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Proxima reunión en la sede México

Hola a todos,

Los invitamos como siempre a continuar con la agenda de actividades que tenemos para la sede México y a asistir a las reuniones que celebramos.

La próxima reunión sera el 11 de noviembre de 2007 en la sede México a las 12 am;

Escribe a noajidasmexico@hotmail.com si requieres mas informes; Te esperamos…

Y a todos nuestros amigos fieles al Eterno que siguen asistiendo, les recordamos que su participación es valiosa. Gracias a ustedes construimos un mundo mejor y ayudamos a difundir las siete leyes universales.

¡Recuerda que participar es construir!

Saludos

A mi hermanos noajidas, un temporal adios

Por razones más que de tiempo, de energías, les anuncio, luego de haberle comentado primero al moré Yehuda, que el tiempo que tengo sin escribir en el site se extenderá, con algunos breves artículos que quizás la Providencia me otorgue escribir en lo sucesivo.
Los porqués son pocos, pero de mucho peso. Para todos es harto conocido que Venezuela, mi país, atraviesa un duro impace consigo misma. Una escisión social, que ha traído como consecuencia el despertar de un movimiento fresco, joven, sin etiquetas, nacido en el seno de las aulas universitarias y que no pretende más que ejercer los derechos políticos que naturalmente son inherentes al Soberano. Siendo ésto así cumplo con mi veinte y seis millonésima parte al unirme a la Voluntad General con el objeto de hacer valer la decisión más que mayoritaria, consensuada, de lograr la paz, la justicia y la libertad.
Además de ésto sumo también algunos proyectos personales, dedicandome a mis estudios, a mi trabajo y a la búsqueda de mi independencia personal.
Ha sido todo este tiempo pasado en Fulvida de mucho provecho para mi, ha sido una experiencia enriquecedora que gracias a D’ viví. Esto no significa que mi labor difusora del mensaje que la Torah dicta a todos los seres humanos se extinga, por el contrario, se personaliza, se centra en un objeto particular y no en uno general, difuso y confuso. Así se me permite aclarar con mayor detalle a las personas de mi entorno, más que con discursos, lo que es el noajismo; así se me da la oportunidad de demostrar que la identidad noajica no es una religión, ni palabras sabias nada más, no es una postura intelectual de vanguardia, ni una nueva tesis al respecto del crecimiento personal, sino el objeto mismo de la vida de cualquier ser humano que desee armonizar con D’, con los hombres y construir el Shalom que tanta falta hace.
Hermanos noajidas de Fulvida, este es un temporal adios. Les deseo a todos maravillas y bendiciones del cielo.

Resp. 145 – ¿Sucio y limpio al mismo tiempo?

Shalom Prof. Ribco.

Me considero un adorador del Eterno. Debo ser sincero y confesarle de inicio que creo en Yhwh como el Dios de Israel, y creo también en Yeshúa el Nazareno como el Mesías prometido en Su bendita Palabra. Ruégole no se ofenda por ésta mi presentación, no es mi fuerte herir susceptibilidades, muchísimo menos la de un hijo de Abraham. Disculpe igualmente mi intromisión en su interesante página -a la cual acudo con cierta frecuencia-. No obstante, apreciado, agradecería un poco de información, si esto le fuese posible; Es sobre la ley del menstruo femenino que señala Levítico 15:

1.- ¿Es aplicable en nuestros días dicha norma en algún sentido, sea para judíos o Noájidas?

2.- ¿De que manera podría ser esto?

Perdone cualquiera expresión que pudiera usted considerar torpe o inadecuada. Agradezco de antemano su amable atención, y no importa cuán breve sea su respuesta, o si no soy atendido, o si ésta demora en llegar, igual le doy las gracias. Me despido como usted suele hacerlo: «Que el Uno y Único Di-s le bendiga y sepamos construir Shalom».

El Señor bendiga a toda su familia siempre. Sinceramente:

Abimael Martínez Martínez
Cd. Reynosa Tamaulipas. México.

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Palabras

En la búsqueda incesante de la luz de la Torá para la vida del gentil justo, en el estudio presentado por el more Yehuda encontramos un interesante consejo para todos aquellos que buscamos el conocimiento de lo que Hashem quiere que hagamos como gentiles justos de este mundo al cual nos llamo a juntamente con el pueblo de Dios “Israel” un mundo mejor.
Espero podamos aprovechar estos fundamentos pilares y sobre todo veamos las ventajas de lograr cuidar nuestra lengua, pronunciando así bendiciones simplemente y dándole de esta forma el uso adecuado.
Gracias al More Yehuda por permitir la publicación del presente y que podamos hacer de esta Palabra “PALABRAS” una buena adaptación a la vida gentil.

Comentario de la Parashá Matot
PALABRAS
Lic. Prof. Yehuda Ribco // Tammuz 18, 5765 – 25/7/2005
El tema que da comienzo a esta parashá es el valor que tienen los votos o juramentos que la persona hace:
«Cuando algún hombre haga al Eterno un voto o un juramento asumiendo obligación, no violará su palabra; hará conforme a todo lo que ha salido de su boca.» (Bemidbar / Números 30:3)
Si bien la Torá específicamente habla de éstos, y del deber de preservarlos, el sentido es más amplio e incluye a todas las palabras que decimos.
Como sabemos, desde su mismo comienzo la Torá pone un énfasis particular en las palabras, no en vano se nos narra que el Eterno creó el Universo por medio de la palabra creativa, tal como dice:
«Entonces dijo Elokim: ‘Sea la luz’, y fue la luz.» (Bereshit / Génesis 1:3)
No en vano la bendición verbalizada (así como su contraria) tiene un considerable lugar, tal como vemos en el versículo que reza:
«Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga maldeciré» (Bereshit / Génesis 12:3)
Ciertamente la primera palabra, la del Eterno, es fuente de todo, de bienes y también de pesares:
«¿No es Mi palabra como el fuego y como el martillo que despedaza la roca?, dice el Eterno.» (Irmiá / Jeremías 23:29)
Así mismo, pero a su respectivo nivel, es la palabra humana: capaz de generar/atraer lo bueno como lo letal.
La palabra de la persona ordinaria, no solamente de los grandes espirituales -de los tzadikim-, es poderosa y puede provocar calamidades innumerables o re-crear mundos armónicos.
Es por esto que la persona no debiera maldecir, ni tampoco decir cosas negativas sobre otros y especialmente de sí mismo. Pues, el poder creador y destructor de la palabra es inimaginable.
Cuando una persona piensa que su palabra es inefectiva, es que realmente no conoce el poder que está detrás de ella. Toda palabra, breve o ampulosa, premeditada o impulsiva, amorosa o letal, toda palabra cuenta con un enorme poder. En nuestra cara Tradición, desde incluso antes de la entrega de la Torá en Sinaí, se conoce el poder y valor de la palabra, y se lo continúa reconociendo. La palabra santifica el vino del kiddush de Shabbat y lo hace un objeto de santidad en lugar de un elemento de perdición. La palabra santifica el enlace matrimonial en los kiddushin cuando el novio se consagra y consagra para sí a su novia.
La palabra pide paz antes de salir a la guerra (ver Devarim / Deuteronomio 20:10).
En un resumen hecho por el más sabio de los mortales:
«Las palabras de la boca del sabio son agradables, pero los labios del necio causan su propia ruina.» (Kohelet / Predicador 10:12)
Actualmente, y al parecer sin contacto con nuestra Tradición, en el conocimiento profano existe una cada vez más poderosa corriente que reafirma sin dudas el poder de la palabra, por ejemplo: la PNL, la escuela de Palo Alto, el psicoanálisis de Lacan, entre otros. Al parecer los modernos buceadores del ser humano están encontrando el camino hacia lo que nuestra Tradición ya enseñaba desde hace milenios: el poder de la palabra.
Este especial don de la humanidad, el poder del verbo, no debe ser usado impropiamente o con ligereza, por lo cual vamos a transcribir nueve principios dictados por el eminente sabio del siglo 18, el Jofetz Jaim, con respecto a shmirat halashon -cuidado de la lengua-:
1. Es maledicencia dar una imagen negativa de alguien, aunque sea cierto; y es una infamia cuando es una falsedad.
2. Es maledicencia dar información acerca de alguien que le pueda causar un daño físico, financiero, psicológico o espiritual.
3. Es maledicencia humillar a alguien, aunque sea en broma; también lo es el contar historias avergonzantes de personas que no están presentes.
4. La maledicencia no se limita al habla, incluye también la vía escrita, el lenguaje corporal y las insinuaciones.
5. Es maledicencia hablar contra de una comunidad, raza, grupo étnico o grupo etario.
6. No se debe hacer maledicencia ni siquiera con la propia esposa, los familiares o con los amigos cercanos.
7. No se debe repetir maledicencias incluso cuando sean conocidas por mucha gente.
8. Hay que abstenerse de chismosear: no repetir a la gente las cosas negativas que se han dicho respecto a ellos, pues esto puede llevar a innecesarios conflictos.
9. No se debe escuchar maledicencia o chismes. Se debe dar el beneficio de la duda.
Nuestra palabra, verbal o por otro canal, es nuestra conexión tanto con lo Alto como con el alma de nuestro prójimo. Lo espiritual no puede ser tocado por armas, puños, fuego u otros elementos materiales. Pero las palabras, así como el amor, o cualquier otro sentimiento manifestado penetra la capa de materia y se interna hasta lo más íntimo en el ser del prójimo.
La palabra es la que nos une realmente, o la que nos distancia realmente. Por esto, en Cterapia empleamos la herramientas conocida como «Comunicación Auténtica», de la cual ya hemos hablado extensamente en otras ocasiones. Sus cuatro pilares son:
1. Intentar ser auténticos.
2. No querer dañar ni recibir daño.
3. Respetar y querer ser respetado.
4. No dar nada por supuesto ni presuponer, sino averiguar con calma.
Los cuatro pilares están sustentados en una vasta teoría, pero sin dudas que encuentran un arraigo en la Tradición, prestemos atención a los versículos siguientes del capítulo 12 de Mishlei / Proverbios:
1. Intentar ser auténticos: «El labio veraz permanecerá para siempre; pero la lengua mentirosa, sólo por un momento.» (19)
2. No querer dañar ni recibir daño: «Hay quienes hablan como dando estocadas de espada, pero la lengua de los sabios es medicina.» (18)
3. Respetar y querer ser respetado: «En la transgresión de los labios hay una trampa fatal, pero el justo saldrá bien de la tribulación.» (13)
4. No dar nada por supuesto ni presuponer, sino averiguar con calma: «El insensato al instante da a conocer su ira, pero el que disimula la afrenta es prudente.» (16)
La ventaja de emplear esta herramientas es triple:
1. La persona va aprendiendo a expresar sus propios sentimientos a la vez que respetando los de su interlocutor.
2. La persona trata de entablar un diálogo y no meramente participar de un monólogo de a dos.
3. La intención de la palabra es de construir y nunca para destruir, en armonía con la divina Voluntad.
Sería realmente provechoso que más gente aprendiera el uso de esta herramienta, y de este modo dar a la palabra el lugar que le corresponde: de creación y crecimiento.
¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom! Moré Yehuda Ribco

¿Puedo ser algo más que humano?

Cuán irracionales encontramos algunos convencionalismos, algunos modos y costumbres que etiquetan a la persona nos resultan fuera de lugar; esta en crisis la identidad. Algunos se sienten o creen pertenecer a algo, piensan que son parte de un algo, un algo que a veces les es dificil explicar, o sea, no logran descubrir la raíz de su identidad.
Somos sin duda algo, pero no parte de. Nos hemos llamado Raza Humana, sin embargo decimos que hay muchas razas, y digo yo: el africano, como el asiático, el árabe como el europeo, el amerindio como el esquimal no estamos constituidos de los msimos elementos que conforman la tierra. Somos biológicamente animales de la tierra, sin más que eso. Todos.
Sin embargo hay en cada uno de nosotros una identidad especial, individual, indivisible, sin igual y cuyo desarrollo depende en gran medida de las capacidades y habilidades que vayamos adquiriendo de elementos socio-culturales que tomamos. 

Es el pensamiento lo único que nos hace diferentes, todo un universo interno, enlazado con el todo, pero autónomo, libre, en la medida que se conquiste aquello. Para convivir y trascender la convivencia ¿qué hay que tener? 

"Fides est substantia rerum sperandarum, argumentum non apparentium"
La fé es la sustancia de las cosas que esperamos, y la prueba de todo lo que no llega a los sentidos, dijo alguna vez uno de los tantos idolatras que poblaron, pueblan y esperemos que no sigan poblando nuestro mundo.

En cierta forma es esa una gran verdad, aunque a mi parecer no dicha de la manera más específica.
Nuestros ojos observan un espectro de 160º, casi un semicirculo; aunque no queramos esto es así; ellos perciben ese ángulo, la única manera de evitarlo es cerrando los ojos y aún así veremos el mismo ángulo dentro de nuestros párpados. A través de nuestras pupilas todo ese mar de información, de realidad, es absorbida, captada y almacenada. Pero qué vemos, ¿acaso vemos con detalle toda la realidad?; ¿no es cierto que nos enfocamos al ver en un objeto, y a veces gracias a la inercia en una idea, en un punto tan lejano que lo que esta en el presente, no es desconocido. Es un presente progresivo violento, queremos estar, ansiamos tanto estar, que no somos, que no nos dedicamos a ser, a estar en un reposo activo, de contemplación, de despeje, de atención, de sensibilización. Discriminamos; establecemos prioridades, colocamos una cosa por encima de las demás; nos apegamos a la tierra, y eso es bueno, pero no en exceso; no cuando pierdes la brújula de la dirección por ir en pos de una sóla cosa.
El sentido no se pierde, los que nos perdemos somos nosotros al no usar nuestros sentidos en la medida en que debemos. La pituitaria percibe cada olor que existe en el planeta y alcanza un importante radio de acción, es una glándula maravillosa a la que poco prestamos atención. Sólo los olores que vemos, los olores que escuchamos, sólo esos somos capaces de atender. Si no lo vemos, no lo conocemos; las cosas son, pero si no las conozco no existen.
Definitivamente es una realidad la necesidad de fe; precisamente por la flojera de descubrir sin discriminar; de vivir sin pre-juzgar, de sentir sin temor la realidad más sublime, lo más notorio y lo mas oculto, lo que esta a la vista; hacernos de una certeza cierta por nuestros sentidos.

Nuestro deseo de pertenecer a algo, de vernos separados del resto, de auto-discriminarnos, de auto-excluirnos, de fragmentarnos, separandonos del todo, creo que se debe a esas ansias egoístas de sumergirnos en nuestros Yoes, meticulosamente creados, moldeados, muy bien pintados que asemejan una autenticidad increíble.
Esto nos impide alcanzar el propósito, llegar al centro, conocernos y por lógica conocer al de al lado. Pareciéramos seres que intentan llegar al norte viajando al este; Y me pregunto: ¿no crees que si sigues la misma dirección hacia el este llegarás solamente al este y nunca alcanzarás el norte? y me respondo casi enseguida: Puesto que quiero ir al norte debo guiarme por algo; ¿hay algún instrumento que nos guíe mejor que nuestros sentidos? ¿acaso alguna vez han engañado a alguien? ¿no son los mejores sensores de la realidad?; ¿quién es el artífice de estos instrumentos? Sin duda alguna es D’, el Creador. Tan sólo si redujéramos el ego, las pasiones, si quitáramos de encima de lo esencial lo aprendido, si refináramos el instinto, si suprimimos lo que nos pesa, la carga ligera y el sentido presto a la percepción más sutil, estoy seguro que nuestra brújula adquiriría dimensiones más precisas que un GPS y que cualquier aparato de ubicación.

Ver las diferencias es algo normal; pero esas diferencias van reduciéndose en la medida en que vemos en nosotros las cualidades del otro; y vemos en el otro cualidades  nuestras. Si esto no lo llevamos a la práctica haríamos como dijo Marcos Mundstock (humorista argentino integrante de Les Luthiers) razonaríamos fuera del recipiente. Y no es lo que queremos. Tino, Asertividad, Autenticidad es lo que queremos.
Dijo Rabi Levitas de Yavne en el Pirkei Avot: "Sé de espíritu modesto en extremo, pues el porvenir del hombre es la putrefacción"
¿Qué tiene que ver el espíritu con el fin de la carcaza?, Si un sabio de Israel aconseja un espíritu de humildad es porque las acciones del espíritu se reflejan en el cuerpo físico; y si se consigue la verdadera humildad, aquella que no es apariencia de debilidad, sino fuerza para saberse débil y voluntad para reparar constantemente el camino, entonces claramente el sello impuesto en aquel mundo venidero será reflejado en este; y en el cuerpo físico.
Dijo Rabi Ishmael: "No juzgues sólo por ti mismo, pues no juzga por Sí mismo sino Uno; y no digas: "Acepten mi parecer", pues a ellos les es lícito y no a ti."
¡Qué aromas del paraíso se desprenden de las enseñanzas de los sabios de Israel! ¡Qué lecciones de vida nos dejan los elegidos de D’ para ser Luz a las naciones, faro que guía a buen puerto, señal que marca el sendero a aguas de bendición!
¿Quiénes somos para juzgar desde nuestro cerrado ángulo? No es correcto que ande yo el camino mirando a mi juicio; requiero del consenso, de la discusión con otros puntos de vista, incluso de la exposición de motivos del enjuiciado. Y si no soy yo el más apto para juzgar, si sólo no puedo determinar que esta bien y que esta mal; si necesito de un referente; si requiero de los valores establecidos, de ubicarme correctamente; ¿cómo puedo pedir se acepte el parecer de un neófito?

Esta demostrado que nuestra percepción es limitada; que no estamos sólos, que a todo hombre le llega su hora, que D’ nos otorgó el don de los sentidos para usarlos, descubrilos, manejarlos, dominarlos; no para dejarnos dominar por los senti-mientos, por las pasiones, por las trabas que se interponen entre la realidad y nosotros. Que la empatía es el medio, que como dijera alguna vez Ghandi: "el amor es el medio, la verdad es el fin; si utilizamos el medio, tarde o temprano llegaremos al fin." Que como dijera una segunda vez este hombre de paz: "La pureza de los medios debe ser igual a la pureza del fin"
Que mirando con numinosidad al mundo, abandonando el orgullo, que sabiendonos fuertes nos sintamos aún débiles para seguir escalando; que las costumbres, los papeles, los convencionalismos, los moralismos mojigatos, son lastres en nuestro crecimiento, que desprendernos de dogmas nocivos adquiriendo el sentido primordial; el criterio; podemos alejarnos de cualquier dogma y construir una vida; alejada de vicios, de identidades hechas a medida tal y como el traje nuevo del emperador, que si descubrimos que por encima de todo nuestra humanidad es perfecta, pues es capaz de intentar enderezar lo imperfecto, fijándose en ello; que poseemos roles, habilidades distintas a las de los demás pero que la unión bajo el mismo fin es lo que da armonía al mundo. que el propósito individual no debe convertirse en ascetismo espiritual, que no somos espíritus ermitaños pues un lazo de amor une al Padre con sus hijos y a los hijos entre ellos. Que si nos conducimos sabiendo que el día más bello es hoy, que la cosa más fácil es equivocarse, que el obstáculo más grande es el miedo, que el mayor error es abandonarse, que la distracción más bella es el trabajo, que la peor derrota es el desaliento, que la primera necesidad es comunicarse, que lo que hace más feliz es ser útil a los demás, que el peor defecto es el mal humor, que el regalo más bello es el perdón, que lo más imprescindible es el hogar, que la ruta más rápida es el camino recto, que la mayor satisfacción es el deber cumplido, que el valor más grande es el amor, entonces habremos de pasar juntos, como hermanos, en armonía por el gran vestíbulo que nos lleva al salón donde haremos banquete en la postrer preparación.

Noájida, como Noaj

«Y Noaj [Noé] hizo conforme a todo lo que Elokim le mandó; así lo hizo.«
(Bereshit / Génesis 6:22)

En un mundo de corrupción; rodeado de maldad y malicia; atacado por numerosos enemigos; obstaculizado por familiares y amigos; sin nadie que lo conduzca ni guíe; con todo esto en contra, a pesar de todo, Noaj hacía todo  conforme a la palabra del Eterno.
Logró ser una persona justa y recta, alguien deslumbrante que perdura a través de las generaciones y las épocas.

Algunas cosas han cambiado, otras siguen casi idénticas (tristemente son las negativas las que parecen ser constantes).
Pero lo que más ha evolucionado es la facilidad para encontrar la Buena Senda del Eterno.
Ahora tenemos a disposición la Torá que es el mapa espiritual para comprender y desarrollar el mundo; existe el pueblo guía (el judío), para encaminar a los hermanos noájidas; se cuenta con la historia y el conocimiento de las acciones del pasado; abunda la comunicación y es accesible para las masas.
Actualmente son menos los que tienen la excusa de no saber ni conocer la verdad con respecto a las cosas del Eterno.

El mundo podría estar lleno de Noaj, de gente buena, noble, justa, recta, fiel al Eterno.
Los benei Noaj (noájidas) están despertando, luego de milenios de pereza y modorra.
Están redescubriendo su propia esencia, su legado, su parcela, su tesoro, su misión y responsabilidad.
Están quitándose de encima la mugre de la idolatría, corriendo las mentiras de la inmoralidad, desechando las falsas doctrinas.

Hermano noájida tú también tienes la capacidad y oportunidad para ser alguien que vive conforme a lo que el Eterno demanda de ti.
Indaga aquí, en FULVIDA, para seguir obteniendo conocimiento y contactos para crecer y construir Shalom.

Te espero, pero especialmente te espera el Eterno.

Uno hace la diferencia- Lic. Yehuda Ribco

Tema publicado con la autorización del More Yehuda Ribco
UNO HACE LA DIFERENCIA
Lic. Prof. Yehuda Ribco // Tammuz 22, 5763 – 22/7/2003
Tomado de la Parasha Bemidbar Matot (“Tribus”)
Este corresponde leer la parashá llamada Matot («Tribus») junto a Masei («Etapas»), que son la novena y la última del cuarto tomo de la Torá, el sefer Bemidbar, conocido en español como «Números».
El mundo es tan diverso, son tantas las actividades humanas, variadas líneas de conocimiento nos cruzan, innumerables son los campos de estudio y acción, que difícilmente podemos tener una perspectiva general de lo que está aconteciendo. Seguir leyendo Uno hace la diferencia- Lic. Yehuda Ribco

Personalidades noájicas

A Noaj/Noé el Padre Celestial le confirmó las seis leyes fundamentales que le había ordenado a Adam y sus descendientes:

  1. No adorar, servir, reverenciar, depositar la fe en otra cosas que no sean el Padre Celestial.
  2. No maldecir al Eterno.
  3. No asesinar.
  4. No robar.
  5. No cometer actos de inmoralidad sexual.
  6. Constituir institutos de Derecho y Justicia, para preservar las leyes dadas por el Creador, y desarrollarlas debidamente, de modo de establecer un mundo de plenitud, bondad y justicia.

Noaj y sus descendientes recibieron una ley fundamental extra:

  1. No comer partes de animal con vida.

Esta ley no tenía sentido en el mundo pre-noájico, puesto que la alimentación se hacía exclusivamente de vegetales y minerales.

Noaj fue fiel a las Siete Leyes Universales.
Por esto fue designado por el Eterno como un hombre «justo e íntegro», alguien que seguía con devoción firme al Eterno.

En el camino de la fidelidad, caminando por la Buena Senda, le continuó su hijo Shem/Sem, quien fuera más tarde conocido por el seudónimo de Malki-Tzedek (que quiere decir el Rey de la Justicia).

El resto de la gente más pronto o más tarde fueron olvidando la Buena Senda, creando sus propias creencias, siguiendo sus ideas y pretensiones.
Pero, Ever de la descendencia de Shem se afirmó con rectitud al camino de los noájidas, se mantuvo firme y fuerte en la Buena Senda marcada por el Padre Celestial para las gentes.

Un nieto de Ever se transformó en el modelo estupendo de persona espiritual, de ejemplo de vida, en piedra angular de la vida noájica.
Este descendiente de Noaj-Shem-Ever fue Avraham, el primer patriarca del pueblo judío.

Sin embargo, Avraham no era judío, ni siquiera israelita; Avraham era noájico; tal como tú, hermano noájico querido debes serlo.
Era amigo del Eterno, no por fe, ni por tontas ideologías, sino porque caminaba por la Buena Senda, la del cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales.

Por su conducta excelente, por sus cualidades, Avraham fue elegido por el Eterno para ser la raíz de la nación de Israel, aquella que debería ser el faro para las otras naciones.
Pero, Avraham continuó siendo noájico, aunque a él y su familia tras él se le exigió el cumplimiento de otros mandamientos, que eran privativos de la familia judía y no del resto de las naciones (como por ejemplo la circuncisión).

Tú, apreciado hermano noájida, eres descendiente de Noaj, pero no de Avraham.
Tienes tu propio precioso legado, que debes conocer, valorar y cumplir.
¿Lo sabías?

¿Qué conoces de Noaj?
¿Qué mandamientos noájicos estás cumpliendo?
¿Qué tan desviado estás de la Buena Senda, de los Siete Mandamientos Fundamentales?

Ven, acércate a FULVIDA para seguir creciendo en la identidad espiritual que el Padre Celestial te ha dado.
Tienes un mundo completo que desarrollar, mucho Shalom para construir.
Esa es tu misión, es tu herencia, es tu perfección.

Te espero, para que sigamos compartiendo juntos el andar por la Buena Senda.

La palabra que revela

El habla de una persona suele revelar lo que ésta guarda en su corazón.

Cuando la persona difama, murmura, va con habladurías, está mostrando (a quien sabe ver) que su corazón está corroído por la envidia, la mala pasión, el ánimo perverso.

Cuando de su boca constantemente salen insultos, maldiciones, palabras provocativas, está manifestando que se quiere muy poco a sí misma, y por tanto no alcanza a amar o siquiera respetar al prójimo.

Si su voz menciona a Satanás, infierno, castigo y otras cosas por el estilo, ciertamente que está demostrando lo que está en el centro de su vida. Aquello a lo que presta atención. Lo que motiva su conducta y sus palabras.

Si su aliento se llena de «no puedo», «soy un fracasado», «me siento mal», y en esa onda derrotista-pesimista, ¿acaso está señalando que se siente con las fuerzas como para ser un verdadero triunfador, un bendecido por el éxito?

En ocasiones la persona tiene una necesidad profunda e inconsciente de escuchar el eco de lo que su corazón guarda, pero que no se atreve a pronunciar.
Entonces se congrega en lugares en donde los «pastores» de cada 100 palabras que vomita 98 son en sintonía con: pecado, maldición, infierno, hoguera, castigo, hijo de Satanás, hereje, etc.
Se reúne con burladores y maledicentes.
Es espectador y cómplice de programas de chismes en la tele.
Le encanta insultar, pero se escuda en la palabra soez escupida por otro.

Medita, querido hermano noájida, ¿cómo hablas?
¿Qué dices?
¿Qué voces llenan tu boca y sacuden tu entorno?
¿Qué haces oír a los demás y oyes tú mismo?
¿Qué revelan de tu intimidad las palabras que emites?

¿Llenas tus días con voces luminosas?
¿Cuántas veces por día dices: gracias, por favor, permiso, bendito, alegría, puedo, alabado sea el Eterno, si Dios quiere, bondad, justicia, verdad, solidaridad, ánimo, construir, perdonar, disculparse, comprometerse, responsabilidad, amor, respeto, edificar, crecer, confiar?
¿Cuántas de las palabras anteriores las dices por compromiso, o como una muletilla inconsciente?

¿Qué revelan de ti las palabras que te rodean cual océano?

Haz un simple y educativo ejercicio.
Cada hora lleva la cuenta de las palabras que dices y que oyes.
Para esto toma una hoja de papel y un lápiz, o ten una libretita contigo, escribe las palabras significativas que has dicho en la última hora, o aquellas que has escuchado.
Al final de la jornada evalúa el contenido de tu corazón, la sinceridad de tu vida, la luminosidad de tu alma.

Te doy ánimo para que lo intentes, si quieres me comentas luego cómo te ha ido.

Quiera el Eterno darte orientación para que puedas ser un verdadero constructor de Shalom.