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La Naturaleza de la Judeofobia (G. Perednik) – Unidad 5

En el medievo la realeza protegía a "sus judíos" mientras le resultaban útiles, y hasta tanto no estallara el clamor de los deudores empobrecidos. Cuando el resentimiento de las masas hervía debido a los altos impuestos, el rey transformaba a los judíos en chivos expiatorios, se unía a la furia popular, y echaba mano a la mitología judeofóbica… Así ocurrió casi en cada país europeo.
 


Unidad 05: La Judeofobia medieval

Por: Gustavo Perednik

Vimos cómo a partir del cristianismo fue gestándose una judeofobia novedosa, más grave, que alcanzó su acérrimo punto durante el siglo IV, llamado por Flannery "el más funesto". La teología de odio hacia los judíos se expresó en bulas papales, y en la persecución a los judíos por medio de sermones y bautismos por la fuerza, quemas y prohibiciones de libros, disputas y ghettos.

En esta lección añadiremos dos prácticas: las expulsiones sistemáticas de judíos, que también fueron la política a partir del mentado siglo IV, y las matanzas en gran escala, que comenzaron en el siglo XI.

Hubo precedentes de expulsiones en Roma (tres veces: en el 139 a.e.c., en el 19 e.c. por Tiberio y en el 50 e.c. por Claudio); y en Jerusalem, a la que los judíos tuvieron prohibida la entrada entre el 135 y el 638. Pero las expulsiones posteriores incluyeron la remoción de judíos de países enteros y por períodos extensos (por ejemplo, para fines del siglo XIII, ya habían sido expulsados de Inglaterra, Francia y Alemania).

Debido a las persecuciones, y a las restricciones a sus ocupaciones, cuando un judío llegaba a enriquecerse, optaba por invertir sus bienes en contante y sonante, y no en bienes inmuebles. Por ello, frecuentemente era utilizado por los reyes como prestamista oficial del cual obtener recursos al contado, con la ventaja adicional de que dichas operaciones no estarían sometidas a las limitaciones eclesiásticas en materia de préstamo a interés.

Asimismo, el rey unificaba las actividades financieras por medio de colocar al judío como colector de los impuestos que cobraba a los campesinos. Así, a los ojos de éstos el judío agravaba su imagen por medio de la odiosa tarea, que era su modo de garantizar su incierta existencia.

La realeza protegía a "sus judíos" mientras le resultaban útiles, y hasta tanto no estallara el clamor de los deudores empobrecidos. Cuando el resentimiento de las masas hervía debido a los altos impuestos, el rey transformaba a los judíos en chivos expiatorios, se unía a la furia popular, y echaba mano a la mitología judeofóbica. Se atribuía visos de "buen cristiano" aun cuando sus móviles hubieran sido meramente económicos. Y al rey se asociaban comerciantes y artesanos cristianos que repentinamente se veían libres de la competencia de los judíos. Así ocurrió casi en cada país europeo.

En Inglaterra, durante la guerra civil de 1262, los judíos fueron atacados en muchas localidades; sólo en Londres mil quinientos fueron asesinados. En el 1279 todos los judíos de la ciudad fueron arrestados bajo cargo de que adulteraban la moneda del reino. Después de un juicio en Londres, doscientos ochenta fueron ejecutados y el rey Eduardo I ordenó la expulsión de todos los demás, apropiándose de todas sus posesiones. El plazo para abandonar el reino fue el Día de Todos los Santos del año 1290.

En octubre, dieciséis mil judíos partieron a Francia y Bélgica; muchos de ellos perecieron apenas cruzado el río Thames en el que un capitán los hacía ahogarse. La readmisión de los judíos a Inglaterra se produjo sólo en 1650.

Francia los expulsó de la mayor parte de su territorio en 1306 (y los que eventualmente regresaron, volvieron a ser expulsados en 1394) y no fueron oficialmente readmitidos hasta 1789. De las diversas regiones de Alemania fueron expulsados mayormente durante la Peste Negra, a la que nos referiremos en la próxima lección. En Rusia la residencia de los judíos fue prohibida entre el siglo V y 1772 (cuando masas judías fueron incorporadas desde los anexados Polonia-Lituania). En 1495 fueron expulsados de Lituania, y readmitidos ocho años después. Expulsiones de ciudades específicas hubo muchas, como Praga en 1744 o Moscú en 1891.

La expulsión más destacada es la de España, en 1492, que removió por virtualmente medio milenio a casi trescientos mil judíos, la mayor comunidad hebrea de la época, que había producido filósofos, astrónomos, poetas, médicos y notables contribuciones al Siglo de Oro español.

Después de la boda entre Fernando e Isabel, que unificó los tronos de Castilla y Aragón en 1479, la homogeneidad nacional española se transformó en un objetivo real, y los judíos (y más tarde los conversos) fueron percibidos como una amenaza a dicho objetivo.

Al principio, los Reyes Católicos continuaron usando funcionarios judíos y conversos, pero ulteriormente requirieron del papa que extendiera a su reino las actividades de la Inquisición. En el 1480 dos dominicos fueron designados inquisidores y en los seis años siguientes más de setecientos conversos fueron quemados en la hoguera. Tomás de Torquemada, confesor de la reina, fue nombrado Inquisidor General en el 1483, y la institución impuso el terror a los judíos de aldea en aldea. En una década la Inquisición condenó a trece mil conversos, hombres y mujeres.

La marcha hacia la completa unidad religiosa fue vigorizada cuando cayó el último bastión del poder musulmán en España, con la entrada triunfal de los Reyes Católicos en Granada, el 2 de enero del 1492. La presencia de miles de conversos que se mantenían secretamente fieles al judaísmo, fue considerada un escándalo que probaba que no bastaban la segregación de los judíos y restricciones a sus derechos: los Nuevos Cristianos aún debían ser alejados de la influencia de judía.

El edicto de expulsión total fue firmado en Granada y en mayo comenzó el gran éxodo. A partir de entonces, la vieja preocupación acerca de los Nuevos Cristianos se transformó en una obsesión contra aquellos que habían permanecido. Se prohibió a los Marranos y sus descendientes ejercer cargos públicos, así como la pertenencia a corporaciones, colegios, órdenes, e incluso la residencia en ciertas ciudades.

Los roles públicos fueron reservados en exclusividad a los cristianos de "ascendencia impecable", es decir quienes no eran sospechosos de antepasados judíos cualesquiera. Si no quedaban judíos, pues el odio judeofóbico necesitó de otro continente para descargarse: los Nuevos Cristianos. Con el transcurso del tiempo, fueron redoblándose los esfuerzos para desenterrar todo resabio de antepasados "impuros" que hubiera sido pasado por alto.

En Portugal, la discriminación legal entre Viejos y Nuevos Cristianos fue abolida oficialmente sólo en 1773. España fue más lejos: hasta 1860 se exigía pureza de sangre para ingresar a la academia militar, y la más prestigiosa de sus escuelas, la San Bartolomé de Salamanca, se ufanaba de que rechazaba todo candidato sobre el que se corriera el más mínimo rumor de contar con antepasados judíos. Pero nadie podía estar absolutamente seguro de tener "pureza de sangre desde tiempo inmemorial", por lo que la mancha era negociable por medio de testigos sobornados, genealogías barajadas y documentos falsificados.

Con todo, el más atroz de los sufrimientos judíos aún no ha sido abordado. Lo descripto hasta ahora fue muchas veces considerado un mal menor, ya que la acechanza de genocidios siempre se cernía sobre los judios. Así se infiere por ejemplo de los escritos de un conocido filósofo y rabino, el Maharal de Praga. Este anota que la era del exilio que a él le había tocado en suerte era tolerable porque el principal sufrimiento se limitaba a las expulsiones. Así reza un poema de Eljanan Helin de Frankfurt de 1692: "partimos en júbilo y en tristeza; aflicción, debido a la destrucción y la desgracia. Mas nos alegramos de haber escapado con tantos sobrevivientes". También en Tevie el Lechero, la famosa obra de Scholem Aleijem (1894), toma las expulsiones con ligereza: la razón por la que usamos sombreros, deduce, es que debemos estar siempre preparados para partir en cualquier momento.

Sin embargo, las expulsiones no sólo significaban ingentes pérdidas de propiedad, sino un debilitamiento de cuerpo y de espíritu. Dejaron una marca indeleble en el pueblo judío y su devenir, con sentimientos de extranjería. Los judíos eran como empujados a los márgenes de la historia. Considérese que después de 1492 no había judíos abiertamente identificados a lo largo y ancho de toda la costa europea del Atlántico Norte, durante un período en el que allí estaba el centro del mundo.

Matanzas Totales: Ocho Ejemplos

Pero la peor parte del martirio judío fueron sin duda las matanzas, que desde la antigüedad habían tenido lugar esporádicamente, y desde las Cruzadas fueron sistemáticas. La judeofobia fue superando su crueldad a lo largo de los siglos, y cada superlativo iba empequeñeciéndose por eventos posteriores.

Matanzas bajo dominio cristiano, datan ya de los primeros siglos. En Antioquía (ciudad que asumió en el Este la importancia de Alejandría) facciones enfrentadas (los azules y los verdes) terminaron por masacrar judíos e incendiar la sinagoga de Daphne junto con los huesos de las víctimas (circa 480). El emperador Zenón se limitó a comentar entonces que hubiera sido preferible quemar a los judíos vivos.

Pero esas masacres ocasionales devinieron en norma durante la primera mitad de este milenio, el período en el que la Iglesia alcanzó el cenit de su poder. A modo de resumen, digamos que los principales genocidios de judíos en la primera mitad del milenio tuvieron lugar en el transcurso de cada una de las tres primeras Cruzadas, y de cuatro campañas judeofóbicas que las sucedieron. Añadiré a su enumeración, el año y el nombre de los cabecillas, a saber: la Primera Cruzada (Godofredo de Bouillon, 1096); la Segunda Cruzada (el monje Radulph, 1144); la Tercera Cruzada (Ricardo Corazón de León, 1190); los Judenschachters (Rindfleisch, 1298); los Pastoureaux (el fray Pedro Olligen, 1320); los Armleder (John Zimberlin, 1337); y la Muerte Negra (Federico de Meissen, 1348).

Como escribiera Flannery, para encontrar en la historia de los judíos un año más fatídico que 1096, habría que remontarse a mil años antes hasta la caida de Jerusalem, o a casi nueve siglos después hasta el Holocausto. Todo comenzó el 27 de noviembre del 1095 en la ya mencionada ciudad de Clermont-Ferrand, cuando durante la clausura de un concilio, el Papa Urbano II convocó una campaña "para liberar Tierra Santa del infiel musulmán". Hordas de caballeros, monjes, nobles y campesinos, se lanzaron sin organización a la aventura, pero eventualmente optaron por comenzar la purga de los "infieles locales", y acometieron ferozmente contra los judíos de Lorena y Alsacia, exterminando a todos los que se negaban a bautizarse. Corrió el rumor de que el líder Godofredo había jurado no poner en marcha la cruzada hasta tanto no se vengara la crucifixión con sangre judía, y que no toleraría más la existencia de judíos.

En efecto, un común denominador de las matanzas enumeradas fue el intento de barrer a la población judía íntegra, niños incluidos. Los judíos franceses advirtieron del peligro a sus correligionarios alemanes, pero infructuosamente. A lo largo del valle del Rhin, las tropas, incentivadas por predicadores como Pedro el Hermitaño, ofrecieron a cada una de las comunidades judías la opción de la muerte o el bautismo. En Speyer, mientras los crusados rodeaban la sinagoga, en donde se había refugiado la comunidad presa del pánico, una mujer reinició la tradición de Kidush Hashem, la aceptación voluntaria del martirio para gloria de Dios. Cientos de judíos se suicidaron y algunos aun sacrificaban primero a sus propios hijos. En Ratisbon, los cruzados sumergieron a la comunidad judía entera en el río Danubio a modo de bautismo colectivo. Las matanzas se sucedían en Treves y Neuss, en las aldeas a lo largo del Rhin y el Danubio, Worms, Mainz, Bohemia y Praga.

El fin del viaje era Jerusalem, en donde los crusados hallaron a los judíos agolpados en sus sinagogas y procedieron a incendiarlas (1099). Los pocos sobrevivientes fueron vendidos como esclavos, algunos de los cuales fueron eventualmente redimidos por comunidades judías de Italia. Pero la comunidad judía de Jerusalem quedó destruida por un siglo. En los primeros seis meses de la Primera Cruzada aproximadamente diez mil judíos fueron asesinados, que constituían en esa época un tercio de las poblaciones judías de Alemania y el norte de Francia.

En el año 1144, los cruzados perdieron Edessa, y se temió por la suerte del Reino Latino de Jerusalem. El Papa Eugenio III convocó la Segunda Cruzada, y sus sucesores "judaizaron" la marcha. Se estipuló que no debía pagarse interés sobre el dinero que se tomara de de judíos para financiar la cruzada (nótese que desde el siglo XIII el término cruzada se aplicó a toda campaña de la que la Iglesia se veía políticamente beneficiada).

En el 1146 el monje Radulph exhortó a los cruzados a vengarse en "los que crucificaron a Jesús". Centenares de judíos del Rhineland cayeron ante las hordas incitadas que los aplastaban al grito de Hep, Hep! (esta consigna, que probablemente era la abreviatura del latín Jerusalem se ha perdido, fue un lema judeofóbico muy popular en Alemania, y así se denominaron los tumultos contra judíos alemanes en 1819).

Brutalidades se perpetraron en Colonia y Wuezburg en Alemania, y en Carenton y Sully en Francia. El famoso maestro Rabenu Jacob Tam fue acuchillado cinco veces en recuerdo de las heridas sufridas por Jesús. Pedro de Cluny (llamado el Venerable) solicitó que el rey de Francia castigara a los judíos por "macular el cristianismo. No debería matárselos, sino hacerlos sufrir tormentos espantosos y prepararlos para una existencia peor que la muerte". Puede verse que el pretendido celo religioso de estos judeófobos no era sino una máscara para poder descargar sus instintos más sádicos, ideológicamente justificados.

La tregua que se dio a los judíos europeos después de de las dos primeras cruzadas, fue balanceada por las persecuciones a las que los sometieron los almohades en España y Noráfrica. Pero cuando Saladino puso fin al reino crusado en Jerusalem, una Tercera Cruzada fue lanzada, a la que se sumaron con entusiasmo el emperador de Alemania y el rey Felipe Augusto de Francia, quien ya había hecho quemar a cien judíos en Bray, como castigo por el ahorcamiento de uno de sus oficiales que había asesinado a un judío.

La novedad de la Tercera Cruzada fue que repercutió más en Inglaterra, que en las dos primeras había tenido un rol menor. Las comunidades judías de Lynn, Norwich y Stamford, fueron íntegramente destruidas. En York, los judíos se refugiaron en el castillo, al que se le puso sitio, y en el que se autoinmolaron a comienzo de la Pascua hebrea.

Para los judíos, las Cruzadas pasaron a simbolizar la inveterada hostilidad del cristianismo. Trescientos rabinos emigraron en el 1211 a Eretz Israel, en la certeza de que si permanecían en Europa Occidental pocas serían sus posibilidades de sobrevivir. Y como lo rubrica Flannery "los que decidieron quedarse terminaron lamentando su decisión". Al mismo tiempo, el recuerdo de los mártires fue para los judíos una fuente de inspiración para las generaciones posteriores: Dios los había puesto a prueba y demostraron ser héroes. Su martirio fue percibido como una victoria, símbolo del pueblo entero. La mayoría de los que se convirtieron por la fuerza pudieron ulteriormente regresar al judaísmo… y terminaron siendo víctimas de las matanzas que estallaron después. En la percepción del cristiano, el judío se había transformado en el implacable enemigo de su fe.

Las Cruzadas revelaron en toda su dimensión el peligro físico en el que se hallaban los judíos, lo que resultó en dos efectos. En principio, los judíos se mudaron mudarse a ciudades fortificadas en las que serían menos vulnerables (esto puede ser una explicación parcial del carácter urbano de los judíos que fue mencionado en la segunda lección). Segundamente, se instituyó el status de "siervos de la cámara real". Los judíos compraron la protección de emperadores y reyes a un elevado precio. Se consideraba que tendrían un privilegio si se los protegía del fanatismo de las masas y de la rapacidad de los barones. Pero en poco tiempo la supuesta protección se transformó en un artificio para enriquecer la Corona.

La teología ayudaba. El Papa Inocencio III proclamó la "servidumbre perpetua de los judíos" y el jurista Enrique de Bracton (m.1268) definió que "el judío no puede tener nada de su propiedad. Todo lo que adquiere lo adquiere para el rey". Para el siglo XIII era un buen negocio poseer algunos judíos, antes de que fueran eventualmente masacrados. Y las matanzas que sucedieron a las Cruzadas probaron ser las más sombrías.

En Rottingen en 1298 un noble llamado Rindfleisch incitó a las masas, que quemaron en la hoguera a la comunidad íntegra. Luego sus Judenschachters (asesinos de judíos) atravesaron Austria y Alemania saqueando, incendiando y asesinando judíos a su paso. Ciento cuarenta comunidades fueron diezmadas; cien mil judíos asesinados.

En el 1306 el rey de Francia hizo arrestar a todos los judíos en un mismo día y les ordenó abandonar el país en el plazo de un mes. Cien mil lo hicieron y se asentaron en comarcas vecinas; nueve años después fueron readmitidos… para ser nuevamente masacrados.

Un monje benedictino lideró a los Pastoureaux (pastorcitos) en una especie de cruzada que destruyó ciento viente comunidades. En reacción a la matanza de los Pastoureaux en Castelsarrasin y otras localidades entre el 10 y el 12 de junio del 1320, el vizconde de Tolosa comandó una tropa para detener a los revoltosos, y cargó veinticuatro carros de Pastoureaux, a fin de encarcelarlos en el castillo de la ciudad. Sin embargo, el populacho vino en socorro de los saqueadores y los liberó. En efecto, otra característica común de los genocidios es el grado pasmoso de apoyo campesino con el que contaban. Y como es habitual en la judeofobia, lo peor estaba por venir.

En el 1336 John Zimberlin, un iluminado que había "recibido un llamado para vengar la muerte de Cristo matando judíos" lideró a cinco mil enardecidos armados, que usaban bandas de cuero en los brazos (los Armleder) y se lanzaron al asesinato de los judíos alsacianos. En Ribeauville fueron masacrados mil quinientos. Finalmente, el 28 de agosto del 1339 se concluyó un acuerdo entre el obispo de Estrasburgo y Zimberlin, que puso fin a los desmanes.

El séptimo genocidio mencionado en la lista fue el de la Muerte Negra. Una plaga mató a alrededor de un tercio de la población de Europa entre 1348 y 1350 (casi cien millones de personas). Las comunidades judías de Europa fueron exterminadas por el populacho enloquecido por tanta muerte. ¿Quién podía ser culpable de la plaga sino el archiconspirador y envenenador, el judío?

El emperador Carlos IV ofreció inmunidad a los que atacaran judíos, otorgándoles sus propiedades a los favoritos de la corte… ¡incluso antes de que una matanza tuviera lugar! Por ejemplo, le ofreció al arzobispo de Trier los bienes de los judíos "que ya han sido muertos o lo sean en el futuro" y a un margrave de Nurenberg la elección de las casas de judíos "cuando la próxima matanza se lleve a cabo".

Debido a Hitler que superó a todos, se tiene poco en cuenta los genocidios previos. El ucraniano Bogdan Chmielnicky fue eventualmente olvidado al perder su rol de peor genocida judeofóbico. Combatió la dominación polaca de su país asesinando a más de cien mil judíos en 1648-1649, y hasta hoy es reverenciado como héroe nacional de Ucrania. Así lo describió el cronista de la época, Natan Hanover en su libro Ieven Metzula ("El fango profundo") págs. 31-32: "A algunos de los judíos les arrancaban la piel y arrojaban su cuero a los perros. A otros les cortaban las manos y los pies y arrojaban a los judíos al camino en donde eran finalmente pisoteados por caballos… Muchos eran enterrados vivos. A los infantes se los mataba en el pecho de la madre; a muchos niños se los despedazaba como pescado. Desgarraban los vientres de las mujeres preñadas, extraían a los bebés no nacidos y se los tiraban a las madres en las caras. A algunas les abrían el vientre y reemplazaban el feto con gatos vivos y las dejaban así, asegurándose primero de cortarles las manos para que las mujeres no pudieran sacarse el gato de su cuerpo… No hubo nunca en el mundo una muerte no-natural que no les infligieran".

La pregunta acerca de cuán profundo debe de ser un odio que lleve a semejantes atrocidades, tendrá respuesta parcial en la próxima clase, cuando nos refiramos a la mitología judeofóbica que las sostuvo. Pero adelantemos que tanta muerte atroz debe ser motivo de reflexión. Máximo Kahn, un intelectual judío que escapó de Alemania y se radicó en la Argentina, escribió en 1944: "La muerte de los judíos es, quizá, la más enigmática de todas las muertes; ciertamente es la más acusadora. Durante dos mil quinientos años se ha venido matando a los judíos en vez de permitir que mueran… Se empezó a matar judíos con tanto éxtasis que la muerte natural ya no les causó terror… los judíos se agarraron a la muerte natural como si fuera vida, como si fuera luz del sol, canto de pájaros, fragancia de flores o amor. Nada les pareció tan apetecible como poder morir sin huellas de homicidio en el cuerpo. Su vida se convirtió en esperar la muerte. Es de extrañar que la palabra judío no se haya vuelto sinónimo de moribundo… el judaísmo es una salud incurable".

El odio ilimitado que se descargó contra los judíos estaba sostenido por un cuerpo mitológico que vamos a revisar en la próxima lección.

 

 

 

Resp. 99 – De identidad noájida

Alexander Ramos, Venezuela

Hola, he estado leyendo en esta web acerca de los descendientes de Noaj, pero hasta ahora ciertas cosas no me quedan claras.

Segun entiendo Noaj (Noe) tuvo una descendencia que es considerada gentil, ahora…

1- ¿para saber si soy un Noajida debo conocer mi ascendencia?

2- ¿ser un Noajida es practicar una religion o todo aquel que no sea Judio es considerado Noajida?

3- ¿ser Cristiano me impide ser Noajida por no obedecer el mandamiento de la idolatria?

4- ¿podria guiarme o indicarme donde conocer mas acerca de los Noajidas, sus contumbre, mandamientos y leyes?

Muchas Gracias…

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El poder de la sonrisa

Una sonrisa tiene valor desde el comienzo en que se da,  si crees que a ti la sonrisa no te aporta nada, sé generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa como quién no sabe sonreír.

La sonrisa es la luz de nuestro rostro, lo que nos abre muchas puertas, la que genera aptitudes positivas y la que nos alisa el camino para llegar a los demás.

Incluso, la sonrisa puede mermar el efecto de algún error o equivocación que tengamos.

Sonríe aunque sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír.

Los invito a aprender de una bella historia llamada

                              El atardecer de la Vida

Allí estaba… sentado en una banqueta, con los pies descalzos sobre las baldosas rotas de la vereda,; gorra marrón, manos arrugadas sosteniendo un viejo bastón de madera, pantalones que arremangados dejaban libres sus pantorrillas y una camisa blanca, gastada, con un chaleco de lana tejido a mano. El anciano miraba a la nada…

Y el viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto, que me fue muy difícil acercarme a preguntarle, o siquiera consolarlo. Por el frente de su casa pasé mirándolo , al voltear su mirada la fijó en mí, le sonreí, lo saludé con un gesto, aunque no cruce la calle…no me animé, no lo conocía, y si bien entendí que en la mirada de aquella lágrima se mostraba una gran necesidad, seguí mi camino , sin convencerme de estar haciendo lo correcto.

En mi camino guardé la imagen, la de su mirada encontrándose  con la mía. Traté de olvidarme. Caminé rápido como escapándome. Compré un libro y, ni bien llegué a mi casa, comencé a leerlo, esperando que el tiempo borrara esa presencia…pero esa lágrima no se borraba…

Los viejos no lloran así por nada, me dije. Esa noche me costó dormir, la conciencia no entiende de horarios, y decidí que a la mañana volvería a su casa y conversaría con él, tal como entendí que me lo había pedido. Luego de vencer mi pena, logre dormir.

Recuerdo haber preparado un poco de café, compré galletas, y muy de prisa fui a su casa convencido de tener mucho por conversar. Llamé a la puerta, cedieron las rechinantes bisagras y salió otro hombre.

¿Qué desea?, preguntó, mirándome con gesto adusto.

Busco al anciano que vive en esta casa.

Mi padre murió ayer por la tarde, dijo entre lágrimas.

¿Murió?, dije decepcionado. Las piernas se me aflojaron, la mente se me nublo y los ojos se me humedecieron.

¿Y usted quién es?, volvió a preguntar.

En realidad nadie, contesté. Y agregué: ayer pasé por la puerta de su casa, y estaba su padre sentado, vi  que lloraba y, a pesar de que lo saludé, no me detuve a preguntarle  qué le sucedía… hoy volví para hablar con él, pero veo que es tarde.

No me lo va a creer pero usted es la persona de quién hablaba en su diario.

Extrañado por lo que me decía, lo miré pidiéndole más explicación.

Por favor, pase me dijo aún sin contestarme.

Luego de servir un poco de café, me llevó hasta donde estaba su diario, y la última hoja rezaba:

           Hoy me regalaron una sonrisa plena y un saludo amable…hoy es un día bello…

 

(Autor desconocido)

Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quién la recibe sin empobrecer a quién la ofrece.

Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.

 

Norma Medina

Resp. 86 – Visiones celestiales

Roiner Maza
24 años
Cordero, Venezuela,
pregunta sobre las visiones son de Dios o no? y cual es el objeto de ellas?

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La poderosa verdad

¿Cómo sabemos que los profetas mencionados en el Tanaj fueron realmente profetas?
¿Alguna vez te lo preguntaste?
¿Cómo sabes que Isaí­­as, Ezequiel, Jeremí­­as, Amós, Jonás por mencionarte algunos, fueron realmente profetas del Eterno y sus palabras expresan un mensaje celestial?

La respuesta es muy simple.
Porque las autoridades rabí­­nicas de su época los aceptaron en su rol profético, guardaron como tesoros sus palabras, y las compilaron con amor y reverencia en el Tanaj.

Hubo centenas de falsos profetas, de aspirantes a profetas, de tontos y locos que deliraban con que eran profetas, profetas de dioses falsos… hubo centenas de esos, y ninguno pasó el riguroso filtro de las autoridades rabí­­nicas de su época.
Todos los que no eran emisarios del Altí­­simo, pero que se auto-proclamaban profetas, fueron excluí­­dos de ser parte de la Tradición y del Tanaj.
Sabemos que existieron, algunos de sos tristes personajes son denunciados en algunos pasajes de nuestro santo Tanaj, pero nadie que desee permanecer en el redil de los fieles da crédito a sus nefastas prédicas.

Es tal como te digo, ¿no?
Puedes revisar el Tanaj y me darás la razón, si eres sincero y objetivo.

Ahora, yo te pregunto, y debes ser sincero nuevamente: ¿Jesús, Pedro, Pablo y el club de timadores y delirantes que eran de su grey, alguna vez fueron aceptados o admitidos como profetas por las mismas autoridades que declararon como verdaderos profetas a Isaí­­as, Ezequiel, etc.?
Sabes la respuesta: nunca fueron admitidos como profetas de Dios, pues no pasaron los estrictos e inmutables filtros.
Fracasaron en todos sus intentos por hacerse pasar por mensajeros de Dios y los santos varones que debí­­an probarlos los declararon claramente como lo que eran: rebeldes en contra de Dios, estafadores, profetas de perdición, apóstatas o pobre gente que no estaba en sus cabales.

Esa es la poderosa verdad con respecto a estos personajes oscuros.

Ahora bien, si tú te guí­­as por profecí­­as contenidas en el Tanaj (al que enfermizamente llaman «antiguo testamento»), y consideras profetas a aquellos que los sabios rabinos judí­­os han declarado que ciertamente eran profetas… ¿puedes tener el atrevimiento de decir que estos sabios judí­­os se equivocaron con respecto a todos los cabecillas de la religión ajena que adora a un supuesto crucificado?
Porque si estos sabios no tení­­an la capacidad de darse cuenta de que Jesús y su club eran falsos profetas, promotores de la idolatrí­­a e inmoralidad, tampoco tení­­an la capacidad para declarar como verdaderos profetas a Isaí­­as y toda la corte de santas personas elogiadas como mensajeros verdaderos de Dios.
¿Entiendes?

Por tanto, debes aceptar que Jesús y su club son lo que los sabios han indicado: falsos y rebeldes;
porque si no aceptas esta poderosa verdad,
debes declarar que no hubo ningún profeta válido.
Y si no hay profetas válidos, porque los sabios no tienen discernimiento… ¿en que supuestas profecí­­as del Tanaj se basan los misioneros para seguir reclamando superioridad para Jesús?

Por donde lo veas, si eres libre, si usas tu intelecto, si no te dejas dominar, si no eres esclavo de otros o de tus emociones, solamenete puede declarar: los profetas del Tanaj son verdaderos,
Jesús y su clan son promotores del mal.

Meditalo con calma, sin pasiones, sin declarar eslóganes, sin enojos… medí­­talo con la vara de la verdad en tu mano…

Resp. 79 – De errores se aprende…

Yehuda, Que pena incomodarte tanto Esta es una duda muy personal, y me gustaria que fuera privada …
ahora leyendo sobre los metodos anticonceptivos, me surge una gran duda Yo ya tengo 2 hijos, que han sido un regalo muy hermoso por parte del creador Y dado que con mi esposa decidimos que no queriamos tener mas hijos, me realice la vasectomia Esto lo realice por iniciativa propia, y de comun acuerdo con mi esposa Lo hice por que a conciencia, no crei que hubiera algo malo con esto, ya que nos permitiria tener una sexualidad tranquila, y ademas por que mi esposa tiene prohibido el usar pastillas Como debo proceder como noajida para enmendar mi error ?
Muchas gracias mi gran amigio por tus sabios consejos
Identidad en reserva.

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La Balada de Uziel.Parte II

Alguna vez te has quedado mirando un cadáver dentro de un ataúd en un velorio? Que es lo que más te impresiona? El saber que está muerto o el pensar en lo incomodo de estar allí rodeado de tanto dolor sin poder ni querer hacer nada para remediarlo, mi amigo, te acabo de describir lo que es estar en un culto.

Al día  siguiente llegué con mi asistente a la tal reunión, me sorprendió primero la bulla que se desprendía de unos parlantes gigantescos y lo incomodo que resultaba, en la puerta había dos personajes de lo más excéntricos, un hombre que parecía disfrazado con un peluquín y una dentadura postiza que intentaba salírsele cada vez que hablaba y a su lado una mujer de edad que aparentaba tener menos pero que había terminado por ridiculizarse de tanto maquillaje, los dos tenían algo en común irradiaban una falsa felicidad de sus labios pero sus ojos amargados y tristes los delataban, ella intentó acercarse a darme una bienvenida pero su aliento fétido me hizo prevenir  y ella desistió de abrazarme, al entrar al salón lo primero que me causó impresión fue ver a un individuo con fuertes rasgos criollos, un nativo, casi indígena, vestido con la indumentaria que había visto a los judíos en las películas, quien es el tipo? Le pregunté a Monica ,-es el rabí Pedro Antonio Hernández y es nuestro líder, cuando lo conozcas verás como cambia tu vida; cuan proféticas resultaron sus palabras.

El tipo era no solo un charlatán si no que también tenía un altísimo poder de convencer a sus minorías de hacer cosas que se inventaba y ponía como LEYES de dios ( su dios), tiempo después averigüé que el “rabí” había sido expulsado de un culto idolatra judeo mesiánico por acoso sexual a una menor de edad y en represalia había abierto su propia “sede”, era un individuo sin preparación, sin normas y ante todo sin D-s, pero con un inmenso amor por su ego y por su verdadero dios, el dinero, la sede del culto era suntuosa, una gran mansión de tres pisos que habían adornado con temas alusivos a l judaísmo pero que tristemente acompañaban con imágenes cristianas, luego de escuchar dos horas de autentica basura ya ni siquiera pensaba en Moniquita, tan solo quería largarme de allí, mientras me compadecía de tanto imbecil que me rodeaba y que se habían dejado embaucar por tan pobre payaso, sin pensarlo me levanté y empecé a despedirme  de mi asistente ella me puso cara de asombro, cuando por detrás sentí una mano que me apretó el hombro, era un altísimo hombre de color que me dijo:- el rabí quiere hablar con usted. Conmigo? Mónica se levantó también y nerviosa me dijo, no te preocupes, yo te acompaño.

Allí, justo allí empezaría la maquinaria a funcionar, todo el plan empezaba a ponerse en marcha conmigo, lastimosamente para mí y para las seis personas que murieron en los siguientes días era demasiado tarde…CONTINUARÁ

La Balada de Uziel.Cuento, parte I

Había decidido suicidarme. Ya ni el alcohol, ni las drogas, ni siquiera el sexo me levanta él animo,  tantos años desperdiciados  madrugando  para ir al trabajo y tan solo para ser pisoteado por alguien a quien siempre consideré inferior a mí, nunca soporté él tener que tomar el bus y ser apretujado por  tanta gente que no paraba de sonreír, de que diablos se ríen??? , luego llegar a casa y encontrar un sitio solo, frío y con tantos malos recuerdos, oh! caterine por que tenías que morir , cuanta falta me haces, siempre pasa lo mismo, justo en esa parte me derrumbo y lloro . No lo soporto mas , tan solo quiero que esto termine de una vez por todas, donde está mi arma?

Todo empezó hace cuatro años, era un joven recién graduado de derecho, un abogado prometedor según mis colegas, llevaba cinco años de casado con caterine una linda sicóloga, dos años menor que yo y quien esperaba una linda niña, mi primer hija, la vida me sonreía y pensaba que nada podía dañar tanta felicidad, que tan lejos estaba, como un imbecil me ufanaba que mi SUERTE nunca me abandonaría, a pesar de mi corta edad ya tenía una gran casa y un auto ultimo modelo, me creía intocable, pero cuanto cambiarían las cosas en mi existencia.Por herencia era católico pero nunca fui practicante, tanto así que mi matrimonio fue una ceremonia civil,aún me parece todo lo católico tan falso tan contradictorio que me repugna desde lo mas interno de mi ser ver la hipocresía de aquellos que mal se hacen llamar sacerdotes, pero dentro de mí hay un amor incontenible por mi creador y quería buscarle y obedecerle, mas no encontraba como ni donde. Mas una tarde cuando salía de la oficina, mi asistente Mónica llevaba una gran biblia negra y le pregunté desde cuando la leía, ella me dijo que había encontrado una IGLESIA cristiana que le había devuelto la paz que había perdido desde su divorcio, y luego me dispara la invitación para que la acompañara a la próxima reunión, como moniquita no era nada fea yo asentí pensando que sería la oportunidad perfecta para llevarla a la cama, pero oh que triste, no paro de maldecir el día que acepté, pues ese día fue el principio de mi fin, si tan solo hubiera sabido todas las mentiras, estafas, burlas y engaños que me esperaban en la tal iglesia y en la tragedia en que todo desencadenaría  tal vez me hubiera suicidado ese día…. CONTINUARÁ.

Resp. 77 – Vive, sin drogas

SHALOM ¡¡¡
POR FAVOR NECESITO SABER QUE OPINAN SOBRE EL CONSUMO DE MARIGUANA, QUE ORIENTACIÓN PODRÍAN DAR A LOS JÓVENES NOAJIDAS;
LES QUEDO MUY AGRADECIDO.
ATT. RICARDO RAMIREZ
ECUADOR.
ES LO MEJOR QUE HE ENCONTRADO, APRENDER A SER NOAJIDA ME ESTA TRAYENDO SHALOM Y LIBERTAD. !
GRACIAS Y SIGAN ADELANTE¡

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¿Qué año nuevo?

Pronto, vecinos y familiares, amigos y conocidos, festejaran lo que ellos consideran el final de un año, el cierre de un ciclo de 12 meses, y seguro muchos harán toda suerte de ritos para la buena suerte, para que el año próximo les vaya "bien", para esta ocasión muchos comprarán ropas nuevas, harán comidas especiales, pondrán su mesa con frutas y lucirán abundantes, habrá todo un desplegue de fastuosidad, superficial; esa noche no habrá un momento para reflexionar, para entender qué significa esa noche, el por qué se inicia un nuevo año, esa noche nadie se detendrá a meditar sinceramente en qué puede mejorar; si acaso muchos escribirán una carta con sus deseos para el año que viene, si acaso otros pensarán en cómo tener más prosperidad económica. Todo estará enmarcado dentro de la superficialidad, nadie se sumergirá dentro si, sinceramente, nadie se quitará sus máscaras delante del juez de jueces, nadie tomará en serio su vida, será otro momento para olvidarse de los problemas, será un momento orgiástico más en el año secular.

Que triste, cuanta compasión merecen quienes, a sabiendas, y por ignorancia, festejan y consumen más del mortal veneno de la idolatria, cuan lejos estan de la luz, cuanta responsabilidad pesa sobre nosotros, faros de aquellos perdidos en el mar oscuro y traicionero de la falsedad.

A ellos dirijo este mensaje de acercamiento a la luz, a la senda de la justica, del equilibrio, de la búsqueda de paz y armonia para Este Mundo:

No es la circuncisión de un falso dios, ni la fe en él la que hace libre al hombre; no es la celebración fastuosa, deslumbrante, la que hace libre al hombre, no es la introspección superficial, las ansias de mejorar la posición económica, las que hacen libre al hombre, no son los momentos orgiásticos, de euforia, los que hacen libres a los hombres, no es la posición de los astros en ese momento, ni en cualquier otro, la que hace libre al ser humano, ningún rito, superstición, creencia, relacionada con esa fecha, hace libre al humano; lo único que verdaderamente te hace libre es el sincero arrepentimiento y la voluntad de amar a D»s, a ese Uno y Único ser que te dio el aliento de vida , lo único que te mantiene vivo es el conocimiento de lo que es el verdadero amor, el constante hacer por Él y para Él, el constante hacer por tus hermanos; lo único que mantendrá con ánimo a tu espiritu será la directa conexión con tu esencia, la directa conexión con D»s. Ven a Él, sígueLe sólo a Él, obedeceLo a Él nada más y verás cuantos cambios comienzas a experimentar.