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Fiesta en el Táchira

El próximo sábado 24 de marzo, con la ayuda del Eterno, cuatro (04) preciosos jóvenes estarán asumiendo un nuevo reto en sus vidas: vivir como noájidas, esto es, como justos de entre las naciones, según el Pacto que el Eterno estableció con Noé y su descendencia. Estos hijos de la responsabilidad son: Seguir leyendo Fiesta en el Táchira

Aquellos pequeños milagros diarios que demuestran la existencia de Dios

Cuantas veces no hemos oido a muchos ateos decir que Dios no existe
Pero al revisar cada dia que paso en este mundo, me reafirma mas y mas que Dios existe

Voy a narrar algo que me lleno de mucha alegria, y que demuestra como Dios actua en nuestra vida Seguir leyendo Aquellos pequeños milagros diarios que demuestran la existencia de Dios

La locura elogiada

“Diga lo que quiera de mí el común de los mortales, pues no ignoro cuán mal hablan de la Estulticia incluso los más estultos”

Este es el introito magistral de Erasmo de Rótterdam a su obra, “Elogio de la locura”.

El contexto en el cual el autor escribió esta obra no es el más indicado para mostrar acá, ni es mi intención servir de puente entre ustedes y la idea un tanto errada de nuestro no muy poco leído Rótterdam. Sabemos que este Elogio de la locura fue uno de los catalizadores de la reforma protestante, por culminar, precisamente, en una serie de versos que más que elogiar a la locura, elogiaban la doctrina cristiana… Pero no sirve y al mismo tiempo sirve para discutirlo, pues él compara el cristianismo con la locura…

Y yo pienso que así es, pues quienes piensan y creen ciegamente en algo/alguien no pueden menos que llamarse locos, estultos, como bien los llama Don Erasmo.

Y a quienes muchos tildan de locos, a quienes la sociedad aparta por pensar diferente, por ser auténticos, a quienes no se conforman con el cuentito del coco, a esos es injusto llamarle locos… A menos que éstos, conociendo a la sociedad donde viven, les de por burlarlos, y en guachafita comiencen a llamarse “locos”.

Soy un profundo admirador de la ironía, cuando ésta es bien usada, pues creo que aquella persona capaz de jugar sabiamente con el dicho del otro y beneficiar la razón, es merecedor de loas.

Pero bien sabemos que no somos nosotros los locos en este mundo, pues por ser diferentes es que nos apartamos del resto.

“Pero ¿por qué hablo tanto de los mortales? Examinad el cielo todo e insúlteme quienquiera si encuentra en alguno de los dioses, fuera de lo que deben a mi poder, algo que no sea áspero y desdeñable.”

Cara cita, porque la locura es un ámbito propio de la memoria, propio de los pensamientos, de lo único que la persona posee como individualidad.

La gente se inventa dioses, ásperos y desdeñables, pero la locura, en el poder con el que subyuga a los hombres los dibuja apreciables y en tanto más aprovechables.

¿Cuánto poder puede dar la fe ciega (una de las formas de locura más comunes actualmente) a un pastor, a un mito crucificado, a una iglesia, a una guerra?

¿Cuánto poder puede otorgar la razón desmedida (la menos común, pero igualmente dañina, de las locuras de este tiempo) a la creación, al ego?

No más es el muestreo del abismo en el cual se yergue la isla de la conciencia, no más es la simple visión de lo que es el profundo océano de la esclavitud mental.

Pero atisben, aquellos que son llamados locos, pero que ni un tornillo fuera de su cabeza tienen, están creciendo, día con día menos son los esclavos de la fe ciega, los dominados por la razón desmedida.

Esperemos que pronto los conceptos que amarran en la locura a tantos desaparezcan y den paso a los conceptos que acercan a la cordura, a la conciencia, a la luz…  

El Nimrod del Siglo 21

"> La idolatría provoca dolor y odio. Puede ponerse máscara de Batman, de pseudo-mesías, de progresista, etc. pero no puede dejar de expandir su veneno.

La idolatría tiene la capacidad de destruir naciones. Esto es especialmente peligroso cuando un porcentaje elevado de la población está fielmente aferrada a su ídolo y es peor aún cuando el objeto de veneración es un tiranuelo.

Como en el caso de Nimrod (que en la época de Abraham se declaró a si mismo objeto de veneración), el hombre-dios decreta que quien hable de manera distinta – quien busque el camino de Dios, la moderación – deberá ser tildado de traidor (en el mejor de los casos) y (en el caso más oscuro) será aplastado

Aplastado si ante toda esa barbaridad no hace lo correcto (como lo hizo Abraham a su tiempo) y confronta con valentía y madurez las consecuencias que pudieran sobrevenir.

Voy a decirlo sin tapujos: el Chavismo es un culto idolátrico y Latinoamérica está siendo absorvida por esa cloaca; pues, entre otras razones, quienes ejercen la oposición política en los diferentes países donde el Coronel Nimrod ya ha puesto su bota, están en su mayoría bañados de corrupción y de una falta total de autojuicio.

¿No se convence usted de que el Chavismo es un culto idolátrico? Lo invito a leer el siguiente artículo del fotoperiodista Pablo Corral Vega, publicado en el periódico El Comercio de Ecuador y juzgue por sí mismo:

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La Caracas de Chávez

 Por Pablo Corral Vega

El fotoperiodista Pablo Corral Vega viajó a Venezuela para constatar lo que estaba pasando en el país que había visitado en los años 90. ¿El resultado? Encontró una nación polarizada, en la cual todos deben pertenecer a un bando: escuálidos o rojos rojitos. Los que apoyan a Chávez lo hacen con fervor religioso, y los que están en contra se sienten aplastados.

Caracas está dividida, marcada, ya no es la misma que conocí en los años 90. Mis viejos amigos se han distanciado entre sí por razones políticas, hay municipios chavistas y municipios anti-chavistas.

Los que apoyan a Hugo Chávez lo hacen con fervor religioso, y los que están en contra se sienten aplastados, cansados, hablan de emigrar, de dejar el país que aman.

Venezuela vive un  momento de efervescencia. Los ‘rojos rojitos’ ven en Chávez al salvador, lo cuidan, lo idolatran, hablan de él con pasión y ternura. Cuando le pregunto a una mujer que reparte posters del presidente en la Plaza Bolívar  qué significa Chavez para ella, me abre su billetera.

Ahí guarda una estampa de la Virgen, una foto de su madre fallecida y otra del Comandante. “Yo le rezo al Comandante y le pido que nunca nos abandone, que siga cuidando de los pobres”, me  dice emocionada.

“El chavismo se  apropió de los símbolos  venezolanos”, me dice un fotoperiodista amigo. “Se ha apropiado de Dios, de la Virgen de Coromoto, de Simón Bolívar, de los próceres, de la bandera”.

Los alrededores de la Plaza Bolívar y el Palacio de Miraflores están cercados por ‘rojos rojitos’. Se acerca uno y otro a preguntarme qué hago, para qué son las fotografías. Solo cuando muestro el permiso de trabajo del Ministerio de Educación de Venezuela se alejan unos metros, pero me vigilan desde lejos.

La relación con los periódicos es pésima. Y los fotógrafos son el brazo visible de esos medios que, de acuerdo a los ‘rojos rojitos’ han sido injustos. “Son los medios los que han polarizado las cosas”, me repiten una y otra vez. “Esos escuálidos (opositores)  siempre le buscan errores a la Revolución, pero esta es una revolución eterna”, me dice un hombre que alimenta  palomas en la plaza.

Ahí cerca está Anita Urdaneta,  la dueña de la peluquería bolivariana. Sus precios son bajos, esa es su manera de ser solidaria. A todos sus clientes les habla del Comandante como si fuera un viejo amigo. Ella dice que haría cualquier cosa por defenderlo; “cualquier cosa”, me repite mirándome a los ojos. “¿Seguro  que  no eres un escuálido?”.

Los dominios de Chávez

Llegué a Venezuela con gran curiosidad, quería ver directamente qué estaba sucediendo. La política es el único tema de conversación, y todos quieren que uno se identifique, que diga a quién apoya. Los matices han  haparecido.

Hay comederos chavistas y comederos anti-chavistas, incluso los lugares de baile que eran tan democráticos en Caracas -se veía gente de toda clase social- ahora son extremadamente selectivos.

“Es para evitar las peleas”, me dice un buen amigo que me lleva a recorrer la Caracas nocturna. Terminamos en  “El Maní es así”, uno de los pocos sitios en que se juntan gobiernistas y opositores.

Baile, risas y la orquesta que no se detiene.  A la madrugada hay una pelea. “Es siempre por política”, me dicen. “Se ha cultivado el odio entre los que no tienen nada y los que tienen algo, y el que tiene un carro viejo ya es un oligarca”.

Al otro lado de Caracas, en La Vega, vive Félix Caraballo. Uno de los millones de seguidores incondicionales de Chávez. Su barrio no tiene alcantarillado y ese día los vecinos van a limpiar una acequia que lleva los desperdicios cuesta abajo.  Millones de personas viven en esas condiciones en Caracas. En La Vega, los vecinos agarran picos y palas, todos visten de rojo; en cada casa  hay una bandera roja o una foto de Chávez.

Gerónimo González, resalta por su camisa verde, es el único que habla en contra. “¿No se dan cuenta de que es la misma mentira? Este gobierno tampoco nos va a sacar de este lugar?  ¿Qué nos ha dado este gobierno? Solamente caraotas más baratas”, dice.  Félix me mira e insinúa que Gerónimo está loco.

Aunque de otra manera, la oposición también acusa al Presidente. Dicen que usa los  recursos petroleros del Estado para financiar programas de subsidio, que no  solucionan nada, porque no impulsan la productividad.

En todo caso, las misiones (programas de salud, educación, tenencia de tierra, cedulación…) han servido para fortalecer la imagen del Presidente entre los más pobres. Son la estrategia de campaña más poderosa del Gobierno.

“La democracia no nos da de comer, el Gobierno sí”, me dice un vecino de La Vega. Los productos subsidiados, que se venden en los Mercales (tiendas del Estado), llevan propaganda del Gobierno y son considerablemente más baratos.

En la oposición está Teodoro Petkoff, uno de los líderes más respetados, incluso por Chávez. Fue guerrillero y activista de Izquierda. Hoy, dirige el periódico Tal Cual. Durante la media hora que estoy con él ofrece audiencias de cinco minutos a una cantidad de personas.

Habla con mesura, pero mueve las manos, gesticula, se le nota una cierta angustia en el rostro. Es el único candidato que podía hacerle frente a Chávez porque es un izquierdista y no va a desmantelar lo  positivo de la Revolución. Pero él no está de acuerdo con el autoritarismo y el militarismo latentes.

En medio de todas las prevenciones, consigo asistir a una reunión de un comité de tierras, en la que se habla de manera apasionada de los títulos de propiedad que el gobierno dará a los que hayan ocupado tierras. Con mucha dificultad, también obtengo la autorización para visitar una escuela bolivariana en el barrio 23 de Enero, uno de los más pobres y conflictivos de Caracas.

Llego a tiempo para el desayuno subsidiado por el Estado y preparado por voluntarias. Los niños rezan antes de desayunar;  dan las gracias a Dios y le piden que siempre proteja al Presidente.

Cerca de la escuela está uno de los consultorios atendidos por médicos cubanos.  Es imposible fotografiar a los médicos, se necesitaría un permiso expreso del Ministro de Salud, me dice una secretaria muy displiscente.

Un vecino me cuenta que las mañanas los médicos atienden en los consultorios y las tardes salen a hacer visitas, hablan de medicina preventiva y de las bondades de la Revolución. Es un trabajo de hormigas en respaldo de la causa socialista, casa por casa, enfermo por enfermo.

Pero la influencia cubana se ve ante todo en una organización celular, barrial, que en Cuba se llama Comité de Defensa de la Revolución y en Venezuela se  llaman Círculos Bolivarianos.

Devotos de la Revolución

Los Círculos son uno de los temas más controversiales. Se los acusa de ser el brazo armado de la Revolución, la fuerza de choque del Presidente. Están conformados por partidarios radicales de Chávez,  dispuestos a defender  con su vida el proceso político. Son organizaciones culturales o deportivas, pero su misión principal es defender la Revolución.

Los Círculos están listos para acudir al llamado del Presidente. Los periodistas les temen porque ha habido varios ataques y amenazas en su contra.

Este tema me interesó especialmente y quise conocer a Lina Ron, una de las principales dirigentes de los Círculos Bolivarianos y líder del Partido Unidos por Venezuela. Lina es el personaje más odiado por los anti chavistas. Ella tiene un programa incendiario en la radio, en el que se burla de los escuálidos y de quienes hablan inglés.

Lina defiende la revolución socialista a ultranza, y asegura que si las mafias que han gobernado Venezuela durante décadas -es decir todos los que no están con Chávez- no aceptan la voluntad del pueblo, la Revolución los aplastará. Para ella, el mundo está dividido entre buenos y malos, ciudadanos y oligarcas, progresistas y retrógrados, bolivarianistas e infiltrados, humanistas e imperialistas.

Después del programa de radio Lina baja la guardia. Es una mujer inteligente, con un gran sentido del humor, fogueada en política. Me paso con ella una tarde entera tomando cerveza y hablando del proceso venezolano.

Ahí me dice que la Revolución Bolivariana es el sueño que muchos han abrazado por décadas y que nadie va a detener el proceso.  Le pregunto qué piensa del autoritarismo del Presidente. Para ella, no existe un Presidente más comprometido con la democracia, extraordinariamente tolerante con los escuálidos. 

Además, me dice que la democracia de antes no era democracia, era el instrumento de la oligarquía para oprimir al pueblo. Afirma que ahora vendrá una nueva etapa en la que lo más importante será la Revolución.

El tiempo dirá si Lina tenía razón. Por ahora, salgo de Venezuela con una  certeza: es un país totalmente polarizado, dividido, donde no caben los matices…

 

¡Aman y Faraón, más semejantes hoy que nunca

¡Aman y Faraón, más semejantes hoy que nunca!

Mientras escribo este artículo, la luna esta completamente obscura, y entonces viene a mi mente aquella frase, fresca aún en mi memoria, cuando mi bisabuela veía algún fenómeno espacial y decía exclamativamente: “¡Señales en el cielo, ruinas en la tierra!”.

Este mes de Adar ha visto ya el primer eclipse, uno total de luna, aún falta para el último día uno parcial de sol.

Quizás muchos no relacionemos muy bien que mensaje podría querer transmitirnos nuestro Creador por medio de estos eclipses; pero me atreveré a sugerir algunas posibles muestras de lo que el futuro les depara a los Amanes del mundo y sus semejantes Faraones.

Tanto Purim como Pesaj son festividades de alegría y libertad; en Pesaj, D’’s mismo, con portentos, señales y milagros más que evidentes salvó a Israel de la esclavitud física, los llevó a Sinaí y los adoptó como pueblo Suyo; en Purim, D’’s, por medio de los maduros líderes de este pueblo, reafirmó su decisión, mostró que no hay debajo del cielo otra Nación como Israel, los salvó ahora de la muerte física, y los condujo nuevamente a su regazo, ahora en tierra prometida.

Pesaj simboliza el nacimiento de un pueblo, Purim simboliza la madurez; sin embargo, aunque estas dos fiestas son alegres y su símbolo nos induce a la alegría del espíritu, para cierto grupo no es así, para algunos estas dos fiestas son símbolo de amarga soledad y vacío, de fracaso. En Pesaj, el duro corazón de Faraón vio como sus huestes eran esclavas de la fuerza del mar, después de que los hijos de Israel hubieron cruzado en seco, en Purim, Aman sintió en carne propia lo que su corazón tramó para los hijos de Israel.

A mi parecer hoy la luna da un claro mensaje a los actuales Amanes… muestra la sangre de los justos, se enrojece al punto de ennegrecerse para enseñarles a los asesinos y terroristas sus crímenes… más tarde, cuando falte un escaso día para iniciarse el mes de Nisán, cuando apenas falten horas para iniciarse un nuevo año en Israel, estará dando un mensaje el sol, a los Faraones actuales del mundo… les mostrará el juicio que sobre ellos vendrá.

Amanes y Faraones de este siglo, los que aún viven, los que aún hacen maldad, los que aún perseveran en su injusticia y se sienten rebeldemente cómodos puestos contra el Rey de Reyes… recuerden estas fechas, 14 y 29 de Adar, recuerden que en estas fechas les ha sido mostrada por Providencia Divina, su sentencia. Se que ustedes no rectificarán, que su corazón se endurecerá, que sus macabros planes trazados tratarán de seguirlos, pero no verán sus objetivos cumplidos, se frustrará ahora por completo y para siempre la esclavitud y la muerte, sus imperios caerán, sus cimientos serán estremecidos por el implacable juicio de Hashem.

Ahora bien, para los justos y Santos de Este Mundo estas señales representan alegría y esperanza. Alegrémonos y tengamos esperanzas de que actuando como lo hicieron los hijos de Israel, con valentía, actitud y compromiso llegaremos a librarnos totalmente de la esclavitud y evitaremos la muerte espiritual.

No es cuestión de teologías o complejas pruebas…

Para los hijos de Israel resulta ciertamente sencillo saber qué cosa es idolatrí­­a y que cosa es fidelidad al Eterno.
Brindemos atención al texto, claro, simple, excplí­­cito que el mismí­­smo Padre celestial nos ha encomendado:

«[Haz de saber que] Yo soy, el Eterno tu Elokim que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud»
(Shemot / Éxodo 20:2)

Dios, el Uno y Único es aquel que sacó a nuestros padres de la angustia de Egipto.
Todas las otras cosas, (objetos, personas, entidades incopóreas, entes, etc.) que no son aquel Dios que rescató a nuestros padres, sencillamente no son Dios.
Así­­ pues, Jesús, Krishna, Apolo, Alá, Mithra, el Buda deificado, Brahma, Iemanjá, Sai Baba, Baal, Vishnú, Ra, Amón, Gaia, el dios de la Metafí­­sica, el Verbo gnóstico entre tantas decenas de otros «dioses ajenos» no son Dios, pues ninguno de estos personajes mitológicos son el Ser supremo que salvó a nuestros antepasados, los condujo, sustentó y les reveló Su Palabra eterna (la Torá).
Dios, el Uno y Único no necesitaba otra «cédula de identidad» que el presentarse como el Ser que sacó a nuestros padres de Egipto.

«Al Eterno tu Elokim temerás, y a Él servirás. A Él te adherirás y por su nombre jurarás.
Él es tu alabanza; Él es tu Elokim que ha hecho por ti estas cosas grandes e imponentes que tus ojos han visto.»
(Devarim / Deuteronomio 10:20-21)

Ese mismo Dios, Uno y Único liberador de las opresiones de Egipto, es el que mantuvo a los israelitas en el desierto durante cuarenta años.
Dí­­a tras dí­­a manifestaba Su presencia con milagros, inmensos hechos supranaturales, por lo que TODO el pueblo de Israel podí­­a dar testimonio de la veracidad de estos sucesos y por tanto de la presencia e intervención de Dios en sus vidas.
No eran hechos aislados, milagritos, tramoyas fabricadas por un grupo de estafadores, producto de la histeria de algunas personas impresionales, sino que eran portentos impresionantes que eran experimentados por TODO un pueblo, entre los que se contaban también personas no muy dispuestas a someterse a Dios, pero que no podí­­an de dejar de reconocer Su presencia.
Ese Ser, y solamente ese, es Dios.
Ningún otro puede ser reconocido como Dios, o representarLo, o adjudicarse Sus hechos, puesto que a Dios exclusivamente debemos venerar, a Él servir, en Él confiar, por Su nombre bendecir y jurar.
Ese Dios, Uno y Único, que te repito no se Lo conoce por medio de teologí­­a o prédicas complejas de taimados pastores, o por la manipulación artera de oscuros pasajes bí­­blicos,
sino que se Lo conoce a través del testimonio fidedigno que se fue trasmitiendo por TODO un pueblo, de padres a hijos, de maestros a discí­­pulos, que se aferraron al testimonio con plena fidelidad y mantuvieron en vigencia y con vida el contrato de la Alianza eterna que habí­­an sellado con el Padre celestial.

Entonces… ¿Jesús, o la mí­­tica trinidad, o cualquier otro dios ajenos, son los que se manifestaron ante Israel?
¿Son el Dios, Uno y Único que fue testimoniado por generaciones de testigos presenciales?
La respuesta la sabemos… NO, no lo son…

Pero hay más.
Atiende por favor, te citaré un bellí­­simo pasaje de la santa Palabra eterna, y luego no te daré ninguna explicación. Dejaré que la claridad explí­­cita del pasaje sea la que te haga comprender que a Dios no se llega a través de teologí­­a, discursos tediosos, manipulaciones literarias, supuestas profecí­­as en libros faltos de valor. A Dios se llega a través de la confianza, no de la fe tonta. Atiende mi querido:

«Solamente cuí­­date y cuida mucho tu vida, no sea que te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni que se aparten de tu corazón durante todos los dí­­as de tu vida.
Las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

El dí­­a que estuviste delante del Eterno tu Elokim en Horeb, el Eterno me dijo: ‘Reúneme al pueblo para que Yo les haga oí­­r mis palabras, las cuales aprenderán para temerMe todos los dí­­as que vivan en la tierra, y para enseñarlas a sus hijos.’

Y os acercasteis y os reunisteis al pie del monte. El monte ardí­­a con fuego hasta el corazón de los cielos, con densas nubes y oscuridad.

Entonces el Eterno os habló de en medio del fuego. Vosotros oí­­steis el sonido de sus palabras, pero aparte de oí­­r Su voz, no visteis ninguna imagen.

Él os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: las diez locuciones [aseret hadevarim]. Y los escribió en dos tablas de piedra.

En aquel tiempo el Eterno también me mandó a mí­­ que os enseñara las leyes y los decretos, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis para tomar posesión de ella.

Por tanto, tened mucho cuidado de vosotros mismos, pues ninguna imagen visteis el dí­­a que el Eterno os habló en Horeb de en medio del fuego.
No sea que os corrompáis y os hagáis imágenes, o semejanza de cualquier figura, sea en forma de hombre o de mujer, ni en forma de cualquier animal que esté en la tierra, ni en forma de cualquier ave alada que vuele en los cielos, ni en forma de cualquier animal que se desplace sobre la tierra, ni en forma de cualquier pez que haya en las aguas debajo de la tierra. 
No sea que al alzar tus ojos al cielo y al ver el sol, la luna y las estrellas, es decir, todo el ejército del cielo, seas desviado a postrarte ante ellos y a rendir culto a cosas que el Eterno tu Elokim ha asignado a todos los pueblos de debajo del cielo.

Pero a vosotros el Eterno os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis pueblo de Su heredad como en el dí­­a de hoy.»
(Devarim / Deuteronomio 4:9-20)

Atiende, no podemos jamás aceptar que un usurpador se ponga en medio de Dios y nosotros.
No es válido admitir un mediador espiritual que nos conecte con el Padre celestial.
Es ilí­­cito olvidar lo que Dios nos ha manifestado y ordenado, para ir en pos de nuevas ideas, «nuevos testamentos», que desví­­an de la fidelidad amorosa y reverente.
Pues esto se nos ha dicho:

«Ten cuidado; no sea que te olvides del Eterno que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.
Al Eterno tu Elokim temerás y a Él servirás, y por Su nombre jurarás.
No iréis tras dioses ajenos, tras los dioses de los pueblos que están a vuestro alrededor»
(Devarim / Deuteronomio 6:12-14)

No vimos imagen de Dios, no es cuerpo, no es hombre, ni otro ser de los creados.
No vimos otra cosa que Sus actos, pero oí­­mos Su silenciosa pero penetrante voz, que llena con Su gloria cada milí­­metro de nuestro ser.
Esa voz que nos ordenó serLe fiel, negar toda adoración o reverencia a otro ser, despojarnos del mí­­nimo rastro de idolatrí­­a, es decir quitarnos todo lo que es infidelidad y mentira.
Esa voz que anunció con perfecta claridad:

«Escucha, Israel: el Eterno nuestro Elokim, el Eterno uno Es.»
(Devarim / Deuteronomio 6:4)

Uno, sin dos, ni tres.
Uno sin par, que nada se le iguala.
Uno que no tiene un cuerpo, pues entonces serí­­a más de uno.
Uno que es eterno y que ha sellado una Alianza eterna con nosotros.
Uno que hemos conocido personalmente, que hemos aceptado con confianza, que hemos ido trasmitiendo con fidelidad a lo largo de las generaciones y lo ancho de nuestros exilios.
Uno que no cambia, ni miente, ni cambia Sus promesas.
Uno que no es Jesús, ni cualquiera otro de los dioses ajenos, que no son más que monigotes, fantasí­­as, ilusiones en la febril mente de los que depositan su fe en ellos.
Uno que es nuestro Padre celestial, Padre de todo ser, y que ha escogido a Su primogénito, el pueblo judí­­o, para que sea Luz de las naciones.
Uno que es justo y misericordioso.
Uno que nos ha hablado, nos ha liberado y lo continúa haciendo constantemente.

En resumen, no podemos definir a Dios, ni encerrarlo en palabras o pensamientos.
Pero sí­­ podemos saber quién es Dios y que cosa es falsedad.

Lo sabemos, lo heredamos, lo vivimos y lo preservamos para nuestra posteridad.

Como hacer lo que no se puede hacer

Como hacer lo que no se puede hacer
Por Jack Riemer
El 18 de noviembre de 1994, Itzhak Perlman, el violinista, entró al  escenario para dar un concierto en el «Avery Fisher Hall», del Lincoln Center de la ciudad de Nueva York.
Si alguna vez ustedes estuvieron en un concierto de Perlman, ustedes sabrán que llegar al escenario no es un pequeño logro para él. El tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con bragueros y camina con la ayuda de dos muletas. Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente es una visión asombrosa. Seguir leyendo Como hacer lo que no se puede hacer

Resp. 74 – Doble premio

Estimado Yehuda Shalom:
Repasando el Libro El camino del Gentil Justo me saltó una interrogante:
Dice acerca del Mundo por Venir que los sabios de Israel lo llaman así­­, no porque existirá en un tiempo futuro, sino porque es la vida que a los ojos del hombre le deviene luego de la vida fí­­sica en este mundo mientras el Alma está en el cuerpo fí­­sico. Eso es consecuente con su enseñanza acerca del tema que dio cuando nos visitó a principios de mes.
Por otra parte en el Libro de rezos para noájidas incluye los 13 principios de fidelidad según Maimónides, uno de los cuales expresa: "Tengo absoluta certeza de que habrá resurrección de los muertos y Dios será conocido y servido por todos por siempre".

 ¿Cuál serí­­a el objeto de esa resurrección, si ya hemos tenido después de morir el justo y misericordioso juicio?

Atentos saludos 
Mis datos:
Marcelo Quinteros Pino
53 años
Constructor Civil
Viña del mar, Chile

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Cuando Noé aprende de Abraham…

(A partir de las enseñanzas del Moré Yehuda Ribco en su visita a Viña del Mar – Chile, febrero 2007)

En cada generación y en cada ámbito del desarrollo humano hay seres humanos (como individuos o como grupos) que sobresalen respecto a sus contemporáneos. Dios ha dado talentos especiales a cada pueblo o nación de manera que pueda cumplir con su misión en la tierra y, más aún, para que puedan guiar a sus hermanos – a las otras naciones.

¿Alguna persona con los pies bien puestos sobre la tierra se atrevería a negar la capacidad de los latinoamericanos para ser felices con poco? No necesitamos un sueldo para sonreir. La alegría es marca de fábrica.

¿Negariamos la capacidad de los eslavos para hacer las cosas planificadamente o la capacidad de los europeos para levantar de las ruinas sus países? ¿Se puede negar el olfato anglosajón para detectar lo que es constitucional o no? ¿Podemos hacer la vista gorda ante la capacidad natural que tienen los tibetanos para evitar guerras? 

Y podemos dar muchos más ejemplos…

Sin embargo de tal riqueza en forma de variedad de talentos, colores, razas y percepciones, las naciones que guardamos la herencia de Noé hemos dedicado muchos de nuestros recursos y talentos a los extremismos optando por un materialismo vestido de pseudo-religiosidad. Nos olvidamos de que existe Dios, Uno y Unico y consecuentemente perdemos de vista Su camino: el Camino de la Moderación.  

Perdemos el norte porque al no reconocer el papel que juega el Hermano Mayor, el pueblo Judío, terminamos por dejar de tener presente a nuestro Creador y Padre. Reconocemos el papel de todas las otras naciones pero nos hemos negado a reconocer el papel de Israel. Como dice el Rabino Elijah Benamozegh ("Israel y la Humanidad"),  "Razonando desde su perspectiva, parecería que los Hebreos tuvieron que haber sido politeístas una vez que los otros Semitas lo fueron, pues (dicen) no podría haber diferencias sustanciales entre las concepciones religiosas de pueblos que comparten un origen común, hablando la misma lengua y habitando el mismo territorio. Para respaldar esta afirmación, tienen mucho cuidado para ignorar pruebas innegables de monoteísmo entre los gentiles, que los historiadores han encontrado… Sería presuntuoso sostener que respecto a las ideas religiosas, la ley del progreso – que afirma una evolución gradual – no haya sido capaz de permitir una sobresaliente excepción".

Decía el ajedrecista ruso Paúl Keres (conocido como el eterno segundo), "Si encuentras una jugada buena, tranquilízate puede que encuentres una mejor". Y tiene mucha razón, si bien Noé es necesariamente un referente para nosotros los gentiles, ¿quiere decir que debemos repetir su jugada per se? ¿No hay nada más allá de nuestra nariz?

Para estar seguros, Dios Mismo da testimonio de lo sobresaliente que fue Noé: "Noé (fue) un hombre justo, perfecto entre sus generaciones; con Dios anduvo Noé" (Génesis, 6:9). Lo cuál refiere al grado de decadencia que campeaba en la tierra en aquellos tiempos. Dios encontró a nuestro ancestro como la única semilla que todavía podía ser replantada en la tierra después de la limpieza general que sobrevendría con el Diluvio…

Pero Noé falló en algo. Se preocupó en obedecer a Dios pero no llamó la atención a sus contemporáneos de manera que rectificaran su camino más personas. ¡Tuvo 120 años para convencer al menos a una persona pero no lo hizo!

Más adelante en nuestra historia, otro observante de las Siete Leyes Universales enmendó la equivocación. Cuando deja su parentela, Abraham lleva consigo a una multitud de noájidas, ex-idólatras que retornaron a Dios en gran medida por la estrategia inteligente que usaba el primer Hebreo: buscaba llegar a su cerebro y corazón. En efecto, Abraham es el vivo ejemplo del ser humano que se preocupa por sus congéneres. Brindaba hospitalidad y se preocupaba de que sus pares tuvieran alimento, sombra, agua – en una palabra no era misionero.

Vivimos en una época en que las limitaciones espacio y tiempo se han visto reducidas. Ayer me comuniqué con noájidas de Perú, hable con un rabino de Ecuador, y veo noticias del mundo. Nadie puede negar, como en la Segunda Guerra Mundial, que extremistas están cometiendo atrocidades en Darfur.

Pero aparentemente seguimos callados, hemos aprendido demasiado bien a callar. Estamos siguiendo nada más que el ejemplo de Noé.

Noé tiene que crecer y dejar de ser un niño. Tiene que aprender, madurar y copiar el ejemplo de de su hermano mayor Abraham.

Noé debe servir té con galletitas a sus parientea una tarde y preocuparse por ellos, ¿en qué puedo serte útil? 

Noé debe invitar a su amigo – aquel que nosotros mismos apartamos cuando nos volvimos idólatras excluyentes y egoístas – a un buen asado chileno acompañado con patacones ecuatorianos y un poquito (con moderación!) de aguardientico colombiano. ¿No crée usted que ya hay ambiente?

Luego, no les hable de Noajismo. Vívalo usted mismo al máximo de su potencial y deje que sus vecinos, parientes, etc. pregunten a su tiempo, cuando nazca de ellos, sobre "esa onda en la que andas metido". Motive (pero no trate de convencer) a su amigo a qué sea ser humano: que cuestione las cosas, que use la razón y la lógica como herramientas para buscar la Verdad.

Como bien lo dice el Rabino Aryeh Kaplan ("¿El Verdadero Mesías?"), los misioneros usan mentiras para atrapar a incautos. El mejor ejemplo de ello es la mala-interpretación (fuera de todo contexto y lógica) del versículo,  "Por su vivo esfuerzo verá y quedará satisfecho. En su conocimiento Mi siervo justo hará lo justo para muchos, y los pecados de ellos él tolerará" (Isaías 53:11). Pero la verdad se defiende sola. No debe copiarse esas rutinas de robot propias de los misioneros -que saltan de retórica en retórica hasta encontrar alguna debilidad en su interlocutor para poder meter su veneno.

Pero como dije, la verdad se defiende sola. Por ejemplo, sobre la frase "En su conocimiento Mi siervo justo hará lo justo para muchos", el Moré Yehuda Ribco comenta:

<<El siervo justo es conocedor del Eterno: bucéa con amplitud en Su Torá, practica con habilidad Sus mandamientos. Su vida y su predica es un ejemplo para las naciones. Con su vida de justicia, los demás aprenden a llevar una vida de justicia, o al menos tienen la oportunidad de reconocer el camino correcto del que no lo es. Al respecto el profeta ha anunciado: "Muchos pueblos vendrán y dirán: ‘Venid, subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas’. Porque de Sión saldrá la Torá, y de Jerusalén la palabra del Eterno" (Isaías 2:3).>>

Así que tú Noé, abre tus ojos, usa tu cerebro con todo tu potencial, prepara tu corazón y humildemente aprende de tu hermano mayor, Abraham. ¡Eso le place a tu Creador!  

 

De diezmos y caridad

Todos creemos saber para qué sirve el dinero, quizás algunos realmente estamos cerca de saber cuál es el valor de ese inmaterial objeto que tanto poder tiene sobre la sociedad hoy en día. Sin embargo, pienso, que aunque creamos saber sobre el valor del dinero, nadie conoce completamente su función primordial.

El dinero viene a nosotros a través de distintos medios: producto de nuestro trabajo, porque alguien nos lo regala o porque con suerte lo conseguimos en la calle; la mayor suma de dinero que podemos recibir honestamente se obtiene a través del trabajo, el esfuerzo de una labor merece una retribución, y desde hace mucho tiempo ya el trabajo se paga con dinero. ¿Qué pasaría si por un mes dejamos de trabajar? Es probable que alguna persona conciente y de buen corazón de nuestro circulo social más cercano nos “preste” (que es otra manera de percibir dinero, pero en este caso el dinero no es nuestro…) o quizás si es alguien con un sentido de la bondad más abierto nos regale dinero para subsistir ese mes… pero esa persona no estará los doce meses al año regalándonos o prestándonos dinero, de alguna forma (honesta) tendríamos que conseguir dinero.

La religión cristiana (en general) usa a las personas para conseguir dinero; muchas denominaciones abusan de las personas para mantener su imperio. Sin embargo la idea del diezmo y la ofrenda no es del todo descabellada, si se usa para el correcto beneficio de la comunidad, quizás algunos noajidas estén ahorita escandalizados mientras leen que no es descabellada la idea de aportar dinero a la comunidad noajica.

Les pondré un ejemplo sencillo para que vean que no estoy loco del todo.

Si tenemos una comunidad noajica, la comunidad ha de tener una sede para reunirse, una estructura física que consume servicios básicos como agua, energía eléctrica, telefonía; además dicho recinto necesitará mantenimiento, no solamente referente al aseo sino que cada cierto tiempo se requerirá reparar zonas del edificio y seguramente alguna vez tendrá que refaccionarse la estructura, hacerle nuevos arreglos, mejorar las condiciones de habitabilidad, ampliar la estructura, etc’s… Todo esto consume dinero, y ese dinero tiene que provenir de alguna parte… Lo más lógico es que quienes disfruten del recinto y de todas sus comodidades y servicios sean los que costeen todo; pudiendo, por qué no, recurrir como medida de coadyuvar el gasto, a actividades que generen dividendos y que beneficien a la sociedad (bazares, ferias, conferencias, cursos, más etc’s…) Además de todo lo que esta implícito en el hecho de tener sede propia esta también aquello que probablemente no se perciba con claridad, el trabajo horas-hombre que llaman; ¿quién va a asear el recinto?, ¿quién va a vigilarlo de noche?, ¿quién atenderá a los visitantes y personas interesadas?, ¿quién hará mantenimiento a la estructura física? Toda esa gente necesitará, a cambio de dar su tiempo, de prestar su servicio en la labor que le toque, un salario justo con su trabajo… esto también es parte del gasto que a todos beneficia, por ende todos deberán actuar con equidad y honestidad ante esto.

Creo que he sido lo bastante explícito a la hora de ilustrar la razón fundamental de dar una cuota de afiliación. El objeto de esta cuota no es explotar a nadie, no es sacarle su dinero, no es usar y mucho menos abusar de la persona, es más bien, una manera a través de la cual la persona se siente identificada con su comunidad, le da sentido de pertenencia, cada vez que vea un arreglo, el lugar más bonito, equipos de música y audio mejores se sentirá feliz de haber contribuido con esas mejoras…

Ahora bien, esto no es caridad, es un deber intrínseco a la persona; no hay nada aquí que este fuera de lo que son los gastos que uno mismo genera, pagar los servicios de nuestra casa no es caridad, es un deber moral, nosotros somos los generadores de esos gastos y como tal debemos dar respuestas a ello, así mismo la comunidad, siendo como una segunda casa, es responsabilidad de todos.

Caridad podría ser que alguien compre desde un florero hasta un monitor de plasma para el uso de la comunidad, caridad podría ser el aporte benéfico de algunos para abrir un colegio, un centro asistencial de salud, en fin… cantidad de formas en las que podemos dar caridad.

Ahora bien, creo que empezamos a conocer cuál es el valor del dinero; creo que el dinero es necesario solamente para mejorar nuestra calidad de vida y para mejorar la calidad de vida de nuestro entorno, ninguna en detrimento de la otra, ambas complementarias.