Ayer me comporte bruscamente con un compañero que recién se integra a estudiar aquí en el sitio, y se puede ver que al conducirte con estricta Justicia como lo ha mencionado el More puedes tornarte sádico, claro que yo solo vertí un comentario que fue brusco pero aun así la conducta es reprobable, primero por el hecho de que tal vez ofendí al compañero pero también porque es una oportunidad que perdí de construir el Shalom con mayor vigor, así esta explicado en el Libro “Aromas del paraíso” cuyo autor es el More Yehuda.
Precisamente en lo que corresponde a la Parasha Noaj
Noaj > Bereshit 6:9 – 11:32
Un aroma del Paraíso en la Parasha Noaj:
“Yo pongo Mi arco en las nubes como señal del pacto que hago entre Yo y la tierra” (Bereshit / Génesis 9:13)
El arco iris a nuestros ojos está formado por una gama de variados colores, diferentes entre sí pero que se hallan unidos formando una totalidad. De manera similar, cada persona es diferente. Pero, si logramos descubrir aquello que nos unifica, entonces puede haber paz y armonía, más allá de las diferencias. Yo soy rojo, tú violeta, él azul, somos distintos, tenemos modos de vida diferentes, y es bueno que así sea, pero en esencia pertenecemos al mismo equipo.
Si apreciamos lo que nos une, en vez de aferrarnos ciegamente a enarbolar únicamente lo que nos distingue, estaremos haciendo un progreso en la construcción del Shalom.
Yehuda Ribco las negritas y el subrayado es mío
Algo que nos une a todos los que vivimos en esta tierra, es nuestra búsqueda de acatar aquello que nos ha sido comandado por el Todopoderoso, aun cuando detrás de mascaras ocultamos muchas veces nuestra verdadera esencia y el deseo por servirLe, en nuestro interior resuena la voz del Yo autentico que clama ser escuchado para vivir con integridad y crecimiento los días que podamos estar aquí en este Mundo.
Es importante darse de aquello que nos identifica y no ensalzar solamente lo que nos diferencia, es muy común ver como en muchas ocasiones estamos acostumbrados a ver solo lo negativo en los demás, sin valorar lo positivo, y para que haya autentica paz debemos de saber identificar aquello que nos hace ser muy parecidos.
Aprovecho este texto y espero el compañero rublar este leyendo estas líneas para decirle lo siguiente:
Compañero rublar te ofrezco una disculpa si te ofendí, me pongo a tus ordenes para facilitarte alguna información que requieras de aquí de la pagina o bien para auxiliarte en la búsqueda de la misma, te dejo mi dirección de correo, espero aceptes mis disculpas, estoy a tus ordenes.
Les deseo una excelente tarde, y que la Luz del Eterno ilumine su camino.
Hasta pronto