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Feliz Séptimo – Miketz

El justo Iosef ha padecido en la oscuridad de su prisión durante decenas de años. Ha estado encarcelado, esclavizado, vejado, torturado, ha sido acusado falsamente de todo tipo de maldades. Ha sufrido de oscuridad en su vida, pero el nexo con el Padre celestial nunca se quebró. Incluso en la más espesas de las mazmorras había una llama encendida que buscaba crecer para iluminar con su Luz y Verdad.
Años de estar en el encierro, en el tormento.
Años de esclavitud, de estar sometido a las órdenes de otros, de personas que se creían poderosas.
Años perdidos en la noche del alma.

Pero, el Eterno lo elevó del pozo.
Rompió sus cadenas.
Abrió las puertas de su prisión.
Lo liberó de sus opresores.
Quitó el oprobio de su nombre.
Le dio un sitial entre los líderes de la Vida.
Le brindó bienestar, prosperidad, posteridad, dicha, libertad.
Le limpió de sus males y le confirió salud integral, para todos los planos de su existencia.
El Padre celestial lo redimió y salvó.
El Padre celestial lo sentó a la cabeza y no en la prisión.
El Creador le otorgó la potestad para dirigir, enseñar y liberar a otros.

Así es la vida para los fieles del Eterno.
Pueden estar en oscuridad, pero dentro de ellos se preserva la llama eterna, el nexo incorruptible con el Padre.

Puede que sean gentiles, que hayan sido criados en el fango de la idolatría, de las religiones del mundo.
Puede que haya sido adoctrinado como cristiano (incluída la secta de los que se disfrazan de judíos y se hacen llamar mesiánicos, pero como sabemos son cristianos nada más ni menos), como musulmán, como mormón, como ateo, budista o lo que fuera; y en esas doctrinas está prisionero, en la oscuridad profunda para el alma.
Gentiles enfermos espiritualmente, por haber sido envenenados con falsas doctrinas, con religiones que niegan a Dios y Su Torá.
Gentiles en sombras, en prisiones del alma, con pesadas cadenas emocionales a causa de sus evangelios y otros supuestos libros sagrados.
Gentiles penando en la espesura de la noche espiritual, pobrecitos, enfermos, ajenos a Dios y la Fuente de Vidas.

Pero, si están dispuestos, si lo desean, si abren un poquito su corazón y mente a Dios, entonces son redimidos, son salvos.
Son liberados, son elevados del pozo de las religiones, son limpiados y purificados.
Son sanadas sus heridas espirituales y encuentran la senda para la vida eterna, que estaba ausente para ellos en su antigua religión.

Ya lo sabes, mi querido hermano noájida, el justo Iosef (que estaba bajo el Pacto noájico como tú), fue salvo por amar y reverenciar a Dios.
Él te puede servir de ejemplo.

No desesperes, no dudes, no permitas que esos piratas de la fe te sigan manipulando, inyectando sentimientos sucios de culpa.
Ábrete al Padre celestial y vivirás.

Te deseo un félz Séptimo y que goces de elevación en esta fiesta de la Luces.
Que sea el último día en la oscura prisión y el primero de miles de días de luz y bendición.

Resp. 61 – ¿Regalos navideños?

Hola Yehuda,
Paz. Quisiera saber qué hago si una persona me da un regalo de «navidad».
¿Debo rechazarlo, aún si el regalo fue comprado con la mejor intención y además lo necesito?
Andrés Mendoza
Venezuela

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Resp. 60 – Saludos en estas fechas

Shalom, amigo Yehuda gracias por su interes en saber de este su servidor…
Aprobechando una pregunta: que have o que dice usted cuando alguien lo be en la calle en estas fechas y le dicen «»feliz navidad o feliz ano nuevo»» (sin saber que usted no selebra esos dias) ?les contesta lo mismo o se les ignora y se cambia de tema? Se lo pregunto ya que se que todo mundo me lo ba a decear ahora que este en Mexico y aunque no soy Judio pues yo no celebro esas fechas tampoco.
Gracias por su tiempo y hasta pronto
feliz Januca.
Salvador Castillo
EUA

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Sus preguntas

Hermanos noájidas.
Miembros de FULVIDA o que aún no lo son.
Como saben hace meses hemos abierto este sitio web, FULVIDA.com, para que sirva como lazo de comunicación entre todos nosotros. Para que sea fuente de inspiración e intercambio, un espacio para la edifiación e integración.

Es mi deseo que les sirva.

Estoy a la espera de vuestras consultas, que se relacionen con la vida noájica, con los valores y maneras de vivir apropiadas para el noájida.

No dejen pasar un dí­­a sin visitarnos, sin enviar sus comentarios, sus dudas, sus opiniones constructivas.

Estamos trabajando, y su participación es indispensable.

Muchas gracias.
Feliz tiempo de Luces.

Los pocos, vencedores

En el calendario de la Santidad, en estos dí­­as estamos celebrando la festividad de Januca.
No les contaré aquí­­ toda la historia, sino solamente un aspecto central, que apunta al valor del noájida en este mundo de sombras.

Debes saber que hace como 2200 años los helenistas habí­­an ocupado la tierra de Santidad, y su emperador habí­­a ordenado que la nación santa no estudiara Torá, que no practicará la circuncisión a sus hijos, que no respetara los tiempos sagrados. Muchas y muy pesadas cadenas y prohibiciones el emperador impuso sobre los judí­­os y el judaí­­smo.
Y para nuestro dolor, muchos de nuestros hermanos prefirieron seguir detrás de la corriente, no oponerse, ser uno más de la masa, una oveja detrás de ese pastor atontado.
Así­­ pues, la noche estaba tragándose la Luz de la Vida, de la Santidad.
Las ideas extrañas, los dogmas ajenos, las prácticas religiosas foráneas, todo lo que era oscuridad estaba de moda, apagando con su poderosa y voraz fuerza la luminosidad de la Vida.

Pero, un pequeñí­­simo grupo de fieles, una débil y reducida comunidad de personas comprometidas con la Verdad no se desanimaron. Ellos no dejaron caer sus brazos. No se convencieron de que su causa estaba perdida. ¡No comparaban números, ni fuerzas, sino a Quién estaban sirviendo!
Ellos sacaban un poder inmenso de su confianza pura en el Padre celestial.
Ellos se pusieron a trabajar, a pesar de los riesgos y peligros, sin dar excusas.
Ellos lucharon con integridad, sin justificarse detrás de su debilidad, de su poco número, de los inconvenientes, de la fea cara que le poní­­an los demás.
Ellos eran fuertes, a pesar de su escaso poder fí­­sico, puesto que el Eterno estaba con ellos.
Ellos lucharon, sufrieron, combatieron, cayeron pero se levantaron y al final triunfaron.

Ellos fueron los que trajeron una pequeña lamparita, de la cual se encendió otra y otra y otra, y pronto el mundo estaba poblado por su Luz, por sus ideales por su creencia.

Ellos son héroes, más que vencedores.
Ellos son recordados hoy en dí­­a, mientras los que eran inmensos enemigos yacen en el más horrendo olvido.
Ellos, nuestros héroes que no se escudaron en su debilidad, aún permanecen con vida, en anto la Luz que ellos ayudaron a encender sigue prendida.

Esta es la moraleja, mi querido hermano noájida.
Quizás te sientes solo. Quizás conoces a pocos noájidas que trabajen junto a ti. Quizás sientes la humillación o la persecución de los enemigos, de los misioneros de la oscuridad. Quizás creas que eres un incomprendido. Quizás piensas que no vale la pena levantarte y luchar para difundir el mensaje de Vida y Luz del noají­­smo. Quizás te sientes desanimado. Quizás das mil excusas para eludir tu responsabilidad. Pero debes despertar, porque la Luz que has recibido está en tu interior, y con ella tienes el poder de despertar a otros y hacer que la Luz ilumine hasta el último rincón del mundo.

El imperio del mal es grande, pero está empezando a caer.
Se resquebraja lentamente, porque somos pocos los luchadores de la Luz. Pero no nos detenemos y confiamos en el Todopoderoso, que combate nuestras luchas, que son Sus luchas.
Levántate, despierta, ayuda a tu prójimo a incorporarse a las filas de la Luz.
No temas y sé valiente.
Ven, participa.
Fórmate a nuestro lado, aquí­­ en FULVIDA, o en cualquier otro centro noájida verdadero, para que podamos ir encendiendo más y más antorchas de liberación.

La salvación está en tu interior, déjala manifestarse.
Confí­­a en Dios y siembra.

Feliz fiesta de la Luces.

Feliz séptimo – Vaishlaj

La sabiduría popular nos dice: "Dime con quien andas y te diré quien eres".
Como sabemos, estos dichos no siempre son acertados ni explican todos los casos.
Pero, encontramos una frase bastante llamativa en la sección de lectura de la Torá de esta semana, que pareciera apoyar la idea de este proverbio.
Prestemos atención:

"Rescátame, Te lo ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esav [Esaú], porque le temo. No sea que venga y me mate, madre junto con hijos."
(Bereshit / Génesis 32:12)

¿Notas la aparente reiteración innecesaria?
Dice el patriarca que Dios lo salve de mano de su hermano, e inmediatamente ruega para que lo salve de mano de Esav.
Pero, ¿cuántos hermanos tenía el patriarca?
¿Acaso Esav no era su único hermano?
¿No era suficiente si pedía para ser salvado de su hermano, sin añadir que lo salve de Esav?
¿Por qué rezó de esta manera, y por qué la Torá lo testimonió?

La respuesta es bastante sencilla, aunque muy inteligente.

El patriarca Iaacov tenía dos miedos muy diferentes, si bien ambos provenían de su hermano.
Temía que hubiera agresiones físicas, que alguno saliera herido o muriera, que sangre corriera, que vidas fueran cortadas o quebradas. Temía a "Esav", al bruto, al que arregla las cosas con la espada, con inquisiciones, con atentados, con piquetes en rutas y puentes. Temía que la violencia se desatara en su forma más baja, más materialista.
Y por este miedo ruega al Eterno que lo salve de Esav, de la violencia.

Pero, también temía que se hermano quisiera amigarse, que volvieran a convivir o al menos estuvieran en contacto cerc.uano. Temía a su "hermano", que sería una pésima influencia en su familia, les enseñaría a sus hijos todo tipo de perversiones, los llevaría por el camino de la ruina espiritual y emocional. Temblaba de solo pensar que sus hijos se asimilarían a la cultura de Edom, llena inmoralidades y extravíos.
Y por este temor, reza al Eterno para que lo salve de su hermano, de la podredumbre espiritual.

Así pues, Iaacov sabía que "dime con quien andas y te diré quien eres". Sabía que si andaba junto a Esav, él se convertiría en un ser opaco, lleno de maldad, guardador de rencor y malicia.
Es por esto que prefiere vivir alejado de su hermano, en respetuosos términos, pero sin la convivencia que se convierte en una pesada e invisible cadena que esclaviza.

Tú, hermano querido noájida, debes saber que este mensaje se aplica 100% en tu vida.
Debes tener cuidado con quien te juntas, con quien compartes tu comida, con quien te congregas. Pues, si permaneces en la mesa de los rebeldes y burladores, estás poniendo en riesgo tu alma, te estás poniendo en una situación lastimosa y dolorosa.

Recuérdalo y tenlo presente, a diario reza al Padre celestial para que encuentres amigos que te sirvan para resplandecer con mayor Luz, y para que no tengas que estar en juntas con personas deplorables.
Y ruega también para que Él te provea de todo bien material posible, que aparte los dolores, enfermedades, malestares, miserias, etc., de modo tal de tener más ocasiones para actuar con bondad hacia tu prójimo.

Meditalo este séptimo día, y luego si quieres me comentas que has aprendido.

Te deseo un muy feliz séptimo para ti y tu familia, pleno de Luz, serenidad, equilibrio y amor.

Feliz Séptimo – Vaietze

Grandes enseñanzas éticas nos depara la sección de lectura de la Torá para esta semana.
Inmensos ejemplos de correcta conducta y pésimos ejemplos para NO seguir nos encontramos en sus condensadas e intensas líneas.
Pero como nuestro contacto debe ser breve, solamente te hablaré de un pequeño párrafo, de una frase que quizás pasa sin ser advertida.
El pérfido y astuto Labán anuncia:

"¿por qué me has robado mis dioses?"
(Bereshit / Génesis 31:30)

¿Lo puedes creer?
¿Entiendes lo que está diciendo este sujeto?
¡Alguien le puede robar sus dioses!
Menudos dioses son estos que ni siquiera se pueden defender de ser robados.

¿Tú creerías en tales deidades impotentes, incapaces de salvarse a sí mismas?
¿Tú harías algún sacrificio, por mínimo que fuera, para honrar a una deidad tan fracasada como estas que ni siquiera pueden escapar de ser raptadas?

¡Qué triste que haya tantos que se encadenan fuertemente a estos delirios peligrosos!
¡Qué dolor, que muchos muertan en el desierto del alma, por seguir detrás del rastro oscuro de la idolaría!
¡Qué pena que algunos avivados ganen millones de dolares promoviendo estas nocivas fantasías, y que se apoderen del alma y dinero de los pobres ingenuos que les siguen!

Como sabemos solamente existe un Dios, que es Uno y Único.
No hay dioses, solamente Él.
El resto de las divinidades son vanidades, fantasías en las mentes calenturientas de sus seguidores.
Valen lo mismo que la nada.
Su poder se limita al que sus creyentes le dan.
Son piedra, madera, metal, ideas, locuras, pérdida de tiempo y de vida.

Pero, tristemente sigue habiendo devotos de esas locuras.
De los 6.000.000.000 de habitantes que actualmente ocupan este mundo, la mayoría está ausente del Uno y Único. Lo desconocen o Lo rechazan.
Escogen ser seguidores de vanidades, esclavos de la podredumbre del alma; en vez de actuar como lo que son: "hijos de Dios". Escogen la miseria espiritual en vez del paraíso perpetuo.
De estos extraviados, de estos tristes esclavos espirituales, hay algunos que nos son cercanos, porque viven a nuestro lado o porque quizás tenemos familiares o amigos devotos de estas doctrinas tóxicas. Entre los vecinos, la mayoría creen en un dios trapecista, que desde una tortuosa cruz puede salvarlos… ¡ridículo pensamiento! Tal como el de Labán, que se aferra al poder de un dios, que ni siquiera tiene el poder de salvarse a sí mismo.
Genuflexos ante la mentira, se ponen tercos cuando se les ilumina la triste realidad de su fe vacía de salvación.
Se enojan, amenazan, bravuconean, golpean, despiden, maldicen, escupen, gritan, señalan… en fin, demuestran la bajeza de su alma, la pobreza de su fe…
Claman y vociferan porque los que somos fieles del Uno y Único "les robamos" sus dioses…
Se "los robamos", en lenguaje figurado, porque los quitamos de en medio, demostramos la nulidad de su poder, lo ridículo de creer en ellos.
Se "los robamos", porque sus dioses no tienen ninguna potestad ni poderío para defenderse.
Son trapecistas pecadores que denuncian una sola cosa: lo patético de la creencia en ellos.

Mi amigo noájida, compañera noájida.
Tu Dios no puede ser robado.
Nadie te puede quitar o quebrar tu lazo hermoso y de salvación que te une fuertemente a tu Padre celestial.
No hay persona, acción, crucificado trapecista, religión, secta, grupo o maldición que nuble tu abrazo con Dios, siempre y cuando actúes con fidelidad a Él.
La vida eterna es tu derecho, la salvación es tu herencia, ser hijo de Dios es tu identidad.
Vive para que no oscurezcas esto.
Vive de tal modo que jamás puedas ser tan tonto como para decir: "¿por qué me robas mis dioses?"

Mientras tanto, los que creen en el falso dios trapecista, se llamen como se llamen, llamen como llamen al trapecista, seguirán en la noche, en la sed espiritual, en el cáncer de su religión que los corroe y corrompe… 
Su diosito no tuvo ni tiene poder para salvar su vida, mucho menos para salvar a otro… recuérdalo y cuando te ofrezcan probar del veneno de su droga espiritual, mantente firme.

Te deseo que pases un féliz séptimo día, con plenitud, bendición y shalom

Feliz Séptimo – Toledot

En la sección de la Torá de esta semana nos encontramos con esta descripción:

        «Itzjac [Isaac] tenía 40 años cuando tomó por mujer a Rebeca hija de Betuel el arameo, de Padan-aram, y hermana de Labán el arameo.»
(Bereshit / Génesis 25:20)

¿Por qué la Torá nos describe nuevamente el origen y parentesco de la matriarca Rebeca?
¿Por qué reitera que es venida de Padan de los arameos.
¿Por qué nos informa, otra vez, que es hija de Betuel; y añade que es arameo?
¿Por qué repite que es hermana de Laván; mientras agrega que es arameo?
¡Ya sabíamos todo esto!
¿Para qué repetir lo que es aparentemente innecesario?
Además, la Torá es parca en palabras, no malgasta letras si no es con algún motivo esencial.
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¿El justo vivirá por fé?

Cientos de personas, todas ellas cristianas, creen que la fe les "salva", que los hace "justos" y que les da derecho a la "vida eterna", mientras que quien no tiene fe (en jesús claro está) va al infierno, no es salvo, es inmoral y pecador…

Hace poco tiempo me encontré con un amigo a quien no veía desde la escuela, entramos a un café y empezamos a hablar sobre nuestras vidas. Éntre tantas cosas me dijo que ahora es evangélico, y que su vida ahora es feliz, entonces yo le pregunté: ¿y estas convencido de que ese es el camino a la verdad?, claro, "nadie viene al padre sino es por jesús" -me dijo. Ahh, ok, dije, y pregunté: ¿y cómo harían aquellos que vivieron antes de jesús?, él no supo responder acertadamente, entonces me dijo: "El justo por la fé vivirá", a lo que volví a exclamar, cuál neófito en la materia: hmm, ok…, y pregunté: ¿Qué piensas tú del pacto de D»s con la humanida?, él dijo: "el primer pacto era la ley, ahora la ley ha sido abrogada y se ha introducido la gracia, para que por medio de ella seamos salvos", volví a asentir con actitud de desconocedor del tema: mira tu chico, que cosas… y entonces le dije: no, pero yo me refiero al pacto de D»s con Noé, el que fue sellado con el arcoiris, el que fue antes del pacto de D»s con Israel, en el cual sólo Israel es beneficiario; me dijo en actitud de asombrado: ¿en serio?, ¿dónde está eso?, instandome a que le citara capítulos y versículos de la biblia, yo le dije simplemente: en el Génesis, y le expliqué: luego del diluvio, D»s le habló a Noé y le dio siete mandamientos, y le dijo que sellaría con él un pacto, mediante el arcoiris, que tiene siete colores, y ese pacto contiene la promesa de no volver a destruir la tierra por causa del hombre, o sea, es un pacto de perdón y misericordia para con la humanidad, pero a cambio de ello debemos retribuir a D»s su infinita misericordia con nuestra humildad, y aceptar y acatar los siete mandamientos básicos para toda la humanidad. El muchacho no sabía que decir, nunca habia oído una explicación en ese sentido de ese pasaje, jamás se habian detenido en su iglesia a "estudiar" ese libro, de esa manera. Le dije entonces: ¿si ya la humanidad ha sido perdonada no sólo esa vez, sino antes del diluvio también, si estamos bajo el pacto de Noé, si lo único que debemos hacer es cumplir siete mandamientos, más los que se deriven de ellos, qué papel pinta jesús en todo esto?, insistió mi amigo diciendo: él vino a redimirnos…, ¿de qué?, le repliqué; ¿no estás oyendo que no hace falta tal redención posterior a la que D»s mismo nos otorgó cuando preservó la vida en la tierra, en los tiempos de Noé?, si, bueno, eso fue hace mucho tiempo, pero después vino el pacto con Moisés, y…. no lo dejé terminar, le dije: eso es para Israel, y esta bien escrito que dice que ese Pacto es Eterno, incluso en la Era Mesiánica la Alianza de D»s con Israel permanecerá… entonces él dijo: "pero ellos invalidaron el pacto, y ahora nosotros somos acreedores de la promesa", le dije entonces: "Entonces quiere decir que si mi papá me regala un carro, y yo lo choco, ¿el carro puede ser del primero que venga a recogerlo al taller cuando esté reparado?, quiere decir que el dinero que mi papá invirtió para regalarmelo no vale, el esfuerzo que hizo para darme el regalo no vale, el valor afectivo que guarda el carro, no importa, los documentos de propiedad que me acreditan como dueño del carro, no tienen ningún valor… no amigo, Israel es y será por siempre el único beneficiario del pacto que D»s ha establecido con ellos. Pues Él no se retracta de su palabra.

La conversación fue más larga y la discusión se tornó mejor a favor de la verdad al final, espero que pronto mi amigo reflexione y empiece a ver luz donde la hay en abundancia, una luz construida sobre la base de la acción y no de una fé nomás.

A quienes puedan pensar que la fé sola los hace justos, uno de sus líderes, Santiago, les dice. Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿podrá la fe salvarle?… Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. (Santiago 2: 14…17).

Y yo agregaría: la fé en un objeto de adoración, la fé en idolatría no sólo es muerta sino que corroe el alma de quien profesa.

Hermano Noajida que no has asumido aún la realidad existente y eterna, no es tarde… aún tienes tiempo de rectificar.