«Hace dos semanas, en Mendoza (Argentina), un menor de 11 años ingresó a un local de informática con fines de robo. Una vez en el interior del lugar, apuntó con un revólver contra el comerciante, apretó dos veces el gatillo, pero la bala no salió, por lo que el precoz delincuente escapó del lugar.»
Impresionante, recu erdo que a mis once años solo deseaba jugar a las escondidas!!!… Me agradaba también el poliladron (juego de policias y ladrones), pero no a tal extremo!!!
¿Que es lo que deseaba ese muchachito? ¿Que necesitaba? ¿Cuál era su objetivo?…
Sin duda iba a todo o nada…apretó dos veces el gatillo, pero la bala no salió…
Estamos en una generación parecida o quizas más peor de la que se encontraba nuestro ancestro Noaj.
«Ha llegado ante Mí el fin de toda la carne, pues la tierra esta llena de hurto…Génesis 6:13″…
La torá nos resalta explícitamente la causa del diluvio, el robo. Una persona tiene a cada instante la oportunidad de robar, en su casa, en su trabajo, en la calle,etc. Pero…¿cuál habra sido la causa de dicha actitud con respecto al muchacho?…no lo sabemos, pero lo que sí sabemos, es que la bondad empieza por casa, con nuestros padres, allegados, familiares, tutores,etc. Los padres son responsables por las acciones de sus hijos sean buenas o sean malas, tal como esta escrito: » Como flechas en mano del valiente, así son los hijos de la juventud…Salmos 127:4″, es decir, Hijos formados con una sólida estructura ética y moral son como flechas disparadas por un arquero: el mérito no es de la flecha sino del arquero que la disparó. Del mismo modo, la virtud de tales hijos no es mérito de sí mismos, sino de los padres que supierón encauzarlos. Lo mismo para lo contrario.
Si un padre o madre roba y le enseña a sus hijos a no hacerlo ¿que se puede esperar? suelen decir: «Haz lo que yo digo no lo que hago». Siendo que lo principal es dar el ejemplo. No hay excusas.
Lo más triste es que al fín y al cabo terminan por perder, tal como sucedió en la epoca diluviana. No solo perdierón sus vidas, sino también la oportunidad de ganarse el pasaje hacia el Mundo Venidero.
«Cuando D-os le ordenó a Noaj: «dos de cada uno traerás al arca». Todas las criaturas entrarón en pareja. El Engaño también queria entrar al arca. Noaj le dijo: «no puedes entrar sin tu pareja».
Engaño fue en busca de pareja y encontró a Necesidad. ¿De donde vienes? Preguntó Necesidad. Vengo del arca de Noaj, queria entrar, pero fui expulsado por falta de pareja, ¿quieres tu ser mi pareja?…
Con gusto- Contestó Necesidad- pero ¿que me ofreces a cambió?.
De lo que yo consiga tu puedes tomar.
Trato hecho- Dijo Necesidad.
De esta forma Engaño y Necesidad entrarón al arca juntos siendo pareja eterna: Lo que Engaño consigue Necesidad se lo lleva…
«Si contradices La voluntad de Tu Amo, pierdes todo. Si haces la Voluntad de Tu Amo, ganas mucho y mucho…»
Todo esto depende de la percepción que uno tenga de D-os o del pacto noajico.
«Cierta vez, Rabí Iosef Zundel de Salant contrató a un cochero para que lo llevará a la gran ciudad, en vista de que era «día de mercado». Ya en camino, lejos de su aldea, pasarón por un campo, dentro de cuyos límites había una gavilla de heno, que llamó la atención del cochero.
– Seguramente nadie notará la falta de una gavilla como esá- Pensó para sí el cochero-, mientras detenía el carro.
Antes de apearse miró al Rabí y vió que estaba dormitando; miró mas allá, hacia el camino, y no había nadie; miró al campo hacia un lado y hacia otro, y tampoco había nadie. Aprovechó la ocasión y se dirigió rápidamente a la gavilla. ¡Era su oportunidad! Y en eso estaba, levantandolá, cuando el Rabí le advirtió:
-¡Cuidado, estan observandote!
El cochero se asustó, soltó la bolsa y se lanzó hacia el carro en desesperada huida. Cuando logró serenarse, contempló a su alerededor para ver quién le estaba observando. Pero para su asombro no vio a nadie.
-¿Quién estaba mirando?- preguntó el cochero al patrón con cierto aire de desconfianza.
-¡Sí, sí!- Dijo el Rabí- , ¡estaban observandote!
-¿Quién? ¡Yo no veo a nadie!- Retrucó el cochero girando la cabeza hacia uno y otro lado tratando de hallar al espectador que lo habría descubierto.
– Estas confundido- Respondió el Rabí levantando sus ojos y señalando hacia el cielo- estaban mirándote; no desde el campo, sino desde allí Arriba.»
A todo momento hay un Ojo que lo observa completamente todo, nada se escapa, por más que nos engañemos nosotros mismos…
A luchar y crecer en Noajismo en esta generación tal como nuestro ancestro del cuál esta escrito: «Noaj fue un hombre justo…Noaj anduvo con El Eterno».
Los ejemplos sobran, los fieles a El Eterno son contados con los dedos…