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Resp. 717 – ¿Cuando me convertiré en judío?

halom.
1- yo adopte la filosofia del noajismo.
2- pero en un futuro quiero hacer mi convercion al judaismo
3- y haci poder leer la torah
4- como noajista no puedo hacer eso.
5- cuando crees tu que deba hacer la convercion en un futuro
diego, 14 años, chile

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Resp. 712 – Actitud ante la vida e influencias del entorno

Buen día estimado amigo, Gracias por su pronta respuesta y apoyo.
Dejeme decirle que no es nada fácil lidiar con mi familia que sigue en el cristianismo, y peor cuando a uno no le está yendo del todo bien en los negocios. a más integra.
Ellos insisten para que me congregue para que vuelva a rebaño y no paran de insistir.
Pido a Dios que me ayude, que me de sabiduría de lo alto para lidiar con esta situación. Saludos,
Oscar, Guatemala

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Medio Ambiente

Motivado e inspirado por la creación que nos ha dado Hashem, Bendito Sea.

Quize compartir esto con Ustedes, respecto al cuidado del medio ambiente.

«El hombre debe tener presente que vive porque respira,

entonces el aire debe estar limpio y con bastante oxígeno».

«Si cada individuo ha contribuido a la contaminación, cada individuo

por medio de su trabajo o sus recursos económicos debe ayudar

en la tarea de limpieza del medio ambiente».

                                             

Fuente: libro de química abc 3er curso.

Ten claro los conceptos.

Conceptos basicos.

Hay tres conceptos que hay que entenderlos a la perfeccion:

1 – El Ego.

2 – La religion.

3 – lo espiritual.

Asimismo hay tres conceptos basicos que se los debe entender para la llegada del Mesias:

1 – Unir a Todos los judíos de la diaspora en Israel.

2 – La reconstrucción del tercer Templo.

3 – El mesias descendiente de David.

Definición de los tres conceptos.

1 – El ego es parte de nuestro ser que anhela constantemente recibir y satisfacerse. Busca su autosatisfaccion al borde de los demas y de uno mismo, anhela recibir por recibir.

2 – En latín religare: Unir aquello desconectado. El Noajismo no se conoce como una religion porque jamas estuvo el ser humano desconectado con Dios y jamas lo estara. Nunca se rompió o quebró la relación Dios-hombre.

3 – Espiritual no es hablar de Dios a todo momento, no es ir a la iglesia ni a una sinagoga. No es hablar hebreo o escuchar musica jasidica asi como cualquier otra musica no lo es. No es leer Torá o estudiar pasajes de la misma, no es adentrarse a un mundo mistico o profundo. Es dar: Amor, abrazo, cariño, consejo, ayuda, caridad, apoyo moral, enterrar a un fallecido, visitar a los enfermos, despertar conciencias. Es dar desinteresadamente sin esperar nada a cambio. Por lo tanto da y crece, da y mejora, da y vive la vida.

El mesias.

Dios dejo señales al pueblo judío que deberemos de prestar atención para reconocer al verdadero Mesias:

1 – Tal como se declara: «No temas, pues Yo estoy contigo, Traere tu descendencia desde el oriente, y del occidente te reuniré. Diré al norte: ¡Entrega a Mis hijos! Y al sur: ¡No los retengas! Trae a Mis hijos de lejos y a mis hijas de los confines de la tierra…- Isaias 43: 5 – 6.»

2 – Tal como se declara: «Sellaré con ellos un pacto de paz, será con ellos pacto eterno; y los estableceré, los multiplicare, y ubicare Mi Santuario en medio de ellos PARA SIEMPRE…- Ezequiel 37: 26»

3 – Tal como se declara: «El baston de mando saldrá del linaje de Isaí y un retoño florecera de SUS raices… – Isaias 11:1.»

Estudia, crece, mejora y vive la vida.

Saludos!

¿Alcanza con apartarse del mal?

El libro de los Salmos comienza con una descripción acertada del hombre de bien:

«Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores.«
(Tehilim / Salmos 1:1)

Diríamos que es una actitud pasiva hacia lo malo, pues no anda de acuerdo a los patrones de conducta o ideología de los perversos, no sigue la senda de los errados ni descansa en el sitial de los perdidos.
Se abstiene de contacto con actitudes, conductas, ideas malignas.
Pero falta algo, ¿no?

Entonces, más adelante añade:

«Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.«
(Tehilim / Salmos 34:15)

Ya no alcanza con apartarse del mal, de abstenerse, de ser un bueno pasivamente, sino que se requiere una conducta activa o proactiva: hacer el bien.
No basta con ser un mediocre buenito que se contenta con no hacer lo malo, sino que la pujanza del constructor de shalom es necesaria, alguien que hace el bien, que busca la paz que persigue su santa finalidad en la vida y no solamente se queda al costado de la senda oscura.

Es decir, no basta con que hayas reconocido, por ejemplo, que la religión (cristianismo, falsos judíos mesiánicos, por decir algunos) es algo malo y que no te corresponde ni quieres seguir perteneciendo a ella.
Está bien ese reconocimiento y ese apartarse de los antros del mal.
Pero no es suficiente, es tu deber hacer el bien, construir shalom como le decimos nosotros.
No precisas ser judío para ello, ni disfrazarte de «espiritual» por vivir repitiendo frases hebraicas, ni haz de enclaustrarte en congregaciones de gentiles lectores de Torá… no es lo que dice el santo salmista ni lo que Dios ha codificado para ti.
Él te dice, por inspiración divina que tu tarea es buscar shalom, perseguirlo con todo tu ser, hacer lo bueno además de apartarte de lo malo.

Así pues, no me vengas con que te has alejado de esos fantoches estafadores de la, relamidos seguidores del colgado en el madero, porque está muy pero no llena tu alcancia para la vida futura.
Es tu deber, impuesto por la divina Voluntad, que te dediques con constancia, pujanza, esfuerzo a construir shalom en todo momento y ocasión.

¿Con quién construyes shalom?
Pues, primero contigo mismo.
Haces las paces con tu ser, encuentras tu Yo Auténtico, lo vives como corresponder.
Haces las paces con tu prójimo, aquel que está próximo a ti. No tienes que casarte con él, ni convivir, ni amarlo, pero sí construir shalom.
Haces las paces con el vecino, con el lejano, con aquel que ni siquiera conoces pero puedes comportarte con él con amabilidad, por ejemplo en la cola del super, o en el tránsito.
Y también haces las paces con el enemigo.

Pero, atención, hay q apartarse de la senda siniestra del enemigo, hay que alejarse de aquel que es un arma filosa y puede dañarte física, emocional, moral o espiritualmente. Pues, debes apartarte del mal.
No debes hacer como los torpes que dicen que hay que dar la otra mejilla, porque eso no es amar shalom ni vivir con justicia, sino fomentar la lujuria, indecensia, maldad.
Así pues, sé cauteloso para no ser dañado por el malvado.

Pero NO te alejes del ingenuo que anda errado, no te apartes del que profesa idolatría por ignorancia o pereza, sino que a este hay que atraerlo con amor, sinceridad, sencillez, verdad.
Sé amable con el que está en duda o incluso con aquel que sigue apresado de la esclavitud de la religión pero no pretende dañarte.
Acércate a él, aunque deplores su actitud y sus doctrinas podridas.
Ayúdalo a construir shalom junto a ti, para que él también se aparte del mal y abrace la causa del bien.

No es tarea sencilla, pero hay que hacerla.

Hay algo que debemos aprender y adoptar de la conducta del venerable Abaham (patriarca de los judíos).
Podemos aprender a sonreír al recién llegado, a convidarlo con algo para su paladar, a decirle palabras agradables, a hacerlo sentir como en su casa, a fortalecerlo en su vínculo con nosotros y con Dios, a hacerlo estar en su casa estando en la nuestra.
No solamente en FULVIDA.com, sino en cada lugar en el que estés.
Es algo que los malvados misioneros mesiánicos hacen… ellos actúan así como parte de una estrategia (consciente o no) para manipular, lavar el cerebro, aturdir el pensamiento… y les da buenos resultados para sus planes macabros.
¿Por qué no puedes tú seguir el ejemplo del patriarca, pero con las nobles finalidades y santas metas que tienen los leales noájidas?

Tienes tanto bueno para hacer y para recibir.
No es tan pesado el trabajo que te toca, ni tan difícil.
No tienes más excusas para dar.
Es cuestión de vivir con bien, verdadero bienestar para ti y para quienes te rodean.

¿Seguirás cerrando tu recipiente para no recibir la lluvia de bendición que proviene ahora mismo del Cielo?

El poderoso socio en la construcción de Shalom

Esta semana el pueblo judío lee públicamente de la Torá la porción denominada Mishpatim, que se encuentra en el libro de Shemot/Éxodo inmediatamente después del relato de la Revelación de la Torá de Dios a Israel en Sinaí.
En uno de sus pasajes leemos:

«Se levantaron Moshé [Moisés] y Iehoshua [Josué] su ayudante, y Moshé [Moisés] subió al monte de Elokim;«
(Shemot / Éxodo 24:13)

Al respecto traemos a colación el siguiente comentario publicado en la magna obra «La Voz de la Torá», volumen 1, del rabino E. Munk z»l:

«…Alshaij explica que la prerrogativa otorgada a Iehoshua en relación a los ancianos y aun a Aarón se basa en el hecho de que él frecuentaba a Moshé y se ponía personalmente a su servicio, de una manera ininterrumpida.
Rabí Shimon bar iojai declara, en efecto, que esta devoción permanente al servicio de los estudiosos de la Torá es más meritoria que el estudio de la Torá, propiamente dicho (Berajot 7b).
Sin duda, Iehoshua no era más sabios que los setenta ancianos, ni superior en piedad a Aarón y sus hijos, pero él era el servidor de Moshé.
«

En numerosas ocasiones hemos encontrado noájidas que lloran, reclaman, se enojan, inquieren, siguen reclamando, adoptan, insisten, se rebelan, se enojan aún más, por querer estudiar Torá, por apropiarse de la misma, por pretender vivir una vida acorde a los 613 mandamientos pero sin convertirse a judíos.
Dicen sentirse vacíos sin Torá, sin dirección, sin espiritualidad, sin camino, y denuncian esa «discriminación» de parte de este autor por negarles su «derecho» a beber de la Torá.
Cuando, de hecho, es la propia Torá la que declara su unión perpetua y única con la nación judía y no con los gentiles; cuando es la propia ley espiritual la que determina claramente que no es de los noájidas la Torá ni lícito para ellos su estudio.
No es este humilde autor quien pone trabas, ¡todo lo contrario!
Pero, hay una ley espiritual eterna, marcada a fuego por el propio Dios que restringe el estudio de Torá a los judíos, dejando para los noájidas una tarea especial, trascendente, luminosa, de eternidad y santidad que es la construcción del Shalom por medio del cumplimiento de los Siete Mandamientos Universales y la aplicación a vivir a través de sus reglamentos derivados.

Esto no hace al judío más o menos que el noájida.
Esto no hace al noájida más o menos que el judío.
Los hace diferentes pero unidos por su finalidad común: servir a Dios por medio del acatamiento de Su Voluntad determinada para cada uno.

Del párrafo de Torá citado y del sabio comentario del ilustrado rabino podemos enteder algo de singular valor y edificación para el noájida, y quizás particularmente para el anhelante de incurrir en estudio de Torá.

Como noájida tienes tu misión sagrada, que no incluye el estudio de la Torá, ni el bucear en sus rincones, ni el indagar como investigador por sus letras y páginas. Como noájida tienes tu misión sagrada que pasa por los Siete Mandamientos Universales.
Esto no te deja fuera de la santidad, no te aparta de Dios, no te deja vacío de espiritualidad, sino todo lo contrario, te eleva hasta las alturas más sublimes, tal como el siervo Iehoshua, quien por mérito a su asociación con Moshé fue llamado por Dios para ascender y no por otra cuestión.
Otros eran más cultos que Iehoshua, otros eran más perfectos en el cumplimiento de los mandamientos que Iehoshua, otros llevaban una vida de mayor «espiritualidad» (según entiende el vulgo por tal), pero sin embargo, fue su humilde adhesión a su maestro lo que le confirió a Iehoshua su grandeza.

Repitamos las palabras del príncipe del conocimiento: «la devoción permanente al servicio de los estudiosos de la Torá es más meritoria que el estudio de la Torá, propiamente dicho«.
¿Te queda claro?
Tu mérito sagrado, como noájida, no se cuenta por tu afán de estudiar Torá, por lo que hayas estudiado de la misma, por lo que recuerdas de ella, por lo mucho que eres capaz de desafiar a judíos en memorización de pasajes de Torá, por tu colección de libros judaicos leídos… ¡nada de ello te dará el mérito de alzarte por sobre tu rutina y hacerte llegar a la cima espiritual que te corresponde!

Pero, ser socio en la construcciíon de Shalon, de manera permanente, sin excusas, sin buscarle peros, sin argumentos falaces, sin romperte la cabeza para encontrar que sí puedes leer de Cabalá, jasidismo, o similar…
Tu habrás de construir Shalom de manera constante, sirviendo como socio de tu compañero judío en la tarea de traer la Luz del Eterno al mundo, o de revelarla a ojos de las naciones.

Tal el mensaje de la Torá para ti esta semana.
Puedes estar de acuerdo o no, puedes quejarte y seguir reclamanado la porción que no te correponde ni te pertenece, o puedes hacer algo útil en tu vida y construir Shalom sin envidiar la porción del prójimo.

Depende de ti cuánto recibirás de la bendición que está lloviendo ahora del Cielo sobre ti.
El balde para recoger la lluvia de bendición se denomina NOAJISMO, Siete Mandamientos Universales, tan simple, tan completo, tan tuyo.

Frases cortas de Noajismo

¿Que es mejor? Cumplir la voluntad propia o la Voluntad de Dios, cuando andamos en oscuridad la mejor guía es el consejo deL más Sabio que es Dios, que hace la distinción entre el Bien y el Mal por medio de Sus Mandamientos, pues con ellos nos apartamos del Mal para hacer el Bien.

Frases cortas de Noajismo

Nuestros Mandamientos no fueron ordenados por ningún ser humano, el mismo Creador del Mundo se los entrego a nuestro Patriarca Noaj y a su familia, así mismo fue la revelación del Sinaí miles de familias hebreas recibieron por medio de Moshe la Tora, desde entonces existen dos identidades una la Noajica otra la Judía, ambas reveladas por el mismo Creador del Mundo y ambas benditas pues provienen de la máximo Bien en todo el universo que es el Eterno.     

Un poco de lo mucho que he aprendido

(Este texto me lo enviaron para publicarlo, es de alguien que está estudiando Noajismo y esforzándose por aprender a vivir, aquí lo dejo para compartirlo con todos ustedes.)

El Noajismo te enseña la verdadera razón de tu existencia, y te muestra  cómo puedes cumplir con la parte que te corresponde en la creación.

El Noajismo te hace consciente de  que todas tus acciones tienen una reacción ya sea buena o mala y que somos responsables de ello, que el Creador no tiene nada que ver en lo que nosotros hagamos ni las consecuencias que tengan nuestros actos. Cada quien es responsable de sus acciones y El no determina tu destino, tu en base a los 7 mandamientos sabrás que es lo bueno y que es lo malo y podrás empezar a comprender cuál es la parte tan importante que te corresponde en este mundo.

El Noajismo es el estudio y el razonamiento lógico de tu existencia no es solo repetir frases una y otra vez en coro para no corromper tu vida, es el conocimiento del Creador mostrado en 7 preceptos que te hacen sentirte útil y ver quién eres en este mundo.

El Noajismo te libera de todas esas cargas que traes en ti que con el paso de los años se han ido enraizando y perjudicando en tu vida, haciéndote a veces sentirte lo que no eres, sentirte tan pequeño, incapaz de lograr hacer algo en este mundo, cuando todo está en ti, en cada uno de nosotros, solo es cuestión de elección porque tú eliges que quieres en tu vida. Si quieres seguir siendo la persona que comete error tras error y va errando por la vida o ser la persona que sabe distinguir lo que perjudica y lo que hace bien a ti y al prójimo.

Empezar a darte cuenta, a comprender y razonar no es nada fácil a mí en lo personal me ha costado mucho, cuesta empezar a ver que hay detrás de esas mascaras, saber que es tu yo autentico y buscarlo cuando esta tan detrás de todo eso que se ha ido acumulando desde el momento de tu primer respirar en este mundo no es cosa fácil, tienes que trabajar duro en ti, a veces es tanto el amor del Creador hacia ti que hará hasta lo imposible por hacerte saber que quiere lo mejor para ti, usara todos los medios hasta que te des cuenta que eres importante para él y que desea que hagas esa parte tan importante que te corresponde, de empezar a construir  en la medida que tú te esfuerces por ser mejor, todo aquello que creías imposible dejara de serlo, tu vida será productiva y podrás darte cuenta que Noajismo no es una religión no son frases repetitivas ni aburridas no es solo amor y etc. etc.  No es confesarte con un desconocido y borrar todos tus pecados, es una forma de vida, es poner en práctica lo aprendido y ejercitarlo día a día, hacerlo parte de ti es cambiar tu vida de raíz no solo quitarte una de tus tantas mascaras podrás llevarte días meses o años no lo sé, pero tienes la seguridad que mientras más te esfuerces MAS veras resultados a tu alrededor y lo mas importante en ti.

“Discutí con Dios, pero en el fondo sabía que lo que me hicieron , lo hicieron los hombres”


David Galante, sobreviviente griego del sitio de exterminio de seres humanos más grande de todos los tiempos, cuenta su odisea 65 años después de que el lugar llegara a su fin, el 27 de enero de 1945.
 
 
 
 
 
 

Enero 27 de 1945. “Vimos un movimiento en la nieve, era gente que se movía con sábanas blancas, eran los soldados rusos. Les hicimos señas para indicarles que se podían acercar, vieron cómo estábamos, la cantidad de muertos, se descomponían”.

Enero 27 de 2010. El mundo mira hacia Auschwitz, un antiguo cuartel de la monarquía austro-húngara situado en inmediaciones de Cracovia, en Polonia. Un complejo de 40 kilómetros que, entre sus paisajes forestales y pantanos, fue utilizado por la Schutz-Staffel, mejor conocida como la S.S. (la élite de la Gestapo) para cometer los peores crímenes de los que la humanidad tenga registro, los mismos conocidos como la Shoah o el Holocausto.

“Arbeit macht frei”, que significa ‘El trabajo los hace libres’, es un cartel de desprecio y sarcasmo visible a la entrada de este campo de concentración, que en época de guerra abrió “sucursales”. El 18 de diciembre pasado, cuatro ciudadanos polacos hurtaron la placa que porta el lema y hace unos días la recuperaron cortada en tres pedazos. “¿Dónde estaba Dios en aquellos días, cómo pudo tolerar ese exceso de destrucción, ese triunfo del mal?”, dijo el papa Benedicto XVI cuando conoció, en 2006, ese sitio de exterminio.

Allí, en medio de ese infierno donde murieron seis millones de personas por el simple hecho de nacer judíos, estuvo David Galante. Oriundo de la Isla de Rodas, en Grecia, este hombre de voz pausada y con el acento que le ha dado vivir en Argentina la mayor parte de su vida, recuerda lo que pasó.

“Tengo 85 años de edad, soy griego. Tengo una esposa y dos hijos y vivo en Buenos Aires hace 62 años. En 1944, durante la guerra, los alemanes invadieron la Isla y nos tomaron a los judíos. Éramos padre, madre, tres hermanas y dos hermanos. A todos nos llevaron a Auschwitz”.

Luego, por su condición de civiles judíos, tuvieron que vivir lo que nadie imaginó. “En el campo de concentración perdí a mi padre y a mi madre (Abraham y Rebecca) porque apenas llegamos fueron enviados a la cámara de gas. Junto a mis hermanas y hermano (Rosa, Juana, Matilde y Moshe) nos llevaron a trabajar. Nos iban desahuciando para reducirnos a cenizas y cuando alguien no servía lo eliminaban. Trabajábamos en la nieve durante 12 horas y nos daban de comer una vez por día un pedazo de pan o un tazón de caldo. Mis hermanas no aguantaron y fallecieron”.

“Nos desnudaban y los que no estaban sirviendo los iban eliminando en las cámaras de gas o crematorios. Yo estaba jovencito y esto quizás me ayudó mucho porque tenía muchas ganas de vivir, a pesar de todo. Las matanzas eran comunes, se vivía al día. Éramos miles de personas”.


Al borde de la muerte



Y dejó de ser conocido como David Galante. En adelante sería llamado B7328. “Nos pusieron un número en el brazo. Nuestro nombre no existía más, nos llamaban por ese número. Lo tengo todavía en el brazo grabado con una tinta”, asegura. “Era un problema porque no hablábamos alemán, polaco y tampoco idish, un idioma de los judíos de Europa Oriental, así que adaptarnos era difícil. Nos daban una orden y como no entendíamos nos pegaban”, agrega.

En medio de esas adversidades llegaron dos momentos en los cuales estuvo a punto de morir. “Estábamos en fila y un oficial nos estaba contando, sacó un revólver y disparó. Me rozó la nariz, sangré un poco y quien estaba al lado mío fue asesinado. Diez centímetros más adelante y yo moría”.

De la otra situación, sostiene, aún no sabe cómo se salvó. “Estaba enfermo porque fui a trabajar con un grupo de soldados rusos prisioneros y en determinado momento fui al baño y cuando salí no podía abrocharme los pantalones porque tenía los dedos medios congelados del frío que hacía: 10, 20 grados bajo cero en Polonia. Había un fuego cercano donde estaban soldados nazis y me acerqué. Uno de ellos me dio una patada y quedé dentro del fuego, se me quemaron los pies”.

Y prosigue: “Con los días las quemaduras fueron empeorando, se infectaron y llegó la fiebre. No estaba en condiciones de trabajar y fui a la enfermería, que era la antesala de la muerte porque el que entraba no salía. Por esos días había llegado una orden de Berlín de destruir las cámaras de gas y los crematorios porque las tropas soviéticas estaban muy cerca y no querían dejar evidencia. Un médico judío me ayudó mucho, permanecí en la enfermería, hasta que los alemanes evacuaron el campo. De no ser por eso me habrían matado”.

Y aunque este sufrimiento parecía no tener fin, estaba a punto de culminar. “Teníamos rumores de que los aliados estaban avanzando, que ganaban la guerra, pero eso no era ningún aliciente, pensábamos que nos iban a matar a todos. En la mañana del 27 de enero vimos un movimiento en la nieve, era gente que se movía con sábanas blancas, eran los soldados rusos que avanzaban. En Auschwitz pesé 38 kilos, era un esqueleto cuando me liberaron y de los 1.800 judíos que salimos de Rodas nos salvamos 150”.

El infierno había terminado, muchos alemanes huyeron, otros fueron capturados y unos más abatidos. “Volví a Rodas a ver si encontraba a un familiar. No encontré a nadie, pero me enteré, a través de la radio del Vaticano, que un hermano mío, Moisés, estaba en Roma. Dos años después vinimos a Argentina, un hermano (Hizkiá) estaba aquí desde antes de la guerra”.


Fin del silencio

 

 

Dicen quienes conocen a David Galante que luego de su liberación duró 50 años en silencio. Sólo pensaba en rehacer su vida y para ello se vinculó a una fábrica de bicicletas en Buenos Aires. Durante todo ese tiempo se enamoró de Raquel, su esposa, con quien tuvo a Sandra y Ezequiel, quienes a su vez le dieron a sus nietos Daniel y Yamit.

No hablé sino hasta 1995, me costaba mucho. En ese entonces se comentaba la película La lista de Schindler y la gente quería saber más de lo que pasó. Entonces nos juntamos un grupo de sobrevivientes y empezamos a contar. Se fundó en Argentina la Fundación Memoria del Holocausto y ahora trabajamos con testimonios”, asevera. “Discutí con Dios, pero en el fondo sabía que lo que me hicieron en Auschwitz lo hicieron los hombres”, explica.

Ahora que el mundo conmemora 65 años del fin de ese campo de exterminio, este hombre reconoce que, aunque duerme tranquilo, no todos los sobrevivientes han logrado superar el trauma. “Hay gente que no quiso tener hijos por temor a que les ocurriera lo mismo que a ellos”.

Finalmente, este judío insta a quienes administran el mundo a conocer historias como la suya para evitar desgracias. “La humanidad no ha aprendido la lección. Después de la II Guerra Mundial pensé que no iba a haber más guerras. Sin embargo, los genocidios siguen. El mundo debe aprender de esto para que no se repita y nuestros hijos tengan un mundo mejor”.

El Museo del Holocausto de Buenos Aires

 

Considerado como el único de su tipo en Suramérica, el Museo del Holocausto de Buenos Aires desarrolla a través de textos e imágenes los sucesos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Además, cuenta con muestras itinerantes propias y de museos de Estados Unidos e Israel. También produce materiales educativos para docentes y alumnos, como son ‘El Holocausto en 10 láminas’ y la revista académica Nuestra Memoria, editada de manera ininterrumpida desde 1994.

Tomado del periodico el Espectador de colombia.