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Presentación

Todo aquel que se compromete a
cumplir con los Siete Preceptos Universales,
se lo denomina un gentil “devoto”
y es merecedor del Mundo Venidero

Maimónides en las leyes de Reyes (8:11).

Buen día lector apreciado.

Antes de presentarnos, te invito a que leas algunas de las preguntas que frecuentemente se hacen los recién llegados a este hogar.

¿Qué es el noajismo?
¿Qué es y qué hace un noájida?
¿Qué es ser espiritual?
¿Es esto una religión o una secta?
¿Me pedirán el diezmo o dinero?
¿Hacen milagros o magia?
¿Es una organización judía o judaizante?

Son algunas interrogantes que recibimos, muy válidas y bienvenidas por cierto.
Déjame que te explique un poquito, porque luego tienes todo el resto del hogar FULVIDA para aprender.

El Creador diseñó un universo maravilloso, espléndido, cada día la ciencia está descubriendo la huella del Creador y Su sabiduría majestuosa.
Este universo enorme, complejo y fascinante se comporta de acuerdo a reglas firmemente establecidas por el Creador. Él no dejó nada al azar, ni siquiera el propio azar.
Cuando en Su perfecta sabiduría nos creó, nos dotó del poderoso tesoro del libre albedrío, característica única que nos diferencia de ángeles y animales. Nosotros podemos elegir entre hacer lo bueno o hacer lo malo. Solamente nosotros podemos hacerlo.
Para entrenarnos en el camino del bien, para que sepamos vivir de acuerdo al bien, el Eterno nos confirió mandamientos. Siete mandamientos fundamentales y universales, que nos contienen, que nos delimitan, que nos entrenan juiciosamente para ser personas buenas y justas.
Todas las personas deben conocer estos mandamientos y cumplirlos.
De esto depende el Shalom, la paz, la integridad, el bienestar, la constante tarea de perfeccionar el mundo para llevarlo a su máximo posible.
Las antiguas generaciones perdieron el rastro de los Siete mandamientos, los fueron olvidando, corrompiendo, o perdiendo el rastro que los vinculaba con el Padre Celestial.
Pero, una nación se mantuvo fiel, a pesar de los contratiempos numerosos que padeció. La nación judía mantuvo vivo el legado para todas las naciones, preservó el espíritu de vida que el Padre Celestial destinó para la humanidad entera.
Al día de hoy se está dando un poderoso despertar entre las gentes, más y más se quitan de encima las pesadas cargas de doctrinas ajenas a Dios, y se ponen a la búsqueda de la Verdad, del Buen Camino.
Para ayudarte y orientarte a encontrar la senda de la Luz hemos creado el sitio FULVIDA.com, y ahora también llega a tus manos este texto.
Léelo, estúdialo, cuestíonalo, pregunta, critica, aprende, libérate, crece.
Te espero en la Buena Senda, a la Luz del Eterno para ser constructores de Shalom, pues tal es nuestra misión en Este Mundo.
Te deseo plenitud y bendición.

El hombre y su camino

El hombre es un ser creado por Di’s a su imagen y semejanza.

Al escuchar esto, normalmente se cree que la biblia habla de la forma de Di’s, imagen y semejanza física. Sin embargo, la palabra imagen como viene en la biblia original es tzalmenu, que deriva de tzelem.

Por tzelem ha de entenderse como la capacidad intelectual y moral del ser humano, tal como Di’s entiende y distingue intelectual y moralmente.

Semejanza está escrita como bidmutenu que proviene de demut. Igualmente se refiere con estados interiores y no por semejanzas físicas.[1]

El hombre, desde el principio de los tiempos ha buscado continuamente acercarse a Di’s, sin embargo por más noble que parezca este camino, la humanidad siempre se ha encontrado con obstáculos difíciles de vencer como el ego, la ignorancia, las mentiras, las pasiones que enceguecen el corazón, la mente y la razón, la tiranía, el poder, el beneficio personal, etc. Alejándose del camino para construir uno propio según la comunidad, creencia, etc.

Sin embargo lejos de acercarse más al ETERNO se van alejando mas y mas a una velocidad impresionante al defender sus creencias, con prejuicios y mentiras causando guerras, divisiones y odio entre pueblos y comunidades.

«amar a tu prójimo como a ti mismo» (Vaikrá / Levítico 19:18) se acerca más a una publicidad religiosa que en una acción o en una enseñanza, ojo que no digo que en todos los casos han sido así, pero es una triste realidad que se nos enseña mas a evitar a gente de otra comunidad que a tratarla como a TI te gustaría que te tratasen.

Lejos de la filosofía griega y algunas religiones, el hombre no radica en el alma, la tradición judía entiende que radica en el quehacer y proyecciones hacia su semejante. Ahora le toca a los noajidas entender eso.

El amor no pasa por el sentimiento, sino por la acción.

Entonces ¿que entendemos con esto? Amar al prójimo es amar a Di’s, causar un mal al prójimos es como si causaras un mal a Di’s, acercarse al prójimo es acercarse a Di’s, ¿Por qué? Porque está escrito: “con la imagen de Di’s hizo al hombre” (Génesis IX, 6)

La vida, el tesoro más grande que Di’s nos ha dado, y el mundo donde nos encontremos debe ser el campo de acción, tomando las responsabilidades de nuestras acciones y cumpliendo la ley que EL ETERNO nos ha dado, cumpliendo su voluntad.

Y ya nada mas para despedirme les dejo una cancion que, a lo mejor no tiene caso con el tema, pero de todas formas tiene un buen mensaje, aparte me late un chorro.

Jose Jose – Amar y querer

Que todos sepamos construir Shalom y que Di’s nos bendiga.


[1] http://serjudio.com/rap701_750/rap744.htm, Mas que figura, 26 de junio, 2008, Yehuda Ribco,

Cuento: Un Joven y su Camino.

El siguiente es un cuento que ideé algo breve al principio, pero que a medida que lo escribía se me ocurrían ideas, y más ideas, por lo que no pude evitar hacerlo extenso. No soy literato ni tengo experiencia en escribir relatos, sólo me apoyé en algo de conocimiento, otro poco de lectura de la cual pudiera influenciarme, otro poco de sentido común, pero creo que valdría la pena leerlo si es que se tiene algo de tiempo, o si quieren cópienlo y péguenlo en un word, como deseen. Espero que les guste. Shalom.

Sebastián.

Había un joven y junto a él su familia y algunos amigos. Su familia era su padre, su madre, hermanos y algunos parientes. Siempre juntos andaban en la vida, compartían todo y todos se amaban mutuamente, algo que nunca se rompería era los lazos de amor eterno que entre ellos había.

Cierto día caminando sólo Di-s sabe dónde, divisaron a lo lejos un lugar donde había un tumulto de gente, y por curiosidad se acercaron hacia ahí. Notaron al llegar que de ese lugar nacían varios caminos, cada uno tenía un cartel en la entrada y muchas de las personas empezaban a tomar estos varios caminos.

Se acercaron más a leer lo que estos carteles decían, así fué como leyeron uno que expresaba: » El Camino del Gentil Justo», y tenía un símbolo, como un arco iris. Este camino les inspiraba confianza, y resplandecía con claridad desde adentro, pero notaban que eran poquísimas las personas que entraban acá. Les parecía raro, nunca habían escuchado hablar sobre un gentil justo, ni imaginaban por qué tenía tal símbolo, sin embargo no se detuvieron a pensar mucho en este asunto, más, siguieron leyendo los carteles de los otros caminos.

Había otro cartel que dictaba: »Camino de la Salvación», y éste tenía como símbolo una cruz, sin embargo no les parecía raro, puesto que ya antes de llegar al lugar habían oído mucho sobre este camino. Comprobaron lo que habían oído al ver que muchas personas, la mayoría, eligían éste. Además, éste camino al igual que el anterior, también les inspiraba confianza e irradiaba casi la misma claridad, apenas algo menos, y al ver que eran muchas las personas que entraban por ahí comenzaban ya a decidirse por éste camino. Así la familia y amigos del joven empezaron a entrar, pero el joven se detuvo un momento para pensar, y les dijo que se adelanten, que ya los alcanzaría.

Antes de entrar decidió ver los letreros de los otros caminos. Notó pues que había varias entradas que simplemente decían »camino», o »camino sin retorno», y varios otros. Por último vió que había uno cuyo cartel tenía la leyenda »Camino de la Torá», y tenía como símbolo una estrella de seis puntas.

Acá se detuvo por un instante, se asombró al ver que era la única de todas las entradas que estaba cerrada, cercada por un alambrado de una especie de acero inmenso y que parecía llegar a los cielos. El joven no llegaba a distinguir hasta dónde llegaba, pues escapaba a su vista al mirar hacia arriba. Pensó que cómo es que hay un camino cuya entrada está bloqueada, no tenía sentido para él.

Pronto había menos gente, ya todos iban decidiendo sus caminos, por lo que el joven decidió emprender el que había elegido, en donde su familia y amigos ya habían entrado. Sin embargo, al estar frente a la entrada del Camino de la Salvación, vió que había personas que salían de acá y se dirigían al de la Torá, y que además, sin que nadie los viera escondían en sus ropas una cruz y un libro. Se vestían de una manera extraña, algunos se ponían una redonda »tapita» rara en la cabeza, otros sombreros, otros extrañas mantas, hasta se ponían barba falsa. El joven no entendía qué hacían, por qué se vestían así o para qué.

Entonces vió que estas personas al llegar a la entrada de aquella estrella, comenzaban a trepar el alambrado, cada vez erán más los que hacían lo mismo. Sólo por curiosiad, pospuso su entrada y fué a ver qué encontrarían al llegar al final de esa red.

Así empezó el muchacho también a trepar, trepaba, trepaba, trepaba…y nada. No llegaba a nada. Miraba hacia arriba y sólo había más alambrado…y más trepaba, y más alambrado. Lo curioso acá fué que mientras el subía, las pesonas que ya lo habían hecho antes se cruzaron con él y comenzaban a descender exhaustos, pero él decidió seguir un poco más.

Ya al fin se dió cuenta que era imposible, estaba cansado y miraba hacía arriba y sólo veía…mas alambrado.

Decidió ya descender, y al estar cerca ya del suelo se sorprendió al ver a través de la red a personas dentro de éste camino. Eran personas que tenían una apariencia similar a las que antes trepaban el alambrado, pero éstas emanaban una especie de luminiscencia, tenían unos extraños rollos hermosos que destellaban luz, tampoco entendía el joven lo que veía, todas estas personas aplaudían, bailaban, reían, abrazadas unas con otras, todas alrededor de este rollo. Lo que más le llamaba la atención era cómo estas personas estaban ahí, en ese camino, si era imposible de entrar…el alambrado no sólo era altísimo, imposible de llegar a la cima, sino que a pesar de que se podía doblar un poco, era indestructible a causa del raro material con el que estaba confeccionado. Era realmente imposible de pasar al otro lado.

Además también desde ahí se apreciaba claridad, era distinta a las anteriores pero de la misma hermosura.

Terminó entonces de descender, la gente que antes quería trepar el alambrado ya no estaba, así se dirigió al camino que había elegido.

Al estar nuevamente en la entrada, al leer otra vez el cartel pensaba: –»Si éste es el Camino de la Salvación, no tengo por qué temer, además esto debe significar que me tengo que salvar de algo, que seguramente es oscuro y malo, optaré pues por este camino.»

Al pasar ya la entrada, dentro del camino, dio algunos pasos hasta que a su encuentro salieron unas personas con vestigios con la insignia de la cruz que vió en el cartel. Fué el primer saludo: –¡Saludos hermano!¡Aleluya y enhorabuena para ti haber entrado!– Así hablaban con macabra astucia. Estas personas le dieron una »calurosa bienvenida», lo llamaban hermano y lo felicitaban por haber elegido el camino de un tal »Cristo». Le dieron una supuesta guía de este camino: dos rollos. El muchacho otra vez se asombró ahora al ver que un rollo era muy similar en tamaño y forma al resplandeciente que alcanzó a ver en el Camino de la Torá, sólo que éste rollo no destellaba luz, de hecho era muy opaco y carecía de la extraordinaria belleza del anterior, sin embargo éste parecía lindo y le gustó, entonces lo tomó. También tomó el otro rollo, que era muy similar al primero que le dieron, su título era »Nuevo Pacto» y era también opaco. Después de tomarlos se alejó de ellos y emprendió el viaje. Al alejarse algo el joven, una de estas personas recepcionistas le dijo al otro: –Veo que no hay más gente afuera, apaga entonces las luminarias sobre la entrada-. Habiendo dicho esto fué el otro solícito y apagó aquellas opacas luces. Tal era su oscuro proceder.

Con estas guías entonces emprendió lo que ignoraba iba a ser un largo y arduo camino, difícilmente lo imaginaría, el sólo se sentía contento, feliz de que su camino lo salvaría de algo.

Comenzó a la vez que caminaba, a leer las guías. Así supo de la Creación, de que había un Ser superior que creó todo lo que existe y que además había creado al ser humano, y tambíen leyó acerca de los ángeles que eran seres celestiales también creados y al servicio de este Supremo Ser. Dios,así supo que le decían, había creado un lugar llamado Edén y ahí vivían el primer humano y su compañera, pero en una ocasión desobedecieron un mandato del Ser Supremo, por culpa de una serpiente que había engañado a la mujer de aquel jardín, y a causa de esto fueron expulsados…y seguía leyendo más. Entendía todo lo que había en esos rollos, veía cosas positivas, cosas lindas, pero a veces había cosas que no le cerraban, algunas contradictorias, otras sin mucho sentido, algo vacío. También se encontró en estas lecturas muchas referencias a un ser malvado, un espíritu inmundo que sólo quiere hacer perder a los humanos y que gobierna el mundo de los hombres. Alguien que según estos escritos se llama »Satanás el Diablo», pero también lo llamaban por muchos otros nombres, pero la idea general era que se trataba de un ángel que se opuso al Supremo Ser, un enemigo, y se trataba de la misma serpiente que engaño a la primera mujer.

La sola idea de que existía un ser así le producía terror, mucho miedo, pues no quería que este ser lo hiciera perder. Descubrió que de éste ser había que salvarse.

Siguió leyendo y felizmente para él se encontró con que había alguien que tenía el poder de destruir al ser malvado, justamente era la persona a quien los que le dieron la bienvenida al muchacho llamaban Cristo, aunque también se referían a este personaje como Jesús, Jesucristo, etc.

Era alguien que según estos escritos era hijo unigénito del Ser Supremo, y que era del mismo origen de las personas que antes él había visto reir y bailar junto con el rollo luminoso. Así y todo, tampoco le cerraban las cosas que se decían sobre este personaje, pues le daban condición divina, poder milagroso, y hasta se decía que era el mismo Ser Supremo…pero…murió! no entendía esto el joven ¿un dios puede morir? lo habían matado las mismas personas de su nación, porque lo despreciaban…era mortal! murió y todo para salvarnos…eso leía, aunque entendía lo que leía, muchas cosas no le cerraban, no tenían sentido. Igualmente decidió aceptarlo, pues resolvió que era el único que lo salvaría del espíritu malvado, esto era lo que más le aterraba.

Luego de terminar sus lecturas, se encontraba ya en pleno sendero, había gente con él que había hecho lo mismo, también había dejado camino atrás y tenía mas por delante.

Notó que de pronto las personas que terminaron sus estudios empezaron a reunirse en varios grupos, algunos eran de mucha gente, otros con poca, y gran parte de la gente tenía como una venda en los ojos aunque parecía buena, pero lo más increíble era que entre los grupos se discriminaban, se desaprobaban, se despreciaban y hasta se insultaban. Justamente discutían sobre lo que habían leído y competían por sus creencias. Estos grupos tenían líderes, cada líder dirigía a su gente y algunos de estos líderes tenían tambien vendas, otros no. Uno de ellos le decía al joven que si bien son los jefes de su grupo el Líder de todos era el Salvador.

Para sorpresa del muchacho también en este camino se encontraban las personas que al principio querían trepar las redes de la entrada de la Torá, que al no poder pasar del otro lado bajaron y entraron al de la Salvación mientras el joven todavía intentaba subir aquel alambrado. Tampoco habían abandonado sus vestigios, la »tapita», el sombrero, la manta en la cabeza, las barbas…también imitaban a las personas de aquel camino, bailando riendo, aplaudiendo, todos abrazando un rollo parecido al del joven y al resplandeciente, de hecho también tenía cierto brillo, pero requería ser pulido constantemente, porque su brillo no era natural, era igual de opaco que los rollos del joven. Más bien parecían tratar de imitar aquella radiante luz pero no lo lograban. También notó que a una de estas personas se le escaba una cruz de su bolsillo mientras bailaba y festejaba, y creyendo que nadie lo veía, escondía esa cruz. Esta situación le pareció muy inquietante y lo desconcertaba. Este grupo también era como los demás al desaprobar a los otros, algo no andaba bien…

Algunos líderes y especie de supervisores en ocasiones se topaban con el muchacho a pedirle colaboración con dinero, para mantenimiento del camino, pues alegaban que era mucho el tránsito a causa de la gran cantidad de gente y que esto desgastaba el suelo, era »para el bien de todos», decían. El joven un poco perplejo les daba algo del dinero que traía consigo, aunque al ver los suelos no le parecía que estaban en buenas condiciones, o que alguien haya hecho algún mantenimiento. Sin embargo lo entregaba de buena fé, con la intención de ayudar a los demás.

Así pasaba el tiempo para él, caminando y dando dinero, contemplando gente discutir, llorar, insultar…un caos…a veces leía su guía y se consolaba en ella pero no lograba reconfortarse del todo, recordaba y extrañaba a su familia y amigos, no sabía nada de ellos, sólo estaba seguro que se encontraban en el mismo camino que él. Pasaban días, meses, años…lo mismo de siempre, ya no estaba contento ni seguro del camino que eligió, y seguía caminando…

Pronto notó que el suelo del camino estaba raro, como con barro, a medida que avanzaba había más barro, más incómodo era caminar, de a poco costaba más avanzar, en esta zona ya del camino otros andaban con dificultad y con una constancia que parecía terquedad u obsesión, pero esforzados en seguir a toda costa, »tal vez sea una prueba para saber si queremos seguir»- pensaba- ‘‘¿quién sabe? a lo mejor, después del fango estaría la salvación…»’

En esta zona había carteles raros que decían: »Peligro, no continuar», éstos parecían no estar hechos por los mismos que contruyeron este camino, pues más bien resplandecían de una manera parecida al del rollo que vió al principio. Tampoco comprendió qué origen tenían esos carteles de suma advertencia, ni cómo estaban ahí apartados a un lado del sendero . De alguna manera se podría presumir que no eran de la misma naturaleza que el camino tomado ni de las guías que llevaba consigo. Pero una cosa era segura: ya no quería seguir caminando ahí. Realmente sintió miedo del lugar en el que estaba, peor, no sabía como salir.

Así divisó cerca de uno de esos carteles un pequeño camino que se unía al cual él se encontraba, y rápidamente se dirigió para aquel pequeño sendero y llegó. Era humilde, algo precario, pero más firme que el fango en el que estaba, era como de arena. Si bien no era cómodo de estar parado, pues tenía que estar constantemente moviendo los pies, al menos ya no se hundiría como antes, porque ya a esa altura el otro camino en vez de fango era arena movediza. Entonces se alegró pues creía aún que su Salvador le había mostrado aquella oportunidad, así empezo a andar por este nuevo sendero, y a lo lejos veía que se conectaba con algo que no alcanzaba a ver pues se veía como niebla, pero igual el muchacho siguió.

Ya cerca de donde terminaba este nuevo camino, podía ver atrás de él, lejos pero claro, el destino final de su camino anterior. Primero una especie de rampa hacia abajo.Luego un precipicio. Ciertamente significaba la muerte para los que lleguen, esto estremeció al joven que recordaba a sus allegados, no quería que llegasen ahí, pero el fango del lugar le imposibilitaba volver para buscarlos, no podía él buscar a su familia y amigos.

Llegó triste al final del nuevo sendero… y otro cartel más:»Estás llegando a Fulvida. Fundación Luz de Vida.» »Constructores de Shalom». –¿Shalom? ¿Qué significa eso?– se dijo a sí mismo,-Jamás había oído sobre esa palabra ¿Qué lugar es éste?-

Dejó el cartel atrás y siguió, pero había una espesa niebla que parecía no tener principio ni fin, muy densa, que no dejaba ver qué había del otro lado, y temió seguir, –Tal vez exista un precipicio parecido al que ví antes– dijo, y se quedó parado…

MIentras tanto, del otro lado, había mucha gente, justo a la misma altura de dónde se encontraba el joven, trabajando sobre el camino, parecían estar renovando los pisos. Éstos parecían como de madera firme, con una inscripción en cada una de sus tarimas: »Shalom». En esos momentos las estaban cambiando por unas baldosas que eran de piedra muy dura, mas firmes aún que las de madera, y que también tenían tallada la misma inscripción, y todos trabajaban en esto.

Junto con estas personas había una que parecía ser una especie de asesor, guía y supervisor en esta obra, aunque también ponía manos a la obra. Era muy entendido en el tema, y lo curioso es que no era como los demás trabajadores, traía sobre su cabeza esa redonda tapita, una similar que nuestro joven había visto anteriormente, también un rollo resplandeciente como el que ya conocemos. Él mismo parecía dar pautas, extraía instrucciones de su rollo, de las cuales elegía lo conveniente para sus colegas obreros, aunque todos mostraban una eficacia en lo que hacían. Pero todos trabajaban juntos en lo mismo, hacer más firme y sólido ese camino. Tenían en mente para el futuro cambiar la piedra por acero grueso, para hacer más sólidos aún sus baldosas, aunque requerían de recursos y debido a eso todo lo hacían despacio pero seguro, y siempre en acuerdo mutuo en mantener la inscripción de los suelos de su camino. Cosas como éstas hacían con alegría.

De repente uno de ellos vió sorprendido a un joven parado del otro lado, nuestro muchacho. Con ese asombro le dijo a los demás: – ¡Miren! ¡Un muchacho desconocido está parado al costado de nuestro camino!-, los demás vieron y no con menor sorpresa advirtieron la presencia de aquel extraño. Otros más lejos, no se habían percatado aún del asunto.

¿Quién sera?– se decían –Se ve bastante cansado y angustiado, vamos, acerquémonos y averigüemos quién es y de dónde viene-…entonces dejaron de hacer aquello en lo que trabajaban y fueron a su encuentro. Entonces uno de ellos le habló diciéndole: –Hola, quién eres y de dónde vienes?

El joven oyó estas palabras, pero no vió a nada ni nadie cerca ni alrededor: solo algo de camino que terminaba en una niebla interminable. Entonces se estremeció, pues ya no sabía qué creer. Si era fruto de su imaginación, o que era el tal Diablo, o algun ángel…ya sentía pánico y temblor en todo el cuerpo. Miraba a todos lados pero no veía nada ni a nadie.

Hola-de nuevo-¿No nos ves?– El joven se dió cuenta que no era su imaginación ni alucinación, notó que la voz venía como de la niebla, y tomando valor se camino un poco más hacia ella y miraba la niebla más de cerca, y la examinaba con el entrecejo fruncido, tal es el gesto cuando no se comprende algo, y miraba hacia más arriba, abajo, a los costados…

Las personas del otro lado se extrañaron por la actitud del muchacho: –¿Estará ciego? Yo lo veo claramente– decía alguno a los de su alrededor. Volvieron a hablarle de la misma manera, y el joven ya armado de valor y extraña curiosidad respondió:-¿Quién esta ahí? Sólo veo niebla

¿Niebla? ¿Cuál niebla?– Todos se decían, ya más personas se percataban y se agrupaban en el lugar.

No hay ninguna niebla, te estamos viendo claramente joven. Estás parado ahí moviendo la cabeza intentando ver algo, parece como si fueras ciego

Ya al joven más que miedo sintió curiosidad, hablaba más ameno, tal vez por su propia perplejidad que lo sacaba de su propia asimilación de la situación. –No estoy ciego-dijo-Sólo veo una niebla al terminar éste camino que anduve después de haber transitado otro peor, además hay un cartel con un nombre, Fulvida, no sé que es ni porqué está acá…no entiendo ya nada

En ese momento ya las personas comenzaban a comprender las cosas. el joven evidentemente no era ciego, pues habló del cartel, de Fulvida, del camino…pero de modo alguno él no los podía ver, aparentemente por una supuesta niebla que ellos no veían, sin embargo parecían creerle porque nadie mueve así la cabeza ni mira alrededor como buscando algo, no podía ser un loco por las referencias que hizo. Así que el único misterio era la niebla, pero en vez de meditar sobre eso más bien quisieron ayudarlo por el estado en que se veía, así que nuevo le hablaron: –Joven, te ves muy cansado y bastante afligido. Ven así te daremos comida, agua, ropas…pues pareces necesitado-. Pero el joven dudaba ante estas palabras, y prefería quedarse donde estaba y sin dar gesto de respuesta, lo que desconcertaba en cierto modo a la gente.

Viendo todo esto y sin decir nada estaba el supervisor de aquellas personas, un hombre sabio y solícito cuando los demás lo requerían, pues todo lo hacía con amor pero también seriedad, por esto y otras cosas más era respetado. Era llamado por todos »Moré» cuyo significado es maestro. Éste excelso hombre pues decidió romper su silencio hablándole a todos sabia y firmemente con estas palabras:

Escúchenme estimados amigos y compañeros, el joven que ven ahí me figuro que viene de un camino lejano, que evidentemente no fué propicio para él, sino miren nada más el estado en el que está. Lo sé muy bien porque tristemente sé acerca de ese horrible camino aunque no lo he andado ni me interesa hacerlo, ni aunque sea para conocer. Éste pobre desafortunado tiene una expresión de desasosiego, vacío y soledad y sus pies rondan la miseria de haber andado por un terreno áspero y pantanoso, al parecer le costó mucho llegar acá y creo que su único medio fué ese pequeño sendero que ven detrás de él. Lo que yo veo y que parece ser es que hay algo que él llama »niebla» que no le deja ver lo que hay hacia acá, pero ustedes no pueden ver. Esto se trata de una alguna probable imposibilidad que le dejó aquel miserable camino andado de ver lo que realmente es bueno, una especie de membrana ante sus ojos frente a lo recto y justo, fíjense bien en lo que ustedes recién trabajaban y tendrán la respuesta al enigma: este suelo es por demás superior al que anduvo el joven, ustedes sí lo pueden ver puesto que no tienen esa membrana a causa del buen suelo, pero él a ustedes no. La razón primordial por la que se origina esta niebla es un secreto de Di-s que no tiene que ocuparles la cabeza pues nada bueno hallará para quién lo investigue, sólo Él sabe por qué forma este fenómeno. Más bien ahora vaya uno cerca del muchacho y extiéndale la mano traspasando este camino, para que lo pueda ver y se tranquilice, después veamos cómo ayudarle. Tal cosa es lo que el Eterno desea y manda.-

Ante semejantes palabras todos enmudecieron, porque eran concientes de la sabiduría de todo en cuanto hablaba y además estaba ya claro en sus mentes el asunto. Así que uno de ellos se acercó al joven y le extendió su mano. El muchacho del otro lado miraba estupefacto cómo una mano abierta de repente salía extendida de aquel denso y grisáceo muro, a esa altura este nuevo fenómeno para él sobrepasaba su ya pobre discernimiento y si antes estaba inmóvil, ahora parecía de piedra, una parálisis difícil de describir.

Comprendió todo el sabio Moré, y alzando la voz le dijo de una manera dulce: –No debes temer joven, solamente acerca tu mano y agarra fuerte de la que ves

El joven sintió esta nueva voz más santa que la anterior, así logró recomponerse un poco de su estado, y ya con más seguridad respondió:-Gracias. Sí lo haré, porque siento en tus palabras paz que jamás sentí antes, pero dime…¿Eres tu el Salvador?

Esto dijo porque mantenía la creencia que tuvo cuando descubrió el pequeño sendero que lo sacó del desastroso lodo de su camino antes andado. Pero entonces el Moré al escuchar aquella pregunta insensata, se disgustó y le habló con serenas y directas palabras: –No soy ningún Salvador ni otra cosa que se le parezca, pues aquello que te han dicho sobre esa persona sólo fueron calumnias que por la inocencia que en tí veo creíste. Te digo que aunque tuviste buen corazón estuviste errado en varias de tus acciones, no te culpo pues sólo fuiste victima de falacias, pero la verdad es que no hay salvación alguna por donde antes anduviste. Se nota igualmente que tienes buen corazón y tu intención es sana, sino no hubieras encontrado este lugar que aún no ves. Vamos, confía y tiende tu mano.-

La primera sensación del joven fué de miedo y tristeza, por lo que aquél decía de su supuesto salvador, si bien no huvo violencia en sus palabras, para el joven fueron duras, pues no estaba preparado para escucharlas y se entristeció porque tenía razón el hombre sabio, de alguna manera llegaba a ese lugar movido por alguna fuerza de la que nunca se percató, así recordaba la luminiscencia de los objetos que anteriormente había visto. Pero inmediatamente después y felizmente para él, sintió una nunca antes percibida sensación de esperanza. Por ésta última entonces, alargó su mano y tomó fuertemente la que lo esperaba, y tomando impulso pasó del otro lado.

Entonces cerró los ojos en su primera reacción, porque en ese lugar había más claridad que del lugar de donde venía, de hecho recordaba la claridad del Camino del Gentil Justo, y se preguntaba si se encontraría ahí. Luego de adaptarse a la nueva vista, comenzaba a contemplar el lugar y sus gentes. Sin saberlo aún, se había salvado él mismo.

Entonces las personas más cercanas le dieron la calurosa bienvenida, lo felicitaban por haber tomado el coraje que lo hizo pasar al buen camino, e inmediatamente se dispusieron a atenderlo.

Éstas personas cercanas eran justamente las muy pocas que el joven había visto entrar al principio de todo, en el Camino del Gentil Justo, ésta era la extraña razón por la que no se percataron nunca de la niebla. Así confirmó el muchacho aquello que pensaba y supo que estaba ahí, con gentiles justos. Y así recibía con alegría las palabras de aliento que le daban, le decían esto y aquello, todo era recibido gratamente por el muchacho y éste les respondía con gratitud. Así hablaban.

Mientras aquellos hablaban de tales cosas, se iba reuniendo más gente aún que antes, algunas ya habían visto algo, otras recién se enteraban. Muchos se recordaban a sí mismos actuando como el muchacho, pues también en otro tiempo habían caminado y conocían del macabro Camino Salvador. Éntre éstos hubo entonces alguno que les hablaba a los que tenía a su alrededor diciendo:

Escúchenme amigos noájidas, todos que descendemos del noble Noaj. Al ver a aquel joven vino a mi memoria todo aquello que he pasado cuando caminaba por aquel deplorable Camino de la Salvación, borrado sea este nombre. También de similar manera llegué a este lugar, tal como el Moré nos describió hace un momento, y recuerdo un sendero perdido que sería mi esperanza para llegar acá así como también veía una niebla antes de llegar y pasé por parecidas circunstancias, y muchos de ustedes saben bien de qué hablo. No nos debería entonces extrañar que ahora nosotros no veamos nada de eso, pues nuestra visión es pulcra y sé que me entienden, lo que veo es que tal niebla no desapareció en verdad y hay muy pocos caminos como los que conectan a éste, el nuestro, yo también advertía que a lo largo de toda esa niebla no se veía ni a lo lejos algún otro sendero esperanzador, fué un milagro que haya encontrado aquél uno de éstos caminos. Por eso les propondré cómo debemos actuar de aquí en adelante:

MIentras algunos de nosotros siguen con la obra de mejorar estos suelos, otros vayan prestos con ayuda de máquinas o cualquiera otra que sirva, a disipar esa espesa niebla que no deja ver para acá, a pesar de que no la vemos está ahí, y debemos hacerlo. También apresurémonos en construir más caminos como el de arena que se ve ahí, pero que sea de un mejor material, más firme, por ejemplo las maderas que estamos ahora sacando. Si así obramos entonces hay mas probabilidades de que más personas extraviadas como éste pobre joven encuentren el camino que en verdad deben tomar. Vamos, no perdamos más tiempo hablando y hagámoslo.-

Dicho esto todos empezaron a obrar de esta manera, felices porque entonces tenían una nueva manera de construir su Shalom, ayudando a los perdidos, y así renovaban su lema de Constructores de Shalom, descubrían pues un nuevo significado.

Así entonces comenzaba también el joven su nueva y definitiva etapa, aunque le sería largo y costoso la adaptación total a esto nuevo, pero no lo abandonaba su esperanza: ahora sí entendía sobre Di-s. Entonces él mismo luego del descanso empezó en silencio a aprender todo cuanto había ahí, observando por largo tiempo las obras sobre los suelos, a los que disipaban la niebla y a los que construían pequeños senderos conectores.

Notó también que entre ellos estaba un hombre con la tapita redonda, de semblante sabio y reconfortante. Pero no hizo preguntas ni comentarios, pues le vencía el sueño en ese momento después de sus penurias interminables, así se durmió a un costado hasta el día siguiente.

Era viernes ahora cerca del mediodía, el joven abrió los ojos y se sentía bien descansado, mucho había dormido por el sueño pesado y al ver alrededor notaba que estaban todos trabajando en lo mismo del día anterior,y nuevamente el Moré entre ellos, portando esos magníficos rollos de luz que ya el joven conocía de lejos y por los cuales aún se extrañaba. Se incorporó entonces y fué a su encuentro, cuando estuvo al lado del guía quiso ver el contenido de lo que leía , y al posar su vista sobre las letras sintió un ardor en los ojos que lo hizo cerrarlos y retroceder un poco. Refregó sus párpados y volvió a abrirlos con dificultad, pero podía ver.

Advirtió todo esto el sabio hombre y le hablo así: –Estimado, tuviste suerte esta vez, pues si mirabas otras letras de estos rollos era inevitable la pérdida de tu vista con el tiempo. Tus ojos naturales no son aptos para leer de esas letras, pero sí lo son para leer las que viste recién, sólo que no estás listo y por eso sentiste sólo ardor, pudo ser peor para ti. Ten paciencia y con lentitud aprende todo de cuanto hay aquí, luego podrás leer con mi ayuda algo de esto, pero nunca lo intentes solo. Ahora me despido de tí querido, pues tengo obligaciones en otro lugar, para que sepas soy del Camino de la Torá y allá debo ir.-

Luego habló a los demás exhortando:- Amigos, me voy ahora a lo mío pues llegará Shabbat y tengo cosas múltiples que hacer y el tiempo apremia. Algunos de ustedes acompañen a este joven en lo que necesita, lo que realmente necesita, sé que me entienden. Ahora me despido y nos veremos pronto. Cariños y fuerza noájidas.-

Así hablo y se alejó con sus cosas. Recién en ese momento comprendió algunas cosas el joven pues aquél que se iba tenía el mismo resplandor de las personas que estaban alrededor de los rollos radiantes del principio. Luego de pensar en eso le dijo a su más cercano: –¿Shabbat?¿Noájidas? no comprendo a qué se refiere

Le respondió entonces el gentil sonriendo: – Amigo, Shabbat es un día especial de nuestro Moré y de los que son como él, y debe preparar ciertas cosas y hacer otras, pero eso por ahora no debe acuciarte, con el tiempo sabrás de qué se trata, aunque es importante que vayas sabiendo que no debes imitarlo, jamás. Del mismo modo actuarás con los rollos que viste, seguro ya te lo habrá dicho. Ten paciencia y sabrás todo lo que debes saber, sobre cómo trabajar en los suelos de Fulvida, aunque si te fijas al lado y muy cercano de nuestro camino verás otros caminos parecidos a éste. Ése se llama por ejemplo »Benei Noaj», aquél otro tiene por nombre »Gran Arca» y muchos otros más, todos juntos en realidad forman el verdadero Camino del Gentil Justo, el nuestro es en realidad uno pequeño en comparación con éste inmenso…en cuanto a los noájidas, se refiere a los descendientes de Noaj, que tú conoces como Noé…

Así entonces empezaría a aprender con paciencia y virtud todo lo que a él competía, se le inculcarían las 7 leyes universales sobre las que todos ahí se regían, las cosas que debería hacer, las que tendría permitido, las que tendría totalmente prohibido, todo lo recibiría con felicidad, aunque sin olvidar a sus seres queridos de los cuales no supo más y le preocupaba, y también para esto le darían aliento pues si tenían buen corazón como el joven el Eterno haría que llegaran como él, así le hablarían y todos los días futuros en su vida trabajaría como los demás contruyendo suelos, disipando nieblas por conocer él mismo los tormentos antiguos, Desechando las cosas que llevaba física y mentalmente consigo. Desecharía sobre cestos de basura al costado de su nuevo camino los rollos opacos que traía, así como sus expresiones antiguas, todos en los mismos cestos donde otros también llegarían como él, así como también los gentiles que ya obraban tiempo hace y estaban en constante aprendizaje desechando sus cosas también. También el Moré le enseñaria con amor y alegría a leer de lo que podía de los rollos que eran llamados Torá (de acá el camino del Moré), y de éste hombre el joven aprendería mucho, del Shabbat mencionado, y otras cosas que no debería imitar. Así sería de ahí en más para nuestro joven, y se convertiría algún día en un ejemplar noájida.

Pasaron tres años de haber llegado a su lugar ya amado, y advirtió para su sorpresa que de su camino amado se desprendían como puentes gigantescos con carteles que dictaban: »Al Camino de la Torá»; éstos puentes se veían muy dificutosos para tomar por el complicado andar que demandaba: muchas subidas, bajadas, curvas, escalinatas, todo tipo de complicaciones, pero también se notaban muy firmes. En algunos de ellos se veían hombres gentiles andando acompañados de hombres parecidos al Moré, pero que sugerían un rango algo más alto y exhibían magnificencia. Éstos eran por el joven ya conocidos, porque su Moré siempre les hacía referencia cuando le enseñaba, decía que los consideraba sus maestros y que no sólo en vida los eran sino también aquellos ancestros que dejaron sus sabios escritos y de los cuales el Moré leía. A ellos pues también los consideraba sus maestros, y eran por él llamados Rabinos.

Los últimos eran entonces los acompañantes de los noájidas en los puentes, pero mientras éstos andaban por ahí de manera dificultosa, aquellos caminaban sin problemas, pues los puentes no les representaba incomodidad alguna, a pesar de las depresiones e irregularidades de sus estructuras, eran parte de su Camino de la Torá. Y les daban fuerzas los Rabinos a sus guiados, cuando éstos sucumbían en su andar, porque solos no podían ni debían.

El muchacho sabía de esas dificultades, porque mientras aprendía de sus 7 leyes tenía referencias sobre sus colegas los Judíos (así se llamaban los felices bailadores del rollo de luz), y de la luz de aquel otro buen camino, pero él decidió seguir de largo…estaba contento con su propia labor y no quería dejar de ser noájida aunque apreciaba a aquellos de los puentes, al llegar al otro lado de largo brazo se encontrarían con muchos de los excelsos hombres para ser como ellos y al fin ser llamados Judíos.

Así continuaba su extenso y amado camino, donde siguió avanzando en años hasta convertirse en hombre, luego hizo su propia familia, tenía no menos ejemplar mujer, buenos hijos nacidos noájidas que seguirían los pasos del buen padre…ya entonces estaba completo porque sentía en si interior que cumplía con todo cuanto el Eterno su Di-s le encomendaba, pero no consideraba lo que sentía para no caer en soberbia, más bien seguía cumpliendo y cumpliendo como si no llegara nunca a hacerse. Así era su proceder en su vida.

Llegaba entonces al tiempo de su vejez que toca la puerta de los que mucho viven, estaba cerca ya de sus 120 años,  cosa admirable porque fué de los pocos en lograrlo. El blanco de sus cabellos era el fiel anunciador de su grandeza y saber a cualquiera que lo viese. A él acudían los muchos jovenes y hombres que buscaban sabiduría, para hacer todo lo que debían y que este anciano hizo en su juventud. Recordaba a su Moré instructor a quien mucho le debía, y con esto en la mente enseñaba el también todo lo que había aprendido, era menester hacer todo lo que se podía para llegar a buen puerto, así era todo para quien fué una vez joven que ahora estaba cerca del final de su camino y de sus días.

Un día de repente se sintió distinto a los demás días de su vida, se acercaba el final de su sendero y el anciano bien lo reconocía y con gusto pues no temía, sabía bien en su corazón que había cumplido cabalmente sus 7 leyes, aunque nunca cesó de hacerlo mientras le quedaba fuerza, como si siempre le quedara algo por cumplir. Llegaba ya al final de los férreos bloques con el querido Shalom inscripto, cuando un sueño distinto pero muy dulce le vencía, se tomó la cabeza con una mano y se sentó. Estas ganas de dormir eran distintas a las demás.

Así como el fiel trabajador se levanta temprano a la mañana, antes del cantar del gallo, y se dirige a su deber durante todo el día hasta llegada casi la noche y vuelve muy cansado y se va a la cama a dormir sin pensar en la reparadora cena, tal era el cansancio del anciano. Pronto apoyó el resto de su cuerpo sobre el suelo amado y comenzaba a cerrar los ojos. La misericordia del Eterno había hecho cansar los arrugados párpados del centenario noájida, y éstos se rindieron por fin y se juntaron para que sus ojos terrenales no vieran nunca más. Así fueron pues los últimos momentos del ejemplo de muchos.

Pasado un tiempo imposible de decir si mucho o poco, nuevamente se levantaba el hombre ahora desorientado; no sentía su cuerpo o lo que sentía más bien era algo muy extraño y nunca antes sentido, se sentía vivo pero de otra manera… –¿Qué es esto?– se decía su espíritu sin norte al principio.

Se incorporó, o más bien una hizo una acción parecida, y con sus nuevos ojos veía muchas personas sollozando juntas, eran sus descendientes, amigos, colegas, todos queridos alrededor de algo. Era su cuerpo material. Ësto lo conturbó más pues si bien sabía de qué se trataba la muerte, sólo esa vez, que era la única, era como si nunca hubiera aprendido al respecto. Para las personas presentes había sucumbido el anciano en medio del camino, pues sus ojos veían más camino por recorrer, mientras que los del anciano ya en espíritu veían el fin del suyo.

Sin tiempo para deliberar sintió el alma la atracción del otro lado, era como si caminara sin necesidad de usar piernas, como si una fuerza externa lo hiciera dezplazar hacía una nueba niebla para él nunca antes vista. Era ésta la cortina que separaba el fin del camino de lo maravilloso que se aproximaba. Cruzó así la línea divisora y empezaba la paz.

Notó ahora que después de cruzar había un patio al que llegaba también otro camino que llegando a su fin se unía al suyo. Y de él llegaban otros, los judíos, tal como lo hacía como el anciano, y al ver la señal de ese sendero leyó: »Fin del Camino de la Torá», al darse vuelta al suyo vió: »Fin del Camino del Gentil Justo». Éstos se unían entonces al final para hacer saber a todos que tanto un camino como el otro eran los necesarios para llegar a buen destino.

Se juntaban entonces gentiles y judíos para saludarse y seguir hacia la enorme puerta de un edificio áureo con argénteos adornos, tal construcción daba la idea de un tribunal. No era otra cosa más que eso, y la fuerza desplazadora los guiaba a todos mezclados hacia su interior. Entonces el fiel noájida sentía temor reverencial y alegría a la vez, pues bien sabía lo que llegaría. Se abrieron las puertas y se hizo una fila entre los muchos llegados para entrar. Al hacerlo, el interior del lugar era destellante, hermoso, indescriptible apenas los ojos espirituales podían mirar algo hacia el suelo que también era de luz. Apenas se podía ver algo, casi nada…

Avanzó una persona delante de él y una voz enfrente e imposible de ver su emisor decía: –Dime Yehuda, ¿Has cumplido con las 613 órdenes que te He dado?-.

Conmoción. Ésto sentía el buen gentil y todos los demás detrás de él. –Sí, las he cumplido– respondía el judío, y avanzaba pero no se sabía dónde.

Quedó ahora solo el siguiente frente a la Majestuosa Voz, que le dijo: –Dime Noaj-(por ésto era la grata sorpresa que se llevó en vida al saber del nombre de su ancestral patriarca)-¿Cumpliste con las 7 órdenes que te He dado?-. Al momento se llenaba su alma de inmensa alegría, y con una sonrisa respondió: –Sí mi Señor, tal como lo he aprendido-dijo, y agregó:- Perdóname mi gran Señor, ¿Qué es de mi familia y amigos a quienes nunca más vi?-, a lo que la Magnificencia respondió: –No te preocupes por ellos, han recibido también su juicio justo como tú, más, complácete porque lleno de misericordia es el mismo-. Dicho ésto avanzó mediante la fuerza recorriendo la Sala de Justicia, hacia una puerta que daba a otro exterior.

Había tenido su juicio justo, y sentía amor por su Amo, cantaba alabanzas, se abrazaba con otros, y se disponía a gozar de las cosechas de su siembra. Estaba ahora en otro patio, interior, que llevaba a un gran portal hermoso del mismo dorado y plateado que el Sagrado Tribunal, sabía que aquél era su Mundo Venidero, al que todos se dirigían con no menor gozo que el noájida.

Caminaba hacía ahí cuando de pronto de su interior salían personas que parecían alborotadas de mucha alegría, hablando rumores, escuchando voces y gritos del primer patio, anterior al Tribunal, como si se hablaran con los que están del otro lado, pero no alcanzaba a entender lo que decían, así que se acercó a ellos. Tanto era el alboroto que sólo alcanzó a entender unas pocas palabras, las suficientes para aumentar su alegría. Todos los que habían salido volvían a entrar corriendo, tal vez para avisar al resto. Detrás de ellos caminaba Noaj lentamente hasta que quedó solo, y traspasaba de a poco el acceso al mundo de gozo con una sonrisa y un ligero pensamiento sobre lo que recién había oído:

Andaba por el Camino de la Torá un tal Mashíaj…

FIN.

Hijo, hermano, padre, esposo noájida

Meditando otra vez con la misma almohada que me sugiriera nuestros boreales amigo Uriel y Edgar, les comparto otra reflexión:

El objetivo de todo hijo debe ser llenar de orgullo a su padre.

Nosotros al nacer, primero que nada somo hijos, respecto de nuestros progenitores. Si bien depende que cómo los padres nos crían, una vez alcanzada cierta instrucción, debemos lograr que nuestras acciones satisfagan los deseos de los padres; porque para ser buenas personas y constructoras nos criaron, entonces debemos hacerles sentir que todo aquello que nos enseñaron no fué en vano, ¿cómo?, con nuestras acciones.

El objetivo de todo hermano debe ser cuidar y amar a sus hermanos.

Debemos siempre darles y compartirles todo, porque de los mismos instructores somos, por lo tanto el bien debe partir desde casa hacia afuera; cuidarlos, amarlos, compartir con ellos, por más que no sea mutuo. Ése es a mi parecer la manera de actuar del hermano.

El objetivo de todo padre debe ser enorgullecerse por su hijo.

Todo padre quiere que su hijo sea como él, o mejor, siempre. Por lo tanto es obligación del padre enseñarle la buena senda, cómo cuidar a sus hermanos, cómo amar y respetar a sus padres, etc; es decir, si el padre debe y quiere sentir orgullo de su hijo, primero debe instruirlo en la buena senda,

El objetivo de todo esposo debe ser proveer a su mujer.

Se refiere más que nada a la institución del matrimonio, todo hombre tiene obligaciones varias para con su mujer. Debe amarla, respetarla, hacerla sentir querida y especial, etc. Como si fuera la única mujer; debe ser considerado y respetuoso, seguro que hay muchas razones pero se me ocurre una: la mujer es la eterna compañera del hombre en el mundo.

Hasta acá el significado obvio y que con sentido común sabemos.

Ahora bien, de acuerdo a la reflexión derivada de lo anterior, según a mi entender, llevando todo a un contexto expandido y general y más precisamente la misión nuestra como noájidas, podríamos decir que:

El objetivo de todo hijo debe ser llenar de orgullo a su padre.

Todos nosotros, los no-judíos, descendemos de nuestro patriarca Noaj; y para honrar y »llenar de orgullo» la memoria del ancestro virtuoso, es nuestro deber llevar a cabo las 7 leyes, que es su legado y a su vez lo recibió del mismo Creador.

El objetivo de todo hermano debe ser cuidar y amar a sus hermanos.

Extendiendo un poco algo de lo aprendido en Bs. As., nuestro deber primordial es el de ayudar y querer a nuestro prójimo desinteresadamente, sin esperar nada a cambio. Proveerles de aquello que en verdad necesiten, sin importar su creencia, ideología, raza, etc.

El objetivo de todo padre debe ser enorgullecerse por su hijo.

Algunos son ya padres, otros no, pero la idea es que en nuestros descendientes está la esperanza de la construcción de shalom, por eso depende mucho de lo que hagamos ahora, para que cuando les inculquemos a nuestros hijos la bondad y la paz mediante las 7 leyes noájidas, sintamos el »orgullo» de ellos, como buenos noajiditas, y la satisfacción de haber logrado el objetivo con los hijos. Depende mucho de nosotros y las cosas en las que los instruyamos.

El objetivo de todo esposo debe ser proveer a su mujer.

Todos nosotros, los hombres, debemos respetar a la mujer, sea esposa, novia, hermana, madre, vecina.

¿La razon?, pues dentro de ellas es en donde se gesta la nueva vida, con cuya llegada viene la esperanza de la construcción de shalom ahora y en el futuro y a través de las generaciones venideras. Los futuros potenciales constructores de shalom vienen de la mujer.

Sobre el prójimo y el Eterno (Tópico Bs. As. 19/06/08)

De las muchas cosas que hablamos en aquel día, me quedó en la mente lo curioso de un asunto referido a nuestra relación con nuestro prójimo y con Di-s. Pues a lo que llegamos, es a que es si bien es muy importante la relación con el Creador, lo es más la relación con el prójimo.

Si vamos a dos claros ejemplos simples, en la época de Noaj y el Diluvio, la relación de las personas entre sí eran pésimas, pues si bien reconocían y sabían del Creador de todo, entre ellos se mataban, se ultrajaban, se hurtaban. La fatal consecuencia fué la destrucción total de la humanidad.

Más adelante en el tiempo, durante la época de Nimrod, aconteció otra trangresión. Se propusieron llegar a donde estaba Di-s y asemejarse a Él construyendo la torre de Babel. La gente estaba unida, trabajando junta y en camaradería aunque con un fin rebelde como es el de igualarse al Eterno (bien se sabe entonces que esto es grave, creo que se entiende). La consecuencia de ésto fué la confusión de sus lenguas, haciéndolos esparcirse por todo el mundo, dividiéndolos.

Podemos notar entonces que la primera transgresión es más grave que la segunda, pues ¿qué peor que haber sido destruído ignominiosamente?; entonces es menester preocuparnos por el bienestar de nuestros semejantes antes que el de preocuparnos por Di-s, El no nos necesita, pero sí nuestro par.

¿De qué serviría entonces decir: »Alabado o bendito sea el Señor» si no compartimos el pan con el hambriento?. Es preferible (no lo mejor) que el prójimo sea auxiliado cuando lo necesita, antes que sea alabado el Eterno. No por eso dejar de alabarlo.

También lo podemos ver en la característica de las 7 leyes noájidas: solamente 2 son referidas al Creador, a diferencia de los 5 restantes, sin embargo es necesario cumplir cabalmente con los 7 para ir por la buena senda, pero empezar con el prójimo es muy sano, ya Di-s se encargará de manifestarse de alguna manera para darse a conocer.

Un tema interesante de los muchos tratados en la reunión. Espero que haya sido de ayuda y que todos (me incluyo) encuentren la manera más adecuada para ser un buen noájida.

Shalom.

El Schindler salvadoreño

Una comisión oficial busca rescatar la memoria de un diplomático salvadoreño que salvó la vida de miles de judíos de los campos de exterminio nazi en los años cuarenta.

La vida del coronel José Arturo Castellanos, que fue destacado en el consulado de Ginebra, Suiza, entre 1942 y 1945, es uno de los hechos desconocidos de la historia de este país centroamericano durante la Segunda Guerra Mundial.

La obra de Castellanos, que murió en la pobreza y en el olvido en 1977, fue posible gracias a una serie de circunstancias, entre ellos el hallazgo realizado por un historiador y miembros del cuerpo diplomático.

Así la Cancillería salvadoreña nombró una comisión especial para investigar el caso y solicitar el reconocimiento ante el tribunal israelí de Yad Vashem, que tiene su sede en Jerusalén.

Militar de carrera

Castellanos estudió en la Escuela de Guerra de Turín, Italia, en los años treinta, y ocupó una de las jefaturas del Estado Mayor salvadoreño hasta que el gobierno de Maximiliano Hernández Martínez lo envió a Europa con la misión de comprar armas.

De aquel viaje, no regresó porque Hernández Martínez veía en él a un rival político y prefirió nombrarlo cónsul general en Liverpool, Inglaterra.

Luego, el militar fue designado diplomático en Hamburgo y finalmente Ginebra, donde entabló amistad con el empresario rumano Gyorgy Mandl, y que es una de las piezas claves en la historia.

Mandl, que adoptó el nombre de George Mandel-Mantello, le pidió ayuda a Castellanos para salvar a su familia de la deportación a los campos de concentración nazi.

Certificados de libertad

De acuerdo a los archivos nacionales, Castellanos creó el cargo ficticio de Primer Secretario en el consulado de Ginebra para proteger a Mandel-Mantello, quien le propuso salvar la vida de otras familias judías en la Europa oriental.

«Y así fue como Castellanos empezó a emitir certificados de nacionalidad salvadoreña para salvar a unos y luego a otros, y otros», relató a la BBC el diplomático Ernesto Arrieta Peralta, que es miembro de la comisión especial.

Los ahora llamados «papeles de la libertad» fueron certificados de nacionalidad salvadoreña emitidos a favor de grupos familiares, pero nadie sabía de su existencia hasta que el historiador Carlos Cañas-Dinarte encontró copia de los documentos en los archivos nacionales en San Salvador.

«En 1999 consulté un fondo que se llama Migración 1942 y, en medio de papeles de gente que iba a la región centroamericana, empezaron a aparecer estos expedientes de personas de origen judío, polaco, búlgaro, rumano, que solicitó ser reconocido como salvadoreño», contó Cañas a BBC.

Piezas de un retrato

Acerca de la saga de Castellanos poco se sabe, salvo que en 1972 el escritor Leon Uris visitó El Salvador en busca del hombre que rescató judíos en la Segunda Guerra Mundial. Aquella visita conmocionó la sociedad salvadoreña de la época.

El coronel Castellanos ofreció una pequeña entrevista a Radio Nacional en 1976, un año antes de su muerte, donde reveló la operación que montó en Europa, pero el caso pronto volvió al olvido.

Años más tarde, de forma aislada, aparecieron sobrevivientes del Holocausto en la embajada salvadoreña en Israel para agradecer por la emisión de los certificados de nacionalidad.

El ex embajador en Israel, Ernesto Arrieta Peralta, recuerda que así empezó a documentar el caso de Castellanos y después se enteró de la investigación particular de Cañas-Dinarte con quien unió esfuerzos para reconstruir la vida del coronel Castellanos.

Justo entre las naciones

El presidente honorario de la comunidad judía en El Salvador, Claudio Kahn, es uno de los principales promotores para incorporar el nombre del salvadoreño en el Museo de Yad Vashem.

Kahn está radicado en el país desde 1964 y ha financiado los viajes de los investigadores a Europa y Estados Unidos, más la publicación de un libro que reseña la vida de este diplomático.

El empresario judío salvadoreño explica que cuando aprueban el caso, lo declaran «Justo entre las naciones» e inscriben el nombre en una sala donde hay 22.310 personas no judías. «Alguno de ellos, a veces solamente salvaron uno o dos; en cambio, en el caso del coronel es tan grande que lo vemos con mucho orgullo. Creemos que es importante que se conozca el caso internacionalmente», dijo Kahn a BBC.

Una de las hijas del diplomático, Frida García Castellanos, considera que el origen de esta historia fue la relación entre dos amigos, uno en peligro y el otro ayudándolo.

«Cuando supe de la historia después de la visita de Leon Uris, le dije: papá, ¿por qué nunca lo contaste? ¿Y sabe qué me dijo? Porque cualquiera en mi lugar habría hecho lo mismo. Para él no fue nada ni heroico, ni espectacular».

BBC Mundo.com

El consejo diario 137

Hay que seguir con firmeza, siempre, construyendo SHALOM.

No es fácil mantener el shalom con el amigo,
mucho menos construir con alguien que desea destruir.

Pero en el fondo, allá en lo más puro del espíritu,
¡todos tenemos el deseo de construir shalom!

¡TODOS!

DE QUE AMOR ME HABLAN???

Holas, en respuesta a los malos tratos que hay ultimamente hacia las personas, me atrevo y soy responsable de escribir este humilde texto.

El sabado pasado, durante la tarde vino a visitarme un viejo amigo, ex compañero y discipulo de la iglesia, actualmente es una de las personas que dirigen el coro, tiene verdaderamente una voz pribilegiada, esta activo en su iglesia y al parecer muy comodo… bueno… hasta antes de visitarme al menos.

Como es mi costumbre, recibo a mis invitados en casa con algo para compartirles, una cena con alguna copa de vino, como para darle mayor importancia a la persona que entra en mi casa, la hospitalidad es para mi algo importante, hasta a veces, he llevado gente de la calle para darle un plato caliente de comida, algo de ropa y una gran ducha de agua caliente.

Como les decia, este muchacho vino a visitarme, hablamos de bueyes perdidos, de familia, trabajo y hasta se emociono con conocer a mi hija, nos sentimos muy bien en volvernos a ver. Hasta que indefectiblemente se toco el tema religion; Me preguntó que estaba haciendo de mi vida espiritual, lo cual quice evitar el tema, pero a la insistencia, y por sobre todo bajo su responsabilidad de lo que hiba a contarle, empezamos a hablar. Sin vueltas y directo al grano, le dije que no creia mas en yeshu ni jesu, ni nada que fuera del cristianismo, mucho menos el mesianismo. Despues de estar unas horas hablando, sobre temas teologicos, sobre doctrinas, etc. su mirada cayo al piso, como si todas las palabras le entraran de una en la mente, quedo tildado por unos instantes, solo lo que dijo fue; «es muy fuerte lo que decis», ahi me di cuenta que en su interior, acuso el golpe…

Actualmente, este muchacho va a participar del encuentro de Fulvida Argentina, del proximo 19/06/2008, en Capital Federal, Buenos Aires. Hacia donde quiero ir con esto?

Muchos de nosotros, fuimos rechazados, calumniados, fuimos motivo de risas y burlas, por parte de lideres y pastores cristianos, en lo personal, hasta me trataron de Satanas, en cierta oportunidad. Con todo esto en contra, aun asi seguimos buscando al Eterno, sin importar lo que digan los demas, esa busqueda continua aun hoy en dia, y gracias al cielo, estamos en la buena senda.

Es un gran error, vetar a las personas, hay quienes se lo merecen, pero aun asi, no tenemos derecho de rechazar al que se nos cruce, sea cristiano, indio, musulma, ateo o aun mesianico. Donde queda la piedad entonces? Quienes son los verdaderos Jasidei Umot Haolam???? no son los piadosos de las naciones? los que buscan la paz y la justicia sin desechar a las personas???  Me pregunto, quienes somos nosotros para descalificar a alguien? una cosa es al pirata, que descaradamente roba, miente, destruye el mundo, pero otra cosa es la obeja inutil, que solo busca la voz de alguien a quien seguir, a la cual hay que enseñarle a que se sepa guiar por si mismo bajo la observancia de los preceptos.

A la vista de lo sucedido en otros articulos, que me molesto demasiado, me pregunto lo siguiente; Que significado tiene el ser constructor de shalom si a los que se nos acercan los sacamos corriendo con piedras y palos? por que la falta de piedad, produce que rechacemos a la gente, no que las atraigamos. Nadie tiene un puñal en la mano con la inscripcion «Guardian Fulvidiano».

Saben que? Mi propia esposa, aparte de ser Noajida, de vez en cuando va a la iglesia… la voy a echar de mi cama por que es cristiana? voy a dejar de comer en la misma mesa por que es cristiana?  me voy a divorciar por que es cristiana? Nosotros los Noajidas, que tenemos la responsabilidad de traer luz a este mundo, en sociedad con el pueblo judio, Vamos a vivir como estupidos inquicidores, como extremistas idiotas, por querer defender nuestro modo de vida Noajico???? en que cabeza todavia no cabe que ya somos libres de la religion? que en vez de seguir atrincherados en las paredes de la religion, ahora somos personas nuevamente, ya no mas victimas de un sistema que tenia como fin hacernos vivir como tontos enagenados!!! Avraham, padre del pueblo judio, fue virtuoso, quieren aprender algo de la Tora??? Entonces aprendamos a imitar sus virtudes, vivamos conforme a la piedad, ayudando y tendiendo la mano de quien la necesita, no cortarles la cuerda para que caigan aun mas en el pozo del error, ábran su tienda, y dejen pasar a los huespedes que deambulan en el desierto de la mentira, sedientos de la verdad, sacienlos, tal como hacia el patriarca Avraham…

Aplastemos al sistema, ahi estoy de acuerdo, CONSTRUIR SHALOM, que sea en vez de una linda pancarta, sea la distincion que nos hace UNICOS.

ANDRES CABRERA, DESDE ARGENTINA.

Las Galletitas

Lee con atencion esta Historia:

Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un aeropuerto.
Como
debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete con galletitas.
Se sentó en una sala
del aeropuerto para poder descansar y leer en paz.
Asiento de por medio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer.
Entre ellos quedaron las galletitas. Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una.
Ella se sintió indignada, pero no dijo nada.
Seguir leyendo Las Galletitas

Analizando el Cuarto Mandamiento

Bueno antes que otra cosa pase, tengo que aclarar que estos análisis los hago con un estudio previo de los mandamientos, trato de ponerme al 100% al escudriñarlos, pero puede ser que alguna vez cometa algún error, reviso el trabajo antes de publicarlo, pero no soy infalible, así que te invito a cuestionar constructivamente si encuentras algún error, esto no quiere decir que hago mis análisis al aventón, nada de eso, si no siempre trato de dar lo mejor de mi para realizar un trabajo de excelencia, y esta vez no será la excepción.

Cada Precepto para las naciones es fundamental y complementa a los demás, todos en conjunto hacen un sistema perfecto de mejoramiento continuo y armónico de los cinco planos de la existencia, es de suma importancia que te esfuerces por ser cumplidor de cada uno de los Preceptos, todos los preceptos en conjunto constituyen una de las mas poderosas herramientas en la construcción de Shalom, si los cumples a cabalidad puedes alcanzar niveles hasta ahora desconocidos por la sociedad actual.

Este precepto es uno de los mas involucrados con respecto al trabajo realizado cotidianamente dentro de Fulvida pero también es fundamental para nuestro cotidiano andar Noajico, un Precepto que se refiere también al amor que le procuramos a nuestros semejantes, tratando siempre de contribuir para el mejoramiento de la sociedad en general, el Noajida encuentra dentro de este Precepto la instrucción de procurar siempre lo mejor por el entorno.

BREVE EXPLICACIÓN DE LA CUARTA LEY NOÁJICA

Es un poder emocional del alma. La fuente de todas las bendiciones es el Eterno. Esto es su misericordia y se expande a través nuestro continuamente cuando hacemos laboralmente lo que mejora el planeta necesitado de lo que ofrecemos. Preservando la vida por misericordia. Esto se traduce en armonía ó belleza interna que logra mejorar el entorno. Así somos misericordiosos y procuramos belleza, lo mejor para la comunidad cercana y el mundo entero en forma abundante y continua. Cuando asumimos y nos preparamos totalmente para recibir nuevas experiencias o responsabilidades para mejorar la vida en el planeta recibimos misericordia del Eterno para lograr equilibrar el entorno. Es decir recibimos nuevas vivencias, experiencias y recursos diversos que nos ayudaran a mejorar la vida en el planeta.

.EQUILIBRIO O DESEQUILIBRIO EMOCIONAL DERIVADO DE LA BELLEZA INTERNA

Canalización favorable ó equilibrio emocional en la persona: No buscas reconocimiento, buscas mejorar el entorno y Amas el planeta. Amas el lugar en el que vives y Tus actos mejoran el entorno, embelleces el mundo, hay Belleza, armonía, llega abundancia del Eterno porque deseas preservar su creación, compartes abundancia, actúas por propia voluntad procurando una mejora hacia el planeta siempre, Amas lo que haces y a quien se beneficia de lo que haces, Crees en lo que haces.

 

Canalización desfavorable ó desequilibrio emocional en la persona: Búsqueda solo de reconocimiento, Egoísmo, Trabaja para si mismo y no para mejorar el entorno o el planeta, trabaja solo por dinero, tiene escasez y no le alcanza lo que posee, búsqueda solo de ganancias personales, empleado descontento, no actúa por propia voluntad, no procura lo mejor para el planeta, pide diezmos, roba, no ama lo que hace ni a quién se beneficia de lo que hace, No cree en lo que hace.

 LA CUARTA LEY NOÁJICA

NO ROBAR
MITZVA # 229 BENEI ISRAEL / MANDAMIENTO # 4 BENEI NOAJ

SEFIRA: Tiferet TRADUCCIÓN: EQUILIBRIO (El tercer día o tercer atributo de la creación)

DIMENSIÓN EXTERNA ó CUALIDAD ESPIRITUAL (Lo que envía el Eterno): BALANCE, BELLEZA

DIMENSIÓN INTERNA ó FORMA EN QUE SE EXPERIMENTA (Lo que recibe la persona): MISERICORDIA

Es un poder emocional del alma.

COLOR: AMARILLO

Realmente es un Precepto importantísimo, y de mucha bendición, es impresionante el ver como funcionan las cosas, el Pueblo Noajida es inmensamente afortunado de contar con estas impresionantes y poderosas herramientas.

Hay un concepto que quiero comentar respecto de un punto en particular, cuando realizas cualquier tipo de actividad ya sea en el hogar, en el trabajo, o simplemente en el lugar donde te encuentres, que énfasis le pones a las cosas que haces, con que ganas las haces, pero vamos a  poner un ejemplo que recientemente escuche, de cómo poder darse cuenta, si haces las cosas con amor o simplemente por temor o compromiso, si hacemos las cosas por temor es bueno pero es mejor si las hacemos con amor y temor.

Si un padre le dice a su hijo “hijo por favor tráeme un vaso de te” el hijo va y le trae el vaso de te, como hizo las cosas el hijo, con amor o solo por obedecer a su padre, vamos con el segundo ejemplo, el padre le dice a su hijo “hijo por favor tráeme un vaso de te”, llega el hijo y le trae el vaso de te, pero también le trajo un pedazo de pastel y unas galletas, el primero tal vez lo hizo por amor pero parece que solo lo hizo por obedecer a su padre y no recibir un castigo, pero el segundo no solo le trajo el te sino que también le trajo pastel y galletas, hizo las cosas con amor y de forma abundante el padre no necesito decirle tráeme esto otro y esto otro, si no que el hijo tuvo una atención con su padre.

Cuando tu esposa, tu madre, tu padre te piden algo ¿como das? de forma abundante y con amor, o solo das las cosas por compromiso, que bien actuamos cuando de construir Shalom se trata si lo hacemos de forma abundante con amor y continuamente, una gran enseñanza contiene este Precepto, tu como crees que sea mejor que actúes solo por temor o con amor y temor, pues creo que lo segundo, creo que las cosas que hacemos debemos de hacerlas siempre con amor  procurando por el bienestar de los demás y el de nosotros mismos.

Ahora, nosotros sabemos que Di-s es Uno que fuera de El no hay nada, El es la fuente de todo, cuando dirigimos nuestros rezos al Creador, como pedimos, pues honestamente yo siempre pido lo mejor para mi  familia para mis semejantes y para mi mismo, casi nunca pido lo mínimo necesario, entonces cuando a nosotros nos toca dar vamos a dar, como debemos de hacerlo, debemos dar lo mejor de nosotros, o solo lo mínimo lo justo necesario, pues personalmente creo que hay que dar lo mejor de uno mismo.

Amando el planeta y todo lo que contiene, actuando con misericordia, laborando siempre con amor hacia nuestros semejantes, haciendo las cosas de forma abundante y por lo tanto con amor, y siempre haciéndolo de forma continua, este Precepto se convierte en una herramienta fundamental en el desarrollo humano, es increíble lo que contiene este precepto, de practicarlo es impresionante los beneficios que puede acarrear a la humanidad.

Honestamente el Precepto es para hacer un análisis de 20 hojas y tal vez mucho más, pero mí limitada capacidad solo me permite escribir estas líneas, pero te invito a estudiarlo y a poner en práctica lo que aprendas.

Así que ya sabes hermano una forma de trabajar con amor y de forma abundante y continua para construir Shalom es participando en Fulvida, ¡intégrate y participa!, haz las cosas con amor de forma abundante y continua, recuerda que  través de esto estas trayendo bendición a tu vida y al mundo entero.

Me despido de ti como siempre poniéndome a tus órdenes, deseando que las mejores cosas de la vida te sucedan a ti, que tengas ese merito de poder construir Shalom con amor de forma abundante y continua, y que la Luz del Eterno Ilumine tú camino.

¡Un abrazo y Shalom hermano!

Oficina Fulvida México

Referencias

http://noajidasmexico.blogspot.com/