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No seas bueno, se mejor #2

Hay otra característica en la que los ángeles y los animales son similares, pero diferentes de nosotros.

Ni los ángeles ni los animales tienen libertad para poder cambiar o transformar su conducta. Por un lado los ángeles son mensajeros de D-is que deben hacer lo que se les manda a hacer sin otra opción. En el caso de los animales sus impulsos internos los dominan completamente; el perro por ejemplo, si tiene sed o hambre, hará todo lo que esté a su alcance para saciarse, y lo único que lo detendrá serán las barreras físicas que no puede superar o el temor al castigo. Tanto así que nuestros sabios en una interpretación nos dicen que a Adam se le dio ese nombre porque se hizo de la tierra, sin embargo los animales que también fueron creados de la tierra se les dio otro nombre “behemá” o ba má que significa: “es lo que es”.

Si comparten la materia prima de su creación, ¿Por qué sus nombres son diferentes? El Maharál de Praga nos explica que el hombre fue el único que mantuvo la cualidad principal de la tierra; la tierra tiene el poder de hacer que las cosas crezcan. Igualmente el ser humano es la única creación capaz de crecer desarrollando sus potenciales (tanto físicos como espirituales); mientras que todas las demás creaciones se quedaron limitadas a lo que son.

El hombre entonces, fue creado para luchar por su libertad, para elegir y guiar sus acciones.

Quiere decir que si alguno de nosotros evita algún acto solo por el temor a la angustia o al dolor; ya sea en el área familiar, financiera, social, física etc.; está actuando en esencia como un animal, evitando algo por el “castigo” que puede recibir.

Si queremos actuar bien, ser mejores, algo más que un animal, debemos actuar con un parámetro de vida, sin importar lo que esa conducta puede atraer. En nuestro caso las 7 mitzvot se deben convertir en el vehículo que nos lleva por el camino de la vida, y en nuestro parámetro para luchar por ser mejores. Pues la capacidad de ser el amo de nuestros impulsos en lugar de su esclavo es únicamente humana y es nuestra esencia.

No importa ni siquiera la inteligencia, pues muchos hombres muy inteligentes son esclavos de sus impulsos y tienen su esencia espiritual completamente dormida. Y así el camino espiritual del ser humano es desarrollar el control de sus impulsos para poder utilizar el principal instrumento que se nos dio (el cuerpo) para un fin trascendente.

Pues no solo todo lo que hablamos aquí nos diferencia del animal, sino también la espiritualidad(a menos que alguno haya visto un animal rezando); pero ese es tema para otro día.

Así amigos, sigamos siendo fieles a D-is, pero también tengamos presentes que D-is desde la creación pretendió que fuéramos mejorando día a día, dejando de ser menos animales para ser un poquito más humanos.

Resp. 569 – Sentido de dos salmos

yac nos consulta:

estimado more despues de mis rezos por la manana me gusta leer salmos mepero me inclino mucho por el 25 y el 19 me puede decir para que estan senalados especificamente
yahaira calvo 28 ama de casa costa rica

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Felíz día para D-os

El 20 de julio se festejo mundialmente el día del amigo. Algunos  adolescentes salierón a boliches, a «divertirse» e ingirierón alcohol sin mesura; otros comierón una cena especial en la casa de fulanito; otros dieron un paseo, etc.etc.

La palabra «Amigo» es una palabra muy delicada y se la debe aplicar a la persona con la cual tenemos una relación especial. Aquella persona que nos acompaña, que comparte momentos de nuestra vida, con la cual nos sentimos «vivos», seguros, especiales.

Una pregunta ¿como vive el Noajida este día?. Bueno en mi caso, comparti un buen momento con mis allegados (compañeros de escuela, de trabajo) y amigos. Pero también reflexione sobre D-os, y dije: «Él es mi mejor amigo»…y lo salude con un…¡¡Feliz Día!!. Luego de esto recordé un versículo de Proverbios (17:17), donde el Rey shlomo habla del amigo, dice así: «En todo momento ama a un amigo y en momentos de angustia nacerá un hermano». ¿pero que significa? debemos amar a quien creemos es nuestro amigo, pues dice…ama a un amigo… y él actuará como un hermano cuando lo necesitemos, más bien, uno se debe preguntar ¿quien es el que me acompaña, aún cuando me siento solo? ¿quien es el que me sustenta aún sumido en la indigencia?¿quien es el que me otorga amor, amistad, sociedad, a cada instante, minuto o segundo? no es otro sino D-os el Amigo que está conmigo. Sobre Él esta escrito:

«Compasivo y Misericordioso es D-os, Lento para irritarse y Grandioso en Bondad…Salmos 145:8»

Éste Amigo es lento para irritarse a fin de darle tiempo al transgresor de recosiderar su mal proceder, su Bondad se incrementa constantemente, además se agrega: » Él cuida su promesa para siempre. Él hace justicia con los oprimidos, da pan a los hambrientos. D-os libera a los cautivos, D-os abre los ojos a los ciegos, D-os endereza a los encorvados, D-os ama a los justos, D-os protege a los extranjeros; al huerfano y a la viuda infunde valor y tuerce el camino de los inicuos…Salmos 146″

Observen que Amigo que tenemos a nuestro lado, sin importar que credo, religión, nivel social o  raza seamos, él nos acompaña, nos enseña, nos insta a ser buenas personas. Así esta escrito: «Bondadoso y Recto es D-os, por eso muestra a los transgresores el camino…Salmos 25:8»

Él no dejará de lado a los perversos, más bien tan grande es su Bondad que aún a los transgresores les enseñará el camino del arrepentimiento.

Un aplauso para D-os y un Feliz Día para Él.

Resp. 538 – Dejar a Jesús es un paso decisivo para amar a Dios

daniel1234 nos consulta:

les felicito q continuen difundiendo la identidad noajica, tengo una pregunta: 2 semanas antes que yo encontrara la pagina de fulvida tube un sueño, en mi casa ubo un terremoto y vi a niños arrodillados alabando a dios y pude oler incienso y en mis manos tenia un libro y me dijo una voz q eral el torah, yo no conocia q era torah, aqui lo conoci,yoal principio era catolico, pero luego cristiano evangelico(una secta cristiana)yo no creia en imagenes pero si en jesus aora¿como lo veo a jesus lo r
DANIEL/GOMEZ/16/ESTUDIANTE/LIMA/PERU

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¿Te quieres convertir al judaísmo?

Llevamos varios años difundiendo el mensaje noájida, mensaje que no inventamos nosotros, ni siquiera descubrimos.
El noajismo es, históricamente, la primera forma de servir a Dios del modo que Él quiere.
El noajismo es el primer pacto perpetuo sellado con toda la humanidad, por medio del cual las personas han de ser fieles al Padre por medio del cumplimiento de los Siete Mandamientos Fundamentales.
Es una realidad que tiene 5000 años y no ha sido modificada ni ha sido anulada, ni lo será jamás, puesto que Dios dice claramente al respecto:

«Y dijo Elokim: ‘Ésta será la señal del pacto que establezco entre Yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre»
(Bereshit / Génesis 9:12)

Desde entonces, durante varias generaciones el noajismo permaneció como conocimiento y experiencia de pocos, pues el miedo al salvajismo de las religiones era grande.
Los gentiles que eran leales del Eterno se refugiaban y no pronunciaban su parecer, puesto que ser considerado «apóstata» o «hereje», era lo mismo a ser condenado a una muerte espantosa.
En ese silencio, en la pasividad, en el anonimato, la conciencia noájida fue cayendo en el olvido de las masas.
La gente se estaba apartando de la senda del Eterno, aunque en su interior su espíritu santo clamaba a viva voz por retornar a ese camino de Luz.
Como paliativo, la gente se hizo más y más adicta a las religiones, creían de esa manera saciar su hambre de Dios, cuando lo cierto es que se desnutrían más y se asfixiaban más.

Pero, en los últimos tiempos, con el comienzo paulatino de la Era Mesiánica, muchos renacimientos han ocurrido.
El más llamativo y espectacular es el resurgir de la nación judía de dentro del horno de la Shoá.
También el retorno y restablecimiento de una patria de nacionalidad hebraica en la sagrada tierra de Israel.
Pero, coincidiendo con esto, no es casual que esté despertando nuevamente (y cada vez con más vigor) la conciencia noájica.

Cada día son más los gentiles que redescubren su verdadera identidad espiritual. Que se libertan de las cadenas de las religiones, que se rebelan en contra de pesados mandatos sociales centenarios, que se alzan en armas espirituales en contra de piratas de la fe e imperialistas de las religiones.
Los noájidas están despertando, y es un proceso libertador imparable que llegará a su punto más radiante cuando la Era Mesiánica sea un hecho evidente para todos los humanos, pronto, bien pronto.

Sin embargo, sigue habiendo gente confundida en relación a los alcances y marcos que corresponden a su identidad espiritual como noájidas  y aquello que les compete por legado y herencia de Dios.
En buena medida son víctima de su ignorancia con respecto a las cosas del Eterno.
Otras veces siguen prendidos a la idea errónea de que hay que ser judío para ser salvo, cosa que se desprende de cierta de la confusa y ambivalente teología (mitología) del imperialismo cristiano (en sus mil ramas y variantes, incluído el falso judaísmo mesiánico).
Muchos de los confundidos siguen creyendo que el noajismo es una secta subsidiaria del judaísmo. O es una escala en un extraño viaje que lleva de la idolatría al judaísmo. O suponen que ser noájida y vivir como tal es indigno, o que eso no satisface tanto como lo haría el ser judío.
Todas estas confusiones se producen por oir campanas emocionales en lugar de usar el raciocinio, se dan por querer en vez de cumplir.

Usemos un momento la mente, de manera correcta.
¿Acaso Dios quiere que todos seamos judíos?
La respuesta es no.
Es obvio que Dios quiere que haya una inmensa mayoría gentil (que viva como lo que son, noájidas) y una infima minoría que sea judía.
¿Cómo lo sabemos?
A partir de las sagradas revelaciones:

«No porque vosotros seáis más numerosos que todos los pueblos, el Eterno os ha querido y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos.»
(Devarim / Deuteronomio 7:7)

La grandeza de la nación judía no radica en su gran número, ni en su poderío material, ni en su inteligencia, ni en ser el que domina sobre los demás; sino en haber aceptado con fidelidad su propio pacto con el Eterno, un pacto diferente al que tiene el resto de la humanidad.
Ni mejor, ni peor, diferente.

Así pues, para Dios no es bueno que la gente quiera ser judía si ha nacido gentil; sino que el gentil acepte su identidad, se ame como Dios le ama y viva de acuerdo al programa trascendente de vida que se denomina noajismo.
Ni más, ni menos.

Si Dios hubiera querido el predominio de Israel sobre las naciones, así lo hubiera decretado.
Si Dios quisiera que los judíos fueran la mayoría, y no una ínfima minoría, así sería.
Pero no es así.
Dios quiere que el mundo sea en su gran mayoría de gentiles, pero conocedores del Eterno, que viven de acuerdo a su propio patrón de conducta, que no es el judaísmo, sino el noajismo, tal y como Él ha declarado como bueno y justo.

Y para aquellos que aún dudan del valor del noajismo a ojos del Eterno; para los que se siguen dejando influenciar por las serpientes, les pido que tengan en cuenta esto:

«Avram [Abram] tenía 99 años cuando el Eterno se le apareció y le dijo: -Yo soy el Elokim Todopoderoso; camina delante de Mí y sé perfecto.»
(Bereshit / Génesis 17:1)

En aquel entonces Avraham era un noájida como tú debes serlo.
Ni siquiera tenía una orden extra, cual sería la de circuncidar su prepucio.
Era tal como tú debes ser.
Un noájida, cumplidor de los Siete Mandamientos Universales.
No era judío, no era estudioso de Torá, no era circunciso, no respetaba el Shabat, no comía Kosher, no usaba ropajes de judío, ni siquiera tenía un nombre de judío… no tenía nada que pudiéramos reconocer como judaico.
Era en todo su esplendor un gentil, un noájida a plentiud, fiel del Eterno por cumplir con Sus Siete Mandamientos Fundamentales.
Era acepto por Dios, era salvo, era perfecto a ojos de Dios, sin necesidad de recurrir a disfraces de judaico, ni a palabrería hebraica, ni a recitar capítulos de Salmos o sabios… era perfecto a ojos de Dios, por ser noájida.
¿Acaso tú no puedes llegar a ese nivel también?
Despójate de vanidades, quítate disfraces, no anheles ser lo que no eres, acepta tu identidad noájica, no pretendas lo que te es ajeno, no vivas alienado de tu ser, no repudies el mandato sagrado que el Eterno te ha dado.
Apártate del mal, para hacer el bien.
Apártate del mal, aunque éste sea producto de buenas intenciones.
Así pues, deja lo judaico para los judíos, olvida tus pretensiones de convertirte a judío mientras aún no has alcanzado el grado de perfección que te compete como noájida.
Y, si supones que eres menos por no ser judío, o no vales por no tener los mandamientos que Dios ha encomendado a los judíos, entonces eres un desgraciado que se auto-desprecia, que se auto-rechaza, que se odia…
Ámate, por saberte gentil y ser orgulloso de vivir como noájida.
Así serás bendito tú y tu descendencia por siempre.
Pero, si te desesperas por la porción de Israel, que no te corresponde, si escapas de lo tuyo para ser parte de lo de los judíos, entonces llevarás la angustia a donde vayas y traerás pesar a tu vida y a la de tu simiente, en este mundo y en el venidero. (Aquel pequeño porcentaje de gente que se convierte leal y legalmente al judaísmo, es asunto aparte, que no corresponde a la inmensa casi totalidad de los gentiles, que deben vivir como noájidas).

En resumen hasta aquí, sé como Avram, alguien orgulloso de su propia nación, sea argentina, boliviana, venezolana, mexicana, la que fuera; siéntete orgulloso y dichoso de ser noájida, pues es el tesoro de bendición y bienestar que Dios te ha dado para que vivas y sea salvo.

Como un aparte, para la gente que no está trastornada con la conversión al judaísmo, sino que sigue presa de la maldición de la idolatría, especialmente la del falso dios y falso redentor del madero cruzado, te digo lo siguiente.
Puedes tú mismo testimoniar que Dios no le pide fe a Avram.
Que Dios, habiendo hablado con él, no le ordena que siga a Jesús o el Verbo, sino que le dice que siga el camino de la rectitud que se establece con los Siete Mandamientos Fundamentales.
Dios le indica a la humanidad cómo redimir al mundo, desde la época de Avram hasta ahora y por siempre: caminando por el camino de los Siete Mandamientos, para ser amigo de Dios y perfecto.
Al creer en Jesús, aunque sea como mediador, o como rabino, o como salvador, estás apartando el claro mensaje de Dios para establecer un dogma que Él rechaza.
Te repito, Él pudiendo exigir la fe, prefirió dar la sencilla y verdadera clave de la salvación, que se llama lealtad y cumplimiento de los Mandamientos.

Ahora, queda en ti la reflexión, el reconocimiento, el arrepentimiento, el retorno, el despertar, el accionar para difundir el noajismo, el promover FULVIDA, el hacer de FULVIDA el hogar de los cientos, de los miles que están volviendo a las fuentes sagradas de vida verdadera.

No des más excusas, no pierdas más el tiempo, no sigas corriendo detrás de vanidades.
El mensaje te lo ha dado Dios, lo aceptas o pierdes…

Cariños y bendición.

Para que haya Shalom

En la Torá, el Eterno establece para los hijos de Aarón (el sacrdote del Eterno) lo siguiente:

«Así bendeciréis a los Hijos de Israel.
Decidles:
‘El Eterno te bendiga y te guarde.
El Eterno haga resplandecer Su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia.
El Eterno levante hacia ti Su rostro, y ponga en ti shalom.’
‘Así invocarán Mi nombre sobre los Hijos de Israel, y Yo los bendeciré.’
«
(Bemidbar / Números 6:23-27)

Siglos más adelante, el salmista declaró al ser inspirado por Dios:

«El Eterno dará fortaleza a Su pueblo;
 el Eterno bendecirá a Su pueblo con shalom.
«
(Tehilim / Salmos 29:11)

Por su parte, en la Tradición de Israel, emanada directamente de Dios y trasmitida fielmente a través de las generaciones de Sabios judíos, se nos enseña que:

«Ninguna bendición tiene valor, a no ser
que haya shalom
«
(Bemidbar Raba 11:7)

Veamos rápidamente algunos pequeños puntos, de un tema que es complejo y extenso.

Dios da como bendición a los judíos, a Su pueblo, misericordia y fortaleza,
¿por qué?

Porque la misericordia que no es limitada por la fortaleza, termina siendo injusticia y extravío; porque la fortaleza que no está basada en la misericordia, no es más que un ejercicio sadista de la agresividad.

Cuando la persona logra armonizar ambas  cualidades fundamentales: el apego a las normas, la saludable rigidez de los marcos establecidos, con la efusiva bondad desinteresada, la acción solidaria para con el prójimo, el resultado es que emane shalom, que no solamente significa paz, sino también integridad, plenitud.

En nuestro actual mundo, tan falto de orientación como de bases y trascendencia, suelen radicalizarse las personas en dos grupos,y ambos suelen embanderarse como los únicos adalides de la paz:

  1. El de los agresivos compulsivos, buscadores insaciables del éxito, hambrientos de aplauso, sedientos de dominar, rígidos en su fanática necesidad de avasallar al prójimo para no sentir su propia angustia existencial.
    Un ejemplo es: «así ha dicho el rey de Asiria:
    ‘Haced la paz conmigo y rendíos a mí. Y comerá cada uno de su vid y de su higuera, y beberá cada uno de las aguas de su pozo hasta que yo venga y os lleve
    [como esclavos]…»
    (2 Melajim / II Reyes 18:31,32) y

  2. El de los seudo-pacifistas, que parecieran dormitar sus vidas en un continuo anodino plagado de indiferencia, pleno de ausencias, carente de compromisos, portavoces de causas perdidas, rígidos en su fanática necesidad de anestesiar sus desdichas para no contemplar su angustia existencial.
    En palabras del profeta: «curan con superficialidad el quebranto de mi pueblo, diciendo: ‘Paz, paz.’ ¡Pero no hay paz!»
    (Irmiá / Jeremías 6:14).

Ni el uno ni el otro son los grupos que se apoyan en la Torá, ni son los que fomentan el shalom.
El primero realmente produce el silencio mortuorio del totalitarismo, o del
terror que atenaza los corazones y ciega las mentes, por lo cual pareciera
como si hubiera paz… una paz tan tensa que se teme que se quiebre de un
momento a otro.
El segundo, al aletargar la conciencia, e intentar borrar las diferencias
con falsas identidades y promesas, produce algo que parece paz… que en
verdad es el silencio de los espacios huecos, insípidos y mortalmente
dormidos.

Los que desean estar bajo las alas de la divinidad,saben que el camino no es la violencia, ni lo es el falso pacifismo, el camino al shalom se encuentra solamente en la misericordia restringida por la fortaleza, que dicho en otras palabras es guemilut jasadim -obras de caridad genuina-
limitadas por la halajá -normativa legal del judaísmo y noajismo-.

Así se llega al shalom, y así es como se hacen realidad todas las bendiciones.
¿Tú, que puedes y debes ser un constructor de Shalom, que has aprendido de esta lección?

Resp. 519 – Justo e íntegro el padre Noaj

Porque se le describió nuestro antepasado Noaj como “Justo Integro” (Tzadik Tamim)
Buenos dias More espero se encuentre Ud con bien y en compañía de todos sus seres queridos
Desde el conocimiento desgranado de la Tora que significa la palabra “Integro”, la palabra Justo (Tzadik) tengo mas o menos claro su significado, pero me surgió la duda porque ya de por si decir que alguien es un Justo es un nivel bastante alto entonces decir Justo Integro ¿acaso es un nivel de refinamiento aun mayor que el de un Justo?, ¿o porque se le describió asi pues se pudo haber dicho solamente Justo sin decir integro? ¿O bien la palabra Tzadik se puede interpretar de otra forma aparte de Justo? pues creo que en el hebreo las palabras pueden tener varios significados en nuestro idioma.
De antemano gracias por la buenas disposición que tiene Ud con nosotros.
Nombre: talmidim edad:30 ocupación: consultor independiente pais: Mexico

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Personalidad noájida: Ignaz Semmelweis

«Ignaz Philipp Semmelweis vivió 47 años. Nació en 1818 en Ofen, una ciudad de Hungría con una gran población alemana. Murió en Viena en 1865. Semmelweis, cuya familia era de origen germano, no hablaba bien ni el húngaro ni el alemán.

Estudió medicina en Viena y Pest. A los 28 años de edad fue nombrado asistente de la primera clínica ginecológica de Viena. Desde hacía un año el profesor de clínica era Skoda y el de anatomía patológica, Rokitanksky. La clínica vienesa florecía. Pero la fiebre puerperal hacía estragos, y curiosamente la mortalidad de las puérperas era mucho mayor en la primera clínica que en la segunda: 10% frente a 3%. Y otra diferencia: a la primera clínica concurrían estudiantes de medicina y a la segunda, no. Los estudiantes iban allí a asistir los partos, pero lo hacían después de haber estado disecando cadáveres en el pabellón de anatomía. Diversas razones se daban para explicar aquella diferencia: la angustia que causaba el sonido de la campanilla del acólito que precedía al sacerdote cuando éste se dirigía allá para administrar los sacramentos a las moribundas; la vergüenza que sentían las mujeres ante los estudiantes, y cosas por el estilo.

Semmelweis sabía que esas razones eran patrañas, pero no así cuál era la naturaleza de la fiebre puerperal. El hecho decisivo fue la muerte de su amigo Kolletschka, profesor de medicina legal: al hacer una autopsia un discípulo lo pinchó en un dedo. Murió con los mismos síntomas que los de la fiebre puerperal. Semmelweis demostró metódicamente que las razones que se esgrimían eran falsas -hizo una rigurosa confrontación de hipótesis tal como se hubiera hecho hoy día- y que la causa estaba en el material putrefacto de las manos de los estudiantes. Visionariamente estableció, entre otras medidas, el lavado de manos de los estudiantes con agua de cloro. La mortalidad bajó y lo hizo a cifras menores que las de la segunda clínica y las de las parturientas callejeras. Defendió con vigor su descubrimiento y la salud de sus pacientes, Hay que terminar con la matanza, escribió. Pero la resistencia y hostilidad de sus colegas fueron grandes. El mismo fue amenazado. Lleno de amargura dejó la clínica, su mente se alteró, y su vida terminó en un asilo… por una septicemia. Su única obra se publicó en 1861: Etiología, concepto y profilaxis de la fiebre puerperal.»

Esta es una resumida reseña biográfica (que obtuvimos en un sitio de la Facultad de Medicina de la UC de Chile) de una personalidad noájida casi anónima.
Tiene varios aspectos interesantes, que te pueden servir para definir tu andar por la vida como noájida.
Quisiera oir tus comentarios aquí mismo, para que a través del diálogo encontremos chispazos de la Luz de Vida.

Resp. 495 – Origen de la idolatría

Shalom, Yehuda, soy María, de España.
1- ¿ Porqué la gente «necesita» ( se «enreda») en la idolatría?
2- ¿Porqué la idolatría es adictiva?
Reciba un saludo desde Barcelona.

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El Secreto de una Familia «la Familia Rothschild»

¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de la ilustre familia Rothschild, célebre tanto por su inmensa fortuna como por sus buenas obras?

Su fundador fue Meyer-Anschel Rothschild, nacido en Frankfurt, hace más de doscientos años, pertenecía a una familia que se distinguía por su religiosidad. Su padre, Moisés Rothschild, que falleció un año después del Bar Mitzvá de Meyer-Anschel, quería que su hijo fuese Rabino. En lugar de ello, fue uno de los banqueros más famosos del mundo, lo que no le impidió seguir cumpliendo la Torá en la forma más estricta. ¿Cómo es que este joven huérfano, nacido en el ghetto de Frankfurt, reunió una fortuna tan extraordinaria? He aquí la historia, en la que fue protagonista principal Moisés Rothschild.

En la pequeña ciudada de Galitzia llamada Tchorkow, la comunidad judía eligió un día, como máximo dirigente espiritual, a un rabino conocido a la vez por su gran piedad y por su vasta erudición. Su nombre era Tzvi Hurwitz, pero cariñosamente lo llamaban Rab Herschele Tchorkower.

Considerado por todos como un Tzadik, numerosos habitantes venían a pedirle un consejo o una bendición. Estaba siempre dispuesto a ayudar al prójimo y especialmente a las viudas y necesitados, para los cuales realizaba colectas especiales. Como inspiraba una confianza total, todo aquél que deseaba efectuar una donación, no encontraba nada mejor que hacerla por medio del santo Rabino.

Es comprensible que una persona con tantas responsabilidades, necesitase un ayudante, este cargo lo tenía el joven Moisés Rothschild. El sueldo no era particularmente elevado, pero Moisés era feliz por poder estar cerca del Tzadik. Desempeñó sus tareas con gran entusiasmo y en poco tiempo ganó la confianza de todos y fue considerado como un miembro de la familia.

Pero llegó el tiempo en que Moisés deseó fundar su propio hogar. Se casó con una joven judía de Sniatyn y se estableció allí donde su suegro, y lo ayudó a instalar un pequeño negocio.

Un tiempo después, el día antes de Pésaj (Pascua hebrea), durante Bedikat Jametz (búsqueda de productos prohibidos en Pésaj), Rab Herchele Tchorkow descubrió que le habían robado una bolsa con quinientas golden (moneda del lugar), del cajón de su escritorio. La suma era considerable y cons-tituía el ahorro de personas no pudientes que, con gran esfuerzo habían logrado reunir algún dinero y se lo habían confiado al Rabino.

¿Qué podía hacer? La suma era demasiado grande para reembolsarla, pero su pena era aún mayor al pensar que alguien de su propia casa pudo realizar una acción tan reprensible. Además, había un detalle, lamentable por su presición, que lo atormentaba: sólo una persona, además de él, conocía la existencia de la bolsa en el cajón del escritorio: era Moisés Rothschild. El Rabino había depositado en él toda su confianza y no hubiera soñado siquiera una acción tan baja de su parte. De todas maneras, era necesario rendirse ante la evidencia. ¿Era posible que Moisés, ante gastos tan urgentes para formar su nuevo hogar, hubiese tomado el dinero a título de préstamo? El muchacho era honesto; seguramente devolvería el dinero lo antes posible.

Después de llegar a este razonamiento, que era el único posible, el Rabino decidió no contar nada a nadie. No había que causar daño en la colectividad, y menos aún acusar a nadie de robo. Pensaba hablar con Moisés y aclarar el asunto con él sin que nadie se enterase. Por lo tanto, al tercer día de Pésaj, alquiló un carro a caballos y fue a Sniatyn para ver a su ex-ayudante. Su partida no sorprendió a nadie en la colectividad. El Rabino acostumbraba realizar pequeños viajes. Pero quien se sorprendió fue Moisés, al verlo entrar de manera tan inesperada, en su modesto negocio.

Cuando ambos estuvieron solos, el Rabino con mucho cuidado, relató a Moisés el motivo de su visita. Le dijo cómo había descubierto la desaparición de la bolsa, asegurándole que ni paso por su mente la idea de robo.

¿Acaso Moisés, apremiado por la necesidad, había querido tomar prestado el dinero por cierto tiempo? Ciertamente, aún con esta intención, tal gesto era contrario a las leyes; pero suele suceder que el ser humano ceda a la tentación. De todos modos, si reparaba su falta, podía estar seguro de que D’s lo perdonaría. El Rabino también estaba dispuesto a perdonarlo. Además Moisés podía contar con su entera discreción: nadie se enteraría jamás de lo sucedido. El Rabino concluyó diciendo que si esa suma le hubiese pertenecido, no habría tratado de recuperarla. Pero aquel dinero era propiedad de viudas, huérfanos y gente pobre, cuya vida misma, de él dependía.

A medida que el Rabino hablaba, Moisés empalidecía y su mirada se llenaba de inmensa tristeza. De pronto no pudo contener sus lágrimas: seguramente ya lo atormentaba el remordimiento. Al menos, el Rabino lo interpretaba así y esto acrecentó su estima por Moisés.

Este, no trató de negar nada; permaneció en silencio, sin defenderse. Instantes después abrió su caja, vaciándo su contenido; lo contó y se lo entregó al Rabino sin una palabra. Luego le pidió que esperase un momento pues iría a ver con qué completar la suma.

Pasó un rato. Cuando Moisés regresó, la misma angustia alteraba sus rasgos. Le dijo al Rabino que, a pesar de sus esfuerzos, no llegó a reunir más que la mitad de la suma. Pero si el Rabino tendría paciencia, se comprometía a completar escrupulosamente la otra mitad, con pagos sucesivos.

El Rabino se sentía feliz del cariz que tomaban los sucesos. Siempre había pensado que Moisés era un muchacho bueno y honesto. Su actitud en la presente situación, lo confirmaba. Además ¡qué alivio saber que los pobres huérfanos y las viudas no sufriran ningún perjuicio! Tenía la certeza que Moisés cumpliría la promesa.

En efecto, fiel a la palabra dada, sin que jamás hubiese que recordárselo, el jóven envió regularmente a Rabbí Herschele, pequeñas sumas de dinero hasta completar los quinientos golden. Este último hallaba por fin, la paz que aquel grave accidente había turbado. En su mente, ese asunto sólo quedaría en el recuerdo; y si alguna vez pensaba en ello, sería sólo para admirar la dignidad y bondad con las cuales podía actuar un simple joven como Moisés, quien con tanta abnegación había reparado una falta cometida en un mal momento.

Cierto día en que Rabbí Herschele estaba profundamente sumido en el estudio, llegó a su casa un mensajero que venía de parte del Jefe de Policía de la ciudad. Este último, disculpándose por molestar al Rabino, le informó que desea verlo por un asunto urgente y que un coche lo esperaba en la puerta para conducirlo.

El Rabino no tenía la menor idea del motivo del llamado; se encomendó a D’s, esperando que ningún peligro amenazara a la colectividad y se apresuró a acompañar al mensajero.

El jefe de policía lo recibió amistosamente y le preguntó si en el último tiempo, no le habían robado nada en su casa.

Rabbí Herschele le respondió que si refería a cierta suma que se la había desaparecido, en la actualidad ya la había recuperado. Ante estas palabras, el jefe de la Policía pareció muy sorprendido y le pidió que le contase lo sucedido.

-«Si Ud. me promete no emprender ninguna acción contra un inocente que, además, ya reparó su falta, le contaré todo», respondió Rabbí Herschele.

El jefe de la policía se lo prometió. El Rabino le dio los detalles que deseaba sin omitir uno solo.

-«¡Uds. los judíos, son verdaderamente extraordinarios! ¡Jamás en mi vida oí cosa semejante!», exclamó lleno de admiración el jefe de Policía.

Después de decir esto, abrió un cajón del escritorio, y sacando una bolsa, preguntó: «Sr. Rabino: ¿reconoce esto?».

Esta vez el sorprendido fue Rabbí Herschele. ¡Era su bolsa, la misma que había desaparecido en víspera de Pésaj!

El jefe de Policía se alegró del efecto causado. Esperó unos instantes. Luego llamó y cuando apareció un subordinado, le dijo: «¡Tráelos!». El policía regresó rápidamente con una mujer y un hombre con las manos esposadas.

-«¿Los conoce Ud.?», preguntó el jefe de Policía al Rabino. -«¡No!», respondió este último cada vez más intrigado. -«Absorbido por los libros, como Ud. está siempre, no se fijó en la cara de la doméstica que limpia su casa. Pero poco importa que la reconozca o no, pues ya confesó todo».

Y luego de ordenar que se llevaran a la pareja, el jefe de Policía relató al Rabino su historia, la verdadera. Días antes de Pésaj, la mucama había hecho una gran limpieza en la casa y encontró la bolsa que Rabbí Herschele guardaba en el cajón de su escritorio; la escondió y luego se la llevó a su casa en las afueras, donde vivía con su marido.

Ambos decidieron enterrar el botín en el granero, para que no despertara sospechas. Pero el marido, era un ebrio consuetudinario, y no pudo resistir la tentación de sacar algo para satifacer su pasión. Así es que tomó una moneda y se fue a la hostería. Cuando el posadero le preguntó cómo había obtenido aquella moneda de plata, le contestó que la había encontrado. Pero al día siguiente volvió con otra moneda, y lo mismo hizo al día siguiente. Entonces el posadero empezó a sospechar y advirtió a la policía.

El hombre fue detenido y negó todo; pero algunos latigazos lo hicieron confesar. La bolsa fue encontrada casi intacta, ya que no faltaban más que las tres monedas gastadas en la hostería.

-«Es suya, llévesela», dijo el jefe de policía al Rabino. Este sonreía; su satisfacción era enorme. Sin embargo no dejaba de estar intrigadopor la conducta de Moisés que no sólo no se había defendido al aparecer como sospechoso, sino que hasta había pagado, por un robo cometido por otro.

El Rabino se fue con el corazón desbordante de alegría y se apresuró a visitar a Moisés.

-Reb Moshé,- le dijo luego de haberlo saludado- espero que quieras perdonarme». «¿Por qué – le preguntó con los ojos llenos de lágrimas -No me dijiste que no habías tomado el dinero?»

Su colaborador le respondió que la posible desdicha de los pobres huérfanos unida a las angustia del Rabino, lo habían conmovido profundamente. Si hubiera dicho la verdad negando ser el autor del robo, el Rabino no hubiera aceptado su ayuda pues la hubiera considerado un sacrificio demasiado grande. En efecto lo fue, pues debió empeñar todo lo que poseía para poder reunir la suma que le entregó al Rabino el primer día; además debió economizar moneda sobre moneda para formar el resto. Pero aquel sacrificio era necesario, pues sabía que Rabbí Herschele no podría reunir aquella suma.

El Rab estrechó a Moisés en sus brazos y le dió su bendición, pidiendo a D’s que le diese una gran fortuna para que siempre pudiese ayudar a los pobres necesitados.

-«Aquí está la suma que tan generosamente pagaste de tu bolsillo. Vuelve a Frankfurt donde tendrás mejor ocación de hacer buenos negocios y cumplir buenas acciones. Que D’s esté contigo, con tus hijos y con los hijos de tus hijos en todas las generaciones futuras».

La bendición de Rabbí Herschele Tchorcower no fue dada en vano. Moisés Rothschild fue un gran comerciante en Frankfurt, dedicándose también a operaciones de cambio muy ventajosas. Su hijo Meyer-Anschel Rothschild tuvo aún más éxito que él. Sus cinco hijos, que se establecieron, cada uno en otra capital de Europa, ayudaron a acrecentarla.

La fortuna creada por Moisés creció y se multiplicó de generación en generación. Un nieto de Moisés, el barón Edmond de Rotschild, que encabezaba la casa Rotschild y vivía en Francia, se distinguió particularmente por su acción en favor de sus correligionarios, ayudándolos por todos los medios posibles, lo que le valió el apodo de «HaNadib HaYadú’a» (el Ilustre Benefactor). Su vida fue larga. Murió en París (en 1934) a los noventa años de edad.

Es de gran merito hacer obras de Justicia social “Tzedaka” este es un relato que hace tiempo lo lei y me gusto, la nobleza y el sacrificio siempre son bien recompensados cuando se hacen en pro de la Justicia verdadera.

Referencias

http://www.masuah.org/cuento%20el_secreto_de_una_familia.htm