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O Dios o religión

La oposicion noajida a las religiones, tiene relacion en gran parte a cuestiones fundamentales acerca de la unicidad de D-os o las obligaciones de las personas.
Pero hoy quisiera hablar en relacion a las religiones y sus conceptos, acerca de como operan en la sociedad sin necesariamente estar «presentes».
No necesariamente se tiene que ser religioso o ir a sus templos para estar afectados por su veneno.
La transmision historica de sus «valores», ha causado problemas de comprension de la realidad en muchos individuos que no necesariamente fueron o son «religiosas» y que hasta en cierto punto se encuentran en las antipodas del pensamiento «religioso».
Hemos comprobado mediante testimonios fehacientes y estudios acertados en nuestra fundación que los dogmas religiosos, en si son nocivos, con esto no descubro nada.
Paradojicamente el rechazo, sin conciencia o faltos de formación, de los dogmas religiosos, tambien han sido perjudiciales para nuestras familias y por consiguiente para nuestra sociedad, ya que se han generado los excesos. La violencia, las drogas, la prostitucion, robo, otras doctrinas, poniendolos como ejemplo, son producto de la religion, porque en el rechazo de sus dogmas y condenas generaron «rebeldes» o «herejes» que basados en su plano emocional buscaron otro camino. Fuera de la religion pero tampoco basado en lo que manda el Eterno.
Por eso creo que cuando dicen que las religiones trabajan para erradicar los males de la humanidad estableciendo el «reino de dios», caen en contradiccion porque son los causantes de los males y su unica solucion es que luchen para cambiar a si mismas.
O es necesario que desaparezcan porque su «antitesis» es consecuencia nacida en su propio seno.
Esto me hace acordar a los valores de belleza que se transmiten por TV donde el mandamiento es que tenes que ser como tal o cual, y un dia vi a una muchachita que se comportaba de una manera vulgar, tratando de parecer fuerte o rebelde, cuando en realidad era un manojo de temor, porque en el fondo se estaba juzgando a si misma porque no era como el modelo televisivo.
Quizas en su mente el mensaje es que si no sos asi, quizas no valgas mucho. Si no vales mucho, de que sirve el esfuerzo.
Asi trabaja la religión, sos pecador, no vales, no te esfuerces, no hay ley, no hay recompensa, ni castigo.
Cuanta diferencia con el noajismo! cada uno de nosotros vale mucho, con nuestras diferencias y semejanzas, canalizando positivamente nuestra potencialidades, sin condenas y tratando de mejorar cada dia.
Aqui esta tu camino, el de la autosuperación mediante la guia que el Eterno nos ha brindado.
Un abrazo

CARA A CARA CON LA REALIDAD: Lo que dijo Jesús de sí mismo versus lo que dice la Torá

Este es un texto publicado hace un tiempo en SERJUDIO.com, vale la pena releerlo, estudiarlo y comentarlo con sabiduría.
Su autor es el Sr. Alfredo Zambrano, de Venezuela.
Vayamos al texto.

CARA A CARA CON LA REALIDAD

Lo que dijo Jesús de sí mismo versus lo que dice la Torá

Por: Alfredo Zambrano G.

1.     Dijo Jesús: “Yo soy el Camino”.

Texto base: (Juan 14: 6).

¿Qué dice la Torá al respecto?

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Denunciar y detener a los «fetraficantes» sin miedo

En más de una ocasión nos hemos topado con alguno de esos malandrines que han aprendido -a medias- un par de conceptos judaicos y pretenden hacerse pasar por maestros, sabios, líderes, etc.
Por lo general estos malandrines solían ser pastores evangélicos, que de un día para el otro se hacen llamar «rabino mesiánico», o títulos estrafalarios similares (haham, profeta, rohe, ioresh, more, etc.) y que quizás de pronto hasta se hicieron líderes noájicos, o «gentiles justos mesiánicos» o cualquier otro rol que se inventaron o que consiguieron con «sincera astucia».
Sea cual fuera la careta que muestren, lo que no pierden son las mañas para manipular a la gente, envolver en sus telarañas a los de buen corazón, pedir dinero para tal o cual causa para quedarse ellos con la gordura más sabrosa, convertir sus bocas en cloacas en contra de los que no están en su sintonía, hacerse las pobres víctimas en una clásica jugada de manipulador, etc.
Siguen con sus astucias, con sus corrupciones, con sus perversiones, y sin dudas con sus carismáticas personalidades, que los llevan a parecer simpáticos, entradores, convincentes, firmes en sus creencias, aunque ayer fueron evangélicos, hoy mesiánicos, mañana noájicos, pasado noájicos de Jesús, en un mes noájida cabalístico o noájida jasídico y así siguen cambiando de disfraz pero siempre apegados a su ambición, al amor por el dinero, al deseo de dominar a otros, a su pasión por que su nombre sobresalga, etc.
Hacen del engaño en el área de la fe su trabajo, su profesión más rentable, y son expertos, hábiles, preparados, entrenados, saben cómo conseguir ese diezmito o esa ofrenda, entienden a la perfección los mecanismos emocionales para llevar a sus audiencias hacia lugares infectados de maldición pero que a ellos personalmente les brindará platita.
En el nombre de la religión o de lo espiritual van engañando, metiendo ideas terribles en sus audiencias, generando miedo y duda y resentimiento en quien le presta atención, todo en nombre de la religión, de algún dios que les promete salvación a cambio de que la gente deje plata y siga con fidelidad de oveja ciega a este pastor.
Son hábiles, lo repito, astutos como su modelo original: el serpiente de Edén.
También mencionaba a Dios, también quería hacer creer que buscaba el beneficio de sus oyentes, también hacia de la religión su negocio, también era la más astuta de la ciudad, también mentía con una calidad impresionante que hacía parecer a la verdad mentira y a la mentira verdad, también despreciaba y menospreciaba a quien pudiera desenmascaralo, etc.
Sí amigo mío, como ese o esa pastor/a que tienes a tu lado, que te dice que eres judíos «sefaradita» porque en tu apellido hay una «z», o porque tus antepasados fueron españoles, o porque eres judío por fe, o porque eres noájida pero debes estudiar la parashá, o eres noájida pero tienes que convertirte a judío para ser completo, o vivir como judío pero sin convertirte con rabino ortodoxo, etc., etc… sea lo que sea, nunca falta el pedido de dinero, o el hacerte sentir culpable o con miedo o fracasado, o presionarte para que hagas lo que él quiere y le conviene, etc.
Todo sazonado con técnicas de manipulación sutiles y con muchas alabanzas a «dios», y con alelushas y con sentimentalismo, y mensajes proféticos que solamente él recibe, etc.
Un gran producto comercial, que te hace vibrar, que te hace creer, que te lleva al abismo.

Ahora, ¿sería correcto denunciar públicamente a una persona como esta?
Mira claramente.
Entre los dos o tres conceptos que a medias se aprendieron de judaísmo, mencionan el no hacer «lashón hará», es decir, no hacer maledicencia, no declarar lo negativo que se sabe de alguna persona.
Con la misma excusa me escriben cada dos por tres diciendo que no puedo seguir diciendo del tal Jesús que era pecador, blasfemo, rebelde, terrorista, infame, de la peor calaña… pues sería -según ellos- hablar negativamente de un buen tipo.

Lo cierto es que la ley judía, que no es mandamiento para ti como gentil justo/noájida, pero que es sanamente aplicable, dice precisamente otra cosa.
Claramente expresa la ley judía que cuando se sabe de alguno que es pecador habitual y voluntario, no hay que tener concesiones con una persona así y se la debe denunciar siempre que se pueda, para que nadie caiga en sus redes, para que ningún inocente se perjudique.
Precisamente es parte del respeto a la persona y a Dios no dejar a los malvados que prosperen a causa de nuestro silencio o neutralidad.
Te lo transcribo de las famosas e ineludibles leyes del Jafetz Jaim capítulo 4, regla 7-8 (de la versión mexicana de la guía del   Rav Pliskin):

Si alguien ha desechado por completo la observancia de los preceptos, o continuamente viola algún precepto cuya severidad es conocida por todos, está permitido avergonzarlo por motivo de sus faltas. Ya que él no ha sucumbido a la tentación, sino que consciente y voluntariamente viola los preceptos de Dios, está permitido relatar a otros sobre su conducta.
Cuando esa persona comete un acto que puede ser interpretado como bueno o malo, no se le debe dar el beneficio de la duda. La prohibición de decir cosas que irriten a alguien, no se aplica a esta persona. Por lo tanto está permitido avergonzar a esa persona.

Está muy claro entonces lo que debes hacer, siempre y cuando no exageres, no mientas, no hables por rumores y no busques algún placer de esto.
Solamente por el amor a las criaturas de Dios debes hacerlo, para salvar al prójimo de las trampas de estos piratas de la fe, para detener el avance de la corrupción de los enemigos de Dios y del hombre.
No estarás pecando si cuentas lo que sabes, si lo denuncias públicamente, si le quitas la careta para que se vea su fiero rostro verdadero.
Tenlo presente, ahora y siempre.
Por supuesto, cuida de no caer tú presa de tus palabras, cuídate para que no puedan actuar en tu contra legalmente, pero no dejes que por tu miedo o debilidad el malvado siga desparramando su infernal veneno.

Espero que la enseñanza que viene desde lo más profundo de la Torá, adecuado para el noájida, te llegue al alma y te mueva ahora mismo a dejar sin poder al perverso, a ese que conoces, que sigues perdonando, al que sigues escudando y por tanto haciéndote cómplice de su maldad.

Por último, estos timadores y algunos que los siguen te saltarán con que no debes juzgar, que solamente Dios es el juez.
Tienes al menos dos respuestas, la primera es que ellos hablan de «dios», pero adoran a su dios EGO, que es dinero, poder, fama, automóvil de marca y muy caro, casa bonita, acostarse con jovencitas de la congregación, dioses ajenos, etc.
La segunda respuesta es la que sin errores te brinda la cita que te di, allí dice que no debes ser compasivo con alguien así, un reconocido pecador, vulgar en sus actos aunque quiera hacerlas parecer como la gran cosa.

Quizás sigas dudando, porque el veneno de estos timadores te ha penetrado profundo, entonces tómatelo con calma. No me creas a mí, indaga, investiga, encuentra evidencias, busca la verdad hasta hallarla.
Pero ten presente que si no los detienes tú que sabes lo que están haciendo, entonces te haces cómplice de sus maldades y tendrás tu porción de dolor en el mundo venidero.
El pecado de estos fetraficantes es terrible, porque engañan, mienten, roban, llevan a la miseria al prójimo, llevan a la desesperación/enfermedad/muerte a otros, dan falso testimonio, hacen pecar a otros, son blasfemos, adoran dioses ajenos… ¿tú quieres ser realmente el cómplice de esta gente?

No es ante este simple maestro ante quien deberás rendir cuentas… es ante Dios quien te ordenó los Siete Mandamientos y espera de ti que los cumplas con fidelidad.

A construir Shalom, también erradicando -legalmente- a las malas hierbas del jardín del Eden.

El ejemplo de Kepler

“Es preferible morir por la verdad, que vivir por la mentira”

-Eleazar Trujillo García-

 

 Johanes Kepler fue un matemático y astrónomo alemán, que en lo particular admiro profundamente, esto se debe a su obra cúspide en la Física, consistente en las tres leyes que llevan su nombre.

 

El tenía un anhelo, encontrar el orden con el que el Eterno había creado el mundo, al considerar ciertos datos, supuso haberlo encontrado, Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno. 5 planetas que coincidían con 5 círculos y estos quedaban inscritos en los 5 poliedros de Platón, a claro y el círculo de Mercurio, quedaba inscrito en la esfera más central, alrededor del sol, genial idea.

 

Ya Copernico había sacado su modelo basado en escritos antiguos y mediciones (algo toscas por cierto), Tyco Brahen había propuesto poco antes de su muerte el suyo, un paso intermedio entre el modelo heliocéntrico y geocéntrico. Pero ninguno había dado un sentido, su único sentido eran las esferas perfectas(o círculos), (y con el modelo de Copernico, quien consideraba tantas esferas [por los epiciclos] tanto que competía con el modelo de Ptolomeo en complejidad), pero lo que a él se le había ocurrido era genial, brillante y con un enriquecedor sentido, bastante místico y poético, era como haber alcanzado el principio que había utilizado el Creador para hecer el universo (en ese tiempo ellos no se imaginaban que el universo fuera tan grande como ahora se le considera, imaginaban que las estrellas estaban en una bóveda más allá de saturno).

 

Lo que necesitaba eran datos y mediciones precisas para, para con ellas corroborar su teoría. Así que Brahen hesitaba un buen matemático para sus cálculos y su modelo, Brahen era un excelente observador pero no era tan buen matemático, así que enterado de la buena fama en los cálculos de Kepler, no reparo en mandarle a traer, la historia esta llena de curiosos detalles, Kepler un puritano y Brahen un burgués comelón y tomador de cerveza, cada uno de ellos queriendo llevar agua a su molino (esto es sus teorías), todo termino con la muerte de Brahen suplicando a sus allegados que afirmasen que su vida no había sido en vano…

 

Kepler obtuvo las mediciones de Brahen y con todo el ahínco y tesón, se puso a calcular y calcular, una y otra vez, los planetas no querían amoldarse con precisión a su modelo, sobre todo las figuras que se plasmaban en los cálculos no eran círculos, por lo que él recurrió al truco de los epicentros y buscaba los círculos y medidas que le dieran en su conjunto, las ecuaciones que daban las precisas medidas de Brahen, pero nada, grados de arco por aquí, grados de arco por allá y las figuras reales no se amoldaban a las figuras que el proponía si no(1):

 

“Si la curva fuera una elipse perfecta, encontraría todas las respuestas en Arquímedes y Apolunio”

 

“La verdad parece encontrarse entre el ovalo y el círculo, exactamente como si la orbita de Marte fuera una elipse perfecta”

 

Pero se resistía a aceptarlo, por lo que más adelante él confeso:

 

“¿Por qué morderme los labios? La verdad de la naturaleza, que yo había rechazado y expulsado, entraba a hurtadillas por la portezuela disfrazada para ser aceptada. Es decir, puse a un lado la ecuación original y me abalance sobre las elipses, creyendo que era una hipótesis diferente, cuando las dos son exactamente la misma… Estuve a punto de enloquecer buscando una razón que explicara por que el planeta prefería una orbita elíptica… ¡ah! ¡Qué atolondrado he sido!”

 

Efectivamente, las figuras eran elipses, estas figuras caprichosas, que el no esperaba eran las que hallaban gran precisión con las mediciones de Brahen.

 

Y él un luchador de la verdad aunque no con todo el gusto, acepto su error.

 

¿Cual fue la ganancia?

 

Si él hubiera “cuchareado” (termino que usamos vulgarmente para referirnos que una medición esta manoseada para cuadrarla con la teoría), en el futuro, cuando las teorías de Descartes en las que se imaginaba un Éter (2) que cambiaba su densidad desde los cuerpos al exterior y que en su movimiento rotatorio generaba bortices, donde los planetas eran movidos por el fluido. Y por otro lado la teoría del “inverso al cuadrado” de la ley gravitatoria de Newton. Estas ofrecían modelos coherentes para describir las mediciones planetarias, pero sólo una ofrecía elipses, mientras que la otra sólo ensambles de círculos… tarde o temprano alguien iba a descubrir la verdad, sobre todo con la invención y posterios difución del telescopio contemporánea a Kepler (Galileo escribía sobre sus observaciones), pero él habría sido recordado como un mentiroso. Tal vez la ciencia se habría atrasado unos siglos más.

 

Pero la honestidad de Kepler resplandece en la historia de la Física y de la humanidad, mostrando que ella es la mejor opción del hombre.

 

De igual forma la mayoría de nosotros, estuvimos en tinieblas, y algunos de nosotros por buscar sentido y confiabilidad en nuestras creencias, también al igual que Kepler, abandonamos la seguridad falsa que senos ofrecía y que creíamos llena de sentido, pero la búsqueda de la verdad nos aparto de esa senda, y nos trajo a Fulvida.

 

Que el Eterno los bendiga y que seamos dignos constructores de Shalom

 

(1)   “Cosmología teorías sobre el Universo”, Jean F. Charon paginas: 91, 92 y 95

(2)   “Philosophia Naturalis Principia matemática (1687) Traducción de A. Escotado, M. Sáenz de Heredia, Rev. Mat. Fernández-Flórez  2a Edición 1997: Estudio preliminar; 4. El concepto de Gravitación y la Hipótesis del Eter, Paginas: LXV-LXXIII

Originalidad Noájida

¿Qué nos hace reconocer la originalidad de las cosas? ¿Por qué podemos catalogar a algo o alguien de ‘original’?

Posibles respuestas: ser original es ser diferente, ser original es hacer cosas de manera diferente, es salirse del común, entre otras. Las repuestas son muy relativas.

En principio tiende a ser más fácil definir qué no es ser original: dejarse influenciar por ideas ajenas, cambiar nuestra manera de pensar por presión social, querer encajar en el grupo a costa de nuestra integridad, y otras.

Pero ¿qué es originalidad noájida?

– Es sacar a flote la mezquindad, vulgaridad, medianía de la idolatría.

– Es mostrar a los extraviados que llegaron al mundo siendo únicos pero que morirán siendo imitaciones, remedos, plagios, falsificaciones, a menos que retornen a la senda original.

– Es enseñar que aquello que la abuelita enseñó acerca de ‘dios’ lo aprendió de otros que prefirieron no cuestionar a sus abuelitas.

Finalmente, la originalidad es el regreso al principio, al comienzo, al inicio, al génesis, al albor, al arranque, a la entrada, al germen, a la base, sobran los sinónimos.

Comparable a lo que se siente regresar a la casa donde naciste y pasaste tu infancia. Ese placer, ese bienestar, o esa frustración que te reta a hacer las cosas diferentes. ¿Lo has sentido?

Finalmente, retemonos a hacer algo original, algo que esté bien conectado a nuestros orígines. Tal vez sea el secreto para generar más y mejor cambio en nuestros ambientes.

Resp. 274 – Conducta del noájida

Señor Ribco tengo una pregunta hace algun tiempo algunas palabras eran groserias pero ahora han sido aceptadas por la real academia de la lengua como chilenismos, son muy comunes en el vocabulario a todo nivel y sobre todo en el ambiente campesino, escucharlas, me divierte pq hay ocasiones en q resultan muy apropiadas, y son contagiosas como cualquier dicho común. La lógica me dice q son vulgaridades,pero tambien esta el hecho de q el ambiente en el cual me relaciono es rústico y si hablamos el mismo idioma hay más confianza. Me podria enseñar que hay respecto a esto en las leyes Noajidas.
Con mucho cariño Nidia.

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El buen Samaritano?

Lucas y los Samaritanos

En un aparente mensaje sublime, Lucas nos cuenta otra de sus historia de los caminos pecaminosos de los judíos.

Casi todo el mundo a oído la frase «El buen Samaritano», aun cuando no estén familiarizados con esta parábola.

Muchos aman las virtudes de esta parábola sin notar la falta de respeto hacia los judíos y al judaísmo.

Veamos lo que dice la parábola.

El buen samaritano
10:25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
10:26 El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
10:27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
10:28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
10:29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
10:30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
10:31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
10:32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
10:33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
10:34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
10:35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. (Lucas 10:30 al 35)

Lucas fue el único evangelio que contó esta historia, en la cual su ataque a los judíos quedo grabado en la mente de los seres humanos. El termino «El buen Samaritano» tiene tal sentido emocional en el mundo de hoy, que el propósito de la historia se ha perdido.

Lucas nos cuenta una historia dicha por el llamado Jesús.

Nos habla de dos hombres que según Lucas son miembros de alto rango de la sociedad judía, pero lo que en realidad Lucas desea es darle un golpe duro a el judaísmo.

Nos dice claramente que el primer hombre en pasar frente a el hombre herido, era un Sacerdote judío. Nos dice que el Sacerdote paso frente al herido ignorándolo por completo. No se conformo con esto y menciona nuevamente como un Levita pasa de largo, dejando al hombre allí tirado sin prestarle atención alguna. Después menciona como un Samaritano, (enemigo de los judíos) ayudo a el hombre herido.

No pudo Lucas contar la historia diciendo que de tres hombres que pasaron junto a el herido, solo uno lo ayudo?

La lección era que un hombre ayudo a otro herido y que otros no. No era mas fácil contar la historia de esta manera? La lección aquí era, Ayuda al necesitado!

No tendría esto el mismo mensaje moral?

Piénsalo!

El que un judío no ayudo a el hombre herido hace diferencia en la historia?

Claro que no!

Que tiene que ver quien ayudo o no, si el mensaje era, ayuda al necesitado.

Pero no, Lucas tenia que desacreditar a los lideres judíos y lo logro con esta mal intencionada historia. Fíjate como menciona claramente a un sacerdote y a un Levita. Lucas quería enseñar que los lideres judíos de importancia en el judaísmo no eran capaces de demostrar compasión alguna, pero un vulgar hombre no judío si podía.

Esta parábola quizás tenga alguna verdad y esta es, como es que actúan cierto tipo de personas, pero no había razón alguna para que mencionara religión o raza alguna. Para cuando Lucas termino de contar la historia, esta paso a ser antijudío.

Como sabemos, Lucas fue compañero de viaje de Pablo y según los escritos de Pablo este odiaba a los judíos, solo porque estos rechazaban a Jesús. Por lo tanto Lucas tubo la tendencia de odiar a los judíos y esta se confirma en sus escritos.

Piense un poco. Use su mente y conocimiento. Cree usted que un líder de el pueblo judío o de el judaísmo pueda pasar junto a una persona herida, tirada en el suelo y ignorarlo? La persona que cree una cosa como esta es porque no conoce de que se trata el judaísmo. No conoce al pueblo de D-s. Es un ignorante de la ley de D-s. Todo aquel que a vivido dentro de una comunidad judía sabe que los judíos son un pueblo generoso y compasivo.

Por lo tanto, la lógica nos dice que la historia de el buen Samaritano, fue con fines de hacerle daño al pueblo judío. Solo una mente enferma por el odio hacia el pueblo de D-s pudo inventar una historia como esta.

Lo triste de esta situación es que hay personas que creen esta historia, ignorando por lo tanto la tora y al pueblo de D-s. Pero, que se puede esperar de los que creen en el Nuevo Testamento? Ellos son ignorantes de su propio libro y de su propio dios.

Lucas nos cuenta otra historia en su evangelio.

Jesús caminaba hacia Jerusalén y paso por Samaria y Galilea. Cuando el entro en cierta aldea, se topo allí con diez leprosos y los sano. Solo un Samaritano le dio las gracias.

Veamos la historia

Diez leprosos son limpiados

17:11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
17:12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
17:13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
17:14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
17:15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
17:16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
17:18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
17:19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado. (17:11-19)

Este escrito nos hace pensar en algunas preguntas importantes.

Porque razón Lucas indica que solo un samaritano agradeció el milagro?

Si Jesús estaba en una aldea Samaritana y allí curo a diez Samaritanos, no se sobrentiende entonces que el que le dio las gracias a el llamado Jesús por el milagro tenia que ser Samaritano?

Porque razón Lucas hizo énfasis en la bondad de el Samaritano al dar las gracias?

Bueno, según entendemos aquí Lucas deseaba fijar en las mentes de los lectores de el Nuevo Testamento que la palabra «Samaritano» significa gente buena.

Quizás Jesús no estaba en Samaria, pero si en Galilea. El Nuevo Testamento dice que el estaba camino a Jerusalén. Quizás estaba en ese momento en alguna aldea entre Samaria y Galilea. Así lo declara el Nuevo Testamento. Quizás entre Samaria y Galilea fue que se topo con los diez leprosos, siendo uno de samaria y los demás judíos.

De todas maneras no dice que eran todos Samaritanos, ni especifica que los demás no lo eran. Aun así, digan lo que digan esta historia no tiene sentido ya que según Lucas tanto samaritanos como judíos vivían en esa aldea de galilea, siendo esto imposible ya que estos dos enemigos no podían vivir juntos en un mismo lugar, no importa lo enfermo que estuviesen. Por lo tanto la aldea entera era de samaritanos de Samaria. Por lo tanto entendemos que todos eran samaritanos y no un solo Samaritano.

Pero si esto fuere así, de que todos fueran samaritanos, la historia de Lucas no haría el daño que el deseaba hacerle a los judíos. Así que Lucas hizo énfasis en que una sola persona dio gracias a Jesús, y este claramente dice que era samaritano. Con esto dejo fijado en la mente de las personas que los demás desagradecidos eran judíos.

Nuevamente Lucas perjudica a los judíos con sus dañinas historias, dando a entender lo desagradecido que es el pueblo de D-s.

Piense en esto, eran diez leprosos y nueve de ellos eran judíos y uno Samaritano. Lucas encamina la historia de esta manera, para poner a Jesús preguntando, el porque solo uno dio las gracias, vea el versículo, 17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?

Que nos dice aquí Lucas? Que uno no judío fue quien dio las gracias y Gloria a D-s. Poniendo así a los demás como desagradecidos y que no tenían temor de D-s al no darle gloria por el milagro.

Entonces tenemos claro que Lucas en su historia describe como Jesús declara que solo uno de diez dio Gloria a D-s. Solo tenemos que leer y entender el mensaje oculto detrás de esta historia. Pero nosotros entendemos que fue invento humano y este invento humano tiene un propósito y este es destruir el pueblo escogido por D-s.

Deje que le explique la verdadera historia de quienes en realidad son estos Samaritanos.

Eran los Samaritanos hace mucho tiempo atrás judíos auténticos, que cumplían la Tora y el judaísmo. Pero después de la destrucción de el Templo en 721 antes de la era cristiana, los Asirios obligaron a los judíos capturados a establecerse en la región de Samaria. Cientos de años después, los judíos comenzaron a casarse con gentiles y pasaron a ser una raza mixta.

Como estos Samaritanos no eran judíos genuinos, no se les permitió ayudar en la construcción del Segundo Templo en Jerusalén. Por causa de este rechazo los Samaritanos se tornaron amargados y escribieron cartas con mentiras a el rey de Persa, acusando a los verdaderos judíos de desleales. Cuando el rey leyó las cartas, envío ordenes a Jerusalén para parar la construcción del Templo. La construcción paro hasta que el rey tubo un sueño sobre la construcción del templo mas grande de el mundo.

Durante este lapso en la construcción del Templo, la separación entre estos dos grupos judíos empeoro y se tornaron enemigos. Después de la construcción del Segundo Templo, los Samaritanos tomaron el lado de el helenismo griego, o bien quedando estos neutrales o luchando en contra de los verdaderos judíos durante la Guerra Macabea de la independencia judía. Los Samaritanos fueron tan lejos en sus actos que dedicaron su Templo en el monte Gerizim a Zeus, el dios griego.

Los Samaritanos niegan que Jerusalén sea el lugar en el cual D-s puso Su Nombre y niegan que El monte de Sion sea el lugar verdadero para el Templo.

Así que los Samaritanos no solo construyeron su propio templo rival, sino que también fueron los primeros en escribir deliberadamente una farsa traducción de la Tora.
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No había manera alguna de que los judíos se relacionaran socialmente con los Samaritanos como es confirmado por el Nuevo Testamento.

El termino Buen Samaritano en el día de hoy en cualquier lenguaje significa, una persona compasiva que ayuda a los que están necesitados, sin esperar nada a cambio. Una persona que da de lo que tiene sin egoísmo alguno.

Trate de buscar la palabra Samaritano en un diccionario y vera lo que dice. EL diccionario Western dice sobre la palabra buen Samaritano… Buscar Lucas 10:30 al 37.

Que creen ustedes de esto?
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El mundo hoy en día cuando ve a una persona que se compadece y ayuda a su prójimo, lo llaman «buen Samaritano».

La ley de D-s nos dice que ayudemos a el extranjero, pero no convenía que el Nuevo Testamento dijera que fue un judío quien ayudo al necesitado. No era bueno para ellos que las personas llamaran a los judíos buenos. No querían que se dijera que los judíos son Buenos y menos que esto se dijera por siglos y siglos,

El mundo hoy en día cuando ve a una persona que se compadece y ayuda a su prójimo, lo llaman «buen Samaritano».

El pueblo judío por no aceptar a el llamado Jesús fue odiado sin razón alguna, por lo tanto el llamado Nuevo Testamento tenia que presentar a el judío como el pueblo malo y despiadado.

Tenga en mente: Lucas no era un discípulo de Jesús y nunca lo conoció. Como es que alguno puede creer una historia como esta? Una historia inventada para enseñar a toda costa a odiar a el pueblo de D-s.

Pablo era amigo de Lucas, pero Pablo tampoco fue discípulo de Jesús y tampoco lo conoció, solo según el Nuevo Testamento Jesús le hablo par de palabras cuando Pablo estaba camino a damasco. No obstante Pablo escribió la mayor parte de el llamado Nuevo Testamento.

Así que no se puede creer lo que escribió Pablo tampoco.

Nadie viene a Israel por nada…

Cuando aún tenía poco menos de un año desde que empecé a observar las Siete Leyes Universales, tuve que vérmelas con la realidad de que mi país no daba (y aún no da) mínimas oportunidades para surgir modestamente como científico. Emigré junto con mi esposa e hijo a Chile y tuvimos por primera vez en la vida que apoyarnos el uno con el otro. Gracias a Dios por todos esos dolores porque sin ellos no hubiéramos aprendido, ni madurado, ni encontrado el sentido que con mi señora ahora compartimos en la vida. (Foto: Rabí Yirmeyahu Bindman, (Archivo personal de Juan Mayorga Zambrano)

Yehuda Ribco fue inmensamente trascendente en mi vida en aquellos años. Especialmente importante fue su consejo de que "para crecer de manera sana, en el camino de las Siete Leyes, uno debería aprender del hermano mayor – el pueblo judío". En esa búsqueda de asesoramiento – los rabinos llaman al concepto "Asej leja Rav" (hazte un maestro) – intenté contactarme con varias comunidades judías de Santiago de Chile sin mucho éxito. "¿Noájida? ¿Siete Leyes?" me preguntaban. "¿Y qué es eso?", decían. La verdad es que casi nadie había escuchado siquiera sobre el asunto. Una secretaria atinó a decir, "ah! un justo entre las naciones…"

Decidí no esperar a que me abran las puertas. Yo me las abriría solo. Decidí estudiar de los libros "Los Siete Colores del Arco Iris" (Bindman) y "El Camino del Gentil Justo" (Clorfene & Rogalsky) recurriendo cada vez que no entendía algo a la bondad y generosidad de Yehuda Ribco a través de SerJudio.com. Al poco andar me di cuenta de la trascendencia e importancia de divulgar el conocimiento de las Siete Leyes así que decidí emprender la traducción de dichos textos para que estén disponibles tan pronto como posible en Castellano.

Gracias en buena medida al apoyo de mi señora, emprendí el proyecto. Desde el principio intenté contactar a Rabí Bindman, autor del primer libro que traduje pero hubo silencio en el ciberespacio… Pero seguí adelante.

Una mañana sin embargo encontré un email interesante en mi buzón. Era la secretaria de Rabí Bindman que contestaba casi un año después al email en que yo le decía al Rab sobre mi interés en hacer completamente gratis el trabajo de traducción. Establecí por fin contacto con Rabí Bindman – una de las personas más generosas y comprensivas que he conocido en mi vida. Una de las experiencias más agradables de mi vida fue recibir una llamada telefónica internacional – desde Israel – como respuesta a un email en que le comunicaba al Rabí sobre la conclusión exitosa del trabajo de traducción…

Hace algún tiempo que Rabí Bindman sabe del deseo mio y de mi señora por la conversión al Judaísmo… Cuando le comenté que me habían ofrecido un trabajo en el Technion y que queríamos aprovechar la oportunidad para seguir el consejo de Rabí Perman (sobre buscar hacer la conversión al Judaísmo en el Estado Judío) me dijo (entre otras cosas) lo siguiente

Hace unos años, hubo un grupo de músicos ecuatorianos aquí (en Israel), quienes tocaban en lugares públicos y llegaron a ser bastante populares al punto que permanecieron varios meses en el país. En una ocasión, los ví mientras paseaba con mi familia, y después que terminó la presentación (musical) me les acerqué preguntando si alguno hablaba inglés o hebreo – mi interés era hablarles sobre las Siete Leyes. Rápidamente hicieron que se acercará uno de ellos y comencé a converzar con él. Tan pronto como la curiosidad natural de los demás les llevó a preguntar de que trataba el asunto, él empezó a traducir la conversación al Quechua. Cuando terminamos de converzar me agradecieron, y yo les dije, "nadie viene a Israel por nada", a lo que me respondió el músico traductor, "de hecho ya hemos aprendido un montón de cosas"…

Como siempre me sucede con las palabras que me dirige Rabí Bindman, eventualmente les encuentro más sentido y trascendencia del que uno les da a priori. Muchas veces después de que ha pasado algún tiempo…

Pues bien, creo que para aclarar esa frase aparentemente "liviana" de que nadie va a Israel de gana, lo mejor es presentarles el siguiente artículo publicado en el El Mercurio (Chile, 3 de junio de 2007).


Los 4 mil camellos que Forni rechazó en Israel
 El Mercurio, Chile Domingo 3 de junio de 2007


Luego de permanecer durante una semana en Israel invitados por el gobierno de ese país, los senadores UDI Pablo Longueira, Andrés Chadwick, Juan Antonio Coloma y el diputado Marcelo Forni regresaron con diversas anécdotas sobre las vivencias que tuvieron en Tierra Santa.

Pero sin duda una de las más simpáticas fue la que sufrió Forni, quien en el viaje se caracterizó por hacer distintas bromas a costa de sus compañeros de viaje.

Por ejemplo, cuando en Jerusalén el actual jefe de la bancada de diputados del partido presentó a sus correligionarios en la Knesset (el Parlamento israelí), dijo que Coloma era un experto en relaciones internacionales, especialmente de los Países Bajos -burlándose de su corta estatura-, y que Chadwick era experto en temas de jubilados, porque el vocero de los israelíes era representante de los parlamentarios retirados.

Por eso, durante un paseo por la Puerta de Damasco, en la ciudad vieja de Jerusalén, las esposas de Chadwick y Coloma decidieron devolverle la mano. Al ver a un grupo de comerciantes egipcios, les ofrecieron llevarse a la mujer de Forni, los que aceptaron encantados entregarle al diputado una abultada dote a cambio, como es la antigua costumbre entre los beduinos. Según éstos, nada menos que 4 mil camellos.

A Forni le tomó varios minutos convencerlos de que no aceptaba el trato y retirarse del lugar… junto a su esposa.

Las mentiras de un falso dios

Un charlatán que debemos desenmascarar:

http://video.google.co.uk/videoplay?docid=-3815890742052183370

http://video.google.co.uk/videoplay?docid=-2248080451108615624

http://video.google.co.uk/videoplay?docid=-541554370516553128

http://video.google.co.uk/videoplay?docid=-7872652542718284746

http://video.google.co.uk/videoplay?docid=-5882038646395910901

Este ladrón se hace llamar dios, creador del universo, origen de todas las religiones.
Este charlatán afirma que tiene el poder de curar cualquier enfermedad.
Este pirata hace baratos trucos de feria para convencer a los incautos de que tiene poderes supernaturales.
Pero, no deja de ser un vulgar ratero, ambicioso, codicioso…
Presentamos algunos videos que lo demuestran, pero pedimos que sumen sus testimonios, evidencias, filmaciones, etc. para detener el avance de este sujeto deleznable.

La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 3

"…a partir del cristianismo la judeofobia se convirtió en norma. Nacía una religión masiva basada en el judaísmo, en la que el odio antijudío echó raíces, se profundizó, y se ramificó monstruosamente, con derivaciones ideológicas y aun teológicas. La judeofobia precristiana fue vulgar, poco organizada, no sistemática. En contraste, señala Marcel Simon, la judeofobia cristiana "persigue un objetivo muy preciso: despertar el odio hacia los judíos". 


 

Unidad 03: El nacimiento del cristianismo y su influencia en la judeofobia

Por: Gustavo Perednik

 

Vimos en nuestra segunda lección amplia evidencia de la judeofobia pagana, y de cómo Alejandría podría considerarse cuna de la judeofobia en general. Ello bastaría para justificar una postura como la de Edward Flannery que atribuye a la judeofobia veintitrés siglos de antigüedad. Concluimos por preguntarnos si acaso es posible argumentar que la judeofobia nació después, con el cristianismo, salteando de este modo la etapa pagana.

La respuesta es básicamente que a partir del cristianismo la judeofobia se convirtió en norma. Nacía una religión masiva basada en el judaísmo, en la que el odio antijudío echó raíces, se profundizó, y se ramificó monstruosamente, con derivaciones ideológicas y aun teológicas. La judeofobia precristiana fue vulgar, poco organizada, no sistemática. En contraste, señala Marcel Simon, la judeofobia cristiana "persigue un objetivo muy preciso: despertar el odio hacia los judíos".

Quede claro desde el comienzo que señalar las raíces cristianas de la judeofobia no implica la grosera generalización de atribuir judeofobia a los cristianos en su conjunto. Sin embargo, algunos datos básicos deben ser mencionados para aclarar la idea, y a ellos dedicaremos esta tercera lección.

La esencia del problema es que la iglesia naciente se presentó como la consumación del judaísmo, su herencia mas prístina, su legítima continuación. El cristianismo emerge del judaísmo; sus líderes fueron judíos, como sus primeros seguidores y su culto. En principio ello podría haber sido motivo de confraternidad y, en efecto, los primeros cristianos eran considerados miembros de la grey judía, y no hubo antagonismo serio entre las dos religiones mientras el Estado judío existía.

El mensaje de los primeros tenía como destinatario la Casa de Israel. Sin embargo, rápidamente quedó claro que la vasta mayoría de los judíos no iba a convertirse, sino que permanecería fiel a la ley bíblica, a la visión intransigente de un Dios trascendente e incorpóreo, y a la fe en la llegada de un Mesías que curaría el mundo al final de los tiempos.

Una vez que las incompatibilidades doctrinarias fueron obvias, la armonía original entre las dos religiones quedó condenada. El hecho de que los judíos rechazaran la nueva noción mesiánica acerca del "hijo de Dios", desconcertó a los cristianos, que basaban su fe en las Escrituras judías y en sus creencias, y por lo tanto esperaban persuadir precisamente a los hijos de Israel. Si el cristianismo era el heredero de la tradición judía, su realización más plena y su continuidad, tarde o temprano se descubrirían defectos serios en quienes persistían independientemente con la religión "superada y heredada". La vitalidad del judaísmo, de por sí cuestionaría la legitimidad de la herencia.

La escisión entre las dos religiones fue proclamada por un judío, discípulo de Jesús, Pablo o Saúl de Tarso, el verdadero fundador del cristianismo. Pablo se pronunció en contra de la observancia de la Ley que estipulaba el judaísmo, y estableció que la verdadera salvación venía exclusivamente de la fe en Jesús como Mesías. Los judíos-cristianos, o sea la minoría que aceptó ese dogma, siguieron practicando el judaísmo y fueron vistos por la nueva fe que se expandía como un fenómeno temporario (se ve en el Nuevo Testamento la Epístola a los Gálatas 2:11-21). Ellos terminaron rompiendo con Pablo cuando eventualmente repararon en que él no hacía distingos entre judío y gentil, y en que llevaba el nuevo mensaje al mundo pagano sin el marco tradicional de la ley hebrea.

Lo que queda claro es que Pablo había heredado el amor de Jesús por su pueblo. El Nuevo Testamento testimonia que ninguno de los dos habría querido ver a los judíos degradados o destruidos. Pero gradualmente, mientras el Nuevo Testamento era compuesto, la actitud cristiana hacia los judíos empeoraba. Por ello, las secciones más tempranas (las de Pablo, alrededor del año 50) están exentas de la judeofobia que se nota en las partes más tardías (el Evangelio de Juan, alrededor del año 100). En el año 140 se compila el canon más antiguo del Nuevo Testamento, por Marción, quien llega a rechazar la Biblia Hebrea en su conjunto.

El debate acerca de cuán judeofóbico es el Nuevo Testamento, excede los límites de este curso. Entre los teólogos cristianos algunos (como Rosemary Ruether) arguyen que es decididamente judeofóbico y algunos (como Gregory Baum) que no lo es en absoluto.

Sin duda, varios versículos del Nuevo Testamento describen a los judíos de modo positivo, atribuyéndoles la salvacíon (Juan 4:22) o la gracia divina (Romanos 11:28) y muchos otros pueden ser usados en el arsenal judeofóbico (y lo fueron). En ese sentido, los dos versículos más acres son aquél en el que los judíos supuestamente insisten en que Jesús sea crucificado y declaran "Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos" (Mateo 27:25) y aquél en el que Jesús los llama "hijos del diablo" (Juan 8:44).

Estos versículos y toda la gama de acusaciones con que se acusó a los judíos mientras el cristianismo crecía y se individualizaba, eran repetidos y agravados por gente que tenía poco o ningún contacto con judíos. Jerónimo, Antanasio, Ambrosio, Amulo, todos reiteran como un eco los orígenes satánicos de los judíos, o que el diablo los tienta, o que son sus socios o instrumentos. De un modo trágico el cristiano afirmaba su propia identidad por medio de descalificar al judío.

El Relato de la Crucificción

La fuente más reiterada que halló la judeofobia posterior en el Nuevo Testamento fue el relato de la crucifixión, aun cuando incluye evidentes errores históricos (que no socavan, claro está, ni el carácter sagrado del texto para los creyentes en él, ni la base teológica del cristianismo; hablamos aquí meramente en términos históricos).

Según el Nuevo Testamento, durante la Pascua judía (Pésaj) el Sanhedrín (que era el cuerpo supremo religioso y judicial de Judea durante el período romano) sometió a Jesús a juicio y lo condenó a muerte. El gobernador romano Poncio Pilato intentó evitar la aplicación de la pena, pero se sometió al veredicto "lavándose las manos" literalmente y Jesús fue entonces crucificado por soldados romanos.

La vastísima bibliografía al respecto señala varias imprecisiones en el relato, a saber:

  1. El Sanhedrín nunca se reunía en las festividades hebreas, y muy raramente aplicaba penas de muerte (a un Sanhedrín que aplicara una pena de muerte cada siete años, el Talmud lo llama "Sanhedrín devastador", a lo que el rabí Eleazar Ben Azariá agregó: "…aun cuando lo haga una vez cada setenta años"). Y en el caso de Jesús el texto exhibe una inaudita ligereza en la aplicación de la pena.
  2. Más grave aun es que ni siquiera se explicita la transgresión que justificara pena de muerte. Había crímenes que la ley bíblica penaba con muerte, pero no era el caso de proclamarse "hijo de Dios", que no implicaba ningún tipo de transgresión. Además, los romanos solían grabar en la cruz del reo la índole de su delito. En la de Jesús, INRI (Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos) alude al crimen político de sedición: nadie podía ser rey, porque el único monarca era el César. Se trata de un crimen contra Roma, castigado con un modo de ejecución romano.
  3. El rol de Pilato es triplemente sospechoso. ¿Por qué el Sanhedrín -que tenía autoridad para ejecutar las penas que imponía- solicitaría ayuda del enemigo romano a fin de "castigar" a un judío? ¿Por qué el Procurador habría de salir en defensa de un judío, cuando él era responsable de imponer el orden imperial en Judea, y en esa función ya había hecho crucificar a miles? Y por último, el conocido "lavado de manos" de Pilato es un rito (netilat iadaim) que los judíos observan hasta hoy antes de comer, al visitar cementerios, o como signo de pureza. Extraño es, pues, que así exteriorice su pureza un militar romano a cargo de la represión.

Por todo ello, lo más probable es que quienes se "lavaran las manos" fueran los miembros del Sanhedrín, en pasivo temor ante la decisión del Procurador (en ese momento la mayoría de los judíos no deseaba rebelarse contra Roma; el partido rebelde prevaleció cuatro décadas después). Y probablemente quien anunció la pena de Jesús fue Pilato mismo.

El motivo por el que los protagonistas del relato fueron intercambiados, es quizá que los redactores del Nuevo Testamento tenían en la mira la expansión del cristianismo, y para cumplir con ese objeto en el Imperio, la incipiente religión debía eximir de toda culpa al poderoso romano. Al mismo tiempo, podía tranquilamente depositar la culpa en quien no podría defenderse, el judío ya vencido.

Además, al evangelizar el mundo pagano, los cristianos no podían argüir que Jesús había sido el Mesías, puesto que ello no significaba nada para quienes no creían en la Biblia. El único argumento válido debía ser que el cristianismo era la religión original, la verdad universal para la humanidad. Para ello, el cristianismo debía ser el exclusivo poseedor de la historia de Israel.

A fines del siglo I, la Epístola de Barnabás sostiene que los judíos en rigor habían entendido mal lo que los cristianos llaman Antiguo Testamento, que nunca habría sido una ley a ser cumplirda, sino una prefiguración de la Iglesia.

A comienzos del siglo II, Ignacio de Antioquía lo resume así: "No fue la cristiandad quien creyó en el judaísmo, sino los judíos quienes creyeron en el cristianismo". Así nacía el fértil tema de que la Iglesia era, y siempre había sido, el verdadero Israel. El problema era que el pueblo al que la Iglesia reclamaba haber reemplazado, continuaba coexistiendo y, más importante aun, se adjudicaba las mismas fuentes de fe, y afirmaba su anterioridad y su autoría del Antiguo Testamento.

Se desarrolló una literatura antijudía, según la cual la Iglesia precedía al Viejo Israel, remontándose hasta la fe de Abraham e incluso a Adán. La Iglesia era así "el eterno Israel" cuyos orígenes coincidían con los de la misma humanidad. La ley mosaica era ergo sólo para los judíos, quienes con ese peso habían sido castigados por su inmerecimiento y su culto al becerro de oro. La legislación mosaica se transformaba en un yugo impuesto al Viejo Israel por sus pecados. Los judíos no sólo eran privados de su rol providencial de pueblo elegido, sino que además pasaban a ser una nación apóstata.

En los primeros siglos, el tratado cristiano más completo en contra de los judíos fue el Diálogo con Trifón de Justino, que explica cómo las desgracias que sufren los judíos son castigo divino. Y en ese marco, el peor de los mitos es el del "deicidio", el asesinato de Dios, explicitado por primera vez por Melito, obispo de Sardis, alrededor del año 150: "Dios ha sido asesinado, el Rey de Israel fue muerto por una mano israelita". Como consecuencia, "Israel yace muerto", y el cristianismo conquista toda la Tierra. Esta acusación, que fue repetida por décadas y siglos, nunca fue la doctrina oficial de la Iglesia. Pero se arraigó de tal modo en los sermones cristianos que la Iglesia debió oficialmente rechazarla durante el Concilio Vaticano II de 1965.

La Demonización del Judío

Este género de literatura judeofóbica se desarrolló mientras la judería estaba humillada, débil y vencida, cuando no constituía ningún desafío para el cristianismo. En las derrotas de los judíos, en la disolución de Judea, y en las calamidades que subsecuentemente azotaron a los israelitas, los cristianos encontraron una confirmación práctica de aquella teología, una confirmación definitiva de su creencia en que Dios estaba disgustado con los judíos y no deseaba su continuidad. Les parecía obvio e indudable que el judaísmo sería irreversiblemente absorbido en la nueva religión.

Sin embargo, después de los desastres de los años 70 y 135 (derrotas demoledoras a manos de los romanos) los judíos fueron lentamente recuperando vitalidad e influencia, y la reacción cristiana fue un nuevo embate literario.

Entre esos dos años el cristianismo se transformó en un movimiento definitivamente gentil, que ya no se focalizaba en los judíos. De acuerdo con Orígenes (s.III, Alejandría), que fue el primer erudito cristiano que estudió hebreo, los cristianos habían cumplido con la Ley aun más que los judíos, puesto que éstos la habían interpretado de un modo fantasioso y creado prácticas vanas; su rechazo de Jesús había resultado en calamidad y exilio: "Podemos afirmar con confianza que nunca serán restaurados a su previa condición, porque cometieron el más impío de los crímenes al conspirar contra el Salvador de la raza humana".

Las muchas polémicas antijudías en latín que comienzan con la de Tertuliano en el 200 conforman el género del Adversus Judaeous. La imagen del judío se deteriora más, y llega a su nadir en el siglo IV. Mientras a fines del siglo III se lo veía como un infiel, y un competidor, al concluir el siglo IV se lo creía el deicida, una figura satánica a quien Dios maldecía y por ende el Estado debía discriminar. El mismo término judío ya era un insulto.

El motivo del empeoramiento fue la difusión de la teología que explicaba las miserias de los judíos como un castigo divino por la crucifixión de Jesús. Cuando el cristianismo se convirtió en la religión dominante en el imperio (323) la judeofobia ya tenía bases muy sólidas. Había sido el producto tanto de la mentada necesidad teológica, como de la autodefensa frente al peligro de una regresión al judaísmo. Era una propaganda inevitable que necesitaba asumir que el judaísmo había muerto, aun cuando éste se negara a morir.

La Iglesia no reconocía en el judaísmo una religión distinta, sino una distorsión de la única religión verdadera, una perfidia, una rebelión obcecada contra Dios. Así lo escribieron los Padres de la Iglesia.

En el año 338 una horda en Callinicus, Mesopotamia, fue incitada por el obispo local a incendiar la sinagoga. Cuando el emperador Teodosio ordenó reconstruirla y castigar a los incendiarios, la Iglesia se le opuso. Ambrosio, el arzobispo de Milán, le pregunta en una carta a quién le importaba el incendio, si la sinagoga "es una choza miserable, un antro de insania y descreimiento que Dios mismo ha condenado". Sólo por negligencia, agrega Ambrosio, no ha hecho él mismo destruir la sinagoga de Milán. El poder imperial debe ser puesto al servicio de la fe. Amenazado en la catedral con la privación de los sacramentos, Teodosio termina por ceder. Más sinagogas fueron destruidas en Italia, Noráfrica, España, e incluso la Tierra de Israel, en la que un grupo de monjes liderados por Barsauma masacraron a muchos judíos.

En el marco de la literatura Adversus Judaeos de esa época, quien expresa la judeofobia más virulenta es Juan Crisóstomo (m. 407), para el que no había diferencia entre el amor por Jesús y el odio por sus supuestos condenadores. Advirtió a los cristianos de Antioquía que confraternizaban con "los judíos, quienes sacrifican a sus hijos e hijas a los demonios, ultrajan la naturaleza, y trastornan las leyes de parentesco… son los más miserables de entre los hombres… lascivos, rapaces, codiciosos, pérfidos bandidos, asesinos empedernidos, destructores poseídos por el diablo. Sólo saben satisfacer sus fauces, emborracharse, matarse y mutilarse unos a otros… han superado la ferocidad de las bestias salvajes, ya que asesinan a su propia descendencia para rendir culto a los demonios vengativos que tratan de destruir a la cristiandad" (en el segundo sermón de los ocho, Crisóstomo se corrige: no es necesariamente cierto que los judíos devoraran a sus propios hijos, pero igualmente "mataron a Cristo, que es peor").

El problema fundamental, con todo, no son las meras referencias de Crisóstomo y otros voceros, sino el hecho de que tanto él como los otros judeófobos de la Patrística fueron por siglos (y aún son) venerados como santos.

Por la misma época, Agustín (354-430) contribuyó al arsenal judeofóbico con la tesis del pueblo-testigo. Este obispo de Hippo en Noráfrica nunca tuvo contactos con judíos, pero explicó que los judíos subsistían a fin de probar la verdad del cristianismo. Al igual que Caín, llevan los judíos una marca. Y aunque no sólo están equivocados, sino que encarnan la maldad, "no deben empero ser asesinados".

Esta visión de los judíos permanece inalterada por siglos. Tomás de Aquino la sintetiza en 1270 cuando sostiene que "los judíos, como consecuencia de su pecado, fueron destinados a esclavitud perpetua; por ende los Estados soberanos pueden tratar sus bienes como su propia propiedad, con la sola provisión de que no los priven de todo lo que es necesario para mantener la vida". Y Angelo di Chivasso a fines de la Edad Media: "ser judío es un crimen, no punible empero por un cristiano".

El abismo teológico había crecido y ahondado. Como lo señala el teólogo anglicano James Parkes "la Iglesia no clamaba para sí la Biblia Hebrea en su totalidad. Sólo se asignaron los héroes y los caracteres virtuosos de las Escrituras, las promesas y los elogios. Descargaron en los judíos los villanos e idólatras, las amenazas y las acusaciones. Y ésta era, supuestamente, la descripción del pueblo judío hecha por Dios. Así lo predicaron asiduamente en todas sus obras, y desde todos los púlpitos de la cristiandad, domingo tras domingo, siglo tras siglo, siempre que se trataba de los judíos".

De este modo, sostener que la judeofobia nació con el cristianismo no implica saltear la hostilidad de los helenistas egipcios. Significa poner las proporciones adecuadas. La judeofobia cristiana fue incomparablemente más fuerte que sus predecesoras; fue más sistemática, con una misión de odiar al judío que era entendida como la voluntad de divina.

Un noble húngaro, Joseph Eötvösz, por la década de 1921 solía decir que "antisemita es quien odia a los judíos… más de lo necesario". Esa definición socarrona no era cierta en el mundo pagano, que en general fue tolerante para con los judíos, aun cuando no faltaron en él los judeófobos. Pero una vez que el cristianismo prevaleció, la judeofobia fue la norma, una plataforma teológica con sus propias leyes, desprecios, calumnias, animosidad, segregación, bautismos forzados, apropiación de niños, juicios fraguados, pogroms, exilios, persecución sistemática, rapiña y degradación social.

Sobre la base de todo ello, Jules Isaac audazmente tituló a su libro de 1956 Las Raíces Cristianas del Antisemitismo. Estudiaremos esas raíces y sus ramificaciones, a partir de la próxima lección.