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Improvisando

El sábado anterior fuí a visitar a David a la salida de su trabajo, para pasar un rato ameno, en medio de las complicaciones y obligaciones cotidianas, pizza mediante que amablemente me invitó (!la próxima yo David!jeje). Y bueno, hablamos de todo un poco, de cosas de Fulvida, y de otras generales y cotidianas, alimentando nuestro sentido noájico (¿acaso no es tan simple como eso?).

Así charlamos sobre su idea de tríptico, sobre el cual posteó hace uno o dos días, le ofrecí ayuda con fotocopias en cantidad, donde le puedo pedir ayuda a algún ex compañero de mi trabajo anterior. Luego lo acompañé a elegir un regalo para su papá porque cumplió años y me dí cuenta que David NO SABÍA QUÉ REGALARLE (jajaja), así recorrimos tiendas de ropa, librerías,etc., y él se sentía apesadumbrado porque creía que yo me estaba cansando, pero nada que ver. La pasé muy bien y eso que sólo se trataba de compartir unas cuantas horas, nos reímos con los libros, muchos de los cuales eran idolátricos hasta la médula, otros en cierta medida rozaban el noajismo aunque inconcientemente, y acá fué donde pensabamos qué bueno sería poder editar un libro de noajismo de la talla de los que posteó rquezada, para que pudiera estar en la Feria del Libro que se hace en Buenos Aires cada año (hay que buscar todas las alternativas posibles).

En algún momento le comenté sobre el tema de robar, que según mi punto de vista es MAS GRAVE de lo que ya aparenta, y tomé el ejemplo de alguien que con esfuerzo y trabajo, logra comprarse una campera, sólo para que al levantarse temprano para ir al trabajo sufra menos el frío. Tanto le habrá costado comprarse esa campera; un mes, dos meses de trabajo, esfuerzo, sueño, cansancio, dinero, problemas cotidianos, etc,etc,etc,…para que luego venga un ñato con un cuchillo a revolver a arrebatárselo. Es decir, el tipo no sólo le roba la campera, sino el esfuerzo, uno o dos meses de su vida que ya no vuelven…le roba más que la campera, le roba parte de su vida.

O que la sociedad tiene tan metido e inculcado las costumbres idolátricas o erróneas, decía David, que al actuar en lo cotidiano, de alguna u otra manera se recurre a tales cosas, por más inconsciente que uno actúe. Ejemplo de esto podría ser que en chiste se aludiera a que el judío es tacaño, o que no gasta el dinero, cosas que tuvieron origen en gente que odia a los mismos. Algo que habría que erradicar.

Hablando de estas y varias cosas, estando en el restaurant o caminando en la calle, David notó y luego yo que las personas a nuestro alrededor seguramente nada sabían, de esto, de ser noájida, y lo comparamos un poco con Matrix (la película) en donde siguen mucho durmiendo sin saber de la realidad. Reconocimos que es mucho todavía el trabajo por hacer, y que es apremiante; cada uno dentro de sus posibilidades, para hacer que otros despierten, pero sin perder la calma ni ser fascineroso, inquisidor, o intolerante; sino paciente, amoroso, respetuoso, y por qué no, fuerte.

De cada cosa que hablamos surgieron ideas, las cuales esperamos pronto las podamos llevar a cabo, a pesar a veces de falta de tiempo o recursos materiales, que obviamente son necesarios.

Y algo curioso: al volver ya, estábamos en el tren de regreso, y un pobre mendigo en silla de ruedas se puso casi a nuestro lado, al instante mientras seguíamos charlando, depositamos unas monedas en su latita y seguimos charlando. Al poco rato el mendigo empieza a hablar a todos, deseándonos felicidad, recomendándonos el estudio, gracias a Di-s…y hasta que dijo »gracias a Jesús»…a lo que ni David ni yo pudimos evitar esbozar una sonrisa cómplice aunque no estoy seguro en qué sentido, pero es como si dijéramos: noooo! jajajaja. Y David me dijo en broma: »bueno, al menos las monedas se las dimos antes que lo mencionara», y yo no me animé a pedirle que me devuelva la moneda (broma!). Rara situación si las hay.

Luego David se despidió, bajó del tren, para seguir con su vida familiar, igual que yo. ¡Qué simple y lindo!

Bueno, sólo tenía ganas de improvisar contando algo ameno y cotidiano, que no sé si contruye o no, pero al menos quise dar a conocer la simpleza con que podemos llevar nuetras vidas, y el aprendizaje que somos capaces todos de llevar a partir de una charla común. Shalom.

PD: seguimos hablando a medida que comenten. Bendiciones.

PD 2: hubiera escrito esto en la sección »charlemos», pero como era algo extenso y no tan rápido de leer, lo posteé. Más bendiciones.

El visitante del Baal Shem Tov

E1 santo fundador del Movimiento Jasídico, Rabí Israel Baal Shem Tov, estaba en su habitación, entregado a sus pensamientos. Una pequeña vela iluminaba el cuarto y el Rabí parecía estar en otro mundo, ajeno a lo que sucedía a su alrededor.
De pronto, el silencio fue cortado por un seco golpe a la puerta, la que luego se abrió suavemente.
El asistente de Rabí Israel, respetuoso, interrumpió las reflexiones de su venerado maestro para anunciar la llegada de un forastero. Se trataba de un hombre de mediana edad, bien vestido y con aires de ser dueño de una inmensa fortuna. Seguir leyendo El visitante del Baal Shem Tov

AMIA: 14 años

Un 18 de Julio, hace 14 años, una mañanita bonaerense del barrio de Once fue interrumpida por una brutal agresión a la humanidad.
Terroristas palestinos e iraníes, en complicidad con agentes argentinos, volaron la AMIA, Asociación Mutual Israelita Argentina.
Un agujero infernal quedó en el lugar en donde se prodigaba misericordia al prójimo.

Murieron 85 personas, judíos, gentiles, personas… universos enteros fueron masacrados en nombre de la maldad.
Fue violentada la paz, a causa del odio estúpido y malvado.
Luego, el crimen fue encubierto por autoridades, por cómplices, por la desidia, por el olvido de los que no lo quieren recordar.

Hoy estamos para recordar, para demandar justicia, para construir shalom a pesar de los que laboran
constantemente por traer caos y maldición.

Sea la memoria de los justos bendita.

Nuestra vida, nuestra mision.

De donde venimos? hacia donde vamos? quienes somos? son constantes preguntas que, desde la ciencia hasta la religion intenta dar una certera explicacion, muchas veces por mas elocuentes que sean, no logran cumplir las expectativas de los que ven pasar la vida haciendose estas preguntas…

No intento dar una respuesta a estas preguntas, ya que escapan a mi conocimiento. Pero si quiero intentar motivar a quienes participamos, a cumplir con nuestra mision… que creo que si sabemos cual pueda ser…

 

 

El hombre, lleva en su alma, el mismo sello Divino que hace que comience nuestra busqueda. Una busqueda que comienza con el espermatozoide logrando llegar al utero materno, una carrera de obstaculos quizas, y con competidores reales! Mirando positivamente este cuadro, somos los ganadores de una carrera donde los participantes fueron… Millones!!! Y solo nosotros la ganamos!

Comienzan las etapas de la gestacion… Dice una enseñanza judia, que Di-s decide si la persona es alta o baja, gorda o flaca, etc… pero de el hombre depende, que sea una persona justa o una persona malvada. (Tania; tomo 1)

 

 

Lo real y cierto, es que cada ser humano en este mundo, nace con un porque… Nuestro Di-s, diseño un mundo, donde podamos vivir y desarrollarnos a plenitud… Desde el mismo segundo de la concepcion, ya tenemos una mision… para El Creador, no existen accidentes, no envia almas sin sentido, Di-s no cuenta nunca con un «plan B»… Todo cuanto hizo, lo hizo con un fin y perfecto.

 

 

Nuestro crecimiento, nuestro desarrollo, nuestra vida, va tomando distintos matices, pasando por distintos sabores que degustar… sea cual sea la vida que le «toque» vivir a cada uno, es responsable del sentido que le de… Es cierto que mucho depende de la clase de educacion que uno recibe, tal sera la persona, pero tambien estamos dotados con una voluntad, una buena… y una mala… En la literatura judia, es llamado Instinto bueno e Instinto malo, una lucha constante donde cada uno quiere gobernar, la accion de hacer lo bueno y recto, trae aparejado una vida de positividad, en contraste, solo una vida de dolores de cabeza…

 

 

Incontables veces el hombre piensa que esta solo en este mundo, que el mismo se acaba cuando se esta en proceso de crisis… el crecer es una crisis irremediable. Versa un texto; «enseñale al niño su camino, cuando sea anciano no se alejara de el» (Proverbios).

En todo esto existe un paralelismo, el crecimiento espiritual… Desde un despertar espiritual, hasta su madurez necesita de procesos, de erradicacion de lo dañino, hasta los reconfortantes momentos de meditacion… de encuentros con el Uno y Unico Di-s.

 

 

Existen personas en este mundo que viven formulandose las preguntas antes formuladas, muchos creen que solo vinieron y punto, estan aqui, nacen, viven y mueren, eso es todo…no hay misterio!  otros, que viven creyendo que fueron un «accidente» en la vida, mama y papa tuvieron una noche de amor y… tuvieron un accidente!.  25, 30, 35 años despues, juancito, nuestro «hombre-accidente», lleva una infeliz existencia intentando darle sentido a su accidentada… vida.

 

 

No existe receta medica, ni busqueda misteriosa para vivir una vida con sentido. No existe lo magico, no existe… Nuestra busqueda real es encontrarnos a nosotros mismos… «Adam… donde estas?», fueron las palabras de Di-s al primer hombre… donde estamos nosotros hoy? en que etapa, que situacion? El hombre sigue buscando las respuestas en distintos lugares, y se enrreda en mayor confucion, sin darse cuenta que su destino, su vida y su mision, estan dentro de si mismo… una mirada al interior, es revelar nuestro verdadero tesoro… nuestro encuentro con nuestra verdadera identidad, es lo que nos llevará a saber de donde somos, de donde venismos… y hacia donde nos dirigimos…

 

 

«Akaviá Ben Mahalalel dice: Presta atención a tres cosas y no llegarás a pecar: sabe de dónde has venido, a dónde irás y ante Quien deberás rendir cuentas.  ¿De dónde has venido?  De una gota fétida.  ¿Hacia dónde vas?  A un lugar de polvo y gusanos.  ¿Y ante Quién deberás rendir cuentas?  Delante del Rey de Reyes, el Santo – bendito es Él».  

(Pirke avot)

Bendiciones From Argentina.

Andres Cabrera.-

Mi Escalera.

Hola a todos, como estan? Di-s quiera que muy bien.

Hace unos dias que ando «desaparecido», ya que estube de mudanza, y por el momento estoy viviendo sin internet en casa, cosa que me tiene como leon enjaulado… se los extraña…

Hace unos minutos, estuve pensando en la escalera de Iaacov, nieto de Avraham… mas alla de querer dar una interpretacion, solo doy una reflexion con respecto a la escalera… mi propia escalera…

(Por mi trabajo, estoy constantemente subido a una escalera, (rubro construccion), se la utiliza para llegar a alturas que normalmente no se pueden llegar por propios medios, y no solo llegar, sino tambien lograr «realizar» dicho trabajo…)

Por que digo «mi propia escalera»?. Pienso que a cada uno se nos dio una esclaera (sentido metaforico plis), que conectan la tierra con el cielo, es decir, nosotros con Di-s, una relacion que deberia ser unica… solo nosotros y Él… cuando los problemas nos rodean, cuando las viscicitudes de la vida hacen que tambaliemos, es bueno recordar que tenemos una escalera a la que debemos subir, y sigo pensando… por que es que a veces tambaleamos? es justamente por que no estamos subiendo… yo lo se… a veces por mas espirituales que seamos, nos tocan los problemas cotidianos, pero tampoco que seamos espirituales, significa que no vivimos en cuerpos de carne… pero que pasa cuando ya la preocupacion va mas alla de lo «normal»? empezamos a quejarnos, a llorar, a regañar… a veces nos lo agarramos con los conyugues, con la familia… etc… Cada peldaño es una prueba superada… creo que mientras estemos en este cuerpo, problemas vamos a tener suiempre, lo bueno de esto es que entonces siempre vamos a tener la posibilidad de subir por la escalera… El Padre siempre nos va a estar esperando, siempre nos estara recibiendo de muy buena manera…

Y sigo pensando… a que se parece esta escalera? creo que muy clave tambien, a que esta escalera tiene 7 peldaños eternos… Las sheva mitzvot… sin ellos, no podriamos tampoco subir, sin ellos, no lograriamos alcanzar al Padre… los dejo para que lo sigan pensando, meditando… quizas ustedes saquen mas ideas de esta linda escalera…

 

Saludos desde Argentina.

Andres Cabrera… (no se si estar con el campo o el gobierno…que paradoja…)

Cuento: Un Joven y su Camino.

El siguiente es un cuento que ideé algo breve al principio, pero que a medida que lo escribía se me ocurrían ideas, y más ideas, por lo que no pude evitar hacerlo extenso. No soy literato ni tengo experiencia en escribir relatos, sólo me apoyé en algo de conocimiento, otro poco de lectura de la cual pudiera influenciarme, otro poco de sentido común, pero creo que valdría la pena leerlo si es que se tiene algo de tiempo, o si quieren cópienlo y péguenlo en un word, como deseen. Espero que les guste. Shalom.

Sebastián.

Había un joven y junto a él su familia y algunos amigos. Su familia era su padre, su madre, hermanos y algunos parientes. Siempre juntos andaban en la vida, compartían todo y todos se amaban mutuamente, algo que nunca se rompería era los lazos de amor eterno que entre ellos había.

Cierto día caminando sólo Di-s sabe dónde, divisaron a lo lejos un lugar donde había un tumulto de gente, y por curiosidad se acercaron hacia ahí. Notaron al llegar que de ese lugar nacían varios caminos, cada uno tenía un cartel en la entrada y muchas de las personas empezaban a tomar estos varios caminos.

Se acercaron más a leer lo que estos carteles decían, así fué como leyeron uno que expresaba: » El Camino del Gentil Justo», y tenía un símbolo, como un arco iris. Este camino les inspiraba confianza, y resplandecía con claridad desde adentro, pero notaban que eran poquísimas las personas que entraban acá. Les parecía raro, nunca habían escuchado hablar sobre un gentil justo, ni imaginaban por qué tenía tal símbolo, sin embargo no se detuvieron a pensar mucho en este asunto, más, siguieron leyendo los carteles de los otros caminos.

Había otro cartel que dictaba: »Camino de la Salvación», y éste tenía como símbolo una cruz, sin embargo no les parecía raro, puesto que ya antes de llegar al lugar habían oído mucho sobre este camino. Comprobaron lo que habían oído al ver que muchas personas, la mayoría, eligían éste. Además, éste camino al igual que el anterior, también les inspiraba confianza e irradiaba casi la misma claridad, apenas algo menos, y al ver que eran muchas las personas que entraban por ahí comenzaban ya a decidirse por éste camino. Así la familia y amigos del joven empezaron a entrar, pero el joven se detuvo un momento para pensar, y les dijo que se adelanten, que ya los alcanzaría.

Antes de entrar decidió ver los letreros de los otros caminos. Notó pues que había varias entradas que simplemente decían »camino», o »camino sin retorno», y varios otros. Por último vió que había uno cuyo cartel tenía la leyenda »Camino de la Torá», y tenía como símbolo una estrella de seis puntas.

Acá se detuvo por un instante, se asombró al ver que era la única de todas las entradas que estaba cerrada, cercada por un alambrado de una especie de acero inmenso y que parecía llegar a los cielos. El joven no llegaba a distinguir hasta dónde llegaba, pues escapaba a su vista al mirar hacia arriba. Pensó que cómo es que hay un camino cuya entrada está bloqueada, no tenía sentido para él.

Pronto había menos gente, ya todos iban decidiendo sus caminos, por lo que el joven decidió emprender el que había elegido, en donde su familia y amigos ya habían entrado. Sin embargo, al estar frente a la entrada del Camino de la Salvación, vió que había personas que salían de acá y se dirigían al de la Torá, y que además, sin que nadie los viera escondían en sus ropas una cruz y un libro. Se vestían de una manera extraña, algunos se ponían una redonda »tapita» rara en la cabeza, otros sombreros, otros extrañas mantas, hasta se ponían barba falsa. El joven no entendía qué hacían, por qué se vestían así o para qué.

Entonces vió que estas personas al llegar a la entrada de aquella estrella, comenzaban a trepar el alambrado, cada vez erán más los que hacían lo mismo. Sólo por curiosiad, pospuso su entrada y fué a ver qué encontrarían al llegar al final de esa red.

Así empezó el muchacho también a trepar, trepaba, trepaba, trepaba…y nada. No llegaba a nada. Miraba hacia arriba y sólo había más alambrado…y más trepaba, y más alambrado. Lo curioso acá fué que mientras el subía, las pesonas que ya lo habían hecho antes se cruzaron con él y comenzaban a descender exhaustos, pero él decidió seguir un poco más.

Ya al fin se dió cuenta que era imposible, estaba cansado y miraba hacía arriba y sólo veía…mas alambrado.

Decidió ya descender, y al estar cerca ya del suelo se sorprendió al ver a través de la red a personas dentro de éste camino. Eran personas que tenían una apariencia similar a las que antes trepaban el alambrado, pero éstas emanaban una especie de luminiscencia, tenían unos extraños rollos hermosos que destellaban luz, tampoco entendía el joven lo que veía, todas estas personas aplaudían, bailaban, reían, abrazadas unas con otras, todas alrededor de este rollo. Lo que más le llamaba la atención era cómo estas personas estaban ahí, en ese camino, si era imposible de entrar…el alambrado no sólo era altísimo, imposible de llegar a la cima, sino que a pesar de que se podía doblar un poco, era indestructible a causa del raro material con el que estaba confeccionado. Era realmente imposible de pasar al otro lado.

Además también desde ahí se apreciaba claridad, era distinta a las anteriores pero de la misma hermosura.

Terminó entonces de descender, la gente que antes quería trepar el alambrado ya no estaba, así se dirigió al camino que había elegido.

Al estar nuevamente en la entrada, al leer otra vez el cartel pensaba: –»Si éste es el Camino de la Salvación, no tengo por qué temer, además esto debe significar que me tengo que salvar de algo, que seguramente es oscuro y malo, optaré pues por este camino.»

Al pasar ya la entrada, dentro del camino, dio algunos pasos hasta que a su encuentro salieron unas personas con vestigios con la insignia de la cruz que vió en el cartel. Fué el primer saludo: –¡Saludos hermano!¡Aleluya y enhorabuena para ti haber entrado!– Así hablaban con macabra astucia. Estas personas le dieron una »calurosa bienvenida», lo llamaban hermano y lo felicitaban por haber elegido el camino de un tal »Cristo». Le dieron una supuesta guía de este camino: dos rollos. El muchacho otra vez se asombró ahora al ver que un rollo era muy similar en tamaño y forma al resplandeciente que alcanzó a ver en el Camino de la Torá, sólo que éste rollo no destellaba luz, de hecho era muy opaco y carecía de la extraordinaria belleza del anterior, sin embargo éste parecía lindo y le gustó, entonces lo tomó. También tomó el otro rollo, que era muy similar al primero que le dieron, su título era »Nuevo Pacto» y era también opaco. Después de tomarlos se alejó de ellos y emprendió el viaje. Al alejarse algo el joven, una de estas personas recepcionistas le dijo al otro: –Veo que no hay más gente afuera, apaga entonces las luminarias sobre la entrada-. Habiendo dicho esto fué el otro solícito y apagó aquellas opacas luces. Tal era su oscuro proceder.

Con estas guías entonces emprendió lo que ignoraba iba a ser un largo y arduo camino, difícilmente lo imaginaría, el sólo se sentía contento, feliz de que su camino lo salvaría de algo.

Comenzó a la vez que caminaba, a leer las guías. Así supo de la Creación, de que había un Ser superior que creó todo lo que existe y que además había creado al ser humano, y tambíen leyó acerca de los ángeles que eran seres celestiales también creados y al servicio de este Supremo Ser. Dios,así supo que le decían, había creado un lugar llamado Edén y ahí vivían el primer humano y su compañera, pero en una ocasión desobedecieron un mandato del Ser Supremo, por culpa de una serpiente que había engañado a la mujer de aquel jardín, y a causa de esto fueron expulsados…y seguía leyendo más. Entendía todo lo que había en esos rollos, veía cosas positivas, cosas lindas, pero a veces había cosas que no le cerraban, algunas contradictorias, otras sin mucho sentido, algo vacío. También se encontró en estas lecturas muchas referencias a un ser malvado, un espíritu inmundo que sólo quiere hacer perder a los humanos y que gobierna el mundo de los hombres. Alguien que según estos escritos se llama »Satanás el Diablo», pero también lo llamaban por muchos otros nombres, pero la idea general era que se trataba de un ángel que se opuso al Supremo Ser, un enemigo, y se trataba de la misma serpiente que engaño a la primera mujer.

La sola idea de que existía un ser así le producía terror, mucho miedo, pues no quería que este ser lo hiciera perder. Descubrió que de éste ser había que salvarse.

Siguió leyendo y felizmente para él se encontró con que había alguien que tenía el poder de destruir al ser malvado, justamente era la persona a quien los que le dieron la bienvenida al muchacho llamaban Cristo, aunque también se referían a este personaje como Jesús, Jesucristo, etc.

Era alguien que según estos escritos era hijo unigénito del Ser Supremo, y que era del mismo origen de las personas que antes él había visto reir y bailar junto con el rollo luminoso. Así y todo, tampoco le cerraban las cosas que se decían sobre este personaje, pues le daban condición divina, poder milagroso, y hasta se decía que era el mismo Ser Supremo…pero…murió! no entendía esto el joven ¿un dios puede morir? lo habían matado las mismas personas de su nación, porque lo despreciaban…era mortal! murió y todo para salvarnos…eso leía, aunque entendía lo que leía, muchas cosas no le cerraban, no tenían sentido. Igualmente decidió aceptarlo, pues resolvió que era el único que lo salvaría del espíritu malvado, esto era lo que más le aterraba.

Luego de terminar sus lecturas, se encontraba ya en pleno sendero, había gente con él que había hecho lo mismo, también había dejado camino atrás y tenía mas por delante.

Notó que de pronto las personas que terminaron sus estudios empezaron a reunirse en varios grupos, algunos eran de mucha gente, otros con poca, y gran parte de la gente tenía como una venda en los ojos aunque parecía buena, pero lo más increíble era que entre los grupos se discriminaban, se desaprobaban, se despreciaban y hasta se insultaban. Justamente discutían sobre lo que habían leído y competían por sus creencias. Estos grupos tenían líderes, cada líder dirigía a su gente y algunos de estos líderes tenían tambien vendas, otros no. Uno de ellos le decía al joven que si bien son los jefes de su grupo el Líder de todos era el Salvador.

Para sorpresa del muchacho también en este camino se encontraban las personas que al principio querían trepar las redes de la entrada de la Torá, que al no poder pasar del otro lado bajaron y entraron al de la Salvación mientras el joven todavía intentaba subir aquel alambrado. Tampoco habían abandonado sus vestigios, la »tapita», el sombrero, la manta en la cabeza, las barbas…también imitaban a las personas de aquel camino, bailando riendo, aplaudiendo, todos abrazando un rollo parecido al del joven y al resplandeciente, de hecho también tenía cierto brillo, pero requería ser pulido constantemente, porque su brillo no era natural, era igual de opaco que los rollos del joven. Más bien parecían tratar de imitar aquella radiante luz pero no lo lograban. También notó que a una de estas personas se le escaba una cruz de su bolsillo mientras bailaba y festejaba, y creyendo que nadie lo veía, escondía esa cruz. Esta situación le pareció muy inquietante y lo desconcertaba. Este grupo también era como los demás al desaprobar a los otros, algo no andaba bien…

Algunos líderes y especie de supervisores en ocasiones se topaban con el muchacho a pedirle colaboración con dinero, para mantenimiento del camino, pues alegaban que era mucho el tránsito a causa de la gran cantidad de gente y que esto desgastaba el suelo, era »para el bien de todos», decían. El joven un poco perplejo les daba algo del dinero que traía consigo, aunque al ver los suelos no le parecía que estaban en buenas condiciones, o que alguien haya hecho algún mantenimiento. Sin embargo lo entregaba de buena fé, con la intención de ayudar a los demás.

Así pasaba el tiempo para él, caminando y dando dinero, contemplando gente discutir, llorar, insultar…un caos…a veces leía su guía y se consolaba en ella pero no lograba reconfortarse del todo, recordaba y extrañaba a su familia y amigos, no sabía nada de ellos, sólo estaba seguro que se encontraban en el mismo camino que él. Pasaban días, meses, años…lo mismo de siempre, ya no estaba contento ni seguro del camino que eligió, y seguía caminando…

Pronto notó que el suelo del camino estaba raro, como con barro, a medida que avanzaba había más barro, más incómodo era caminar, de a poco costaba más avanzar, en esta zona ya del camino otros andaban con dificultad y con una constancia que parecía terquedad u obsesión, pero esforzados en seguir a toda costa, »tal vez sea una prueba para saber si queremos seguir»- pensaba- ‘‘¿quién sabe? a lo mejor, después del fango estaría la salvación…»’

En esta zona había carteles raros que decían: »Peligro, no continuar», éstos parecían no estar hechos por los mismos que contruyeron este camino, pues más bien resplandecían de una manera parecida al del rollo que vió al principio. Tampoco comprendió qué origen tenían esos carteles de suma advertencia, ni cómo estaban ahí apartados a un lado del sendero . De alguna manera se podría presumir que no eran de la misma naturaleza que el camino tomado ni de las guías que llevaba consigo. Pero una cosa era segura: ya no quería seguir caminando ahí. Realmente sintió miedo del lugar en el que estaba, peor, no sabía como salir.

Así divisó cerca de uno de esos carteles un pequeño camino que se unía al cual él se encontraba, y rápidamente se dirigió para aquel pequeño sendero y llegó. Era humilde, algo precario, pero más firme que el fango en el que estaba, era como de arena. Si bien no era cómodo de estar parado, pues tenía que estar constantemente moviendo los pies, al menos ya no se hundiría como antes, porque ya a esa altura el otro camino en vez de fango era arena movediza. Entonces se alegró pues creía aún que su Salvador le había mostrado aquella oportunidad, así empezo a andar por este nuevo sendero, y a lo lejos veía que se conectaba con algo que no alcanzaba a ver pues se veía como niebla, pero igual el muchacho siguió.

Ya cerca de donde terminaba este nuevo camino, podía ver atrás de él, lejos pero claro, el destino final de su camino anterior. Primero una especie de rampa hacia abajo.Luego un precipicio. Ciertamente significaba la muerte para los que lleguen, esto estremeció al joven que recordaba a sus allegados, no quería que llegasen ahí, pero el fango del lugar le imposibilitaba volver para buscarlos, no podía él buscar a su familia y amigos.

Llegó triste al final del nuevo sendero… y otro cartel más:»Estás llegando a Fulvida. Fundación Luz de Vida.» »Constructores de Shalom». –¿Shalom? ¿Qué significa eso?– se dijo a sí mismo,-Jamás había oído sobre esa palabra ¿Qué lugar es éste?-

Dejó el cartel atrás y siguió, pero había una espesa niebla que parecía no tener principio ni fin, muy densa, que no dejaba ver qué había del otro lado, y temió seguir, –Tal vez exista un precipicio parecido al que ví antes– dijo, y se quedó parado…

MIentras tanto, del otro lado, había mucha gente, justo a la misma altura de dónde se encontraba el joven, trabajando sobre el camino, parecían estar renovando los pisos. Éstos parecían como de madera firme, con una inscripción en cada una de sus tarimas: »Shalom». En esos momentos las estaban cambiando por unas baldosas que eran de piedra muy dura, mas firmes aún que las de madera, y que también tenían tallada la misma inscripción, y todos trabajaban en esto.

Junto con estas personas había una que parecía ser una especie de asesor, guía y supervisor en esta obra, aunque también ponía manos a la obra. Era muy entendido en el tema, y lo curioso es que no era como los demás trabajadores, traía sobre su cabeza esa redonda tapita, una similar que nuestro joven había visto anteriormente, también un rollo resplandeciente como el que ya conocemos. Él mismo parecía dar pautas, extraía instrucciones de su rollo, de las cuales elegía lo conveniente para sus colegas obreros, aunque todos mostraban una eficacia en lo que hacían. Pero todos trabajaban juntos en lo mismo, hacer más firme y sólido ese camino. Tenían en mente para el futuro cambiar la piedra por acero grueso, para hacer más sólidos aún sus baldosas, aunque requerían de recursos y debido a eso todo lo hacían despacio pero seguro, y siempre en acuerdo mutuo en mantener la inscripción de los suelos de su camino. Cosas como éstas hacían con alegría.

De repente uno de ellos vió sorprendido a un joven parado del otro lado, nuestro muchacho. Con ese asombro le dijo a los demás: – ¡Miren! ¡Un muchacho desconocido está parado al costado de nuestro camino!-, los demás vieron y no con menor sorpresa advirtieron la presencia de aquel extraño. Otros más lejos, no se habían percatado aún del asunto.

¿Quién sera?– se decían –Se ve bastante cansado y angustiado, vamos, acerquémonos y averigüemos quién es y de dónde viene-…entonces dejaron de hacer aquello en lo que trabajaban y fueron a su encuentro. Entonces uno de ellos le habló diciéndole: –Hola, quién eres y de dónde vienes?

El joven oyó estas palabras, pero no vió a nada ni nadie cerca ni alrededor: solo algo de camino que terminaba en una niebla interminable. Entonces se estremeció, pues ya no sabía qué creer. Si era fruto de su imaginación, o que era el tal Diablo, o algun ángel…ya sentía pánico y temblor en todo el cuerpo. Miraba a todos lados pero no veía nada ni a nadie.

Hola-de nuevo-¿No nos ves?– El joven se dió cuenta que no era su imaginación ni alucinación, notó que la voz venía como de la niebla, y tomando valor se camino un poco más hacia ella y miraba la niebla más de cerca, y la examinaba con el entrecejo fruncido, tal es el gesto cuando no se comprende algo, y miraba hacia más arriba, abajo, a los costados…

Las personas del otro lado se extrañaron por la actitud del muchacho: –¿Estará ciego? Yo lo veo claramente– decía alguno a los de su alrededor. Volvieron a hablarle de la misma manera, y el joven ya armado de valor y extraña curiosidad respondió:-¿Quién esta ahí? Sólo veo niebla

¿Niebla? ¿Cuál niebla?– Todos se decían, ya más personas se percataban y se agrupaban en el lugar.

No hay ninguna niebla, te estamos viendo claramente joven. Estás parado ahí moviendo la cabeza intentando ver algo, parece como si fueras ciego

Ya al joven más que miedo sintió curiosidad, hablaba más ameno, tal vez por su propia perplejidad que lo sacaba de su propia asimilación de la situación. –No estoy ciego-dijo-Sólo veo una niebla al terminar éste camino que anduve después de haber transitado otro peor, además hay un cartel con un nombre, Fulvida, no sé que es ni porqué está acá…no entiendo ya nada

En ese momento ya las personas comenzaban a comprender las cosas. el joven evidentemente no era ciego, pues habló del cartel, de Fulvida, del camino…pero de modo alguno él no los podía ver, aparentemente por una supuesta niebla que ellos no veían, sin embargo parecían creerle porque nadie mueve así la cabeza ni mira alrededor como buscando algo, no podía ser un loco por las referencias que hizo. Así que el único misterio era la niebla, pero en vez de meditar sobre eso más bien quisieron ayudarlo por el estado en que se veía, así que nuevo le hablaron: –Joven, te ves muy cansado y bastante afligido. Ven así te daremos comida, agua, ropas…pues pareces necesitado-. Pero el joven dudaba ante estas palabras, y prefería quedarse donde estaba y sin dar gesto de respuesta, lo que desconcertaba en cierto modo a la gente.

Viendo todo esto y sin decir nada estaba el supervisor de aquellas personas, un hombre sabio y solícito cuando los demás lo requerían, pues todo lo hacía con amor pero también seriedad, por esto y otras cosas más era respetado. Era llamado por todos »Moré» cuyo significado es maestro. Éste excelso hombre pues decidió romper su silencio hablándole a todos sabia y firmemente con estas palabras:

Escúchenme estimados amigos y compañeros, el joven que ven ahí me figuro que viene de un camino lejano, que evidentemente no fué propicio para él, sino miren nada más el estado en el que está. Lo sé muy bien porque tristemente sé acerca de ese horrible camino aunque no lo he andado ni me interesa hacerlo, ni aunque sea para conocer. Éste pobre desafortunado tiene una expresión de desasosiego, vacío y soledad y sus pies rondan la miseria de haber andado por un terreno áspero y pantanoso, al parecer le costó mucho llegar acá y creo que su único medio fué ese pequeño sendero que ven detrás de él. Lo que yo veo y que parece ser es que hay algo que él llama »niebla» que no le deja ver lo que hay hacia acá, pero ustedes no pueden ver. Esto se trata de una alguna probable imposibilidad que le dejó aquel miserable camino andado de ver lo que realmente es bueno, una especie de membrana ante sus ojos frente a lo recto y justo, fíjense bien en lo que ustedes recién trabajaban y tendrán la respuesta al enigma: este suelo es por demás superior al que anduvo el joven, ustedes sí lo pueden ver puesto que no tienen esa membrana a causa del buen suelo, pero él a ustedes no. La razón primordial por la que se origina esta niebla es un secreto de Di-s que no tiene que ocuparles la cabeza pues nada bueno hallará para quién lo investigue, sólo Él sabe por qué forma este fenómeno. Más bien ahora vaya uno cerca del muchacho y extiéndale la mano traspasando este camino, para que lo pueda ver y se tranquilice, después veamos cómo ayudarle. Tal cosa es lo que el Eterno desea y manda.-

Ante semejantes palabras todos enmudecieron, porque eran concientes de la sabiduría de todo en cuanto hablaba y además estaba ya claro en sus mentes el asunto. Así que uno de ellos se acercó al joven y le extendió su mano. El muchacho del otro lado miraba estupefacto cómo una mano abierta de repente salía extendida de aquel denso y grisáceo muro, a esa altura este nuevo fenómeno para él sobrepasaba su ya pobre discernimiento y si antes estaba inmóvil, ahora parecía de piedra, una parálisis difícil de describir.

Comprendió todo el sabio Moré, y alzando la voz le dijo de una manera dulce: –No debes temer joven, solamente acerca tu mano y agarra fuerte de la que ves

El joven sintió esta nueva voz más santa que la anterior, así logró recomponerse un poco de su estado, y ya con más seguridad respondió:-Gracias. Sí lo haré, porque siento en tus palabras paz que jamás sentí antes, pero dime…¿Eres tu el Salvador?

Esto dijo porque mantenía la creencia que tuvo cuando descubrió el pequeño sendero que lo sacó del desastroso lodo de su camino antes andado. Pero entonces el Moré al escuchar aquella pregunta insensata, se disgustó y le habló con serenas y directas palabras: –No soy ningún Salvador ni otra cosa que se le parezca, pues aquello que te han dicho sobre esa persona sólo fueron calumnias que por la inocencia que en tí veo creíste. Te digo que aunque tuviste buen corazón estuviste errado en varias de tus acciones, no te culpo pues sólo fuiste victima de falacias, pero la verdad es que no hay salvación alguna por donde antes anduviste. Se nota igualmente que tienes buen corazón y tu intención es sana, sino no hubieras encontrado este lugar que aún no ves. Vamos, confía y tiende tu mano.-

La primera sensación del joven fué de miedo y tristeza, por lo que aquél decía de su supuesto salvador, si bien no huvo violencia en sus palabras, para el joven fueron duras, pues no estaba preparado para escucharlas y se entristeció porque tenía razón el hombre sabio, de alguna manera llegaba a ese lugar movido por alguna fuerza de la que nunca se percató, así recordaba la luminiscencia de los objetos que anteriormente había visto. Pero inmediatamente después y felizmente para él, sintió una nunca antes percibida sensación de esperanza. Por ésta última entonces, alargó su mano y tomó fuertemente la que lo esperaba, y tomando impulso pasó del otro lado.

Entonces cerró los ojos en su primera reacción, porque en ese lugar había más claridad que del lugar de donde venía, de hecho recordaba la claridad del Camino del Gentil Justo, y se preguntaba si se encontraría ahí. Luego de adaptarse a la nueva vista, comenzaba a contemplar el lugar y sus gentes. Sin saberlo aún, se había salvado él mismo.

Entonces las personas más cercanas le dieron la calurosa bienvenida, lo felicitaban por haber tomado el coraje que lo hizo pasar al buen camino, e inmediatamente se dispusieron a atenderlo.

Éstas personas cercanas eran justamente las muy pocas que el joven había visto entrar al principio de todo, en el Camino del Gentil Justo, ésta era la extraña razón por la que no se percataron nunca de la niebla. Así confirmó el muchacho aquello que pensaba y supo que estaba ahí, con gentiles justos. Y así recibía con alegría las palabras de aliento que le daban, le decían esto y aquello, todo era recibido gratamente por el muchacho y éste les respondía con gratitud. Así hablaban.

Mientras aquellos hablaban de tales cosas, se iba reuniendo más gente aún que antes, algunas ya habían visto algo, otras recién se enteraban. Muchos se recordaban a sí mismos actuando como el muchacho, pues también en otro tiempo habían caminado y conocían del macabro Camino Salvador. Éntre éstos hubo entonces alguno que les hablaba a los que tenía a su alrededor diciendo:

Escúchenme amigos noájidas, todos que descendemos del noble Noaj. Al ver a aquel joven vino a mi memoria todo aquello que he pasado cuando caminaba por aquel deplorable Camino de la Salvación, borrado sea este nombre. También de similar manera llegué a este lugar, tal como el Moré nos describió hace un momento, y recuerdo un sendero perdido que sería mi esperanza para llegar acá así como también veía una niebla antes de llegar y pasé por parecidas circunstancias, y muchos de ustedes saben bien de qué hablo. No nos debería entonces extrañar que ahora nosotros no veamos nada de eso, pues nuestra visión es pulcra y sé que me entienden, lo que veo es que tal niebla no desapareció en verdad y hay muy pocos caminos como los que conectan a éste, el nuestro, yo también advertía que a lo largo de toda esa niebla no se veía ni a lo lejos algún otro sendero esperanzador, fué un milagro que haya encontrado aquél uno de éstos caminos. Por eso les propondré cómo debemos actuar de aquí en adelante:

MIentras algunos de nosotros siguen con la obra de mejorar estos suelos, otros vayan prestos con ayuda de máquinas o cualquiera otra que sirva, a disipar esa espesa niebla que no deja ver para acá, a pesar de que no la vemos está ahí, y debemos hacerlo. También apresurémonos en construir más caminos como el de arena que se ve ahí, pero que sea de un mejor material, más firme, por ejemplo las maderas que estamos ahora sacando. Si así obramos entonces hay mas probabilidades de que más personas extraviadas como éste pobre joven encuentren el camino que en verdad deben tomar. Vamos, no perdamos más tiempo hablando y hagámoslo.-

Dicho esto todos empezaron a obrar de esta manera, felices porque entonces tenían una nueva manera de construir su Shalom, ayudando a los perdidos, y así renovaban su lema de Constructores de Shalom, descubrían pues un nuevo significado.

Así entonces comenzaba también el joven su nueva y definitiva etapa, aunque le sería largo y costoso la adaptación total a esto nuevo, pero no lo abandonaba su esperanza: ahora sí entendía sobre Di-s. Entonces él mismo luego del descanso empezó en silencio a aprender todo cuanto había ahí, observando por largo tiempo las obras sobre los suelos, a los que disipaban la niebla y a los que construían pequeños senderos conectores.

Notó también que entre ellos estaba un hombre con la tapita redonda, de semblante sabio y reconfortante. Pero no hizo preguntas ni comentarios, pues le vencía el sueño en ese momento después de sus penurias interminables, así se durmió a un costado hasta el día siguiente.

Era viernes ahora cerca del mediodía, el joven abrió los ojos y se sentía bien descansado, mucho había dormido por el sueño pesado y al ver alrededor notaba que estaban todos trabajando en lo mismo del día anterior,y nuevamente el Moré entre ellos, portando esos magníficos rollos de luz que ya el joven conocía de lejos y por los cuales aún se extrañaba. Se incorporó entonces y fué a su encuentro, cuando estuvo al lado del guía quiso ver el contenido de lo que leía , y al posar su vista sobre las letras sintió un ardor en los ojos que lo hizo cerrarlos y retroceder un poco. Refregó sus párpados y volvió a abrirlos con dificultad, pero podía ver.

Advirtió todo esto el sabio hombre y le hablo así: –Estimado, tuviste suerte esta vez, pues si mirabas otras letras de estos rollos era inevitable la pérdida de tu vista con el tiempo. Tus ojos naturales no son aptos para leer de esas letras, pero sí lo son para leer las que viste recién, sólo que no estás listo y por eso sentiste sólo ardor, pudo ser peor para ti. Ten paciencia y con lentitud aprende todo de cuanto hay aquí, luego podrás leer con mi ayuda algo de esto, pero nunca lo intentes solo. Ahora me despido de tí querido, pues tengo obligaciones en otro lugar, para que sepas soy del Camino de la Torá y allá debo ir.-

Luego habló a los demás exhortando:- Amigos, me voy ahora a lo mío pues llegará Shabbat y tengo cosas múltiples que hacer y el tiempo apremia. Algunos de ustedes acompañen a este joven en lo que necesita, lo que realmente necesita, sé que me entienden. Ahora me despido y nos veremos pronto. Cariños y fuerza noájidas.-

Así hablo y se alejó con sus cosas. Recién en ese momento comprendió algunas cosas el joven pues aquél que se iba tenía el mismo resplandor de las personas que estaban alrededor de los rollos radiantes del principio. Luego de pensar en eso le dijo a su más cercano: –¿Shabbat?¿Noájidas? no comprendo a qué se refiere

Le respondió entonces el gentil sonriendo: – Amigo, Shabbat es un día especial de nuestro Moré y de los que son como él, y debe preparar ciertas cosas y hacer otras, pero eso por ahora no debe acuciarte, con el tiempo sabrás de qué se trata, aunque es importante que vayas sabiendo que no debes imitarlo, jamás. Del mismo modo actuarás con los rollos que viste, seguro ya te lo habrá dicho. Ten paciencia y sabrás todo lo que debes saber, sobre cómo trabajar en los suelos de Fulvida, aunque si te fijas al lado y muy cercano de nuestro camino verás otros caminos parecidos a éste. Ése se llama por ejemplo »Benei Noaj», aquél otro tiene por nombre »Gran Arca» y muchos otros más, todos juntos en realidad forman el verdadero Camino del Gentil Justo, el nuestro es en realidad uno pequeño en comparación con éste inmenso…en cuanto a los noájidas, se refiere a los descendientes de Noaj, que tú conoces como Noé…

Así entonces empezaría a aprender con paciencia y virtud todo lo que a él competía, se le inculcarían las 7 leyes universales sobre las que todos ahí se regían, las cosas que debería hacer, las que tendría permitido, las que tendría totalmente prohibido, todo lo recibiría con felicidad, aunque sin olvidar a sus seres queridos de los cuales no supo más y le preocupaba, y también para esto le darían aliento pues si tenían buen corazón como el joven el Eterno haría que llegaran como él, así le hablarían y todos los días futuros en su vida trabajaría como los demás contruyendo suelos, disipando nieblas por conocer él mismo los tormentos antiguos, Desechando las cosas que llevaba física y mentalmente consigo. Desecharía sobre cestos de basura al costado de su nuevo camino los rollos opacos que traía, así como sus expresiones antiguas, todos en los mismos cestos donde otros también llegarían como él, así como también los gentiles que ya obraban tiempo hace y estaban en constante aprendizaje desechando sus cosas también. También el Moré le enseñaria con amor y alegría a leer de lo que podía de los rollos que eran llamados Torá (de acá el camino del Moré), y de éste hombre el joven aprendería mucho, del Shabbat mencionado, y otras cosas que no debería imitar. Así sería de ahí en más para nuestro joven, y se convertiría algún día en un ejemplar noájida.

Pasaron tres años de haber llegado a su lugar ya amado, y advirtió para su sorpresa que de su camino amado se desprendían como puentes gigantescos con carteles que dictaban: »Al Camino de la Torá»; éstos puentes se veían muy dificutosos para tomar por el complicado andar que demandaba: muchas subidas, bajadas, curvas, escalinatas, todo tipo de complicaciones, pero también se notaban muy firmes. En algunos de ellos se veían hombres gentiles andando acompañados de hombres parecidos al Moré, pero que sugerían un rango algo más alto y exhibían magnificencia. Éstos eran por el joven ya conocidos, porque su Moré siempre les hacía referencia cuando le enseñaba, decía que los consideraba sus maestros y que no sólo en vida los eran sino también aquellos ancestros que dejaron sus sabios escritos y de los cuales el Moré leía. A ellos pues también los consideraba sus maestros, y eran por él llamados Rabinos.

Los últimos eran entonces los acompañantes de los noájidas en los puentes, pero mientras éstos andaban por ahí de manera dificultosa, aquellos caminaban sin problemas, pues los puentes no les representaba incomodidad alguna, a pesar de las depresiones e irregularidades de sus estructuras, eran parte de su Camino de la Torá. Y les daban fuerzas los Rabinos a sus guiados, cuando éstos sucumbían en su andar, porque solos no podían ni debían.

El muchacho sabía de esas dificultades, porque mientras aprendía de sus 7 leyes tenía referencias sobre sus colegas los Judíos (así se llamaban los felices bailadores del rollo de luz), y de la luz de aquel otro buen camino, pero él decidió seguir de largo…estaba contento con su propia labor y no quería dejar de ser noájida aunque apreciaba a aquellos de los puentes, al llegar al otro lado de largo brazo se encontrarían con muchos de los excelsos hombres para ser como ellos y al fin ser llamados Judíos.

Así continuaba su extenso y amado camino, donde siguió avanzando en años hasta convertirse en hombre, luego hizo su propia familia, tenía no menos ejemplar mujer, buenos hijos nacidos noájidas que seguirían los pasos del buen padre…ya entonces estaba completo porque sentía en si interior que cumplía con todo cuanto el Eterno su Di-s le encomendaba, pero no consideraba lo que sentía para no caer en soberbia, más bien seguía cumpliendo y cumpliendo como si no llegara nunca a hacerse. Así era su proceder en su vida.

Llegaba entonces al tiempo de su vejez que toca la puerta de los que mucho viven, estaba cerca ya de sus 120 años,  cosa admirable porque fué de los pocos en lograrlo. El blanco de sus cabellos era el fiel anunciador de su grandeza y saber a cualquiera que lo viese. A él acudían los muchos jovenes y hombres que buscaban sabiduría, para hacer todo lo que debían y que este anciano hizo en su juventud. Recordaba a su Moré instructor a quien mucho le debía, y con esto en la mente enseñaba el también todo lo que había aprendido, era menester hacer todo lo que se podía para llegar a buen puerto, así era todo para quien fué una vez joven que ahora estaba cerca del final de su camino y de sus días.

Un día de repente se sintió distinto a los demás días de su vida, se acercaba el final de su sendero y el anciano bien lo reconocía y con gusto pues no temía, sabía bien en su corazón que había cumplido cabalmente sus 7 leyes, aunque nunca cesó de hacerlo mientras le quedaba fuerza, como si siempre le quedara algo por cumplir. Llegaba ya al final de los férreos bloques con el querido Shalom inscripto, cuando un sueño distinto pero muy dulce le vencía, se tomó la cabeza con una mano y se sentó. Estas ganas de dormir eran distintas a las demás.

Así como el fiel trabajador se levanta temprano a la mañana, antes del cantar del gallo, y se dirige a su deber durante todo el día hasta llegada casi la noche y vuelve muy cansado y se va a la cama a dormir sin pensar en la reparadora cena, tal era el cansancio del anciano. Pronto apoyó el resto de su cuerpo sobre el suelo amado y comenzaba a cerrar los ojos. La misericordia del Eterno había hecho cansar los arrugados párpados del centenario noájida, y éstos se rindieron por fin y se juntaron para que sus ojos terrenales no vieran nunca más. Así fueron pues los últimos momentos del ejemplo de muchos.

Pasado un tiempo imposible de decir si mucho o poco, nuevamente se levantaba el hombre ahora desorientado; no sentía su cuerpo o lo que sentía más bien era algo muy extraño y nunca antes sentido, se sentía vivo pero de otra manera… –¿Qué es esto?– se decía su espíritu sin norte al principio.

Se incorporó, o más bien una hizo una acción parecida, y con sus nuevos ojos veía muchas personas sollozando juntas, eran sus descendientes, amigos, colegas, todos queridos alrededor de algo. Era su cuerpo material. Ësto lo conturbó más pues si bien sabía de qué se trataba la muerte, sólo esa vez, que era la única, era como si nunca hubiera aprendido al respecto. Para las personas presentes había sucumbido el anciano en medio del camino, pues sus ojos veían más camino por recorrer, mientras que los del anciano ya en espíritu veían el fin del suyo.

Sin tiempo para deliberar sintió el alma la atracción del otro lado, era como si caminara sin necesidad de usar piernas, como si una fuerza externa lo hiciera dezplazar hacía una nueba niebla para él nunca antes vista. Era ésta la cortina que separaba el fin del camino de lo maravilloso que se aproximaba. Cruzó así la línea divisora y empezaba la paz.

Notó ahora que después de cruzar había un patio al que llegaba también otro camino que llegando a su fin se unía al suyo. Y de él llegaban otros, los judíos, tal como lo hacía como el anciano, y al ver la señal de ese sendero leyó: »Fin del Camino de la Torá», al darse vuelta al suyo vió: »Fin del Camino del Gentil Justo». Éstos se unían entonces al final para hacer saber a todos que tanto un camino como el otro eran los necesarios para llegar a buen destino.

Se juntaban entonces gentiles y judíos para saludarse y seguir hacia la enorme puerta de un edificio áureo con argénteos adornos, tal construcción daba la idea de un tribunal. No era otra cosa más que eso, y la fuerza desplazadora los guiaba a todos mezclados hacia su interior. Entonces el fiel noájida sentía temor reverencial y alegría a la vez, pues bien sabía lo que llegaría. Se abrieron las puertas y se hizo una fila entre los muchos llegados para entrar. Al hacerlo, el interior del lugar era destellante, hermoso, indescriptible apenas los ojos espirituales podían mirar algo hacia el suelo que también era de luz. Apenas se podía ver algo, casi nada…

Avanzó una persona delante de él y una voz enfrente e imposible de ver su emisor decía: –Dime Yehuda, ¿Has cumplido con las 613 órdenes que te He dado?-.

Conmoción. Ésto sentía el buen gentil y todos los demás detrás de él. –Sí, las he cumplido– respondía el judío, y avanzaba pero no se sabía dónde.

Quedó ahora solo el siguiente frente a la Majestuosa Voz, que le dijo: –Dime Noaj-(por ésto era la grata sorpresa que se llevó en vida al saber del nombre de su ancestral patriarca)-¿Cumpliste con las 7 órdenes que te He dado?-. Al momento se llenaba su alma de inmensa alegría, y con una sonrisa respondió: –Sí mi Señor, tal como lo he aprendido-dijo, y agregó:- Perdóname mi gran Señor, ¿Qué es de mi familia y amigos a quienes nunca más vi?-, a lo que la Magnificencia respondió: –No te preocupes por ellos, han recibido también su juicio justo como tú, más, complácete porque lleno de misericordia es el mismo-. Dicho ésto avanzó mediante la fuerza recorriendo la Sala de Justicia, hacia una puerta que daba a otro exterior.

Había tenido su juicio justo, y sentía amor por su Amo, cantaba alabanzas, se abrazaba con otros, y se disponía a gozar de las cosechas de su siembra. Estaba ahora en otro patio, interior, que llevaba a un gran portal hermoso del mismo dorado y plateado que el Sagrado Tribunal, sabía que aquél era su Mundo Venidero, al que todos se dirigían con no menor gozo que el noájida.

Caminaba hacía ahí cuando de pronto de su interior salían personas que parecían alborotadas de mucha alegría, hablando rumores, escuchando voces y gritos del primer patio, anterior al Tribunal, como si se hablaran con los que están del otro lado, pero no alcanzaba a entender lo que decían, así que se acercó a ellos. Tanto era el alboroto que sólo alcanzó a entender unas pocas palabras, las suficientes para aumentar su alegría. Todos los que habían salido volvían a entrar corriendo, tal vez para avisar al resto. Detrás de ellos caminaba Noaj lentamente hasta que quedó solo, y traspasaba de a poco el acceso al mundo de gozo con una sonrisa y un ligero pensamiento sobre lo que recién había oído:

Andaba por el Camino de la Torá un tal Mashíaj…

FIN.

A Vida é Bela

Estive lendo o que alguns publicaram sobre a visita do moreh Yehuda a Buenos Aires, e a mim serve para que eu tire algumas conclusões positivas.

Los hermanos argentinos me mostraram o quanto não se deve perder tempo, e de forma rápida e eficiente organizaram um encontro para poder melhor se prepararem para a construção de um mundo com mais Shalom. Mostraram toda sua honestidade e vontade de progredir.

Por outro lado, Nídia e sua hija se deslocaram de outro país para poder participar deste encontro, ou seja, me deram claramente uma lição de que devemos nos esforçar em busca da construção de Shalom.

Que o Eterno D-us de Israel possa abençoar a cada um que participou deste encontro( e a todos nós de FULVIDA), pois, acima de tudo eles mostraram que a vida é bela.

Shalom

Estuvo bueno Buenos Aires…

Quiero dejarles una imprecion, no solo de lo que fue el encuentro en Buenos Aires, sino que ese dia comprendi en cierto modo lo que es el Noajismo. Recuerdo que en la iglesia evangeloca, me decian que no eramos una religion, sino una forma de vida… pero lamentablmente, tantas horas de actividades, compromisos y obligaciones en el «servicio a dios», me hacen pensar que la forma de vida era solamente un lindo moño, que vendia un producto nefasto… una vida regida por la religion mas perversa y destructora…

Esa tarde, la lluvia fue un detalle… ver a doña Nidia con un gorro con una calabera, que David salga corriendo bajo la lluvia a comprar juguetes, caminar empapados con tales personajes, aprender de ellos… realmente esto señores no tiene precio… Una jornada notable!!!

Sobre lo ocurrido, ya lo contaron David y Sebas. Me limito a dejarles simplemente mi pensamiento acerca del Noajismo…

Que hace que un judio (recien bajado de un buque), dos chilenas (recien llegadas despues de horas de viaje) y tres argentinos, se reunan en un bar de Buenos Aires simplemente a charlar, conocerse, hablar de familia, politica, futbol, Di-s, Noajismo… etc?  Justamente ESO, es una forma de vida!!! El Noajismo es una forma de vida, donde Construir Shalom es mas un estilo, que una maldita obligacion…

Soñamos, debatimos, nos reimos mucho… cada integrante le aporto su propio condimento para que la tarde sea solo nuestra… Aprendimos mucho… no sobre religion, sino que aprendimos a como llevar la vida, de que manera podemos ayudar a alquien sin vivir como enagenados que solo pretenden encerrarse en sus cuatro paredes adorando a un inicuo… aprendimos que vale mas, extender la mano a antes que llenarse la boca de aleluyas sin sentido… Aprendimos, que si nos ponemos de acuerdo, podemos empezar a lograr muchas cosas, donde construir, sumar, multiplicar, se lo lleva mas con naturalidad y alegria, sin tener que depender de las oraciones de un guru perverso, un manochanta… o un pastor evangelico.

Aprendimos como se disfruta una tarde con amigos. Aprendimos cafe de por medio, que ahi comenzamos a aprender.  Aprendimos bajo la lluvia a reirnos aun de nosotros mismos. Aprendimos dentro de todo como se lleva el Noajismo. Y entro otras cosas… aprendimos a vivir.

Enorme abrazo a:

Doña Nidia, su hija Arely. El more (sinonimo de amigo) Shejuda, Sebastian y David. Tan pocos como simples, pero tan llenos… como Construcores de Shalom.

Andres Cabrera.

Alegría en el Cono Sur – Bs. As. 19/06/08

Se me ocurren muchas cosas para resaltar de este anhelado día. De hecho, lo iré desenvolviendo en siguientes post’s, pero dos cosas qusiera decir de esta reunión habiendo recordado todo en cuanto pude al regresar a casa, antes de dormir, y ahora mismo escribiendo.

La primera es, como ya algunos amigos venían comentando en el post al respecto del amigo David Russomano, de que se trataba tal vez sin darnos cuenta, de un preámbulo de aquello que podría ser el gran evento en Panamá 2009 y del que Di-s me ayude a a formar parte, dado que como una señora y su hija cruzaron la misma cordillera que otrora atravesara el Gral. San Martín, que un hombre que es maestro de muchos cruzó el charco (Río de la Plata), y que otros tres muchachos locales viajaron algunos kms.; todos en un punto de Buenos Aires, estábamos entonces ante un encuentro internacional. Muchos otros países asistían de manera espiritual, físicamente lo hacían Chile, Argentina y Uruguay.

Lo segundo: compartir con el señor Ribco y los demás un día es hacerlo la mitad. Es que la calidez, alegría y humanidad que emanaba el encuentro te hacía olvidar que hay algo llamado tiempo.

Salgo de casa casi al caer la tarde del 18/06, colectivo-tren-colectivo hasta el aeropuerto de Ezeiza, y llego unos 10 min. antes de que llegara el avión de la sra. Nidia, la matrona de fulvy ( parece que así se la podría llamar si gusta). Improvisé un pobre cartelito que decía »FULVIDA NIDIA», con prisa para que me pudiera ver, pero nadie, pasaba media hora y nadie. Recibo una llamada al celu, y era su hija…estaban esperándome en otro sector de arribos, ya que el aeropuerto en sí es grande y los arribos de LAN eran por ambos sectores..ufff, menos mal que les dejé mi No. de celu.

Me apuré al llegar al otro y ahí estaban sentadas al costado de la entrada, dije: »disculpe, ¿ud. es Nidia?», y se le llenó de sonrisas la cara de la matrona, saludos, abrazos, y a buscar alojamiento. Combinamos con Andrés, y nos encontramos en el barrio porteño de Once, crisol de nacionalidades, y máxima concentración de la comunidad judía. La sencillez de la srs. y su hija era por demás elogiable, se les notaba la cara de felicidad y seguramente la mía y de Andrés (que estaba con su linda nena) no eran distintas. Después se sumó la mujer de Andy y compartimos una buena noche. Más saludos, una comida amena, charlas, un »hasta mañana» y a dormir;por suerte tengo una tía que vive cerca…

LLegaba el día esperado. Hablé con David y ya estaba yendo temprano al puerto, así que fuí para allá y él ya estaba. Así que deliberábamos en cómo lo reconoceríamos porque no teníamos carteles como las otras personas, la foto que presenta en Fulvida es bastante clara, no sería difícil…además tal vez traiga su kipá. Mientras así hablabamos apareció entre los llegados una silueta de aprox. 2 mts. de estatura, que por más que lo evitara (si quisiera hacerlo) no pasa desapercibido pero ni ahí. Imagino que de haber jugado de chico a las escondidas hubiera perdido siempre.

Un gran saludo, y una sensación de que estábamos ante una notable persona en todo aspecto. Ya lo veníamos imaginando pero comprobarlo de manera presencial es distinto. Así buscamos un taxi y fuimos los tres a un restaurant kosher en el mismo barrio de Once donde estaba alojada doña Nidia. Ella junto con su hija y Andrés llegarían un poco después, sobre todo Andy porque un taxista al parecer le dió un lindo paseo innecesario por la city, supongo que ya les contará. Muchas conversaciones, noajismo, algo de judaísmo, cristianismo en voz baja porque el lugar no daba para esa cuestión y por mucho respeto, algo de fútbol, familia, cosas generales; desayuno mediante, un café, un cortado, un capuccino, medialunas…una linda mañana.

Después salimos a recorrer un poco la zona donde cada tanto se veían personas de aquí para allá de la colectividad judía. Muy grande es la comunidad en Argentina. Y Llegamos al Abasto Shopping, grande por cierto, que se encuentra en el barrio homónimo.

Y ahí más charlas de todo tipo, pero también nos daba clases, que por suerte no eran a distancia esta vez, así que nos sacábamos dudas, el Moré respondía las cuestiones, de éstas derivaban otras y así aprendíamos más. Pasado el mediodía el hambre nos atacó otra vez y buscamos provisiones, el sr. Ribco las buscó en el Mc Donald’s Kosher del shopping, nosotros los chicos en un Burger King, y las mujeres en un local donde pidieron comida china, que por cierto no le gustó a la matrona e hizo un trueque por una de las hamburguesas. Así las agujas del reloj no corrían, VOLABAN, hasta que al decidir salir otro rato vimos que empezaba el aguacero temido y anunciado por los servicios meteorológicos, por suerte no era el Gran Diluvio de la época de Noaj. Volvimos a nuestro lugar y seguimos hablando y hablando, riendo, compartiendo, etc., por supuesto que hubo fotos que ya subiremos. Cabe destacar que en esta oportunidad había un vigilante de varios que recorría el lugar de comidas, y cuando pasaba por el nuestro se acercaba incómodamente cerca…¿será que mi cara era de preocupar? ¿pensaría que tal vez por traer algo de barba y por ésto parecer árabe sería un fundamentalista con explosivos alrededor de mi cuerpo? Naaa… simple rutina, creo.

Por fin decidimos salir a pesar de la lluvia, entramos al subte (tren subterráneo) y fuimos hasta el obelisco, símbolo porteño,en Av. Corrientes y Av. 9 de Julio, más fotos, recorrimos algo sobre Corrientes, luego la peatonal Florida, Av. de Mayo: ya a esta altura poco importaba la lluvia. Después hubo una merienda, unas últimas charlas y despedidas calurosas. Nidia y su hija junto con Andrés despedían al Moré, a quien David y yo acompañaríamos otra vez hasta el buquebus. Así que otra vez como al principio, el sr. Yehuda y los dos muchachos se saludaban, se sacaban fotos y se prometían más reuniones. En fin, 12 horas que habrán sido 6 para nuestra percepción, pero indudablemente un día prohibido olvidar. Tal vez fuí extenso, pero les aseguro que para describir todo harían falta más post’s y tiempo.

Ahora mismo es sábado a la tarde y acabo de llamar al hotel de Nidia para arreglar juntarnos para compartir la despedida de mañana al mediodía. Seguramente ella al estar en su tierra patria otra vez, expondrá su visión de todo, lo cual valdrá la pena leer. Por lo pronto muchas gracias a todos aquellos que le pusieron buena onda desde muy lejos y no tanto, a los pibes locales, a la señora Nidia y su hija, y al sr. Ribco por compartir un distinto 19/06, sea éste el primero de varios.

Saludos y cariños desde Argentina para todo el mundo.

Sebastián.

El 19 de junio, hubieron Buenos Aires

Todo comenzo el 19 de junio de 2008, 7:30 hs, un dia que prometia lluvia llegue a la terminal del Buquebus. Consulte los horarios y fui al sector de arribos. Luego llego Seba, dos o tres palabras y llego Mr. Ribco. Sobresalia entre los demas pasajeros por su elevada estatura (la foto de Fulvida ayuda mucho para reconocerlo, no como la mia) Nos estrecho su mano, hablamos un poco y buscamos un taxi. Quiero destacar, aquí que no solo se aprende de los conceptos que pueda llegar a enseñar Yehuda, sino de su forma de moverse, de comunicarse, de relacionarse rescato mucho de lo que necesitamos como noajidas.

Taxi!!…

Fuimos a un restaurant recomendado por Andres, en el corazon del barrio judio en el Once (barrio porteño). Esperamos la llegada de Andy, Nidia y su hija, que se encontraban realizando malabares con el taxista para llegar .Desdfe un primer momento la fluidez de la conversación fue notable y en diversas tematicas, cristianismo, judaismo, noajismo, se entremezclaban con con la familia ,la politica, lo cotidiano, con sutilezas «perlitas», con humor.
Al fin llegaron, Nidia, pura emoción y alegria, es un ejemplo de que la gente de cierta edad (con respeto) son parte del cambio, tienen mucho para dar, y ella es asi esta en el camino, trabajando.
Llego el desayuno y entre cafe, leche y medialunas, intercambio de regalos, siguio la charla. Estabamos en familia.

Shopping Abasto

Me perdi 2 hs del encuentro y llegue para la hora del almuerzo (si quieren completar lo que me falto, mis compañeros argentinos, agrdecido). Eso me corto un poco el clima pero me enganche enseguida, habia mas bullicio, mas movimiento en el lugar, eso permitio que se hable mas y de temas que en la confiteria judia, por respeto, se hablaban en voz baja.
Se vino el almuerzo, hamburguesas kosher y noajidas, comida de origen chino muy salada para las visitantes chilenas, hizo que Nidia eligiera degustar una hamburguesa.
Ibamos a realizar un mini-tour por la ciudad, pero la promesa de lluvia se cumplio, asi que tuvimos que volver a la mesa y alli comenzo una clase de Yehuda, hablo del monoteismo, de la herenciajudia y noajida, los versiculos de la Torá que lo demuestran, el ejemplo de Abraham para el noajida, sin caer en judaismo; la usurpación de las religiones.
Estaba para quedarse hablando, pero decidimos salir, tomamos el subte y fuimos al obelisco.
Obviamente sacamos fotos y caminamos bajo una intensa lluvia que no cesaba, Av Corrientes, Lavalle, Florida, Av de Mayo. Con todo el movimiento propio de un día de semana en Bs. As., allí estábamos los noajidas (y un judío) disfrutando de nuestro momento juntos.

Despedida

Luego de comprar los regalos para los hijos de Yehuda, merendamos y despedida, Andres y las chicas en Taxi por un lado, Yehuda, Seba y yo por otro en subte y caminata fuimos al Buquebus. Check In, saludos, fotos, y el gustito de haber pasado un gran día. A las 19:30 hs todo terminaba, volviendo a casa en tren, 12 hs de Fulvida, o de Vida a Full si se quiere. Queda el agradecimiento, la satisfacción y las puertas abiertas para otro encuentro.