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El miedo y la Luz

El miedo te corroe.
Como a todo ser humano, nos susurra, se presenta, nos invade, nos aprieta, se adueña de nuestras vidas.
El miedo, con sus cinco rostros que su multiplican y diversifican.
El miedo, con sus diferentes apelativos, que está allí, acechando o gobernando.
El miedo, siempre el miedo…

El miedo, que tiene la densidad de la sombra.
Una sombra que se mueve en la oscuridad.

Pero, ¿qué oscuridad resiste a la Luz?

La oscuridad se desvanece cuando se enciende la Luz.

Es cierto que la sombra se proyecta cuando la luz impacta en un objeto sólido.
Así pues, cuando prendes la luz, nuevas sombras se pueden proyectar.
Pero, están definidas, son de contornos delineados, se conoce su origen, no producen tantas emociones negativas.
Son oscuros relámpagos de amargura, pero no se constituyen en una presencia siniestra, que petrifica la sonrisa, que asfixia…

Entonces, cuando te corrompa alguna duda, cuando te excite la emoción confusa, cuando el sentimiento te someta a su esclavitud, en ese momento recuerda que su origen está en el miedo básico. Que son penumbras que pueden ser combatidas y disipadas con la Luz.

Imagina un verde rayo que alumbra tu paisaje, que destila tranquilidad y armonía.
Como un vivo prado, pleno, vigoroso, sabroso, aromático, que promete deleite y gozo.
Alumbra con un pensamiento positivo tu mente, tíñelo de verde, como si estuviera descansando en un campo florido, resguardado por un profundo cielo azul, fuertemente alumbrado por el sol.

Con ese panorama tranquilizador puedes recordar que la sombra es la zona en la cual está ausente la Luz, pero que solamente tiene presencia porque existe la Luz.

Así pues, apartas la sombra de tu pensamiento, te concentras en el verdor del rayo pacificador.
No te detienes a censurar tu pensamiento, ni a dialogar con las sombras, ni a argumentar excusas para seguir atrapado por sus tenues cadenas que parecen pesadas.
Te concentras en el verde rayo de Luz, entonas un salmo con confianza, diriges tu plegaria al Padre Celestial, confías en Él, confías, confías…

Enciendes la Luz celestial que está en tu corazón, se llama confianza y seguridad en el Eterno.
Al miedo, le niegas toda credibilidad, le quitas poder, pues el miedo es un impotente que busca someterte para que te sientas impotente.
Te enfocas en confiar en el Eterno, te alumbras con un verde rayo de paz, y haces aquello que es correcto, sin mirar las demandas que del miedo surgen.

No busques excusas para seguir en la prisión oscura, no des vueltas en torno a justificaciones vanas y banales, no te resistas a la Luz para seguir esclavo del miedo.
No intentes liberarte, sino hazlo.
La puerta de tu prisión está abierta, la Luz está encendida, el paisaje de paz y armonía está esperándote, el Padre Celestial tiene Sus brazos abiertos para acogerte… no lo intentes, hazlo…

Los Siete en la Torá

Si buscas en la Torá los Siete Mandamientos Fundamentales enunciados en
una lista detallada, como el del Decálogo por ejemplo, no lo
encontrarás.

¿Por qué no?
Al menos por dos motivos.
El primero, es que los Siete Mandamientos Universales fueron ordenados
por el Eterno muchos siglos antes de que Él dictara la Torá y la
entregara a Israel.
Era un código de vida conocido y practicado muchísimo tiempo antes de que hubiera un texto de la Torá.

El segundo motivo es que la Torá, como sabes, fue dada por el Padre Celestial a Israel, es propiedad y herencia de la nación judía.
Por tanto, sus textos son para los judíos, sus relatos tratan esencialmente de la nación judía, los mandamientos enumerados en ella son para judíos, su propósito es servir de guía de vida a los hijos de Israel.

Tal como claramente quedó escrito:

«Moshé [Moisés] nos prescribió la Torá, es heredad de la congregación de Iaacov [Jacob].»
(Devarim / Deuteronomio 33:4)

De los hijos de Iaacov, de los judíos, de nadie más.
Tal es la decisión del Eterno, que todos Sus hijos (las personas) debemos respetar.

Por tanto, tú querido hermano noájida, NO debes considerar que la Torá es de tu propiedad, como NO consideras que la casa del vecino es tu casa.
A cada cual le toca su justa y correcta porción, según Voluntad de Dios, y debemos alegrarnos y gozar por ello.
Según aprendemos de lo que está escrito:

«Cuando el Altísimo repartió heredades a las naciones, cuando separó a los personas, estableció las fronteras de los pueblos según el número de los Hijos de Israel.
Porque la porción del Eterno es Su pueblo; Iaacov [Jacob] es la parcela de Su heredad.»
(Devarim / Deuteronomio 32:8-9)

Así pues, no hay lista de los mandamientos noájicos en la Torá, porque la Torá no es para los noájidas, sino para los judíos.
Tal como no hay leyes uruguayas en la Constitución brasileña.
¿Estamos de acuerdo?

Sin embargo, en otras ocasiones mostramos el origen de los Siete Mandamientos Fundamentales en la Torá.
Especialmente se manifiestan en los relatos concernientes a los primeros tiempos de la humanidad, en la época en la cual no existía Torá revelada, porque tampoco existía pueblo judío.

Ahora, quisiera demostrarte cómo podemos verlos en un breve e intenso párrafo de la Torá, que narra con exactitud el momento en que el Padre Celestial sella la alianza noájica, con Noaj/Noé y sus descendientes.

«Entonces Elokim bendijo a Noaj [Noé] y a sus hijos, y les dijo: ‘Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra.
El temor y el miedo de vosotros estará en todos los animales de la tierra, en todas las aves del cielo, en todo lo que se desplaza en la tierra y en todos los peces del mar. En vuestras manos son entregados.
Todo lo que se desplaza y vive os servirá de alimento. Del mismo modo que las plantas, os lo doy todo.
Pero no comeréis carne con su vida, es decir, su sangre
Porque ciertamente por vuestra propia sangre pediré cuentas. Pediré cuentas a todo animal y al hombre. Yo pediré cuentas a cada uno por la vida del hombre.
El que derrame sangre de hombre, su sangre será derramada por hombre; porque a imagen de Elokim Él hizo al hombre.
Sed vosotros fecundos y multiplicaos. Reproducíos en la tierra y multiplicaos en ella.’
Entonces Elokim habló a Noaj [Noé] y a sus hijos con él, diciendo: ‘He aquí que Yo establezco Mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes después de vosotros»
(Bereshit / Génesis 9:1-9)

Ahora, veamos los Siete Mandamientos en este párrafo.

1- No comer partes de animal con vida, porque está dicho que no se coma carne con vida.

2- No asesinar, porque dice que el Eterno pedirá cuentas del que derrame la sangre de una persona.

3- No servir a dioses que no son el Eterno, porque éste es un pacto que Él sella con la humanidad. No dioses ajenos, no otros personajes, sino directamente Él quien manifestó Su Voluntad a Noaj y sus descendientes, por lo cual, le deben fidelidad únicamente a Él.

4- No maldecir al Eterno, porque, ¿cómo se puede atrever la persona a hablar en contra de Aquel que le da vida, dominio y poder?

5- No mantener relaciones sexuales ilícitas (básicamente: adulterio, homosexualismo, bestialismo), porque el Eterno bendice para que las personas sean fecundas y se multipliquen, pero además que los descendientes tengan conciencia de quienes son sus progenitores, ya que está dicho «con vuestros descendientes después de ustedes».

6- No robar, pues solamente nos pertenece aquello que «en nuestras manos es entregado», no lo que pertenece a otros.

7- Establecer organismos legislativos y de justicia, porque para hacer aplicar los otros mandamientos y regularlos es indispensable que existan institutos sociales al respecto. Cuerpos legislativos, cortes de justicia, alguaciles de la Ley, etc.

Así puedes ver con simpleza, sin complicadas elaboraciones ni forzados intentos de demostración, la belleza intrínseca de los Siete Mandamientos Universales.

Como último detalle, quizás alguien pudiera argumentar que estos mandamientos estaban bien en otras épocas, en un «antiguo pacto o testamento», pero que hubo alguna radical modificación que los convirtió en caducos.
Alguien quizás pudiera decir que los noájidas no tienen porque seguir estos mandamientos en la actualidad.
Pero, la respuesta la ha dado el Eterno, quien estableció:

«Ésta será la señal del pacto que establezco entre Yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre»
(Bereshit / Génesis 9:12)

Para siempre, ha dicho el Eterno.
Mientras exista la humanidad existe el deber de conocer y vivir de acuerdo a estos Siete Mandamientos Fundamentales.
Nada, ni nadie, lo puede modificar o cancelar.

Resp. 159 – Porción de la Torá semanal e identidad noájica

shalom More.
gracias por su Orientación. Una Pregunta
1- ¿La Parashá semanal que Usted Escribe en serjudio.com, podemos compartirla con los de la comunidad para nuestro crecimiento?
y
2- ¿hasta que punto podemos nutririnos de ese conocimiento que no perjudique nuestra identidad?.
Su tiempo Valioso invertido en nosotros El Eterno se lo recompese.
Mario Hinestroza
Isla de Margarita, Venezuela

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Resp. 158 – El maestro de Noaj

Feliz Fiesta de las luces!!!
Buenas noches moré, Espero que se encuentre usted bien
Moreh, por lo poco que se, encuentro que la tradicion oral es muy importante en la historia.
¿Noaj aprendio de alguien a ser justo?, se me ocurre que debió haber algun vestigio del que el se pudo aferrar y asi empezar a indagar y aprender.
La pregunta, porque me parece que es importante resaltar la importancia de las condiciones y las vendas a todos los niveles que obstruyen, o permiten algun paso de luz.
Saludos moreh, y espero que pase una Feliz semana junto a su familia!
Juan Pablo, Colombia

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Un caballo, cuyo jinete ya es visible

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/50/Venezuela_coat_of_arms.png
Recien un hermano venezolano me hizo una pregunta con motivo de mi artículo: «Mi caballo y su jinete intangible».
«El caballo blanco indómito representa un pueblo libre, lleno de valores,
que corre hacia la superación, y su cabeza volteada a mirar atrás
representa el que nunca olvidara su pasado, su origen, su historia. El
caballo no tiene un jinete visible puesto que la república es gobernada con
pluralidad y respeto, y no vitaliciamente, sino que impera el cambio
constante y prudente de aquellos dirigentes de la nación.

¿Eso es una reflexion propia o usted consiguio que esa era la intención de
los diseñadores del escudo?, me refiero al hecho de que el caballo mira
hacia atras para no olvidar su pasado.
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Esencia y mandamientos

Como muchas veces anteriores, un noájida pretendía bucear en Torá, apropiarse de los mandamientos que el Eterno ordenó a Israel, con la sempiterna excusa de tener la sensación de que siete mandamientos son poca cosa. Como si el noájida se quedara en el jardín de infantes mientras que los que cumplen los mandamientos de la Torá están a nivel universitario.
Y, por supuesto, a esta queja amarga se sumaba el ya conocido estribillo de «los malos judíos que no permiten que la Torá sea para todos por igual».

La respuesta a este planteo repetido también fue reiterativa.
No son los judíos los que determinaron que fueran siete los mandamientos fundamentales y que estos fueran patrimonio espiritual de los gentiles.
Como tampoco fueron los judíos los que vetaron el estudio irrestricto de Torá para los gentiles.
Fue el Eterno.
Él y nadie más.
Por tanto, no es una cuestión de discriminación, sino de adecuación al patrimonio y legado espiritual que el Eterno dispuso para cada cual.

No hay que dejarse llevar por fatuos sentimientos de minusvalía, sino que la persona debe adherirse fuertemente al Padre Celestial por medio de la conducta de lealtad hacia Él. Y esto se logra cumpliendo con los mandamientos que Él ha dado para cada cual, de acuerdo a su propia esencia espiritual.

Ya que tanto quiere profundizar en Torá, ya que tanto demanda mayor carga en mandamientos… al menos podría empezar siendo humilde y prudente y no criticar al Creador por Sus pautas que con Amor y Sabiduría ha dispuesto.

En líneas generales, el noájida que siente sabor a poco con los siete mandamientos universales, es aquel que no se ha tomado con responsabilidad y rigor su conocimiento cabal y su cumplimiento cotidiano.
Habitualmente es el que está en huida de su identidad, o la rechaza por ignorar el enorme valor que ésta tiene.
Pretende descubrir en «ismos» (incluido el judaísmo) aquello que el Eterno le ha conferido, pero teme reconocer en su interior.
Así, por ejemplo, se sumerge en cualquier religión, doctrina o superstición, y la encuentra estupenda, siendo que similar, pero limpio de idolatría, tiene en el noajísmo.
Así, por ejemplo, se erige en férreo avasallador del legado de la Torá que es exclusivo de los judíos, con la excusa de no sentirse excluido, cuando en los hechos el Eterno le ha provisto de su propio «maná» espiritual, que le da vida y eternidad, sin necesidad de arrebatar lo que es peculiar de los judíos.

Numerosísimos son los reglamentos derivados de estos siete mandamientos fundamentales.
Éstos son idénticos a mandamientos que están establecidos como imperativo en la Torá para los judíos.
La única diferencia es que para los judíos tienen carácter de obligatoriedad, en tanto que para los noájidas son opcionales, aunque sumamente recomendables.
Así por ejemplo, «no mentir» no es uno de los siete mandamientos universales, pero es un reglamento que se deriva de uno de ellos, en total paralelismo con el mandamiento para los judíos al respecto.
Que no haya sido dictado como mandamiento para los noájidas no quiere decir que éstos puedan licenciosamente mentir, sino que han de procurar que sus sociedades lo establezcan como parte de su cultura y normativa.

De hecho, para el estudioso no es novedad, que cientos de mandamientos de la Torá tienen precedentes en épocas anteriores.
La famosa «Ieshivá de Shem y Ever», no era otra cosa que una Facultad de Derecho, fundada y fundamentada en los mandamientos noájicos.
En esta Facultad se desarrolló el código legal noájico, en estricta consonancia con el mandamiento fundamental de establecer cortes de justicia.
Este código en buena medida posteriormente sería refrendado en la Torá por el Eterno, como mandamientos para los judíos.
Por ejemplo, la ley del levirato ya era conocida y aplicada por los patriarcas (Bereshit/Génesis 39), pero no constituía un mandamiento para los noájidas, aunque siglos más tarde quedará fijada como mandamiento para los judíos.
Algo similar podemos decir del diezmo, costumbre extendida por Shem (también conocido por su título monárquico como Melkitzedek), pero que sería mandamiento más tarde, para los judíos.
Similar con el respeto a los padres, con el entierro de los difuntos, amparar a los necesitados, dar cobijo a los extranjeros, etc.

En parte por esta razón es que los noájidas tienen a su disposición decenas de los mandamientos de la Torá (para cumplirlos sin carácter de obligatoriedad), ya que eran practicados por los noájidas previamente a la entrega de la Torá a Israel.

En parte por esto mismo, hay ciertos mandamientos absolutamente vedados para los noájidas, que son privativos de los judíos, ya que no tienen un origen en los sabios noájidas (de la Ieshivá de Shem y Ever), sino que fueron entregados explícitamente por el Eterno a Israel en exclusividad.
Mandamientos tales como Shabbat, tefilín, circuncisión, talit, mezuzá, entre otros.

Resumiendo, el noájida tiene un capital inmenso para invertir en su perfeccionamiento, sin necesidad de indagar en tradiciones ajenas. Aprender y aplicar lo que corresponde a su propia esencia espiritual es lo que habilita al noájida a crecer y ser socio en la construcción del Shalom.

Apártate del mal y haz el bien

En una conversación que mantuvimos hoy, un noájida me hizo alguna pregunta que llevaba tufillo a doctrina perniciosa de falso judío falsamente mesiánico.
Las típicas confusiones y palabrerías que esconden la vileza de una doctrina de perdición, pero que se arropan como si fueran de santidad.
Al indagar al respecto, el noájida admitió que realmente era la palabrería de un «mesiánico».
Mi respuesta fue algo así como: «Si está buscando la Verdad y la Buena Senda, ¿qué hace leyendo e investigando en palabras de mentira y perdición?»

Este es mi consejo para todo noájida y judío, para todo fiel del Eterno.

Si quieres saber y aprender lo que te corresponde y compete, NO busques en el pozo vacío de agua pero lleno de veneno que es la ideología «mesiánica».
¿Qué ganas inspeccionando los escritos de los propagandistas de la fe mentirosa?
¿Crees que te acercas a tu esencia luminosa si te enlodas en las filosofías idolátricas y corruptas?

Por tanto, oigamos y atendamos las palabras del inspirado David:

«Apártate del mal y haz el bien»
(Tehilim / Salmos 34:15)

Ambas secciones del consejo del salmista deben ser puestas en práctica.
Apártate del mal: aléjate de los falsos judíos falsamente mesiánicos, de los netzaritas, ebionitas, judíos por Jesús, y cualquier otro propalador de idolatría más o menos encubierta.
Apártate del foco de infección espiritual.
Rompe las cadenas que te vinculan con el error y el pecado.
Toma distancia de todo lo que es anti-Torá, porque siguen al personaje que llaman Jesús o Yeshuah (o con cualquiera de sus alias).

Es necesario, imprescindible que te apartes del mal, pero no es suficiente, también debes hacer el bien.
Es decir, busca maestros que te enseñen aquellas porciones de Torá que son aptas para ti. Profundiza en el estudio de los mandamientos universales y sus derivados. Actúa con moderación y equilibrio, con bondad y justicia, siguiendo las pautas que desde la Torá emanan para ti. Dedica tu vida al esfuerzo de construir Shalom.

Ambas secciones del consejo son indispensables, recuérdalo.

Tenlo presente para la próxima vez que entables conversación con un emisario de la confusión y del horror, alias misionero, alias falso judío falsamente mesiánico.

Estás poniendo en riesgo tu vida, tu integridad, tu Shalom. Tanto en Este Mundo, como en la Eternidad.

Resp. 157 – Januca y Diciembre

FELICIDADES MORE Y ESPERO QUE HAYA TENIDO UN
EXCELENTE SHABBAT !!!
Le escribo antetodo para darle mis sinceros agradecimientos por las enseñanzas que me ha brindado y que han repercutido de manera favorable en mi casa. Quiero contarle que hasta ahora hemos tenido mucho exito con nuestro hijo en cuanto a las nuevas cosas que le hemos inculcado, ya le enseñamos a orarle al Eterno sin gestos ni nada que se le parezca, asi como tambien ha comprendido el porque NO a las novenas, a los villancicos y en general a la navidad, y todo esto en gran parte se lo debo a ud. a sus palabras, a sus respuestas tan apropiadas y tan a tiempo: MIL GRACIAS MORE y MIL GRACIAS AL ETERNO porque permitio que Alvaro se cruzara con ud., porq insistentemente y con mucha paciencia el me comenzo a indicar el camino, porque aqui estoy cada vez mas contenta y creamelo, es indescriptible la emocion que siento, es como cuando uno se enamora por primera vez (como cuando me enamore de Alvaro) se siente una fuerte emocion viva y radiante a cada instante y cada vez se hace mas fuerte … No tengo mas palabras, se que ud comprende lo que con palabras trata de decir mi corazon, en todo caso MIL GRACIAS MORE… DIOS LO BENDIGA.
Por otro lado estoy confundida acerca del januca, antes de preguntarle he leido algunos articulos que estan en fulvida, pero quisiera saber con precision que esta permitido y que no. Ya le he dicho en mis anteriores correos, esta vez quiero hacer las cosas correctamente, no por la tradicion ni por el consumismo de la epoca, sino porque con mis actos y mi nuevo proceder agrado a Dios y voy dando poco a poco testimonio de vida.
Entonces cuenteme si adornar con luces esta bien o no, el arbol, que restricciones o que cosas deben y no deben ser … Por supuesto tengo completamente claro que el pesebre NO, pero de lo demas que si y que no. Deme una guia por favor.
Ya sabe More, sus palabras y enseñanzas son muy valiosas para mi.
Con respeto y mucho cariño
PD1. su respuesta es muy importante para mi. A modo de anecdota le cuento que es la primera vez que no hago nada en diciembre (de lo tradicional alusivo a la navidad y a la temporada) pues por ahora ud es la unica fuente que tengo para ir lo mejor posible por el camino de la rectitud en mi espiritualidad.
PD2. le cuento que mi esposo se puso en contacto con Hernan Juri, un noajida de aca de Cali para que celebremos juntos a la manera que debe ser el januca, parece ser que este se va a poner el contacto con otros noajidas y por primera vez vamos a pasar una excelente temporada …
Bendito sea el eterno y alabado por ello.
Felíz día :)
Diana Hurtado
Colombia

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Una respuesta al sr. fly

Este fue el comentario del sr. fry a Una Plegaria por Venezuela

fry (2007/12/01)

Con Todo Mi respeto, Sr. Zambrano, Por que???, cree usted QUE HASHEM, Le interesaria esta tierra de Idolatras???, No es Mejor Decir?, Hashem ponte de parte de estos BAAlitas???, “Además tengo buenas noticias”, EN UN SUENO VI, UN RESTAURANTE DE COMIDA RAPIDA EN EL MALECON DE LA HABANA, sabe usted lo que eso SIGNIFICA?, YO SI “CUBA LIBRE”
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En vista de lo dañino que podría resultar para nuestros lectores este comentario hecho por el sr. fry, me propongo dar una respuesta que considero necesaria y legítima, por cuanto está en juego el honor de mi país y el honor del nojismo en general.

Pues, sí, sr. fry, a HaShem sí le interesa esta tierra de idolatrías, como usted irresponsablemente la llama en su comentario. ¿Por qué sí le interesa? Porque está habitada por gente noble, trabajadora, echada pa´lante y ávida de progreso y paz y, según he aprendido de los Sabios de la Torá, por causa de los justos (judíos y noájidas) que habitamos y laboramos en cada rincón de esta maravillosa patria. Su comentario me sorprende, sr. fry, y más por ser usted venezolano, pues deja ver lo que mueve su corazón, los impulsos que le dominan y los deseos que le esclavizan: “restaurantes de comida rápida”. !Qué lamentable¡ !Qué triste sueño para un noájida¡ ¿Por qué no usar otros términos para referirse a la libertad de Venezuela y Cuba, respectivamente? ¿Por qué emplear una frase del todo pasajera y que nada sustancial conlleva? Vea lo que está pasando actualmente en China con la llegada de “los restaurantes de cómida rápida”, todos provenientes de occidente y Europa: obesidad, diabetes, hipertensión, estrés, y todos aquellos males que hoy aquejan a los Estados Unidos de América, país al cual, presiento, “admira” o “adora”.
Por otro lado, usted llama atrevidamente a los líderes de esta nación, su nación, “baalitas”, porque quizá no profesan los Siete Preceptos Universales o no son judíos practicantes, ¿y qué dices de los líderes y los gobiernos de las diferentes naciones de la tierra, incluyendo, a USA y, penosamente, al Estado de Israel? ¿Son, acaso, hombres justos (cumplidores de los Preceptos) lo que gobiernan allí? ¿O no lees las noticias del caos moral, ético e integral en el que están sumidos los pueblos? ¿Y qué dices de tus maestros universitarios, de tus parientes, amigos, (si es que los tienes), vecinos, etcétera? ¿No son, acaso, “baalitas” (usando ese grotesco término) en su gran mayoría? ¿Quién es usted, o mas bien quién se cree usted, que se atreve a descalificar a las dignidades del país, de su país, de la manera tan despreciable como usted, un noájida, lo hace en su vacío y vil comentario?
Una cosa más, ¿sabía que esas “poderosas” naciones que hoy usted admira (pues es lo que deja ver) se traga con “sus restaurantes de comida rápida” a cientos y miles de judíos al año, como sucede específicamente en USA, cuyo sistema se traga (asimila) a más de 50.000 judíos al año. Ciertamente usted habla como cualquier pagano, que dejado llevar por “el sueño americano” pierde de vista el propósito del Eterno para cada nación.
Finalmente, permítame decirle y ratificarle que al Eterno sí le interesa Venezuela, como le interesó Egipto en los días de Yosef, como le interesó Babilonia en los días de Daniel, como le interesó Persia en los días de Ester y Mordejay y como le interesa hoy cada nación, pueblo y lengua cualquiera sea su condición social o cultural, porque del Eterno son los reinos, los gobiernos y sus dignidades, y Él domina sobre todos e inclina el corazón de los hombres a hacer Su voluntad.
Y no sólo le interesa Venezuela, más que eso, ama a Venezuela, como ama a Israel, como ama a USA y a todas y cada una de las naciones de la tierra, y en el caso de Venezuela, cumplirá cabalmente el propósito para el cual ha sido levantada, con Chávez o sin Chávez, pues el Rey y Señor de este país, aunque usted no lo quiera ver, es el Eterno, a quien levanté mi plegaria y de quien recibiremos bondad y Shalom.
Quiero que sepa que yo he decidido, en unión de mi familia y de la Comunidad que me acompaña, luchar y crecer en esta “tierra de idólatras”, pues amo a mi país y estoy haciendo mi parte. Sr. fry, yo también tengo un sueño para Venezuela y para Cuba, para USA y China, y para cada nación gentil: naciones integralmente libres, prósperas y seguras, amantes del derecho y la equidad, y practicantes de los Siete Preceptos Universales, donde el Arco Iris se levante en todo su esplendor, no sólo en los valles y las montañas, sino en el corazón de cada hombre y mujer, de cada dignidad y de cada niño que habitan esta noble tierra. Y este sueño se sustenta en un sueño que domina mi mente y mi corazón: la total rectificación y levantamiento del querido pueblo de Israel: una nación reunificada, vinculada a su tierra, ligada a la Torá y adherida al Eterno.
Mis sueños no provienen de la cultura occidental, un sistema destinado a la destrucción. Mis sueños provienen del Tanaj, de las enseñanzas de los Sabios y del corazón del Eterno.

Una plegaria por Venezuela

Bendito Seas, HaShem, por siempres jamás y bendita sea Tu misericordia y honor por los siglos de los siglos, !Amén Veamén¡
Vengo a Ti, Padre amado, apoyado en Tus muchas misericordias y en unión de todos los justos que habitan en esta noble tierra, a pedirte por la salud de mi país, Venezuela, a implorarte por el levantamiento integral de este bravo pueblo, por la restauración de su honor y por su total libertad. Que Tu manto de Shalom, OH Eterno, nos cobije a todos, de norte a sur y de este a oeste, y que toda sombra de muerte y sequedad sean del todo desvanecidos por la fuerza de Tu esplandor, ese resplandor que procede de Tu Torá, de Tu bondad y de Tus justos y piadosos hijos que con su santidad cubren de belleza a nuestra nación. Líbranos, Padre Eterno, de toda confrontación violenta y de toda devastación social. Que veamos correr en nuestras calles, no la sangre de nuestros ciudadanos e hijos, sino el agua fresca de Tu conocimiento y verdad. Derrama como lluvia sobre nuestras ciudades y estados Tu emanación de vida y piedad, y que se vea manifestada en toda su grandeza en solidaridad, hermandad y tolerancia mutua. Permítenos entender que todos somos hermanos, que nos necesitamos y nos debemos el uno al otro, a pesar de las diferencias que nos distinguen, esas diferencias que nos hace ser un pueblo especial y único. Perdona, por favor, todas nuestras rebeliones y soberbias, y salvanos de la peste, la plaga y la impureza que circunda a nuestro alrededor. Despierta sobre nuestras almas, y sobre el alma de la nación, Tus trece Atributos de misericordia y no permitas, por amor de Tu Nombre, que seamos entregados al caos y la confusión. Ayúda a nuestros compatriotas, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doctos y campesinos, a salir de la ignorancia, las tinieblas y la idolatría. Que Tu grandeza y Tus Siete Preceptos Universales sean reconocidos por todas y cada una de nuestras familias y que el Arco Iris, con sus siete colores, nos inspire a vivir una vida plena, en Tu temor, en Tus caminos y en el respeto a nuestros semejantes.
Que Tu derecha aplaque a Tu izquierda y que nuestras vasijas sean rectificadas, purificadas y henchidas de luz eterna.
!Que así sea Tu voluntad!