fila de personas que esperan para ver al Rebe es muy larga.
Despues de esperar durante horas, finalmente me encuentro cara a cara con
el Rebe. Al principio lo único que vi fueron los penetrantes ojos del Rebe. Me
olvidé de todo lo que había preparado para decirle, finalmente le dije «tengo un
problema… estoy empezando a ser mas observante, pero estoy involucrado
en una relación inapropiada…»
Ya me estaba adelantando a la respuesta. Problablemnte el Rebe se iba a
enojar y me iba a decir que estaba cometiendo un terrible pecado. El Rebe me
iba a hablar del Cielo y el infierno… pero la respuesta fue totalmente diferente.
La expresión del Rebe era muy seria, pero creí percibir la sombra de una
sonrisa en sus labios.
«Te envidio». Me dijo el Rebe.
Al principio no entendí lo que el Rebe me había dicho. El Rebe, el piadoso judío,
el admirado Rabino y genio de la Torá, el famoso líder judío ¿me envidia a mí?
El Rebe continuó: «en la vida hay muchas escaleras. Cada persona, ya sea
hombre o mujer, tiene su propio ´´escalera´´que subir. Nunca me ví
enfrentado en un desafío como el tuyo. D-os te ha dado una elección; esa es
tu escalera personal cuyo punto más alto llega a los Cielos. En esta prueba
esta el desafío que te puede elevar a la mayor de las alturas».
No recuerdo lo que sucedió despues. Varios minutos más tarde me encontre
en la sinagoga, sollozando como un bebé. Alguien se me acercó y pregunto
si quería un poco de agua y, antes de que pudiera contestar, me alcanzo
un vaso de agua…»
Espero podamos mejorar en la observancia de los Siete y sus derivados y
llegar a ser fieles noajidas frente a D-os.
D-os bendiga a todos aquellos que se esfuerzan por mejorar.