La fidelidad y amor, el respeto y el apoyo mutuo en el hogar noájida es fundamental, entre ello el de un esposo con su mujer, y el de ella con su marido…
Como dice este pasuc, de Mishleí/Proverbios 5:
1 Hijo mío, está atento a mi sabiduría,
Y a mi inteligencia inclina tu oído,
2 Para que guardes consejo,
Y tus labios conserven la ciencia.
3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel,
Y su paladar es más blando que el aceite;
4 Mas su fin es amargo como el ajenjo,
Agudo como espada de dos filos.
5 Sus pies descienden a la muerte;
Sus pasos conducen al Sheol.
6 Sus caminos son inestables; no los conocerás,
Si no considerares el camino de vida.
Los dos esposos se tienen, se toman para toda la vida. Ambos se alegran y se dan ayuda; ambos comparten lo bueno y lo no tan bueno. Ambos, se apoyan y construyen un hogar noájico, con fidelidad de amor, y dando sano ejemplo e instrucción a sus hijos.
Cada hogar noájico, es un puntal de la construcción de shalom. Hashem bendecirá, sin dudarlo, sus hogares cumplidores de los Siete Mandamientos Noájicos.
En la Construcción de Shalom Mundial, cuenta cada hombre y «también cada mujer» no´çajidas esforzados. Un noájida, con su conducta y opiniones, difunde la adoración verdadera y el noajismo. Y un matrimonio noájida, da su sana educación a sus hijos, infundiendoles las enseñanzas del noajismo, desde la niñez. También cuentan las personas, de todos los grupos sociales y condiciones. Cuentan los trabajadores manuales y los administrativos, los intelectuales y los empleados domésticos. Todo el que se gana honesta y dignamente el sustento, y que luego cumple como persona con sus familiares, hace una sana labor pedagójica y difusoras del noajismo y de shalom.
Paz y bendiciones, a todos los hombres y mujeres, fieles a Dios y Constructores de Shalom. Amén.