Sea este humilde trabajo dedicado para la elevación del Alma de mi querido amigo y compañero Hernán que en días pasados perdió la vida, que su recuerdo sea de amor y bondad, y que pronto haya confort y alegría dentro de sus cercanos, omito su apellido pues lo desconozco así como el nombre de su madre pero El que todo lo sabe conoce mis intenciones y con toda seguridad sabrá de quien hablo.
Hace un par de días tuve la oportunidad de volver a ver un suceso, que hacia ya algún tiempo no había presenciado, se menciona mucho su existencia y el papel que juega dentro del pacto Noajico, pero si nos detenemos un poco a pensar en alguno de sus significados encontraremos un pequeño pero poderoso mensaje.
Pero antes de empezar analizar esta gran lección, déjame contarte la experiencia de volver a ver el Arcoíris, era ya algo así como las 5:30 P.M. un día nublado desde en la mañana y me encontraba laborando como de costumbre, todo el día estuvo la temperatura baja ya que estaba bastante nublado el cielo, y ya en la tarde se soltó la lluvia, y no se como se me ocurrió voltear hacia el cielo, y ahí estaba el Arco en las nubes, ya que casi había pasado la lluvia y dejando pasar algunos rayos del sol, se volvió a dejar ver la señal del Pacto Noajico.
(8) Entonces Elokim habló a Noaj [Noé] y a sus hijos con él, diciendo:
(9) ‘He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes después de vosotros
(10) y con todo ser viviente que está con vosotros: aves, ganado y todos los animales de la tierra que están con vosotros; todos los que salieron del arca, todos los animales de la tierra.
(11) Yo establezco mi pacto con vosotros: Ninguna carne volverá a ser exterminada jamás por las aguas del diluvio, ni habrá otra vez diluvio para destruir la tierra.’
(12) Y dijo Elokim: ‘Ésta será la señal del pacto que establezco entre yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre:
(13) Yo pongo mi arco en las nubes como señal del pacto que hago entre yo y la tierra.
(14) Y sucederá que cuando yo haga aparecer nubes sobre la tierra, entonces el arco se dejará ver en las nubes.
(15) Me acordaré de mi pacto que existe entre yo y vosotros, y todo ser viviente de toda clase, y las aguas no serán más un diluvio para destruir toda carne.
(16) Cuando el arco aparezca en las nubes, yo lo veré para acordarme del pacto perpetuo entre Elokim y todo ser viviente de toda clase que está sobre la tierra.’
(17) Entonces Elokim dijo a Noaj [Noé]: ‘Ésta será la señal del pacto que establezco entre yo y toda carne que está sobre la tierra.’
Una sensación de confort y seguridad de saber que el Pacto Noajico es vigente me invadió, la certeza plena de saber que la porción de Torah que estamos adquiriendo es verdad y no el invento de algún extraviado, por lo tanto y con humildad tuve a bien recitar.
Bendito Tú, Eterno, D’s nuestro, Soberano del universo, que recuerda el pacto, es fiel en Su pacto y firme en Su palabra.
Un pacto milenario del que somos herederos los Noajidas, ese pacto que seguramente muchos han leído pero no han ponderado con detenimiento su contenido, un pacto que esta escrito en la Bendita Torah del Eterno, y que cada que vemos el arcoíris podemos ratificar su vigencia, con certeza declaramos que el pacto que se hizo con el pueblo Noajida en el año 1657 de la Creación del Mundo de la Boca de Di-s, al día de hoy en el año 5768 de la Creación del Mundo es vigente.
Pero esto es solo el preámbulo para poder explicar con la ayuda de Di-s el poderoso mensaje que se encuentra en el legado Noajico, son varias preguntas que nos llevan a pensar cuales fueron los motivos para que Di-s hubiera decidido borrar de la faz de la tierra a todo ser vivo, que ocasiono que en el cielo se hubiera decretado un exterminio global.
Como lo dice el inspirado salmista, sabio y poeta en el libro de Salmos “No lleves a juicio a Tu servidor, pues delante de Ti ninguna criatura será encontrada justa” nadie puede permanecer de pie cuando la Justicia del cielo se hace presente, cuando la rigurosa justicia se manifiesta son días temibles, pero porque en aquel entonces se hizo presente la justicia divina, aquí esta la reflexión.
Pequeño pero impresionante mensaje, cuando dejamos de ser justos aquí en la tierra, se tiene que hacer justicia en el cielo, toda la generación previa al diluvio olvidaron ser justos, la sociedad se conducía solo por sus caprichos dejaron de lado la legislación Divina entregada a Adam, tenían 6 Preceptos que de haberlos seguido las cosas hubieran sido diferentes, dejaron de ser justos aquí en la tierra y la justicia llego del cielo.
Será que acaso tenemos que esperar a que llegue la justicia para empezar a comportarnos, la generación previa al diluvio no hizo caso a las advertencias, no les basto el aviso de un exterminio, siguieron conduciéndose de acuerdo a sus deseos, las acciones de esa generación generaron un decreto y a pesar de que se les advirtió no creyeron, los resultados una generación extinta, cuando Noaj bajo del arca solo encontró a una generación masacrada por un cataclismo global.
No en vano que el 7º precepto sea establecer cortes de justicia siendo el ultimo de los 7, pero que dentro de el radica también la importancia de conducirse con rectitud y honestidad dentro de lo cotidiano como lo marcan las otras 6 leyes, en un concepto amplio abarca los 7 preceptos en su cabal cumplimiento así como el sano equilibrio con el que debe de vivir el noajida.
Que importante es conducirse bajo una legislación que te lleve a convertirte en un justo, ni mas ni menos solo ser un justo entre las naciones, actuar conforme al mandato divino explicado dentro de 7 leyes, respetar el orden establecido de las cosas, llevar una vida equilibrada y regida por las instrucciones divinas.
En fin ojala que sepamos ser grandes constructores de Shalom, y que cuando llegue la justicia también nos cubra la misericordia, que tus actos cotidianos sean agradables a la vista del Eterno, y que la Luz del Eterno ilumine tu camino.
Quiera Di-s sea este humilde trabajo considerado para la elevación del Alma de nuestro querido hermano Noajida Hernán.
Oficina Fulvida México
Fuentes
http://fulvida.com/identidad/un-texto-fundamental