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Rosh HaShaná para gentiles

Amigo noájida querido, como sabes estamos a pocos días del comienzo de un nuevo año universal, y surgen dudas respecto a cómo vivirlo de manera noájica.


Te enseño en este momento que es correcto que los gentiles celebren el comienzo del año, Rosh HaShaná, que en el calendario civil corresponde (en este año) a los días 23 y 24 de Setiembre de 2006 (comenzando a partir del viernes 22 al caer la noche).

Tal como hemos enseñado (htp://serjudio.com), este día es de regocijo, pues estamos conmemorando el inicio de un año pleno de esperanzas y deseos de bendición.
Pero, al mismo tiempo es momento de seria reflexión y recogimiento, pues, no es cuestión de comenzar el año a tontas y locas, sino con equilibrio y cordura como para encaminar nuestras vidas por sendas de edificación y trascendencia.

Por lo tanto, te aconsejo que si puedes hagas lo siguiente:

  1. Medita sobre qué actos negativos que has realizado durante este año que está culminado, y piensa a quién debes pedir disculpas sinceras, y qué acto negativo no deseas volver a realizar.

  2. Pide perdón y haz el compromiso de que no volverás a caer en el mimso error.
    Pide perdón a tu prójimo por lo que le has causado, y pídele perdón a Dios por lo que Le has desobedecido.

  3. Perdona a aquellos que te ruegan sinceramente tu perdón.

  4. Da caridad en abundancia.
    Apóyanos como parte de esta caridad. Recuerda que cada centavo que das a FULVIDA sirve para bendecir e iluminar la vida de miles de personas.

  5. Que al llegar la noche que comienza el año (22/9/06 en esta ocasión), esté en orden tu hogar. Tanto en lo práctico como en lo afectivo.

  6. Arregla una mesa festiva con colores claros, blancos preferentemente.

  7. Convida a participar a una reunión familiar y de amigos.

  8. Prepara platos gustosos para compartir.

  9. Comienza la cena con palabras de agradecimiento al Eterno, y de alusión a la bendición de gozar y compartir los alimentos y la compañía.

  10. Come como primer bocado trozos de manzana untada con miel, afirmando tu deseo de gozar de un año de dulzura y plenitud.

  11. Acompaña la cena con pan dulce.

  12. Bebe vino con estricta moderación, una copa como mucho.

  13. Durante los dos días del Año Nuevo Universal, tómate tiempos para la introspección y reflexión y compromiso a mejorar aquellos aspectos mejorable, y evitar las conductas nocivas para ti y los otros.

  14. En estos días comprométete a ser un participante de los que construyen el mundo, en lugar de ser de los que atraen el caos. Haz el compromiso (sin prometer ni jurar) de trabajar en determinada obra de bien, y ponte en campaña lo antes posible.

  15. Haz tus plegarias admitiendo con más energía que la habitual el reinado supremo del Eterno por sobre todo y todos.

  16. Reúnete en tu comunidad de noájidas, FULVIDA por ejemplo, para seis cosas:
  1. Estar con gente fiel a Dios.
  2. Pedir perdón y darlo.
  3. Alabar al Eterno.
  4. Agradecer al Eterno.
  5. Pedir con humildad por los dones del Eterno.
  6. Atender el mensaje de inspiración para el comienzo del Nuevo Año Universal.

Bien, estos son algunos pasos, espero que te sirvan para celebrar y edificar.

Quedo a tus órdenes para ayudarte en lo que pueda.

Te deseo un muy buen año, pleno de bendición, dulzura, salud, bienestar y shalom.

El moré Yehuda Ribco
Presidente Honorario FULVIDA Internacional

Equilibrio social a través de las Siete Leyes de Noaj

 

Por Alfredo Zambrano G.

Los Siete Preceptos con los cuales Dios concertó su Pacto con Noé y sus descendientes, representan el fundamento más seguro y estable del equilibrio del hombre y la sociedad. Dichas Leyes son las siguientes: 1. Creer obedientemente en Dios; 2. Respetar a Dios y adorarlo sólo a Él; 3. Respetar la vida humana; 4. Pureza sexual y familiar; 5. Respetar la propiedad y derechos ajenos; 6. Respetar a todas las criaturas; 7. Establecer un orden social justo y equitativo.

Noájidas (gentiles fieles a Dios y a Su Pacto), Noajismo (Movimiento en pro de los Noájidas) y Noájico (relacionado a los asuntos que corresponden a los Noájidas) son algunas expresiones de la terminología que se emplea desde tiempos memoriales para definir el estilo de vida de aquellas personas que han tomado la decisión de vivir según las Siete Leyes de Noaj, o Noé, las cuales buscan alcanzar una verdadera relación entre el hombre y el Creador y la igualdad social, libres de las estafas y mentiras de aquellos que van por el mundo sembrando odio, caos, muerte y confusión con sus “prédicas” y políticas del todo extraviadas.

Dentro de este programa de rectificación espiritual y social (siempre vigente), impulsado por el mismo Creador en todos los países, emergen conceptos como la relación directa con el Eterno (sin mediaciones absolutistas), la moral, la ética, el respeto de las Leyes del estado, la solidaridad entre los pueblos y el progreso integral del individuo, valores trascendentales que son practicados y promovidos por los fieles Noájidas en todo el mundo, que permitirán consolidar una sociedad más solidaria, respetuosa de la dignidad humana y de la justicia social.

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Resp. 18 – ¿Iom Kipur para noájidas?

Estimado Moré.

Sírvase recibir un agradecimiento profundo y sincero de quien suscribe, pues
es su sitio en la red, un manantial dentro de un desierto espiritual e idolátrico.

De ser posible le ruego se sirva contestar la siguiente pregunta: es el Iom Kipur un día de exclusiva observancia judía? Cuál es la posición gentil en este día especialísimo? Y en fin, cual debe ser el proceder del gentil piadoso ante este acontecimiento?

Ruego a D-os nuestro S-;or, Uno y Único por la reconstrucción de las
murallas de Jerusalén!!!!

Jorge Ramos
Costa Rica

Muchas gracias por su interesante pregunta y por sus palabras de sincero aliento.
Es nuestra tarea difundir la Luz de la Verdad, la Palabra del Eterno que ha salido desde Tzión, de modo tal de brindar oportunidades a las personas para que reafirmen su voluntad de servir con fidelidad al Eterno, y de esa manera asociarse a la construcción de un mundo mejor.
Quiera el Eterno, Uno y Único, bendecirnos espiritual y materialmente, para que podamos continuar esta obra de largo aliento en la que estamos.

En cuanto a su cuestión acerca del Iom Kipur, del Día de la Expiación, permítame que le señale su origen histórico, para que de esa manera entienda cabalmente el fundamento de mi respuesta.

Los judíos fueron sacados de Egipto, trasladados a la vera del Monte Sinaí, recibieron en persona de "manos" de Dios la Torá, todo esto entre decenas de milagros y hechos espléndidos que demostraban sin lugar a dudas la existencia de Dios, y Su poder sobre toda la Creación.
A los cuarenta días del "matrimonio" con Dios, a los cuarenta días de Shavuot, un pequeño grupo de ingratos judíos erigió una idoaltría para asociarla a Dios, y luego reemplazarlo en la mente y corazones del resto de sus compatriotas.
Moshé bajó del monte, vió esa terrible afrenta, y las Tablas del Pacto resbalaron de sus manos cayeron y se destrozaron.
Esas Tablas del Pacto, ese documento matrimonial entre Dios e Israel, estaba quebrado, aunque el matrimonio es eterno.
Moshé retornó al monte Sinaí, en representación del Pueblo a pedir misericordia y a pedir restitución por lo errado en el pasado.
Muchos días después, un diez de Tishrei, el Novio perdonó a la novia, y entregó nuevamente el documento matrimonial, las segundas Tablas del Pacto.
Ese día de reencuentro, de reconciliación, de retorno, ese diez de Tishrei es precisamente el Iom Kipur, el Día de la Expiación.

Como verá por esta historia verídica, la celebración de esta fecha compete exclusivamente a la nación judía, puesto que se relaciona directamente con un hecho de su pasado histórico y con un compromiso intrasferible que la nación judía tiene con Dios.
Es por esto que este día pedimos perdón por nuestros pecados y errores, este día nos arrepentimos, este día nos reconciliamos con Dios y con nosotros mismos.
Este día, puesto que es el que hemos recibido nuevamente las Tablas del Pacto entre Dios e Israel, junto con el eterno perdón y retorno al Novio.

Ahora bien, por lo antedicho los noájidas no tienen parte, puesto que no son integrantes de la nación judía, y puesto que los noájidas tienen su propio pacto eterno con Dios, paralelo al pacto que Él tiene con Israel.

Pero, los noájidas pueden recordar este día, sin celebralo, sin hacer nada en particular en él, aunque quizás lo pudieran dedicar a la reflexión de sus propios actos, a encontrar puntos oscuros en su conducta personal para poder mejorarlos, al reencuentro con el prójimo y con su identidad espiritual.
Pero, sin asumir para sí este día como sagrado o mandado por Dios.
Puesto que es un mandamiento exclusivo para los judíos el respetar este día de acuerdo a los preceptos y normas que Dios ha indicado.

Por supuesto que si en su manos está favorecer a alguna persona judía para que conozca este día, o que lo viva de manera más elevada, ¡bienvenida sea su mano!
Y por supuesto, puede usted colaborar en difundir la Luz de la Verdad, en este día y en todos para que cada persona en el mundo pueda ejercer su derecho a vivir de acuerdo a las normas del pacto que tiene con Dios.

Espero haber sido claro y explicativo con mis palabras, y quedo a su disposición para lo que pueda ayudarle.

Les deseo a todos un buen año universal 5767, y que sea derramada sobre la tierra la bendición, la paz, la prosperidad, el bienestar.

Lic. Yehuda Ribco
Presidente Honorario de FULVIDA Internacional

El contexto

 Mira con atención la imagen que te estoy presentando.
Obsérvala con detenimiento.
Permite que tus ojos se posen y la recorran lentamente.
Concéntrate.
Y luego contesta a esta pregunta:
¿cuántos tonos de rojo crees que hemos usado?

¿Cuántos has dicho?
¿Dos, tres?

Realmente la respuesta es….

(mira más abajo)

 

 

 

 

UN sólo tono de rojo ha sido usado en esta imagen.

Ahora bien, son muchas las enseñanzas de este pequeño ejercicio, pero quiero que te detengas en una sola moraleja.

El contexto, aquello que rodea el texto, tiene tal poder sobre el texto, que hace aparecer ante el ojo «realidades» que no existen.
Por la manera en que el contexto está configurado en nuestra imagen, tú ves dos tonalidades rojas allí en donde solamente hay una.
Y por más que te esfuerces por ver lo que te digo que es la realidad, en tanto que el contexto permanezca inalterado, tú seguirás viendo al menos dos rojos diferentes.
¿No es así?

Traduzcamos esto para tu vida cotidiana.
El ambiente, cuando de cuestiones sociales se trata, modifica la realidad hasta el punto de que uno ve ciertas cosas que en la realidad no existen.
Es decir: «dime con quién andas, y te diré que estás aprendiendo a ver».

Si tú te juntas con personas fieles del Eterno, buenos noájidas, buenos judíos, entonces tu ambiente es de pureza, de verdad, de justicia, de bondad. Estás siendo educado para tener un contacto sincero con la realidad, allí en donde el contexto favorece la comprensión del texto; en donde la sociedad está al servicio de tu crecimiento personal, sin egoísmos ni sometimientos.
Pero si te rodeas de falsos judíos mesiánicos, o de otras personas que son contrarias a Dios y la verdad; si tus amistades son predicadores de falsos dioses y fracasados aspirantes a mesías; si tu congregación se dedica a predicar las vanidadedes ajenas a la verdad, entonces tu realidad se llena de falsedad, de colores extraños que no existen, de pensamientos perturbados que no te permiten tener un contacto honesto con el mundo, ni un diálogo limpio con el Padre.

Presta atención a tu ambiente, atiende a las amistades que tienes, inspecciona tu comunidad, y si notas que los temas no son habitualmente la justicia, la bondad y la verdad, entonces estás en un lugar equivocado.

Ven con nosotros a FULVIDA, súmate a los fieles del Eterno.
Aprende a reconocer certeramente los colores de la realidad.
Es tu misión y tu manera de asociarte a la construcción del mundo a la Luz del Eterno.

Quedo a tus órdenes.

Lic. Yehuda Ribco
Presidente Honorario de FULVIDA Internacional

Tres razones para no ser misioneros…

Los noájidas, los gentiles fieles a Dios que son constructores de un mundo mejor, tienen varias razones y motivos para no actuar como misioneros.
En este texto te presento tres razones fundamentales, que espero te sirvan para reflexionar y elevar tu vida.

  1. El noájida confïa en su estilo de vida espiritualmente signado.
    Como el no
    ájida tiene plena confianza en Dios, y en Su Palabra, y por lo tanto sabe que lo que está haciendo es correcto, no precisa andar todo el tiempo insistiendo para demostrar que no está equivocado. Vive de acuerdo a los modos de conducta que el Padre ha ordenado a los gentiles, y con eso le basta.
    No se inquieta, no se angustia, no se sulfura, no se miente, no se pone caretas.
    Hace lo correcto, vive con justicia, actúa con bondad, predica la verdad en sus actos cotidianos.


    A diferencia de los misioneros, que en el fondo de su alma saben que están en la oscuridad, en la duda, en el terror, en la vida desperdiciada detrás de una mentira garrafal. Por eso el misionero está desesperado a la búsqueda de víctimas a las cuales atraer a su lado, hacia la oscuridad, como una manera enfermiza de no sentirse tan mal, tan errado. Piensa de esta manera: Si muchos somos los que estamos de este lado, tan mal no estaremos… ¿no?
    Y esto es totalmente falso.
    Es el manotazo del desesperado, del que se aferra a cualquier basura que flota para no hundirse en lo tétrico del océano del engaño de la idolatría, del engaño tormentoso que es la vida del misionero.

    Ya lo ves, el pobrecito misionero es un desgraciado, al que le debemos tener mucha lástima, apiadarnos de él. Pero que esta misericordia de verdadero noájida no sea un síntoma de debilidad, que no sea abrirle la puerta al engaño, a la perversión al pecado que el misionero querrá introducir en tu vida.

    Mantén a raya al enemigo, y no caigas nunca en sus métodos.


  2. El noájida respeta al prójimo sinceramente.
    El no
    ájida comprende que estamos en este mundo para aprender, para crecer, para perfeccionarnos.
    El no
    ájida sabe que cada cual tiene un proceso que desarrollar, y que algunos tristemente se aferran a lo que hace retroceder.
    Por esto, el no
    ájida respeta los tiempos de los otros.
    No se tratar
    á de meter en tu casa a predicarte, cuando tú no estás en condiciones de atenderlo.
    No te presionar
    á para que hagas ciertas actividades o concurras a determinados eventos, si eso realmente es un quebrantamiento a lo saludable.
    En definitiva, el no
    ájida se estima correctamente y por eso estima y valora y respeta al prójimo con corrección.

    A diferencia del misionero, el cual desconoce lo que significa la palabra respeto.
    El misionero sabe presionar, amenazar, insultar, segregar, disminuir, maldecir, odiar; porque no sabe valorarse a sí mismo, y mucho menos al prójimo.
    El misionero ansïa pisotear el jardín del prójimo, pues él (el misionero) no sabe, o es perezoso, para cuidar su propio jardïn y darle belleza y vitalidad.
    El misionero es envidioso, y por eso critica agriamente y sin fundamentos todo lo que no tiene, ni nunca tendr
    á por carecer de verdad y espiritualidad su ideologïa religiosa.
    El misionero abusa del prójimo, porque en su interior sabe que él mismo est
    á siendo abusado por aceptar toda la podredumbre de la idolatrïa que pregona.


  3. El noájida está dedicado a construir a la Luz del Eterno.
    El no
    ájida tiene una misión que le ha dado Dios: construir el mundo, perfeccionarlo, traer el paraïso nuevamente a la Tierra.
    Por tanto, cada instante el no
    ájida debe dedicarlo a hacer actos de bien, a luchar por lo que es justo, a difundir la verdad.
    Por todo esto, el no
    ájida sabe que se suman más y más personas a su misión cuando reconocen los otros el valor trascendente, especial, de la vida del noájida.
    Es decir, el no
    ájida no tiene necesidad de ir por todos lados queriendo convencer a los demás de lo que está haciendo está bien, que es «de Dios»; sino que sus propios actos cotidianos, las pequeñas cosas de todos los dïas, se encargan de anunciar a los cuatro vientos que el camino del noájida es el camino de bendición que Dios ha dado a los gentiles.

    El misionero no construye nada.
    Cuando da una mano, es para pedir un brazo a cambio.
    Cuando hace una bondad, es para obtener alguna ganancia.
    Cuando pretende «salvar» el alma de las personas, en verdad lo hace para que su dios miserable le sume puntos a su favor.
    Cuando predica «la palabra» de su falso dios, lo hace para obtener poder y someter a otros a la esclavitud de esta ideologïa.
    El misionero incluso cuando hace obras, est
    á socavando los fundamentos del mundo.

Estas son algunas razones, te pido que las analices y que promuevas tu vida por el camino de la Vida.


Lic. Yehuda Ribco

Resp. 11 – ¿Infidelidad?

Shalom, estimado More.
Le escribo, para manifestarle mi siguiente inquietud:
Se que aunque para el noájida no esta estipulado literalmente la prohibición del adulterio, hay que respetar esta norma de conducta moral, pero que sucede cuando el noájida se siente atraido (no solamente en lo fisico, sino tambien en lo sentimental), hacia alguien que se encuentra en una relación sentimental con alguien (tanto en el caso de que la persona sea judia o no).
Lo mas obvio es no interferir con esa relación, pero esto también significa reprimir los sentimientos propios. Por lo tanto que es lo mas aconsejable hacer y meditar para alguien en esta situación.
(Le ruego de la manera mas atenta mantener mi nombre y pais en reserva).
Paz.

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La historia gemela de Jeroboam – Segunda parte

Por Lic.
Alfredo Zambrano G.


Una historia que se vuelve a repetir:


La historia de Jeroboam, sus infidelidades, su caída
y destrucción, es la triste y nefasta realidad que ha sacudido y
está sacudiendo hoy los mismos cimientos de la creación y de la
humanidad, pues representa de manera contundente la verdadera cara
del Cristianismo y sus orígenes. Amigos míos, la historia del
Cristianismo, y la de sus hijas (Protestantismo, Mesianismo,
Netzaritas, etc.), no es otra cosa que la misma historia de Jeroboam
y su reino, pero con otros nombres y en otras fechas.

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Sexualidad saludable

Como sabes, existen cinco planos que conforman al ser humano:

Espiritual, Intelectual, Social, Emocional y Físico.

Para que la persona viva en armonía, con equilibrio y de manera constructiva,
cada uno de estos planos deben ser nutridos y sostenidos dentro de los
parámetros de lo saludable y lo correcto.

Te explicaré muy brevemente cuales serían los parámetros básicos para
mantener una sexualidad saludable, para las personas noájidas:

Plano Lo saludable
Físico Mantener relaciones sexuales con otra persona.
Esto significa que la masturbación, de manera compulsiva o que reemplaza
el contacto con otra persona, cae bajo la sombra de lo no saludable.
Es aconsejable que se mantengan las relaciones en una cantidad que sea satisfactoria.
Emocional Que las relaciones sexuales sean ejercidas con una
persona querida, que sea significativa y no meramente una persona del
momento.
Esto significa que no es emocionalmente saludable el contacto sexual con
prostitutas o en relaciones ocasionales con quienes no se tiene lazos
afectivos.
Social Que las relaciones se den en los lugares y momentos
socialmente aceptados. Y que sean en condiciones y situaciones
correctas.
Por ejemplo, en intimidad, respetando las reglas de la urbanidad, etc.
Dentro de lo que cada sociedad define como "bueno".
Intelectual Que se actúe en lo sexual con conciencia y
responsabilidad.
Esto quiere decir que se cuide la persona de enfermedades de transmisión
sexual, de embarazos de no deseados, de relaciones con personas que
podrían resultar nocivas de cierta manera, etc.
Espiritual Que la sexualidad se ejerza dentro de los lazos del
matrimonio, con la pareja única, estable y fiel.
Que sea una relación heterosexual.
Que haya mucho respeto entre ambos miembros.

Cuando todos estos componentes se encuentran, finalmente la persona encuentra
gozo y sentido en su relación de pareja.

Si quieres saber más, te invito a que visites
CTERAPIA

Lic. Yehuda Ribco 

Ocurre en el Oriente

*Julio Mar�a Sanguinetti
Ex Presidente de la Rep�blica O. del Uruguay*

 La simplificaci�n vulgar presume que la guerra que hoy afecta a Israel
y El L�bano es algo nuevo. En el propio mundo �rabe se est� hablando hoy de la
6�. Guerra.

La verdad hist�rica nos dice que ella empez� el mismo d�a del
nacimiento del Estado israel�, en 1948, y no ha cesado a�n, con la
alternancia de per�odos de fuego y sangre con otros de diplomacia armada.
No ha habido un d�a de sosiego, desde aquel lejano tiempo en que, bajo el
influjo emocional del Holocausto perpetrado por los nazis contra el pueblo jud�o,
la organizaci�n internacional se decidi� a reconocerle un hogar que
le diera asiento, en el que pudiera reencontrarse con sus tradiciones ancestrales
y construir su nuevo tiempo.

Esa idea que gan� espacio en el mundo civilizado, necesit�, desde
el primer d�a, de la voluntad de lucha del pueblo israel�. Fueron entonces los
gobiernos �rabes los que no aceptaron ni siquiera la creaci�n del otro Estado,
el palestino, y desataron una guerra dirigida a impedir que aquel
balbuceante Estado jud�o se consolidara. Esa guerra, esa misma guerra, es la que
hoy contin�a, con un conjunto de Estados u organizaciones isl�micas
que propugnan su desaparici�n, bajo la misma horrenda consigna repetida por tantos
labios y que en los �ltimos meses ha reflotado el Presidente del
Ir�n en su versi�n original: "Borraremos a Israel de la faz de la tierra".

Nadie de buena fe puede ignorar que este es el hecho central del conflicto,
aunque los escenarios hayan ido cambiando. Todo lo que transcurre
alrededor es accesorio a esta circunstancia nuclear: en el mundo �rabe
siguen existiendo grupos isl�micos, que son gobierno en algunos Estados como Ir�n
y Siria, cuya pol�tica es la destrucci�n de Israel y el exterminio del pueblo jud�o.

A partir de esa definici�n, que parece ignorarse, no hay duda de que
el escenario ha ido modific�ndose y presenta hoy caracteres propios.
Israel ya no es el mismo d�bil Estado de 1948. Pero tampoco es la vigorosa naci�n
militarizada de "La guerra de los 6 d�as" de 1967 o de la de Yom
Kippur en 1973. Su �xito ha sido darle bienestar y cultura a su gente. Como consecuencia,
cada vida duele m�s y la movilizaci�n de sus j�venes es un
sacrificio que crece d�a a d�a. Frente a unos enemigos que siguen pobres pese a la riqueza
petrolera de sus Estados y sus �lites, y que – en esa pobreza y la ignorancia que ella
provoca- son f�cil presa para un extremismo violento e ilimitado.

Los Estados �rabes tampoco ya son lo mismo. Egipto, Jordania,
la Arabia Saudita, han crecido, se han desarrollado y han pactado -expresa o t�citamente-
la paz con Israel hace muchos a�os. Y cuesta imaginar que retornen a la guerra. Pero est�n
amenazados desde adentro por esas corrientes fundamentalistas que resquebrajan su unidad
nacional y aspiran a conquistar el poder, por las buenas o m�s bien por las malas, en una
regi�n donde no hay sistemas democr�ticos. Frente a ellos los Estados fundamentalistas, Ir�n,
Siria, inmensamente ricos por su petr�leo, arman una nueva guerrilla, el Hezbollah, que no
representa una reivindicaci�n territorial, o un pueblo en busca de destino. El enfrentamiento
de hoy es con esa organizaci�n, cuyo �nico objetivo es, lisa y llanamente,
la destrucci�n de Israel.

Los palestinos, a su vez, tambi�n han cambiado. Tienen ya su propio Estado,
reconocido por Israel, e intentan una d�bil experiencia democr�tica, con
un gobierno de quienes integraron una organizaci�n terrorista y hoy tratan de reconvertirse.
Israel unilateralmente les ha devuelto la franja de Gaza, pero ellos no han podido controlar
a lo que, desde all�, al d�a siguiente de recibir graciosamente
ese territorio, han vuelto a disparar cohetes contra la poblaci�n jud�a de la zona. Todo ese
pueblo palestino, que quiere la paz, porque incluso vive del trabajo que Israel le ofrece,
es pe�n de estrategias que le son ajenas: le usan de bandera quienes quieren la guerra, le
tironean hacia un lado y hacia el otro las facciones religiosas que dividen el mundo isl�mico
y son idealizados por los occidentales que por una raz�n u otra asumen un pacifismo c�mplice
con el terrorismo, mientras sus presuntos protectores -enriquecidos- no les brindan el amparo
que f�cilmente podr�an regalarles. Esos palestinos saben que tendr�n que entenderse con los
jud�os y los israel�es y saben tambi�n que tendr�n que convivir con ellos, por los siglos
de los siglos.

Europa, rica, bien comida y bien vivida, da volteretas en nombre de intereses
variados. Le teme a sus minor�as isl�micas y en consecuencia, no est� dispuesta a decir
una palabra a favor de Israel. Tampoco arriesgar�a un soldado propio porque su impotencia militar
ya es definitiva luego de que en Kosovo, en su propio suelo, hubo de acudir a los norteamericanos
para que salvaran – paradoja- a una minor�a isl�mica amenazada de extinci�n.
Simplemente juega un rol pol�tico que maneja publicitariamente, pensando ego�stamente en sus electores
internos, sus intereses econ�micos en la regi�n y la tranquilidad de sus barrios de inmigrantes.
Hace pie en los errores norteamericanos, algunos monumentales como esa guerra sin fin ni
destino del Irak, e intenta salvar su rostro ante unos y otros sin arriesgar nada.

El otro gran actor, este s� que fundamental, es el extremismo. El islamismo radical
jihadista viene creciendo hace a�os, el mundo chiita va imponiendo su visi�n primitiva del mundo
y ha logrado golpear no solo a Israel sino al coraz�n de Occidente. Los atentados contra Nueva York y
Madrid le han dado conciencia de su poder. Ahora tiene de reh�n al pobre L�bano, una vez m�s v�ctima de
conflictos que le son ajenos. Los oportunistas temerosos de Occidente prefieren refugiarse en la teor�a
de que esas bombas se las debemos a Bush y a Aznar, desconociendo que ellas estallar�n contra todo aquel
que no se resigne a que triunfe su visi�n teol�gica intolerante, racista, esclavista de la mujer y enemiga
de las libertades individuales.

La guerra es siempre un exceso y los muertos nos duelen a todos. Podemos discutir la an�cdota puntual,
quien tir� primero o quien tir� despu�s, quien da�� m�s o menos civiles (que siempre caen en la
atrocidad b�lica). Pero no nos equivoquemos: m�s all� de las v�ctimas, en ese escenario del Cercano Oriente,
vuelven a enfrentarse los valores autoritarios de la religiosidad fan�tica contra los principios de quienes
creemos en la libertad pol�tica, en el Estado de Derecho, en la vida democr�tica, en la plenitud de
los esp�ritus que solo la sociedad abierta ofrece.

Cuando tu hermano está en peligro…

Por Andrés Cordovés, Venezuela

¿Si alguien golpea a tu hermano injustificadamente, dejarás que pase desapercibida la ofensa?
¿Si amas a tu hermano, deseas la paz y la justicia y ves tal hecho, te quedarás de brazos cruzados?
¿Si el agresor se mofa, aún después de cometer el acto inmisericorde de injusticia para con tu hermano, dejarás que sobresalga la desarmonía?
¿Si a tu hermano lo hieren, no te están hiriendo a ti también, por qué no defiendes el honor, por qué no luchas en contra de la perversión?
¿Si alguien, ajeno al conflicto, se burla de tu familia, no defenderás la honra de tu familia?
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