Vale la pena su relectura: Cuatro hijos y un padre La semana pasada explicamos brevemente
Esta semana podemos ampliar un poco más la
Es fácil reconocer que cada uno de estos tipos
Los cuatro hijos, en su condición de tales, El hijo menos desarrollado El que le sigue en la cadena evolutiva El habitante esclavizado en el siguiente plano Por último, el que queda sumergido en el nivel Hasta aquí un resumido bosquejo de los cuatro El lector atento ya habrá advertido que nos Todos llevamos dentro nuestro estos cinco Nunca es tarde para comenzar a ser libre… Moré Yehuda Ribco http://serjudio.com/shemot/bo64.htm |
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El Gentil y el Talmud
«En una oportunidad, un gentil se dirigió a un Rab y le preguntó si era cierto que el estudio del Talmud desarrollaba la mente y que no existía sabiduría en el mundo que se equiparara a él.
Ante la respuesta afirmativa del Rab, el gentil quiso comprobarlo y le pidió al Rab que le diera algún ejemplo del tipo de estudio que ejercitaba la mente incluido en el Talmud. Debido a la insistencia del gentil, el Rab accedió a su pedido y le preguntó: «Dos personas cayeron desde una claraboya hacia la tierra, uno se ensució y el otro no, ¿quién debe limpiarse?». El gentil respondió: «es una pregunta muy sencilla, el que se ensució debe limpiarse». El Rab le dijo: «observa cómo no entiendes. Todo lo contrario: quien no se ensució debe limpiarse». «¿Por qué?», inquirió sorprendido el gentil.
La respuesta del Rab fue: «el que se ensució observa cómo su compañero no se limpia y piensa que él tampoco debe hacerlo. Pero el que no se manchó, observa cómo el otro se ensució y piensa que a él también le sucedió y se retira a limpiarse». El gentil sorprendido le pidió al Rab una nueva oportunidad y el Rab le repitió la misma pregunta: «Dos personas cayeron desde una claraboya hacia la tierra, uno se ensució y el otro no, ¿quién debe limpiarse?». El gentil respondió: «recién usted me aclaró el tema, el que no se ensució debe limpiarse». El Rab le dijo: «observa cómo no entiendes. El concepto es inverso, quien se ensució debe retirarse a limpiarse y quien no, no se retira». El gentil comenzó a confundirse y le solicitó al Rab una nueva oportunidad.
El Rab le reiteró por tercera vez la misma pregunta y en este caso el gentil le respondió: «terminamos de aclarar que el que se ensució debe limpiarse». El Rab le dijo: «no es así, ambos deben limpiarse. El que se ensució porque observa que está sucio y el otro también se limpia, ya que al observar a su compañero que está sucio cree que también él lo está». El gentil admitió que no lo había pensado y le pidió una nueva oportunidad y el Rab le repitió por cuarta vez la pregunta. El gentil contestó que ambos debían limpiarse como habían terminado de comprender. El Rab le respondió que no era así: «ninguno de ellos debe hacerlo, el que no se ensució porque se observa que no está sucio y el que se ensució no se limpia al observar que su compañero está limpio y piensa que él también lo está».
Tomado de :http://masuah.org/truma_f.htm
El gentil se dio por vencido, pero le pidió al Rab la última oportunidad y cuando el Rab le reiteró la pregunta, el gentil en ese momento comprendió que el Rab esperaba que él respondiera que ninguno debía hacerlo -como habían concluído anteriormente- y le cambió la respuesta: «¡Ambos deben limpiarse!». El Rab lo terminó de desconcertar: «¿aún no entiendes? ¿Cómo es posible que dos personas hayan caído al mismo lugar y una se ensucie y la otra no? ¡Es imposible!».
Nota:Quise colocar el siguiente extracto de esta lectura, por cuanto es importante que el Noajida reconozca que ciertamente el involucrarse en libros sagrados que les competen única y exclusivamente a los Judios. El Noajida para que cumpla con los 7 preceptos que el Eterno ha dado a las naciones, no tiene porque profundizar, ni estudiar (Talmud, Midrash,Cabalá, ect) así como todo lo referente a la literatura Judia, para ser mejores Noajidas, este es un error muy común entre la mayoría de los Noajidas que quieren ser BneiNoah sin dejar de pensar como Judio. He llegado con mucha tristeza escuchar Noajidas decir que andan estudiando por su parte, por su propia cuenta, teniendo a la mano La Torah, el Tanak y libros de autoría judia, quienes no aceptan el verdadero rol que un Noajida debe cumplir en este mundo, porque piensan que las 7 leyes Universales son muy «light» craso error.
Obviamente vemos en paginas de bneinoah en Inglés y algunas en Español cuyos Maestros proponen la enseñanza de Torah, pero hay que tener en cuenta que en algunos lugares como Estado Unidos, cuyo país tiene un gran número de sinagogas y centro de estudios judaicos, tienen la facilidad de poseer un Maestro letrado en la Torah quien los asesore personalmente, pero que con mucha seguridad enseñara que solo el Gentil debe leer con la ayuda de Un Rabino Ortodoxo las partes permitidas que se pueden leer.
En tal caso de no tener acceso a un Maestro Judio Ortodoxo cerca, como cada uno de nosotros los que entramos a diario a la pagina de FULVIDA pues contamos con la sabia experiencia del Moreh Yehuda y ahora con la ayuda de su Hermano el Rabino Aaron Ribco, quienes con mucha sabiduria y paciencia, nos orientaran que es mejor un Noajida bien orientado y disciplinado con lo que se le enseña, a uno quién pretenda tener una doble personalidad indefinida.
http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1900.htm
Un abrazo a todos!
Resp. 303 – Mishne Tora de Maimónides para gentiles
A un amigo de padre judío pero de madre gentil su abuelo paterno le regalo una edición de la Mishne Tora de Maimònides, en su condición de gentil mi amigo duda sobre leerla o no y por lo tanto no la ha sacado aun de su envoltura, entonces:
1- ¿Puede o no un gentil leer la Mishne Tora de Maimònides?
2- Y qué de otras obras de este gran autor como La guía de perplejos
3- ¿A los gentiles se les permite leerlos o están cometiendo un robo de algo que le pertenece al pueblo de Israel?
Muchas gracias
Samuel Ariel Saban Bernal, 24, Estudiante, Bogota d.c., Colombia
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Por fin fuera del pozo ¿hacia donde ir?
Vengan y escribamos un canto
inspirados edificadores de Shalom
y que sea grande nuestro acato
al construir nuestra porción
Las gotitas hacienden, revolotean, pues el aire las mueve, las corrientes las agitan, saben muchas de ellas no llegarán a formar nubes, para eso hacen falta puntos de condensación y para condesarse necesitan ceder parte de su energía al medio…
-¿Qué le pasa compañero? lo noto raro (me decía mi compañero y gran amigo Felipe Pacheco Vázquez, mientras esperaba el autobús, pues, a mis invitados los acompaño a tomarlo, al irse de la casa de mis padres).
-¿ya te diste cuenta? (le dije),
-sí, contesto
…
¿Qué, ya no va a ser cristiano?
No, creo que ahora, boy a ser judío…
Me dedique a entrar a páginas de comunidades judías, a leer libros de historia sobre el pueblo judío y la inquisición española en las bibliotecas públicas, con lo que mi extraña admiración, se convirtió en un profundo aprecio, admiración y cariño al pueblo del Eterno. En mi búsqueda por Internet halle un pagina de una gran comunidad en México, cuyo lema es “Y llamaras a tus hijos constructores”, en ella ofrecían un directorio de correos electrónicos, de todo el personal de dicha institución. ¿A quien le escribo? Algunos cargos ni me imaginaba que eran. Pues decidí escribirle al rabino y a una oficina (que ya no recuerdo con exactitud su nombre) que estaba encausada a trabajar con los judíos asimilados, que deseaban reintegrarse a la comunidad (o eso interprete).
Supongo que no fui muy cuidadoso con mis palabras, estaba yo exaltado y ansioso por convertirme al judaísmo. No hubo respuesta, pero no los culpe (mi admiración y las lecturas de las vicisitudes que han sufrido en México me permitieron comprender algunos motivos a sí como que tal vez le había ofendido mí carta), aunque me sentí muy triste.
De pronto, navegando en la red, me encontré con la pagina del Moré, serjudio.com, comencé a leer, primero los artículos referentes a Ieshu y su mito, me confirmaban y mostraban cosas insospechadas para mí, poco a poco comencé a leer sobre las 7 leyes y el Bney Noaj, intelectivamente lo asimile, pero, pensaba que ser noají era como ser de segunda. Suponía, seré noajida como calentamiento, pero en cuanto pueda (madure) me convertiré al judaísmo.
Debo mencionar la diferencia, cuando le escribí por segunda vez, ansioso de recibir ordenes (pues a eso estaba acostumbrado por medio de los pseudos-líderes “espirituales”). me sorprendió que el Moré me dijera: “le recomiendo que continúe trabajando por crecer espiritualmente, y que cuando encuentre una dificultad, vea el problema como un trampolín para avanzar y no como una ocasión para caer.” Me quedé extrañado y eh de aceptar, no les di la importancia requerida, era muy inmaduro quería que todo se me dijese, no estaba dispuesto a pensar, a hacerme responsable de mis actos, pues estaba acostumbrado a obedecer y ser manipulado.
A sí que mis deseos de convertirme al judaísmo, eran más fuertes, que el cumplir con lo que el Eterno amorosamente me había regalado. Pero precisamente, el proceso de maduración en el cual estoy, me ah reafirmado, a contribuir con la construcción de Shalom, desde este lugar, en el que el Eterno benevolentemente me ah otorgado, No es un trabajo de segunda, es un trabajo de primera, pues El Eterno Bendito sea El, No hace cosas de segunda, Todo lo hace bueno, y con el potencial suficiente, para que construyamos un mundo mejor.
Hoy puedo Agradecer al Eterno, por haberme dado la oportunidad de haber nacido en este tiempo, con las circunstancias, que me acontecieron, de no ser así, hubiese sido difícil que hoy, estuviese con ustedes, buscando y aprendiendo como Construir Shalom.
Las gotas de agua están polarizadas (el Oxigeno atrae las cargas eléctricas(-) y los hidrógenos quedan ionizados(+)) permitiendo que el polen y polvo suspendidos en el ambiente que ah adquirido carga gracias a la fricción con el viento) aunado a las frías temperaturas de las capas superiores de la atmósfera, condensen el vapor de agua, formando nubes cargadas de agua, que están formadas por gotas que al seguir pegándose, unas de otras, se hacen tan pesadas que comienzan a caer por la acción gravitatoria, al caer van limpiando el ambiente y refrescándolo, así como refrescan al suelo. Sí la lluvia es tan fuerte, puede caer como tromba, arrastrar la tapa del pozo, y llenar de tierra y piedras el pozo para que jamás vuelva a estancar agua en su interior entonces, yano habrá más Pozo de los vaticinios.
¿Qué estaremos dispuestos ah hacer?
El estudio noajida y la accion noajida
En el sitio se ha repetido en varias oportunidades que ello debemos ser ciudadosos al estudiar, SIEMPRE, y esto es literal SIEMPRE, acompañado de un maestro judio conocedor de Torá. No hay lectura inocente, en estos temas no hay buena voluntad.
Pero, quisiera ir mas alla, considero que ese estudio, ese que en teoria nos esta elevando, es el mismo que ficticiamente nos hace creer que tenermos mas poder, por haberlo leido o estudiado y en realidad nos aleja de la fuente que supuestamente alabamos. Y me animo a decir que tambien en compania de un maestro judio podemos fallar, no manejamos bien los conceptos, y podemos caer en la meditacion, en la filosofia; porque cuanto mas se profundiza mas abstracto puede ser de lo que estamos hablando. Al filosofar utilizamos, tiempo. Ese valioso tiempo con el cual podemos hacer un monton de cosas por nuestro mundo.
Muchas veces sucede que el estudio se conforma de una gran cantidad de palabras .Pero solo tomamos algunas para producir acción, y armamos nuestros escenarios en base a algunos conceptos simples.
La repeticion del estudio, en nuestro caso se basa en la necesidad de satisfaccion intelectual, ya que cuando nos olvidamos de los conceptos, vamos en busca de mas; lo considero como un alimento emocional, en momentos de semblante bajo.
No digo que no haya que estudiar, solamente digo que estudiemos lo que nos permita vivir en este mundo, hoy ahora y generar cambios. Porque sino estamos perdiendo el tiempo.
Recomiendo esta lectura
Recomiendo esta lectura, pues precisa de vuestros comentarios y sugerencias.
Gracias
http://serjudio.com/respuestas-a-preguntas/resp-4056-estetica-en-la-antiguedad-judia
Adicción a la aprobación…
Cuando uno piensa en adicciones, inmediatamente nos viene a la cabeza, las droga, el alcohol…pero podemos ser adictos a cualquier cosa. Aún las personas más espirituales pueden llegar a ser adictas, puede que no sean a las que comúnmente conocemos, pero pueden ser adictas, a la lectura, al razonamiento, al trabajo, en fin, hay infinidad de ella.
Hoy quiero destacar la adicción a la aprobación. Somos adictos cuando no podemos vivir sin ello. Cuando basamos nuestra autoestima en la forma en que la gente nos trata o en lo que creemos que los demás piensan de nosotros, nos hace adictos a su aprobación. Puede que empleemos mucho tiempo y energía tratando de agradar a la gente y ganarnos su aprobación. No importa lo mucho que nos esforcemos por agradar a la gente y ganarnos su aprobación, pues siempre habrá alguien que no nos apruebe.
Es un tema largo de tratar, sólo quiero abrir la puerta. Estoy aprendiendo que cada día de mi vida, cada decisión, cada transitar por este mundo lo importante no es si éste o aquél me aprueben, creo, y estoy segura de ello que los más más importante es que nos apruebe D-S. Al único que debemos agradar es a El. Cómo sabemos si agradaremos o no, solamente cumpliendo sus mandamientos. Qué importantes es grabar en nuestros corazones los mandamientos para agradar a D-S. Seamos adictos a D-S, los demás vendrá de su mano. No podemos siempre agradar a Dios y agradar a la gente al mismo tiempo.
Presentación
“Todo aquel que se compromete a
cumplir con los Siete Preceptos Universales,
se lo denomina un gentil “devoto”
y es merecedor del Mundo Venidero“
Maimónides en las leyes de Reyes (8:11).
Buen día lector apreciado.
Antes de presentarnos, te invito a que leas algunas de las preguntas que frecuentemente se hacen los recién llegados a este hogar.
¿Qué es el noajismo?
¿Qué es y qué hace un noájida?
¿Qué es ser espiritual?
¿Es esto una religión o una secta?
¿Me pedirán el diezmo o dinero?
¿Hacen milagros o magia?
¿Es una organización judía o judaizante?
Son algunas interrogantes que recibimos, muy válidas y bienvenidas por cierto.
Déjame que te explique un poquito, porque luego tienes todo el resto del hogar FULVIDA para aprender.
El Creador diseñó un universo maravilloso, espléndido, cada día la ciencia está descubriendo la huella del Creador y Su sabiduría majestuosa.
Este universo enorme, complejo y fascinante se comporta de acuerdo a reglas firmemente establecidas por el Creador. Él no dejó nada al azar, ni siquiera el propio azar.
Cuando en Su perfecta sabiduría nos creó, nos dotó del poderoso tesoro del libre albedrío, característica única que nos diferencia de ángeles y animales. Nosotros podemos elegir entre hacer lo bueno o hacer lo malo. Solamente nosotros podemos hacerlo.
Para entrenarnos en el camino del bien, para que sepamos vivir de acuerdo al bien, el Eterno nos confirió mandamientos. Siete mandamientos fundamentales y universales, que nos contienen, que nos delimitan, que nos entrenan juiciosamente para ser personas buenas y justas.
Todas las personas deben conocer estos mandamientos y cumplirlos.
De esto depende el Shalom, la paz, la integridad, el bienestar, la constante tarea de perfeccionar el mundo para llevarlo a su máximo posible.
Las antiguas generaciones perdieron el rastro de los Siete mandamientos, los fueron olvidando, corrompiendo, o perdiendo el rastro que los vinculaba con el Padre Celestial.
Pero, una nación se mantuvo fiel, a pesar de los contratiempos numerosos que padeció. La nación judía mantuvo vivo el legado para todas las naciones, preservó el espíritu de vida que el Padre Celestial destinó para la humanidad entera.
Al día de hoy se está dando un poderoso despertar entre las gentes, más y más se quitan de encima las pesadas cargas de doctrinas ajenas a Dios, y se ponen a la búsqueda de la Verdad, del Buen Camino.
Para ayudarte y orientarte a encontrar la senda de la Luz hemos creado el sitio FULVIDA.com, y ahora también llega a tus manos este texto.
Léelo, estúdialo, cuestíonalo, pregunta, critica, aprende, libérate, crece.
Te espero en la Buena Senda, a la Luz del Eterno para ser constructores de Shalom, pues tal es nuestra misión en Este Mundo.
Te deseo plenitud y bendición.
Cuento: Un Joven y su Camino.
El siguiente es un cuento que ideé algo breve al principio, pero que a medida que lo escribía se me ocurrían ideas, y más ideas, por lo que no pude evitar hacerlo extenso. No soy literato ni tengo experiencia en escribir relatos, sólo me apoyé en algo de conocimiento, otro poco de lectura de la cual pudiera influenciarme, otro poco de sentido común, pero creo que valdría la pena leerlo si es que se tiene algo de tiempo, o si quieren cópienlo y péguenlo en un word, como deseen. Espero que les guste. Shalom.
Sebastián.
Había un joven y junto a él su familia y algunos amigos. Su familia era su padre, su madre, hermanos y algunos parientes. Siempre juntos andaban en la vida, compartían todo y todos se amaban mutuamente, algo que nunca se rompería era los lazos de amor eterno que entre ellos había.
Cierto día caminando sólo Di-s sabe dónde, divisaron a lo lejos un lugar donde había un tumulto de gente, y por curiosidad se acercaron hacia ahí. Notaron al llegar que de ese lugar nacían varios caminos, cada uno tenía un cartel en la entrada y muchas de las personas empezaban a tomar estos varios caminos.
Se acercaron más a leer lo que estos carteles decían, así fué como leyeron uno que expresaba: » El Camino del Gentil Justo», y tenía un símbolo, como un arco iris. Este camino les inspiraba confianza, y resplandecía con claridad desde adentro, pero notaban que eran poquísimas las personas que entraban acá. Les parecía raro, nunca habían escuchado hablar sobre un gentil justo, ni imaginaban por qué tenía tal símbolo, sin embargo no se detuvieron a pensar mucho en este asunto, más, siguieron leyendo los carteles de los otros caminos.
Había otro cartel que dictaba: »Camino de la Salvación», y éste tenía como símbolo una cruz, sin embargo no les parecía raro, puesto que ya antes de llegar al lugar habían oído mucho sobre este camino. Comprobaron lo que habían oído al ver que muchas personas, la mayoría, eligían éste. Además, éste camino al igual que el anterior, también les inspiraba confianza e irradiaba casi la misma claridad, apenas algo menos, y al ver que eran muchas las personas que entraban por ahí comenzaban ya a decidirse por éste camino. Así la familia y amigos del joven empezaron a entrar, pero el joven se detuvo un momento para pensar, y les dijo que se adelanten, que ya los alcanzaría.
Antes de entrar decidió ver los letreros de los otros caminos. Notó pues que había varias entradas que simplemente decían »camino», o »camino sin retorno», y varios otros. Por último vió que había uno cuyo cartel tenía la leyenda »Camino de la Torá», y tenía como símbolo una estrella de seis puntas.
Acá se detuvo por un instante, se asombró al ver que era la única de todas las entradas que estaba cerrada, cercada por un alambrado de una especie de acero inmenso y que parecía llegar a los cielos. El joven no llegaba a distinguir hasta dónde llegaba, pues escapaba a su vista al mirar hacia arriba. Pensó que cómo es que hay un camino cuya entrada está bloqueada, no tenía sentido para él.
Pronto había menos gente, ya todos iban decidiendo sus caminos, por lo que el joven decidió emprender el que había elegido, en donde su familia y amigos ya habían entrado. Sin embargo, al estar frente a la entrada del Camino de la Salvación, vió que había personas que salían de acá y se dirigían al de la Torá, y que además, sin que nadie los viera escondían en sus ropas una cruz y un libro. Se vestían de una manera extraña, algunos se ponían una redonda »tapita» rara en la cabeza, otros sombreros, otros extrañas mantas, hasta se ponían barba falsa. El joven no entendía qué hacían, por qué se vestían así o para qué.
Entonces vió que estas personas al llegar a la entrada de aquella estrella, comenzaban a trepar el alambrado, cada vez erán más los que hacían lo mismo. Sólo por curiosiad, pospuso su entrada y fué a ver qué encontrarían al llegar al final de esa red.
Así empezó el muchacho también a trepar, trepaba, trepaba, trepaba…y nada. No llegaba a nada. Miraba hacia arriba y sólo había más alambrado…y más trepaba, y más alambrado. Lo curioso acá fué que mientras el subía, las pesonas que ya lo habían hecho antes se cruzaron con él y comenzaban a descender exhaustos, pero él decidió seguir un poco más.
Ya al fin se dió cuenta que era imposible, estaba cansado y miraba hacía arriba y sólo veía…mas alambrado.
Decidió ya descender, y al estar cerca ya del suelo se sorprendió al ver a través de la red a personas dentro de éste camino. Eran personas que tenían una apariencia similar a las que antes trepaban el alambrado, pero éstas emanaban una especie de luminiscencia, tenían unos extraños rollos hermosos que destellaban luz, tampoco entendía el joven lo que veía, todas estas personas aplaudían, bailaban, reían, abrazadas unas con otras, todas alrededor de este rollo. Lo que más le llamaba la atención era cómo estas personas estaban ahí, en ese camino, si era imposible de entrar…el alambrado no sólo era altísimo, imposible de llegar a la cima, sino que a pesar de que se podía doblar un poco, era indestructible a causa del raro material con el que estaba confeccionado. Era realmente imposible de pasar al otro lado.
Además también desde ahí se apreciaba claridad, era distinta a las anteriores pero de la misma hermosura.
Terminó entonces de descender, la gente que antes quería trepar el alambrado ya no estaba, así se dirigió al camino que había elegido.
Al estar nuevamente en la entrada, al leer otra vez el cartel pensaba: –»Si éste es el Camino de la Salvación, no tengo por qué temer, además esto debe significar que me tengo que salvar de algo, que seguramente es oscuro y malo, optaré pues por este camino.»–
Al pasar ya la entrada, dentro del camino, dio algunos pasos hasta que a su encuentro salieron unas personas con vestigios con la insignia de la cruz que vió en el cartel. Fué el primer saludo: –¡Saludos hermano!¡Aleluya y enhorabuena para ti haber entrado!– Así hablaban con macabra astucia. Estas personas le dieron una »calurosa bienvenida», lo llamaban hermano y lo felicitaban por haber elegido el camino de un tal »Cristo». Le dieron una supuesta guía de este camino: dos rollos. El muchacho otra vez se asombró ahora al ver que un rollo era muy similar en tamaño y forma al resplandeciente que alcanzó a ver en el Camino de la Torá, sólo que éste rollo no destellaba luz, de hecho era muy opaco y carecía de la extraordinaria belleza del anterior, sin embargo éste parecía lindo y le gustó, entonces lo tomó. También tomó el otro rollo, que era muy similar al primero que le dieron, su título era »Nuevo Pacto» y era también opaco. Después de tomarlos se alejó de ellos y emprendió el viaje. Al alejarse algo el joven, una de estas personas recepcionistas le dijo al otro: –Veo que no hay más gente afuera, apaga entonces las luminarias sobre la entrada-. Habiendo dicho esto fué el otro solícito y apagó aquellas opacas luces. Tal era su oscuro proceder.
Con estas guías entonces emprendió lo que ignoraba iba a ser un largo y arduo camino, difícilmente lo imaginaría, el sólo se sentía contento, feliz de que su camino lo salvaría de algo.
Comenzó a la vez que caminaba, a leer las guías. Así supo de la Creación, de que había un Ser superior que creó todo lo que existe y que además había creado al ser humano, y tambíen leyó acerca de los ángeles que eran seres celestiales también creados y al servicio de este Supremo Ser. Dios,así supo que le decían, había creado un lugar llamado Edén y ahí vivían el primer humano y su compañera, pero en una ocasión desobedecieron un mandato del Ser Supremo, por culpa de una serpiente que había engañado a la mujer de aquel jardín, y a causa de esto fueron expulsados…y seguía leyendo más. Entendía todo lo que había en esos rollos, veía cosas positivas, cosas lindas, pero a veces había cosas que no le cerraban, algunas contradictorias, otras sin mucho sentido, algo vacío. También se encontró en estas lecturas muchas referencias a un ser malvado, un espíritu inmundo que sólo quiere hacer perder a los humanos y que gobierna el mundo de los hombres. Alguien que según estos escritos se llama »Satanás el Diablo», pero también lo llamaban por muchos otros nombres, pero la idea general era que se trataba de un ángel que se opuso al Supremo Ser, un enemigo, y se trataba de la misma serpiente que engaño a la primera mujer.
La sola idea de que existía un ser así le producía terror, mucho miedo, pues no quería que este ser lo hiciera perder. Descubrió que de éste ser había que salvarse.
Siguió leyendo y felizmente para él se encontró con que había alguien que tenía el poder de destruir al ser malvado, justamente era la persona a quien los que le dieron la bienvenida al muchacho llamaban Cristo, aunque también se referían a este personaje como Jesús, Jesucristo, etc.
Era alguien que según estos escritos era hijo unigénito del Ser Supremo, y que era del mismo origen de las personas que antes él había visto reir y bailar junto con el rollo luminoso. Así y todo, tampoco le cerraban las cosas que se decían sobre este personaje, pues le daban condición divina, poder milagroso, y hasta se decía que era el mismo Ser Supremo…pero…murió! no entendía esto el joven ¿un dios puede morir? lo habían matado las mismas personas de su nación, porque lo despreciaban…era mortal! murió y todo para salvarnos…eso leía, aunque entendía lo que leía, muchas cosas no le cerraban, no tenían sentido. Igualmente decidió aceptarlo, pues resolvió que era el único que lo salvaría del espíritu malvado, esto era lo que más le aterraba.
Luego de terminar sus lecturas, se encontraba ya en pleno sendero, había gente con él que había hecho lo mismo, también había dejado camino atrás y tenía mas por delante.
Notó que de pronto las personas que terminaron sus estudios empezaron a reunirse en varios grupos, algunos eran de mucha gente, otros con poca, y gran parte de la gente tenía como una venda en los ojos aunque parecía buena, pero lo más increíble era que entre los grupos se discriminaban, se desaprobaban, se despreciaban y hasta se insultaban. Justamente discutían sobre lo que habían leído y competían por sus creencias. Estos grupos tenían líderes, cada líder dirigía a su gente y algunos de estos líderes tenían tambien vendas, otros no. Uno de ellos le decía al joven que si bien son los jefes de su grupo el Líder de todos era el Salvador.
Para sorpresa del muchacho también en este camino se encontraban las personas que al principio querían trepar las redes de la entrada de la Torá, que al no poder pasar del otro lado bajaron y entraron al de la Salvación mientras el joven todavía intentaba subir aquel alambrado. Tampoco habían abandonado sus vestigios, la »tapita», el sombrero, la manta en la cabeza, las barbas…también imitaban a las personas de aquel camino, bailando riendo, aplaudiendo, todos abrazando un rollo parecido al del joven y al resplandeciente, de hecho también tenía cierto brillo, pero requería ser pulido constantemente, porque su brillo no era natural, era igual de opaco que los rollos del joven. Más bien parecían tratar de imitar aquella radiante luz pero no lo lograban. También notó que a una de estas personas se le escaba una cruz de su bolsillo mientras bailaba y festejaba, y creyendo que nadie lo veía, escondía esa cruz. Esta situación le pareció muy inquietante y lo desconcertaba. Este grupo también era como los demás al desaprobar a los otros, algo no andaba bien…
Algunos líderes y especie de supervisores en ocasiones se topaban con el muchacho a pedirle colaboración con dinero, para mantenimiento del camino, pues alegaban que era mucho el tránsito a causa de la gran cantidad de gente y que esto desgastaba el suelo, era »para el bien de todos», decían. El joven un poco perplejo les daba algo del dinero que traía consigo, aunque al ver los suelos no le parecía que estaban en buenas condiciones, o que alguien haya hecho algún mantenimiento. Sin embargo lo entregaba de buena fé, con la intención de ayudar a los demás.
Así pasaba el tiempo para él, caminando y dando dinero, contemplando gente discutir, llorar, insultar…un caos…a veces leía su guía y se consolaba en ella pero no lograba reconfortarse del todo, recordaba y extrañaba a su familia y amigos, no sabía nada de ellos, sólo estaba seguro que se encontraban en el mismo camino que él. Pasaban días, meses, años…lo mismo de siempre, ya no estaba contento ni seguro del camino que eligió, y seguía caminando…
Pronto notó que el suelo del camino estaba raro, como con barro, a medida que avanzaba había más barro, más incómodo era caminar, de a poco costaba más avanzar, en esta zona ya del camino otros andaban con dificultad y con una constancia que parecía terquedad u obsesión, pero esforzados en seguir a toda costa, »tal vez sea una prueba para saber si queremos seguir»- pensaba- ‘‘¿quién sabe? a lo mejor, después del fango estaría la salvación…»’
En esta zona había carteles raros que decían: »Peligro, no continuar», éstos parecían no estar hechos por los mismos que contruyeron este camino, pues más bien resplandecían de una manera parecida al del rollo que vió al principio. Tampoco comprendió qué origen tenían esos carteles de suma advertencia, ni cómo estaban ahí apartados a un lado del sendero . De alguna manera se podría presumir que no eran de la misma naturaleza que el camino tomado ni de las guías que llevaba consigo. Pero una cosa era segura: ya no quería seguir caminando ahí. Realmente sintió miedo del lugar en el que estaba, peor, no sabía como salir.
Así divisó cerca de uno de esos carteles un pequeño camino que se unía al cual él se encontraba, y rápidamente se dirigió para aquel pequeño sendero y llegó. Era humilde, algo precario, pero más firme que el fango en el que estaba, era como de arena. Si bien no era cómodo de estar parado, pues tenía que estar constantemente moviendo los pies, al menos ya no se hundiría como antes, porque ya a esa altura el otro camino en vez de fango era arena movediza. Entonces se alegró pues creía aún que su Salvador le había mostrado aquella oportunidad, así empezo a andar por este nuevo sendero, y a lo lejos veía que se conectaba con algo que no alcanzaba a ver pues se veía como niebla, pero igual el muchacho siguió.
Ya cerca de donde terminaba este nuevo camino, podía ver atrás de él, lejos pero claro, el destino final de su camino anterior. Primero una especie de rampa hacia abajo.Luego un precipicio. Ciertamente significaba la muerte para los que lleguen, esto estremeció al joven que recordaba a sus allegados, no quería que llegasen ahí, pero el fango del lugar le imposibilitaba volver para buscarlos, no podía él buscar a su familia y amigos.
Llegó triste al final del nuevo sendero… y otro cartel más:»Estás llegando a Fulvida. Fundación Luz de Vida.» »Constructores de Shalom». –¿Shalom? ¿Qué significa eso?– se dijo a sí mismo,-Jamás había oído sobre esa palabra ¿Qué lugar es éste?-
Dejó el cartel atrás y siguió, pero había una espesa niebla que parecía no tener principio ni fin, muy densa, que no dejaba ver qué había del otro lado, y temió seguir, –Tal vez exista un precipicio parecido al que ví antes– dijo, y se quedó parado…
MIentras tanto, del otro lado, había mucha gente, justo a la misma altura de dónde se encontraba el joven, trabajando sobre el camino, parecían estar renovando los pisos. Éstos parecían como de madera firme, con una inscripción en cada una de sus tarimas: »Shalom». En esos momentos las estaban cambiando por unas baldosas que eran de piedra muy dura, mas firmes aún que las de madera, y que también tenían tallada la misma inscripción, y todos trabajaban en esto.
Junto con estas personas había una que parecía ser una especie de asesor, guía y supervisor en esta obra, aunque también ponía manos a la obra. Era muy entendido en el tema, y lo curioso es que no era como los demás trabajadores, traía sobre su cabeza esa redonda tapita, una similar que nuestro joven había visto anteriormente, también un rollo resplandeciente como el que ya conocemos. Él mismo parecía dar pautas, extraía instrucciones de su rollo, de las cuales elegía lo conveniente para sus colegas obreros, aunque todos mostraban una eficacia en lo que hacían. Pero todos trabajaban juntos en lo mismo, hacer más firme y sólido ese camino. Tenían en mente para el futuro cambiar la piedra por acero grueso, para hacer más sólidos aún sus baldosas, aunque requerían de recursos y debido a eso todo lo hacían despacio pero seguro, y siempre en acuerdo mutuo en mantener la inscripción de los suelos de su camino. Cosas como éstas hacían con alegría.
De repente uno de ellos vió sorprendido a un joven parado del otro lado, nuestro muchacho. Con ese asombro le dijo a los demás: – ¡Miren! ¡Un muchacho desconocido está parado al costado de nuestro camino!-, los demás vieron y no con menor sorpresa advirtieron la presencia de aquel extraño. Otros más lejos, no se habían percatado aún del asunto.
–¿Quién sera?– se decían –Se ve bastante cansado y angustiado, vamos, acerquémonos y averigüemos quién es y de dónde viene-…entonces dejaron de hacer aquello en lo que trabajaban y fueron a su encuentro. Entonces uno de ellos le habló diciéndole: –Hola, quién eres y de dónde vienes?–
El joven oyó estas palabras, pero no vió a nada ni nadie cerca ni alrededor: solo algo de camino que terminaba en una niebla interminable. Entonces se estremeció, pues ya no sabía qué creer. Si era fruto de su imaginación, o que era el tal Diablo, o algun ángel…ya sentía pánico y temblor en todo el cuerpo. Miraba a todos lados pero no veía nada ni a nadie.
–Hola-de nuevo-¿No nos ves?– El joven se dió cuenta que no era su imaginación ni alucinación, notó que la voz venía como de la niebla, y tomando valor se camino un poco más hacia ella y miraba la niebla más de cerca, y la examinaba con el entrecejo fruncido, tal es el gesto cuando no se comprende algo, y miraba hacia más arriba, abajo, a los costados…
Las personas del otro lado se extrañaron por la actitud del muchacho: –¿Estará ciego? Yo lo veo claramente– decía alguno a los de su alrededor. Volvieron a hablarle de la misma manera, y el joven ya armado de valor y extraña curiosidad respondió:-¿Quién esta ahí? Sólo veo niebla–
–¿Niebla? ¿Cuál niebla?– Todos se decían, ya más personas se percataban y se agrupaban en el lugar.
–No hay ninguna niebla, te estamos viendo claramente joven. Estás parado ahí moviendo la cabeza intentando ver algo, parece como si fueras ciego–
Ya al joven más que miedo sintió curiosidad, hablaba más ameno, tal vez por su propia perplejidad que lo sacaba de su propia asimilación de la situación. –No estoy ciego-dijo-Sólo veo una niebla al terminar éste camino que anduve después de haber transitado otro peor, además hay un cartel con un nombre, Fulvida, no sé que es ni porqué está acá…no entiendo ya nada–
En ese momento ya las personas comenzaban a comprender las cosas. el joven evidentemente no era ciego, pues habló del cartel, de Fulvida, del camino…pero de modo alguno él no los podía ver, aparentemente por una supuesta niebla que ellos no veían, sin embargo parecían creerle porque nadie mueve así la cabeza ni mira alrededor como buscando algo, no podía ser un loco por las referencias que hizo. Así que el único misterio era la niebla, pero en vez de meditar sobre eso más bien quisieron ayudarlo por el estado en que se veía, así que nuevo le hablaron: –Joven, te ves muy cansado y bastante afligido. Ven así te daremos comida, agua, ropas…pues pareces necesitado-. Pero el joven dudaba ante estas palabras, y prefería quedarse donde estaba y sin dar gesto de respuesta, lo que desconcertaba en cierto modo a la gente.
Viendo todo esto y sin decir nada estaba el supervisor de aquellas personas, un hombre sabio y solícito cuando los demás lo requerían, pues todo lo hacía con amor pero también seriedad, por esto y otras cosas más era respetado. Era llamado por todos »Moré» cuyo significado es maestro. Éste excelso hombre pues decidió romper su silencio hablándole a todos sabia y firmemente con estas palabras:
–Escúchenme estimados amigos y compañeros, el joven que ven ahí me figuro que viene de un camino lejano, que evidentemente no fué propicio para él, sino miren nada más el estado en el que está. Lo sé muy bien porque tristemente sé acerca de ese horrible camino aunque no lo he andado ni me interesa hacerlo, ni aunque sea para conocer. Éste pobre desafortunado tiene una expresión de desasosiego, vacío y soledad y sus pies rondan la miseria de haber andado por un terreno áspero y pantanoso, al parecer le costó mucho llegar acá y creo que su único medio fué ese pequeño sendero que ven detrás de él. Lo que yo veo y que parece ser es que hay algo que él llama »niebla» que no le deja ver lo que hay hacia acá, pero ustedes no pueden ver. Esto se trata de una alguna probable imposibilidad que le dejó aquel miserable camino andado de ver lo que realmente es bueno, una especie de membrana ante sus ojos frente a lo recto y justo, fíjense bien en lo que ustedes recién trabajaban y tendrán la respuesta al enigma: este suelo es por demás superior al que anduvo el joven, ustedes sí lo pueden ver puesto que no tienen esa membrana a causa del buen suelo, pero él a ustedes no. La razón primordial por la que se origina esta niebla es un secreto de Di-s que no tiene que ocuparles la cabeza pues nada bueno hallará para quién lo investigue, sólo Él sabe por qué forma este fenómeno. Más bien ahora vaya uno cerca del muchacho y extiéndale la mano traspasando este camino, para que lo pueda ver y se tranquilice, después veamos cómo ayudarle. Tal cosa es lo que el Eterno desea y manda.-
Ante semejantes palabras todos enmudecieron, porque eran concientes de la sabiduría de todo en cuanto hablaba y además estaba ya claro en sus mentes el asunto. Así que uno de ellos se acercó al joven y le extendió su mano. El muchacho del otro lado miraba estupefacto cómo una mano abierta de repente salía extendida de aquel denso y grisáceo muro, a esa altura este nuevo fenómeno para él sobrepasaba su ya pobre discernimiento y si antes estaba inmóvil, ahora parecía de piedra, una parálisis difícil de describir.
Comprendió todo el sabio Moré, y alzando la voz le dijo de una manera dulce: –No debes temer joven, solamente acerca tu mano y agarra fuerte de la que ves–
El joven sintió esta nueva voz más santa que la anterior, así logró recomponerse un poco de su estado, y ya con más seguridad respondió:-Gracias. Sí lo haré, porque siento en tus palabras paz que jamás sentí antes, pero dime…¿Eres tu el Salvador?–
Esto dijo porque mantenía la creencia que tuvo cuando descubrió el pequeño sendero que lo sacó del desastroso lodo de su camino antes andado. Pero entonces el Moré al escuchar aquella pregunta insensata, se disgustó y le habló con serenas y directas palabras: –No soy ningún Salvador ni otra cosa que se le parezca, pues aquello que te han dicho sobre esa persona sólo fueron calumnias que por la inocencia que en tí veo creíste. Te digo que aunque tuviste buen corazón estuviste errado en varias de tus acciones, no te culpo pues sólo fuiste victima de falacias, pero la verdad es que no hay salvación alguna por donde antes anduviste. Se nota igualmente que tienes buen corazón y tu intención es sana, sino no hubieras encontrado este lugar que aún no ves. Vamos, confía y tiende tu mano.-
La primera sensación del joven fué de miedo y tristeza, por lo que aquél decía de su supuesto salvador, si bien no huvo violencia en sus palabras, para el joven fueron duras, pues no estaba preparado para escucharlas y se entristeció porque tenía razón el hombre sabio, de alguna manera llegaba a ese lugar movido por alguna fuerza de la que nunca se percató, así recordaba la luminiscencia de los objetos que anteriormente había visto. Pero inmediatamente después y felizmente para él, sintió una nunca antes percibida sensación de esperanza. Por ésta última entonces, alargó su mano y tomó fuertemente la que lo esperaba, y tomando impulso pasó del otro lado.
Entonces cerró los ojos en su primera reacción, porque en ese lugar había más claridad que del lugar de donde venía, de hecho recordaba la claridad del Camino del Gentil Justo, y se preguntaba si se encontraría ahí. Luego de adaptarse a la nueva vista, comenzaba a contemplar el lugar y sus gentes. Sin saberlo aún, se había salvado él mismo.
Entonces las personas más cercanas le dieron la calurosa bienvenida, lo felicitaban por haber tomado el coraje que lo hizo pasar al buen camino, e inmediatamente se dispusieron a atenderlo.
Éstas personas cercanas eran justamente las muy pocas que el joven había visto entrar al principio de todo, en el Camino del Gentil Justo, ésta era la extraña razón por la que no se percataron nunca de la niebla. Así confirmó el muchacho aquello que pensaba y supo que estaba ahí, con gentiles justos. Y así recibía con alegría las palabras de aliento que le daban, le decían esto y aquello, todo era recibido gratamente por el muchacho y éste les respondía con gratitud. Así hablaban.
Mientras aquellos hablaban de tales cosas, se iba reuniendo más gente aún que antes, algunas ya habían visto algo, otras recién se enteraban. Muchos se recordaban a sí mismos actuando como el muchacho, pues también en otro tiempo habían caminado y conocían del macabro Camino Salvador. Éntre éstos hubo entonces alguno que les hablaba a los que tenía a su alrededor diciendo:
–Escúchenme amigos noájidas, todos que descendemos del noble Noaj. Al ver a aquel joven vino a mi memoria todo aquello que he pasado cuando caminaba por aquel deplorable Camino de la Salvación, borrado sea este nombre. También de similar manera llegué a este lugar, tal como el Moré nos describió hace un momento, y recuerdo un sendero perdido que sería mi esperanza para llegar acá así como también veía una niebla antes de llegar y pasé por parecidas circunstancias, y muchos de ustedes saben bien de qué hablo. No nos debería entonces extrañar que ahora nosotros no veamos nada de eso, pues nuestra visión es pulcra y sé que me entienden, lo que veo es que tal niebla no desapareció en verdad y hay muy pocos caminos como los que conectan a éste, el nuestro, yo también advertía que a lo largo de toda esa niebla no se veía ni a lo lejos algún otro sendero esperanzador, fué un milagro que haya encontrado aquél uno de éstos caminos. Por eso les propondré cómo debemos actuar de aquí en adelante:
MIentras algunos de nosotros siguen con la obra de mejorar estos suelos, otros vayan prestos con ayuda de máquinas o cualquiera otra que sirva, a disipar esa espesa niebla que no deja ver para acá, a pesar de que no la vemos está ahí, y debemos hacerlo. También apresurémonos en construir más caminos como el de arena que se ve ahí, pero que sea de un mejor material, más firme, por ejemplo las maderas que estamos ahora sacando. Si así obramos entonces hay mas probabilidades de que más personas extraviadas como éste pobre joven encuentren el camino que en verdad deben tomar. Vamos, no perdamos más tiempo hablando y hagámoslo.-
Dicho esto todos empezaron a obrar de esta manera, felices porque entonces tenían una nueva manera de construir su Shalom, ayudando a los perdidos, y así renovaban su lema de Constructores de Shalom, descubrían pues un nuevo significado.
Así entonces comenzaba también el joven su nueva y definitiva etapa, aunque le sería largo y costoso la adaptación total a esto nuevo, pero no lo abandonaba su esperanza: ahora sí entendía sobre Di-s. Entonces él mismo luego del descanso empezó en silencio a aprender todo cuanto había ahí, observando por largo tiempo las obras sobre los suelos, a los que disipaban la niebla y a los que construían pequeños senderos conectores.
Notó también que entre ellos estaba un hombre con la tapita redonda, de semblante sabio y reconfortante. Pero no hizo preguntas ni comentarios, pues le vencía el sueño en ese momento después de sus penurias interminables, así se durmió a un costado hasta el día siguiente.
Era viernes ahora cerca del mediodía, el joven abrió los ojos y se sentía bien descansado, mucho había dormido por el sueño pesado y al ver alrededor notaba que estaban todos trabajando en lo mismo del día anterior,y nuevamente el Moré entre ellos, portando esos magníficos rollos de luz que ya el joven conocía de lejos y por los cuales aún se extrañaba. Se incorporó entonces y fué a su encuentro, cuando estuvo al lado del guía quiso ver el contenido de lo que leía , y al posar su vista sobre las letras sintió un ardor en los ojos que lo hizo cerrarlos y retroceder un poco. Refregó sus párpados y volvió a abrirlos con dificultad, pero podía ver.
Advirtió todo esto el sabio hombre y le hablo así: –Estimado, tuviste suerte esta vez, pues si mirabas otras letras de estos rollos era inevitable la pérdida de tu vista con el tiempo. Tus ojos naturales no son aptos para leer de esas letras, pero sí lo son para leer las que viste recién, sólo que no estás listo y por eso sentiste sólo ardor, pudo ser peor para ti. Ten paciencia y con lentitud aprende todo de cuanto hay aquí, luego podrás leer con mi ayuda algo de esto, pero nunca lo intentes solo. Ahora me despido de tí querido, pues tengo obligaciones en otro lugar, para que sepas soy del Camino de la Torá y allá debo ir.-
Luego habló a los demás exhortando:- Amigos, me voy ahora a lo mío pues llegará Shabbat y tengo cosas múltiples que hacer y el tiempo apremia. Algunos de ustedes acompañen a este joven en lo que necesita, lo que realmente necesita, sé que me entienden. Ahora me despido y nos veremos pronto. Cariños y fuerza noájidas.-
Así hablo y se alejó con sus cosas. Recién en ese momento comprendió algunas cosas el joven pues aquél que se iba tenía el mismo resplandor de las personas que estaban alrededor de los rollos radiantes del principio. Luego de pensar en eso le dijo a su más cercano: –¿Shabbat?¿Noájidas? no comprendo a qué se refiere–
Le respondió entonces el gentil sonriendo: – Amigo, Shabbat es un día especial de nuestro Moré y de los que son como él, y debe preparar ciertas cosas y hacer otras, pero eso por ahora no debe acuciarte, con el tiempo sabrás de qué se trata, aunque es importante que vayas sabiendo que no debes imitarlo, jamás. Del mismo modo actuarás con los rollos que viste, seguro ya te lo habrá dicho. Ten paciencia y sabrás todo lo que debes saber, sobre cómo trabajar en los suelos de Fulvida, aunque si te fijas al lado y muy cercano de nuestro camino verás otros caminos parecidos a éste. Ése se llama por ejemplo »Benei Noaj», aquél otro tiene por nombre »Gran Arca» y muchos otros más, todos juntos en realidad forman el verdadero Camino del Gentil Justo, el nuestro es en realidad uno pequeño en comparación con éste inmenso…en cuanto a los noájidas, se refiere a los descendientes de Noaj, que tú conoces como Noé…–
Así entonces empezaría a aprender con paciencia y virtud todo lo que a él competía, se le inculcarían las 7 leyes universales sobre las que todos ahí se regían, las cosas que debería hacer, las que tendría permitido, las que tendría totalmente prohibido, todo lo recibiría con felicidad, aunque sin olvidar a sus seres queridos de los cuales no supo más y le preocupaba, y también para esto le darían aliento pues si tenían buen corazón como el joven el Eterno haría que llegaran como él, así le hablarían y todos los días futuros en su vida trabajaría como los demás contruyendo suelos, disipando nieblas por conocer él mismo los tormentos antiguos, Desechando las cosas que llevaba física y mentalmente consigo. Desecharía sobre cestos de basura al costado de su nuevo camino los rollos opacos que traía, así como sus expresiones antiguas, todos en los mismos cestos donde otros también llegarían como él, así como también los gentiles que ya obraban tiempo hace y estaban en constante aprendizaje desechando sus cosas también. También el Moré le enseñaria con amor y alegría a leer de lo que podía de los rollos que eran llamados Torá (de acá el camino del Moré), y de éste hombre el joven aprendería mucho, del Shabbat mencionado, y otras cosas que no debería imitar. Así sería de ahí en más para nuestro joven, y se convertiría algún día en un ejemplar noájida.
Pasaron tres años de haber llegado a su lugar ya amado, y advirtió para su sorpresa que de su camino amado se desprendían como puentes gigantescos con carteles que dictaban: »Al Camino de la Torá»; éstos puentes se veían muy dificutosos para tomar por el complicado andar que demandaba: muchas subidas, bajadas, curvas, escalinatas, todo tipo de complicaciones, pero también se notaban muy firmes. En algunos de ellos se veían hombres gentiles andando acompañados de hombres parecidos al Moré, pero que sugerían un rango algo más alto y exhibían magnificencia. Éstos eran por el joven ya conocidos, porque su Moré siempre les hacía referencia cuando le enseñaba, decía que los consideraba sus maestros y que no sólo en vida los eran sino también aquellos ancestros que dejaron sus sabios escritos y de los cuales el Moré leía. A ellos pues también los consideraba sus maestros, y eran por él llamados Rabinos.
Los últimos eran entonces los acompañantes de los noájidas en los puentes, pero mientras éstos andaban por ahí de manera dificultosa, aquellos caminaban sin problemas, pues los puentes no les representaba incomodidad alguna, a pesar de las depresiones e irregularidades de sus estructuras, eran parte de su Camino de la Torá. Y les daban fuerzas los Rabinos a sus guiados, cuando éstos sucumbían en su andar, porque solos no podían ni debían.
El muchacho sabía de esas dificultades, porque mientras aprendía de sus 7 leyes tenía referencias sobre sus colegas los Judíos (así se llamaban los felices bailadores del rollo de luz), y de la luz de aquel otro buen camino, pero él decidió seguir de largo…estaba contento con su propia labor y no quería dejar de ser noájida aunque apreciaba a aquellos de los puentes, al llegar al otro lado de largo brazo se encontrarían con muchos de los excelsos hombres para ser como ellos y al fin ser llamados Judíos.
Así continuaba su extenso y amado camino, donde siguió avanzando en años hasta convertirse en hombre, luego hizo su propia familia, tenía no menos ejemplar mujer, buenos hijos nacidos noájidas que seguirían los pasos del buen padre…ya entonces estaba completo porque sentía en si interior que cumplía con todo cuanto el Eterno su Di-s le encomendaba, pero no consideraba lo que sentía para no caer en soberbia, más bien seguía cumpliendo y cumpliendo como si no llegara nunca a hacerse. Así era su proceder en su vida.
Llegaba entonces al tiempo de su vejez que toca la puerta de los que mucho viven, estaba cerca ya de sus 120 años, cosa admirable porque fué de los pocos en lograrlo. El blanco de sus cabellos era el fiel anunciador de su grandeza y saber a cualquiera que lo viese. A él acudían los muchos jovenes y hombres que buscaban sabiduría, para hacer todo lo que debían y que este anciano hizo en su juventud. Recordaba a su Moré instructor a quien mucho le debía, y con esto en la mente enseñaba el también todo lo que había aprendido, era menester hacer todo lo que se podía para llegar a buen puerto, así era todo para quien fué una vez joven que ahora estaba cerca del final de su camino y de sus días.
Un día de repente se sintió distinto a los demás días de su vida, se acercaba el final de su sendero y el anciano bien lo reconocía y con gusto pues no temía, sabía bien en su corazón que había cumplido cabalmente sus 7 leyes, aunque nunca cesó de hacerlo mientras le quedaba fuerza, como si siempre le quedara algo por cumplir. Llegaba ya al final de los férreos bloques con el querido Shalom inscripto, cuando un sueño distinto pero muy dulce le vencía, se tomó la cabeza con una mano y se sentó. Estas ganas de dormir eran distintas a las demás.
Así como el fiel trabajador se levanta temprano a la mañana, antes del cantar del gallo, y se dirige a su deber durante todo el día hasta llegada casi la noche y vuelve muy cansado y se va a la cama a dormir sin pensar en la reparadora cena, tal era el cansancio del anciano. Pronto apoyó el resto de su cuerpo sobre el suelo amado y comenzaba a cerrar los ojos. La misericordia del Eterno había hecho cansar los arrugados párpados del centenario noájida, y éstos se rindieron por fin y se juntaron para que sus ojos terrenales no vieran nunca más. Así fueron pues los últimos momentos del ejemplo de muchos.
Pasado un tiempo imposible de decir si mucho o poco, nuevamente se levantaba el hombre ahora desorientado; no sentía su cuerpo o lo que sentía más bien era algo muy extraño y nunca antes sentido, se sentía vivo pero de otra manera… –¿Qué es esto?– se decía su espíritu sin norte al principio.
Se incorporó, o más bien una hizo una acción parecida, y con sus nuevos ojos veía muchas personas sollozando juntas, eran sus descendientes, amigos, colegas, todos queridos alrededor de algo. Era su cuerpo material. Ësto lo conturbó más pues si bien sabía de qué se trataba la muerte, sólo esa vez, que era la única, era como si nunca hubiera aprendido al respecto. Para las personas presentes había sucumbido el anciano en medio del camino, pues sus ojos veían más camino por recorrer, mientras que los del anciano ya en espíritu veían el fin del suyo.
Sin tiempo para deliberar sintió el alma la atracción del otro lado, era como si caminara sin necesidad de usar piernas, como si una fuerza externa lo hiciera dezplazar hacía una nueba niebla para él nunca antes vista. Era ésta la cortina que separaba el fin del camino de lo maravilloso que se aproximaba. Cruzó así la línea divisora y empezaba la paz.
Notó ahora que después de cruzar había un patio al que llegaba también otro camino que llegando a su fin se unía al suyo. Y de él llegaban otros, los judíos, tal como lo hacía como el anciano, y al ver la señal de ese sendero leyó: »Fin del Camino de la Torá», al darse vuelta al suyo vió: »Fin del Camino del Gentil Justo». Éstos se unían entonces al final para hacer saber a todos que tanto un camino como el otro eran los necesarios para llegar a buen destino.
Se juntaban entonces gentiles y judíos para saludarse y seguir hacia la enorme puerta de un edificio áureo con argénteos adornos, tal construcción daba la idea de un tribunal. No era otra cosa más que eso, y la fuerza desplazadora los guiaba a todos mezclados hacia su interior. Entonces el fiel noájida sentía temor reverencial y alegría a la vez, pues bien sabía lo que llegaría. Se abrieron las puertas y se hizo una fila entre los muchos llegados para entrar. Al hacerlo, el interior del lugar era destellante, hermoso, indescriptible apenas los ojos espirituales podían mirar algo hacia el suelo que también era de luz. Apenas se podía ver algo, casi nada…
Avanzó una persona delante de él y una voz enfrente e imposible de ver su emisor decía: –Dime Yehuda, ¿Has cumplido con las 613 órdenes que te He dado?-.
Conmoción. Ésto sentía el buen gentil y todos los demás detrás de él. –Sí, las he cumplido– respondía el judío, y avanzaba pero no se sabía dónde.
Quedó ahora solo el siguiente frente a la Majestuosa Voz, que le dijo: –Dime Noaj-(por ésto era la grata sorpresa que se llevó en vida al saber del nombre de su ancestral patriarca)-¿Cumpliste con las 7 órdenes que te He dado?-. Al momento se llenaba su alma de inmensa alegría, y con una sonrisa respondió: –Sí mi Señor, tal como lo he aprendido-dijo, y agregó:- Perdóname mi gran Señor, ¿Qué es de mi familia y amigos a quienes nunca más vi?-, a lo que la Magnificencia respondió: –No te preocupes por ellos, han recibido también su juicio justo como tú, más, complácete porque lleno de misericordia es el mismo-. Dicho ésto avanzó mediante la fuerza recorriendo la Sala de Justicia, hacia una puerta que daba a otro exterior.
Había tenido su juicio justo, y sentía amor por su Amo, cantaba alabanzas, se abrazaba con otros, y se disponía a gozar de las cosechas de su siembra. Estaba ahora en otro patio, interior, que llevaba a un gran portal hermoso del mismo dorado y plateado que el Sagrado Tribunal, sabía que aquél era su Mundo Venidero, al que todos se dirigían con no menor gozo que el noájida.
Caminaba hacía ahí cuando de pronto de su interior salían personas que parecían alborotadas de mucha alegría, hablando rumores, escuchando voces y gritos del primer patio, anterior al Tribunal, como si se hablaran con los que están del otro lado, pero no alcanzaba a entender lo que decían, así que se acercó a ellos. Tanto era el alboroto que sólo alcanzó a entender unas pocas palabras, las suficientes para aumentar su alegría. Todos los que habían salido volvían a entrar corriendo, tal vez para avisar al resto. Detrás de ellos caminaba Noaj lentamente hasta que quedó solo, y traspasaba de a poco el acceso al mundo de gozo con una sonrisa y un ligero pensamiento sobre lo que recién había oído:
Andaba por el Camino de la Torá un tal Mashíaj…
FIN.
El sermón de el monte
El sermón de el monte
En el Nuevo testamento, la sabiduría de Jesús esta concentrada en la lectura llamada, “El sermón del monte” Estas palabras de Jesús fueron formuladas alterando palabras sabias de la Biblia hebrea o dichos de Rabinos contemporáneos. Afortunadamente, esto fue anotado en el Talmud, en su forma original.
Comparemos estas palabras de Jesús y veamos como estas están sacadas de otros escritos, dejando a Jesús sin sabiduría alguna. Lo único que hace el llamado Jesús en el famoso para los Cristianos “Sermón de el monte” es repetir palabras ya escritas. Donde esta entonces la sabiduría de el llamado Jesús en las palabras de el Sermón de el monte? En ningún lado! La Tora, Tanaj y Talmud hablan por si solos.
Leamos:
Proverbios 29:23 La soberbia de un hombre le hará rebajarse, pero el que es de espíritu humilde tendrá honra
Mateo 5:3 Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
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Salmo 147:3 Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.
Mateo 5:5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
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Salmo 37:11 Pero los mansos heredarán la tierra y se deleitarán por la abundancia de paz.
Mateo 5:4 Bienaventurados los mansos , porque ellos poseerán en herencia la tierra
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Salmo 5:13 porque tú, oh Eterno, bendecirás al justo; como un escudo lo rodearás con tu favor.
Mateo 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
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Talmud, Shabbath 151b || Rabino Gamliel dice: El que tenga misericordia sobre las criaturas, se le concederá misericordia desde el cielo
Mateo 5:7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
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Salmo 24:3–4 ¿Quién subirá al monte del Eterno? ¿Quién permanecerá en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón, que no ha elevado su alma a la vanidad ni ha jurado con engaño.
Mateo 5:8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
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Salmo 34:15 busca la paz y síguela
Mateo 5:9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
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Talmud, Baba Kamma 93a || Rabino Abbahu dice: El hombre debe siempre tratar de estar entre los perseguidos, antes que entre los perseguidores
Mateo 5:10–11 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
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Talmud, Aboth 5:14 El hombre bondadoso es tardo para la ira y fácil para la reconciliación.
Mateo 5:24 deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.
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Talmud, Kallah, Capitulo 1 Aquel que considera a una mujer con intenciones impuras es como si ya hubiese tenido relaciones con ella.
Mateo 5:28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
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Talmud, Gittin 90a || La escuela de Shammai dice: El hombre no debe divorciar a su esposa a menos que la encuentre culpable por algún acto indecoroso
Mateo 5:32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio
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Talmud, Baba Mezia 49 || Rabino Judah dice: Tu «Si» debe ser verdadero y tu «no» debe ser verdadero.
Mateo 5:37 Sea vuestro lenguaje: «Sí, sí»; «no, no»: que lo que pasa de aquí viene del Maligno.
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Lamentaciones 3:30 || Que ofresca su mejilla al que lo hiere…..
Mateo 5:39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra:
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Salmo 37:21 El impío toma prestado y no paga, pero el justo tiene compasión y da.
Salmo 37:26 En todo tiempo tiene compasión y presta, y su descendencia es para bendición.
Mateo 5:42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.
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Proverbios 25:21 Si tu enemigo estuviere hambriento, dale pan de comer. Y si tuviese sed, dale agua de beber
Mateo 5:44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
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Eclesiastes 9:2 Todas las cosas vienen igual a todos. Lo mismo les ocurre a los justos y a los impíos, a los buenos (y a los malvados) ; a los puros y a los impuros
Mateo 5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
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Talmud, Shabbath 133b || Abba Saul dice: Sean como es El, El es amable y compasivo, así sean ustedes amables y compasivos.
Mateo 5:48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.
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Talmud, Baba Bathra 9b || Rabino Eleazar dice: El hombre que da caridad en secreto es grande
Mateo 6:3–4 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha ;así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
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Talmud, Berakoth 61a || Rabino Huna dice en el nombre de Rabino Meir: Las palabras de el hombre deben siempre ser pocas al dirigirse a D-s
Mateo 6:7 Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados.
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Talmud, Rosh Hashanah 17a A quienes perdona El los pecados? El, es quien perdona las transgresiones
Mateo 6:14-15 Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.
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Talmud, Baba Bathra 11a || después que la familia de el rey Monbas lo reprendió por dar todo el tesoro de la familia, el contesto: Mis antepasados almacenaron tesoros en lugares que podían ser alcanzados por manos humanas, pero yo los almaceno en un lugar que no pueden ser alcanzados por manos humanas
Mateo 6:19–20 No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben.
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Proverbios 30:8–9 Quita de mi la falsedad y las mentiras. No me des pobreza ni riquezas. Sustentame con el pan que se me haya señalado, para que no me llene, y niegue, y diga: Quien es el Eterno? Y para que no sea pobre y robe y profane el Nombre de mi D-s
Mateo 6:24 Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
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Salmo 147:9 Da al ganado su alimento; y a las crías de los cuervos, cuando gritan.
Mateo 6:26 Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
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Salmo 37:4 Deléitate en el Eterno, y él te concederá los anhelos de tu corazón.
Mateo 6:33 Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
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Talmud, Sotah 48b || Rabino Eliezer dice: El hombre que tiene un solo pedaso de pan en su canasta, y pregunta: Que comeré mañana? Es hombre de poca fe.
Mateo 6:34 Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo.
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Talmud, Berakoth 9b || Moisés le dijo a D-s: Señor de el universo, suficiente es el mal en su tiempo
Mateo 6:34. …Cada día tiene bastante con su propio mal.
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Talmud, Shabbath 127b || Nuetros Rabinos enseñan: El que juzga a su vecino favorablemente, este será juzgado favorablemante
Talmud, Sotah 8b || Rabbi Meir dice: De la manera que mides a otros, otros te mediran a ti
Mateo:1–2 No juzguéis, para que no seáis juzgados.Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.
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Talmud, Arakin 16b || Rabino Tarfon dice:Si alguno dice: Quitate la mota que tienes entre los ojos, Debe contestar: Quitate la viga que tienes entre los ojos.
Mateo 7:3–5. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?¿O cómo vas a decir a tu hermano: «Deja que te saque la brizna del ojo», teniendo la viga en el tuyo?Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.
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Proverbios 23:9 No hables a los oidos de un necio, porque despreciara la sabiduria de tus palabras
Mateo 7:6 No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen.
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Jeremias 29:13 Me buscaras y me encontraras, cuando me busques con todo tu corazón
Mateo 7:7 Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá
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Talmud, Shabbath 31a || Rabino Hillel Dice: Lo que es odioso para ti, no lo hagas a tu vecino. Esta es toda la ley; el resto es solo un comentario. Ve y aprende esto!
Mateo 7:12 Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacérselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas.
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Salmo 6:9 Apartaos de mí, todos los que engañáis, porque el Eterno ha oído la voz de mi llanto.
Mateo 7:23 Y entonces les declararé: «¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!»
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Una vez mas, el fraude de los autores de el llamado Nuevo Testamento es evidente. Aun cuando ellos trataron de presentar a los Rabinos como degenerados y bajos, las perlas de la sabiduría de estos mismos Sabios fueron atribuidas a Jesús!