Archivo de la categoría: judaico

Resp. 545 – Ceremonia matrimonial bendita para noajidas?

Alberto nos consulta:

Buen dia
Le escribo para saber si ¿existe ya alguna forma en que una pareja Noajida pueda llevar a cabo una ceremonia matrimonial que estuviera bendecida por el Eterno mediante un rabino, o al noajida unicamente le corresponde el matrimonio civil?
Se que puede sonar algo irrelevante la pregunta pero para mi seria importante cuando llegue el dia, celebrar ante el Eterno mi union espiritual con mi pareja.
Muchas Gracias.
Alberto Carbonó, 30, maestro, merida, mexico, No religioso/noajida.

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Resp. 543 – MUSICA MÁS AGRADABE A HASHEM

jhulio nos consulta:

1- Leyendo los Salmos, me sale que David era un excelente intérprete de música, con la lira. Y en salmos se habla de música de arpa de 10 cuerdas, de lira y de címbalos. Y me gustaria si hay constancia de música apropiada para HaShem
2- Por otro lado, parece ser, si he entendido bien, que tras la destrucción del 2º Santo Tempolo o Beit HaMikdash, la músia de instrumentos, no es servicios religiosos, pero tal vez si en privdo.
Quedo a la espera de su contestación. Y puede ser apropiado, para las
Angel Puente Muñoz. 49 ños. Funionario. Barcelona. España

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Resp. 537 – Sueño para quitar contenido impropio

Iojanan nos consulta:

Sr moré un cordial saludo.
En el dia de la fecha he tenido un sueño que no se como responder ante el mismo: \»yo me arrodillaba frente a un retrete, apoyando mis codos sobre el mismo, puesto que una boca (solamente la boca) se me aparecia, detras de la misma habia un espejo. La boca era D-os, me hablaba y me daba consejos.\» ¿Como debo responder ante este sueño? ¿es mi imaginación? o ¿verdaderamente D-os quiere trasmitirme algo?…
Nahuel Orué, 20 Años, Mozo, Buenos Aires Argentina

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¿Te quieres convertir al judaísmo?

Llevamos varios años difundiendo el mensaje noájida, mensaje que no inventamos nosotros, ni siquiera descubrimos.
El noajismo es, históricamente, la primera forma de servir a Dios del modo que Él quiere.
El noajismo es el primer pacto perpetuo sellado con toda la humanidad, por medio del cual las personas han de ser fieles al Padre por medio del cumplimiento de los Siete Mandamientos Fundamentales.
Es una realidad que tiene 5000 años y no ha sido modificada ni ha sido anulada, ni lo será jamás, puesto que Dios dice claramente al respecto:

«Y dijo Elokim: ‘Ésta será la señal del pacto que establezco entre Yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre»
(Bereshit / Génesis 9:12)

Desde entonces, durante varias generaciones el noajismo permaneció como conocimiento y experiencia de pocos, pues el miedo al salvajismo de las religiones era grande.
Los gentiles que eran leales del Eterno se refugiaban y no pronunciaban su parecer, puesto que ser considerado «apóstata» o «hereje», era lo mismo a ser condenado a una muerte espantosa.
En ese silencio, en la pasividad, en el anonimato, la conciencia noájida fue cayendo en el olvido de las masas.
La gente se estaba apartando de la senda del Eterno, aunque en su interior su espíritu santo clamaba a viva voz por retornar a ese camino de Luz.
Como paliativo, la gente se hizo más y más adicta a las religiones, creían de esa manera saciar su hambre de Dios, cuando lo cierto es que se desnutrían más y se asfixiaban más.

Pero, en los últimos tiempos, con el comienzo paulatino de la Era Mesiánica, muchos renacimientos han ocurrido.
El más llamativo y espectacular es el resurgir de la nación judía de dentro del horno de la Shoá.
También el retorno y restablecimiento de una patria de nacionalidad hebraica en la sagrada tierra de Israel.
Pero, coincidiendo con esto, no es casual que esté despertando nuevamente (y cada vez con más vigor) la conciencia noájica.

Cada día son más los gentiles que redescubren su verdadera identidad espiritual. Que se libertan de las cadenas de las religiones, que se rebelan en contra de pesados mandatos sociales centenarios, que se alzan en armas espirituales en contra de piratas de la fe e imperialistas de las religiones.
Los noájidas están despertando, y es un proceso libertador imparable que llegará a su punto más radiante cuando la Era Mesiánica sea un hecho evidente para todos los humanos, pronto, bien pronto.

Sin embargo, sigue habiendo gente confundida en relación a los alcances y marcos que corresponden a su identidad espiritual como noájidas  y aquello que les compete por legado y herencia de Dios.
En buena medida son víctima de su ignorancia con respecto a las cosas del Eterno.
Otras veces siguen prendidos a la idea errónea de que hay que ser judío para ser salvo, cosa que se desprende de cierta de la confusa y ambivalente teología (mitología) del imperialismo cristiano (en sus mil ramas y variantes, incluído el falso judaísmo mesiánico).
Muchos de los confundidos siguen creyendo que el noajismo es una secta subsidiaria del judaísmo. O es una escala en un extraño viaje que lleva de la idolatría al judaísmo. O suponen que ser noájida y vivir como tal es indigno, o que eso no satisface tanto como lo haría el ser judío.
Todas estas confusiones se producen por oir campanas emocionales en lugar de usar el raciocinio, se dan por querer en vez de cumplir.

Usemos un momento la mente, de manera correcta.
¿Acaso Dios quiere que todos seamos judíos?
La respuesta es no.
Es obvio que Dios quiere que haya una inmensa mayoría gentil (que viva como lo que son, noájidas) y una infima minoría que sea judía.
¿Cómo lo sabemos?
A partir de las sagradas revelaciones:

«No porque vosotros seáis más numerosos que todos los pueblos, el Eterno os ha querido y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos.»
(Devarim / Deuteronomio 7:7)

La grandeza de la nación judía no radica en su gran número, ni en su poderío material, ni en su inteligencia, ni en ser el que domina sobre los demás; sino en haber aceptado con fidelidad su propio pacto con el Eterno, un pacto diferente al que tiene el resto de la humanidad.
Ni mejor, ni peor, diferente.

Así pues, para Dios no es bueno que la gente quiera ser judía si ha nacido gentil; sino que el gentil acepte su identidad, se ame como Dios le ama y viva de acuerdo al programa trascendente de vida que se denomina noajismo.
Ni más, ni menos.

Si Dios hubiera querido el predominio de Israel sobre las naciones, así lo hubiera decretado.
Si Dios quisiera que los judíos fueran la mayoría, y no una ínfima minoría, así sería.
Pero no es así.
Dios quiere que el mundo sea en su gran mayoría de gentiles, pero conocedores del Eterno, que viven de acuerdo a su propio patrón de conducta, que no es el judaísmo, sino el noajismo, tal y como Él ha declarado como bueno y justo.

Y para aquellos que aún dudan del valor del noajismo a ojos del Eterno; para los que se siguen dejando influenciar por las serpientes, les pido que tengan en cuenta esto:

«Avram [Abram] tenía 99 años cuando el Eterno se le apareció y le dijo: -Yo soy el Elokim Todopoderoso; camina delante de Mí y sé perfecto.»
(Bereshit / Génesis 17:1)

En aquel entonces Avraham era un noájida como tú debes serlo.
Ni siquiera tenía una orden extra, cual sería la de circuncidar su prepucio.
Era tal como tú debes ser.
Un noájida, cumplidor de los Siete Mandamientos Universales.
No era judío, no era estudioso de Torá, no era circunciso, no respetaba el Shabat, no comía Kosher, no usaba ropajes de judío, ni siquiera tenía un nombre de judío… no tenía nada que pudiéramos reconocer como judaico.
Era en todo su esplendor un gentil, un noájida a plentiud, fiel del Eterno por cumplir con Sus Siete Mandamientos Fundamentales.
Era acepto por Dios, era salvo, era perfecto a ojos de Dios, sin necesidad de recurrir a disfraces de judaico, ni a palabrería hebraica, ni a recitar capítulos de Salmos o sabios… era perfecto a ojos de Dios, por ser noájida.
¿Acaso tú no puedes llegar a ese nivel también?
Despójate de vanidades, quítate disfraces, no anheles ser lo que no eres, acepta tu identidad noájica, no pretendas lo que te es ajeno, no vivas alienado de tu ser, no repudies el mandato sagrado que el Eterno te ha dado.
Apártate del mal, para hacer el bien.
Apártate del mal, aunque éste sea producto de buenas intenciones.
Así pues, deja lo judaico para los judíos, olvida tus pretensiones de convertirte a judío mientras aún no has alcanzado el grado de perfección que te compete como noájida.
Y, si supones que eres menos por no ser judío, o no vales por no tener los mandamientos que Dios ha encomendado a los judíos, entonces eres un desgraciado que se auto-desprecia, que se auto-rechaza, que se odia…
Ámate, por saberte gentil y ser orgulloso de vivir como noájida.
Así serás bendito tú y tu descendencia por siempre.
Pero, si te desesperas por la porción de Israel, que no te corresponde, si escapas de lo tuyo para ser parte de lo de los judíos, entonces llevarás la angustia a donde vayas y traerás pesar a tu vida y a la de tu simiente, en este mundo y en el venidero. (Aquel pequeño porcentaje de gente que se convierte leal y legalmente al judaísmo, es asunto aparte, que no corresponde a la inmensa casi totalidad de los gentiles, que deben vivir como noájidas).

En resumen hasta aquí, sé como Avram, alguien orgulloso de su propia nación, sea argentina, boliviana, venezolana, mexicana, la que fuera; siéntete orgulloso y dichoso de ser noájida, pues es el tesoro de bendición y bienestar que Dios te ha dado para que vivas y sea salvo.

Como un aparte, para la gente que no está trastornada con la conversión al judaísmo, sino que sigue presa de la maldición de la idolatría, especialmente la del falso dios y falso redentor del madero cruzado, te digo lo siguiente.
Puedes tú mismo testimoniar que Dios no le pide fe a Avram.
Que Dios, habiendo hablado con él, no le ordena que siga a Jesús o el Verbo, sino que le dice que siga el camino de la rectitud que se establece con los Siete Mandamientos Fundamentales.
Dios le indica a la humanidad cómo redimir al mundo, desde la época de Avram hasta ahora y por siempre: caminando por el camino de los Siete Mandamientos, para ser amigo de Dios y perfecto.
Al creer en Jesús, aunque sea como mediador, o como rabino, o como salvador, estás apartando el claro mensaje de Dios para establecer un dogma que Él rechaza.
Te repito, Él pudiendo exigir la fe, prefirió dar la sencilla y verdadera clave de la salvación, que se llama lealtad y cumplimiento de los Mandamientos.

Ahora, queda en ti la reflexión, el reconocimiento, el arrepentimiento, el retorno, el despertar, el accionar para difundir el noajismo, el promover FULVIDA, el hacer de FULVIDA el hogar de los cientos, de los miles que están volviendo a las fuentes sagradas de vida verdadera.

No des más excusas, no pierdas más el tiempo, no sigas corriendo detrás de vanidades.
El mensaje te lo ha dado Dios, lo aceptas o pierdes…

Cariños y bendición.

Resp. 527 – Busco Quien me Ayude?

Gamaliel nos consulta:

Agradezco infinitamente el trabajo que hacen aqui, in embargo muchas veces las ocupaciones diarias no dejan tiempo a la reflexion, la oracion o el estudio, me preguntaba si es posible acercarse a un rabino para que este pueda guiarle mejor a uno, en su calidad de gentil, pues es mi deseo seguir lo que el Eterno desea de mi, mas las dudas son mayores y creo que seria mejor acudir a un sabio maestro y dejar de molestarte a ti con tantas preguntas. Que el eterno te de paciencia y paz…
Gamaliel Rangel, 21, estudiante, México, México

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Resp. 506 – Moshe es un maestro o un enviado de Dios?

marconi35 nos consulta:

no deseo ofender a los amados del Dios Altisimo; pero como sustentan que Moshe es un Maestro?, los Cristianos sustentan que Jesus es el Mesias, basado en el Antiguo Testamento y los judios como sustenta que Moshe es un Maestro?…
marco, nuñez, 58,Quiropractico, Lima,Perú

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El enemigo que quiere parecer interno

Atentos a este relato por favor:

«Cuando los enemigos de Yehudá [Judá] y de Benjamín [1] oyeron que los que habían venido de la cautividad edificaban un templo al Eterno Elokim de Israel, se acercaron a Zorobabel y a los jefes de las casas paternas, y les dijeron:

-Permitidnos edificar con vosotros; porque como vosotros, buscamos a vuestro Elokim, y a Él hemos ofrecido sacrificios desde los días de Esarjadón, rey de Asiria, que nos trajo aquí.

Pero Zorobabel, Jesúa y los demás jefes de las casas paternas de Israel les dijeron: -No edificaremos con vosotros una casa a nuestro Elokim, sino que nosotros solos la edificaremos al Eterno Elokim de Israel, como nos lo mandó el rey Ciro, rey de Persia.

Entonces el pueblo de la tierra desmoralizaba al pueblo de Yehudá [Judá] y lo amedrentaba, para que no edificara.»
(Ezrá / Esdrás 4:1-4)

Veamos un hecho muy actual a través de esta milenaria narración verídica.

En tierra judía vivían unos extranjeros, ajenos por completo a Dios y Sus cosas (2 Melajim / II Reyes 17:24).
Sin embargo, por cuestiones acomodaticias pretendían rendir honores al Eterno (2 Melajim / II Reyes 17:28), aunque en realidad hacían unos rituales estrafalarios, una mescolanza imperfecta entre algo parecido a Torá y religiones por completo apartadas del Eterno (2 Melajim / II Reyes 17:33).
No por convicción, amor, dedicación, devoción, fidelidad, sumisión, sino como un modo de conseguir alguna ventaja, salvación, o algo similar (2 Melajim / II Reyes 17:25).
Así vivían ellos, en completo error, pero disfrazando su impiedad en ropajes de apariencia de santidad, tal cual hacen los mesiánicos (fanáticos cristianos pero que se hacen pasar por judíos) de nuestros días (2 Melajim / II Reyes 17:34).
Y de esa manera educaban en perdición con disfraz de salvación a sus hijos y discípulos y a todo ingenuo que caía en sus garras sanguinarias con apariencia de bondad (2 Melajim / II Reyes 17:41).

Con esa misma apariencia de rectitud se acercaron a los valientes judíos que estaban retornando del cautiverio en Babilonia y que con gran dedicación comenzaron a edificar trabajosamente el Templo para el Eterno en Jerusalén.
Con mentiras y media verdades (que son peores y más letales que las mentiras) anunciaron que querían participar de las cuestiones propias de los judíos.
Daban buenas excusas, manejaban muy bien las palabras como para hacer creer ciertas cosas y confundir y generar dudas y hacer de esa manera que los poco preparados admitieran sus afiebradas teorías.
Ellos decían adorar a Dios y por eso pedían participar de las cosas propias de los judíos.
Ellos decían ser fieles a Dios, aunque cuando uno se ponía a indagar con capacidad y paciencia, más pronto o más tarde descubría cosas grotescas: el odio intenso hacia los judíos, el odio profundo hacia lo judaico, el desprecio hacia el Eterno, la adhesión pasmosa a dioses ajenos, entre otras cosas aberrantes.
Asumían cierta familiaridad con los judíos, que realmente no poseían.
Declaraban que ciertos individuos de la historia los habían naturalizado como judíos, aunque ciertamente nada tenían de judíos, ni podían tenerlo.
Y recuerda amigo lector que te estoy hablando de los samaritanos de hace 2500 años atrás, aunque en todo parezca calco de lo que hacen los mesiánicos (netzaritas, ebionitas, amitas, entre otros desquiciados) de la actualidad.
Además de aquellos otros gentiles que desprecian su identidad espiritual noájica y pretenden tener derechos sobre las cosas que Dios ha declarado patrimonio y herencia perpetuos de Israel.
Esos, que se dicen amigos, que quieren participar en las cosas concernientes a los judíos sin querer entender que no les corresponde, terminan por descubrir su hilacha profunda, oscura, antijudaica, oponente a Dios.
De tanto querer lo que les es ajeno, de tanto envidiar la identidad ajena, terminan por odiar a aquellos que envidian, sin darse cuenta de que están odiando intensamente su propio ser.
Es complicado, pero lamentablemente cotidiano.
A diferencia de los gentiles concientes de su patrimonio como noájidas, que se contentan con su bella porción otorgada por el Eterno. Que son verdaderos socios en la construcción de Shalom. Que no se afanan buscando la propiedad de otro, ni quieren tomar parte en lo que no les corresponde.
Son amigos sinceros, pues entienden que cada uno tiene un rol determinado por Dios y que así debe ser.
No pisotean la propiedad del otro, con la excusa de que quieren tener parte en ella.
No desprecian su identidad, pues la conocen y la encuentran estupenda, como todo lo que es obra del Padre Celestial.
Estos noájidas, los conscientes de que tienen su propia identidad y su propio patrimonio, son los amigos de los judíos, los que se comportan como hijos ante el Padre.
Esos otros gentiles, los que pretenden tomar para sí lo que no han sido llamados a poseer, son personas confundidas, extraviadas, ignorantes, quizás con buenas intenciones, pero cuando se aferran a sus deseos dejan la bondad y la justicia y se embarcan en la senda de los enemigos de Dios.
A tenerlo presente.

Los líderes, los sabios, los entendidos, los capacitados, los poseedores de autoridad denegaron a los extraños el participar de las cosas del Eterno. Ellos no podían admitir que los enemigos tomaran parte de las cosas concernientes a los judíos.
Sabían que cuando algo puro se mezcla con los que se disfrazan de pureza, termina por contaminarse todo el contenido.
Si los enemigos de Dios, disfrazados de constructores, se hubieran sumado a las fuerzas de verdaderos constructores, bien pronto hubiera comenzado una crisis profunda. Se hubiera desangrado el caudal sagrado de los leales. Se hubiera introducido la corrupción idolátrica y perversa entre los cimientos de la Luz.
Por lo cual, tuvieron que dejar bien en claro quien formaba parte de los edificadores del Templo y quien no.
Porque hay ley, porque debe imperar el orden.

Entonces, los enemigos mostraron su verdadero rostro.
Dejaron tiradas a un costado sus caretas de amistad y por fin enseñaron los afilados dientes dispuestos a asesinar a los leales a Dios.
Ya no se hacían pasar por ovejas deseosas de trabajar en la obra del Eterno, sino que dedicaban todos sus esfuerzos misioneros para obstaculizar, retrasar, entorpecer, destruir, maldecir.
Usaban su poder material, ejercían presión, hacían actos de terror, manipulaban a las masas, difamaban, enseñaban mentiras atroces acerca de los leales.
Ya dejaron de jugar a los «buenos» y «amigables» para ser quienes eran todo el tiempo debajo de sus disfraces de bondad.
Ahora el desprecio estaba a flor de piel, se sentía a cada instante.
El odio no era imaginario, sino una realidad intensa.
Esos mismos que hasta ayer lloraban quejosamente: «¿Por qué no nos dejas aprender hebreo contigo? ¿Cómo quieras que sepamos cosas de noajismo si no nos muestras cosas de judaísmo?» Esos mismos que se hacían pasar por amables ovejitas perdidas en busca de sentido, ahora demostraron su verdadera naturaleza porfiada, extranjera al Bien.
Usaron sus caretas para disfrazarse, sus excusas para conseguir sembrar la duda, promover la discordia, generar la controversia, malquistar a los socios en la construcción.

La historia, tristemente, se repite.
Hay un enemigo que quiere parecer que es interno, que es uno más de los anhelantes de ser leales al Eterno, de ser constructor de Shalom.
Se visten con las ropas apropiadas para la ocasión, para tapar sus verdaderas intenciones.
Reclaman cosas que no les pertenecen, dan vueltas para justificar sus deseos prohibidos, se venden como buenas víctimas de malos victimarios; pero en el fondo, solamente tienen rechazo hacia ellos mismos, hacia los judíos, hacia los noájidas leales, hacia Dios.

Tengamos en cuenta esta enseñanza, pero no para salir a perseguir a los que dudan, a los que critican sanamente, a los que preguntan para aprender.
No tenemos necesidad de ser inquisidores, pues ese rol es para los enfermos, los de alma mortal, los colegas de la idolatría.
Pero sí tenemos la obligación de ser despiertos vigías en la atalaya, para que los que se vienen con ofrendas de supuesta paz no entren dentro de las murallas de la ciudad de la Luz y la infecten con sus mensajes desmoralizadores, con sus dudas perversas, con sus media verdades ofensivas, con sus retóricas aburridas pero atrapantes.

Estemos atentos, no para iniciar una caza de brujas, sino para seguir siendo constructores de Shalom y no meramente gente perdida y sin rumbo en la vida.

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Resp. 481 – Lo que ya estudié de Torá

Iojanan nos consulta:

Mis cordiales respetos y saludos señor Moré.
Mi persona se ha arraigado mucho a la torá, tengo 19 años, ahora se, que como noajida tengo prohibido el estudio de la misma,pero ya hace un año que estudio la torá. Conosco Midrashim, Explicaciones de versiculos, Folios del Talmud, Relatos, Parabolas, Etc. mi pregunta es: ¿que hago con esos conocimientos ahora, los puedo repasar, exponer,etc.? mi alma esta tan conpenetrada con la Torá, que hasta sueño con ella y con los sabios del Talmud y sus dichos
Nahuel Orué, 19 Años, Mozo, Buenos Aires Argentina

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Resp. 426 – ¿La Fe?

lscajml nos consulta:

Shalom Lic Ribco
Vi su respuesta a la pregunta de la existencia de DIOS, y estoy de acuerdo casi en todo menos en una cuestion, cuando menciona que no tiene Fe, creo yo que la Fe en Dios esta basada en el amor que sentimos por el, \»circuncidad nuestro corazon\» dice el mandamiento, estoy seguro que usted menciono que no tenia Fe solo con la intencion de enfatizar su descendencia hebrea, pero se que en su corazon si posee una gran Fe
Javier Morales Luna 28 años, lic en sistemas, Veracruz Mexico

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Está delante de ti

Nuevamente en las Sagradas Escrituras JUDÍAS encontramos una importante enseñanza de lo que el Eterno quiere de las personas, de TODAS las personas.

Como sabemos Él no pide fe.
Tampoco quiere que seamos siervos de un señor colgado en una cruz.
No desea sacrificios de primogénitos, ni siquiera del Suyo (que por las dudas te recuerdo que es la nación judía).
No Le agradan las penurias y sangres.

En cambio ama una conducta íntegra, de justicia y bondad, de fidelidad a los mandamientos que Él te ha ordenado que cumplas.
En tu caso, amigo gentil, son los Siete Mandamientos Fundamentales (no idolatría, no blasfemia, no homicidio, no inmoralidad sexual, no robo, no comer parte de animal con vida, establecer cortes de justicia).

Nada más, nada menos, tal es el camino para la salvación, la verdad y la vida en Este Mundo y en el Paraíso.

Presta atención:

«¿Con qué me presentaré al Eterno y me postraré ante el Elokim Altísimo?
¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?
¿Aceptará el Eterno millares de carneros o miríadas de arroyos de aceite?
¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma?

¡Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno!
¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Dios

(Mijá / Miqueas 6:6-8)

¿Caminas humildemente con Dios, pues cumples con los Siete Mandamientos?
¿Haces lo bueno y lo justo?

¿O sigues esclavo de falsos salvadores, de falsos dioses, de falsos primogénitos?
¿O sigues empecinado en adorar el EGO?
¿O marchas aún por la senda trazada por hombres ajenos a Dios y Sus cosas?

Debes tú hacer el examen de conciencia, sin hacerte trampas al solitario.
Porque si persistes en engañarte, el único que pierdes eres tú… y tu familia, y tus amigos, y tu sociedad…

¿Cuando dejarás de andar por tus propias sendas de extravío?
¿Hasta cuando insistirás en decir «amén» a esas maldiciones de pastores y falsos rabinos (falsamente mesiánicos)?

El camino luminoso y limpio está a tus pies, solamente debes andar por él.
Desecha toda la basura del dios colgado, aleja de tu vida las mentiras del fatídico testamento, vomita el veneno que te han dado a beber desde tu cuna, para que puedas ser libre y fiel a Dios.

Debes elegir, o Dios o Jesús.
No hay punto medio.
No existe forma de conciliar el bien infinito (Dios), con la mentira absurda (Jesús).

De ti depende, tu vida pende de un fino hilo, que si tu insistes en corroer, terminará cortándose y tú desaparecerás en las sombras monstruosas del Sheol, hogar eterno del infernal Jesús.

Tienes el camino de Luz ante ti, camina por él.
Hazle caso a Dios, no a los hombres.