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La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 4

…el principal filósofo medieval cristiano, Tomás de Aquino, en 1270 escribía: "Como consecuencia de su pecado, los judíos están destinados a servidumbre perpetua. Los soberanos de los Estados pueden tratar las posesiones de los judíos como si fueran propias, con la única provisión de no privarlos de lo necesario para mantenerse vivos". Esta recomendación fue gradualmente aceptada por los gobiernos seculares.

 


 

Unidad 04: El medioevo temprano y el martirio judío

Por: Gustavo Perednik

 

 Concluimos nuestra última lección con el libro de Jules Isaac, quien supervisaba la enseñanza de historia en el Ministerio de Educación de Francia. Cuando en 1943 deportaron y asesinaron a toda su familia, Isaac decidió dedicar el resto de su vida al estudio de la judeofobia. En particular, se propuso refutar tres enseñanzas de la historiografía patrística, a saber:

  1. que los judíos son deicidas,
  2. que su dispersión fue un castigo divino por el rechazo de Jesús como el Mesías,
    que su religión estaba corrupta en esa época.

La actitud católica medieval de desprecio a los judíos no excluyó tampoco al principal filósofo medieval cristiano, Tomás de Aquino, citado en nuestra última lección, y quien en 1270 escribía: "Como consecuencia de su pecado, los judíos están destinados a servidumbre perpetua. Los soberanos de los Estados pueden tratar las posesiones de los judíos como si fueran propias, con la única provisión de no privarlos de lo necesario para mantenerse vivos". Esta recomendación fue gradualmente aceptada por los gobiernos seculares. Bajo influencia de la visión de la Iglesia y sus disposiciones, los judíos fueron sometidos a restricciones, impuestos especiales, y la obligación de usar distintivos en las ropas, entre otras limitaciones.

Si la enseñanza del deprecio se hubiera limitado a la teología, habría causado a los judíos humillación y pesares, pero no habría llegado a ser, como lo fue, motivo de atroces sufrimientos. En la conciencia del cristiano fue penetrando la convicción de que cuando se quería descargar un golpe al diablo, podía hacerse por medio de golpear al judío.

Antes de estudiar cómo la teología de los Padres de la Iglesia se tradujo en acción, veamos cómo se expresó en la ley. El Código de Teodosio II del año 438 fue la primera colección oficial de estatutos imperiales que sancionaban la inferioridad civil del judío, definido como "enemigo de las leyes romanas y de la suprema majestad" y fue la base sobre la que se regularon los asuntos judíos de ahí en adelante. Así, de las bulas medievales (una bula es un edicto del Papa; bullum es sello en latín) muchas fueron abiertamente judeofóbicas. Vayan algunos ejemplos:

Etsi non displiceat (1205, Inocencio III) requiere del rey terminar con las "maldades" de los judíos; In generali concilio (1218, Honorio III) exige que los judíos usen ropa especial; Si vera sunt (1239) resultó en la frecuente quema de libros sagrados judíos; Vineam Soreth (1278, Nicolás III) establecía la selección de hombres capacitados para predicar el cristianismo a los judíos; Sancta mater ecclesia (1584, Gregorio XIII) exigía a los judíos de Roma enviar cada sábado cien hombres y cincuenta mujeres para escuchar sermones conversionistas en la iglesia; Cum nimis absurdum (1555, Pablo IV) limitaba las actividades de los judíos y prohibía su contacto con los cristianos; Hebraeorum gens (1569, Pío) acusaba a los judíos de magia y otros males, y ordenaba su expulsión de casi todos los territorios papales; Vices eius nos (1577, Gregorio XIII) demandaba que los judíos de Roma y otros estados papales que enviaran enviar delegaciones a la iglesia.

No siempre esta legislación orientó a reyes y gobernantes. En el año 830, el obispo Agobardo de Lyons, llamado "el hombre más culto de su tiempo", se alarmó por las relaciones amistosas que privaban entre su grey y los judíos de la ciudad, que propseraban y lograban que su religión fuera respetada. Agobardo levantó cargos contra los judíos ante el rey Luis el Piadoso, requiriendo un retorno al Código Teodosiano. Su iniciativa no fue bien recibida: el rey, fiel a la línea que había establecido su padre Carlomagno, permaneció bien predispuesto hacia los judíos. Años después, tampoco el rey Carlos el Calvo aceptó ratificar las normas judeofóbicas del Concilio Eclesiástico de Meaux (845) como le demandaba el obispo Amulo, sucesor y discípulo de Agobardo.

Aquellos reyes fueron los últimos representantes de la era carolingia, durante la que los judíos gozaron de igualdad de derechos. En contraste, por el año 950 el emperador bizantino Constantino VII promulgó un juramento especial, el Juramentum Judaeorum, que los judíos estaban obligados a tomar en los pleitos con no-judíos. Así fue hasta por lo menos el siglo XVIII. Tanto el texto y el ritual del juramento, expresaban una automaldición impuesta, como podemos ver por ejemplo en el Schwabenspiegel alemán de 1275: "Sobre los bienes por los que este hombre te lleva a juicio… ayudame Dios que has creado cielos y tierra… para que si comes seas impuro… y la tierra te trague… sea verdad lo que has jurado… y que siempre permanezcan sobre ti la sangre y la maldición que tu prosapia ha traído sobre sí misma cuando al torturar a Jesucristo dijeron ‘Sea su sangre sobre nosotros y nuestros hijos’: es verdad… Te ayuden Dios y tu juramento. Amén".

Juramentos, distintivos y restricciones fueron una pequeña parte del repertorio judeofóbico medieval. Una síntesis completa del martirio judío sería muy compleja, porque abarca diferentes geografías y cronologías. Pero plantearemos a continuación siete prácticas que eran comunes en Europa, a saber: el bautismo forzado, los sermones impuestos, las disputas públicas, la quema de libros judíos, los ghettos, las expulsiones y los genocidios.

Imposición de Bautismos y Sermones

Cuando el cristianismo se transformó en la religión dominante en el Imperio Romano (s.IV), multitudes de judíos fueron obligados a bautizarse. El primer relato detallado se remonta al año 418 en la isla de Minorca. Una ola de conversiones forzadas se expandió por Europa desde que en 614 el Emperador Heraclio prohibió la práctica del judaísmo en el Imperio Bizantino. Muchos lo siguieron, como Basilio I que lanzó una campaña en el 873. Durante las Cruzadas miles de judíos fueron bautizados por la fuerza, especialmente en la región del Rhineland. En todos los casos las masas tomaba la ley en sus manos y se imponían a creyentes que se habían preparado para el martirio.

Con todo, la posición oficial de la Iglesia tendió a seguir al Papa Gregorio I (540-604, Padre de la Iglesia medieval) en el sentido de el bautismo no podía ser suministrado por la fuerza. El problema era la definición de forzoso. ¿Acaso incluía el bautismo bajo amenaza de muerte? ¿Y cuán forzoso era el bautismo bajo el temor de castigos a largo plazo? ¿Y el de niños?

Por ejemplo, el obispo de Clermont-Ferrand, después de que una horda destruyó la sinagoga de la ciudad, recomendó a los judíos el 14 de mayo del 576: "Si estáis dispuestos a creer como yo, convertiros en uno de nuestra feligresía y seré vuestro pastor; pero si no estáis dispuestos, partid de este lugar". Alrededor de quinientos judíos de Clermont se convirtieron, y hubo celebraciones en la cristiandad. Los otros judíos partieron a Marsella. ¿Podía definirse aquella conversión como forzada? O si no, en el 938 el papa le indicó al arzobispo de Mainz que expulsara a los judíos de su diócesis si se negaban a convertirse voluntariamente (insistió en que no se aplicara "la fuerza").

Dijimos que el otro dilema fueron los casos de niños. ¿A qué edad podía el bautismo considerarse "voluntario" y no un gesto comprado por bagatelas? El mentado Agobardo en el 820 reunió a todos los niños judíos y bautizó a los que no habían sido alejados a tiempo por sus padres, si le parecían dispuestos a aceptar el cristianismo.

Una de las cláusulas de la Constitutio pro Judaeis, promulgada por papas sucesivos entre los siglos XII y XV, declaraba categóricamente que ningún cristiano debía usar la violencia para forzar judíos al bautismo. Lo que no decía era qué debía hacerse en los casos en que la conversión ya había sido impuesta: si era válida de todos modos o si el judío podía retornar a su fe.

La respuesta es que la condena eclesiástica al bautismo forzado no se modificó, pero su actitud respecto de problemas post-facto se endureció con el transcurrir de los siglos. En una carta de 1201, el Papa Inocencio III estableció que un judío que se sometía al bautismo bajo amenazas, de todos modos había expresado una voluntad de aceptar el sacramento, y por ello no le era permitido renunciar a él posteriormente.

Para el cristianismo medieval, el retorno a la vieja fe era una herejía punible con la muerte. Incluso en el año 1747 el Papa XIV decidió que una vez bautizado un niño, aun ilegalmente, debía ser considerado cristiano y educado en consecuencia.

Así ocurrió con las olas de bautismos forzados más tardías, en el reino de Nápoles durante las últimas décadas del siglo XIII, y en España en 1391, que comenzó con los desmanes que liderara el archidiácono Ferrant Martinez. Cientos de judíos fueron masacrados y comunidades enteras convertidas por la fuerza, y su trágica secuela fue el fenómeno de los marranos (una voz peyorativa para denominar a los Nuevos Cristianos y sus descendientes). Esta gente continuó practicando el judaísmo parcial y clandestinamente, hasta después del siglo XVIII.

En Portugal, miles de judíos se asentaron después de su expulsión de la vecina España en 1492. El rey Manuel decidió que para purgar su reino de la herejía, no era necesario expulsar a sus súbditos judíos, quienes constituían un valuable patrimonio económico. En vez de ello, se embarcó en una campaña sistemática de conversiones forzadas inicialmente dirigidas contra los niños, quienes eran arrancados de los brazos de sus padres en la esperanza de que los adultos los siguieran en la cristianización.

La furia de las conversiones en Portugal explica tanto el hecho de que para 1497 no había un sólo judío abiertamente practicante en el país, y también por qué el fenómeno del marranismo fue más tenaz allí hasta el día de hoy.

Un nuevo capítulo en la historia del bautismo forzado comenzó en 1543 con el establecimiento de la Casa de los Catecúmenes (candidatos a la conversión) primero en Roma y luego en muchas otras ciudades. Una década después el papa impuso un impuesto a las sinagogas a fin de costear a los Catecúmenes (ese pago se abolió sólo en 1810).

El converso potencial era adoctrinado por cuarenta días, al cabo de los cuales decidía si convertirse o regresar al ghetto. Toda persona que por cualquier excusa era considerada con inclinaciones al cristianismo, podía ser internada en la Casa de los Catecúmenes para explorar sus intenciones.

Para agravar las cosas, corría una superstición popular según la cual quien lograba la conversión de un infiel se aseguraba así el paraíso. Un tropel de ese tipo de procedimientos se esparció a lo largo y ancho del mundo católico. A mediados del siglo XVIII los jesuitas desempeñaron un rol protagónico en la práctica.

Varios casos fueron notorios. En 1762 una horda se avalanzó sobre el hijo del rabino de Carpentras, y lo bautizó en una zanja, por lo que el joven debió abandonar a su familia. En 1783 fueron secuestrados los niños Terracina para ser bautizados, y se generó una revuelta en el ghetto de Roma. En 1858, la policía papal secuestró de su hogar en el ghetto de Bolonia a Edgardo Mortara, de seis años, quien había sido secretamente bautizado por una doméstica que lo creyó mortalmente enfermo.

Los Mortara trataron en vano de recuperar a su hijo. Napoleón III, Cavour y Francisco José estuvieron entre los que protestaron el secuestro, y Moisés Montefiore viajó al Vaticano en un esfuerzo estéril por convencer al papa de que ordenara la liberación del niño. La fundación de la Alliance Israélite Universelle en 1860 "para defender los derechos civiles de los judíos" fue en parte una reacción a este caso.

El papa rechazó los pedidos de clemencia y, sólo en 1870, cuando cesó el poder de la policía papal, el niño salió en libertad. Ya no era Edgardo: el joven había decidido adoptar el nombre papal Pío, era un novicio de la orden de los agustinos y un ardiente conversionista en seis idiomas. Su trágico fin fue que falleció en Bélgica en 1940, un par de semanas antes de la invasión alemana que le habría impuesto un retorno a su identidad judia.

Durante el segundo cuarto del siglo pasado, el imperio ruso instituyó el sistema de los cantonistas, sobre los que hablaremos en otra lección, y que involucraba el virtual secuestro de niños judíos a fin de hacerlos servir militarmente durante varias décadas, con la explícita intención de que abandonaran el judaísmo.

En cuanto a la imposición de sermones a los judíos, también fue pionero el mentado Agobardo. En su Epistola de baptizandis Hebraeis (año 820) señala que bajo sus órdenes la clerecía de Lyons iba todos los sábados a predicar en las sinagogas, con asistencia obligatoria de los judíos. El sistema se regularizó con la fundación de la Orden Dominica (1216). Una ley de Jaime I de Aragón (1242) que recibió aprobación papal, se refiere a la obligatoriedad de la asistencia. El mismo rey dio la arenga en la sinagoga. En 1279 el rey Eduardo I impuso la práctica en Inglaterra. El siglo XV encontró, entre los predicadores más destacados, a Vicente Ferrer en España y Fra Matteo di Girgenti en Sicilia. La práctica se exacerbó a partir de la Contrarreforma, que vino acompañada por una reacción judeófoba.

En Roma, cien judíos y cincuenta judías debían asistir a una iglesia designada para recibir sermones, generalmente de apóstatas que debían ser pagados por la misma comunidad judía. La supervisión de bedeles con varas, aseguraba que nadie se distrajera. Michel de Montaigne registra que en Roma en el 1581 escuchó un sermón de Andrea del Monte, cuyo lenguaje fue tan brutal que los judíos pidieron protección a la curia papal. En 1630 los jesuitas iniciaron los sermones en Praga, y el emperador Ferdinando II los instituyó en en el auditorio de la universidad de Viena, adonde debían asistir doscientos judíos, una parte fija de los cuales debían ser adolescentes.

La imposición de sermones se prolongó por un milenio. Los derogaron la Revolución Francesa, y las tropas napoleónicas que fueron difundiendo las ideas revolucionarias por Europa. Después de la caída de Napoleón, se restablecieron en Italia al regresar el gobierno papal, pero Pío IX finalmente los abolió en 1846. Para esa época el poeta Robert Browning trató de reflejar el sentir judío durante los sermones:

"…cuando entró con alaridos el verdugo en nuestra cerca,
nos aguijoneó como perros hacia el redil de esta iglesia.
Su mano, que había destripado mi talega
ahora desborda para ahogar mis creencias.
Pecan en mí hombres raros que a su Dios me llevan".

Disputas y Quemas de Libros

La proscripción de la literatura judía comenzó en el siglo XIII, como un derivado de la decisión de 1199, por la que el Papa Inocencio III advirtió a los legos que las Escrituras debían quedar bajo interpretación exclusiva del clero.

En el 1236, el apóstata Nicolás Donin envió desde París un memorandum al Papa Gregorio IX, en el que formulaba treinta y cinco cargos contra el Talmud (que era blasfemo, antieclesiástico, etc). El papa terminó por enviar un resumen de las acusaciones a los eclesiásticos franceses, ordenando que se aprovechara la ausencia de los judíos de sus casas mientras rezaban en las sinagogas, y se confiscara sus libros (3/3/1240). Además se instruía a las Ordenes Dominica y Franciscana en París que "hicieran quemar en la hoguera los libros en los que se encuentraran errores" de corte doctrinario. Indicaciones similares se enviaron a los reyes de Francia, Inglaterra, España y Portugal.

Recordemos que el Talmud no empezó a traducirse hasta el siglo pasado, y que su idioma original, el arameo, era conocido sólo por los judíos o los estudiosos del tema. Por ello cuando el hebraísta cristiano Andrea Masio repudió las censuras y quemas de libros judíos, adujo que una condena cardenalicia sobre esos libros era tan válida como la opinión de un ciego sobre diversos colores.

Como consecuencia de la circular de Gregorio IX, también se llevó a cabo la primera disputa religiosa pública entre judíos y cristianos, en París, entre el 25 y el 27 junio del 1240. El Rabí Iejiel que debió defender públicamente al Talmud, no logró evitar que un comité inquisitorial lo condenara. En junio de 1242, miles de volúmenes fueron quemados públicamente.

La práctica fue convirtiéndose en norma, y muchos papas posteriores promovieron la quema del Talmud. Otra disputa famosa se efectuó en Barcelona en el 1263, después de la cual Jaime I de Aragón ordenó a los judíos borrar del Talmud referencias supuestamente anticristianas, so pena de quemar sus libros. También la disputa de Tortosa (1413) concluyó restringidendo los estudios de los judíos de Aragón.

Un nuevo ímpetu se dio a las prohibiciones de libros judíos en 1431 cuando en el Concilio de Basilea, la bula del papa Eugenio IV directamente prohibió a los judíos el estudio del Talmud.

Los ataques contra el Talmud se extremaron durante el período de la Contrarreforma en Italia, a mediados del siglo XVI. En agosto de 1553 el papa designó al Talmud "blasfemia" y lo condenó a la hoguera junto con otras fuentes de sabiduría rabínica. El día de Rosh Hashaná de ese año (5 de septiembre) se construyó una una pira gigantesca en Campo de Fiori en Roma, los libros judíos se secuestraron de las casas mientras los judíos rezaban en las sinagogas, y se quemaron públicamente miles de ejemplares.

Por orden inquisitorial, el procedimiento se repitió en los Estados papales, en Bolonia, Ravena, Ferrara, Mantua, Urbino, Florencia, Venecia y Cremona.

Unos años después Pío IV levantó la prohibición del Talmud (1564) pero la frecuente confiscación de libros judíos continuó hasta el siglo XVIII. El Talmud fue probablemente el libro más vilipendiado de la historia humana. A fin de escribir su tratado de dos mil páginas Endecktes Judemthum (El judaísmo desenmascarado) de 1699, Johannes Eisenmenger pasó veinte años estudiando en una ieshivá (academia de estudios talmúdicos), tan profundo era su odio por un libro que mantenía al judaísmo viviente.

Durante los dos últimos siglos, "expertos" de diversa índole fabricaron una vasta literatura que "revelaba las blasfemias" del Talmud (una literatura inútil hoy en día, cuando el Talmud está al alcance de todos por medio de las muchas traducciones a los principales idiomas).

El último auto-de-fe contra el Talmud fue en 1757 en Kamenets (Polonia) donde el obispo Nicolás Dembowski ordenó la quema de mil copias del Talmud.

Otra práctica judeofóbica medieval fue el establecimiento de barrios para judíos, rodeados de muros que permanecían sellados de noche y podían traspasarse sólo con permisos oficiales. El término ghetto con que se los designaba, pudo surgir del barrio en Venecia, que estaba cerca de una fundición (getto en italiano) y que en 1516 se transformó en residencia obligada de los judíos. O podría derivar del arameo guet, término relativo a separación.

Aunque en muchos casos nacía voluntariamente (por necesidades de cementerio, premisas para mikve o baño ritual, etc.) fueron mayormente resultado de la tendencia eclesiástica que desde el siglo IV aislaba y humillaba a los judíos. La disposición oficial, con todo, se promulgó sólo en el Tercer Concilio Laterano (1179) que prohibió a cristianos y judíos residir juntos. Ghettos famosos hasta la Reforma fueron el de Londres (1276), Bolonia (1417) y Turín (1425).

Como en el caso de las otras prácticas ya mencionadas, los ghettos se difundieron más cuando la Iglesia reaccionó contra la Reforma, una reacción que en general agravó la situación de los judíos en las regiones que permanecieron católicas. Desde la segunda mitad del siglo XVI ghettos fueron introducidos, primero en Italia y luego en el imperio austríaco. En Venecia se creó como una institución estable (1516) y en Roma, los judíos fueron obligados a trasladarse y se les amuralló (fue el 26/7/1555 que coincidió con la trágica conmemoración del 9 del mes de Av).

En los países musulmanes, comenzó enteramente voluntario, y así permaneció bajo el imperio otomano. Allí, cuando en los siglos XIX-XX se levantó la obligación de residir en el ghetto, la mayoría optó por permanecer en ellos.

En 1796 las tropas republicanas francesas demolieron todas las murallas de los ghettos en Italia. Con la caída de Napoleón (1815) hubo un fallido intento de restablecerlos. Los portones del de Roma fueron finalmente destruidos en 1848, y no volvió a construirse ghettos hasta el ascenso del nazismo en Europa.

El ghetto fue central en el devenir de la judeofobia, puesto que fortalecía el estereotipo del judío demoníaco. Una figura que, aun si accedía a contactos con los cristianos durante el día, regresaba a la noche a su antro amurallado y a sus prácticas despreciadas.

Y además, como a los ghettos no se les permitía expandirse, eran en general insalubres y superpoblados. Se suponía que la degradación y humillación del judío llevaría ulteriormente a su cristianización. Por ello, el publicista católico G.B.Roberti exclamó ante un ghetto del siglo XVIII que "era una mejor prueba de la religión de Jesucristo, que una escuela entera de teólogos".

Las dos últimas prácticas que anunciamos fueron las más brutales: expulsiones y genocidios, que serán analizadas en la próxima lección.

 

La actitud católica medieval de desprecio a los judíos no excluyó tampoco al principal filósofo medieval cristiano, Tomás de Aquino, citado en nuestra última lección, y quien en 1270 escribía: "Como consecuencia de su pecado, los judíos están destinados a servidumbre perpetua. Los soberanos de los Estados pueden tratar las posesiones de los judíos como si fueran propias, con la única provisión de no privarlos de lo necesario para mantenerse vivos". Esta recomendación fue gradualmente aceptada por los gobiernos seculares. Bajo influencia de la visión de la Iglesia y sus disposiciones, los judíos fueron sometidos a restricciones, impuestos especiales, y la obligación de usar distintivos en las ropas, entre otras limitaciones.

Resp. 95 – Comenzando por las bases

Hola: Les escribo de Guatemala, es una ciudad muy bella, pero tiene unas tradiciones que me molestan desde que era un niño, pero la verdad es que necesito que me informen o me proporcionen los correos de algunos de sus Coordinadores , a mi me parece muy interesante este sitio, con mucho respeto les escribo estas lineas, ya que algunos correos a veces no son leidos y yo escribo para tener contacto con Ustedes muy respetuosamente
sin mentiras, sin mascarasy sin engaños necesito informacion de como sus Coordinadores obtienen la informacion dí­­a a dí­­a de sus ciudades , asi como yo les dire como se comportan los vecinos de mi ciudad , esto lo hago no por hacer misiones ni nada de eso, ya se que los misioneros son muy astutos y mentirosos.
La mayoria de misioneros que conozco me tratan de convertir y mi eso me molesta mucho ya se que parecen Judios pero se muy claramente que no lo son, y como no conozco algún Rabino por mi ciudad, no se con quien consultar sobre esta situación , mis familiares en su mayoria son catolicos y algunos son evangelicos y me dan mucha pena que se comporten asi, no he encontrado alguna forma de hablarles, y a veces hago algún intento y lo que resulta es que me escuchan un tiempo , luego como que les entro por un oido y salió por el otro el comentario que les dije, y eso me tiene con algún resentimiento que necesito desahogar sin lastimar a alguien.
Por eso necesito alguna forma o método Noají­­da para hacerlos entrar en razón , se que si tubiera en mis manos una Torá con la ayuda de un Rabino, encontraria alguna solución pero como NO , me cuesta mucho asi,
Gracias por leer este comentario y no quiero ser abusivo con estas palabras pero realmente necesito salir de esta situación caótica que vive mi pais , se que los comentarios que ustedes tienen en su WEB son autenticos y no quiero que se cierre este sitio, ya que ha sido de mucha ayuda a mi alma con la terapia sana que leo en este sitio WEB FULVIDA .
Por eso les pido las direcciones de sus Coordinadores, al menos si cierran el sitio me queda alguna direccion donde escribir cuando cierren este sitio WEB tan maravilloso que encontre.
Les repito Gracias y
tengamos Shalom.
M. Gomez

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Resp. 94 – Personas conflictivas

Shalom
Apreciado
More Ribco
Aqui estamos muy bien gozando de lo permitido y avanzando en este camino de luz. Todos le enviamos saludes, esperando que Ud. se encuentre bien al igual que su familia.

En la comunidad hay un señora que esta dañando con su mal comportamiento a otros en la comunidad, trayendo mentiras, y manipulando a otros con sus mentiras, ella esta destruyendo su hogar al separarse de su esposo, y está saliendo con una persona que estaba asistiendo a la comunidad, que se recomienda hacer con dicha persona.

More su orientación es muy importante para todos nosotros, disculpe tanta molestia. seguimos construyendo Shalom

que tengan un feliz Pesaj.
Identidad en Reserva

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Resp. 90 – Flores de vida

Shalom Yehuda
Le ruego me aclare lo siguiente,cuando pueda.

Leí­­ en Ser Judí­­o un tema llamado ¿Florecitas o Piedritas?,donde se
fundamenta claramente las razónes de porqué no se debe llevar flores a las
tumbas de los fallecidos ni enviar coronas o ramos a los funerales.¿ es ésta
costumbre apropiada en un contexto judí­­o?

La respuesta:Este proceder deriva de una costumbre no judí­­a y que por varios
motivos no deberí­­a arraigar en el seno del pueblo y más adelante explica
cuatro fundamentos por los cuales el pueblo judí­­o no lo debe realizar.
Pregunta:Como gentiles justos ¿Cúal deberí­­a ser nuestro proceder? dado que
esta es una costumbre judí­­a.¿Que debemos o no debemos tomar de la misma?
Más abajo en el punto tres del fundamento de porque no llevar flores dice
entre otras cosas que las flores son vida y facilitan la vida.Por eso el
lugar de las flores no es un florero ni una corona fúnebre,sino, la planta
de la que fue arrancada,porque al cortarla,cortamos la posibilidad de
reproducción de un ser vivo.

En el hogar de mis padres existió la costumbre de que nunca debí­­a faltar un
florero con hermosas flores pues alegraba el entorno,costumbre que hasta el
dí­­a de hoy yo realizo en mi hogar.

Pregunta:
Cómo gentil ¿Cúal debe ser mi proceder? ya no más flores en
casa.Debo tomar el consejo de vuestros Sabios Maestros que es preferible
gastar el dinero enhacer obras de bien,en tzedaká y no en la adquisición de
flores como adorno.
Busque en el libro del Gentil Justo algo que me aclarara
este punto pero no lo hallé,por eso le agradezco como siempre su ayuda y
respuesta.
Le saluda.

Norma M.
Chile

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MENSAJE CON MOTIVO DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER – PRIMERA PARTE

 
DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER 2007
Oradora de orden Lic. Eva Yasmín Martínez de Ramírez.
El Día Internacional de la Mujer se refiere a todas nosotras, mujeres comunes y corrientes, como artífices de la historia, manifestando un cambio de aptitud que conlleva una revolución mundial y hunde sus raíces en nuestra lucha plurisecular por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
En la mayoría de los países, las mujeres nos estamos enfrentando a los problemas que entraña el liderazgo, y estamos contribuyendo a modificar nuestras comunidades, nuestros países y el escenario internacional de forma muy real. Las mujeres hemos ocupado y ocupamos cargos públicos en diversos niveles de gobierno, hemos puesto en marcha y dirigido organizaciones comunitarias y estamos presentes en casi todos los ámbitos profesionales del sector público y del sector privado. Seguir leyendo MENSAJE CON MOTIVO DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER – PRIMERA PARTE

El crecimiento y la motivación no tienen edad

No hay límites en el crecimiento de quien cree en si mismo, no importa la edad, mas aún si ya estás en la etapa en que los hijos han abandonado el nido y te dispones para gozar de los primeros nietos.

Para seguir creciendo en la vida es indispensable tener pensamientos positivos y es fundamental resaltar lo bueno en aquello que nos está sucediendo, especialmente en este momento de la vida. Hemos terminado una etapa de nuestra vida, (no es final, salvo que tú lo hayas determinado así) pero comienza otra, todo depende de ti.

¿Que cosas no pudiste realizar mientras dedicabas todo tu tiempo en la crianza de los hijos y en el cuidado del hogar? ¿Guardaste talvez sueños y aspiraciones con la esperanza de que algún día se pudieran concretar?

 Si es así llegó el momento, solo necesitas tener un objetivo claro y definido, una fuerte determinación y una actitud vencedora. Parecen palabras, mayores, pero no lo son si estamos dispuestos a lograrlo.

Es importante hacer un análisis de nuestras capacidades personales, ¿están funcionando a plenitud o ya no? ¿Cuál es la realidad que me rodea de acuerdo a lo que quiero lograr? Por ejemplo si quiero estudiar alguna carrera. Debo comenzar a informarme o a investigar todo lo relacionado con  ella. Es importante estar preparados y abiertos y no temer a lo nuevo, debemos estar dispuestos a correr riesgos y asumir responsabilidades mientras comenzamos algo nuevo.

Aprovechemos de la experiencia que nos ha dado la vida, de los errores cometidos, veámoslo como una oportunidad para mejorar, porque de los errores se aprende si estamos dispuestos.

 Hay un factor que es preponderante que es la determinación de lo que deseamos lograr. Grandes dosis de determinación suplen en muchas ocasiones carencias de preparación y cualidades, mas aun cuando los que están a tu alrededor no te motivan a lograrlo. Por eso es importante que estés absolutamente determinado a hacer algo, porque siempre se encontrará aunque sea con esfuerzo algún camino que te lleve hasta allí, nunca es demasiado tarde para seguir creciendo, sólo necesitas de una buena motivación.

Aquellos pequeños milagros diarios que demuestran la existencia de Dios

Cuantas veces no hemos oido a muchos ateos decir que Dios no existe
Pero al revisar cada dia que paso en este mundo, me reafirma mas y mas que Dios existe

Voy a narrar algo que me lleno de mucha alegria, y que demuestra como Dios actua en nuestra vida Seguir leyendo Aquellos pequeños milagros diarios que demuestran la existencia de Dios

¡Por Dios, gracias a Dios, que los judí­os creen en Dios!

Durante dos décadas fui ateo. Muy militante por cierto. Incluso me vanagloriaba de que cuando llegaban los misioneros a vender sus revistas, panfletos, etc. yo terminaba "convirtiéndolos". No les tenía miedo alguno.

Me eduqué en un ambiente donde no había imposiciones religiosas: mi padre era ateo y mi madre era un tipo de católica no-observante – iba a misa una única vez al año, cuando hacían un recordatorio por mi abuelo, que descanse en paz. Por otro lado, disfruté de una de las pocas ventajas comparativas que presenta la educación pública de Ecuador, el laicismo – en Ecuador no se puede enseñar religión en las escuelas públicas.

Me parecía que salvo unos cuántos evangélicos – menos que los dedos de mis manos – todos los religiosos en mi entorno eran nada más que hipócritas que no se decidían a ser mejores personas por sus propios medios sin depender de su miedo al infierno. Además, sin equivocarme casi, yo pronosticaba que la señorita X que dictaba catecismo en una determinada parroquia eventualmente aparecería en "apuros" y que tendría que casarse "a toda velocidad, no sea que se le note"… 

Sin embargo, siempre hubo un grupo humano que despertaba toda mi admiración – los judíos. De hecho, yo pensaba que, en la práctica, judío era sinónimo de genio. Y jamás me puse a pensar en que ellos tenían una religión propia…

Mi admiración provenía del hecho de que siempre me sentí atraido por la Ciencia y porque era ajedrecista. Por el ámbito de la Ciencia basta mencionar al físico Einstein o a los matemáticos Jacobi para entenderlo. En cuanto al ajedrez: siempre decíamos, en la jerga de los escaques, que hay cuatro tipos de ajedrecistas de élite: 1. judíos rusos, 2. judíos no-rusos, 3. rusos no-judíos y 4. no-rusos no judíos… En aquel tiempo, Kasparov (un azerbayano de padre judío con nacionalidad rusa) reinaba sin dejar lugar a dudas de que era un deslotado…

Admiraba más todavía a los judíos por su valentía para sobreponerse a las adversidades.  Nada de autoindulgencia. Resistencia pura. Firmeza. ¡Y que les importa si no los quieren! Yo me decía que Israel debe ser un país donde para encontrar inteligencia pura uno tenía que simplemente salir a la calle y hablar con la primera persona que pasara… Yo tenía unos 9 años….

En un momento de mi vida me encontré, como muchos de mis lectores posiblemente experimentaron, un vacío proveniente del hecho de que estaba viviendo una "vida recta pero sin un sentido profundo". Y, como Jesús era judío, y una persona muy cercana me hablaba de Jesús y los judíos – siempre en buenos términos, terminé creándome una crisis existencial: ¿existe Dios? Todos creen que existe y, ¡hasta los judíos lo creen!

¿Conclusión? Un evangélico militante más apareció en la escena…

Y, para mi suerte, en aquella iglesia siempre ponían como ejemplo a los judíos…  

Y llegaron los aires del (pseudo) Judaísmo Mesiánico. Y la onda de lo "hebreo"… Por fin, puesto que admiraba más a los judíos que a cualquier mal ejemplo que daba la familia del caballero pastor, surgió una pregunta casi de manera natural: ¿por qué no creen los judíos en Jesús= Ieshu= Yeshuah= Yehoshua= cualquier cosa?

Comencé a buscar en páginas de internet judías – ¡pero de verdad judías! Y lo que hallé es una Fe Racional. Uno podía no estar de acuerdo con sus premisas, pero tenía que reconocer que no era un sistema que lógicamente presentara contradicciones… como contraparte cada palabra del Cristianismo reclamaba la palabra misterio o fe ciega para sustentarse… Se avecinaba otra crisis existencial: ¿Cristianismo – una fé sustentada en el corazón y las emociones – o Judaísmo – una fe racional?

Me enteré de las Siete Leyes y abandoné el Cristianismo mientras me encontraba lejos de mi hogar pues viajé al viejo continente a hacer mi PhD. Pero abandoné el Cristianismo emocionado con convertirme al Judaísmo. No quería saber nada de aquellas Siete Leyes. Para mi eso estaba bien para el resto, ¡yo debía ser judío!

Yehuda Ribco atendió a mis preguntas muy a su estilo: directo, sin anestesia. Me dijo que para pensar en ser judio primero uno debía vivir al máximo potencial las Siete Leyes y entonces, después de algunos años, analizar si efectivamente uno quiere tomar el yugo de la Torá… Y (¿cómo no?) como el consejo era de un judío judío, le di mucho valor. Seguí su consejo…

Ahora está clara la película: no necesito hacer ninguna conversión. Sé que uno puede elevarse como noájida. Pero también sé, gracias a mis años como noájida observante, cuál camino quiero. Trabajamos con mi esposa en ese propósito común y, Dios mediante, será lo mejor. 

 

 

 

Algunas puntualizaciones

Shalom.
Conversando con amigos noájidas, entablando nuevos contactos, ampliando el conocimiento de la identidad noájica me he topado a menudo con algunas dudas, temores, anhelos, ideas, creencias, suposiciones, que quisiera ahora puntualizar.
Son solamente algunas de ellas, si Dios quiere y con tu ayuda podremos ir mejorando esta lista.

  1. Los noájidas son algo así como el hermanito tonto y desvalido de los judíos.
    ¡FALSO!

    El Padre celestial le ha brindado a los noájidas una identidad espiritual muy bien definida, les ha provisto de elementos para nutrir su identidad, los ama y quiere que desarrollen todas sus potencialidades como noájidas.
    Noájidas y judíos somos ciertamente hermanos, descendientes de la misma pareja inicial humana, criaturas todos de Dios. Pero no hay inválido ni perfecto, solamente hay diferencias de roles que debemos cumplir. Tal como ha designado el Padre celestial y no por capricho de las personas o las colectividades.

    Los noájidas han de tomar la mano firme que le brindan algunos maestros judíos. Entiende bien que no son TODOS los judíos, ni el judaísmo el judaísmo, sino algunos maestros, aquellos que están interiorizados con los mandamientos y reglamentos que el Eterno les ha conferido y desean servirlos como la "Luz para las naciones" que el profeta visualizó hace casi tres mil años.

  2. Los noájidas deben formar parte, estar asociados o recibir asistencia de alguna comunidad judía.
    ¡FALSO!
    Los noájidas no son ni niños pequeños, ni personas ineptas.
    Está en manos de cada noájida como individuo el formar asociaciones de noájidas, el incrementar el conocimiento de Dios, el fomentar la vida noájica.
    Está también en sus capacidades y derechos el querer fundar institutos de amistad con organizaciones judías, etc. Pero, esto no es lo fundamental en su rol como noájidas.
    Su rol, el que Dios ha definido para los noájidas, es el de desarrollar Este Mundo a plenitud, colaborar en hacer del mundo un lugar de santidad. Por medio de las buenas obras, de la justicia, la caridad, la bondad, la solidaridad, el estudio, el compromiso, etc.
    Como algo absolutamente superficial y accesorio está el hecho de formar alianas culturales con organizaciones judías o convertirse en apéndices de instituciones judías.

  3. El noajísmo es un paso intermedio hacia la conversión al judaísmo.
    ¡FALSO!
    Nuevamente esta creencia errónea está muy difundida y es muy perjuicial.
    Al igual que las anteriores demuestra una falta de conocimiento de la identidad noájica así como una escasa autoestima en su condición de noájida.
    El noajísmo es una meta en sí misma, es la meta espiritual para aquellos que han nacido como gentiles, por Voluntad de Dios.
    Algunos pueden querer convertirse a judíos, pero por cuestiones meramente individuales, no porque ésta sea la finalidad de la espiritualidad noájica.

  4. Los noájidas no pueden dirigir sus comunidades noájicas, eso debe hacerlo un rabino.
    ¡FALSO!
    La comunidad noájica es la casa grande para el individuo y la familia noájica.
    En cada hogar es el jefe de familia el que lidera, sea este jefe el padre, la madre, ambos o algún otro; algo similar debe ocurrir con la comunidad de noájidas.
    Cada una encontrará el estilo que le es más acorde a su idiosincracia, más democrática, mas verticalilsta, paternalista, consejos directivos, etc. Marcando sus pautas, dirigiendo su vida con madurez y compromiso hacia los valores que son parte integral de la cida noájica.
    Por supuesto que la asistencia de algún maestro judío capacitado, sea rabino o no, es de absoluta importancia, para tener el enlace vital con la Torá y con los que han de servir como "sacerdotes entre las naciones".

  5. El noajísmo es una religión.
    ¡FALSO!
    Tal como ya hemos enseñado es una forma de vida, que no deja de lado la nutrición correcta de la espiritualidad de acuerdo a lo q es esencial para el noájida.

  6. La comunidad de noájidas es una iglesia.
    ¡FALSO!
    La comunidad de noájidas es la reunión de noájidas en torno a un centro comunitario. Esta mancomunidad de individuos tiene varias finalidades, que ya hemos expuesto en un texto anteriorimente.
    Por supuesto que la comunidad noájica provee de asistencia en el plano espiritual, pero es la antítesis de una iglesia, pues no se funda en dogmas, en le fe ciega, en la sumisión, en los rituales vacíos o en la falsa espiritualidad.

  7. El noajísmo es anti-misionero.
    ¡FALSO!
    El noajísmo es un modo de vida integral. Su identidad no se fundamenta en estar en contra de algo, no es un movimiento reaccionario, sino que nace por Voluntad divina y tiene marcado desde Arriba un claro camino de plenitud.
    Una de sus facetas es servir como guía para los que buscan la Luz celestial, el abrazo con el Padre celestial, y por esto debe necesariamente decir un "NO" rotundo a toda idolatría, y muy particularmente a la que se hace pasar por santidad y reemplazante de la Alianza de Dios con Israel.
    Así pues, el noájida no es anti-misionero, pero se opone con firmeza a toda la corrupta farsa que estos personajes (los misioneros de toda índole) quieren imponer con astucia, violencia, humillaciones u otras maneras enfermizas.

Hasta aquí por el momento, envíame por favor sugerencias para seguir actualizando esta página.