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AUTOESTIMA Capitulo 2.

CAPÍTULO 2

PERSPECTIVAS

Las hermanas Levine llegaron intencionalmente al hotel unas horas antes de la hora fijada para la primera clase. Desde el momento en que Gail le informó a su hermana mayor Elaine, que planeaba extender su estancia en Israel y tomar estudios de tiempo completo en un seminario para mujeres judías recién observantes, fue como si una cuña se hubiera metido entre ellas. Extrovertida y segura de sí misma, Elaine nunca entendió completamente a su tranquila y más tímida hermana. Pero ahora que su hermana menor se había vuelto ortodoxa — y tenía que estarse recordando a sí misma no usar esa etiqueta enfrente de ella— temía que la grieta entre ellas se ensanchara hasta que no quedara nada de su relación.

Mientras paseaban y platicaban por los alrededores del hotel, lo primero que notó Elaine acerca de su hermana menor fue una confianza interna que nunca antes había reflejado. No era una confianza arrogante — Elaine estaba convencida que Gail era incapaz de ser arrogante — sino una serena seguridad en sí misma. Estaba feliz y triste por este pensamiento. Feliz porque su hermana había encontrado algo, pero triste porque ese ‘algo’ era un ‘algo’ con el que ella sentía, nunca se iba a poder relacionar.

Gail —Elaine remarcó—, estoy feliz de que hayas encontrado tanto significado en tu nuevo estilo de vida, pero confío que no esperes que yo cambie por ti. He venido acá ante todo para compartir momentos muy necesarios con mi hermana, y no para oír a un hombre exponer las maravillas de la sociedad patriarcal.

Ahí estás otra vez —Gail replicó—. ¿Por qué cada palabra tuya debe contener una insinuación negativa acerca de mis creencias?

¿A qué te refieres?

—‘Patriarcal’. Tú sabes al igual que yo, que las feministas lo usan en un sentido despectivo. ¿Cómo puede ser que luches por la igualdad y la eliminación de prejuicios, pero cuando se trata del judaísmo, el sistema de creencia de tu propio pueblo, no dudas en usar adjetivos que indican desprecio y tonos con aire de superioridad?

Escucha hermanita, me has tenido caminando sobre cáscaras de huevo desde nuestra última conversación. Tengo miedo de expresarme. Si quieres que tenga un buen fin de semana, debo ser yo misma. No puedo tener miedo de decir lo que pienso.

A mí no me importa si dices lo que piensas. Todo lo que te pido es que estés un poco más consciente acerca de ciertos términos que expresan insensibilidad hacia la gente y a las cosas con las que yo me he identificado.

Eso es justo. Si digo algo ofensivo, quiero que me lo digas. Pero, al mismo tiempo, debo decir lo que pienso. No quiero tener que preocuparme de desenmascarar un sistema de creencia por lo que es.

¿Tienes miedo que puedas cimbrar las raíces de mis creencias?

Francamente sí.

Bien, he realizado un profundo examen de conciencia y me siento confiada acerca de las cosas que sé. Eso no quiere decir que sé todo, pero si hay algo que no conozco, estoy segura que hay maestros que serán capaces de darme buenas respuestas. Así que no te preocupes por mí.

Si ésa es la forma en que te sientes, entonces contéstame esto: ¿cómo puede una mujer inteligente como tú involucrarse en una religión dominada por los hombres? Y nota que no usé la palabra patriarcal.

Gracias por tu sensibilidad. Contestando a tu pregunta, Elaine, no te has dado cuenta qué tan central y elevado es el papel que la mujer judía desempeña en los círculos de Torá. De hecho, supera por mucho, cualquier cosa que el mundo secular pueda ofrecer.1

¿Cómo puedes decir eso?

El mundo secular ve únicamente las cosas en términos económicos o de poder político. Si una mujer no gana salarios iguales o no maneja el mismo poder político que un hombre, se considera oprimida. Pero la opresión no es resultado primario de fuerzas externas como el dinero o el poder del voto. Existen muchas mujeres prósperas e independientes que están infelices consigo mismas, debido a algún sometimiento interno o debido a que sienten que el reconocimiento externo que la sociedad les da es poco más que superficial. Y, por el otro lado, hay muchas mujeres en hogares observantes de la Torá, que pasan la mayor parte de su día criando niños y pendientes de sus casas, que están felices y realizadas porque tienen una autoestima genuina y porque son apreciadas genuinamente por sus familias, su comunidad y su pueblo.

Y también hay muchas amas de casa infelices.

Pero finalmente, la felicidad no depende de lo económico o de lo político. Sé que esto probablemente te sonará ingenuo, pero existe una manera espiritual de ver las cosas que es totalmente ajena a la manera en que fuimos educadas. En el enfoque de la Torá, cada ser humano es un individuo que juega un papel único en el Plan Divino de la creación, ya sea pobre o rico, hombre o mujer, intelectual o simple. No sé si puedo transmitirte rápidamente el entendimiento que he adquirido el último par de años, pero el papel de la mujer no es inferior al del hombre. Sólo es diferente. Cuando superas ciertas apariencias que el mundo secular afirma que son inferiores, el papel de la mujer judía es mucho más de lo que el mundo secular puede ofrecer.

No puedo entender cómo puedes decir eso. Sin embargo, la verdad es que algunas de mis amigas y colegas están buscando alternativas espirituales. Parece ser una tendencia prometedora. Si tú crees que debajo de la superficie existe finalmente una igualdad, quisiera aceptar que eres sincera. Más aún, voy a admitir otra cosa, si crees que yo no estoy consciente que existen feministas rencorosas, ilusas e incluso antisemitas, estás equivocada. Pero déjame cambiar de tema y preguntarte otra cosa.

Precisamente en ese momento, por el otro lado, se acercaba un hombre con la cabeza gacha, parecía absorto en sus pensamientos.

Éste es el rabino que dará las clases principales —le murmuró Gail a Elaine—. Éste es el momento perfecto para presentarnos, Si tienes una pregunta realmente difícil, es el momento de hacerla. Y no te detengas. Sé tú misma, sólo recuerda ser comprensiva.

Elaine realmente no sentía gran necesidad de preguntarle algo al rabino, pero si iba a preguntar algo, inmediatamente se dijo que iba a ser ‘ella misma’. Sin embargo, Gail empezó a hablar primero.

Rabino, mi nombre es Gail. ¿Recuerda que hablé con usted hace algunas semanas en Israel?

Sí, y ésta debe ser tu hermana de la cual me hablaste. Gusto en conocerte.

Igualmente, —dijo Elaine.

Rabino, —dijo Gail—, mi hermana tiene muchas preguntas.

Entonces ha venido al seminario correcto.

Vamos Elaine, pregúntale al rabino tus dudas.

Rabino, —respondió Elaine—, mi hermana está un poco ansiosa por mí. Realmente estoy aquí para visitarla, no por mi propio interés. Mis preguntas realmente no son teológicas, sino acerca de su bienestar. Y para ser honesta, estoy un poco preocupada por ella. Estoy preocupada por el estilo de vida en el que se ha estado involucrando.

¿Qué te preocupa exactamente?

Fuimos educadas en un hogar muy liberal, donde el intelecto y la independencia eran estimulados. De hecho, cuando crecí y me empecé a desarrollar intelectualmente, llegué a cuestionar algunos de los valores de mis padres, que a pesar de que eran lo que ellos llamaban liberales, para mí eran muy tradicionales. En todo caso, ahora mi hermana se ha ido aparentemente al otro lado. Se ha vuelto muy tradicional en su perspectiva. Mucho más de lo que yo me podía haber imaginado. Y eso me preocupa. Usted verá, intelectualmente, no podría estar más en desacuerdo con los orto…, quiero decir con el judaísmo tradicional. Soy una pensadora independiente. Y aun poniendo a un lado el tema del papel de la mujer en el judaísmo, no puedo entender cómo algunos de los valores morales del judaísmo existen todavía. Éste es un mundo moderno. No estamos viviendo en la Edad Media.

¿Puedes ser más específica?

Tome la institución del matrimonio por ejemplo. ¿Qué derecho tiene su Torá para prohibir ciertas relaciones matrimoniales? Si dos personas tienen placer una con la otra, ¿qué puede tener de malo?

La respuesta más directa, con la que comprendo puedas tener dificultades, es que D–os lo prohibe. Por supuesto, uno primero tiene que estar de acuerdo conque existe un D–os y que la Torá es la fuente de Su voluntad para nosotros. Una vez que estamos de acuerdo en esto, sin embargo, la primera pregunta no es qué es lo que mi mente racional piensa que es bueno o malo, sino qué es lo que la Torá dice.2

Entonces, si uno no acepta la primera premisa, es decir, que existe un D–os, no hay nada de malo en ello, —argumentó Elaine.

El que uno no crea en D–os, no Lo hace desaparecer súbitamente, —respondió el rabino—. La existencia de D–os es una verdad objetiva, independientemente de las creencias subjetivas de la persona.

Eso es lo que usted dice. Yo digo de otra manera. Usted tiene que aceptar que mi manera de ver las cosas es tan legítima como la suya.

El que yo lo acepte o no es irrelevante. No hace que la existencia de D–os sea menos real y, si Él prohibe ciertas cosas, entonces el hacer esas cosas es malo, no importando lo que tú o yo pensemos.

Yo lo veo en esta forma, —dijo Elaine—, una persona puede tener dos deseos: hacer lo correcto y ocuparse en cierta actividad. Si la actividad deseada no se opone con el deseo más dominante de hacer lo correcto, entonces, realizas la actividad; si se opone, entonces no la realizas. Pero, si no puedes comprender por qué la actividad deseada está mal, igual la vas hacer. Yo no deseo hacer mal. Si yo no considero mala la actividad con la que me deseo ocupar, la voy hacer. Para poder considerarla mala, sin embargo, debo saber por qué, entender por qué, reconocer por qué. Sólo entonces seré capaz de abstenerme.

Pensando así, estás convirtiendo a tu mente en el árbitro final del bien y el mal.

¿Qué hay de malo con eso? Si no puedo confiar en mi mente, ¿en qué puedo confiar?

Tu mente es sólo una herramienta de tu voluntad. Si profundamente dentro de ti deseas algo, tu mente te va a apoyar no importando qué tan equivocada estés. El ejemplo clásico son los nazis. Su odio contra los judíos estaba tan arraigado en la psique de los alemanes europeos, que era una segunda naturaleza. Todo lo que Hitler hizo fue dar apoyo intelectual a la gente para expresar su voluntad. Es por eso, que si tú le hubieras preguntado a un nazi que si su trato a los judíos era inmoral, te hubiera contestado directamente a la cara, ‘No’. Su intelecto habría apoyado su voluntad. Los judíos eran alimañas. Eran parásitos. Tenían un plan para controlar el mundo. Él y Hitler le estaban haciendo un gran servicio a la humanidad matando judíos y estableciendo a la raza aria como los dueños del mundo.

Usted no puede usar a los nazis como un ejemplo de la debilidad del intelecto.

Al contrario. En general, el pueblo alemán era considerado como uno de los pueblos más avanzados intelectualmente en la historia del mundo, poseyendo las más renombradas universidades. Y ¿tú sabías que más de un tercio de los comandantes de los campos de concentración tenías doctorados de universidades? El punto es que si una persona – cualquier persona – quiere involucrarse en un asesinato o una relación prohibida, esta persona tenderá a desarrollar una filosofía para acomodar sus deseos, no importando qué tan dotada esté. La mente racional es una herramienta de la voluntad. Es como una marioneta de las pasiones humanas para discernir la verdad. Por lo tanto no se puede depender sólo de ella para juzgar entre el bien y el mal.

Pero la religión judía no puede ser verdad. Ha sido usada por los hombres para oprimir a las mujeres.

Eso no es verdad.

Sí lo es. No puede negar que en un típico shtetl europeo, se esperaba que las mujeres se quedaran en su casa, trabajaran extremadamente duro y permanecieran ignorantes. Si esto no es opresión, entonces no sé lo que es.

Primero, si las mujeres estaban oprimidas, era porque los judíos estaban oprimidos. Los hombres tenían que resistir la opresión de la pobreza y la persecución, no menos que las mujeres. Dentro del hogar judío promedio, no obstante, había respeto, dignidad y honor para todos, especialmente para la mujer. Cuando Shabat llegaba, aun la casa más pobre se transformaba en un palacio de tranquilidad; la mujer, nos enseña la Torá, es el epítome de Shabat. Ella es la eshet jayil, ‘mujer valiosa’, la Reina de Shabat, que irradia tranquilidad y fuerza interior. El Talmud nos dice que por el mérito de las mujeres justas, el pueblo judío fue salvado de Egipto.3 En forma similar, se nos enseña que en el futuro vamos a merecer la redención debido a las mujeres justas. El pueblo judío ha resistido los últimos 2,000 años en el exilio explícitamente por las mujeres quienes fortalecieron el hogar judío, y todo erudito judío sabe esto.

¿Cómo es que las mujeres judías eran ignorantes?

Ése es un mito creado por los librepensadores. Las mujeres judías tenían que ser educadas en todos los detalles de la ley de la Torá que eran relevantes para ellas si iban a dirigir una casa completamente observante. Y esto es un conjunto extremadamente vasto de leyes y detalles. Si las mujeres judías de la actualidad tan solo supieran una fracción de la información que nuestras tatarabuelas sabían, no estaríamos en este terrible callejón en el que estamos. Y aún más allá de las innumerables y minuciosas leyes que debían saber, esas mujeres judías poseían un temor a D–os tan profundo que impregnaba su hogar. No es una exageración decir que la mujer judía ha sido el verdadero cimiento para las grandes figuras de Torá a través de los tiempos.

Ése es el problema. ¿Por qué necesitamos temer a D–os? Tenemos ciencia. Tenemos tecnología. Tenemos conocimiento. ¿Para qué necesito a D–os si tengo mi propia mente?

Ésa es la intolerancia del punto de vista secular; no ganaron nada arrojando a D–os. Todo lo que hicieron fue hacer de la mente humana su dios. Una y otra vez, las ideologías fabricadas por el hombre no han producido nada más que sistemas que oprimen a otros. Nadie puede negar el hecho que algo define la realidad por ellos. Mientras que los judíos observantes de la Torá confían en el D–os de la Torá, el Creador de la ‘realidad’, que es benévolo, omnisciente y verdadero pastor de Su pueblo, un librepensador pone su confianza en la mente humana, este instrumento siempre moldeable que puede ser manipulado muy ingeniosamente y de manera relativamente fácil.

Pero de acuerdo a lo que usted está diciendo, —respondió Elaine—, una persona nunca debería pensar. La mente es inútil.

D–os no quiera. La mente es una maravillosa y vital herramienta.

Pero usted dijo que es algo en lo que no se puede confiar.

Sí, cuando se mantiene sola sin ninguna guía divina, o cuando una persona es esclava de sus deseos materiales o egoístas, de su propia voluntad. Sin embargo, cuando la persona lucha contra sus deseos egoístas para buscar apegarse a la Voluntad Divina, entonces la mente se vuelve un instrumento vital para discernir la verdad y aplicarla a circunstancias particulares de la vida.

Todo lo que estoy diciendo es que la mente por sí sola es limitada, y la historia ha comprobado una y otra vez qué tan imperfecta es. Por lo tanto, probablemente lo más racional que una persona puede buscar es la Voluntad Divina y afinar su mente para estar en armonía con ella.

No puedo aceptar lo que usted está diciendo. Yo tengo que hacer las cosas si les encuentro sentido. Y solamente me voy abstener de hacer cosas que no tienen sentido para mí. Es retrógrado pensar en atenerse al argumento de la Voluntad Divina.

No es retrógrado. Es la idea más progresista. Atenerse a la mente humana es la forma de la moralidad pre-Sinaí. Antes de la revelación en el Monte Sinaí, la moralidad se definía con la razón humana; eran llamados los siete mandamientos de Noaj. Cuando D–os dio la Torá en el Monte Sinaí, los siete mandamientos de Noaj se volvieron anticuados.

¿Qué son los siete mandamientos de Noaj?

Son siete leyes que apelan a la mente racional, tales como no robar, no asesinar, no ser un adúltero, etc. Desde el tiempo de Noaj y, continuando hasta la actualidad, los no judíos son responsables de cuidar los siete mandamientos universales porque son dictados por la lógica. Sin embargo, por ejemplo, esto es lo que hace la observancia de ‘no robar’ para los judíos diferente a la de los no judíos.

¿El mandamiento judío de no robar es diferente al de los no judíos?

Sí. Pregúntale a un justo gentil por qué no debe robar y él te va a decir que si no hubiera respeto por la propiedad de otros, no habría ley ni orden. La sociedad se destruiría. Por lo tanto, la sociedad debe tener leyes para disuadir el robo y castigar a aquéllos que roban. En otras palabras, la prohibición en contra del robo, como de todos los otros siete mandamientos, tienen una filosofía. Y la filosofía dicta la ley.

Cualquier religión basada en los siete mandamientos de Noaj, es una religión válida, —continuó el rabino—. Y más gentiles deberían ser seguidores fervientes de tales religiones. Sin embargo, cuando una ley es ley porque se adapta al entendimiento humano, está, por definición, limitada al entendimiento humano. Un judío, por el otro lado, es parte del pueblo que estuvo parado al pie del Monte Sinaí donde D–os reveló el bien y el mal, lo moral y lo inmoral; esto está finalmente más allá de la razón humana. Para un judío del Sinaí, la ley dicta la filosofía. Y ya que es una ley divina, las razones filosóficas subyacentes deben ser las razones filosóficas fundamentales. Por otro lado, ya que la ley de la Torá es divina, esas razones no son necesariamente comprensibles a la limitada mente humana.

Por lo tanto, un judío no roba porque D–os le ordenó no robar, no porque tenga sentido el tener leyes en contra del robo. Si por alguna razón, de su mente surge un racional que le permita robar, aun así, no debe robar porque la Torá le dijo que no.4 Por ejemplo, si un judío toma dinero de otro y aunque tenga la intención de regresarlo inmediatamente, está, no obstante, transgrediendo el mandamiento de no robar. O digamos que un pobre toma diez dólares de un millonario. Es un ladrón. Él debe tener fe en que D–os sabe que él necesita dinero y que si tiene derecho a ese dinero, lo va obtener por una vía legítima.

Pero ¿el millonario no lo necesita? —preguntó Elaine.

Eso no importa. La persona no sólo tiene una obligación social de no robar, tiene obligación consigo misma y con D os. D–os va a emparejar las cosas al final. El judío se debe apegar a la Voluntad Divina, porque es Divina, no porque le parece que tiene sentido la mayor parte del tiempo. Y ésta es una forma de moralidad más elevada que confiar en valores morales creados y definidos por la mente humana.

Y ¿qué si la Voluntad Divina es irracional?

Si verdaderamente es divina, no es irracional. Te puede parecer, a veces, estar más allá de la perspectiva racional humana, pero esto no la hace irracional. Las razones de D–os son supra–racionales, no racionales. Y es por esto, que creemos que seguir la Torá porque es la voluntad de D–os es más elevado que seguirla porque se adapta a lo que uno piensa que es correcto y bueno.

Simplemente me es muy difícil aceptarlo.

Me doy cuenta que para ti debe ser muy difícil aceptar este punto y respeto tu derecho a ser escéptica. Espero que seas una buscadora de la verdad. Tienes un fin de semana entero para explorar los temas con mayor profundidad. Mi sugerencia es que suspendas temporalmente tu escepticismo a fin de que puedas ver otra perspectiva bajo una nueva luz. Te podría sorprender cuánto sentido tiene.

Rabino, —dijo Elaine con una seriedad no revelada previamente—, no estoy aquí para ver la luz. Y no estoy aquí para tener una mente abierta acerca de la religión. Estoy aquí porque estoy preocupada por mi hermana menor. Y ésta es la única razón por la que estoy aquí. Quizá ha encontrado algo que ella cree la hace feliz, pero en esencia, yo sé que está huyendo de sí misma.

¡Elaine! —dijo Gail impactada.

Gail, déjame decir mi opinión. Tú sabes que me es muy importante expresar mis pensamientos. Gail, existe un nuevo mundo de oportunidades para las mujeres. Está lejos de ser perfecto, pero ¿por qué querría una mujer en esta época enclaustrarse a sí misma en una religión patriarcal y opresiva?

Elaine, déjame decirte algo. Estás muy equivocada acerca de esto. Primero, la Torá no me prohibe, si yo lo escojo así, perseguir las oportunidades de una carrera que tú crees es tan importante. Segundo, yo no estoy huyendo de mí misma. En mi búsqueda encontré algo que tú, nuestros padres y sus amigos, y nuestros compañeros dimos por sentado. Quizá, tú y ellos son los que están huyendo de sí mismos, sumergiéndose en carreras o filosofías seculares que no pueden llegar al descubrimiento de uno mismo, a la verdad y la realización que acompaña a la Torá.

Pero la religión es el opio de las masas, Gail.

En la actualidad, el humanismo, el laicismo, el materialismo y otros similares son el opio de las masas.

Dices eso solamente porque la religión es una forma fácil y conveniente de sentirse seguro en un mundo inseguro.

Y tú lo dices solamente porque el laicisismo, o lo que sea que tú representas, es una forma fácil y conveniente de deshacerse de la responsabilidad de ser el pueblo elegido, de vivir la Torá.

Si puedo intervenir, —dijo el rabino—, yo creo que las dos tienen buenos puntos: Gail desde su perspectiva e Elaine desde la suya. Admito que estoy de tu lado en este argumento, —dijo el rabino dirigiéndose a Gail—, pero no puedes esperar que tu hermana mayor piense de otra manera en este momento. Ella no ha experimentado lo que tú. Y —dijo dirigiéndose a Elaine—, si realmente tienes en mente el mejor interés por tu hermana, trata de entender su perspectiva, en lugar de criticarla y esperando que la deseche de la noche a la mañana.

Pero yo me siento responsable hacia ella y creo que se ha involucrado con la gente equivocada, —dijo Elaine—. Está huyendo de sí misma,

Y ¿qué yo es ése? —preguntó el rabino.

El yo de la mujer moderna que puede pensar independientemente,

¿Qué hay acerca de su yo judío? ¿Está huyendo de él?

Quizá no, pero yo no pienso que sea importante.

Entonces, qué hay acerca de su yo humano, el yo que es único en cada ser humano, sea éste hombre o mujer, judío o no judío, —preguntó el rabino—. ¿Está huyendo de él?

Supongo que depende de cómo usted defina ese yo.

Estarás de acuerdo entonces, que el único aspecto de ser humano, es el conocimiento de que uno existe, de que uno tiene la capacidad de cuestionarse ¿para qué existo? Después de todo, una mesa no sabe para qué existe. Un animal no conoce para qué existe. Nada más el ser humano se hace la pregunta: ¿para qué existo?

No voy a estar en desacuerdo con usted, —dijo Elaine—, pero es por eso que tenemos la ciencia, que nos ha dado acceso para conocernos a nosotros mismos y de conocer nuestro lugar en el universo como nunca antes. Ha habido una explosión de conocimiento en el último siglo. Deje que Gail se convierta en científica si quiere descubrir los secretos del universo.

Entiendo tu punto, —respondió el rabino—. La luna, las estrellas, los lugares más alejados del espacio; el cuerpo, los órganos, los microorganismos; la humanidad, como un todo, ha explorado el espacio exterior y el espacio interior hasta el punto que ha acumulado una increíble cantidad de conocimientos sobre virtualmente todo. Sin embargo, yo sostengo que un tema permanece muy desconocido, poco investigado. De hecho, este tema no es solamente el menos conocido, sino el que menos se desea conocer. La naturaleza humana incluso rechaza el pensamiento de investigarlo.

¿Qué? ¿La religión?

No. El propio yo de la persona. La actividad más dolorosa para una persona es girar todos los grandes microscopios y telescopios hacia el interior de sí mismo para examinar quién es y para qué existe. Ésta es la ruina hasta de los idealistas en la actualidad. Políticos, humanitarios, ecologistas, aun la gente que pelea por los derechos de los animales y que ponen en sus automóviles, ‘Yo freno por los animales’, cuida y se preocupa por todo en el mundo, pero cuando llega a ese pequeño ‘yo’, todo se ignora. Deliberadamente se comprometen en cuanta buena causa haya alguna vez sido inventada, sólo para acallar su conciencia que sabe que deberían estar usando ese esfuerzo para conocerse a sí mismos, para descubrir quiénes son y de cómo deberían estar realizando el ‘porqué’ del universo.

Es por esto que tu hermana no está huyendo de sí misma, —concluyó el rabino—. Ella ha mostrado independencia de espíritu para elevarse sobre las tendencias populares, intelectuales o idealistas de su generación, que a pesar de su brillo y deslumbrante cantidad, no abordan satisfactoriamente la cuestión más esencial: ¿para qué estamos aquí? No obstante, tu hermana ha ido directamente al corazón del asunto. Fue capaz de mirar más allá de un aspecto que pudo haberla desilusionado cuando era menor, porque ella quiere la verdad. Ella quiere saber: ¿por qué? La mayoría de las personas pueden estar huyendo de sí mismas, pero tu hermana no lo está haciendo.

Seguro, —replicó Elaine—, la gente huye de sí misma. Pero ¿quién dice que usted tiene las respuestas? ¿Quién dice que hay una respuesta? ¿Qué si no existe respuesta del porqué estamos acá?

Ésas son preguntas legítimas. Si son sinceras y tú eres una persona honesta, tengo confianza en que encontrarás las respuestas a ellas un día.

No en la religión. No en el judaísmo ultraortodoxo.

¿Cómo puedes estar tan segura? ¿Alguna vez investigaste la Torá como tu hermana lo hizo?

No, yo no veo qué pueda ganar con eso.

Pero puede ser que tu verdadero yo se encuentre detrás de esa puerta que tú has cerrado, arrojado la llave, y concluido que está vacía sin nunca haberla abierto. Recuerda, no importa qué tan inteligente sea una persona, existe una tendencia a escapar de uno mismo, de escapar de lo que está más cerca al corazón.

Conozco lo suficiente para saber que no puede ser verdad.

¿Alguna vez estudiaste de fuentes primarias, de personas que siguen la Torá? Y no estoy hablando de lo que escuchaste de extraños, leíste en el New York Times, o estudiaste en una clase de religiones del mundo. Estoy hablando acerca de ti, de ti misma. ¿Alguna vez trataste de vivir entre judíos observantes de la Torá y sinceramente trataste de aprender sus costumbres? ¿Alguna vez trataste de hacerlo por dos años? ¿Dos meses? ¿Dos semanas? ¿Alguna vez hablaste francamente con un judío realmente conocedor de la Torá?

No puedo decir que lo haya hecho, pero no es importante para mí. No es realmente parte del yo con el que me identifico.

Pero tú eres judía ¿no es así?

Sí.

¿No crees que merece consideración junto con el hecho de que eres una mujer, una estadounidense, un ser humano nacido en el siglo veinte? ¿No crees que por lo menos merece que tú tengas tu mente algo abierta en relación a ello?

No. Pienso que no soy capaz de tener una mente abierta acerca de ello.

Acepto tu honestidad. Y la respeto. Pero, ¿al menos puedes entender por qué tu hermana piensa que merece consideración y tiempo? —el rabino hizo una pausa y luego agregó—. Por la razón que hayas decidido venir a visitarla este fin de semana, ya estás acá. Trata de aprovechar la situación. Si no puedes tener una mente abierta por tu propio bien, por lo menos sé lo suficientemente abierta para ser capaz de obtener un mayor entendimiento acerca de lo que tu hermana es.

Déjela ser abierta acerca de mi punto de vista.

Ella lo era. Crecieron juntas en la misma casa; fueron a la misma escuela, leyeron los mismos libros, vieron los mismos programas de televisión. Ella ya pudo ver el mundo de alguna manera como tú lo ves. Ahora tienes una oportunidad por primera vez de empezar a ver el mundo como ella ha llegado a verlo.

No estoy aquí para decirte qué hacer, —concluyó el rabino—. Sin embargo, tienes un fin de semana entero con tu hermana que ha hecho grandes cambios en estos dos últimos años. Tú no puedes llegar a entenderla si no te pones tú misma, por lo menos un poco, en su lugar. Y este fin de semana es un enfrentamiento con lo que ella ha estado haciendo por más de dos años. Ella no te va abandonar a ti ni a tu familia. Tendrás todo el tiempo que necesites para platicar con ella. Ahora tienes la oportunidad única de aprender acerca de algo que es muy importante para ella. Por lo tanto, si no por otra razón, espero que te quedes.

De cualquier forma, tengo que disculparme, —dijo el rabino—, porque todavía tengo mucho que preparar. Estaré más que complacido de continuar esta conversación después que el seminario haya empezado. Mientras tanto, disfruten su tiempo juntas.

 

Por el RAV. AZRIEL TAUBER.

Resp. 111 – Textos nocivos

Estimado Yehuda Ribco
Que el unico y verdadero Dios lo bendiga.

Quisiera hacerles una pregunta: Usted cree en el libro de apocalipsis?
Ya que este libro fue escrito supuestamente antes de «Cristo».
Este libro se encuentra en el nuevo testamento.
Soy de Puerto Rico, mi nombre es Mari O
Gracias anticipadamente!

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Resp. 108 – Los patriarcas hebreos y la instrucción celestial

En el punto 1 "A tu encuentro con la Tora" Dicen que el mensaje de la Tora no reposa su mensaje en la fe,sino en la Verdad. Estoy de acuerdo. Pero quisiera preguntar que pasa con los Patriarcas, no habia Tora en su epoca, pero en Genesis dice que Abraham creyo a D-os. La vida de Abraham fue sobre la base de su fe en D-os, y se dice que fue llamado amigo de D-os. Solamente esta observacion. Gracias y shalom.

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Resp. 107 – ¿Rito de conversión al noajísmo?

Quiero saber que rito o ceremonia tengo que hacer para ser noájida. Gracias.
Luis Camber
España

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Resp. 105 – El SHABAT es heredad judí­a

Nombre: Gabriel David Durruti Bautista
Pais: Mexico
Ocupacion: Estudiante
Edad: 22 años

Saludos More:
Soy gentil, y mi pregunta es la siguiente: ¿Cuando es la verdadera iniciacion del Shabath?, por que segun he encontrado que inicia desde las 18:00 hrs. del (6to. dia [Viernes]) y se prolonga hasta las 18:00 hrs. ¿Esto es verdad o simplemente el Shabath es todo el Sabado (7mo. dia desde 0:00 hrs hasta las 24:00) ?

La razon de mi escrito es tengo temor de Dios: ¿que no dice el escrito "…Amaras a Dios tu Señor (Señor mio) con toda tu alma, con todas tus fuerzas y solo a el Serviras" [Deuteronomio 6:4]?,
pero tambien dicen las escrituras "Si retiras tu pie de pisotear el sábado, de hacer tu voluntad en mi día santo, y si al sábado llamas delicia, santo, glorioso del [Eterno] y lo veneras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando palabras vanas… [Isaias 58:13], Si recurro a usted es por que sabe comprender los Preceptos, es por eso que le pregunte refente al inicio del Shabath.

La contestacion simple del inicio del Shabath es que no quiero ni mal interpretar, ni transgredir los preceptos del Altisimo, solo eso.

No prentendo ofender a nadie ni hacer una mesa de debate por esto.

A usted More lo respeto mucho.

Dios le bendiga

De antemano les agradezco su pronta respuesta.

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Resp. 104 – ¡Los cristianos no son israelitas!

shalom mi nombre es obed ben asher estamos en los ultimos tiempos y
esperamos en YHWH ,LA
RESTAURACION DE nuestros hermanos los cristianos a que habran sus ojos a la
verda de la torah
pues ellos son parte del pueblo de efrain,

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La Falacia del Levantado

El ser humano no puede ser feliz cuando en su cabeza se llevan a cabo, a cada segundo, miles o millones de procesos mentales en que nuestro procesador arroja como respuesta la palabra contradicción. Podemos vivir e incluso administrar un conjunto pequeño de contradicciones; de hecho son necesarias unas cuantas pues son evidencia de que nuestro cerebro sigue vivo. Pero someter esclavistamente nuestro ser racional a nuestro ser emocional – o sea asumir que está bien vivir en el Mar de la Contradicción – provoca inevitablemente un sentimiento muy fuerte de frustración en la persona. Carl Jung, el terapista de fama mundial, trató a miles de personas a lo largo de su carrera y estableció que todas ellas sufrían de una u otra manera por carencias que no pueden satisfacer las religiones mayoritarias a sus feligreses.[1] De hecho, y eso busca mostrar este artículo, falacias y retórica equivocadas – vestigios de religiones idolátricas – son piedras pesadas y bultos de podredumbre que todavía están incorporados en la mochila de una persona que transita el camino hacia su libertad plena, hacia el cumplimiento de su deber como ser humano: ser feliz.

El ser humano alcanza su felicidad cuando alimenta todo su ser a través de lo que le sienta provecho evitando lo dañino – cuando no deja en el olvido su ser racional. Como lo dice Yehuda Ribco[2]:

El humano está formado por cinco planos: físico, emocional, social, intelectual y espiritual. Todos ellos son necesarios e imprescindibles. Todos ellos deben ser nutridos adecuadamente y hemos de mantenerlos en equilibrio dinámico. Cuando fallamos en nutrir alguno de los planos, el desequilibrio afecta a toda la persona, que a su vez puede influenciar con desequilibrio a su colectivo social. Es por esto vital que conozcamos la existencia de los cinco planos y que tengamos extremo cuidado en nutrir cada uno de ellos, y hacer lo correcto para reajustarlos cuando nos encontremos en desbalance.

Para ejemplificar lo poderosamente dañinas que pueden ser las falacias y retóricas falsas, quiero llamar la atención del lector sobre lo que he denominado la Falacia del Levantado. Esta se presenta con fuerza entre personas que fervorosamente militan (o han militado hasta hace poco) en las huestes del movimiento evangélico en sus diferentes denominaciones: bautistas, pentecostales, pseudo-judíos mesíanicos, etc. Si bien la he llamado en singular, falacia, en realidad es un paquete de falacias pequeñas que, (cual virus informáticos) conforme va pasando el tiempo sin que su usuario las elimine, se van haciendo carne; y se puede llegar al punto en que el usuario prácticamente pierde la capacidad de reconocer que estos virus/falacias no son parte natural del sistema ni que, de hecho, lo están destruyendo y bloqueando su eficiencia.[3] Tratemos de extraer las características más importantes de la Falacia del Levantado.

  1. "No cualquiera puede ser líder de una congregación de hijos de Dios" – uno tiene que aprender muy bien a jugar el papel de "oveja".
  2. Para ser "líder" o "pastor" o "copastor" (o cualquier otro "cargo" cristiano) uno tiene que ser "elegido por Dios", es decir "ser levantado a un cargo de autoridad" (por eso le llamo Falacia del Levantado) por el mismísimo Dios – de nada sirven preparaciones académicas ni virtudes humanas ni nada si "Dios no lo ha llamado" o "Dios no lo ha levantado".
  3. Más aún, las "congregaciones" están formadas siguiendo el ejemplo de la "iglesia primera" (el modelo a seguir), donde Jesús es el "pastor" y ¿quiénes reunen el perfil para optar al cargo de representantes de su iglesia o "apóstol"? ¡Pescadores ignorantes que eran muy poco instruidos! La iglesia primera representa un modelo centralista donde el líder se cree Dios y ante el cual todos deben declarse ignorantes (que no son nada sin el dios-hombre) y someterse – ¿a escuchado decir a un evangélico que está orgulloso de ser un "esclavo de Cristo"?
  4. De hecho tener títulos académicos es totalmente contraproducente en esta onda evangélica (cuyos resabios afectan a los nuevos noájidas – personas que hace poco abandonaron el Cristianismo en pro de las Siete Leyes) pues (otro virus) "Cristo eligió lo más vil y perverso para avergonzar a los sacerdotes" (o sea los eruditos judíos). Por tanto, no es extraño (ya viendo este contexto) que un noájida nuevo y que sinceramente quiere colaborar en un puesto de liderazgo busque tener un perfil lo más "simple" posible y firme sus artículos con un seudónimo tipo "un noájida manso y humilde"- es la Falacia del Levantado la que todavía está activa en su ser.
  5. Apenas tangencialmente, se "salvan" de los puntos anteriores aquellas personas que por sus muchisisisísimos años de militancia cristiana pueden recibir el título de "ancianos". Por tanto si un individuo joven – "de pocos años y muchos menos en el camino de Dios" – quiere dirigir cualquier cosa bajo el marco de la congregación, tendrá que lidiar muy pronto con la Falacia del Levantado, activa entre sus pares: "¿Y a este quién le levantó?".
  6. "Aquel que quiere ser líder, sin que Dios le haya llamado pronto caerá en desobediencia, descarrío hacia lo mundano, etc. y (como el mal menor), eventualmente, se robará las ovejas" o sea "formará una nueva congregación". Usted puede observar los muchos "anticuerpos" que genera la política o cómics o prosa literaria (algo "mundano") o cualquier otro tema que no sea "espiritual"; dicho de otra manera "¿esta cosa es lo suficientemente "santa" como para ayudarme a ser mejor persona?". Es que en la onda evangélica – especialmente pentecostal – "un síntoma de que te estás apartando de Cristo es que te estás volviendo al mundo". Entonces un lector que tiene activa en su "disco duro" la Falacia del Levantado, tiende a preguntarse si "este material que me presentan es lo suficientemente espiritual como para que esté en esta página web…". Es porque en el mundo evangélico "todo trabajo fuera de la iglesia es un mal necesario" y sólo se justifica en tanto que uno "gane más soldados/esclavos para Cristo".
  7. Como en las iglesias la "autoridad de Dios para reconocer quien está siendo levantado" (suponen) yace en una autoridad central (y centralista) – el pastor – un síntoma de que un individuo está siendo "levantado" es que se someta totalmente al pastor, es decir, que no sea "afrentoso" ni "contencioso" peor "confrontacionista". ¿Me va captando amigo lector? Por eso, fíjese que muchos de los noájidas nuevos (y los amigos de Fulvida no son la excepción) están llenando el vacío dejado por la figura del pastor por la figura del Rabino o del Moré o del Noájida con más experiencia, etc. (sin que estos últimos lo hayan provocado por supuesto).
  8. Ante un "jalón de orejas" del pastor, las "ovejas" no piensan más allá de culparse a sí mismos (por ejemplo para buscar alternativas o propuestas válidas) – juegan su bien aprendido papel de "ovejas viles que no son nada sin su pastor", se dan golpes en el pecho: "por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa"[5].
  9. Puesto que "ser levantado" depende de la pseudo-autoridad centralista de una sola persona – el pastor – los pocos que logran lamer bien las medias del jefe como para alcanzar una posición más alta (respecto de la tropa de ovejas) cuidan sus pobrezas: "yo soy un ‘levantado’. Y a ti ¿quièn te levantó?"

Ahora que he presentado las características de la Falacia del Levantado, ¿qué hacer si uno con sinceridad y humildad las compara con la vida propia y se da cuenta que está infectado? La respuesta no es absoluta. Creo que debe buscársela dependiendo de si el afectado es una organización o a una persona.

A diferencia de las religiones idolátricas, donde uno tiene que “apartarse de lo mundano” para estar supuestamente más cerca de Dios, en el Monoteìsmo (Judaísmo y Noajismo) las cosas funcionan de otra manera: "uno puede encontrarse con Dios en cada actividad cotidiana" – depende de uno el conseguirlo.[4] Dicho en otras palabras las actividades cotidianas como trabajar, comer, vestirse e incluso dormir pueden ser herramienta para conectarse con el Creador. Por ejemplo, si busco el bienestar de mi prójimo, quizàs dándole una mano para que pueda educarse mejor, entonces ¿no me estoy conectando con el Creador? Puesto que la mejor forma de motivar y enseñar es a través del ejemplo, si yo como profesor soy impuntual ¿qué les estoy enseñando a mis pupilos? ¿me conecto o desconecto del Creador?[4]

Por tanto mi amigo buscador de la verdad, puedes explotar perfectamente los talentos que te ha concedido el Creador sin que ello conlleve que te apartes de él.

Como lo dice Rabí Bindman[1]

Las Siete Leyes son simples en forma, claras y sensibles a cada persona. No es necesario un entrenamiento en filosofía o teología para entenderlas o para cumplir a cabalidad con la moralidad que ellas contienen. Interpretaciones detalladas están a disposicion en los escritos rabnicos… Cuando exploramos los mandamientos uno a uno, vemos una sociedad humana bajo una luz que ha estado escondida por un largo tiempo: se puede percibir sobre como pudieron haber sido las cosas, y como pueden todavía ser, cuando son vistas desde la perspectiva de la verdad eterna. Ni los judíos ni los gentiles fueron puestos en un mundo de naturaleza exclusivamente material, sin una pauta sobre de dónde vienen, a dónde están yendo, y por que estan aquí.

Por todo lo expuesto es que estoy convencido que cualquier tipo de organización que promueva la observancia de las Siete Leyes o que reuna a noájidas observantes, debe buscar una estructura lo más horizontal posible haciendo todos los esfuerzos porque no sea centralizada ni centralista. Donde quienes tengan responsabilidades especiales, "cargos" o "encargos", no le rindan cuentas per se a una figura central (dígase un Rabino, Moré o Coordinador General, etc.) sino a la comunidad en sí misma. Lo contrario, crear o matener una estructura organizativa muy vertical está ya mostrando ser alimento para el virus de la Falacia del Levantado. O sea que la estructura misma promueva el cumplimiento de tareas y la rendición de cuentas de los colaboradores los que deberían acceder a grados de responsabilidad por méritos.

Liberarse de las falacias puede ser doloroso – de la manera en que duele dejar un culto tóxico o una adicción – pero se puede acceder a la libertad plena. Cuanto tiempo se demore una persona en alcanzar la libertad depende de cuán dispuesto esté a despertar su ser racional (adormecido por la idolatría) y a ejercer un juicio crítico pero sin menospreciarse – esforzándose por dar la medida justa a las cosas y buscando la paz verdadera – aquella que se basa en la justicia.


Sobre el autor:
El Dr. J. Mayorga es Matemático de profesión, Suma Quan Laude y mejor graduado de su promoción en Escuela Politécnica Nacional – Ecuador. Obtuvo su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería (Mención en Modelamiento Matemático) en Universidad de Chile – Chile. Su trabajo de investigación tiene que ver con métodos matemáticos de la Mecánica Cuántica. Ha sido Representante en Chile y Coordinador Internacional de Fundación Luz de Vida, creada con el propósito de promover entre los hispanoparlantes la observancia de las Siete Leyes Universales, herencia de las naciones de acuerdo con la tradición judía. Ha traducido del inglés al español "Los Siete Colores del Arco Iris" (Y. Bindman), "El Camino del Gentil Justo" (Ch. Clorfene & Y. Rogalsky) y "¿El Verdadero Mesías?" (A. Kaplan).


Referencias


[1] Los Siete Colores del Arco Iris, Rabí Yirmeyahu Bindman.
[2] Todo nuestro ser, Moré Yehuda Ribco.
[3] Un muy interesante estudio sobre como estos bloqueos pueden manifestarse incluso en el inconciente colectivo fue escrito por Ramón Quezada, "Participación, oportunidad para dirigir el Cambio".
[4] Véanse los comentarios en "Un texto gratuito de Cálculo Diferencial", Juan Mayorga.
[5] Véanse por ejemplo los comentarios de Humor: estos mesiánicos 2

Invitación

Invitación:

Saludos a todos los noájidas (gentiles fieles al Eterno) que nos leen en las diferentes partes del mundo. Con mi más alto sentido de respeto, me permito invitar a todos nuestros asiduos lectores y líderes internacionales a estudiar el Tema “LA NATURALEZA DE LA JUDEOFOBIA”, de Gustavo Perednik, y trascrito amablemente por el profesor Juan Mayorca en esta página web.  En FULVIDA Táchira, Venezuela, Llevamos seis (06) martes instruyendo a nuestra Comunidad en dicho tema, por supuesto, con el respectivo permiso escrito del autor y del profesor Juan Mayorca. Hemos aprendido cosas interesantes e incisivas, las cuales han estado “ocultas” a los ojos del mundo entero: el fenómeno de la Judeofobia, sus orígenes y propagación, con las lamentables y nefastas consecuencias genocidas en el pueblo judío.

Es necesario e imprescindible conocer la información que allí se presenta (datos, fechas, protagonistas, documentación), pues nos dará una mayor claridad acerca de este grotesco “fenómeno” de carácter mundial que le ha costado la vida a millones de judíos a lo largo de estos últimos 23 siglos, y nos capacitará con sólidos argumentos para revertir cualquier intento político-religioso-social que pretenda hacer resurgir este odio contra la nación hebrea. Además, nos brindará herramientas para ayudar a salir de la oscuridad a tantos seres valiosos y hermosos que hoy “viven” sumidos en escenarios de oscuridad, ignorancia y caos (lo que los convierte en presas fáciles de la judeofobia).

El Curso está desarrollado en 12 Unidades y es de fresca lectura y de limpia comprensión.

Ánimo para todos y que el Eterno nos haga sobreabundar en bendiciones integrales, a nosotros y a Su pueblo Israel. ¡Amén!

 

La elección de los judíos

Este texto lo he publicado hace un tiempo atrás, creo que es provechoso tenerlo en cuenta ahora.
Relacionado con este otro texto, que se ha publicado recién en FULVIDA.com.

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta: Quisiera saber porque D´s elijió a nuestro pueblo y no a cualquier otro pueblo.

Shalom.
Gracias por escribirme.

Brian querido, hay varias posibles respuestas válidas.
En esta oportunidad te daré solamente tres, que espero te sirvan para continuar profundizando en tus estudios.
Pero antes quiero recordarte algo fundamental.
Cuando los judí­­os hablamos de ser el «Pueblo escogido» por Dios, lo único que estamos queriendo decir es que Dios nos escogió a los judí­­os entre el resto de las naciones para que nos hagamos cargo de cumplir con 606 mandamientos más que los demás.
Es decir, es una elección que te da mayor trabajo y responsabilidad, y no una elección que sirve como tí­­tulo de nobleza o como tonta excusa para menospreciar a los ajenos.
Ahora que queda claro esto, pasemos a las posibles respuestas:

  1. «Las cosas secretas pertenecen al Eterno nuestro Elokim, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta Torá.»
    (Devarim / Deuteronomio 29:28)

    Las personas no tenemos la capacidad de comprender exactamente todo lo que Dios piensa, actúa o decide.
    Apenas si conocemos lo poco que Él nos descubre de Sí­­ Mismo en Su Torá perfecta.
    Por lo cual, si Él escogió a una única nación para hacerla receptora exclusiva de la Torá y para hacerla responsable de cumplir con 606 mandamientos más que el resto de las naciones de la Tierra, solamente Él sabe exactamente Sus motivos.
     

  2. «Pero el Eterno se agradó sólo de vuestros padres para amarles, y después de ellos eligió a su descendencia de entre todos los pueblos, es decir, a vosotros, como en el dí­­a de hoy.«
    (Devarim / Deuteronomio 10:15)

    Tras el Diluvio, Dios le habí­­a dado a toda la especie humana siete simples mandamientos para que todas las personas respetaran por siempre, los que son conocidos como «Los Siete Mandamientos Universales o de Noaj«.
    Son mandamientos muy sencillos de cumplir y básicos para sostener una sociedad ordenada y progresista.
    Durante unas pocas décadas las personas fueron fieles a estos principios, pero bien pronto empezaron a abandonar a Dios y se fueron involucrando más y más en una vida de pecado y alejamiento de lo que es Bueno.
    Tras de no mucho tiempo, la gente olvidó a Dios, borró de sus memorias el pacto que habí­­an sellado de cumplir con los siete mandamientos universales, y se dedicaron por completo a la idolatrí­­a, el vicio y las cosas negativas.
    En medio de la podredumbre de valores y metas nació un niño, que fue conocido como Avraham.
    Y este niño reconoció que los dioses falsos en nada se comparan con el Uno y Único Dios.
    Y este niño entendió que no se logra nada realmente valioso andando por caminos que son desagradables para Dios.
    Y este niño comprendió que él era responsable de promover un cambio en el mundo, de devolver a las personas el recuerdo de la existencia de Dios y el compromiso por cumplir con Sus mandamientos.
    Y este niño fue despreciado por casi todos, fue rechazado, lo intentaron silenciar y luego asesinar.
    Y cuando el niño creció, pocos eran los que habí­­an aprendido la Verdad que él enseñaba, y por lo tanto, muchos (casi todos) eran los que continuaban esclavos de la idolatrí­­a y los principios de vida errados.
    Pasó el tiempo y Avraham se constituyó en el primer patriarca de la familia de Israel, es decir, en el mundo habí­­a una familia dedicada a servir exclusivamente a Dios y a esforzarse por hacer lo que a Él agrada (que en aquel tiempo era cumplir básicamente con los siete mandamientos universales).
    Cuando Dios decidió que habí­­a llegado el momento oportuno para entregar al mundo Su Torá, observó a todas las naciones, las sopesó, y reconoció que solamente una familia era capaz de hacerse responsable y comprometerse a cuidar la Torá y de cumplir con sus preceptos, tal como hasta entonces se habí­­an mantenido fieles a los mandamientos universales a pesar de las enormes dificultades que debieron soportar.
    Esa única familia eran los hebreos.
    Por lo cual, Dios escogió a aquellos que por sus propios méritos habí­­an escogido ser fieles constantemente a Dios.
     

  3. «No porque vosotros seáis más numerosos que todos los pueblos, el Eterno os ha querido y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos.» (Devarim / Deuteronomio 7:7).

    Dios quiere que las personas seamos libres para escoger el rumbo de nuestras vidas, y así­­ ser responsables de nuestros logros y/o fracasos.
    Él no creó humanos marionetas, sino seres humanos con voluntad y determinación.
    Por esto mismo Dios permanece oculto y solamente Se revela con disimulo, pues si fuera evidente para todos Su existencia ¿acaso alguno siquiera pensarí­­a en pecar sabiendo que Él existe y castiga el pecado?
    Entonces, si Dios hubiera dado Su Torá con los 613 preceptos a alguna nación poderosa del pasado, o del presente, ésta hubiera asumido la misión de convertir incluso por la fuerza a los demás a sus ideas y costumbres (tal como ocurre habitualmente, los imperios militar y económicamente poderosos también expanden su poderí­­o mediante la difusión de sus valores, doctrinas y pensamientos. Mira los ejemplos de Grecia, Roma, Británicos, Germanos, Estados Unidos, cristianismo, etc., que intentaron y tratan de imponerse a como dé lugar, sea por las buenas o por las malas).
    Por tanto, Dios no le podí­­a/querí­­a entregar la Torá (y hacer pueblo escogido) a ninguna nación que fuera numerosa y poderosa, ni en el momento de la entrega de la Torá, ni posteriormente.
    Dios quiso dar la Torá y sus preceptos a un pueblo materialmente débil, relativamente escaso en número, con un pasado tormentoso, de personas humildes y humilladas, solitario entre las naciones… a los judí­­os.
    ¿Para qué?
    Pues, para que la Verdad (Dios y Su Torá) estuviera al alcance del que sinceramente la buscase (y la halle en el seno del judaí­­smo), y no para que fuera impuesta por medio de amenazas, torturas u opresiones de otro tipo.
    En sí­­ntesis, el ser un pueblo frágil y descendiente de esclavos es un buen motivo para haber sido escogido por Dios para convertirse en Sus siervos más trabajadores, así­­ Dios puede ser hallado libremente por todo aquel que honestamente Le está buscando.

Evidentemente que esta elección particular que Dios hizo, y hace a perpetuidad, por los judí­­os no implica que Dios rechaza a los gentiles, sino que cada cual tiene una función distinta que cumplir en el Plan de Dios.

Quedo a tus órdenes para lo que te pueda ayudar.

Te deseo lo mejor, y te recuerdo que nuestro sitio se mantiene gracias a la colaboración de los generosos visitantes.

Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom, Iebarejejá H’.

 Yehuda Ribco

Madres

El padre de Carlitos, "un obrero de trabajos pesados, era excepcionalmente obstinado y no creía en la educación formal, e hizo cuanto pudo por evitar que Carl fuese a la escuela. Por fortuna para" Carlitos "(y para la ciencia), su madre, a pesar de ser analfabeta, animó a su hijo en sus estudios, mostrándose considerablemente orgullosa de sus logros hasta el día de su muerte, acaecida a los 97 años de edad". (S.I. Grossman)

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Mis primeros dos años en Escuela Politécnica Nacional (Quito – Ecuador) fueron una época muy especial para mi. Muchos cambios, mucha competitividad, mucha presión y una búsqueda insaciable por más y más conocimiento.

Después de pasados años desde que salí de la poli, me he puesto a recordar a quienes fueron mis profesores y/o amigos y/o compañeros. Quizás porque de aquí a poco visitaré Ecuador después de 5 años desde que me vine a Chile.

Sea como sea, me acordé de mis compañeros pastusos, de quienes venían de Tulcán, San Gabriel o de otra parte de la provincia norteña de Carchi. Lo que me encontré es sorprendente: ¡todos se graduaron! Cuando me acordaba de quienes eran de mi provincia, apenas recuerdo a dos o tres de quienes puedo afirmar que terminaron.

Tratando de encontrarle sentido a esto, me puse a rebuscar en mi mente las cosas que convercé con mis ex-compañeros pastusos. Hasta que recordé a Jorge – ya no me acuerdo el apellido pero estoy casi seguro que seguía Geología, quien repitió algunos semestres en diferentes materias. En algún momento yo le sugerí que pensara en la posibilidad de revalidar créditos para terminar la carrera en otra universidad. Pero el me dijo más o menos algo así: "mira Juanito, mi madre está orgullosa de que yo esté en la poli. Ella es la mejor madre del mundo y la única forma de honrarla como se debe es salir adelante…"

¿Qué más se puede decir ante algo así? ¿Será que mis todos mis ex-compañeros pastusos compartían este sentimiento? No lo sé. Pero quizás actuaba en ellos el mismo tipo de empuje que recibía Carl Gauss – el Carlitos del primer parágrafe. Y claro, muy probablemente ni Jorge ni mis otros ex-compañeros pastusos (peor su guaytambo servidor) recibirán una medalla como la que el Rey de Hannover, George V, concedió post-mortem a Carlitos: "…. al Príncipe de los Matemáticos". Pero seguro que para la madre de Jorge lo es.

De acuerdo con la tradición judía, el mandamiento de "Honrar a los progenitores" no es una obligación para el no-judío (o gentil). Pero la misma tradición menciona – no una vez – que los gentiles han tomado tradicionalmente para ellos está tarea adicional llegando a superar en su observancia al propio Israel.
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Fuente de la foto de Carl Gauss: Wikipedia.