El Orifico del bote:
Una vez un hombre fue contratado para ir al muelle a pintar un bote; el trajo todas sus brochas y su pintura y comenzó a pintar. En un momento dado empezó a darse cuenta de que la pintura se filtraba por un pequeño orificio en el piso del bote. Inmediatamente tomo un poco de madera y se dio a la tarea de arreglar ese pequeño orificio. Cuando la pintura se secó, el pintor fue donde el dueño del bote para que le pagara su trabajo, recibió su pago y se fue a casa. Al otro día el dueño del bote se presento en la casa del pintor llevándole una gran suma de dinero; el pinto extrañado le dijo que no tenia que pagarle, pues el día anterior había recibido el pago justo de su pintada. El dueño le dijo que el pago no era por la pintada del bote sino por haber arreglado el hueco que tenía en el fondo, el pintor le dijo que el huequito que el arreglo era mínimo, y que no valía tanto pago. El dueño del bote le dijo que ese día cuando sus dos niños se dieron cuenta de que el bote estaba recién pintado, decidieron ir a dar un paseo por el mar en el, cuando él se dio cuenta que sus hijos se habían ido se volvió loco de solo pensar que el bote tenía un orificio y que los niños estaban en el medio de la mar con un bote dañado; pero cuando los vio regresar sanos y salvos y vio que el orificio del bote había sido reparado decidió pagarle, no por el bote sino por haber salvado la vida de sus dos mas grandes tesoros.
Una pieza de cuerda.
Una vez un millonario mercader llevo a su casa un gran candelabro, hecho de puro cristal con incrustaciones de piedras preciosas sobre el.
Por el gran tamaño y el la estructura del candelabro, el techo de la casa no lo podría sostener, por lo tanto se dieron a la tarea de hacer un orificio que atravesara el techo, llegara hasta el ático y amarrando el candelabro con una cuerda a la viga mas fuerte de la casa, quedó guindando majestuosamente en el centro del comedor.
Todas las personas que visitaban la casa quedaban boquiabiertas al ver ese impresionante candelabro que colgaba del comedor del magnate.
Un día un joven de escasos recursos tocó la puerta de la casa rogando por un poco de ropa ya que no tenía que ponerse; se le indico que subiera al ático y agarrara lo que necesitara, el joven muy agradecido subió y encontró una buena cantidad de ropa para mantenerse vestido por un tiempo. Cuando la empacó empezó a buscar un pedazo de cuerda para poder atar el fardo de ropa elegido, como no encontró ninguno vio que a una de las vigas del ático estaba atada una cuerda y decidió cortarla para ayudarse a amarrar su ropa; la cortó y casi de inmediato se escucho un terrible estruendo seguido por el sonido de muchos vidrios rompiéndose.
Inmediatamente toda la familia subió al ático para ver que había sucedido. Llenándolo de improperios le dijeron que los había arruinado con lo que hizo. El joven muy confundido pregunto que como podían decir que los había arruinado si solamente cortó un pequeño pedazo de cuerda.
Fue despachado de la casa sabiendo realmente lo que cortó, y dejando a la familia con su más preciado tesoro sin poder reparar jamás.
Queridos amigos, esta historia nos refleja la importancia de cada una de nuestras acciones; este día iniciando el mes de Elul se nos recuerda a todos, que todas las acciones de nuestro año ocasionaron algo, cada buena acción, cada situación no correcta trajeron algo a nuestra vida; Y a partir de hoy todo se empieza a contabilizar para el gran juicio de Rosh Hashaná, mantengamos presentes estas dos historias para que podamos reflexionar y llegar a el día del juicio con una mente mas clara de lo que hemos hecho y de lo que cada una de nuestras acciones produce. Tenemos suficiente tiempo.
Sintamos estos días minuto a minuto, segundo a segundo, pensando y luchando por cambiar.
Imaginemos como nos sentiríamos si dentro de un mes tuviéramos un juicio de el cual depende nuestra libertad, o nuestras posesiones o nuestra estabilidad.
Ahora cuanto más debemos pensar si sabemos que vamos a tener un juicio en donde lo principal que esta en juego es nuestra vida, sin contar todo lo demás.
Que logremos llegar al juicio preparados, con la ayuda de HaShem.