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La Paz Cristiana y su Genocidio

“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no
he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;” (Mateo 10:34)

Matanzas bajo dominio cristiano, datan ya de los primeros siglos. En Antioquía (ciudad que asumió en el Este la importancia de Alejandría) facciones enfrentadas (los azules y los verdes) terminaron por masacrar judíos e incendiar la sinagoga de Daphne junto con los huesos de las víctimas (circa 480). El emperador Zenón se limitó a comentar entonces que hubiera sido preferible quemar a los judíos vivos.

A modo de resumen, digamos que los principales genocidios de judíos en la primera mitad del milenio tuvieron lugar en el transcurso de cada una de las tres primeras Cruzadas, y de cuatro campanas judeofóbicas que las sucedieron. Anadiré a su enumeración, el ano y el nombre de los cabecillas, a saber: la Primera Cruzada (Godofredo de Bouillon, 1096); la Segunda Cruzada (el monje Radulph, 1144); la Tercera Cruzada (Ricardo Corazón de León, 1190); los Judenschachters (Rindfleisch, 1298); los Pastoureaux (el fray Pedro Olligen, 1320); los Armleder (John Zimberlin, 1337); y la Muerte Negra (Federico de Meissen, 1348).

Para encontrar en la historia de los judíos un ano más fatídico que 1096, habría que remontarse a mil anos antes hasta la caida de Jerusalem, o a casi nueve siglos después hasta el Holocausto. Todo comenzó el 27 de noviembre del 1095 en la ya mencionada ciudad de Clermont-Ferrand, cuando durante la clausura de un concilio, el Papa Urbano II convocó una campana «para liberar Tierra Santa del infiel musulmán». Hordas de caballeros, monjes, nobles y campesinos, se lanzaron sin organización a la aventura, pero eventualmente optaron por comenzar la purga de los «infieles locales», y acometieron ferozmente contra los judíos de Lorena y Alsacia, exterminando a todos los que se negaban a bautizarse. Corrió el rumor de que el líder Godofredo había jurado no poner en marcha la cruzada hasta tanto no se vengara la crucifixión con sangre judía, y que no toleraría más la existencia de judíos.

En efecto, un común denominador de las matanzas enumeradas fue el intento de barrer a la población judía íntegra, ninos incluidos. Los judíos franceses advirtieron del peligro a sus correligionarios alemanes, pero infructuosamente. A lo largo del valle del Rhin, las tropas, incentivadas por predicadores como Pedro el Hermitano, ofrecieron a cada una de las comunidades judías la opción de la muerte o el bautismo. En Speyer, mientras los crusados rodeaban la sinagoga, en donde se había refugiado la comunidad presa del pánico, una mujer reinició la tradición de Kidush Hashem, la aceptación voluntaria del martirio para gloria de Dios. Cientos de judíos se suicidaron y algunos aun sacrificaban primero a sus propios hijos. En Ratisbon, los cruzados sumergieron a la comunidad judía entera en el río Danubio a modo de bautismo colectivo. Las matanzas se sucedían en Treves y Neuss, en las aldeas a lo largo del Rhin y el Danubio, Worms, Mainz, Bohemia y Praga.

El fin del viaje era Jerusalem, en donde los crusados hallaron a los judíos agolpados en sus sinagogas y procedieron a incendiarlas (1099). Los pocos sobrevivientes fueron vendidos como esclavos, algunos de los cuales fueron eventualmente redimidos por comunidades judías de Italia. Pero la comunidad judía de Jerusalem quedó destruida por un siglo. En los primeros seis meses de la Primera Cruzada aproximadamente diez mil judíos fueron asesinados, que constituían en esa época un tercio de las poblaciones judías de Alemania y el norte de Francia.

En el ano 1144, los cruzados perdieron Edessa, y se temió por la suerte del Reino Latino de Jerusalem. El Papa Eugenio III convocó la Segunda Cruzada, y sus sucesores «judaizaron» la marcha. Se estipuló que no debía pagarse interés sobre el dinero que se tomara de de judíos para financiar la cruzada (nótese que desde el siglo XIII el término cruzada se aplicó a toda campana de la que la Iglesia se veía políticamente beneficiada).

En el 1146 el monje Radulph exhortó a los cruzados a vengarse en «los que crucificaron a Jesús». Centenares de judíos del Rhineland cayeron ante las hordas incitadas que los aplastaban al grito de Hep, Hep! (esta consigna, que probablemente era la abreviatura del latín Jerusalem se ha perdido, fue un lema judeofóbico muy popular en Alemania, y así se denominaron los tumultos contra judíos alemanes en 1819).

Brutalidades se perpetraron en Colonia y Wuezburg en Alemania, y en Carenton y Sully en Francia. El famoso maestro Rabenu Jacob Tam fue acuchillado cinco veces en recuerdo de las heridas sufridas por Jesús. Pedro de Cluny (llamado el Venerable) solicitó que el rey de Francia castigara a los judíos por «macular el cristianismo. No debería matárselos, sino hacerlos sufrir tormentos espantosos y prepararlos para una existencia peor que la muerte». Puede verse que el pretendido celo religioso de estos judeófobos no era sino una máscara para poder descargar sus instintos más sádicos, ideológicamente justificados.

La tregua que se dio a los judíos europeos después de de las dos primeras cruzadas, fue balanceada por las persecuciones a las que los sometieron los almohades en Espana y Noráfrica. Pero cuando Saladino puso fin al reino crusado en Jerusalem, una Tercera Cruzada fue lanzada, a la que se sumaron con entusiasmo el emperador de Alemania y el rey Felipe Augusto de Francia, quien ya había hecho quemar a cien judíos en Bray, como castigo por el ahorcamiento de uno de sus oficiales que había asesinado a un judío.

La novedad de la Tercera Cruzada fue que repercutió más en Inglaterra, que en las dos primeras había tenido un rol menor. Las comunidades judías de Lynn, Norwich y Stamford, fueron íntegramente destruidas. En York, los judíos se refugiaron en el castillo, al que se le puso sitio, y en el que se autoinmolaron a comienzo de la Pascua hebrea.

Para los judíos, las Cruzadas pasaron a simbolizar la inveterada hostilidad del cristianismo. Trescientos rabinos emigraron en el 1211 a Eretz Israel, en la certeza de que si permanecían en Europa Occidental pocas serían sus posibilidades de sobrevivir. Y como lo rubrica Flannery «los que decidieron quedarse terminaron lamentando su decisión». Al mismo tiempo, el recuerdo de los mártires fue para los judíos una fuente de inspiración para las generaciones posteriores: Dios los había puesto a prueba y demostraron ser héroes. Su martirio fue percibido como una victoria, símbolo del pueblo entero. La mayoría de los que se convirtieron por la fuerza pudieron ulteriormente regresar al judaísmo… y terminaron siendo víctimas de las matanzas que estallaron después. En la percepción del cristiano, el judío se había transformado en el implacable enemigo de su fe.

Las Cruzadas revelaron en toda su dimensión el peligro físico en el que se hallaban los judíos, lo que resultó en dos efectos. En principio, los judíos se mudaron mudarse a ciudades fortificadas en las que serían menos vulnerables (esto puede ser una explicación parcial del carácter urbano de los judíos que fue mencionado en la segunda lección). Segundamente, se instituyó el status de «siervos de la cámara real». Los judíos compraron la protección de emperadores y reyes a un elevado precio. Se consideraba que tendrían un privilegio si se los protegía del fanatismo de las masas y de la rapacidad de los barones. Pero en poco tiempo la supuesta protección se transformó en un artificio para enriquecer la Corona.

La teología ayudaba. El Papa Inocencio III proclamó la «servidumbre perpetua de los judíos» y el jurista Enrique de Bracton (m.1268) definió que «el judío no puede tener nada de su propiedad. Todo lo que adquiere lo adquiere para el rey». Para el siglo XIII era un buen negocio poseer algunos judíos, antes de que fueran eventualmente masacrados. Y las matanzas que sucedieron a las Cruzadas probaron ser las más sombrías.

En Rottingen en 1298 un noble llamado Rindfleisch incitó a las masas, que quemaron en la hoguera a la comunidad íntegra. Luego sus Judenschachters (asesinos de judíos) atravesaron Austria y Alemania saqueando, incendiando y asesinando judíos a su paso. Ciento cuarenta comunidades fueron diezmadas; cien mil judíos asesinados.

En el 1306 el rey de Francia hizo arrestar a todos los judíos en un mismo día y les ordenó abandonar el país en el plazo de un mes. Cien mil lo hicieron y se asentaron en comarcas vecinas; nueve anos después fueron readmitidos… para ser nuevamente masacrados.

Un monje benedictino lideró a los Pastoureaux (pastorcitos) en una especie de cruzada que destruyó ciento viente comunidades. En reacción a la matanza de los Pastoureaux en Castelsarrasin y otras localidades entre el 10 y el 12 de junio del 1320, el vizconde de Tolosa comandó una tropa para detener a los revoltosos, y cargó veinticuatro carros de Pastoureaux, a fin de encarcelarlos en el castillo de la ciudad. Sin embargo, el populacho vino en socorro de los saqueadores y los liberó. En efecto, otra característica común de los genocidios es el grado pasmoso de apoyo campesino con el que contaban. Y como es habitual en la judeofobia, lo peor estaba por venir.

En el 1336 John Zimberlin, un iluminado que había «recibido un llamado para vengar la muerte de Cristo matando judíos» lideró a cinco mil enardecidos armados, que usaban bandas de cuero en los brazos (los Armleder) y se lanzaron al asesinato de los judíos alsacianos. En Ribeauville fueron masacrados mil quinientos. Finalmente, el 28 de agosto del 1339 se concluyó un acuerdo entre el obispo de Estrasburgo y Zimberlin, que puso fin a los desmanes.

El séptimo genocidio mencionado en la lista fue el de la Muerte Negra. Una plaga mató a alrededor de un tercio de la población de Europa entre 1348 y 1350 (casi cien millones de personas). Las comunidades judías de Europa fueron exterminadas por el populacho enloquecido por tanta muerte. ?Quién podía ser culpable de la plaga sino el archiconspirador y envenenador, el judío?

Fuente: La Naturaleza de la Judeofobia- Gustavo D. Perednik.

Resp. 507 – Diferencia entre noájida y anusim

ivonne nos consulta:

¿Cuál es la similitud y diferencia entre un noájida y un anusim (desendiente de criptojudios), en cuanto a los poderes del alma que maneja el noájismo?
Ivonne Alvarado, 33a., Arquitecto, D.F., México.

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¿El Nuevo Testamento es el «brit jadasha»?

Los idólatras del imperio romano, con gran espíritu de engaño y rebeldía contra el Eterno, llamaron a su libro de mitologías como: «Nuevo Testamento» o «Nuevo Pacto».

Los piratas de la fe, los malvados que se disfrazan de santidad, esos que son peores aún (ya lo sabes: mesiánicos, falsos judíos por jesús, netzaritas, etc.)  tienen la malicia engañosa de llamarlo «Brit Hadashah», que quiere decir «Nuevo Pacto» en hebreo.

Como fundamento para esta actitud corrosiva mencionan una porción del profeta Jeremías, que te cito ahora:

«He aquí vienen días, dice el Eterno, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Yehudá [Judá].


Porque éste será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Eterno: Pondré Mi Torá en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Elokim, y ellos serán Mi pueblo.

Ya nadie enseñará a su prójimo, ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Eterno.’

Pues todos ellos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el Eterno. Porque Yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado.'»
(Irmiá / Jeremías 31:30-33)

Como siempre ocurre con estos mentirosos, se agarran de donde pueden para tratar de demostrar su validez.
Cuando usan versículos reales (cuando no los inventan directamente, o tergiversan su traducción) si prestamos atención encontramos como se demuestra que su religión es mentira, su dios colgado es falso, sus argumentos no tienen razón de ser, su espiritualidad es perjudicial.

Precisamente en el texto del profeta de la verdad que te cite se encuentra la demostración clara y directa de que el tal «nuevo testamento» es una aberración, una obra diabólica (en sentido figurado), un manual para corromper el alma y llevar a la perdición eterna.

1-

haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Yehudá [Judá]


¿No está dicho que el «nuevo pacto», el «brit jadasha» es entre Dios y los judíos?

Claramente está mencionado que es un pacto renovado con las familias de Israel, pero de ningún modo con las naciones del mundo.
Es un pacto renovado con los judíos, no con los gentiles.

Por tanto, cuando son los gentiles los que sostienen y avalan el «Nuevo Testamento», ¿están actuando con la verdad, o solamente llevan una enorme mentira como doctrina?

El «brit jadasha» es una renovación del pacto eterno que une al Eterno con los judíos.
El «nuevo pacto» de los cristianos (incluídos mesiánicos) es un invento humano, una alianza idolátrica, algo ajeno a Dios y directamente en Su contra.

En consecuencia,
el «Nuevo Testamento» (sea como le llamen) no es el «brit jadasha» que menciona el profeta Jeremías.
Son dos cosas totalmente diferentes.
Pero, los engañosos han usurpado un concepto sagrado «brit jadasha» para nombrar un libro lleno de contradicciones, de rebeliones en contra del Eterno, de sendas de error y pecado, de religiones que alejan de la salvación.

2-

Pondré Mi Torá en su interior y la escribiré en su corazón


¿No dice que el «nuevo pacto» es exactamente la Torá de Israel, pero que estará dentro del corazón de cada judío y no solamente como un libro?
Léelo, está ahí exactamente mencionado.

Dime una cosa. Si tú eres uno de los desgraciados (faltos de gracia divina, pues es un libro de perdición) que ha leído el Nuevo Testamento… ¿es eso la Torá, el Pentateuco, los Cinco Libros de Moshé entregados a Israel?

¿No dice el Nuevo Testamento que el «viejo pacto», es decir la Torá, ha sido superada, que es inútil, que es mala?
Así lo expresa con siniestra claridad el perverso Pablo, el gentil de Tarso.
Él anuncia la cancelación de la Torá, a la que llama Ley.
Él anuncia una época de gracia divina a través de la fe en el falso dios colgado.

Dime… ¿es realmente el Nuevo Testamento una copia fiel de la Torá que se incrusta en el corazón de los judíos?
O, ¿es el Nuevo Testamento un librillo de fantasías religiosas que toma dos o tres versos de la Torá, los tergiversa, y anula; pero que básicamente nada tiene que ver con la Torá, ni con la santidad?

En conclusión, el Nuevo Testamento NO es el brit jadasha anunciado por el profeta Jeremías.
Nada tiene de santidad, ni de validez, ni de comunión con Dios.

3-

Ya nadie enseñará a su prójimo, ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Eterno.’


Paso por los canales de TV y veo predicadores de cientos de ramas del cristianismo predicando a su (falso) dios y (falso) redentor, y (falso) mesías.
Los veo, y en sus manos tienen el Nuevo Testamento.
Los más perversos entre ellos, los mesiánicos y similares, tienen la desvergüenza de tener lo mismo pero en la tapa dice «Brit Hadasha», y Juan es Ioajanan, Mateo es Matitiahu, etc… pero sabemos que se trata del Nuevo Testamento disfrazado de «algo judío».
Ahí están esos predicadores, gritando, vociferando, levantando manos, manipulando emocionalmente a las masas de ovejas que los siguen. Allí ellos están vendiendo sus fantasías, insisten, golpean constantemente… y su mensaje es siempre: «debes conocer a tu salvador, a Jesús, y servilo».
¿No es así?

Paso por las emisoras de radio, y para mi dolor está poblado de pastores, predicadores, sacerdotes, falsos rabinos, etc., todos ellos cristianos, seguidores del colgado dios que a nadie salva.
Y su mensaje es: «conoce a Jesús, sírvelo, ámalo».

En las calles los graffitis, carteles, pancartas, de esta gente… lo mismo… insisten para que lo conozcamos al tal Jesús.

Los que tocan a tu puerta, te dan regalos, o te venden cosas… para insistentemente que conozcas a su dios…

Los que se meten en tu vida, te quieren controlar, te manipulan allí en donde estés, en tu trabajo, hogar, paseos públicos, buses, etc. esos misioneros… con insistencia te persiguen con una sola misión: conoce a Jesús, síguelo, sírvelo, ámalo.

Yo me pregunto: ¿acaso la gente conoce al Eterno, al Uno y Único Dios?
Los fieles a Él somos bien pocos, los judíos y noájidas somos un puñadito en el mundo.
Hay unos 1.100.000.000 de siervos del falso dios colgado.
Hay unos 20.000.000 de fieles al Eterno.

¿Te parece que la gente conoce al Eterno sin necesidad de que sea predicado?

En resumen,
el Nuevo Testamento ordena salir y ser misionero, conquisar corazones para Jesús y su religión. Está allí escrito, en ese libro de mitologías. No te pido que lo busques, porque está prohibido indagar en esos libros de perdición. Pero tú que has tenido la «mala suerte» de haberlo leído sabes que es así. Que es un deber del seguidor de Jesús ser misionero, predicarlo, conquistar el mundo para él, convertir a todos a su religión.

Ese Nuevo Testamento evidentemente NO ES el brit jadasha que pregona el profeta Jeremías.
El brit jadasha es un renuevo del pacto eterno entre Dios y los judíos, no es un libro, sino una certeza en el corazón de Israel. Es la Torá en el interior de cada judío. La Torá con la plena convicción y certeza de que Dios existe, es Uno y Único y no tiene nadie que se le compare o asocie.

Por lo visto, nada que ver el Nuevo Testamento con el brirt jadasha.

4-

Porque Yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado.


Los seguidores de Jesús son «pecado-céntricos». Su vida está dando vueltas todo el tiempo al tema del pecado. Te señalan con culpa, te tratan de pecador, te disriminan por tus errores, el pecado está en su boca todo el tiempo… tal como el Nuevo Testamento enseña a hacer.

Los fieles del Uno y Único somos «justos y buenos». Tratamos de ser constructores de Shalom. No nos interesa indagar en el pecado, ni juzgar o condenar al infierno a los demás todo el tiempo.

El Nuevo Testamento abunda en el tema del pecado, el infierno, el dolor.
el brit jadasha, el verdadero renuevo del pacto eterno entre Dios y los judíos habla de una época en la cual ya no habrá pecados, ya no se hará lo malo.
Y esto será así porque la gente tendrá la Torá en su corazón, realmente cada uno sabrá qué está bien y que no lo está, y cómo debe comportarse. Todos sabremos de la existencia del Eterno y conoceremos y cumpliremos con Sus mandamientos. En esas circunstancias nadie pecará, el pecado será algo del pasado, algo de lo que está muerto… como muerto está el Nuevo Testamento.

¿Te ha quedado claro lo que te he expuesto aquí?
Te pido que, por favor, pongas un resumen con tus palabras aquí abajo, en la sección para los comentarios.


Cuestiones que debieras trabajar para fortalecer tu identidad noájica

Te dejo aquí planteadas unas cuestiones muy interesantes que es oportuno que tú trabajes individualmente y luego en cooperación con tu grupo de noájidas.
Son preguntas o temas fundamentales, en muchas oportunidades.
Nos vendría muy bien que luego del trabajo propuesto publicaras comentarios que ayudaran a otros a reflexionar, ampliar el conocimiento, encontrar otras dudas a esclarecer, etc.
Se agradece tu cooperación.

  1. ¿Cuáles son mis/nuestras preguntas o dudas sobre la observancia de las 7 leyes noájicas?
  2. ¿Cuáles son los principios básicos en las reuniones de noájidas para no cometer errores o idolatría?
  3. ¿Cómo se puede compartir nuestros conocimientos de las 7 leyes con otras personas sin caer en «lo misionero»?
  4. ¿Cuáles leyes y festividades judías podemos tomar para cumplir o festejar?
  5. ¿Cómo desarrollar una exitosa transición de la idolatría al monoteísmo y luego a la fidelidad al Eterno?
  6. ¿Qué debemos aprender y enseñar acerca de la Unicidad de Hashem?
  7. ¿Cómo alimentar a un alma desnutrida e intoxicada por el venenoso pan espiritual del cristianismo?
  8. ¿Es necesario aislarse de lo «mundano» para crecer espiritualmente?
  9. ¿Cuáles son las condiciones o qué se necesita para abandonar la idolatría?
  10. ¿Qué es y cómo alcanzar el arrepentimiento completo?
  11. ¿Cuáles son las guias para transitar el Buen Camino?
  12. ¿Qué hay de cierto en cuestiones como suerte, adivinación, símbolos supersticiosos, etc.?
  13. ¿Qué hay mas allá, después de esta vida?
  14. ¿Es necesaria y buena la conversión al judaísmo del noájida consciente de su identidad y activo en cultivarla?

Espero tus/sus respuestas.

Hasta luego.

El Secreto de una Familia «la Familia Rothschild»

¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de la ilustre familia Rothschild, célebre tanto por su inmensa fortuna como por sus buenas obras?

Su fundador fue Meyer-Anschel Rothschild, nacido en Frankfurt, hace más de doscientos años, pertenecía a una familia que se distinguía por su religiosidad. Su padre, Moisés Rothschild, que falleció un año después del Bar Mitzvá de Meyer-Anschel, quería que su hijo fuese Rabino. En lugar de ello, fue uno de los banqueros más famosos del mundo, lo que no le impidió seguir cumpliendo la Torá en la forma más estricta. ¿Cómo es que este joven huérfano, nacido en el ghetto de Frankfurt, reunió una fortuna tan extraordinaria? He aquí la historia, en la que fue protagonista principal Moisés Rothschild.

En la pequeña ciudada de Galitzia llamada Tchorkow, la comunidad judía eligió un día, como máximo dirigente espiritual, a un rabino conocido a la vez por su gran piedad y por su vasta erudición. Su nombre era Tzvi Hurwitz, pero cariñosamente lo llamaban Rab Herschele Tchorkower.

Considerado por todos como un Tzadik, numerosos habitantes venían a pedirle un consejo o una bendición. Estaba siempre dispuesto a ayudar al prójimo y especialmente a las viudas y necesitados, para los cuales realizaba colectas especiales. Como inspiraba una confianza total, todo aquél que deseaba efectuar una donación, no encontraba nada mejor que hacerla por medio del santo Rabino.

Es comprensible que una persona con tantas responsabilidades, necesitase un ayudante, este cargo lo tenía el joven Moisés Rothschild. El sueldo no era particularmente elevado, pero Moisés era feliz por poder estar cerca del Tzadik. Desempeñó sus tareas con gran entusiasmo y en poco tiempo ganó la confianza de todos y fue considerado como un miembro de la familia.

Pero llegó el tiempo en que Moisés deseó fundar su propio hogar. Se casó con una joven judía de Sniatyn y se estableció allí donde su suegro, y lo ayudó a instalar un pequeño negocio.

Un tiempo después, el día antes de Pésaj (Pascua hebrea), durante Bedikat Jametz (búsqueda de productos prohibidos en Pésaj), Rab Herchele Tchorkow descubrió que le habían robado una bolsa con quinientas golden (moneda del lugar), del cajón de su escritorio. La suma era considerable y cons-tituía el ahorro de personas no pudientes que, con gran esfuerzo habían logrado reunir algún dinero y se lo habían confiado al Rabino.

¿Qué podía hacer? La suma era demasiado grande para reembolsarla, pero su pena era aún mayor al pensar que alguien de su propia casa pudo realizar una acción tan reprensible. Además, había un detalle, lamentable por su presición, que lo atormentaba: sólo una persona, además de él, conocía la existencia de la bolsa en el cajón del escritorio: era Moisés Rothschild. El Rabino había depositado en él toda su confianza y no hubiera soñado siquiera una acción tan baja de su parte. De todas maneras, era necesario rendirse ante la evidencia. ¿Era posible que Moisés, ante gastos tan urgentes para formar su nuevo hogar, hubiese tomado el dinero a título de préstamo? El muchacho era honesto; seguramente devolvería el dinero lo antes posible.

Después de llegar a este razonamiento, que era el único posible, el Rabino decidió no contar nada a nadie. No había que causar daño en la colectividad, y menos aún acusar a nadie de robo. Pensaba hablar con Moisés y aclarar el asunto con él sin que nadie se enterase. Por lo tanto, al tercer día de Pésaj, alquiló un carro a caballos y fue a Sniatyn para ver a su ex-ayudante. Su partida no sorprendió a nadie en la colectividad. El Rabino acostumbraba realizar pequeños viajes. Pero quien se sorprendió fue Moisés, al verlo entrar de manera tan inesperada, en su modesto negocio.

Cuando ambos estuvieron solos, el Rabino con mucho cuidado, relató a Moisés el motivo de su visita. Le dijo cómo había descubierto la desaparición de la bolsa, asegurándole que ni paso por su mente la idea de robo.

¿Acaso Moisés, apremiado por la necesidad, había querido tomar prestado el dinero por cierto tiempo? Ciertamente, aún con esta intención, tal gesto era contrario a las leyes; pero suele suceder que el ser humano ceda a la tentación. De todos modos, si reparaba su falta, podía estar seguro de que D’s lo perdonaría. El Rabino también estaba dispuesto a perdonarlo. Además Moisés podía contar con su entera discreción: nadie se enteraría jamás de lo sucedido. El Rabino concluyó diciendo que si esa suma le hubiese pertenecido, no habría tratado de recuperarla. Pero aquel dinero era propiedad de viudas, huérfanos y gente pobre, cuya vida misma, de él dependía.

A medida que el Rabino hablaba, Moisés empalidecía y su mirada se llenaba de inmensa tristeza. De pronto no pudo contener sus lágrimas: seguramente ya lo atormentaba el remordimiento. Al menos, el Rabino lo interpretaba así y esto acrecentó su estima por Moisés.

Este, no trató de negar nada; permaneció en silencio, sin defenderse. Instantes después abrió su caja, vaciándo su contenido; lo contó y se lo entregó al Rabino sin una palabra. Luego le pidió que esperase un momento pues iría a ver con qué completar la suma.

Pasó un rato. Cuando Moisés regresó, la misma angustia alteraba sus rasgos. Le dijo al Rabino que, a pesar de sus esfuerzos, no llegó a reunir más que la mitad de la suma. Pero si el Rabino tendría paciencia, se comprometía a completar escrupulosamente la otra mitad, con pagos sucesivos.

El Rabino se sentía feliz del cariz que tomaban los sucesos. Siempre había pensado que Moisés era un muchacho bueno y honesto. Su actitud en la presente situación, lo confirmaba. Además ¡qué alivio saber que los pobres huérfanos y las viudas no sufriran ningún perjuicio! Tenía la certeza que Moisés cumpliría la promesa.

En efecto, fiel a la palabra dada, sin que jamás hubiese que recordárselo, el jóven envió regularmente a Rabbí Herschele, pequeñas sumas de dinero hasta completar los quinientos golden. Este último hallaba por fin, la paz que aquel grave accidente había turbado. En su mente, ese asunto sólo quedaría en el recuerdo; y si alguna vez pensaba en ello, sería sólo para admirar la dignidad y bondad con las cuales podía actuar un simple joven como Moisés, quien con tanta abnegación había reparado una falta cometida en un mal momento.

Cierto día en que Rabbí Herschele estaba profundamente sumido en el estudio, llegó a su casa un mensajero que venía de parte del Jefe de Policía de la ciudad. Este último, disculpándose por molestar al Rabino, le informó que desea verlo por un asunto urgente y que un coche lo esperaba en la puerta para conducirlo.

El Rabino no tenía la menor idea del motivo del llamado; se encomendó a D’s, esperando que ningún peligro amenazara a la colectividad y se apresuró a acompañar al mensajero.

El jefe de policía lo recibió amistosamente y le preguntó si en el último tiempo, no le habían robado nada en su casa.

Rabbí Herschele le respondió que si refería a cierta suma que se la había desaparecido, en la actualidad ya la había recuperado. Ante estas palabras, el jefe de la Policía pareció muy sorprendido y le pidió que le contase lo sucedido.

-«Si Ud. me promete no emprender ninguna acción contra un inocente que, además, ya reparó su falta, le contaré todo», respondió Rabbí Herschele.

El jefe de la policía se lo prometió. El Rabino le dio los detalles que deseaba sin omitir uno solo.

-«¡Uds. los judíos, son verdaderamente extraordinarios! ¡Jamás en mi vida oí cosa semejante!», exclamó lleno de admiración el jefe de Policía.

Después de decir esto, abrió un cajón del escritorio, y sacando una bolsa, preguntó: «Sr. Rabino: ¿reconoce esto?».

Esta vez el sorprendido fue Rabbí Herschele. ¡Era su bolsa, la misma que había desaparecido en víspera de Pésaj!

El jefe de Policía se alegró del efecto causado. Esperó unos instantes. Luego llamó y cuando apareció un subordinado, le dijo: «¡Tráelos!». El policía regresó rápidamente con una mujer y un hombre con las manos esposadas.

-«¿Los conoce Ud.?», preguntó el jefe de Policía al Rabino. -«¡No!», respondió este último cada vez más intrigado. -«Absorbido por los libros, como Ud. está siempre, no se fijó en la cara de la doméstica que limpia su casa. Pero poco importa que la reconozca o no, pues ya confesó todo».

Y luego de ordenar que se llevaran a la pareja, el jefe de Policía relató al Rabino su historia, la verdadera. Días antes de Pésaj, la mucama había hecho una gran limpieza en la casa y encontró la bolsa que Rabbí Herschele guardaba en el cajón de su escritorio; la escondió y luego se la llevó a su casa en las afueras, donde vivía con su marido.

Ambos decidieron enterrar el botín en el granero, para que no despertara sospechas. Pero el marido, era un ebrio consuetudinario, y no pudo resistir la tentación de sacar algo para satifacer su pasión. Así es que tomó una moneda y se fue a la hostería. Cuando el posadero le preguntó cómo había obtenido aquella moneda de plata, le contestó que la había encontrado. Pero al día siguiente volvió con otra moneda, y lo mismo hizo al día siguiente. Entonces el posadero empezó a sospechar y advirtió a la policía.

El hombre fue detenido y negó todo; pero algunos latigazos lo hicieron confesar. La bolsa fue encontrada casi intacta, ya que no faltaban más que las tres monedas gastadas en la hostería.

-«Es suya, llévesela», dijo el jefe de policía al Rabino. Este sonreía; su satisfacción era enorme. Sin embargo no dejaba de estar intrigadopor la conducta de Moisés que no sólo no se había defendido al aparecer como sospechoso, sino que hasta había pagado, por un robo cometido por otro.

El Rabino se fue con el corazón desbordante de alegría y se apresuró a visitar a Moisés.

-Reb Moshé,- le dijo luego de haberlo saludado- espero que quieras perdonarme». «¿Por qué – le preguntó con los ojos llenos de lágrimas -No me dijiste que no habías tomado el dinero?»

Su colaborador le respondió que la posible desdicha de los pobres huérfanos unida a las angustia del Rabino, lo habían conmovido profundamente. Si hubiera dicho la verdad negando ser el autor del robo, el Rabino no hubiera aceptado su ayuda pues la hubiera considerado un sacrificio demasiado grande. En efecto lo fue, pues debió empeñar todo lo que poseía para poder reunir la suma que le entregó al Rabino el primer día; además debió economizar moneda sobre moneda para formar el resto. Pero aquel sacrificio era necesario, pues sabía que Rabbí Herschele no podría reunir aquella suma.

El Rab estrechó a Moisés en sus brazos y le dió su bendición, pidiendo a D’s que le diese una gran fortuna para que siempre pudiese ayudar a los pobres necesitados.

-«Aquí está la suma que tan generosamente pagaste de tu bolsillo. Vuelve a Frankfurt donde tendrás mejor ocación de hacer buenos negocios y cumplir buenas acciones. Que D’s esté contigo, con tus hijos y con los hijos de tus hijos en todas las generaciones futuras».

La bendición de Rabbí Herschele Tchorcower no fue dada en vano. Moisés Rothschild fue un gran comerciante en Frankfurt, dedicándose también a operaciones de cambio muy ventajosas. Su hijo Meyer-Anschel Rothschild tuvo aún más éxito que él. Sus cinco hijos, que se establecieron, cada uno en otra capital de Europa, ayudaron a acrecentarla.

La fortuna creada por Moisés creció y se multiplicó de generación en generación. Un nieto de Moisés, el barón Edmond de Rotschild, que encabezaba la casa Rotschild y vivía en Francia, se distinguió particularmente por su acción en favor de sus correligionarios, ayudándolos por todos los medios posibles, lo que le valió el apodo de «HaNadib HaYadú’a» (el Ilustre Benefactor). Su vida fue larga. Murió en París (en 1934) a los noventa años de edad.

Es de gran merito hacer obras de Justicia social “Tzedaka” este es un relato que hace tiempo lo lei y me gusto, la nobleza y el sacrificio siempre son bien recompensados cuando se hacen en pro de la Justicia verdadera.

Referencias

http://www.masuah.org/cuento%20el_secreto_de_una_familia.htm

Resp. 482 – Relación personal con persona con algunos desequilibrios emocionales

Pregunta desde México:
Si un noajida conoce a una persona «x» cuyo desbalance emocional (el innato por asi decirlo) es mayor, comparado con el propio (desbalances en los poderes emocionales del alma).Y esta persona «x» desea corregir esta tendencia.
1.¿Se debe abandonar cualquier relación con esta persona y desearle que corrija sus desbalances?
2.¿Se debe compartir como noajida alguna relación-amistad, compañerismo, etc- con esta persona?
(sin saber si la persona compremetida con los siete podra corregir su actitud y por consigiente podria traer más desbalance)?
¿Que se debe hacer?
Gracias, Moré.

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Ganar dinero con el Conocimiento

Ganar dinero con el conocimiento es algo completamente ético y moral. Es exactamente lo que hacen las universidades privadas, los institutos de capacitación, cada libro que encuentras en una librería, cada persona que dicta conferencias, talleres, cursos y pon el etcétera que desees.

Es una manera legítima de ganarse la vida o hacer algo -o un montón- de dinero.

¿Por qué habría una persona de regalar algo que le costó tiempo y trabajo realizar?

¡No tiene sentido!

Cada persona en la vida tiene la libertad -y el deber- de ganase su sustento por medio del intercambio de valor por dinero y el conocimiento es una manera de hacerlo y no difiere en absoluto de quienes lo hacen vendiendo productos o servicios.

Incluso si lo que enseñas no es de tu cosecha, tienes todo el mérito de saber dónde están las fuentes, recopilar, dar forma y entregar esa información de manera práctica para que otros la puedan disfrutar, lo único que deberías hacer en ese caso es citar tus fuentes, darles el reconocimiento que les corresponde-

Pienso con sinceridad que cuando nos sentimos incómodos con el hecho de que otros lucren y hagan dinero, aun cuando lo están haciendo de una manera completamente ética, es que hay justamente lo que se ha dicho con anterioridad:

Una concepción errada sobre el hecho de ganar dinero, relacionada en este caso con que lo espiritual está reñido con la riqueza cuando en realidad están ligadas, y puedes ser tan espiritual en tu vida como rico. De hecho las personas ricas que conozco y que uso como modelos financieros, son personas profundamente espirituales (y no me refiero a religiosos) y tienen todo tipo de libros y productos de pago -y gratuitos tambien- sobre espiritualidad, prosperidad y temas relacionados.

Finalmente, cuando leamos acerca de donar dinero a quien nos enseña, y nos sintamos incómodos, pensemos en que muy posiblemente aun no hemos aprendido a ser agradecidos.

Dona a Fulvida!

Da y enriquécete. Parte II

Como ya saben porque lo se ha enseñado muchas veces, donar parte de tus ingresos de manera regular (todos los meses) es una de las prácticas que hacen que lo que tenemos se multiplique y siempre tengamos más y más.

Una de las formas de donar es devolver algo a aquellas personas o instituciones que han sido fuente de inspiración para ti y que te han enseñado lecciones importantes de vida.

En el libro “Mi primer millón” leí una frase sobre esta manera de donar que se me quedó grababa porque me parece hermosa. Dice así:

Siempre hay que devolver algo a los pozos de los que sacamos de beber”

Además en el libro de Anthony Robbins leí algo similar, algo que él mismo puso en práctica al regresar al instituto en el cual cursó sus estudios. Les copio el párrafo:

… cuando llegué me enteré de que se había suprimido, por cuestiones de presupuesto y por falta de interesados, un curso de oratoria que a mí me había servido para expresarme mejor. Así que hice una donación para financiar la continuación de ese curso. Devolví una parte de lo que había recibido. Y no lo hice porque yo sea muy buena persona, sino porque era una deuda que tenía contraída. Y cuando uno debe algo ¿no es agradable darse cuenta de que puede pagarlo? Para eso sirve el dinero en realidad. Todos tenemos deudas positivas; el mejor motivo para tener dinero es que nos permite saldarlas”.

Dona a FULVIDA, lo necesitas.

Da y enriquécete. Parte I


Una de los asientos de la holgura es el dar. Todo lo que das retorna a ti multiplicado, si das cariño, recibes cariño, si das compañía recibes compañía, si das comprensión recibes comprensión, si das dinero recibes dinero.

Teniendo en cuenta esta ley de la reciprocidad, ley del retorno, uno de los consejos más comunes y populares para incrementar nuestras ganancias es el de donar una parte de nuestros ingresos. La donación debe hacerse regularmente en toda fuente de ingresos de que dispongas. Un porcentaje de manera consistente. Hay quienes hablan del 1%, hay quienes hablan del 10%. Sólo ten en cuenta al donar que es proporcional lo que donas y lo que te retorna.

Cuando comienzas a entregar tu dinero éste se empieza a multiplicar poco a poco y si al principio no puede verlo de esta manera (quizás pensarás que tu dinero aumenta como consecuencia exclusiva de tu trabajo) debes tener en cuenta que el universo retorna todo lo que recibe. Las fuentes para recibir ese retorno son múltiples y es probable que no te llegue de donde tu esperas, pero como te dije se trata de una ley, es impersonal y funciona tanto si crees en ella como si no.

A lo mejor se te ocurra pensar en el hecho de que tu donación sea interesada y piensas que esto reste la eficacia de tu donación. Esto no tiene importancia. Muchas de las cosas más hermosas de la vida se mueven basadas en interés, no hay nada de malo en el interés, de hecho si el interés en hacer mucho dinero es lo que te mueve a actuar entonces estamos hablando de algo positivo que te impulsa a salir de tu sedentarismo, emprender acción, donar y poner tu dinero a circular. Lo importante es el hecho.

Además si donas una vez, es muy seguro que lo hagas otra y otra y otra y otra vez hasta que este hábito forme parte de tus costumbres. Donar tiene todo de positivo. Y te digo más, si la primera vez que donas tu dinero sientes esa molestia propia de quien no conoce las leyes de la prosperidad, es normal, la segunda vez que lo hagas será menor y después lo harás con total naturalidad y desprendimiento, cuando ello suceda habrás dado un paso gigante en tu camino a la prosperidad económica, pero todo comenzó con un paso, vacilante o decidido, pero comenzó así.

¿A quién donar?

Lo importante al donar es poner tu dinero a circular. Seguramente harás una loable labor si donas dinero a personas necesitadas, pero vamos a convenir que eso no les cambiará la vida por mucho tiempo, así que no te sientas culpable si decides que tu donación estará mejor en manos de una organización (fulvida por ejemplo) que hayas elegido o en manos de alguien que indirectamente te ha ayudado a formar tus conocimientos (el Moré por ejemplo). Por supuesto puedes donar a personas en estado de pobreza, bien sea que las elijas personalmente o que lo hagas por medio de instituciones de caridad y cuando tengas mucho, mucho dinero está en tus manos mejorar sustancial y consistentemente la vida de un grupo de personas necesitadas, tener mucho dinero tiene todo de bueno.

Estoy de Mal Genio.

Algunas personas parece como si se rodearan de alambre de espino, como si se convirtieran en un cactus, que se encierra en sí mismo y pincha.

Y luego, sorprendentemente, se lamentan de no tener compañía, o de que les falta el afecto de sus hijos, o de sus padres, o de sus conocidos.

La verdad es que todos, cuando pasa el tiempo, casi siempre acabamos por lamentar no haber tratado mejor a las personas con las que hemos convivido: Dickens decía que en cuanto se deja atrás un lugar, empieza uno a perdonarlo.

Cuando nos enfadamos se nos ocurren muchos argumentos, pero muchos de ellos nos parecerían ridículos si los pudiéramos contemplar unos días o unas horas más tarde, grabados en una cinta de vídeo.

Pero no vale la pena Algunos piensan que más vale dar unas voces y desahogarse de vez en cuando, que ir cargándose de resentimiento reprimido. Quizá no se dan cuenta de que la cólera es muy peligrosa, porque en un momento de enfado podemos producir heridas que tardan luego mucho en cicatrizar.

Hay personas que viven heridas por un comentario sarcástico o burlón, o por una simpleza que a uno se le escapó en un momento de enfado, casi sin darse cuenta de lo que hacía, y que quizá mil veces se ha lamentado de haber dicho.

Los enfados suelen ser contraproducentes y pueden acabar en espectáculos lamentables, porque cuando un hombre está irritado casi siempre sus razones le abandonan. Y de cómo sus efectos suelen ser más graves que sus causas nos da la historia un claro testimonio.

Pero con prudencia ¿Entonces, no hay que enfadarse nunca? Fuller decía que hay dos tipos de cosas por las que un hombre nunca se debe enfadar: por las que tienen remedio y por las que no lo tienen. Con las que se pueden remediar, es mejor dedicarse a buscar ese remedio sin enfadarse; y con las que no, más vale no discutir si son inevitables.

A veces, enfadarse puede ser incluso formativo, por ejemplo para remarcar a los hijos que algo que han hecho está mal, pero serán muy poco frecuentes. Hace falta un gran dominio propio para hacerlo bien.

El mal genio deteriora la unidad de la familia. Y cuando uno se inhibe o se desentiende hace daño, pero cuando desune hace quizá más.

Señores del carácter Muchas veces, además, carga con el mal genio el menos culpable, el que más cerca está, incluso el propio mensajero de la mala noticia. Y es terriblemente injusto. «Voy a decirle cuatro verdades…», ¿y por qué han de ser cuatro? Sólo con eso ya veo que estás enojado.

Es verdad que el ánimo tiene sus tiempos atmosféricos. Que un día te inunda el buen humor como la luz del sol, y otro, sin saber tú mismo bien por qué, te agobia una niebla pesada y basta un chubasco, el más leve contratiempo, un malestar pasajero, para ponerte de mal humor. Pero debemos hacer todo lo posible para adueñarnos de nuestro humor y no dejarnos llevar a su merced

Los expertos estudiaron a 14 mil adultos, comprobando que aquellos que tienden a enfadarse con facilidad poseen un mayor riesgo de desarrollar un infarto cerebral, incluso con niveles altos de colesterol HDL ó «bueno».

El estudio –en línea con trabajos anteriores que han asociado una personalidad agresiva con el riesgo de enfermedad cardiovascular– muestra que enfadarse con uno mismo eleva ligeramente el riesgo de ictus pero, a medida que aumenta el mal carácter, las posibilidades de sufrir crecen tres veces entre los participantes de 60 años de edad o menores.

Además, los individuos con mal carácter pueden tener mayor aumento de la presión arterial, la vasoconstricción y de sustancias que favorecen la formación de coágulos sanguíneos, y en su cuerpo se descargan hormonas como la adrenalina, que pueden dañar las paredes de los vasos.

Por otra parte, la ansiedad y la ira suelen ser el precedente y la causa de ciertas enfermedades físicas, sobre todo trastornos cardiovasculares, y en especial si aparecen juntas y se mantienen en el tiempo, de acuerdo a algunos expertos en trastornos emocionales.

Fuentes:
Azcentral.com