La Misericordia de Hashem hacia las naciones.
En los días de antaño hubo una ciudad que tuvo el privilegio de ser advertidos por un profeta de Hashem acerca de la destrucción de la misma. Solo sería perdonada y su decreto anulado si se arrepentian y retornaban de sus malos hábitos.
En la actualidad no gozamos de profetas de Israel, tal como esta escrito: «No vemos ya nuestras señales, no hay más profeta…Salm. 74:9», pero si gozamos el tener un libro que nos relata el deseo de D-os hacia las naciones. Un libro que relata explicitamente como la Misericordia de Hashem no se reserva hacia Su pueblo elegido.
El libro de Ioná -Jonás-.
El libro de Ioná nos relata el suceso acontecido con la ciudad de Ninive, la capital de Asiria. Una ciudad que estaba plasmada de robo, de blasfemia, de malos hábitos,etc. Hashem ordena a Ioná, el discipulo de Elisha -Eliseo- que se diriga hacia dicha ciudad y les comunicara a los ciudadanos que la misma sería destruida a causa de sus transgresiones.
«La palabra de Hashem se le reveló a Ioná, hijo de Amitai, diciendo: «Prepárate anda a Nínive, la gran ciudad, y predica contra ella, porque su transgresión ha ascendido hasta Mi presencia… Ioná 1: 1 y 2.»
Hashem le encomienda a Ioná una misión, ir a predicar a Nínive que sería destruida si no retornaban a Su senda. Sin embargo, él decide huir hacia Tarshish, una isla lejana en el mar. Ioná pensaba huir en consideración de que Hashem no se revela a los profetas fuera de los límites de Israel, pensando que así quedaría libre de su responsabilidad. Él pretende evadir su responsabilidad huyendo de la presencia de Hashem, pero un pez gigante lo traga y luego lo devuelve a tierra firme. Finalmente Ioná se arrepiente y cumple su misión: Predicar en Nínive.
«Ioná comenzó a entrar en la ciudad. Una distancia de un día de recorrido. Y anunció: «¡Dentro de 40 días Nínive será destruida!». La gente de Nínive creyó en Elokim, decretarón un ayuno y se vistierón de luto, desde el más grande hasta el más pequeño. El asunto llegó al rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó de su vestimenta real y se vistió con ropa de duelo y se sento sobre cenizas. Promulgó y anuncio en Nínive, por decreto del rey y sus ministros, la siguiente proclama: «¡Toda persona y animal, el rebaño y el ganado, que se abstengan de probar alimento alguno, que no pasten ni tomen líquido alguno. Tanto las personas como los animales deberán cubrirse con ropa de duelo y clamar con vehemencia a Elokim. Cada uno deberá abandonar su mal camino y la injusticia que haya en sus manos!. ¡El que sea conciente, que se arrepienta!, quizás Hashem ceda y se calme de Su ira, y no muramos!». Hashem vió sus actos, que se habían arrepentido de su mala conducta. Entonces Elokim reconsideró el daño que dijo que les haría. Y no les hizo nada….Ioná 3.»
Nínive y Jesús.
El pedido de Hashem en el libro de Ioná es bastante claro por el actuar de los ciudadanos, ellos se arrepienten de sus malos hábitos y no buscan salvación en nadie que no sea El mismo Hashem. No pusierón intermediarios para el arrepentimiento, no asistierón a iglesias para que les saquen sus demonios, más bien ellos se arrepintierón y retornarón a Hashem. Tal como esta escrito: «Hashem vió sus actos, que se habían arrepentido de su mala conducta…»
Nínive y el Judaísmo.
Los ciudadanos no fuerón corriendo hacia Ioná pidiendoles que les enseñará la Torá, el misticismo de la sabiduría de Hashem. No empezarón a actuar como los judíos, no asimilarón conductas innecesarias, no empezarón a asistir a las sinagogas y a estudiar Talmud. No usurparón identidades para sentirse espirituales y renovados. Tan solo hicierón lo que El Hashem deseaba, se arrepintierón de sus actos y se convirtierón en buenas personas atraves de sus buenas acciones. Por ej: «Cada uno devolvió lo que había robado».
Nínive y Las Religiones.
Los ciudadanos de Nínive no empezarón a indagar en religiones, en las millones de religiones que existierón para conseguir el perdón de Hashem, más bien: «Cada uno deberá abandonar su mal camino y la injusticia que haya en sus manos…»
La Misericordia de Hashem.
Ioná quedo muy disgustado por lo sucedido, como se declara: «Ioná quedo muy disgustado por eso y se enojó mucho…Ioná 4:1». Ioná estaba disgustado porque desde un principio sabía que los habitantes de Nínive retornarían a la buena senda, de modo que él quedaria como un embustero frente a ellos, por haber predicado que Nínive sería destruida. Hashem tiene el don de renunciar y dejar sin efecto los decretos negativos que promulga, tal como esta escrito: «Por eso me apuré a escapar hacia Tarshish, porqué sabía que eres É-l compasivo y misericordioso, tolerante y abundante en benevolencia, y que renuncia al mal…Ioná 4:2.»
¿Acaso Ioná se preocupaba más en su persona que en los demás?, definitavemente no. En su condición de profeta, Ioná no queria que los habitantes de Nínive le obedecierán ni retornarán a Hashem pues tal actitud significaría la condena de los israelitas en la Corte Celestial por su constante rebeldía contra los profetas de Hashem. Por eso mismo esta escrito: «Ahora, Hashem, por favor, quítame el alma prefiero morir que vivir…», pues él no deseaba ser testigo de la destrucción de su pueblo.
La Respuesta y La Sabiduría de Hashem.
«Hashem le dijo: «¿¡Tan apenado estas!?. Ioná salió de la ciudad y se sentó al este de la ciudad, donde se hizo una cabaña. Y se sentó debajo de ella, a la sombra, para ver que ocurriría en la ciudad. Hashem, Elokim preparó una planta de ricino que creció por sobre Ioná de modo que hacía sombra sobre su cabeza, para aliviarlo de su malestar: Ioná estaba muy contento por aquella planta de ricino. Entonces Elokim alistó un gusano al amanecer del día siguiente, que atacó al ricino provocando que se secara. Cuando salió el sol, Elokim dispuso que soplara un viento caliente del este que dio sobre la cabeza de Iona debilitándolo. Entonces pidió para sí la muerte y dijo: «Prefiero morir que vivir!». Elokim le dijo a Ioná: ¡¿Tan afligido estás por el ricino!? «¡Si estoy muy afligido hasta la muerte!» Hashem le respondió: «Tu tienes piedad por el ricino, por el cuál no trabajaste ni lo hiciste crecer, que vivió una noche y en una noche se marchitó», ¿¡no debo Yo tener piedad por Nínive, esta gran ciudad, en la cuál hay más de 120.000 personas que no saben discernir entre su mano derecha y su izquierda y también muchos animales?.
Nínive y El Noajismo. La misión del Hombre.
En este sencillo libro puedes constatar que es lo que le agrada a D-os y cuál es tu papel como ser humano. Hashem ve los actos, tal como se declara: «Hashem vio sus actos….», pues Hashem toma en consideración fundamentalmente los actos concretos de bien más que toda otra forma de manifestación exterior, como los son las ropas de duelos y los ayunos. Nínive es un ejemplo para que aprendas que tu vida tiene un sentido y una misión, no es el judaismo, no es la religión, no es ir detrás de ídolos e intermediarios. Sí es el Noajismo, sí es el pacto que D-os tiene contigo, sí es el modo de vida que D-os diseño para ti, sí es el hacer de este mundo una morada para D-os. Ahora es el momento y debes compenetrarte con lo tuyo, debes actuar con bondad y con justicia. No tiene sentido huir de D-os, pues en ese caso la vida te «devora», más bien realizate, dedicate a cumplir con la Voluntad de D-os, atiende a Su sabiduría, tal como constantemente enseña la casa de Fulvida:
Sé Noajida, sé feliz…
Saludos!