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La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 11

  Junto al antisionismo, la otra manifestación de la judeofobia contemporánea es la Negación del Holocausto (NH). Ambos son un intento por reescribir la historia reciente, y por ello se presentan juntos. Porque, si no se justifica el Estado judío (como arguye el antisionismo) debe de ser porque el sufrimiento judío es una maliciosa fantasía (como plantea la NH)…   La judeofobia fue muy activa durante la dictadura militar en la Argentina 1976-1983. De entre los miles de "desaparecidos", los judíos eran la víctima favorita en los centros de tortura… Entre los periodistas que defendían el régimen, Enrique Llamas de Madariaga difundió por la televisión estatal un programa insidioso (30/10/1980) bajo la consigna de que "Si los persiguieron durante cuatro mil aos, por algo será".

 


 

Unidad 11: La Negación del Holocausto – La judeofobia actual

Por: Gustavo Perednik   

Junto al antisionismo, la otra manifestación de la judeofobia contemporánea es la Negación del Holocausto (NH). Ambos son un intento por reescribir la historia reciente, y por ello se presentan juntos. Porque, si no se justifica el Estado judío (como arguye el antisionismo) debe de ser porque el sufrimiento judío es una maliciosa fantasía (como plantea la NH).

En Mi patria, Palestina; el sionismo, enemigo del pueblo (publicado en Alemania en 1975) Ahmed Hussein sostiene que el promotor de la judeofobia es el sionismo, interesado en que los judíos huyan hacia Israel. Así se reitera el ardid de poner a la víctima como victimario. "La mejor propaganda para el Estado de Israel es el judío muerto", explica sin rodeos Hussein y agrega: "después de estudiar profundamente el tema, y basado en eruditos, he llegado a la conclusión de que durante la Segunda Guerra Mundial ni un solo judío fue muerto por ser judío… Sólo la mentira de los seis millones posibilitó la presión sionista para establecer el Estado de Israel y su financiamiento con capital alemán".

Una variante aun más cruel del mismo argumento, es que los sionistas se asociaron con los nazis para exterminar judíos. La expuso Lenni Brenner, muy difundido en la URSS, y llegó al escándalo en Londres en 1987 cuando el Royal Court Theatre decidió no presentar la obra Perdition de Jim Allen, que sostenía esa calumnia. Era en palabras del autor "el ataque más letal contra el sionismo escrito jamás".

Un rastreo de los comienzos de la NH nos lleva al Holocausto mismo, durante el cual por lo menos dos cabecillas nazis, Martin Bormann y Heinrich Himmler, prohibieron toda mención pública de la "Solución Final". Pero por entonces el objetivo de la NH se limitaba a preservar la inconsciencia judía acerca de la dimensión del ataque, a fin de asesinarlos sin resistencia.

Después de la guerra, fueron trotskistas y anarquistas franceses quienes curiosamente iniciaron la NH al descalificar la evidencia del genocidio como "propaganda stalinista". Su primer libro fue Desenmascarando el mito del Holocausto de Paul Rassinier (1964).

En 1979 la NH se organizó en un prolífico Instituto para la Revisin Histórica (IHR) en Torrance, California, que mantiene convenciones anuales y publica el trimestral Journal of Historic Review, enviado sin cargo a doce mil historiadores norteamericanos. Su mentor, Willis Carto, de vieja militancia nazi, fundó el Liberty Lobby (la propaganda judeofóbica más grande de los EE.UU.). El IHR es pseudoacadémico; aunque convoca a profesores, todos ellos carecen de títulos en historia (Rassinier estudió geografía, Butz ingeniería electrónica, Faurisson literatura, etc.).

Desde 1991 uno de ellos, Bradley Smith, coloca avisos en los diarios de las universidades americanas en nombre del CODOH (Comité para el Debate Abierto sobre el Holocausto). Lograron reclutar a un tal David Cole de padres judíos, y a un comentador militar británico, el neonazi David Irving, cuyo best-seller La Guerra de Hitler (1977) esgrimía que Hitler nunca supo que los judíos eran asesinados en Europa.

La NH nos plantea un serio dilema: perdemos al refutar sus argumentos (ya que de este modo los legitimamos como "opinión para abrir el debate acerca del Holocausto"), pero también perdemos si no les contestamos ("los judíos carecen de argumentos"). Los métodos para confrontar el fenómeno merecerían una clase especial que, nuevamente, escapa al marco de nuestro curso. Pero debo mencionar los cuatro niveles de la NH, en orden de la sofisticación de sus argumentos: 1) el Holocausto nunca ocurrió; 2) las cifras fueron abultadas; 3) no hubo ningún plan sistemático de exterminio; 4) en cada guerra hay Holocaustos, y los judíos cacarean sólo el suyo como si fueran los monopolizadores del dolor.

La NH es un fraude peligroso, porque al blanquear los crímenes del nazismo hace posible su reedición, y disemina el odio bajo la excusa de "libertad de expresión" mientras transgrede doblemente la ley: por apología del delito y por incitación a la violencia.

La NH ha expandido la mitología judeofóbica. A leprosos, adoradores de asnos, deicidas, pueblo testigo, asesinos de nios, bárbaros, virus racial, explotadores, confabuladores internacionales y racistas, se agrega ahora el de "inventores de Holocaustos".

La Judeofobia en América

Desde la misma creación de los Estados americanos, los judíos fueron activos en ellos. Por ello no hizo falta su Emancipación legal como en Europa, en donde, según vimos, la judeofobia moderna fue una reacción (inmediata o tardía) contra la Emancipación. Por ello en las Américas la judeofobia puede entenderse parcialmente como un vicio importado.

Aunque en 1654 hubo en New York (por entonces New Amsterdam) un intento de expulsar a los judíos por parte del gobernador holandés Peter Stuyvesant, en general, antes de la independencia de las colonias de Norteamérica, los judíos no sufrieron agresiones físicas, y otras minorías fueron más atacadas.

Durante la Guerra de Secesión norteamericana desde ambos bandos se acusó a "los judíos" de ayudar al enemigo, y el 17/12/1862, Ulysses Grant (el victorioso general de la Unión y 18vo. presidente americano) ordenó la expulsión de todos los judíos de Tennessee. Esta Orden General Número 11 fue revertida por el presidente Lincoln, después de que ya se había aplicado en varias ciudades.

En la última década del siglo pasado apareció una judeofobia más nítida, no como respuesta a Emancipación sino a una brecha cultural frente a los inmigrantes. Según vimos, en 1881 comenzó en Rusia la era de los pogroms y el éxodo más grande de la historia. En 1890 habían ingresado a los EE.UU. más de un millón y medio de judíos, y para 1920 ya eran tres millones.

Parte de la población veterana receló de los recién llegados. Henry Adams (bisnieto del segundo presidente americano) escribía: "La atmósfera judía me hace sentirme aislado. Los judíos van a controlar completamente las finanzas y el gobierno de este país, o estarán muertos". En su novela Las columnas del César (1890), Ignatius Donnelly cuenta que los judíos toman el poder para vengar sus padecimientos en los cristianos. El corolario de esta animosidad fue el "restrictionismo" o movimiento antiinmigratorio. Uno de sus mentores, Madison Grant, en El paso de la gran raza (1916) endilgó a los judíos el mestizaje de la nación. El movimiento logró en 1924 la limitativa Acta de Inmigracin.

Pero la norma fue otra. Los presidentes y líderes norteamericanos expresaron con frecuencia su gran estima por el pueblo judío. Los padres fundadores de los EE.UU. compartían las raíces de los puritanos ingleses quienes, a partir de su amor por la Biblia, revaloraron de ella su idioma, su tierra y su nación. Cuando la Rusia zarista se negó a emitir visas de visita a judíos americanos y dio maltrato a los pocos que las obtuvieron, el gobierno norteamericano canceló en 1911 un viejo Tratado Ruso-Americano.

Si hubo similitudes entre la judeofobia americana y la europea, la escala siempre fue mucho más pequea. Por ejemplo, "el Affaire Dreyfus" americano tuvo lugar en 1913 en Atlanta, cuando el ingeniero Leo Frank fue acusado de asesinato por la sola evidencia del testimonio del principal sospechoso. La Jeffersonian Magazine exigía la ejecución del "abominable, perverso judío de Nueva York" y su editor creaba la Orden de los Caballeros de Mary Phagan (tal era el nombre de la asesinada) para boicotear todos los negocios judíos de Georgia. Dos aos después de comenzado el juicio, Frank fue arrancado de su celda y linchado. Se trató del primer caso de asesinato judeofóbico en los EE.UU., y el último hasta los recientes episodios de Crown Heights. En estos, norteamericanos de color arremetieron contra judíos al azar (mataron a uno) en "venganza" porque dos nios negros murieron atropellados cuando un conductor jasídico perdió el control de su auto.

El parecido con el escenario europeo es más claro en algunos países de Latinoamérica, en donde la judeofobia es más p. Los fundadores de los Estados latinoamericanos no se educaron en el amor puritano por la Biblia y su pueblo; el ambiente de muchos de ellos fue la Iglesia inquisitorial espaola. El caso argentino fue especialmente oscuro, y a él nos referiremos en particular, teniendo en cuenta que se trata de la comunidad más grande y la que más judeofobia sufrió. En el resto de los países el odio antijudío fue casi siempre marginal, y la historia de cada uno escapa a los marcos de nuestro curso.

En los EE.UU. la estela del caso de Leo Frank se disipó en la unidad nacional que acompaó la Primera Guerra Mundial. La posguerra volvió a destapar la judeofobia, debido al temor de que los valores y estilo de vida tradicionales fueran amenazados por la inmigración masiva, por la creciente población urbana y por el liberalismo religioso. El Ku Klux Klan (grupo racista, reaccionario y judeofóbico) llegó en 1924 a cuatro millones de miembros. Como hemos visto, los Protocolos eran difundidos por Henry Ford. Su campaa se detuvo en 1927 con un pedido público de disculpas.

En 1922 la discriminación en la educación se transformó en un tema de debate nacional cuando la Universidad de Harvard anunció que estaba considerando un sistema de cuotas para estudiantes judíos. Aunque el plan fue eventualmente abandonado, las cuotas se aplicaron por medios velados en muchas instituciones terciarias, a fin de limitar el muy alto número de judíos que asistían a ellas (aun para 1945 Dartmouth Colege admitía abiertamente un sistema de cuotas para estudiantes judíos).

El acceso de judíos también estaba limitado para puestos en bancos, compaías de seguro, empresas públicas, hospitales, grandes estudios jurídicos y planteles académicos universitarios. Esta restricción dio en llamarse la judeofobia "cortés" en los EE.UU., que tuvo en los aos treinta un impulso ideológico, con la noción de que "los judíos dominaban el gobierno de Franklin Roosevelt, causaban la gran depresión económica, y querían arrastrar a los EE.UU. a la Segunda Guerra contra una admirable Alemania que surgía".

El principal vocero fue el sacerdote Charles Coughlin, cuyo programa semanal de radio atraía a millones de personas. Cuando en 1942 se supo del Holocausto, la Iglesia ordenó a Coughlin cesar toda actividad no-religiosa. (Es notable cómo ecos de esa voces se escucharon en los EE.UU. a principios de esta década, como la del líder republicano Pat Buchanan cuando acusaba a "los judíos" de arrastrar al país a una guerra contra Irak). En la década del cuarenta la vanguardia aislacionista fue el Comité por América Primero, que incluyó al héroe de aviación Charles Lindbergh. Aun en 1944 una encuesta pública mostró que un cuarto de los norteamericanos veían en los judíos "una amenaza". Pero a partir de la Segunda Guerra, la judeofobia americana descendió notablemente, excepto entre los negros.

En efecto, a pesar de la activa participación de israelitas en el movimiento civil por los derechos de los negros en los aos cincuenta, el movimiento de Poder Negro generó fricciones en las relaciones con los judíos. Nació una forma americanizada del Islam que atrajo a millares de negros en busca de identidad, precisamente en el período de guerra entre el mundo islámico y el Estado judío.

Uno de sus líderes más extremos, Kwame Ture (ex-Stokely Carmichael) declaró en el setenta "nunca haber admirado a un hombre blanco, pero Hitler fue el más grande de entre todos ellos". Expresiones similares de odio se escuchan hoy por parte de Louis Farrakhan y otros jefes del grupo Nación del Islam. Allí se concentran hoy los peligros de la judeofobia en los EE.UU.

En cuanto a Sudamérica, la evidencia de judíos participando en la lucha independentista es más tenue que en el Norte, y se dio en casos como el de Alejandro Aguado en la Argentina. A este país, los judíos fueron explícitamente invitados por el gobierno. En decreto presidencial del 6/8/1881, se enviaba a un agente que atrajera a la Argentina a quienes huían de los pogroms. Hubo alguna reacción hostil contra esa invitación, incluida la de uno de los máximos próceres argentinos, Domingo F. Sarmiento, en El Diario de 1888.

Pero el verdadero comienzo de la judeofobia es literario, relacionado a la novela La Bolsa (publicada en 1891 en el prestigioso diario La Nación). En una época en que virtualmente no había judíos en la Argentina, el autor Julián Martel los culpa de la crisis financiera y de la clausura de la Bolsa de comercio, en un libro que constituye un mediocre remedo del francés Drumond. En rigor, la judeofobia de La Bolsa tuvo que ver, más que con la novela en sí, con la glorificación que le dedicaron grandes intelectuales argentinos, al punto de que el texto fue por décadas lectura obligatoria en las escuelas.

Las tensiones con el judío real, con el inmigrante, se dieron sobre todo cuando los sectores más conservadores tendían a identificar bajo el común epíteto de "ruso" tanto a los judíos como a los revolucionarios de Rusia. El detonante para esa reacción fue el asesinato del jefe policial de Buenos Aires, Ramón Falcón, quien había reprimido en forma sangrienta la manifestación del Primero de Mayo de 1909. Ese ao Falcón fue muerto por Simón Radowitzky, de diecisiete aos de edad, un judío recién inmigrado y, para el caso, doblemente "ruso".

A pesar de que la comunidad judía (de la que Radowitzky estaba totalmente desvinculado) hizo todo lo posible por distanciarse del hecho, un ataque físico se lanzó contra los judíos indiscriminadamente el 15/5/1910, en plenos preparativos para celebrar el centenario de su revolución independentista argentina.

La judeofobia creciente estalló unos aos después, en 1919, en el marco de la llamada Semana Trágica, que comenzó como represión a una huelga. Ese ao la Liga Patriótica fue fundada por Manuel Carlés, abuelo de quien fuera en las dos últimas décadas cabecilla del Partido Nacionalista Social argentino.

El periodista ídish Pedro Wald fue detenido acusado de tramar un "gobierno maximalista judío en la Argentina". Al salir de la cárcel torturado escribió la novela Koshmar (pesadilla). Así relató los episodios del 9/1/1919: "…salvajes eran las manifestaciones de los nios bien que marchaban al grito de ‘¡Mueran los judíos!;¡Muerte a los extranjeros y maximalistas!’ Refinados, sádicos, torturaban y programaban orgías… Detienen a un judío y luego de los primeros golpes comienza a brotar un chorro de sangre de su boca; acto seguido le ordenan cantar el himno nacional. No lo sabe; lo liquidan en el acto… No se selecciona. Pegan y matan a quien encuentran…"

El 10 de enero fueron asaltados los locales de las organizaciones Avangard y Poalei Tzion y la Asociación Teatral Judía (IFT). Todo fue arrojado a la calle y quemado, mientras la guardia civil azotaba y robaba. La policía montada observaba cómo ardían en la noche muebles, biblioteca y archivos. Entre otros testimonios reveladores, dos son elocuentes, de un judío y un cristiano.

Escribió el primero, José Mendelson: "Jinetes de la policía arrastraban a los viejos judíos desnudos por las calles de Buenos Aires, les tiraban de sus encanecidas barbas, y cuando ya no podían correr al ritmo de sus caballos, su piel se desgarraba raspando contra los adoquines, mientras los sables y látigos de los hombres de a caballo golpeaban sus cuerpos… En el Departamento Central de Policía pegaban espaciosamente. Cincuenta hombres, ante el cansancio de azotar, se alternaban para cada judío… En la comisaría 7ma. los soldados, vigilantes y jueces, encerraron a los judíos en los baos, donde los torturadores tiraban en forma salvaje de sus bocas, mientras la policía argentina y los soldados les orinaban en la boca…"

El segundo testigo presencial fue Juan Carulla: "Oí que estaban incendiando el barrio judío y hacia allí me dirigí. Al llegar a la Facultad de Medicina, me tocó presenciar el primer pogrom en la Argentina. En medio de la calle ardían piras formadas con libros… se luchaba dentro y fuera de los edificios… se acusaba a un comerciante judío de hacer propaganda comunista pero el cruel castigo se hacía extensivo a otros hebrbajo los gritos de ‘¡Mueran los judíos!’ Pasaban a mi vera viejos barbudos y mujeres desgreadas. Nunca olvidaré el rostro pálido y la mirada suplicante de uno de ellos al que arrastraban un par de mozalbetes, así como la de un nio sollozante que se aferraba a la vieja levita negra, ya despedazada, de otro de aquellos pobres diablos". El saldo en vidas de aquella Semana Trágica fue de ochocientos muertos y cuatro mil heridos.

Con el auge del nazismo en Europa, recrudeció la judeofobia de publicaciones y grupos "germanófilos" nacionalistas. Uno de los más difundidos escritores argentinos, Hugo Wast (seudónimo del director de la Biblioteca Nacional, Martínez Zuviría) publicó en 1935 un par de novelas que difunden el mito de la conspiración judía, El Kahal y Oro. Ese ao se creó la DAIA, nacida para defender los derechos judíos. Zuviría llegó a ser ministro de educación del país en 1943.

Las bandas y las publicaciones nacionalistas no cejaron después de la guerra, y para la década del sesenta la más activa banda judeofóbica argentina fue Tacuara, que tenía por mentores a los sacerdotes Alberto Ezcurra y Julio Meinville. En connivencia con el representante de la Liga Arabe Hussei Triki, Tacuara secuestró, torturó y asesinó. A los padres del estudiante asesinado Raúl Alterman enviaron una explicación: "Nadie mata porque sí nomás; a su hijo lo han matado porque era un perro judío comunista… Si no están conformes, que se retiren todos los perros y explotadores judíos a su Judea natal". Este caso, como los otros crímenes de la judeofobia argentina, quedaron impunes, y esta regla incluye a las voladuras en los últimos aos de la Embajada de Israel y del edificio comunitario AMIA.

Con todo, hay que tener en cuenta que la peligrosidad de grupos como Tacuara no deriva de sus acciones violentas ni de su propaganda nazi, sino de la medida en que están cerca del poder. En este caso, amplios sectores del partido mayoritario, el peronista, apoyaban a la agrupación judeofóbica. En rigor, el parámetro para medir el peligro de la judeofobia en un país determinado, no debe ser el tamao de sus organizaciones, sino su cercanía al poder.

Una versión local de los Protocolos aparece en la Argentina cuando en 1971 un profesor de economía de la Universidad de Buenos Aires, Walter Beveraggi Allende, difundió la patraa del Plan Andinia, supuesto complot para desmembrar la Patagonia de la Argentina y crear allí otro Estado judío. Su denuncia fue llevada a la Confederación del Trabajo y a diversos medios periodísticos. Cuatro aos después Beveraggi publicó La inflación argentina, en cuya tapa la Argentina aparecía crucificada con estrellas de David por el estereotipo de un judío. El periodista Jacobo Timerman narró que cuando era interrogado por la dictadura militar de los aos ochenta, se le exigían detalles del Plan Andinia.

Aunque la judeofobia tiende a ser más visible durante gobiernos democráticos (sobre todo en la transición) en esos momentos se halla más alejada de las cúpulas. Durante las dictaduras, por el contrario, se encuentra encaramada en el poder y precisamente por ello a los gobiernos les es más fácil dominarla. Por ejemplo, la judeofobia fue muy activa durante la dictadura militar en la Argentina 1976-1983. De entre los miles de "desaparecidos", los judíos eran la víctima favorita en los centros de tortura. Pero salvo excepciones (como la del general Ramón Camps) no abundaban las expresiones de judeofobia oficial. Entre los periodistas que defendían el régimen, Enrique Llamas de Madariaga difundió por la televisión estatal un programa insidioso (30/10/1980) bajo la consigna de que "Si los persiguieron durante cuatro mil aos, por algo será".

El estudio de cada uno de los otros países excedería las posibilidades de nuestro curso, pero con gusto contestaré las preguntas de estudiantes interesados en la judeofobia de alguna nación específica (recordar: <gustavop@jazo.org.il>).

En la próxima, nuestra última clase, analizaremos el fenómeno de la judeofobia de modo global y ofreceremos para el mismo algunas explicaciones.

 

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 2

"En esta segunda lección retomamos la tesis sostenida entre otros por el sacerdote norteamericano Edward Flannery, cuyo libro Veintitrés siglos de antisemitismo da la respuesta en el título mismo. Flannery rastreó las primeras citas históricamente documentadas, que evidencian un encono específico contra los judíos. Para entender dicha hostilidad, es necesario que nos introduzcamos en la Alejandría del siglo III a.e.c. "


 

Unidad 02: El judío en el mundo pagano; el fenómeno alejandrino

Por: Gustavo Perednik

 

 

Hemos comenzado el curso explicando los motivos que justifican el nombre de judeofobia para el odio antijudío, y enumeramos las características que hacen del mismo un fenómeno único y singular.

Luego planteamos diversas opiniones acerca de cuándo nació la judeofobia, y nos quedamos con dos alternativas plausibles: que tuvo su germen, o bien en el helenismo, o bien en el cristianismo.

En esta segunda lección retomaremos la primera de esas dos tesis, que fue sostenida entre otros por el sacerdote norteamericano Edward Flannery, cuyo libro Veintitrés siglos de antisemitismo da la respuesta en el título mismo. Flannery rastreó las primeras citas históricamente documentadas, que evidencian un encono específico contra los judíos. Para entender dicha hostilidad, es necesario que nos introduzcamos en la Alejandría del siglo III a.e.c.

Una Posible Cuna de la Judeofobia

Alejandría fue fundada por quizá el máximo conquistador de todos los tiempos, Alejandro Magno, quien, según historia Josefo Flavio, tuvo una actitud favorable hacia los judíos. Les permitió construir sus propios barrios en la ciudad, en la que desarrollaron el comercio y prosperaron. Alejandría se transformó en una segunda Atenas, capital comercial e intelectual del mundo antiguo.

En Eretz Israel, después de la muerte de Alejandro hubo un período de inestabilidad que provocó deportaciones y emigraciones de judíos, especialmente a Alejandría, cuya poblacíon judía creció notablemente.

A comienzos de la era común había allí cien mil judíos, que ocupaban casi la mitad de la ciudad. (La población judía mundial era de cuatro millones, un millón de los cuales residía en Eretz Israel).

En consecuencia, Egipto se transformó tanto en el corazón de la Diáspora judía, como en lo más avanzado de la helenización fuera de Grecia. Y no se sustrajo a la norma del mundo pagano, que en general fue muy tolerante en materia de diversidad religiosa. Después de todo, si cada familia veneraba a sus muchos dioses, qué mal podía haber en dioses adicionales que cada uno eligiera.

Esa atmósfera tolerante, típicamente pagana, permitió a los judíos practicar libremente su monoteísmo. Tres ejemplos de destacadas personalidades que valoraban altamente a los judíos fueron Clearco, Teofrastro y Megástenes, a comienzos del siglo III a.e.c.

Los dos primeros habían sido, como el mismo Alejandro, discípulos de Aristóteles. Clearco de Soli se refiere en su diálogo Del Sueño al encuentro entre su maestro y un judío, y Teofrastro de Eresos llama a los judíos "raza de filósofos", una descripción nada infrecuente en aquella época.

Sin embargo, aquel trío fue en cierto modo una excepción, puesto que la mayor parte de los historiadores alejandrinos fueron notorios por su judeofobia. Una razón para ello puede ser que aunque los egipcios nativos gozaban de prosperidad económica y cultural, no faltaba entre ellos el descontento por la dominación foránea, primero griega y luego romana. Ese resentimiento se tradujo en una xenofobia que terminó por descargarse contra el pueblo hebreo.

Probablemente a los egipcios los irritaba la tolerancia que el imperio había otorgado a los judíos. Esto, más la envidia social frente al florecimiento de esa colectividad, fue caldo de cultivo para las primeras agresiones escritas. Siguen algunos ejemplos.

Hecateo de Abdera fue el primer pagano que se explayó acerca de la historia israelita, y en el siglo IV a.e.c. no excluyó lo legendario de su narración: "debido a una plaga, los egipcios los expulsaron… La mayoría huyó a la Judea inhabitada, y su líder Moisés estableció un culto diferente de todos los demás. Los judíos adoptaron una vida misantrópica e inhospitalaria".

Debe aclararse que el relato de Hecateo no ataca especialmente a los judíos, a tal punto que cuatro siglos después Filón de Biblos se preguntó si aquel historiador no se habría convertido al judaísmo. Pero Hecateo sí es responsable de inventar el primer mito sobre la historia judía, el primero de una extensa y mortífera mitología. Los judíos "habían sido expulsados" y la vida que Moisés "les impuso en recuerdo de su exilio, era hostil a todos los humanos".

Los escritores alejandrinos posteriores (con algunas excepciones como Timágenes y Apián) repetían siempre que los judíos tenían ese origen humillante. El primer egipcio en narrar la historia de su país en griego fue el sacerdote Maneto, quien escribió en el siglo III que "el rey Amenofis había decidido purgar el país de leprosos… que fueron guiados por Osarsiph", a quien Maneto identifica con Moisés. No menciona explícitamente a los judíos, pero habla de "una nación de conquistadores foráneos que prendieron fuego a ciudades egipcias y destruyeron los templos de sus dioses… después de su expulsión de Egipto, cruzaron el desierto en su camino a Siria, y en el país de Judea construyeron una ciudad que llamaron Jerusalem".

El motivo del reiterado rechazo por lo judío que se daba entre aquellos egipcios, es que posiblemente la narración del Exodo ofendía su patriotismo. La religión israelita había hecho del Exodo de Egipto su creencia central, sinónimo de la aspiración judaica por la libertad.

Por ello, no es de extrañar cierto despecho de parte de los egipcios, quienes comenzaron por transformar el Exodo en una gesta nacional de expulsión de indeseables. Para ello, hacía falta denigrar a los supuestos "expulsados", rebuscar las causas posibles de aquella "expulsión". Así, los temas del linaje leproso y la falta de sociabilidad aparecen en las obras de Queremon, Lisímaco, Poseidonio, Apolonio Molon y, especialmente, Apión. Eran egipcios que escribían en griego.

Según Lisímaco "los judíos, enfermos de lepra y de escorbuto, se refugiaron en los templos, hasta que el rey Bojeris ahogó a los leprosos y mandó los otros cien mil a perecer en el desierto. Un tal Moisés los guió y los instruyó para que no mostraran buena voluntad hacia ninguna persona y destruyeran todos los templos que encontraran. Llegaron a Judea y construyeron Hierosyla (ciudad de los saqueadores de templos)".

Mnaseas de Patros (s. II a.e.c.) aporta la novedad de que los judíos "adoran una cabeza de asno" y su contemporáneo Filostrato resume: "los judíos han estado en rebelión en contra de la humanidad; han establecido su propia vida aparte e irreconciliable; no pueden compartir con el resto de la raza humana los placeres de la mesa, ni unírseles en sus libaciones o plegarias o sacrificios; están separados de nosotros por un golfo más grande del que nos separa de las Indias".

Por su parte, Agatárquides de Cnido destacaba las "prácticas ridículas de los judíos, el carácter absurdo de su ley y, en particular, la observancia del Shabat" que los mostraba como un pueblo de holgazanes. La mitificación va creciendo como una bola de nieve, y en el siglo I a.e.c. Apolonio Molon lanza contra los judíos una nueva escalada: "son los peores de entre los bárbaros, carecen de todo talento creativo, no hicieron nada por el bien de la humanidad, no creen en ninguna divinidad… Moisés fue un impostor".

Pero el mito más funesto de los inventados en la antigüedad (por sus derivaciones ulteriores, según veremos en próximas lecciones) fue el de Damócrito (s. I a.e.c.): "Cada siete años toman un no-judío y lo asesinan en el templo…" Dos historiadores de marras fueron Queremón, quien relacionó el Exodo con las migraciones de los Hyksos, y Apión, el máximo judeófobo antiguo.

Apión, a quien Plinio el Antiguo y Tiberio llamaron "gran charlatán", fue iniciador de las agitaciones antijudías bajo el gobernador Flaccus (año 38) que provocaron que decenas de miles de judíos fueran asesinados. El recopiló las ideas de sus predecesores y agregó de su propia creatividad: "Los principios del judaísmo obligan a odiar al resto de la humanidad. Una vez por año toman un no-judío, lo asesinan y prueban de sus entrañas, jurándose durante la comida que odiarán a la nación de la que provenía la víctima. En el Sancta Sanctorum del Templo Sagrado de Jerusalem hay una cabeza de asno dorado que los judíos idolatran. El Shabat se originó porque una dolencia pélvica que los judíos contrajeron al huir de Egipto los obligaba a descansar el septimo día".

Dos grandes sabios de esa época enfrentaron a este judeófobo. Flavio Josefo tituló una de sus obras Contra Apión, y el filósofo Filón de Alejandría lideró la delegación de judíos que se entrevistaron con el emperador Calígula a fin de poner fin a la violencia en la ciudad.

La Judeofobia Romana

Cuando la provincia Roma prevaleció sobre lo que había sido el imperio helenista, los escritores romanos heredaron de los griegos también la judeofobia. En Horacio (siglo I a.e.c.) hay condena contra los judíos, pero muy moderada (sus obras son despues de todo, sátiras).

El satirista más famoso de Roma, Juvenal (50-127), culpa a los extranjeros (si bien incluye griegos y sirios destaca a los judíos) de haber provocado la decadencia de la forma tradicional de vida romana. Desprecia especialmente a los judíos porque adoran nubes, haraganean en sábado, practican la circuncisión y son pobres.

Tácito (55-120) repite que los judíos debilitan la moralidad romana, y que los egipcios los expulsaron al desierto, en el que Moisés les enseñó rituales para separarlos de las otras naciones. Según Tácito, cuando los israelitas llegaron a Judea comenzaron con el culto asnal porque los asnos los habían guiado en su marcha por el desierto. "Los judíos revelan un terco vínculo los unos con los otros… que contrasta con su odio implacable por el resto de la humanidad… siniestros y vergonzosos, han sobrevivido sólo gracias a su perversidad… Creen profano todo lo que para nosotros es sagrado, y permiten lo que nos es aborrecible… consideran criminal matar a un bebé recién nacido".

Una característica que cabe analizar aquí es la sobrepercepción del judío, aspecto que ya comienza a verse en autores de esa época. A comienzos de la era común, el historiador y geógrafo Estrabón argüía que "los judíos han llegado a todas las ciudades, y es difícil hallar un lugar en la tierra habitable que no haya admitido a esta tribu, y que no haya sido poseído por ella".

La sobrepercepción del judío es la norma, pero no siempre viene acompañada de judeofobia. Un buen ejemplo es una carta que Mark Twain (el famoso escritor norteamericano, que de ningún modo fue judeófobo) envió al editor de la Encyclopedia Britannica: "leí que la población judía de los EE.UU. es de 250.000. Yo tengo más amigos judíos que esa cifra, por lo que supongo que se trata de un error tipográfico por 25.000.000".

Corresponde aclarar que en todos los países en donde viven, los judíos llegan a ser, como máximo, el 1% de la población (las únicas dos excepciones son EE.UU., donde superan el 2%, e Israel, donde constituyen casi el 90%). Pero casi en todo país son percibidos como si fueran cinco o diez veces más.

Esa sobrepercepción resulta de por lo menos tres razones para esa sobrepercepción: 1) los judíos son eminentemente urbanos (el 90% de ellos está concentrado en las dos ciudades principales de cada país en el que residen); 2) son muy activos en actividades centrales (economía, artes, ciencia); y 3) su historia se transformó en la historia sagrada de una buena parte de la humanidad, por lo que la mayoría de la gente aprende acerca de los judíos en algún momento de su educación, de modo que los judíos están mentalmente presentes en la gente antes de ser personalmente conocidos.

En el siglo I a.e.c. Cicerón describe la "superstición bárbara" de los judíos, y alerta acerca de "cuán numerosos son, aislacionistas e influyentes en las asambleas". La comunidad judía de Roma seguía a la de Alejandría en cuanto a tamaño e importancia, y también allí, los privilegios que algunos emperadores les acordaron para que pudieran observar libremente su estilo de vida, despertaron la envidia de sus vecinos. Esos privilegios incluían la exención de adorar imágenes, práctica que estaba muy entretejida en la vida cotidiana de los romanos.

La política romana nunca fue sistemáticamente judeofóbica (sólo algunos emperadores lo fueron), y su ambivalencia no se modificó ni siquiera durante la guerra contra Judea. Pero los hombres de letras romanos sí tendieron a hacerse eco de los prejuicios alejandrinos. Tíbulo, Ovidio, Quintiliano y Marcial se sumaron a los ataques contra "la perniciosa nación". Séneca los llamó "la nación más malvada,cuyo despilfarro de un séptimo de la vida va contra la utilidad de la misma".

Como vimos, este capítulo de la judeofobia fue principalmente literario, y justificaría la postura de aquellos que ven en Alejandría la cuna del fenómeno.

La pregunta es cómo podría ser de otro modo, de qué manera alguien podría argumentar que la judeofobia nació con el cristianismo (según la quinta de las hipótesis planteadas) si hay tanta evidencia de odio antijudío entre los griegos y romanos. A responder esa pregunta dedicaremos la próxima lección.

Resp. 96 – La esposa y su hermana

hola
Dios le bendiga
tengo una pregunta
¿un noajida puede casarse con una mujer y su hermana?
porque a los israelitas eso esta prohibido.

se lo pregunto porque esta prohibicion no aparece en los 66 mandamientos derivados de las 7 leyes de noaj

se despide
andres aguirre tapia
27 años
huasco, chile

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Una fábula sobre servicio

ALGUIEN se enojó cuando se enteró,

Porque le hubiera correspondido a TODOS

El  resultado fue que TODOS creía que lo había hecho CUALQUIERA y

NADIE se dio cuenta de que ALGUIEN no lo haría.

Cómo termina ¿?????’

ALGUIEN reprochó a TODOS

Porque en realidad NADIE hizo lo que hubiera

Podido hacer CUALQUIERA.

 

(extraído de Comisión Nacional de Rescate de Valores http: valores.recsa.co.c)

 

Norma M.

EL PODER DE REALIZAR EL POTENCIAL tercera parte

            Considera muy en serio la posibilidad de triunfar:

             “Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de esos incircuncisos; quizá obrará el Señor juntamente con nosotros, porque con el Señor no hay estorbo en salvar con muchos o con pocos”. (1 Samuel 14: 6).

           Escuchen la voz de uno que ha aprendido a no rendirse ante las adversidades y desafíos: “Quizá obrará el Eterno juntamente con nosotros”; es decir, ‘vamos a hacer nosotros algo, quizá el Eterno haga algo junto con nosotros. El mensaje aquí es claro: ‘Si no actuamos nosotros primero, el Eterno no va a actuar a favor de nosotros ni junto a nosotros’. El Eterno comenzará a obrar cuando tú comiences a obrar. Si tú no actúas, el Eterno no actuará. Él se manifestó y obró cuando Jonatán y su paje de armas decidieron caminar en la dimensión de la certeza absoluta: “Y hubo temblor en el campamento, en el campo y entre toda la gente; y la guarnición y los merodeadores también temblaron; la tierra también se sacudió, de modo que vino a ser un temblor muy grande”. “Así el Eterno salvó en aquel día a Israel, y la batalla pasó a Bethawen”. (Versículos 15 y 23).

           Existía la posibilidad de caerse, despeñarse o caer heridos en las manos de los filisteos y ser muertos por sus espadas; pero también había posibilidades de vencer y derrotar a sus enemigos, y de esta posibilidad se agarraron firmemente, y actuaron.

 
              El camino hacia ‘una vida de éxito’ está asfaltado de pequeños triunfos:

             “Y fue aquella primera matanza la que hicieron Jonatán y su paje de armas, cosa de veinte hombres, en el espacio como de una media yugada de tierra”. (1 Samuel 14: 14). No desprecies el día de los modestos comienzos. Las pequeñas victorias deben ser reconocidas y aceptadas como señales verdaderas que evidencian que el Eterno está apunto de desatar todo Su poder a nuestro favor. El Señor te prepara el camino; tú lo asfaltas con pequeñas victorias, hasta que llegue el día en que sea reconocido y alabado como un hombre y una mujer de éxito y visión. La vida de éxito del Rey David comenzó cuando era sólo un pastorcillo de ovejas. Se estrenó como un valiente guerrero matando osos, leones y lobos. Después asfaltó su camino cuando derrotó al gigante Goliat. Más adelante lo vemos destruyendo ejércitos enemigos, conquistando ciudades y construyendo el un reino de justicia, seguridad y prosperidad. El más grande de todos los reyes de la tierra tuvo que asfaltar su camino con pequeñas victorias.

           Esto se asemeja a la construcción de un muro. Cada ladrillo que tú colocas es una pequeña victoria, y de victoria en victoria vas construyendo y edificando tu vida de éxito. No debes buscar el éxito en la vida, esto es simplemente humanismo y materialismo vacio. Antes bien, ‘debes edificar una vida de éxito’. El éxito en la vida te puede dejar riquezas, fama y poder; una vida cultivada en un verdadero concepto éxito te dejará, además de riquezas y buen nombre, lo más precioso de todos los tesoros: carácter.

        Cada ladrillo que tú logres levantar es una victoria que fortalecerá tu carácter y te capacitará para seguir adelante construyendo en Dios tu vida interior.

          Veamos todo el potencial que desató una pequeña victoria:

a.       Una pequeña victoria (la primera matanza) desató toda una movilización de soldados amigos, los cuales destruyeron a un ejército militarmente superior (Versículo 20).

b.      Los hebreos que había alquilado sus servicios a los filisteos retornaron y se unieron a su verdadero pueblo y pelearon para la causa de Dios (Versículo 21).

c.       Los cobardes se animaron y salieron de sus escondites a pelear por el Eterno, por el rey Shaúl y por su pueblo (Versículo 22).

d.      El Eterno libró a su pueblo Israel, otorgándoles una gran victoria aquel día (Versículo 23), pues Él honra a los que le honran.

          
             Decisión es la clave:

             Después de haber oído esta impresionante historia de valor y confianza en el Eterno, ¿qué piensas hacer? ¿Seguir sumido en el polvo de la mediocridad? o ¿levantarte con poder de los escombros, con la mirada puesta en Aquél que te puede coronar con una nueva vida? Adelante, usa tu potencial en Dios, esas reservas de energía que te son intrínsecas, hasta que logres conseguir la plena e integral liberación de tu existencia.

           Recuerda este principio toda tu vida: la certeza absoluta honra a Dios; y Dios, al verse honrado, honra la certeza absoluta. Salta ahora mismo del grupo de los pesimistas, cobardes y fatalistas y entra al ejército de aquellos que han comenzado a escalar y trepar los peñascos de la vida, dominados por una sola visión: Ser hombres de convicción y de Dios. Tú sólo necesitas una cosa: ¡Decidirte!

 

 

Mejor callar, que hablar demás…

Una conducta puede determinarse como buena o mala en cuanto produzca efectos positivos ó negativos. Cuando una persona se compromete, empeña su palabra en un acción a futuro, lo mejor que puede hacer es esforzarce por cumplir lo que ha prometido; por supuesto siempre valen las excusas, siempre las hay, pero esto puede traer como consecuencia la pérdida de credibilidad hacia la persona, si en sucesivas oportunidades ocurren faltas a su propia palabra.

El compromiso es un valor muy importante, no deberemos jugar con nuestra palabra, ya que, como se ha dicho en otros artículos, es éste un bien inigualable. Por eso es mejor callar, que hablar demás, recordemos que muchos personajes en la Torah prometieron una cosa y luego no la cumplieron; ahí esta el caso de Efron, que le dijo a Avraham que le daría el campo donde esta Macpela, y luego aceptó el dinero de Avraham… Mejor no hablar demás. Mejor ser prudente, pensar y si nos es posible, entonces comprometernos, y luego de esto entonces esforzarnos por cumplir; pues puede ser que algo pase, como ya dije, muchas excusas pueden aparecer, pero ninguna va a hacernos cumplir con nuestra palabra, así que lo mejor es, siempre, apreciar bien lo que decimos. Lo que prometemos a otra persona, ya no es nuestro, y por ello es tan valioso que cumplamos.

Pero no solo lo que ofrecemos a otros es importante, todo compromiso es inviolable y merece la pena el mismo esfuerzo. Ya estan aquellas (o aquellos) señoras (o señores) que dicen: "este lunes empiezo dieta", o aquellos que decimos: "ahora si comienzo a hacer ejercicios"; creemos que no nos estamos fallando cuando nos prometemos algo y luego por ser nosotros los afectados no le damos importancia… ¡Claro que tiene importancia!, tanta como si ofrecemos algo a otro; y el esfuerzo debe ser mayor, pues seguramente nos hemos prometido cosas que realmente necesitamos; que no esperan tiempo, que merecen la pena empezar a hacer cuanto antes.

La próxima vez que prometas algo a alguien, o la próxima vez que te prometas algo, sé honesto, cumplelo, cuando te hayas hecho caso verás cuánta satisfacción se siente… eso sí, siempre prometete y promete a los otros cosas buenas…

The Idan Raichel’s Project

Seguramente habrán escuchado al grupo dirigido por el treintañero de Kfar Saba.

Si no lo han hecho, les recomiendo escuchen su más reciente trabajo, "The Idan Raichel´s Project".  Es verdaderamente una "nota de veinte puntos", desde Bo’ee hasta Siyaishaya Ingoma.

Un extraordinario compositor el Idan; de cada una de las piezas se desprende una rica sensación de armonías y una muy agradable atmósfera de música bien cantada impregna el ambiente cuando escuchas una canción como Hinach Yaffa ó Mi’ma’amakim.

Gracias a D’ surgen artistas como Raichel, que acompañado de sus amigos de muy buena voz, logran hacer maravillas con aquello que nos es una virtud incomparable, nuestra voz. Y es sobre eso que precisamente les traigo tema hoy. Aprovechando el reciente descubrimiento y haciendo a la vez una cuña gratiñanga al cantante y músico israelí.

La voz es nuestro sello de superioridad ante el resto de la creación, no solo porque es sonido que sale, producto del temple de las cuerdas vocales y la acción del aire que respiramos, sino porque con esta maravilla hemos conocido el habla y algo aún más grandioso, el canto. Un arte sin parangón que perdura mientras exista la persona, sin más necesidad que un oído afinado y medianamente educado. En nuestro canto, a diferencia de otras especies animales, no esta implícito el hecho meramente institivo, pues nuestro canto proviene de nuestro interior, del pensamiento y de la emoción. 

Tanto así es importante nuestro canto, la voz hecha música, que el hombre ha buscado siempre agradar a D’ mediante esta herramienta exclusiva de nosotros, la raza humana. El canto además, en muchos casos, cuando es correctamente encausado, es signo de sabiduría, de búsqueda de lo trascendente, tal y como podemos corroborar viendo las bellas composiciones del Rey músico, Salomón. 

La voz nos ha sido otorgada por D’ para crear, para sojuzgar sobre el resto de la creación (Génesis 2:19); lamentablemente algunos han hecho mal uso de ella, dedicandola a idolatría, profanando el don más importante que se les ha otorgado, o usándola sin un sentido constructivo, malbaratándo tan importante virtud. ¡Que bueno sería que todos los músicos y cantantes supieran cuán valiosa es la música que esta dirigida a lo trascendente y que busca la construcción y superación de valores sociales! ¿Cuándo será ese día en que podremos cantar todos, desarrollando, como en aquella épica surgida de la imaginación de J.R.R Tolkien, un canto último en el que se cante en orden y de forma ascendente hacia lo más sublime? 

Mientras esperamos aquel día, tienen permiso de ir y escuchar buena música.

Resp. 94 – Personas conflictivas

Shalom
Apreciado
More Ribco
Aqui estamos muy bien gozando de lo permitido y avanzando en este camino de luz. Todos le enviamos saludes, esperando que Ud. se encuentre bien al igual que su familia.

En la comunidad hay un señora que esta dañando con su mal comportamiento a otros en la comunidad, trayendo mentiras, y manipulando a otros con sus mentiras, ella esta destruyendo su hogar al separarse de su esposo, y está saliendo con una persona que estaba asistiendo a la comunidad, que se recomienda hacer con dicha persona.

More su orientación es muy importante para todos nosotros, disculpe tanta molestia. seguimos construyendo Shalom

que tengan un feliz Pesaj.
Identidad en Reserva

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EL PODER DE REALIZAR EL POTENCIAL segunda parte

El sendero hacia la plena libertad no es nada fácil:

El toque de la trompeta llevada a cabo por el mismísimo rey Shaúl anunciaba la victoria de Jonatán y llamaba al resto del pueblo a la guerra. El pueblo respondió y la liberación fue consumada, pero luego de un proceso de luchas encarnizadas, pues los filisteos también lucharon por mantener su dominio y control sobre el pueblo hebreo. No fue nada fácil.


Los filisteos tenían superioridad militar (armas, soldados y estrategias). Tenían en su haber treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo como la arena que está a la orilla del mar en multitud, equipados todos con armas y estrategias de guerra altamente definidas. (Véase 1 Samuel 13: 5, 17, 18). Esta fue la razón por la cual los guerreros de Saúl, agobiados de terror, se escondieron en cuevas, espinares y entre peñascos, en lugares fuertes y en cisternas. (Véase 1 Samuel 13: 6). Los pocos fieles que estaban dispuestos a pelear iban tras Shaúl temblando (Véase 1 Samuel 13: 7), pero presionados por las complicaciones del entorno, muchos de ellos comenzaron a desertar (Véase 1 Samuel 13: 8, 11), y lo peor, los soldados que quedaron firmes, unos seiscientos hombres, no tenían armas con las cuales pelear (Véase 1 Samuel 13: 15, 19-22). Humanamente Israel estaba en desventaja y los filisteos tenían todas las posibilidades numéricas de ganar.


Otra vez Jonatán toma la iniciativa:

A pesar de todas las restricciones reales existentes, el valeroso Jonatán decidió luchar, pues sus ojos se enfocaban más allá de las limitaciones. Dice el Texto Sagrado: “Aconteció, pues, cierto día, que Jonatán, hijo de Shaúl, dijo a su paje de armas: Ven, pasémonos a la guarnición de los filisteos, que está por aquel lado (del valle), pero no dio parte de esto a su padre”. También dice: “Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de esos incircuncisos; quizá obrará el Señor juntamente con nosotros, porque con el Señor no hay estorbo en salvar con muchos o con pocos”. (Véase 1 Samuel 14: 1, 6).

Imaginemos la posible conversación que hubo entre Jonatán y su paje de armas:

Jonatán: ¡Amigo, vayamos al campamento enemigo y hagamos algo por nuestra liberación! No nos quedemos aquí encuevados y temerosos. Me siento mal conmigo mismo sin hacer nada. Nosotros no fuimos llamados a estar ociosos y sin fruto.

Su paje de armas: Jonatán, pero ellos tienen 30.000 carros, 6.000 hombres de a caballo,  un pueblo equipados con carros, caballos, armas y estrategias. Saúl, nuestro líder, sólo tiene 600 hombres fieles en su ejército, y sin armas. (13: 15; 14: 2).

Jonatán: Yo lo sé, amado criado, yo lo sé muy bien. Pero, no te olvides del significado de mi nombre. ¿Lo recuerdas? Jonatán significa: el Eterno ha dado. Mira, fiel compañero, ellos tienen todo en las manos, pero no tienen nada en esperanza; nosotros tenemos poco en las manos, pero lo tenemos todo a nuestro favor. Vamos a enfrentarlos con los recursos con los que el Todopoderoso Señor nos ha dotado. Recuerda que Él es el amo de la guerra, y no es “difícil para Él salvar con muchos o pocos”. Si el Eterno está con nosotros y por nosotros, no habrá nada ni nadie que nos pueda propinar una caída.

Amigo mío, “el Creador ha dado”: Hazle la guerra al sistema opresor que hoy te abate, aunque aparente ser invencible, y toma la decisión de luchar por destruir todas sus perversas influencias, usando fielmente los recursos que el Eterno te ha entregado. Sus chispas están listas dentro de ti para ser activadas y proyectadas; Sus trece atributos de misericordia están dispuestos para ti; Sus Preceptos son el camino que te llevarán a puerto seguro. Dispones del poder de la plegaria y, sobre todo, de la compañía fresca y poderosa de Su divina Presencia. El Eterno ha dado; no tienes excusa para no pelear tu propia batalla.

 

Hay un dicho entre los militares que reza así: “En la guerra no hay excusas”.  Estamos en guerra, desecha las perversas excusas, toma tus armas morales, éticas y espirituales y ven a pelear en el Poder de Su fuerza.

 

Entre la vida mediocre y el éxito existen desfiladeros, peñascos agudos y muchos peligros:

Escuchemos con atención este relato: “Y entre los desfiladeros por donde procuraba Jonatán pasar a la guarnición de los filisteos, había un pico rocoso de esta parte, y otro pico rocoso de aquella parte, siendo el nombre del uno Bosés, y el nombre del otro Sene. El un pico formaba una peña escarpada de la parte del norte, frente a Mijmás, y el otro de la parte del sur, frente a Gueva”. (1 Samuel 14: 4-5).

 

Los desfiladeros eran tan abruptos que se les habían dado nombres: ‘Bosés’, que significa ‘reluciente’, y ‘Sene’, ‘puntiagudo’. Desfiladero es una palabra que significa:Paso estrecho entre montañas’. La actitud de Jonatán frente a los peligros es digna de ser alabada e imitada; él le dice a su compañero de lucha, a pesar de los riesgos, “Ven, pasemos…”. Esta debe ser la actitud de todos aquellos que desean levantarse del polvo de la mediocridad a un sitio de honor y verdadero éxito. Oye y atiende la voz del Eterno que te inspira diciendo: “Ven, pasemos juntos estos despeñaderos. No tengas miedo. Avancemos  hasta superar los peligros. No mires al abismo. Mira al frente; mira la corona; mira la liberación de tus hijos y de tu familia. Mírame a mí, la Roca inconmovible de los siglos”.

 

Para llegar a ser un hombre y una mujer de excelencia y de valor se hace imprescindible acostumbrarse a caminar en desfiladeros, peñascos y muchos peligros. Si no corres el riesgo que implica alcanzar una vida cimentada en el verdadero éxito continuarás toda tu vida siendo mediocre, miserable y digno de lástima. Nadie te recordará después que mueras, nadie; y si lo hacen, será para decir: “No sigan ni imiten el torpe ejemplo de ese cobarde ser”.

 

¿En qué lista quieres que anoten tu nombre después que mueras? ¿En la larga y penosa lista de los cobardes y mediocres? O, ¿en la corta, pero distintiva lista de aquellos que lucharon con tesón por redefinir el rumbo de sus vidas y familias? Sólo los hombres y mujeres de firme decisión llegarán, con el respaldo divino, a ser reconocidos como águilas en su generación.

 

El éxito sólo lo alcanzarán aquellos que estén dispuestos a trepar:

“Y trepó Jonatán sobre sus manos y sus pies, y su paje de armas tras él. Y cayeron delante de Jonatán, y su paje de armas mataba en pos de él”. (1 Samuel 14: 13). Treparon la roca utilizando sus manos y sus pies; algo que los filisteos pensaron era irrealizable. Pero para aquél que sabe quien es y qué es lo que quiere no hay peñasco que lo atemorice y lo haga retroceder.

 

Si no estás dispuesto a trepar los escabrosos peñascos, olvídate de tu liberación integral. ¡Qué fácil es llevar una vida simple y vacía!; por eso es que hay tantos mediocres en las calles y plazas. Esperan triunfar dependiendo de la casualidad, la suerte y el azar. Debes entender que el éxito verdadero no te va a caer del cielo; tienes que subir y trepar con tus propias manos y con tus propios pies y no darte por vencido hasta alcanzar la cumbre.

 

¡Qué duro es subir los peñascos! Para llegar a ser un hombre de proezas se necesitan varias cualidades: Absoluta certeza en las promesas del Eterno. Es más que creer en Dios, es creerle a Dios, depender de su cuidado, ser constante, disciplinado y poseedor de un espíritu valiente.

 

Imaginémonos al Eterno viendo a estos dos bizarros guerreros trepando con entereza y bravura los peñascos que tenían por delante. Imaginémonos diciéndole a sus ángeles servidores: “Me siento muy honrado por la intrepidez que han manifestado esos resueltos soldados. Vamos a coronar su hazaña con el galardón de la victoria”.

 

Vamos, hijos del Eterno, trepen, y trepen bien alto; usen lo que tienen, sus manos y sus pies, y todos aquellos recursos que el Eterno les ha entregado. No desfallezcan delante del conflicto. Tienen al Eterno a su lado y sus bondades a su favor.



Alfredo Zambrano García
FULVIDA Táchira – Venezuela


 

El poder de la sonrisa

Una sonrisa tiene valor desde el comienzo en que se da,  si crees que a ti la sonrisa no te aporta nada, sé generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa como quién no sabe sonreír.

La sonrisa es la luz de nuestro rostro, lo que nos abre muchas puertas, la que genera aptitudes positivas y la que nos alisa el camino para llegar a los demás.

Incluso, la sonrisa puede mermar el efecto de algún error o equivocación que tengamos.

Sonríe aunque sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír.

Los invito a aprender de una bella historia llamada

                              El atardecer de la Vida

Allí estaba… sentado en una banqueta, con los pies descalzos sobre las baldosas rotas de la vereda,; gorra marrón, manos arrugadas sosteniendo un viejo bastón de madera, pantalones que arremangados dejaban libres sus pantorrillas y una camisa blanca, gastada, con un chaleco de lana tejido a mano. El anciano miraba a la nada…

Y el viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto, que me fue muy difícil acercarme a preguntarle, o siquiera consolarlo. Por el frente de su casa pasé mirándolo , al voltear su mirada la fijó en mí, le sonreí, lo saludé con un gesto, aunque no cruce la calle…no me animé, no lo conocía, y si bien entendí que en la mirada de aquella lágrima se mostraba una gran necesidad, seguí mi camino , sin convencerme de estar haciendo lo correcto.

En mi camino guardé la imagen, la de su mirada encontrándose  con la mía. Traté de olvidarme. Caminé rápido como escapándome. Compré un libro y, ni bien llegué a mi casa, comencé a leerlo, esperando que el tiempo borrara esa presencia…pero esa lágrima no se borraba…

Los viejos no lloran así por nada, me dije. Esa noche me costó dormir, la conciencia no entiende de horarios, y decidí que a la mañana volvería a su casa y conversaría con él, tal como entendí que me lo había pedido. Luego de vencer mi pena, logre dormir.

Recuerdo haber preparado un poco de café, compré galletas, y muy de prisa fui a su casa convencido de tener mucho por conversar. Llamé a la puerta, cedieron las rechinantes bisagras y salió otro hombre.

¿Qué desea?, preguntó, mirándome con gesto adusto.

Busco al anciano que vive en esta casa.

Mi padre murió ayer por la tarde, dijo entre lágrimas.

¿Murió?, dije decepcionado. Las piernas se me aflojaron, la mente se me nublo y los ojos se me humedecieron.

¿Y usted quién es?, volvió a preguntar.

En realidad nadie, contesté. Y agregué: ayer pasé por la puerta de su casa, y estaba su padre sentado, vi  que lloraba y, a pesar de que lo saludé, no me detuve a preguntarle  qué le sucedía… hoy volví para hablar con él, pero veo que es tarde.

No me lo va a creer pero usted es la persona de quién hablaba en su diario.

Extrañado por lo que me decía, lo miré pidiéndole más explicación.

Por favor, pase me dijo aún sin contestarme.

Luego de servir un poco de café, me llevó hasta donde estaba su diario, y la última hoja rezaba:

           Hoy me regalaron una sonrisa plena y un saludo amable…hoy es un día bello…

 

(Autor desconocido)

Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quién la recibe sin empobrecer a quién la ofrece.

Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.

 

Norma Medina