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Reacciones ante el misionero

Con el conocimiento que nos provee la CTerapia podemos señalar los cuatro modos de reacción posibles ante el ataque de un misionero, cuando éste viene con sonrisa de amigo, con ánimo de salvador, con piel de oveja y corazón de lobo.

Reacción tipo víctima.
La persona, cual oveja camino al matadero, se entrega a las manipulaciones emocionales del misionero.
Se siente culpable de todo y por todo, aunque nada por lo cual se siente culpable sea realmente de su responsabilidad.
Llora e intenta defenderse sumisamente ante los ataques del misionero, pero corre con anhelo a recibir la promesa de absolución que éste le brinda (ilusoriamente).

Reacción tipo agresor.
La persona, cual toro enfurecido, cornea pero mantiene sus ojos cerrados. Por esto, es difícil que acierte en sus embestidas para repeler al misionero.
Quizás insulte, humille, tome el pelo, se mofe y hasta puede llegar a algún tipo de violencia física (desde echarlo a patadas, hasta golpes y porrazos).
Lo que dice o hace a dudosamente sirve para detener la filosa agresión del entrenado misionero, que intentará usar la furia de la persona para enredarlo y llevarlo a una posición de tipo víctima, desde la cual podrá sujetarlo y manipularlo.
Sabemos que los misioneros son intensamente entrenados, reciben adiestramiento en artes y técnicas de manipulación intelectual y siembra de confusión mental.
Se les debe reconocer al menos esto, son maestros en el sucio arte de la guerra psicológica.
Y, tristemente, un toro enfurecido no cuenta con la capacidad de reflexión y fría estocada que se precisan para responder con eficiencia ante las soterradas agresiones del misionero.
El misionero se cerrará en su posición y ante cada golpe tendrá menos capacidad para discernir, para liberarse, para razonar, para elegir.
Cada agresión la tomará (enfermizamente) como una prueba celestial o infernal (depende la locura que crea), y será para él una señal de que está en la senda correcta.
Acusará, con motivo o no, al tipo agresor de ser agresivo, ser ciego, estar endemoniado, ser hereje, etc., en realidad, todo lo que quiera, ya que la reacción furibunda del otro le da pie para aprovecharse de la manifiesta debilidad del tipo agresor.

Reacción tipo salvador.
La persona, cual político demagogo y paternalista, querrá hacer ver al misionero lo infurctuoso de su tarea abominable. Le presentará versículos que socavan completamente la estéril fe en el colgado. Demostrará con razonamientos limpios y bien fundamentados, la corrupción de toda religión ajena a Dios, especialmente la que portan los misioneros. Disparará con encumbrada sabiduría frases y versículos, que resultan ser acertados en su interpretación y que ante un interlocutor saludable sirven para acabar cualquier discusión que apoye al falso dios y falso redentor.
Quizás la persona de tipo salvador, quiera explicarle al misionero lo errado que está y cómo eso debe ser a causa de algún trauma emocional de su niñez.
Con afán paternal le propondrá alguna terapia, alguna congregación de fieles del Eterno, alguna salida para esa tóxica adicción a religiones.
La respuesta del misionero será similar a la que tiene con el tipo agresor en lo que respecta a cerrarse y por consiguiente aferrarse con más fuerza a sus lemas, dogmas y frases hechas.
No prestará atención a razonamientos lógicos, los tildará de pensamiento griego y con eso basta para él para descalificarlo.
Los versículos que demuestran la podredumbre de su fe, serán rechazados con la excusa de que no están en "su biblia", o que no están de acuerdo a como el pastor interpreta el pasaje.
O lisa y llanamente, seguirá ciego y sordo escupiendo su monólogo aprendido de memoria, el cual debe repetir una y otra vez como un mantram, como un sortilegio que le dará su salvación.
Escaso éxito tiene el tipo salvador con los misioneros.

Reacción tipo espiritual.
La persona, como un sabio talmúdico, no se deja embaucar ni manipular; no se enfurece ni enceguece con pasión (aunque quizás se sienta enojado, o de cierta manera muestre su malestar interior); no trata de inculcar y corregir al que está hundido en un pozo, porque sabe que no tendrá éxito.
¿Qué hace entonces?
Respeta la humanidad del misionero, aunque deplora intensamente su bastardeado mensaje.
Por tanto, escucha aquello que es permitido oír: todo lo que no implique idolatría u otros gravísimos pecados. Pero se aparta cuando el misionero quiere someterlo a la tortura de oír sus huecos y estériles alegatos.
No debate, pues debatir es dar carácter de validez a los argumentos del otro.
No admite nada, pues no quiere contaminar su alma, pero no le dice directamente al idólatra lo mal que está.
Pero, cuando tiene la chance, entonces las palabras del sabio son como aguijones que taladran y perforan hasta lo más profundo. Destruye con frialdad, sin enojo ni rencor; para demoler toda la basura perjudicial y dejar en pie lo saludable, y dejar espacio para edificar lo bueno. Todo a su tiempo, con calma, con prudencia, con respeto y amor.
El tipo espiritual, con su conducta manifiesta su altura en moral y espiritualidad.

¿Cómo has actuado hasta ahora?
¿Qué me puedes comentar de tus experiencias personales al respecto?
Espero oír de ti… (misioneros, abstenerse)…

Un diálogo imposible

Has de saber que los misioneros no tienen capacidad para dialogar.
Cuando alguien habla con ellos, no está en un diálogo, sino en un monólogo de a dos, en una conversación entre sordos.

Los misioneros han sido adiestrados para memorizar pero no para analizar.
Encerrados en sus prisiones del alma, se enroscan alrededor de algunos temas que creen dominar, cuando ciertamente lo único que poseen es una tenacidad férrea para no liberarse de las pesadas cadenas que los aprisionan.

Son capaces de decir una incoherencia tras otra, sin el mínimo rasgo de madurez intelectual ni atisbo de meditar en lo que dicen.
En la misma frase te pueden decir que no y sí al mismo asunto, y a pesar de esto, no hallan incongruencias en sus exposiciones.

Se creen dueños de alguna verdad revelada astralmente, pero de la cual desconocen fuentes y fundamentos.
Pero osan acusar a los demás de «ciegos», de «tener un velo», de «ser ignorantes», de «desconocer la Palabra», etc.
En lo que típicamente se denomina una «proyección», que quiere decir poner fuera de uno sus propias fallas, para achacar la culpa y mal a otros, sin hacerse cargo de sus propias zonas oscuras.

Ellos solamente saben repetir lemas que han aprendido de memoria, y como no dedican neuronas al razonamiento, a la creatividad o a la investigación su capacidad de memorizar puede ser bastante prodigiosa.

No razonan, no tienen pensamiento crítico, temen a las dudas.
Cuando expelen frases con signos de interrogación, en verdad están afirmando alguna de sus doctrinas, ya que carecen del espíritu necesario para proponer cuestionamientos o interrogar con el ánimo de buscar la verdad.

Se escudan detrás de palabrería hueca, que aparece como altisonante y compleja, pero que efectivamente no es más que palabras sin sentido, en frases plagadas de oscuridad.
Aquellas expresiones que parecen ser silogismos o construcciones elaboradas por la lógica, no dejan de ser cáscaras vacías que envuelven un gran vacío emocional y una pobreza intelectual.

Les falta sencillez, son estériles en humildad, sus discursos atiborrados de pomposas estrofas no quiere decir nada.
Escapan de la simplicidad del hombre equilibrado, ya que al quitarse los ropajes de complejidad inútil dejarían al descubierto su desvergonzada desnudez espiritual y su escasa altura emocional.

No razonan, porque su religión es producto del plano emocional y se mueve únicamente en ese carril.
Pueden ser muy hábiles en la manipulación emocional, en hacer sentir culpa, en hacerse las víctimas, en decirte cuanto te aman mientras te aporrean hasta matarte.

Te acusan de sus pecados, porque son incapaces de asumir responsablemente el resultado de sus acciones.
Buscan culpables o salvadores, aunque ni unos ni otros tengan alguna relación con el tema en cuestión.

Si les preguntas algo profundo con honestidad, con ánimo de aprender o hacer luz; ellos te responderán con ecos de palabras dichas por otros, a los que consideran santos o elevados, pero que difícilmente puedan pasar una prueba de moralidad.
O quizás se esconderán detrás de maldiciones o acusaciones.
O quizás huirán para no mirarse al espejo del alma y reconocer su amargo rostro, consumido por el famelismo espiritual.

Son personas con las cuales es muy difícil tratar, ya que te harán sentir culpable de crímenes que no has cometido; pero si tú no caes en sus lisonjeras trampas, entonces serás humillado, insultado o denostado para finalmente ser excluido.

Se meten en donde nadie los llama, comentan acerca de lo que nadie les pide que opinen, se creen con derecho a hacer oír sus chirriantes voces, aunque tengan prohibido el ingreso.
Ah, pero no intentes detenerlos, o te acusarán de satanás o alguna otra lindeza.

En resumen, si quieres conversar con un misionero, estás condenado al fracaso.
Porque es imposible el diálogo con uno de ellos.

A pesar de todo, el 99% de ellos no tienen un mal corazón. No son adrede gente rebelde en contra del Eterno y el Hombre. Más bien son esclavos de sus doctrinas y miedos.
Por tanto, no te enojes con la generalidad del misionero, ni le guardes rencor.
Por el contrario, ya que el diálogo es imposible, enséñale con el ejemplo de tus actos a ser una persona libre, un verdadero fiel del Eterno, una persona completa e íntegra para que no sea más un muñeco de trapo entre las garras de sus pastores, falsos rabinos y otros clérigos de la idolatría.
En otros textos de este sitio te doy ideas y consejos de cómo hacerlo.

Hasta aquí mi descripción.
Te pido que si tú tienes experiencias sobre este tema, nos las hagas saber, poniendo tu comentario aquí abajo.

Un destello en la oscuridad

Como sabemos, la doctrina del "pecado original" es aberrante y errónea.
Contradice completamente los fundamentos de la Torá, lo que ha sido revelado por parte del Eterno.
Si bien la primer pareja humana pecó al comer del fruto del árbol prohibido, nosotros no cargamos en absoluto con su culpa ni con su responsabilidad.
Aún sufrimos a causa de su equivocación, porque las condiciones del mundo variaron como consecuencia de la misma; pero no tenemos mancha espiritual que cargamos cual pesado fardo desde aquellos primeros humanos hasta nuestros días.
Cada uno es responsable de sus propios actos, culpable de sus culpas, responsable ante el Eterno por los propios hechos y por no haber realizado teshuvá (proceso de sincero arrepentimiento) para enmendar nuestras faltas personales.
Ya lo indica con claridad la Torá, y no deja lugar a dudas:

"Si alguien peca transgrediendo alguno de los mandamientos del Eterno respecto a cosas que no deben hacerse, aun cuando no llegue a saberlo, será culpable y cargará con su culpa."
(Vaikrá / Levítico 5:17)

Es explícito, cada cual carga con su propia culpa, aunque sea por actos cometidos por ignorancia, uno deberá dar cuentas ante el Supremo Juez.

Y en esta línea recalca el profeta:

"La persona que peca, ésa penará. El hijo no cargará con el pecado del padre, ni el padre cargará con el pecado del hijo. La justicia del justo será sobre él, y la injusticia del impío será sobre él."
(Iejezkel / Ezequiel 18:20)

No hay remisión de culpas de uno por otro.
Nadie puede hacer teshuvá por el vecino, ni siquiera un hijo por su padre, o un padre por su hijo.
No hay un "cordero de dios que quite el pecado del mundo".
Ninguna sangre de un falso dios y falso mesías te salvará de los pecados que has cometido.
Ningún Cristo o mesías te redimirá del mal que cometiste.
Cada cual carga con su propia mochila de pesadas oscuridades y molestos errores, cada cual ha de hacerse cargo de limpiar esa mochila espiritual para ahuyentar las sombras y traer Luz.

Mientras la persona no realiza su proceso personal de teshuvá, se encuentra espiritualmente enferma, en cierta medida su espíritu se ve ensombrecido, la Luz de plenitud del Eterno no puebla con vigor todas sus instancias.
En palabras del profeta:

"Vuestras iniquidades son las que hacen separación entre vosotros y vuestro Elokim. Vuestros pecados han hecho que Su rostro se oculte de vosotros para no escuchar."
(Ieshaiá / Isaías 59:2)

Por tanto, es imperioso que la persona tome en cuenta este hecho, se haga cargo de sus propias acciones, asuma con responsabilidad el timón de su vida, corrija aquello que es posible que corrija y enmiende su mundo.
Porque mientras siga en la comodidad, o en la ignorancia o en la rebeldía, continuará ausente de la plenitud que desde Arriba le tienen reservada.
Se estará causando daños cada vez mayores, estará sembrando una posteridad de miseria y arduo crecimiento; en lugar de escoger el camino del desarrollo integral y equilibrado, que se obtiene mediante el estudio de Torá desinteresadamente (de las partes aptas para ti como noájida) y por el cabal cumplimiento de los preceptos universales con sus derivados.

Gracias al Eterno, Él tiene abierto los portales celestiales para el que desea retornar a la buena senda.
No es difícil el camino del retorno.
No es menester sacrificios, ni sangre derramada, ni fe, ni complicados rituales.
Solamente se precisa lo que indica el profeta:

"Si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió, guarda todos Mis estatutos y practica la justicia y la misericordia, ciertamente vivirá; no morirá.
No le serán recordadas todas sus transgresiones que cometió; por la justicia/misericordia que hizo vivirá.
¿Acaso quiero Yo la muerte del impío?, dice el Señor Elokim. ¿No vivirá él, si se aparta de sus caminos?
"
(Iejezkel / Ezequiel 18:21-23)

Es simple, es concreto, es posible.
Dejar el camino del error.
Desandar el trecho mal trazado.
Descargar la mochila de las cargas siniestras.
Vivir de acuerdo a la pauta espiritual que marcan los Siete Mandamientos Universales.
Actuar con misericordia y justicia.
Construir el Shalom con acciones cotidianas, aunque parezcan simples y sin envoltorio de espiritualidad.

Tal es la senda que conduce a la adhesión al Eterno, que significa vida en Este Mundo y gozo eterno en la Posteridad. Porque solamente el que se adhiere al Eterno, por medio del cumplimiento de los preceptos es llamado vivo, y siembra vida para su Posteridad. Tal como está escrito:

"Sólo vosotros, que permanecéis adheridos al Eterno vuestro Elokim, todo de vosotros está vivo hoy."
(Devarim / Deuteronomio 4:4)

Un "hoy" eterno, sin pausas, sin muerte, sin olvido.
Un "hoy" en el cual "todo de uno mismo" se mantiene con vida, en unión con la Fuente de la vida.

Para retornar, para ser uno que vuelve en Teshuvá no es necesario hacer todo de inmediato, pero sí comprometerse a alcanzar la meta trascendente.
De a poco, día a día, jornada tras jornada, una montaña después de otra, con constancia, con paciencia, con respeto y autoestima. Con la convicción de que se está haciendo por fin lo correcto, aunque se avance con lentitud.
Despojándose de esos disfraces que fuimos adquiriendo y confundidos llamamos "identidades personales".
Dejando de lado esos personajes que fuimos actuando en el teatro de la vida, para tomar con primor nuestro verdadera identidad. En equilibrio, en gozo, en sintonía armónica con el Eterno.

No hay misterios, no hay abracadabras, no hay danzas cabalísticas, ni esotéricas señales… mucho menos colgados en maderos que te salvan.
Solamente un corazón sincero, una mano honesta, un pensamiento íntegro.
En palabras del Eterno por intermedio de Su profeta:

"Yo no he hablado en secreto, en un lugar de tierra tenebrosa. No he dicho a la generación de Iaacov [Jacob]: ‘Buscadme en vano.’ Yo soy el Eterno, que hablo lo que es justo y que declaro lo que es recto."
(Ieshaiá / Isaías 45:19)

Él ya ha declarado lo que es recto, nos ha marcado lo que es justo y misericordioso.
Está en nosotros no confundirnos, no apelar a recursos que solamente sirven para hundirnos más en esa miseria emocional/espiritual que tanto tememos reconocer y mucho más confesarnos.

Seamos valientes, no es difícil el cambio hacia lo positivo, aunque al principio cueste.

Espero tus comentarios, pero más espero que estas palabras te hayan dado un destello para indicarte el camino hacia el buen puerto.

La Falacia del Levantado

El ser humano no puede ser feliz cuando en su cabeza se llevan a cabo, a cada segundo, miles o millones de procesos mentales en que nuestro procesador arroja como respuesta la palabra contradicción. Podemos vivir e incluso administrar un conjunto pequeño de contradicciones; de hecho son necesarias unas cuantas pues son evidencia de que nuestro cerebro sigue vivo. Pero someter esclavistamente nuestro ser racional a nuestro ser emocional – o sea asumir que está bien vivir en el Mar de la Contradicción – provoca inevitablemente un sentimiento muy fuerte de frustración en la persona. Carl Jung, el terapista de fama mundial, trató a miles de personas a lo largo de su carrera y estableció que todas ellas sufrían de una u otra manera por carencias que no pueden satisfacer las religiones mayoritarias a sus feligreses.[1] De hecho, y eso busca mostrar este artículo, falacias y retórica equivocadas – vestigios de religiones idolátricas – son piedras pesadas y bultos de podredumbre que todavía están incorporados en la mochila de una persona que transita el camino hacia su libertad plena, hacia el cumplimiento de su deber como ser humano: ser feliz.

El ser humano alcanza su felicidad cuando alimenta todo su ser a través de lo que le sienta provecho evitando lo dañino – cuando no deja en el olvido su ser racional. Como lo dice Yehuda Ribco[2]:

El humano está formado por cinco planos: físico, emocional, social, intelectual y espiritual. Todos ellos son necesarios e imprescindibles. Todos ellos deben ser nutridos adecuadamente y hemos de mantenerlos en equilibrio dinámico. Cuando fallamos en nutrir alguno de los planos, el desequilibrio afecta a toda la persona, que a su vez puede influenciar con desequilibrio a su colectivo social. Es por esto vital que conozcamos la existencia de los cinco planos y que tengamos extremo cuidado en nutrir cada uno de ellos, y hacer lo correcto para reajustarlos cuando nos encontremos en desbalance.

Para ejemplificar lo poderosamente dañinas que pueden ser las falacias y retóricas falsas, quiero llamar la atención del lector sobre lo que he denominado la Falacia del Levantado. Esta se presenta con fuerza entre personas que fervorosamente militan (o han militado hasta hace poco) en las huestes del movimiento evangélico en sus diferentes denominaciones: bautistas, pentecostales, pseudo-judíos mesíanicos, etc. Si bien la he llamado en singular, falacia, en realidad es un paquete de falacias pequeñas que, (cual virus informáticos) conforme va pasando el tiempo sin que su usuario las elimine, se van haciendo carne; y se puede llegar al punto en que el usuario prácticamente pierde la capacidad de reconocer que estos virus/falacias no son parte natural del sistema ni que, de hecho, lo están destruyendo y bloqueando su eficiencia.[3] Tratemos de extraer las características más importantes de la Falacia del Levantado.

  1. "No cualquiera puede ser líder de una congregación de hijos de Dios" – uno tiene que aprender muy bien a jugar el papel de "oveja".
  2. Para ser "líder" o "pastor" o "copastor" (o cualquier otro "cargo" cristiano) uno tiene que ser "elegido por Dios", es decir "ser levantado a un cargo de autoridad" (por eso le llamo Falacia del Levantado) por el mismísimo Dios – de nada sirven preparaciones académicas ni virtudes humanas ni nada si "Dios no lo ha llamado" o "Dios no lo ha levantado".
  3. Más aún, las "congregaciones" están formadas siguiendo el ejemplo de la "iglesia primera" (el modelo a seguir), donde Jesús es el "pastor" y ¿quiénes reunen el perfil para optar al cargo de representantes de su iglesia o "apóstol"? ¡Pescadores ignorantes que eran muy poco instruidos! La iglesia primera representa un modelo centralista donde el líder se cree Dios y ante el cual todos deben declarse ignorantes (que no son nada sin el dios-hombre) y someterse – ¿a escuchado decir a un evangélico que está orgulloso de ser un "esclavo de Cristo"?
  4. De hecho tener títulos académicos es totalmente contraproducente en esta onda evangélica (cuyos resabios afectan a los nuevos noájidas – personas que hace poco abandonaron el Cristianismo en pro de las Siete Leyes) pues (otro virus) "Cristo eligió lo más vil y perverso para avergonzar a los sacerdotes" (o sea los eruditos judíos). Por tanto, no es extraño (ya viendo este contexto) que un noájida nuevo y que sinceramente quiere colaborar en un puesto de liderazgo busque tener un perfil lo más "simple" posible y firme sus artículos con un seudónimo tipo "un noájida manso y humilde"- es la Falacia del Levantado la que todavía está activa en su ser.
  5. Apenas tangencialmente, se "salvan" de los puntos anteriores aquellas personas que por sus muchisisisísimos años de militancia cristiana pueden recibir el título de "ancianos". Por tanto si un individuo joven – "de pocos años y muchos menos en el camino de Dios" – quiere dirigir cualquier cosa bajo el marco de la congregación, tendrá que lidiar muy pronto con la Falacia del Levantado, activa entre sus pares: "¿Y a este quién le levantó?".
  6. "Aquel que quiere ser líder, sin que Dios le haya llamado pronto caerá en desobediencia, descarrío hacia lo mundano, etc. y (como el mal menor), eventualmente, se robará las ovejas" o sea "formará una nueva congregación". Usted puede observar los muchos "anticuerpos" que genera la política o cómics o prosa literaria (algo "mundano") o cualquier otro tema que no sea "espiritual"; dicho de otra manera "¿esta cosa es lo suficientemente "santa" como para ayudarme a ser mejor persona?". Es que en la onda evangélica – especialmente pentecostal – "un síntoma de que te estás apartando de Cristo es que te estás volviendo al mundo". Entonces un lector que tiene activa en su "disco duro" la Falacia del Levantado, tiende a preguntarse si "este material que me presentan es lo suficientemente espiritual como para que esté en esta página web…". Es porque en el mundo evangélico "todo trabajo fuera de la iglesia es un mal necesario" y sólo se justifica en tanto que uno "gane más soldados/esclavos para Cristo".
  7. Como en las iglesias la "autoridad de Dios para reconocer quien está siendo levantado" (suponen) yace en una autoridad central (y centralista) – el pastor – un síntoma de que un individuo está siendo "levantado" es que se someta totalmente al pastor, es decir, que no sea "afrentoso" ni "contencioso" peor "confrontacionista". ¿Me va captando amigo lector? Por eso, fíjese que muchos de los noájidas nuevos (y los amigos de Fulvida no son la excepción) están llenando el vacío dejado por la figura del pastor por la figura del Rabino o del Moré o del Noájida con más experiencia, etc. (sin que estos últimos lo hayan provocado por supuesto).
  8. Ante un "jalón de orejas" del pastor, las "ovejas" no piensan más allá de culparse a sí mismos (por ejemplo para buscar alternativas o propuestas válidas) – juegan su bien aprendido papel de "ovejas viles que no son nada sin su pastor", se dan golpes en el pecho: "por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa"[5].
  9. Puesto que "ser levantado" depende de la pseudo-autoridad centralista de una sola persona – el pastor – los pocos que logran lamer bien las medias del jefe como para alcanzar una posición más alta (respecto de la tropa de ovejas) cuidan sus pobrezas: "yo soy un ‘levantado’. Y a ti ¿quièn te levantó?"

Ahora que he presentado las características de la Falacia del Levantado, ¿qué hacer si uno con sinceridad y humildad las compara con la vida propia y se da cuenta que está infectado? La respuesta no es absoluta. Creo que debe buscársela dependiendo de si el afectado es una organización o a una persona.

A diferencia de las religiones idolátricas, donde uno tiene que “apartarse de lo mundano” para estar supuestamente más cerca de Dios, en el Monoteìsmo (Judaísmo y Noajismo) las cosas funcionan de otra manera: "uno puede encontrarse con Dios en cada actividad cotidiana" – depende de uno el conseguirlo.[4] Dicho en otras palabras las actividades cotidianas como trabajar, comer, vestirse e incluso dormir pueden ser herramienta para conectarse con el Creador. Por ejemplo, si busco el bienestar de mi prójimo, quizàs dándole una mano para que pueda educarse mejor, entonces ¿no me estoy conectando con el Creador? Puesto que la mejor forma de motivar y enseñar es a través del ejemplo, si yo como profesor soy impuntual ¿qué les estoy enseñando a mis pupilos? ¿me conecto o desconecto del Creador?[4]

Por tanto mi amigo buscador de la verdad, puedes explotar perfectamente los talentos que te ha concedido el Creador sin que ello conlleve que te apartes de él.

Como lo dice Rabí Bindman[1]

Las Siete Leyes son simples en forma, claras y sensibles a cada persona. No es necesario un entrenamiento en filosofía o teología para entenderlas o para cumplir a cabalidad con la moralidad que ellas contienen. Interpretaciones detalladas están a disposicion en los escritos rabnicos… Cuando exploramos los mandamientos uno a uno, vemos una sociedad humana bajo una luz que ha estado escondida por un largo tiempo: se puede percibir sobre como pudieron haber sido las cosas, y como pueden todavía ser, cuando son vistas desde la perspectiva de la verdad eterna. Ni los judíos ni los gentiles fueron puestos en un mundo de naturaleza exclusivamente material, sin una pauta sobre de dónde vienen, a dónde están yendo, y por que estan aquí.

Por todo lo expuesto es que estoy convencido que cualquier tipo de organización que promueva la observancia de las Siete Leyes o que reuna a noájidas observantes, debe buscar una estructura lo más horizontal posible haciendo todos los esfuerzos porque no sea centralizada ni centralista. Donde quienes tengan responsabilidades especiales, "cargos" o "encargos", no le rindan cuentas per se a una figura central (dígase un Rabino, Moré o Coordinador General, etc.) sino a la comunidad en sí misma. Lo contrario, crear o matener una estructura organizativa muy vertical está ya mostrando ser alimento para el virus de la Falacia del Levantado. O sea que la estructura misma promueva el cumplimiento de tareas y la rendición de cuentas de los colaboradores los que deberían acceder a grados de responsabilidad por méritos.

Liberarse de las falacias puede ser doloroso – de la manera en que duele dejar un culto tóxico o una adicción – pero se puede acceder a la libertad plena. Cuanto tiempo se demore una persona en alcanzar la libertad depende de cuán dispuesto esté a despertar su ser racional (adormecido por la idolatría) y a ejercer un juicio crítico pero sin menospreciarse – esforzándose por dar la medida justa a las cosas y buscando la paz verdadera – aquella que se basa en la justicia.


Sobre el autor:
El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español "Los Siete Colores del Arco Iris" (Y. Bindman), "El Camino del Gentil Justo" (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y "¿El Verdadero Mesías?" (A. Kaplan).


Referencias


[1] Los Siete Colores del Arco Iris, Rabí Yirmeyahu Bindman.
[2] Todo nuestro ser, Moré Yehuda Ribco.
[3] Un muy interesante estudio sobre como estos bloqueos pueden manifestarse incluso en el inconciente colectivo fue escrito por Ramón Quezada, "Participación, oportunidad para dirigir el Cambio".
[4] Véanse los comentarios en "Un texto gratuito de Cálculo Diferencial", Juan Mayorga.
[5] Véanse por ejemplo los comentarios de Humor: estos mesiánicos 2

Humor de Charles Chaplin y La circuncisión noajida en corazón y habla

El siguiente texto es una recopilación de las enseñanzas de Yheuda asi como de otros maestros que nos recuerdan la importancia de cuidar lo que surge de nuestra boca.

Recuerdo algún texto en donde el Lic. Yehuda nos explicaba la importancia y el cuidado de la lengua. También recuerdo alguna pelicula de Charles Chaplin que me llenaba y sigue llenando el corazón de alegría. Humor en silencio. Observaciones sobe el mundo y la realidad en una forma que todo noajida debería de estudiar y aprender. En una forma que deberíamos de imitar. Enseñanza, critica y humor en silencio, en imagenes, en una pelicula hablada o en alguna otra forma creativa. Esa es una clase de humor que todo noajida debería de comprender desde la perspectiva de Charles Chaplin. Su personaje Charlot  fue uno de los mas importantes portavoces de una comunidad que permanecía en silencio. Los condicionamientos de la época no permitian la libre expresión. Charles Chaplin fue amonestado por el gobiero de los Estados Unidos de America. Hoy la epoca es diferete, pero ésta libertad de expresión no nulifica nuestra responsabilidad en la  aportación de "genialidad" a través de una critica inteligente. Tal como lo hiciera Charlot en sus peliculas mudas.  Hoy es el momento de explotar la CREATIVIDAD y lograr expresiones de comunicación o "CRITICA "que rebasen incluso el trabajo de Charles Chaplin. El no hacerlo implica regresar a la epoca de las cavernas y negar nuestra responsabilidad como discipulos de Israel. Ya que si hacemos referencia a nuestros siete miztvots deberemos reconocer necesariamente la importancia de cuidar lo que expresamos por cualquier medio. ¿Como realizaría Charles Chaplin un capitulo de sus peliculas ante el mesianismo? ¿Como lo realizariamos los noajidas?   

 

Dicen los maestros de Israel y el Lic. Yehuda, si es que no me equivoco, si me equivoco por favor corrijanme y se los agradeceré:

GRACIAS POR CORREGIRME! vea: http://serjudio.com/rap1001_1050/rap1025.htm

 

 

BUENO, NO OMITO EL TEXTO SIGUIENTE YA QUE ES BUENO RECORDAR NUESTRAS RESPONSABILIDADES PARA CON NOSOTROS

El tema del habla y lo que surge de nuestras palabras es un tema muy serio en la Torá y ha sido explicado por diversos Rabinos en forma muy amplia. El Ba´al Shem Tov explica que una persona estará en el nivel de la creación en el que su habla esté[i].  También que una persona estará en el lugar en donde sus palabras son consideradas como hechos[ii]; Y que cuando lo pronunciado pasa desde “donde surge” hasta “donde se ha dicho” se toma esto como un “hecho” porque ya se materializó en “algo”. Es decir, lo que antes no existía ahora ya es palabra. Recordemos que D-s creo el mundo a través de la palabra. Así que es importantísimo el cuidado del habla. Así que nuestras oraciones y el estudio de Torá son considerados como si fuesen “hechos” y no palabras (Ba´al Shem Tov Foundation, 2003).[iii] De ahí la importancia de lo que menciona el Lic. Yehuda. sobre la circuncisión de la boca para el noajida.

“Circuncisión de boca” como nos lo recuerda Yehuda Ribco significa: “Trabajar constantemente para perfeccionarnos y contribuir a mejorar a la sociedad… aprender a usar cada palabra como mecanismo de construcción, y NO PARA DESTRUIR… (Yehuda, 2003)”

Al decir de nuestra boca que somos Benei Noah ó noajídas, nuestra vida ordinaria se vera de acorde a los mandamientos que en realidad llevamos a cabo. Ya que esto es efecto de lo que cumplimos desde el  corazón.

Por otra parte Rabí Chaim Vital explica el otro lado del asunto. Es decir, nos recuerda que es lo que pasa cuando alguien habla mal de nosotros. En el judaísmo y el noajismo la importancia de trabajar constantemente para mejorar nuestra actitud y nuestra vida nos obliga a considerara estar alertas y alejarnos de quién hable mal de nosotros. Rabí Chaim Vital  comenta sobre la importancia de pronunciar a viva voz: “Las malas palabras que han pronunciado en contra de uno son nulas”. Esto porque sabemos que estas malas palabras no causan “algún efecto” en nuestro plano “físico”. Así como también afirmar de viva voz que sabemos que todo lo del mundo  proviene únicamente de D-s (Vital, ¿?)[iv].

                En relación al hecho de que podríamos ser nosotros quienes hablamos mal de los demás, Rabí Kalman Packouz nos recomienda la lectura de dos libros. “Guard your Tongue” por Rabí Zelig Pliskin y “GOSSIP: Ten Pathways to Eliminate It from Your Life and Transform Your Soul” by Lori Palatnik & Bob Burg (Simcha Press)

 

            El resumen por Rabí Kalman Packouz de los diez puntos de este libro, es como sigue:

 

¿Te gustaría que tus palabras fuesen apacibles en vez de punzantes?, ¿Y que fuesen sanadoras en vez de hirientes?, ¿Y que edificaran el mundo físico en vez de que consumieran la vida de los demás?, aquí están los diez caminos para eliminar esto:

 

1.       No hables maldiciones. Pronuncia solo enunciados AFIRMATIVOS. Aún si la situación es compleja, deja que palabras gratas en relación al asunto surjan de tu voz y que sean en sentido positivo. Esto significa no reaccionar sino más bien responder. Edita tus frases antes de pronunciarlas. Por ejemplo en la ciudad de México el trafico es complejo y hay veces en que hemos pronunciado frases celebres mexicanas para ese tipo de ocasiones. El folklore Mexicano y el lenguaje existe y podemos enriquecerlo hacia algo favorable. Si alguien te ocasiona un susto en el volante podrías decir algo POSITIVO en relación a su forma de conducir como: “Cuando vas con tu abuelita se que manejas excelentemente bien” o algo por el estilo. No lo estas insultando y si no es verdad puedes corregir diciendo algo como  “Siempre es posible que algún día puedas manejar mejor”.

2.       No escuches maldiciones. Evita estar presente en donde alguien este hablando chismes, mentiras u otras formas negativas del habla. Para que evites esto  mantente lejos de iniciar conversaciones que te lleven a escuchar chismes o mentiras. Si evitar el tema es imposible, necesariamente tendrás que saltar hacia otro tema de interés “positivo” para cambiar la conversación.

3.       No racionalices las palabras destructivas que escuches. Excusas como “pues es cierto”, “es broma”, “a mi esposa e hijos les digo lo que sea”, no son validas. Habladurías son habladurías, Y el hecho de que lo que hayan dicho “sea verdad” lo pone inmediatamente como “chisme”. Y si no pues es “mala lengua”.

4.       No veas lo malo. Destaca sobre lo favorable de las personas y las cosas. Esto evitara que pongas en tu hablar y en tu persona quejas, dolor y sufrimiento.

5.       Ten cuidado de hablar maldiciones sin decirlas verbalmente. El lenguaje corporal, los enunciados afirmativos, carteles, caricaturas o expresiones no verbales que dañan pueden ocasionar mucha destrucción.

6.       Se humilde y evita la arrogancia. Estas podrían ser tus grandes armas contra el hablar que destruye y no edifica. Siente gusto y alegría de los cumplidos que se te hacen más no arrogancia. Reconoce que la fuente del cumplido es D-s. Y que todos los que están llenos de si mismos están vacíos de D-s. Así que no hay lugar para D-s y lo más favorable en sus vidas para quién está lleno de si mismo.

7.       Ten cuidado de la información que transmites y a quien se la transmites. Aun buenas noticias requieren tacto para saber en donde y a quién decírselas. Por ejemplo, decirle a algún “desempleado” amigo tuyo que un compañero mutuo recibió un aumento de sueldo, “ES UN INSULTO PARA LA PERSONA QUE NO TIENE EMPLEO”.  

8.       La honestidad es la mejor regla en todo sentido. Ten cuidado de “SIEMPRE” decir la verdad a menos de que esto “HIERA A LOS DEMÄS”. Lo cual no implica usar mentiras piadosas. Es mejor NO contestar si los cuestionamientos que te hacen rompen tu intimidad o asuntos privados. Pero se honesto en toda circunstancia sin herir a los demás. “Aquel que es brutalmente honesto es mas brutal que honesto”.

9.       Aprende a decir “Lo siento”. TODOS cometen errores. Si hablaste mal de alguien limpia esa situación inmediatamente. Tal vez sea vergonzoso pero eliminará el asunto rápidamente. Discúlpate y solicita disculpas y hazle saber a los demás que no volverá a ocurrir. Sobre todo corrige el efecto que se haya ocasionado en el mundo físico resultado de tus palabras.

10.   Disculpa a los demás. Nunca guardes en tu interior sentimientos de rencor hacia los demás. Mantente libre de esto tanto en tu mente como en tus emociones. Estarás más sano, con menos estrés y más feliz. Si alguien te han hecho algo malo o han dicho algo malo “por su condición” .El estado desfavorable esta en la persona que cometió la falta y tal vez por eso actúa de forma desfavorable hacia los demás. Comprende esto y mantén tu ánimo libre de cargas que no son tuyas. Ya que éstas cargas te alejarían de tu estado interno más favorable y de “concentrarte en hacer lo que te corresponde”. Aquellos que dicen disculpo pero no olvido lo que dicen es que no olvidan lo que no saben como disculpar. Mantente alejado de estos rencores y huye de estas personas dañinas. La lectura de salmos es útil para aliviar tus intenciones y las de los demás hacia ti.


[i] “Ba´al Shem Tov, “Selections from the Ba´al Shem Tov on the Torá”, Vaikra, 2003, 

[ii] Ba´al Shem Tov, “Selections from the Ba´al Shem Tov on the Torá”, Vaikra, 2003,

[iii] Chaim Vital, The Book of Changes (Sefer Shinuyim), “Miracles and Healing,” ¿year? 

[iii] Yehuda Ribco, “Cabalaterapia: El poder de crear”. Serjudio.com,2002, http://serjudio.com/cabalaterapia/cab3.htm

[iv]Chaim Vital, “The Book of Changes”, (Sefer Shinuyim), “Miracles and Healing,” ¿year? 

http://es.wikipedia.org/wiki/Charlie_Chaplin#Biograf.C3.ADa

Los 4 principales

¿Cómo diferenciar aquello de lo que obtenemos placer efímero, de lo que proporciona una sensación trascendental, placer real?

La verdad, no pretendo responder a esa pregunta de una forma concreta, apelando a alguna receta o similar, solo quiero tratar de poner en orden las ideas que tengo de lo que vale la pena para mí, perseguir en la vida:

 1) Tarjeta de crédito: Te dejas convencer que las deudas son necesarias, pues “¿Acaso hay alguna otra forma de conseguir las cosas?”

 2) Carro: Gran medidor de éxito en occidente, así como es tu carro, te juzgarán tus “amigos”. Uno de los mayores espejismos con que nos encontramos actualmente.

 3) Apartamento o casa: Una vez te das cuenta que el carro se volvió “un mal necesario”, te ilusionas con la idea de que un apartamento o casa, te dará seguridad, estabilidad, sensación tan anhelada por todos nosotros.

 4) Finca: El ritmo de vida agitado que te generan los ítems anteriores (especialmente si los debes), demandan algo de “paz”, lo que, según conversaciones con tus amigos se consigue en una “finquita” en la que “te desconectas” los fines de semana. Tras años constantes sinsabores y sin lograr alguno de los cometidos, llegas a la conclusión de que la finca trae dos (2) momentos felices: Cuando se compra y cuando se vende.

 Podríamos decir que de estos cuatro ítems esenciales, sacamos grandes enseñanzas para la vida, que nos evitarán perseguir fuegos fatuos, pero no, seguimos dándonos de golpes, pues al no obtener satisfacción real de ninguno de ellos, creemos que es culpa del cupo, si es la tarjeta de crédito; el modelo, en el caso del carro; del tamaño si creemos que es culpa del apartamento o la casa; o el clima y la distancia si es “la finquita”. Ahí si viene el punto: Si permitimos que estos estándares determinen nuestro estado emocional, NUNCA seremos felices, es así de simple.

 Para terminar quiero dejar la pregunta abierta: ¿Qué, sino los “4 principales”, le dan real sentido a la vida?, ¿Qué es lo que nada, ni el tiempo, ni el clima, ni la inflación pueden corroer?

Ganar una pelea

Si el problema es entre tú y yo lo arreglamos tú y yo. Queda prohibido hacer partícipes a otros o discutir en presencia de otros.

Cuando hay testigos en la disputa el ego crece, el orgullo se hincha, lo que se persigue no es la solución de un problema determinado sino demostrar ante los espectadores quién es más fuerte y dominante. Un testigo físico o mental nos motivará, sin darnos cuenta, a tratar de mantener cierta imagen y eso bloqueará la sencillez y la humildad indispensables para llegar a un acuerdo con quien realmente importa. Por experiencia de varios psicólogos, los tres principales factores que causan la desintegración conyugal son el alcohol, la infidelidad y la intervención de los familiares políticos.

El cariño y la lealtad son conceptos no negociables, por lo tanto queda terminantemente prohibido proferir amenazas terminales.

En toda relación humana que se pretenda duradera debe haber algo intocable, algo que no puede por ningún motivo entrar a la mesa de discusión: el cariño. La pareja podrá negociar cualquier cosa, pelear encarnizadamente por resolver las diferencias, pero siempre protegiendo bajo una campana de acero blindado el concepto de su amor; éste no se perjudicará con los resultados. Amenazas como "si no cambias me largo" o "te advierto que si no accedes nos divorciaremos" o "lo que dijiste acaba de matar mi cariño por ti", ocasiona que la discusión se torne peligrosamente terminal.

Queda prohibido tener actitudes extremas. Si la persona pierde el control, deberá alejarse, pero nunca realizar escenas que la hagan poco confiable para siempre.

Cuando a Einsten le preguntaron si existía algún arma para combatir la mortífera bomba atómica, él contestó que sí, que había una muy poderosa e infalible: La Paz. Todos los seres humanos poseemos un arsenal de alto calibre que por ningún motivo debe usarse con nuestros seres queridos. Esas armas son: gritar, golpear, insultar, romper cosas, maldecir, injuriar a los familiares del otro, azotar puertas, emborracharse, cometer adulterio, etc. Estos recursos hieren y hacen perder la visión de lo que se discute. Las partes se concentran en devolver sus lanzas con el único fin de lastimar al contrincante. Las actitudes extremas son como un veneno que daña la relación para siempre.

Se debe discutir una sola cosa a la vez.

Al enfadarse se pondrá sobre la mesa de combate solamente el asunto que haya causado la emoción negativa. Cuando no se sabe pelear es muy común comenzar reclamando un tema "A" y terminar disputando uno "Z" totalmente diferente, después de haber pasado por veintisiete incisos, todos ellos sin relación, unos hirientes, otros incoherentes, otros extremadamente añejos, pero todos esgrimidos para lesionar al contrincante y hacerlo sentir culpable de cuanto malo pasa entre ellos. Una discusión así no tiene ni pies ni cabeza; el asunto inicial se complica y se deforma al grado que la pareja se siente furiosa y el pleito no tiene solución.

Prohibido quedarse con cuentas pendientes; si algo no es lo suficientemente grave para discutirse en el momento, deberá tolerarse para siempre.

Al departir no deben traerse a colación asuntos que ya pasaron, que ya se discutieron y que no tiene ningún caso revivir. Hacer eso es como meter el dedo en heridas viejas. Si el asunto es grave se debe hablar con la persona lo que nos molesta y dejar bien establecido que por el amor que le tenemos estamos dispuestos a tolerarlo. Esa es la mejor estrategia para que un familiar cambie, la que se basa en la premisa de que aunque no cambie lo seguiremos amando. Al percibir eso él, a su vez, tarde o temprano también deseará darnos gusto.


Carlos Cuauhtémoc Sánchez ;  "La última oportunidad"

Colón, ¿el último de la cola?

Primero que nada, quisiera aclarar que esta historia no puede comprobarse en un cien por ciento, ya que carecemos de evidencias contundentes que nos den la luz suficiente para afirmar si estos mitos en realidad ocurrieron. Pero podemos fundarnos en las coincidencias extraordinarias que hacen posible que lleguemos a pensar en altas probabilidades de que los hechos sean ciertos.

 

Varias leyendas existen alrededor de la mencionada Ofir (I Reyes 9:28 y 10: 11); muchos sostienen que su ubicación estaba en África, otros dicen que en la India, otros la sitúan en el sur de la península arábiga, en fin, la leyenda que nos ocupa la ubica en el Perú (Notamos que Pe y Fe son la misma letra en hebreo; Ofir podría ser Perú sin más problemas)

  

Algunos petroglifos encontrados, escritos en lenguas semitas en nuestro continente parecen dar como cierto lo que muchos suponen como incursiones egipcias y fenicias en el continente americano. Esto podría explicar la deificación de un Quetzacoalt (Viracocha) que no habría sido sino uno de los viajeros (probablemente un importante fenicio) que vinieron antes de las incursiones vikingas por el norte de América y la posterior colonización europea.

Es bien sabido que las flotas fenicias eran de una importante envergadura, y también es sabido que fue un constructor de este pueblo (Hirám de Tiro) el encargado de la construcción del Templo de Jerusalén.

 

Estas coincidencias, difícilmente pueden llamarse pruebas, pero no son las únicas.  

Uno de los primeros colonizadores, Montezinos, refirió haber hallado una tribu indígena que recitaba el Shemá Israel, pero de esto, no hay pruebas más que el testimonio de una sola persona.

 

En el libro de Samuel Akinin, “Las Minas del Rey Salomón en América”, se cuenta esta historia:

En un viaje virtual al pasado, llegamos a la época del Rey Salomón. Nos encontramos que está casado con 700 esposas y además cuenta con 300 concubinas. Temiendo que alguna de ellas le pudiese ser fiel, o simplemente al descubrir que ya no sentía algún tipo de amor hacia ellas, decide el Rey mandarlas al exilio, para ello emplea a su recién conquistada flota de barcos de los fenicios y comanda el viaje un sobrino quien tiene claras instrucciones de no regresar. Este barco con más de trescientas personas conformadas por esposas y esclavas, parte a alta mar, con rumbo desconocido. Luego de tres meses de travesía, el barco y su gente llega a tierra firme. El sitio fue nombrado como Guayana cuya traducción nos explica el placer que sintieron al llegar a él. HU (Él) Aya (estuvo) Na (Acá) D-s estuvo acá. Nuestros antepasados fueron nombrando cada cosa nueva que veían como por ejemplo el río Orinoco que significa la luz lo limpió. Los Tepúes (Sus entrañas, refiriéndose por supuesto a la Tierra). Luego le dieron el nombre a un pájaro que llamó su atención Colibrí Col (Voz) Hibrí (Hebrea) La voz hebrea. Vemos también que nombraron hasta a los propios caciques indígenas, Sorocaima (soroc Caima) tan bravo como su madre, quien había sido una cacique famosa. Atahualpa (atá hu alpa) murió por su culpa. Chacao (se sumerge, sacaba ostras) Margarita (perlas) Caribe (Cercanía) Zulia (la aliá), más tarde nos encontramos que ellos empleaban una pequeña barcaza para atravesar los ríos, la llamaban Canoa (Como Noé) y si vemos el libro encontraremos que hay más de quince mil vocablos que nos demuestran cómo llegaron, dónde estuvieron, qué hicieron y dónde estaba el oro, el petróleo, (mismo que menciona la Biblia empleaban para calafatear hasta la misma Arca de Noe. Pasaron casi tres años y el deseo de retornar para poder compartir las riquezas encontradas: Oro, diamantes, esmeraldas, plata, maderas preciosas, mismas que al ser recibidas por Salomón, nos cuenta la Biblia que él las empleó en la construcción del Santo Sanctorum. Para retornar, ellos se vieron en la necesidad de inventar a una reina, y es que un día sábado al ver a una indígena con los atributos de nuestra protagonista, ellos no tuvieron dudas. El cuerpo, el esplendor, la belleza y las formas tan especiales de esta mujer, era lo único que a un hombre tan rico pudiera hacer cambiar su punto de vista y condonar a esos soldados que no cumplieron a cabalidad con sus órdenes. Así que por un buen tiempo ellos, ayudados por las mujeres del Rey quienes creyeron que formarían parte de la comitiva que retornaría a Jerusalem, se ocuparon de educar y enseñar todo lo que sabían como necesario para atraer y convencer al Rey de la nobleza de ella. A esta mujer le dieron un título de nobleza, y un reinado que quedaba allende los mares. La Reina de Saba (la reina del sábado). Y funcionó. Los enviados al exilio volvieron triunfales, con riquezas, y sobre todo con una mujer diferente a todas las demás, por su color, su entorno, y por tantas cosas nuevas que traía como presentes. Cabe destacar las aves, las maderas, las joyas y algunos frutos tropicales. Salomón cayó bajo los embrujos de Saba, la desposó y tuvo un hijo que fue Rey en Etiopía. Ella quedó en Jerusalem hasta que su hijo cumplió los siete años, luego por celos y añorando a su país, costumbres y familia regresó a su tierra. La historia cuenta que ella volvió luego del Barmitzva de su hijo, esto le causó mucha tristeza al Rey, y dentro de su  disgusto y dolor, él ya no la aceptó del mismo modo, ya nada fue igual, por ello al cabo de unos años nuestra reina de Saba dio un último viaje sin retorno.