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LA INTERNACIONAL FUNDAMENTALISTA – ISLAMICO – MARXISTA

LA INTERNACIONAL FUNDAMENTALISTA – ISLAMICO – MARXISTA
Por Ulrich Sorensen

El conflicto en Gaza ha puesto de relavancia una vez más, la acción coordinada y simultánea de la estrategia y las actividades de dos peligrosos fundamentalismos contemporáneos: el islámico y el de la izquierda radical.

El primero es de corte teocrático. El segundo, ateo y marxista. Parecería, en principio, que del punto de vista ideológico nada pueden tener en común estas virulentas expresiones fanáticas. Sin embargo, nuevamente en la historia vuelven a juntarse ideologías dispares y hasta totalmente opuestas, por razones de estrategia, destinadas a alcanzar objetivos comunes o parecidos. Recordemos, como ejemplo, el eje nazi-comunista formado por Hitler y Stalin. En su tiempo, asombró al mundo. Hoy día ya casi ni asombra, por su frecuente reiteración, con otros ropajes, pero con la misma esencia.

Los fundamentalismos se caracterizan por el absolutismo de sus conceptos, el sentirse poseedores de la verdad absoluta, por la descalificación y demonización de los adversarios, por la utilización de la violencia y el agravio, por el apoyo directo o indirecto al terrorismo, por la avalancha masiva sobre los medios de comunicación, y por ignorar o enfrentar todo aquello que pone en evidencia sus tremendas contradicciones. En el fundamentalismo no impera la lógica, sino las consignas basadas en el resentimiento, el odio y la confrontación. Todo aquel que no coincide con ellos es considerado enemigo o infiel. Pueden utilizar la democracia, para una vez usurpada, vaciarla de contenido y socavarla desde adentro en sus raíces morales, conceptuales y de valores esenciales. Instaurarán luego sus regímenes tiránicos y absolutistas.

Durante ocho años, el Estado de Israel y sus ciudadanos estuvieron recibiendo miles y miles de misiles en sus fronteras norte y sur. Mataron, hirieron y atemorizaron indiscriminadamente a miles de seres humanos, mayoritariamente judíos, sin que la Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista hiciera la más mínima condena contra esta flagrante y descarada violación de los derechos humanos de la gente de Israel. Guardaron sepulcral silencio y no pidieron apoyo humanitario a los atacados israelíes. También guardaron silencio ante las virulentas y abiertas amenazas de los líderes de Hamás y Hizbollah, como del presidente iraní, de «destruir a Israel».

La Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista respaldó con su cómplice silencio estos designios nefastos. Lo que resulta más incomprensible aun es el silencio o pasividad de las propias Naciones Unidas, tan prestas en condenar a Israel, y tan renuentes en condenar a sus juramentados enemigos, los cuales violan todos los principios y razón de ser de las propias Naciones Unidas.

Basta que Israel ejerza su derecho a la legítima defensa (como se lo respalda la propia Carta de las Naciones Unidas, de la cual es miembro desde que fue creado por las mismas Naciones Unidas en 1947), para que los peores agravios, las mentiras más falaces, las manifestaciones coordinadas en varios países del mundo, las tergiversaciones de las noticias, fotografías y otros aspectos del conflicto en Gaza ahora o en Líbano hace dos años, las amenazas desembozadas de «liquidar a Israel» y atacar a las comunidades judías, las campañas propagandísiticas de cuño antisemita, exploten de manera coordinada y totalmente similar en sus manifestaciones. ¿Hay quienes inteligentemente no se sorprendan de esta coordinación y simultaneidad?

De acuerdo a la «lógica» de estos agresivos fundamentalismos, lo que está prohibido a Israel y a los judíos, está permitido y es apoyado cuando se trata de países islámicos teocráticos y de las organizaciones terroristas juramentadas a destruir a Israel. Dicen defender a los palestinos, cuando olvidan y no condenaron la masacre cometida por los palestinos de Hamás contra los palestinos de Al Fatah, porque estos últimos están dispuestos a reconocer a Israel y a negociar con sus autoridades, para crear el Estado palestino y vivir en paz ambos Estados.
Esta Internacional Fundamentalista no proclama la paz y armonía entre israelíes y palestinos. Dice apoyar la creación del Estado palestino, pero no respeta el derecho de los judíos a tener el legítimo Estado de Israel. Sus metas están bien claras: borrar a Israel del Medio Oriente, y seguir avanzando posterior y simultáneamente en socavar la civilización occidental defensora de la democracia verdadera y los derechos humanos, y donde prosperan valores y conceptos de respeto a la dignidad humana.
El Fundamentalismo Marxista se agravia cuando se violan los derechos humanos.

Pero la geografía de su ideología y estrategia excluye la obligación de respetar y fomentar los derechos humanos en los países islámicos o en los autodenominados “países progresistas”, donde se violan TODOS los derechos humanos, y de las dictaduras de otro cuño, que se tornan «legítimas» cuando se proclaman de izquierda.
Su óptica selectiva silencia la condena contra Putin y sus secuaces, cuando han masacrado a pueblos enteros, por no querer someterse a su poder. ¿No les duele la flagrante violación de los derechos de dichas poblaciones, y la forma cruel en que han sido asesinados segmentos numerosos de sus sociedades? ¿O es que el pasado comunista y KGB de Putin lo viste con un manto de impunidad?
Imaginemos si toda esa energía y movilización desplegada por la Internacional Fundamentalista, se dirigiera a proclamar la paz entre árabes e Israelíes, y a promover la creación de un Estado Palestino democrático, conviviendo en paz y buenas relaciones con el Estado de Israel.

¿Esta actitud no sería más coherente con toda la fraseología, slogans y manifestaciones masivas, que dicen defender la autodeterminación de los pueblos (mientras niegan a los judíos su derecho a la misma), la defensa de los derechos humanos (que sistemáticamente violan varios de los países que integran esta Internacional Fundamentalista), y su tan reiterada defensa de la paz (que no les interesa cuando se trata que árabes y judíos vivan en paz en Medio Oriente). La humanidad saldría ganando, y se contribuiría a generar una era de convivencia en lugar de confrontación.
En lugar de ello, prefieren apoyar al terrorismo, sembrar el odio contra los judíos y el Estado de Israel, y pretenden que los terroristas palestinos puedan atacar impunemente a Israel y que Israel no se defiendan.
Sólo pensar en el eje «progresista» Chavez – Ajmadinejad (incrementado por Evo, el boliviano), y todos sus secuaces en el mundo, despierta la preocupación no sólo por el destino y la suerte de Israel, sino de Occidente como civilización. Muchos líderes islámicos lo dicen desembozadamente, mientras el déspota venezolano utiliza otra terminología, aunque sus designios son coincidentes con la estrategia islámica, a la cual ayuda a penetrar en América Latina.

Por ello quiere perpetuarse en el poder y seguir liderando con todos los recursos y medios, esta peligrosa ingerencia de la Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista en América Latina.
Israel está determinado a vivir y a defenderse. No está dispuesto a aceptar pasivamente que se cumplan los designios del tirano iraní (acompañado por otros líderes de la Internacional Fundamentalista) de borrar a Israel y a sus judíos del mapa.

¡Cómo les cuesta entender que Israel y el pueblo judío no permitirán otro Holocausto! Los judíos de hoy no están dispuestos a dejar su destino en otras manos que no sean las propias.

¡HAN APRENDIDO DE LA HISTORIA!

Y las propias Naciones Unidas, tan sensibles a condenar a Israel, deberían hacer algo para defender a este pequeño país que ellas mismas contribuyeron legítimamente a fundar, y deberían condenar y sancionar a Irán por amenazar desde dentro de las propias Naciones Unidas, la existencia misma del Estado de Israel.
Pero Occidente y sus democracias no pueden ser indiferentes ante el problema de Israel. Ya Occidente se dejó seducir por el palabrerío de Hitler, y tuvo que pagar más tarde un precio terrible. Occidente debe aprender A TIEMPO, que debe tomar en serio las amenazas y acciones destinadas a socavar su propia existencia. Muchos países occidentales ya tienen dentro suyo a las quinta columnas integrantes de la Internacional Fundamentalista Islámico-Marxista, que mientras gritan y actúan contra Israel, están también demostrando que están preparando el momento de apoderarse de Occidente, para imponerle sus retrógrados regímenes.

¿Habrá aprendido Occidente su propia historia?

El Secreto de una Familia «la Familia Rothschild»

¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de la ilustre familia Rothschild, célebre tanto por su inmensa fortuna como por sus buenas obras?

Su fundador fue Meyer-Anschel Rothschild, nacido en Frankfurt, hace más de doscientos años, pertenecía a una familia que se distinguía por su religiosidad. Su padre, Moisés Rothschild, que falleció un año después del Bar Mitzvá de Meyer-Anschel, quería que su hijo fuese Rabino. En lugar de ello, fue uno de los banqueros más famosos del mundo, lo que no le impidió seguir cumpliendo la Torá en la forma más estricta. ¿Cómo es que este joven huérfano, nacido en el ghetto de Frankfurt, reunió una fortuna tan extraordinaria? He aquí la historia, en la que fue protagonista principal Moisés Rothschild.

En la pequeña ciudada de Galitzia llamada Tchorkow, la comunidad judía eligió un día, como máximo dirigente espiritual, a un rabino conocido a la vez por su gran piedad y por su vasta erudición. Su nombre era Tzvi Hurwitz, pero cariñosamente lo llamaban Rab Herschele Tchorkower.

Considerado por todos como un Tzadik, numerosos habitantes venían a pedirle un consejo o una bendición. Estaba siempre dispuesto a ayudar al prójimo y especialmente a las viudas y necesitados, para los cuales realizaba colectas especiales. Como inspiraba una confianza total, todo aquél que deseaba efectuar una donación, no encontraba nada mejor que hacerla por medio del santo Rabino.

Es comprensible que una persona con tantas responsabilidades, necesitase un ayudante, este cargo lo tenía el joven Moisés Rothschild. El sueldo no era particularmente elevado, pero Moisés era feliz por poder estar cerca del Tzadik. Desempeñó sus tareas con gran entusiasmo y en poco tiempo ganó la confianza de todos y fue considerado como un miembro de la familia.

Pero llegó el tiempo en que Moisés deseó fundar su propio hogar. Se casó con una joven judía de Sniatyn y se estableció allí donde su suegro, y lo ayudó a instalar un pequeño negocio.

Un tiempo después, el día antes de Pésaj (Pascua hebrea), durante Bedikat Jametz (búsqueda de productos prohibidos en Pésaj), Rab Herchele Tchorkow descubrió que le habían robado una bolsa con quinientas golden (moneda del lugar), del cajón de su escritorio. La suma era considerable y cons-tituía el ahorro de personas no pudientes que, con gran esfuerzo habían logrado reunir algún dinero y se lo habían confiado al Rabino.

¿Qué podía hacer? La suma era demasiado grande para reembolsarla, pero su pena era aún mayor al pensar que alguien de su propia casa pudo realizar una acción tan reprensible. Además, había un detalle, lamentable por su presición, que lo atormentaba: sólo una persona, además de él, conocía la existencia de la bolsa en el cajón del escritorio: era Moisés Rothschild. El Rabino había depositado en él toda su confianza y no hubiera soñado siquiera una acción tan baja de su parte. De todas maneras, era necesario rendirse ante la evidencia. ¿Era posible que Moisés, ante gastos tan urgentes para formar su nuevo hogar, hubiese tomado el dinero a título de préstamo? El muchacho era honesto; seguramente devolvería el dinero lo antes posible.

Después de llegar a este razonamiento, que era el único posible, el Rabino decidió no contar nada a nadie. No había que causar daño en la colectividad, y menos aún acusar a nadie de robo. Pensaba hablar con Moisés y aclarar el asunto con él sin que nadie se enterase. Por lo tanto, al tercer día de Pésaj, alquiló un carro a caballos y fue a Sniatyn para ver a su ex-ayudante. Su partida no sorprendió a nadie en la colectividad. El Rabino acostumbraba realizar pequeños viajes. Pero quien se sorprendió fue Moisés, al verlo entrar de manera tan inesperada, en su modesto negocio.

Cuando ambos estuvieron solos, el Rabino con mucho cuidado, relató a Moisés el motivo de su visita. Le dijo cómo había descubierto la desaparición de la bolsa, asegurándole que ni paso por su mente la idea de robo.

¿Acaso Moisés, apremiado por la necesidad, había querido tomar prestado el dinero por cierto tiempo? Ciertamente, aún con esta intención, tal gesto era contrario a las leyes; pero suele suceder que el ser humano ceda a la tentación. De todos modos, si reparaba su falta, podía estar seguro de que D’s lo perdonaría. El Rabino también estaba dispuesto a perdonarlo. Además Moisés podía contar con su entera discreción: nadie se enteraría jamás de lo sucedido. El Rabino concluyó diciendo que si esa suma le hubiese pertenecido, no habría tratado de recuperarla. Pero aquel dinero era propiedad de viudas, huérfanos y gente pobre, cuya vida misma, de él dependía.

A medida que el Rabino hablaba, Moisés empalidecía y su mirada se llenaba de inmensa tristeza. De pronto no pudo contener sus lágrimas: seguramente ya lo atormentaba el remordimiento. Al menos, el Rabino lo interpretaba así y esto acrecentó su estima por Moisés.

Este, no trató de negar nada; permaneció en silencio, sin defenderse. Instantes después abrió su caja, vaciándo su contenido; lo contó y se lo entregó al Rabino sin una palabra. Luego le pidió que esperase un momento pues iría a ver con qué completar la suma.

Pasó un rato. Cuando Moisés regresó, la misma angustia alteraba sus rasgos. Le dijo al Rabino que, a pesar de sus esfuerzos, no llegó a reunir más que la mitad de la suma. Pero si el Rabino tendría paciencia, se comprometía a completar escrupulosamente la otra mitad, con pagos sucesivos.

El Rabino se sentía feliz del cariz que tomaban los sucesos. Siempre había pensado que Moisés era un muchacho bueno y honesto. Su actitud en la presente situación, lo confirmaba. Además ¡qué alivio saber que los pobres huérfanos y las viudas no sufriran ningún perjuicio! Tenía la certeza que Moisés cumpliría la promesa.

En efecto, fiel a la palabra dada, sin que jamás hubiese que recordárselo, el jóven envió regularmente a Rabbí Herschele, pequeñas sumas de dinero hasta completar los quinientos golden. Este último hallaba por fin, la paz que aquel grave accidente había turbado. En su mente, ese asunto sólo quedaría en el recuerdo; y si alguna vez pensaba en ello, sería sólo para admirar la dignidad y bondad con las cuales podía actuar un simple joven como Moisés, quien con tanta abnegación había reparado una falta cometida en un mal momento.

Cierto día en que Rabbí Herschele estaba profundamente sumido en el estudio, llegó a su casa un mensajero que venía de parte del Jefe de Policía de la ciudad. Este último, disculpándose por molestar al Rabino, le informó que desea verlo por un asunto urgente y que un coche lo esperaba en la puerta para conducirlo.

El Rabino no tenía la menor idea del motivo del llamado; se encomendó a D’s, esperando que ningún peligro amenazara a la colectividad y se apresuró a acompañar al mensajero.

El jefe de policía lo recibió amistosamente y le preguntó si en el último tiempo, no le habían robado nada en su casa.

Rabbí Herschele le respondió que si refería a cierta suma que se la había desaparecido, en la actualidad ya la había recuperado. Ante estas palabras, el jefe de la Policía pareció muy sorprendido y le pidió que le contase lo sucedido.

-«Si Ud. me promete no emprender ninguna acción contra un inocente que, además, ya reparó su falta, le contaré todo», respondió Rabbí Herschele.

El jefe de la policía se lo prometió. El Rabino le dio los detalles que deseaba sin omitir uno solo.

-«¡Uds. los judíos, son verdaderamente extraordinarios! ¡Jamás en mi vida oí cosa semejante!», exclamó lleno de admiración el jefe de Policía.

Después de decir esto, abrió un cajón del escritorio, y sacando una bolsa, preguntó: «Sr. Rabino: ¿reconoce esto?».

Esta vez el sorprendido fue Rabbí Herschele. ¡Era su bolsa, la misma que había desaparecido en víspera de Pésaj!

El jefe de Policía se alegró del efecto causado. Esperó unos instantes. Luego llamó y cuando apareció un subordinado, le dijo: «¡Tráelos!». El policía regresó rápidamente con una mujer y un hombre con las manos esposadas.

-«¿Los conoce Ud.?», preguntó el jefe de Policía al Rabino. -«¡No!», respondió este último cada vez más intrigado. -«Absorbido por los libros, como Ud. está siempre, no se fijó en la cara de la doméstica que limpia su casa. Pero poco importa que la reconozca o no, pues ya confesó todo».

Y luego de ordenar que se llevaran a la pareja, el jefe de Policía relató al Rabino su historia, la verdadera. Días antes de Pésaj, la mucama había hecho una gran limpieza en la casa y encontró la bolsa que Rabbí Herschele guardaba en el cajón de su escritorio; la escondió y luego se la llevó a su casa en las afueras, donde vivía con su marido.

Ambos decidieron enterrar el botín en el granero, para que no despertara sospechas. Pero el marido, era un ebrio consuetudinario, y no pudo resistir la tentación de sacar algo para satifacer su pasión. Así es que tomó una moneda y se fue a la hostería. Cuando el posadero le preguntó cómo había obtenido aquella moneda de plata, le contestó que la había encontrado. Pero al día siguiente volvió con otra moneda, y lo mismo hizo al día siguiente. Entonces el posadero empezó a sospechar y advirtió a la policía.

El hombre fue detenido y negó todo; pero algunos latigazos lo hicieron confesar. La bolsa fue encontrada casi intacta, ya que no faltaban más que las tres monedas gastadas en la hostería.

-«Es suya, llévesela», dijo el jefe de policía al Rabino. Este sonreía; su satisfacción era enorme. Sin embargo no dejaba de estar intrigadopor la conducta de Moisés que no sólo no se había defendido al aparecer como sospechoso, sino que hasta había pagado, por un robo cometido por otro.

El Rabino se fue con el corazón desbordante de alegría y se apresuró a visitar a Moisés.

-Reb Moshé,- le dijo luego de haberlo saludado- espero que quieras perdonarme». «¿Por qué – le preguntó con los ojos llenos de lágrimas -No me dijiste que no habías tomado el dinero?»

Su colaborador le respondió que la posible desdicha de los pobres huérfanos unida a las angustia del Rabino, lo habían conmovido profundamente. Si hubiera dicho la verdad negando ser el autor del robo, el Rabino no hubiera aceptado su ayuda pues la hubiera considerado un sacrificio demasiado grande. En efecto lo fue, pues debió empeñar todo lo que poseía para poder reunir la suma que le entregó al Rabino el primer día; además debió economizar moneda sobre moneda para formar el resto. Pero aquel sacrificio era necesario, pues sabía que Rabbí Herschele no podría reunir aquella suma.

El Rab estrechó a Moisés en sus brazos y le dió su bendición, pidiendo a D’s que le diese una gran fortuna para que siempre pudiese ayudar a los pobres necesitados.

-«Aquí está la suma que tan generosamente pagaste de tu bolsillo. Vuelve a Frankfurt donde tendrás mejor ocación de hacer buenos negocios y cumplir buenas acciones. Que D’s esté contigo, con tus hijos y con los hijos de tus hijos en todas las generaciones futuras».

La bendición de Rabbí Herschele Tchorcower no fue dada en vano. Moisés Rothschild fue un gran comerciante en Frankfurt, dedicándose también a operaciones de cambio muy ventajosas. Su hijo Meyer-Anschel Rothschild tuvo aún más éxito que él. Sus cinco hijos, que se establecieron, cada uno en otra capital de Europa, ayudaron a acrecentarla.

La fortuna creada por Moisés creció y se multiplicó de generación en generación. Un nieto de Moisés, el barón Edmond de Rotschild, que encabezaba la casa Rotschild y vivía en Francia, se distinguió particularmente por su acción en favor de sus correligionarios, ayudándolos por todos los medios posibles, lo que le valió el apodo de «HaNadib HaYadú’a» (el Ilustre Benefactor). Su vida fue larga. Murió en París (en 1934) a los noventa años de edad.

Es de gran merito hacer obras de Justicia social “Tzedaka” este es un relato que hace tiempo lo lei y me gusto, la nobleza y el sacrificio siempre son bien recompensados cuando se hacen en pro de la Justicia verdadera.

Referencias

http://www.masuah.org/cuento%20el_secreto_de_una_familia.htm

El enemigo que quiere parecer interno

Atentos a este relato por favor:

«Cuando los enemigos de Yehudá [Judá] y de Benjamín [1] oyeron que los que habían venido de la cautividad edificaban un templo al Eterno Elokim de Israel, se acercaron a Zorobabel y a los jefes de las casas paternas, y les dijeron:

-Permitidnos edificar con vosotros; porque como vosotros, buscamos a vuestro Elokim, y a Él hemos ofrecido sacrificios desde los días de Esarjadón, rey de Asiria, que nos trajo aquí.

Pero Zorobabel, Jesúa y los demás jefes de las casas paternas de Israel les dijeron: -No edificaremos con vosotros una casa a nuestro Elokim, sino que nosotros solos la edificaremos al Eterno Elokim de Israel, como nos lo mandó el rey Ciro, rey de Persia.

Entonces el pueblo de la tierra desmoralizaba al pueblo de Yehudá [Judá] y lo amedrentaba, para que no edificara.»
(Ezrá / Esdrás 4:1-4)

Veamos un hecho muy actual a través de esta milenaria narración verídica.

En tierra judía vivían unos extranjeros, ajenos por completo a Dios y Sus cosas (2 Melajim / II Reyes 17:24).
Sin embargo, por cuestiones acomodaticias pretendían rendir honores al Eterno (2 Melajim / II Reyes 17:28), aunque en realidad hacían unos rituales estrafalarios, una mescolanza imperfecta entre algo parecido a Torá y religiones por completo apartadas del Eterno (2 Melajim / II Reyes 17:33).
No por convicción, amor, dedicación, devoción, fidelidad, sumisión, sino como un modo de conseguir alguna ventaja, salvación, o algo similar (2 Melajim / II Reyes 17:25).
Así vivían ellos, en completo error, pero disfrazando su impiedad en ropajes de apariencia de santidad, tal cual hacen los mesiánicos (fanáticos cristianos pero que se hacen pasar por judíos) de nuestros días (2 Melajim / II Reyes 17:34).
Y de esa manera educaban en perdición con disfraz de salvación a sus hijos y discípulos y a todo ingenuo que caía en sus garras sanguinarias con apariencia de bondad (2 Melajim / II Reyes 17:41).

Con esa misma apariencia de rectitud se acercaron a los valientes judíos que estaban retornando del cautiverio en Babilonia y que con gran dedicación comenzaron a edificar trabajosamente el Templo para el Eterno en Jerusalén.
Con mentiras y media verdades (que son peores y más letales que las mentiras) anunciaron que querían participar de las cuestiones propias de los judíos.
Daban buenas excusas, manejaban muy bien las palabras como para hacer creer ciertas cosas y confundir y generar dudas y hacer de esa manera que los poco preparados admitieran sus afiebradas teorías.
Ellos decían adorar a Dios y por eso pedían participar de las cosas propias de los judíos.
Ellos decían ser fieles a Dios, aunque cuando uno se ponía a indagar con capacidad y paciencia, más pronto o más tarde descubría cosas grotescas: el odio intenso hacia los judíos, el odio profundo hacia lo judaico, el desprecio hacia el Eterno, la adhesión pasmosa a dioses ajenos, entre otras cosas aberrantes.
Asumían cierta familiaridad con los judíos, que realmente no poseían.
Declaraban que ciertos individuos de la historia los habían naturalizado como judíos, aunque ciertamente nada tenían de judíos, ni podían tenerlo.
Y recuerda amigo lector que te estoy hablando de los samaritanos de hace 2500 años atrás, aunque en todo parezca calco de lo que hacen los mesiánicos (netzaritas, ebionitas, amitas, entre otros desquiciados) de la actualidad.
Además de aquellos otros gentiles que desprecian su identidad espiritual noájica y pretenden tener derechos sobre las cosas que Dios ha declarado patrimonio y herencia perpetuos de Israel.
Esos, que se dicen amigos, que quieren participar en las cosas concernientes a los judíos sin querer entender que no les corresponde, terminan por descubrir su hilacha profunda, oscura, antijudaica, oponente a Dios.
De tanto querer lo que les es ajeno, de tanto envidiar la identidad ajena, terminan por odiar a aquellos que envidian, sin darse cuenta de que están odiando intensamente su propio ser.
Es complicado, pero lamentablemente cotidiano.
A diferencia de los gentiles concientes de su patrimonio como noájidas, que se contentan con su bella porción otorgada por el Eterno. Que son verdaderos socios en la construcción de Shalom. Que no se afanan buscando la propiedad de otro, ni quieren tomar parte en lo que no les corresponde.
Son amigos sinceros, pues entienden que cada uno tiene un rol determinado por Dios y que así debe ser.
No pisotean la propiedad del otro, con la excusa de que quieren tener parte en ella.
No desprecian su identidad, pues la conocen y la encuentran estupenda, como todo lo que es obra del Padre Celestial.
Estos noájidas, los conscientes de que tienen su propia identidad y su propio patrimonio, son los amigos de los judíos, los que se comportan como hijos ante el Padre.
Esos otros gentiles, los que pretenden tomar para sí lo que no han sido llamados a poseer, son personas confundidas, extraviadas, ignorantes, quizás con buenas intenciones, pero cuando se aferran a sus deseos dejan la bondad y la justicia y se embarcan en la senda de los enemigos de Dios.
A tenerlo presente.

Los líderes, los sabios, los entendidos, los capacitados, los poseedores de autoridad denegaron a los extraños el participar de las cosas del Eterno. Ellos no podían admitir que los enemigos tomaran parte de las cosas concernientes a los judíos.
Sabían que cuando algo puro se mezcla con los que se disfrazan de pureza, termina por contaminarse todo el contenido.
Si los enemigos de Dios, disfrazados de constructores, se hubieran sumado a las fuerzas de verdaderos constructores, bien pronto hubiera comenzado una crisis profunda. Se hubiera desangrado el caudal sagrado de los leales. Se hubiera introducido la corrupción idolátrica y perversa entre los cimientos de la Luz.
Por lo cual, tuvieron que dejar bien en claro quien formaba parte de los edificadores del Templo y quien no.
Porque hay ley, porque debe imperar el orden.

Entonces, los enemigos mostraron su verdadero rostro.
Dejaron tiradas a un costado sus caretas de amistad y por fin enseñaron los afilados dientes dispuestos a asesinar a los leales a Dios.
Ya no se hacían pasar por ovejas deseosas de trabajar en la obra del Eterno, sino que dedicaban todos sus esfuerzos misioneros para obstaculizar, retrasar, entorpecer, destruir, maldecir.
Usaban su poder material, ejercían presión, hacían actos de terror, manipulaban a las masas, difamaban, enseñaban mentiras atroces acerca de los leales.
Ya dejaron de jugar a los «buenos» y «amigables» para ser quienes eran todo el tiempo debajo de sus disfraces de bondad.
Ahora el desprecio estaba a flor de piel, se sentía a cada instante.
El odio no era imaginario, sino una realidad intensa.
Esos mismos que hasta ayer lloraban quejosamente: «¿Por qué no nos dejas aprender hebreo contigo? ¿Cómo quieras que sepamos cosas de noajismo si no nos muestras cosas de judaísmo?» Esos mismos que se hacían pasar por amables ovejitas perdidas en busca de sentido, ahora demostraron su verdadera naturaleza porfiada, extranjera al Bien.
Usaron sus caretas para disfrazarse, sus excusas para conseguir sembrar la duda, promover la discordia, generar la controversia, malquistar a los socios en la construcción.

La historia, tristemente, se repite.
Hay un enemigo que quiere parecer que es interno, que es uno más de los anhelantes de ser leales al Eterno, de ser constructor de Shalom.
Se visten con las ropas apropiadas para la ocasión, para tapar sus verdaderas intenciones.
Reclaman cosas que no les pertenecen, dan vueltas para justificar sus deseos prohibidos, se venden como buenas víctimas de malos victimarios; pero en el fondo, solamente tienen rechazo hacia ellos mismos, hacia los judíos, hacia los noájidas leales, hacia Dios.

Tengamos en cuenta esta enseñanza, pero no para salir a perseguir a los que dudan, a los que critican sanamente, a los que preguntan para aprender.
No tenemos necesidad de ser inquisidores, pues ese rol es para los enfermos, los de alma mortal, los colegas de la idolatría.
Pero sí tenemos la obligación de ser despiertos vigías en la atalaya, para que los que se vienen con ofrendas de supuesta paz no entren dentro de las murallas de la ciudad de la Luz y la infecten con sus mensajes desmoralizadores, con sus dudas perversas, con sus media verdades ofensivas, con sus retóricas aburridas pero atrapantes.

Estemos atentos, no para iniciar una caza de brujas, sino para seguir siendo constructores de Shalom y no meramente gente perdida y sin rumbo en la vida.

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El antiguo y vigente odio contra los judíos y Dios

En un apartado pequeñito, casi invisible, aparecía esta noticia en un diario nacional:

La ONU evacuó el jueves a cientos de personas con «heridas graves» del noreste de Sri Lanka, donde se registran combates entre las tropas y los guerrilleros tamiles, indicó un portavoz de Naciones Unidas a la AFP. Los organismos de derechos humanos han pedido al gobierno de Colombo y a los Tigres para la Liberación del Tamil Eelam (LTTE) que tomen medidas inmediatas para salvar a los casi 250.000 civiles atrapados en las zonas de combate en el noreste de la isla. «Unos 350 civiles gravemente heridos, incluidos 50 niños, cruzaron la línea de frente», dijo el portavoz de la ONU, Gordon Weiss, quien agregó que la evacuación fue el resultado de largas negociaciones con los rebeldes. Un convoy de ambulancias estuvo retenido durante varios días detrás de la línea de frente en el distrito de Mullaittivu porque los rebeldes no le permitían salir.

¿Cuántos titulares de primera plana han leído al respecto?

¿Cuántas manifestaciones a favor o en contra de…?

¿Cuántas horas y horas de difamación de alguna de las partes?

¿Cuántas acusaciones falsas de masacre y genocidio?

¿Cuántos ríos de lágrimas de cocodrilo por las pobres víctimas?

¿Por qué será que cuando Israel o los judíos intentan una débil reacción defensiva enseguida saltan los «progres», «humanosderechistas», «izquierdosos», «intelectualoides», y decenas de etcéteras más; pero por las verdaderas tragedias del mundo solamente hay indiferencia, cómplice silencio?

Sin dudas, el mundo está enfermo…

La herramienta correcta

El muchacho está con el rostro alicaído, apesadumbrado, con los hombros pesados, el paso cansino.
En su camino se cruza un hombre ataviado con imponentes ropajes que lo declaran como «el maestro», quien le pregunta qué le está pasando.
El joven dice, apático, dolido, que ha perdido su cédula (carné) de identidad en el cuarto a oscuras y la precisa, pero no la encuentra en esa penumbra eterna.
El vestido como gran maestro le dice que se anime, pues él le ayudará a conseguirla.
Le indica que tome un palo en sus manos, vaya al cuarto, pegue palazos y así encontrará la cédula. Con cada golpe, un rezo a su deidad, pues esa es la manera «santa de hacer la guerra espiritual».
El joven hace como le fue mandado, está una hora entera rezando y golpeando el aire oscuro, pero no encontró su identidad allí.
Retorna confuso y molesto al gurú, por lo infructuoso de su trabajo pesado.
Entonces el arropado cual sabio le prescribe que vaya con un altavoz y dé fuertes alaridos para espantar la oscuridad. Con cada rugido un amén, un alelusha, una invocación al salvador, una amonestación al demonio que desde la oscuridad retiene la identidad del joven.
Así hace el muchacho hasta quedar ronco de tanto grito, pero la cédula no apareció.
Mosqueado llega hasta el mentado maestro, que parece no ser muy entendido en la materia.
Ahora el imponente hombre le amonesta por su falta de fe, por su debilidad espiritual, por su amor al mundo, por su necedad al no seguir con fidelidad cada una de las instrucciones que él le dio.
El muchacho trata de defenderse, de decir que él le fue fiel, que le tiene una fe ciega hasta el final, pero el maestro no lo deja hablar, ni dialogar, ni murmurar, pues eso no está permitido. Solamente el maestro es el que sabe, el que conoce, el que tiene las claves para todos los secretos.
Ahora, con un aire de perfecta suficiencia le ordena que desee, que se vuelque a su deseo con con mucha potencia, con plena concentración, con todo su anhelo puesto en alcanzar su meta añorada. Que desee y desee, que ordene al cosmos alinearse con su deseo, que espere confiado y con esperanza, porque el pensamiento positivo es mísitco y consigue todo lo que se propone.
Así hace el joven, pero pasa un día, dos y sigue sin alcanzar su identidad.
Ya está totalmente iracundo el muchacho con el sabio, que pareciera estar tomándole el pelo.
Pero teme decir cualquier cosa, pues el maestro es poderoso, él domina ciencias y artes que le son desconocidas al muchacho. No sería bueno sumar a su pérdida en la obscuridad además el enfado y encono de ese gran hombre, tan apreciado por los que lo reconocen como maestro.

Meditando en estas cosas, se cruza con un hombre, como él, simple, sin máscaras de prepotencia.
Este hombre es un verdadero maestro, aunque no se disfraza de tal.
Entonces, el maestro le dice que tome la linterna, que entre al cuarto y busque con paciencia la cédula.
El muchacho desconfiado, cansado, enojado, sin querer saber nada con maestros, agarra la linterna con asco, sin ganas entra a la habitación, enciende la luz, y en un par de minutos encuentra lo que no pudo hallar con golpes, con gritos, con sueños y anhelos.
Solamente precisaba la herramienta correcta para encontrar su identidad.

Había encontrado su identidad y grandes enseñanzas.
¿Puedes tú comentar (aquí debajo) cuáles pudieron haber sido?

Se viene el triunfo de Israel y de los justos del Mundo!!!

Rabino Eliahu: Yo envié la madre Raquel a Gaza

Luego de dos días desde que el cese de fuego en Gaza entró en vigor, una de las más difundidas leyendas de los días transcurridos en el campo de batalla recibió la aprobación rabínica. En los últimos días de la guerra, los rumores de una mujer judía que se presentaba a sí misma como la matriarca Raquel, aparecía entre los soldados para advertirles de explosivos, trampas explosivas que instalaron los terroristas y emboscadas en la Franja de Gaza.
El ex gran rabino Mordechai Eliyahu, que es considerado uno de los más destacados líderes religiosos en Israel, oró en varias ocasiones en la Tumba de Raquel, por la seguridad de las tropas. Cuando se le preguntó por el rumor, el rabino confirmó que «la historia es verdad. Yo la envié.»
Debido a su enfermedad, el rabino no da su sermón semanal en los últimos meses, pero fue reemplazado por su hijo, el rabino Shmuel Eliahu Safed.
En el sermón, el rabino Eliahu Safed comentó el rumor, diciendo «si no hubiera escuchado esta historia con mis propios oídos, yo no podría decirle, pero me reuní con el jefe de una Yeshiva que me afirmó que esto no es un cuento. Sé que ocurrió».

el mandato de justicia.

Como Noajitas tenemos que tener siempre presentes el mandato de la justicia. Vemos en el TNJ que Dios reconoce al hombre justo, sea judío, sea justo entre las naciones. Tan importante es esto, que es seleccionado como uno de los 7 mandatos; permitirme recordar lo ya publicado para luego aplicarlo a un tema de actualidad
Sexto fundamento: Establecer cortes de justicia: Esto se concreta, entre otros aspectos: Designar jueces y oficiales de justicia. Tratar con igualdad a los litigantes. Indagar diligentemente en el testimonio de los testigos. Prohibido proceder maliciosamente contra alguno de los litigantes. Prohibido que el juez actúe movido por el temor a uno de los litigantes. Prohibido que el juez llevado por su compasión favorezca a un litigante pobre. Prohibido prestar falso testimonio.

LA justicia es algo que no debemos oculta y que si debemos tomar parte activa. Y no debemos pensar que el cumplir este mandato sólo es posible cuando nos vemos envueltos en algún tipo de controversia judicial; no, la justicia no queda limitada al ámbito del edificio físico de los tribunales, debemos aplicarla a nuestros hechos de la vida diaria y a nuestras conversaciones.

Pero no sólo eso, también debemos luchar contra la injusticia; Concretamente hoy quiero denunciar la injusticia del incumpliendo, que se está produciendo en los medios de comunicación del deber de INFORMAR DE  FORMA VERAZ E IMPARCIAL. Como bien leí en el site web de la bella Aurora, se está produciendo una doble moral, (que como siempre mal oculta la medieval judeofobia) de crear un doble vocabulario. Como dice Mikael desde el medio oriente para entender lo que realmente está pasando, hay que entender el nuevo significado que se le está dando a algunas palabras.

Agresión israelí: cualquier operación realizada por los judíos para intentar evitar un acto terrorista

Alto el fuego: Oportunidad para que los terroristas se rearmen y reagrupen

Ataque deliberado: Falta de puntería de los misiles y bombas judías, no aplicable a los cohetes Katiushas utilizados por los terroristas ya que se supone que estos pueden destruir cualquier cosa.

Ciclo de violencia: término utilizado para denigrar a aquel que es atacado e intenta defenderse

Civiles inocentes.

1. Terrorista en ropa civil

2. Cualquier árabe muerto al ser usado como escudo humano

Daños Colaterales: hace referencia principalmente a las victimas entre los escudos humanos de Hizbollah, ya que los civiles israelíes muertos son objetivo militar.

Defensa de su país: Lanzamiento de misiles desde áreas civiles contra civiles

Escudo Humano: razón por la cual los judíos no deben de intentar eliminar a los terroristas

Expansionismo: Política israelita que consiste en derrotar a los países que intentan destruirlos.

Fuerza Internacional: Unidad militar impedida de utilizar sus armas y capaz de huir a la misma velocidad que los demás.

Fuerza internacional de paz: Fuerza de ocupación siempre y cuando no sea estadounidense o judía.

Guerra asimétrica: Actos bélicos en los cuales los terroristas islámicos pueden lanzar miles de cohetes contra cualquier objetivo en Israel (de preferencia objetivo civil) desde un estado vecino y que los judíos no pueden responder al no tratarse de un ejercito convencional.

Holocausto:

1. Algo que los judíos deben olvidar

2. Algo que nunca existió y que está siendo manipulado por los judíos para justificar lo que están haciendo en Palestina y en el Líbano.

Holocausto palestino: Razón por la cual del millón de palestinos que había en 1948 ahora tan solo existen tres millones en Cisjordania y Gaza y otros 3-5 millones en el resto del mundo.

Judío bueno: Aquel que considera que el estado de Israel no debe de existir.

Línea verde: Frontera a la cual los judíos se deben de retirar y que por arte de magia va a ser aceptada por sus vecinos árabes.

Lucha Palestina:

1. El intento durante los últimos 58 años de tomar una decisión correcta en dirección a la paz con Israel (sin haberlo conseguido todavía)

2. Queja árabe, ya que después de cinco guerras todavía no han conseguido echar a los judíos al mar

Luchador por la libertad: Terrorista islámico al que se le ha lavado el cerebro para que se haga explotar en un autobús

Mártir: dícese del adolescente al cual un grupo de islamistas adultos, a cientos de kilómetros de distancia y rodeado de niños (escudos humanos) le han lavado el cerebro para que se auto inmole en un restaurante lleno de judíos.

Masacre: Se aplica exclusivamente a la respuesta judía a un ataque terrorista islámico.

Militante: Término utilizado por los medios de comunicación occidentales para hacer referencia a los terroristas islámicos

Negociación: Conversaciones en la que Israel debe ser el único a hacer concesiones.

Pacificación: Oportunidad de mostrar al mundo que los terroristas islamistas son buenos chicos y no quieren hacernos daño

Palestina: Incluye Israel

Paz justa y duradera: Desaparición del Estado de Israel.

Proceso de Paz: Negociaciones llevadas a cabo durante los últimos 58 años y que sistemáticamente han sido boicoteadas por Israel al negarse a dirigirse hacia el mar.

Resistencia legítima:

1. Negación del derecho del Estado de Israel a existir.

2. Justificación dada principalmente a terroristas islámicos tras explotar en la fila del cine

3. Motivo por el cual los terroristas no usan el cerebro

desproporcionada: Arte de magia por el cual Israel pasa de agredido a agresor, y los terroristas islámicos de verdugos a víctimas del cruel estado sionista.

Resolución 1559: Una prueba más de la capacidad de la ONU de pacificar una zona en guerra.

Retorno de los refugiados: El caballo de Troya que los judíos se niegan a meter dentro de las murallas

Testigo ocular: Persona que dice haber visto alguna masacre israelí.

Tierra árabe: Desde España hasta Irak (ambos inclusive)

Tierra Musulmana: Cualquier parte de este planeta que se encuentre entre dos musulmanes.

Victoria Islamista:

1. Cuando un bombista suicida consigue reventar en un mercado

2. Cuando un civil árabe, usado como escudo humano, es muerto por el ejército israelí

3. Convertir un gesto de paz del Israel en una nueva oportunidad de «echar los judíos al mar»

Evitemos esta injusticia, denunciemos esa doble moral.
Gracias por su atención. Shalom

Supóngase que vive en el sur de Israel

Supóngase que todos los días, todos y a cualquier hora, pero varias veces por jornada, le caen misiles en su casa, en la de sus familiares, en las de sus vecinos, en la escuela de sus hijos o hermanos, en el hospital donde está su prima dando a luz, en cualquier lado, a cualquier hora, sin ninguna razón valedera.

Supóngase que con sus impuestos usted está dando alimento, medicina, educación, electricidad, agua, etc. a los habitantes y gobierno que cobijan a los que lanzan misiles y aterrorizan constantemente.

Por si fuera poco vivir pendiente de la sirena de ataque con misil y de correr al refugio antiaereo, supóngase no puede ir a una plaza, un cine, un ómnibus, un mercado, la calle, un bar, la playa, el templo, nada, porque otro terrorista se volará y matará a usted, a sus hijos, a sus padres, al vecino, al desocnocido, o dejará heridos y tullidos graves.

Supóngase que ha dado una gran parte del territorio de su país y dinero y bienes y servicios a esos mismos terroristas que siguen desde las sombras atacando a su patria. Si hasta se ha enfrentado con su hermano para arrancarle el estupendo asentamiento agrícola que él levantó en medio del desierto y dárselo con frutos y prosperidad a los infames terroristas y sus aliados.

Supóngase que esos criminales son tan cobardes, tan poco hombres, tan escoria humana, que en lugar de salir a guerrerar como soldados entrenados y pertrechados que son, se esconden en escuelas, en hospitales, en asilos, detrás de nños, detrás de ancianos, etc.
Además, usan la complicidad de la prensa comprada o ansiosa por su sangre, para hacerse pasar por los buenos del cuento, por héroes idealistas, por emancipadores, por personas de paz, cuando no son otra cosa que delincuentes, terroristas, asesinos, ladrones, impotentes-prepotentes.

Supóngase que usted pide paz, trabaja por la paz, da casi todo a cambio de la paz, pero del otro lado solamente hay odio, amenazas de liquidarlo, de echarlo al mar, y no paran los otros de reclamar más y más. Lo único que saciará al enemigo es su sangre flotando en el mediterráneo, su presencia borrada del mapa, su recuerdo olvidado. Ellos no quieren nada de paz, ni un tratado, ni negociaciones, ni compartir una tierra, ni hacer caso al Corán en lo que respecta a Israel para los judíos por siempre, ni vivir en armonía, ni aceptar los derechos humanos. Ellos, los palestinos en su mayoría, los líderes en su totalidad, solamente quieren el genocidio de los judíos, la extirpación de Israel. Ellos son el brazo armado, uno más, del imperialismo árabe musulmán que ocupa gran parte de África, Asia y Europa. Ellos son los que buscan la destrucción de todos los que no sean musulmanes, para lo cual deben eliminar primer a los judíos, que son el obstáculo más importante a la hora de que ellos consigan sus afanes imperialistas globales.

Supóngase que usted habla de paz, y hace todo lo que puede para que no sea una palabra solamente, pero del otro lado sólo ladran «paz» cuando por fin usted no tiene más remedio que salir a defenderse, porque su cuerpo y alma ya no soportan más que la castiguen a diario.

Y para colmo, en este torcido mundo del revés, cuando usted se defiende salen de sus covachas los progres, los que lo odian, los que no tienen idea pero opinan, los que no tienen nada que ver pero se meten, los que pueden hacer algo pero prefieren mirar para otro lado, todos sus enemigos y los neutrales peligrosos le ordenan que no se defienda más, que se quede quieto, que no tiene derecho a defenderse, porque si se defiende usted es un imperialista, si se defiende usted es un genocida, si se defiende usted es un nazi, si se defiende usted debe ser eliminado del mapa. Le ordenan con toda la malicia del mundo que deje que la violen, que la hieran, que la maten, que la roben, que siga siendo el judío del gueto, ahora ya no golpeado por una horda de estúpidos antisemitas, sino por un grupo de imperialistas y sus asociados.
Usted, como judío o israelí, no tiene derechos «humanos».
Es solamente el judío del gueto que debe aceptar todo tipo de humillaciones, maltratos, perversiones y ni siquiera intenter defenderse, so pena de ser «ajusticiado» internacionalmente por un tribunal presidido por el generador de terrorismo mundial (Irán).

Dígame lector que con tanta ligereza e ignorancia opina, digame usted, ¿usted se puede poner en lugar de esos israelíes que a diario sufren todo esto?

Mientras usted no soporta la lluvia de misiles durante meses o años, ni los ataques terroritas de a pie o en camión bomba, ni el asedio constante, ni la humillación continua, mientras usted se sienta frente a su monitor a declarar cualquier cosa que se le ocurra, mientras tanto, los terroristas palestinos siguen usando niños y enfermos como escudos, siguen mintiendo y difundiendo sus falsedades, siguen cobrando millonadas de dinero de parte de Irán y los títeres de turno, siguen manteniendo sometida a la propia población a todo tipo de crueldades, siguen instruyendo para el odio y la sangre a los niños desde la cuna, siguen haciéndose las víctimas cuando son los primeros en vivir agrediendo desde las sombras.

Así es la cosa, que usted solamente debe suponer ya que tiene la liviandad de opinar porque se le ocurre y es gratis, y es muy progre, y es muy de pacifista.

Quien esté informado, quien esté construyendo shalom, ¿puede ser tibio, neutral, propalestino?

¿Eres como el carnicero?

Hace mucho tiempo había un carnicero en un pueblo que se acerco al Rabino para que él le revisara una vaca y le dijera si era Kosher (apta para el consumo) o no. En ese tiempo en Europa para un carnicero ese tema era de mucho temor; pues si el Rab dictaminaba que la vaca no era Kasher, la pérdida monetaria podía dejarlo fuera del negocio. Sus temores se hicieron realidad y la vaca fue declarada no-kasher, aun así el carnicero acepto la decisión sin mucha queja.
Unos meses después, el mismo carnicero se vio en una disputa con uno de sus vecinos, pero la suma de dinero por la que esta vez peleaba no era ni comparable a la de la vaca, ni siquiera ponía en el más mínimo riesgo su estabilidad monetaria. El mismo Rab escuchó la situación y dio su fallo a favor del vecino del carnicero.
Otra vez el carnicero había salido perdiendo, pero esta vez explotó, se puso pálido, se enfureció y reclamo incluso diciendo que no aceptaba la decisión del Rabino. Todos en la ciudad se sorprendieron. ¿Qué sucedió?, hace unos meses en algo más serio para su estabilidad no hubo queja alguna; pero esta vez por una miseria había hecho un alboroto tremendo. Nadie podía entenderlo así que fueron con el Rab para recibir una explicación.
El Rab sonrió tristemente y dijo: “esta es la razón del porque la gente no puede hacer la paz; cuando el carnicero perdió la vaca, aunque era una pérdida económica inmensa, nadie ganó. Pero en este caso, a pesar de que perdió muy poco, su vecino ganó, y eso el carnicero no lo pudo soportar”.
Usualmente cuando tenemos problemas con alguien, nos engañamos a nosotros mismos creyendo que hay situaciones terribles y muchas cosas en juego, cuando en realidad lo que podemos perder es mucho mayor que por lo que estamos peleando; y lo que hacemos en convertirlo en una lucha de egos , y todo se reduce a ¿Quién va a ganar?
Por esa razón antes de tener una discusión con tu esposa, tus padres, amigos, etc.; tomate cinco segundos y pregúntate si discutes para ganar o para solucionar, si quieres construir o destruir, si quieres paz o guerra.
Aprendamos como dice el moré, a construir shalóm porque… “la paz es preferible a todo” (Sifrí Bejucotai).

Que pasen un hermoso septimo día lleno de paz.

La Trivia.

La trivia
La trivia

—Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.31 Resulta que viajaba por el mismo camino un Pastor evangelico quien, al verlo, se desvió y siguió de largo.32 Así también llegó a aquel lugar un Mesianico, y al verlo, se desvió y siguió de largo.33 Pero un Noajida que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él.34 Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó ,. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó.35 Al día siguiente, sacó dos monedas de plata[c] un libro sobre Noajismo y, se los dio al dueño del alojamiento. «Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva.»

Asi como puedes cambiar una historia.
Tambien puedes cambiar el curso de tu historia. Se 100% Noajida.