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Crisis financiera empujara a miles de personas a vivir en la calle.

«Son millones en todo el mundo y forman parte del paisaje urbano.  Les vemos por las calles merodeando con bolsas en las manos en las que guardan sus escasas pertenencias.  Algunos piden monedas a los transeuntes, otros guardan silencio e imploran compasion con su mirada.  En castellano se les conoce como indigentes.  Los anglosajones les denominan «homeless» y los franceses SDF (sin domicilio fijo).  El 12 de noviembre ha sido declarado «Dia de los sin techo«.

Violencia contra los indigentes

El peligro de ataques violentos acecha tambien a las personas que viven en la calle.  Son frecuentes las noticias de mendigos muertos tiroteados, a punaladas, golpes, quemados vivos mientras dormian tranquilamente en el rincon de la calle que habia elegido para esa noche, a manos de psicopatas al mas puro estilo de la pelicula «A Clockwork Orange» de Stanley Kubrick».

Con esta crisis financiera, la mayoria de las personas van a salir perjudicadas, porque ya estan cerrando muchas fuentes de trabajo, bancos gigantescos han quebrado, la crisis hipoteca ha dejado a miles de personas sin hogar, y con el poco sueldo no pueden pagar un digno lugar donde vivir.  Lo que empujara a estar personas vivir en la calle, lo mas triste de esta situacion que muchos de ellos llevan ninos con ellos y son los mas perjudicados.

Hace tiempo trabaje para una compania, a espaldas de ese sitio hay unas vias de tren, por lo general se juntan varios indigentes a pasar la noche y se le veia merodeando por el sitio, incluso entraban al patio de ese negocio a estar mas seguros y protegidos.  En cierta ocasion, se lleno de policias el lugar, porque ocurrio, que dos de los indigentes que vivian ahi, descuartizaron a otro y lo quemaron, por problemas que tenian con el difunto y el caso fue muy sonado.

Estamos viviendo tiempos muy dificiles, esperemos haya una buena resolucion, ante esta crisis financiera, para no ver mas personas afectadas y desprotegidas.

Pidamos al ETERNO, tenga misericordia de este mundo, y que las aguas no salgan de su cause.

Y sigamos construyendo SHalom, para beneficio de todos.

http://latino.msn.com/finanzas/noticias/articles/Article04Page.aspx?cp-documentid=10649035&page=4

Septiembre

Este mes ha sido duro sin dudas, uno de los meses mas accidentados del año, tanto en los círculos cercanos como en los no tanto.

 

Un apreciado amigo de la infancia, que hoy en día se esta recuperando de la lamentable pérdida de su padre recién en este mes, el es una de las tantas personas que estos días estuvieron de luto.

 

Dos sucesos cuyo resultado fue un clima de inseguridad e incertidumbre entre la sociedad mexicana, marcaron este mes como uno de los mas violentos del año.

 

Un atentado en Morelia Mich. Al estilo de las mas crueles películas de terrorismo, dos granadas de fragmentación estallaron en medio de varios cientos de personas que festejaban jubilosas el 198 aniversario de la Independencia de México en la Plaza Melchor Ocampo de la explanada principal de Morelia, el saldo 7 personas perdieron la vida y 132 resultaron heridas en la explosión.

 

Un macabro hallazgo fue encontrado en el estado de México, en el municipio de Ocoyoacac, municipio que está cerca de mi domicilio. En un paraje cercano al parque nacional “la marqueza” se hallaron 24 personas sin vida atadas de pies y manos, y que según los médicos forenses fueron ultimadas una a una desde hace algunas horas antes del hallazgo y presentaban la marca de el narco “el tiro de gracia en la frente”.

 

Sucesos que sacudieron el país entero por su naturaleza violenta, sin embargo esto es de lo mas comentado, pero ahí en las calles de muchos estados de la republica mexicana, accidentes menores finalizaron con lamentables decesos, cosas hasta cierto punto que parecerían inexplicables, puesto que de una simple caída a escasos centímetros del piso resultaban en decesos, y así muchos mas accidentes similares y trágicos.

 

Pero serán sucesos aislados en este año, de momento se me viene a la mente aquel terrible y espantoso terremoto que sacudió e hizo millonarios daños y arrebato mas de 9,000 vidas en septiembre de 1985 en la ciudad de México, o también aquel septiembre que sin dudas quedara marcado en la historia de la ciudad de Nueva York como el mes mas triste y trágico que haya transcurrido en los últimos tiempos, cuando perplejos escuchábamos alrededor del mundo como una a una iban cayendo dos de las torres mas emblemáticas de la gran manzana.

 

Y así puedo seguir relatando una a una las tragedias ocurridas en este mes en distintos años., tal como aquella explosión en un estado del norte de la republica, en plena carretera cuando un camión que transportaba 25 toneladas de nitrato de amoniaco exploto dejando un circulo de devastación a su alrededor  y dicha explosión cobro varias decenas de vidas junto con muchos heridos más.

 

Los bolivianos también fueron testigos de un reprobable acto, la reciente masacre de Ovando, en la cual fueron asesinadas muchas personas, y mas sucesos alrededor del mundo que podemos señalar por su aparición en este mes en diferentes años.

 

Pero a todo esto que busco transmitir con estas palabras.

 

Pues quiero compartirles algo que escuche y que me hizo ponerme a reflexionar sobre todas estas tragedias.

 

Al comenzar un nuevo año, el destino queda sellado ya sea hacia la derecha o Di-s no lo quiera hacia la izquierda, pasando el día del perdón el destino de la persona queda sellado de acuerdo a sus actos realizados durante el año que termino.

 

Las sentencias mas severas a veces son dejadas hasta el final para que el individuo tenga la posibilidad de arrepentirse sinceramente e iniciar un retorno hacia la buena senda que lleva a la plenitud, digámoslo así estas sentencias no ejecutadas son “cuentas pendientes de cobro” que no son saldadas sino hasta final de año cuando el tiempo se agoto y el individuo nunca rectifico su conducta.

 

Porque se dejan hasta el ultimo estas cuentas pendientes de cobrar, es sabido que cuando la persona actúa como un Justo siendo un constructor de Shalom en potencia, puede “si Di-s lo permite” hacer que en una vez que se le haya juzgado con el atributo de la Justicia sea juzgado con el atributo de la misericordia.

 

Ejemplos te mencionare uno, pero aclaro te habrás dado cuenta de que esto es una opinión personal, aquí cabe mencionar que solo transmito algo de fuentes aptas y de personas confiables que no quepa duda de eso.

 

Nuestro antepasado Noaj, fue el único que sobrevivió junto con su familia a un decreto de exterminio global, una masacre mundial fue la que presencio Noaj de cuyas garras escapo de ser consumido junto con los demás desafortunados habitantes de aquella civilización ahora extinta.

 

Noaj nuestro ancestro fue un Justo y como tal se le describe y así se le trato, «Pero Noaj [Noé] halló gracia ante los ojos del Eterno.  Ésta es la historia de Noaj [Noé]: Noaj [Noé] era un hombre justo y cabal en su generación; Noaj [Noé] caminaba con Elokim.» (Bereshit / Génesis 6:8-9).

 

Así dice «Pero Noaj [Noé] halló gracia ante los ojos del Eterno. Sin dudas que Noaj era Justo, lo cual lo hacía especial para el Creador por su conducta, pero acaso el decreto del diluvio fue también sellado para él, pero por ser un justo entre las Naciones en lugar de ser juzgado con rigurosa justicia fue juzgado con misericordia, palabras de sobra o mal empleadas no existen en la Tora, cada letra y cada frase tiene su razón de ser, aunque admito que no soy el más indicado ni mucho menos cuento con la capacidad de interpretar Tora, pero tratándose de partes permitidas para su estudio por parte de Noajidas, podría o más bien trate de ver este pasaje de la forma más objetiva de acuerdo a mi perspectiva.

 

En conclusión “cuentas pendientes” es muy probable que las haya, y septiembre es un mes en donde han ocurrido muchas tragedias, revisando la historia eso parece ser, y que un justo puede con la ayuda de Di-s y con buenas acciones modificar un decreto, de juzgársele con el atributo de la Justicia se cambie al de Misericordia seguro que sí.

 

Los datos mencionados anteriormente sobre todas las tragedias no son para asustarlos, sino más bien es un llamado a la reflexión.

 

Todavía no termina septiembre, es tiempo de reflexionar de tomarse un tiempo y arrepentirse sinceramente, de enmendar aquello que se hizo mal, de retornar a la senda que lleva por el buen camino para encontrarnos con el Creador “cara a cara”.

 

Ojala haya tiempo para reflexionar, enmendar, y trabajar más por construir un mundo mejor, que el año que viene sea dulce, lleno de bendiciones, satisfacciones, logros y alegrías, y que todos seamos inscritos en el libro de la vida para bien y bendición Amen.           

 

Referencias

 

http://serjudio.com/rap1501_1550/rap1516.htm

Resp. 216 – El error del Islam

Buenos días señor Yehuda:
Espero que se encuentre muy bien, le doy las gracias por responder mi inquietud anterior(Respuesta Nº213), esta vez mi inquietud es la siguiente:
Ya que sabemos bastante sobre la Idolatría del Cristianismo, y tenemos las herramientas suficientes para encararlo, hay algo más que me gustaría poder encarar, se trata de la Religión Islámica. Yo se que no debo inmiscuirme en otras religiones porque me puedo desviar, pero creo que si no indagamos en las cosas que quieren dañarnos(me refiero tanto a Judíos como a Noajidas) y no ponerles atajo, nos estaríamos pareciendo algo así como a los propios cristianos, que se quedan ahí, sin investigar y terminan creyendo solamente por fe(que es ciega y vacía por supuesto)(es solo un ejemplo, ya que usted lo que nos enseña, es con hechos concretos y además somos muchos los fieles a Dios que no nos dejamos engañar por falsas enseñanzas.
Por lo que he investigado, la religión Islámica, cree en un solo Dios, que no tiene ni hijo ni socio, que solo a Él se debe adorar, el es el Dios verdadero, otra deidad es falsa, solo a Dios se le debe adorar, Él es el todo poderoso, el creador, el soberano y Señor de todo el universo, Él se encarga de todos los asuntos, no necesita ni depende de sus criaturas(lo que a mi parecer es falso, ya que para algo los crea, o si no tendría sentido Su Obra Creación), también dicen que Él conoce lo que pasó, lo que pasara y como pasará, su deseo esta por encima del deseo de todas sus criaturas, Él es misericordioso con sus criaturas más que una madre a sus hijos, todo se le pide directamente a Él y sin que nadie interceda por Él, Dios no es Jesús ni Jesús es Dios, Dios no lucho contra uno de sus Ángeles, Dios nunca se a encarnado en un ser humano, creen en Adán, Noe, Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, Moisés y Jesús(Jesús ¿no es un cuento mitológico?, que disparate de ellos no?)
Lo que me gustaría saber es: ¿ Cuales son las faltas idolatritas que cometen en la religión Islámica?. Las que yo se, es que niegan que Dios descanso el séptimo día, además dicen que Dios se llama “Allah” (que significa Dios Único), y que aceptan a Jesús, pero como mensajero de Dios, no como hijo, Mesías, etc.-
Que tenga unas felices fiestas en Pesaj, y que Dios lo siga bendiciendo con su sabiduría, hasta pronto, desde ya muchas gracias.-
Esteban Vargas, Santiago, Chile.-


Buen día.

Las preguntas por favor con un máximo de 50 palabras, en lo posible empleando el sistema de envío de preguntas que tenemos en el sitio.

La respuesta es tan simple… los islámicos creen en un solo dios, puede ser, pero ESE dios no es el Eterno, el Uno y Unico, sino una idea de sus mentes que se han extraviado detrás de sus propios deseos y ambiciones.
Tan simple como eso, tan erróneo como eso.

Yo puedo creer que un lápiz, solo éste uno y ningún otro, es el dios del universo.
No por ello dejo de ser un idólatra.

Luego, tienen un sistema antagónico al Eterno, son violentos en contra de Su Autoridad, desprecian a la Torá, niegan el mensaje celestial, inventaron una religión que descarrila a quien la sigue, violentan a los escogidos del Eterno, entre otros graves errores y pecados.
¿Es esto poca cosa?

El camino que el Eterno ha dado para los gentiles se llama Siete Mandamientos Universales, noajismo. No se llama religión, ni islam, ni buda, ni teosofía, ni ninguna otra cosa.
La Buena Senda es aquella que el Eterno ha comandado, buscar en otra parte, es perder el rumbo, perderse quizás eternamente.
Ir por otras sendas es aumentar el caos, la confusión, el mal.
Y estamos llamados a ser constructores de Shalom, no a ser destructores del mundo.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Dios te bendiga, y que podamos ser constructores de Shalom.

Moré Yehuda Ribco

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Para cada día

Para tener presente cada día:

Oración de David
Inclina, oh Eterno, Tu oído y escúchame; porque soy pobre y necesitado.

Guarda mi alma, porque soy piadoso; salva Tú, oh Elokim mío, a Tu siervo que en Ti confía.
Ten misericordia de mí, oh Eterno, porque a Ti clamo todo el día.
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El lobo del hombre

¿Por qué no nos matamos unos a otros?
¿Por qué no vamos por la vida robando, violando, estafando y mintiendo?
¿Por qué a la hora de ser infieles a nuestro cónyuge, por lo general lo hacemos a escondidas?
¿Qué nos lleva a ser “morales” y “éticos”?

Para responder a esta cuestión medular, filósofos, pensadores,
vecinos y tantos más han intentado respuestas desde que Adam y Javá
salieron del Edén.
Nosotros ahora esbozaremos un planteo muy simple, concreto, práctico, que espero sea de provecho para ti, apreciado lector.

Como sabes el ser humano esta formado por cinco planos de existencia: físico, emocional, social, intelectual y espiritual.
De cada uno de estos planos surgen posibles respuestas.

Plano físico.
No cometo actos agresivos, violentos o perjudiciales porque no tengo la capacidad para hacerlo.
Soy débil, en inferioridad, incapaz físicamente de hacerlo.
O aquello que deseo malograr está custodiado de manera tal que no recibe daños de mi parte.

Plano emocional.
Me comporto “bien” por miedo a las represalias directas, de las que tengo certeza que me sobrevendrán a causa de mis actos.
Si no me ven, hago lo que me place.
También,
porque si hago lo que otro desea obtengo algún premio, que para mí es
más valioso que la acción que no cometo. (Me prometen el paraíso o me
condenan al infierno).

Otro motivo sería la lástima que me da el otro, al que decido no perjudicar por un sentimiento paternalista de superioridad.
O porque por medio de mis acciones logro un mayor dominio sobre el otro.

Plano social.
Hay leyes sociales, a las cuales me ato, y cumplo por rigor y obligación.
Mi
abstinencia es ante el castigo que la sociedad me propinará por mis
acciones. Sea un castigo, sanción, amonestación o exclusión social o
del grupo de pertenencia.
Las leyes son las que me restringen exteriorizar mis verdaderos sentimientos y deseos.
Por supuesto que si la Ley mañana me autoriza a discriminar a una raza y exterminarla, me sumo a los asesinos.

Plano intelectual.
Llego
a la conclusión de que somos humanos, que nos merecemos dignidad y
respeto. Por lo que concluyo que no le haré daño a otro, porque eso no
sería justo.
Podría resolver que tendré una actitud correcta para no incentivar una sociedad decadente, en la cual no estaría tranquilo.

Plano espiritual.
Mi
conducta se basa en las normas que el Eterno ha dado, sin importar mi
sentimiento, mi miedo, mi conveniencia o lo que la sociedad demande
para estar a tono con la moda.
Amo hacer el bien y me aparto del mal, porque eso es lo que mi espíritu demanda, como agua para el sediento.

En realidad, es de este plano que surge siempre el incentivo para actuar con bien, en búsqueda de la trascendencia.
Pero, mientras más se aleja la persona del plano espiritual, más busca excusas, motivos y justificaciones en los otros planos. Va en una camino de degradación, en tanto se aleja de la Luz espiritual.
Al dejar de lado lo espiritual, invento razones intelectuales, luego me sujeto a dictados sociales, más tarde me esclavizo a las emociones y por último batallo con lo material.

El camino ascendente es el que provee de mayor bienestar y bendición.

¿Qué opinas tú?

Para que sepas dónde estás

Hola amigo noájida.
¿Te has preguntado hoy si cumpliste con tu parte en la obra de perfeccionar el mundo?

Te compartiré un breve cuestionario que te servirá para que compruebes el grado de fidelidad que tienes en este momento hacia el Eterno y hacia tu pura esencia espiritual.
Debes ser sincero en tus respuestas, porque si engañas, solamente te engañas a ti.

¿Has adorado dioses que no son el Uno y Único? ¿Has considerado que alguna persona, animal, ente u objeto tienen «súper-poderes» espirituales y que tú debes adorarlos, alabarlos, servirlos, etc.? ¿Crees que Dios se hizo hombre o que es más que uno?

¿Has atribuido al Eterno conceptos o ideas que Le son ofensivas? ¿Has creí­­do que algo o alguien tiene que interceder por ti ante el Padre celestial? ¿Has orado o bendecido en el nombre de alguien que no sea el Padre celestial? ¿Has contribuido con dinero o trabajo para alguna iglesia, misión religiosa o secta?

¿Has robado, engañado, abusado de la confianza de alguien o mentido?

¿Has matado, golpeado a alguien, ofendido, humillado, acusado injustamente o te has burlado de alguien? ¿Continúas esclavo de alguna adicción?

¿Has mantenido relaciones sexuales con alguien que no sea tu esposo o esposa? ¿Intentaste que tus acciones, modales, palabras y pensamientos fueran recatados, es decir, que lo que debe permanecer en intimidad se quede en intimidad?

¿Has respetado la vida animal, sirviéndote de ellos solamente con misericordia y con fines que sean justificados? ¿Has participado en contaminar nuestro mundo un poquito más?

¿Has quebrantado alguna norma o ley de tu paí­­s o ciudad? ¿Has cruzado con el semáforo en rojo, has excedido el lí­­mite de velocidad, conducí­­as mientras hablabas por celular, hiciste algo que no sea correcto de acuerdo a la ley local?
¿Discriminaste negativamente a alguien? ¿Te juntaste con violentos? ¿Promoviste la anarquí­­a, el terrorismo o los movimientos seudo-pacifistas que se oponen a Dios y Su pueblo consagrado?

Si contesta a alguna de estas preguntas con un «sí­­», o dudas en alguna de ellas, es necesario que evalúes en qué estás fallando y qué puedes hacer para enmendar tu conducta.
Si respondiste a más de una con «sí­­», por favor, comienza de inmediato un proceso de mejoramiento de tus acciones y creencias, pues estás poniendo en riesgo tu esencia espiritual.

Si precisas ayuda, cuenta con nosotros.
Y si tienes alguna pregunta para añadir a este breve cuestionario, por favor, puedes incluirla como comentario aquí­­ debajo.

MI AYUDADOR ES EL ETERNO

 “Bienaventurado aquél cuyo ayudador es el Dios de Yaakov, cuya esperanza está puesta en el Eterno, su Dios,…”. (Salmos 146: 5).

 

            Introducción:

           Una de las advertencias más contundentes que los profetas y jueces verdaderos de Israel proclamaron a oídos del pueblo, de manera continua y vehemente, en todos los tiempos y escenarios, tiene que ver con la inutilidad de colocar nuestra confianza en aquellos hombres señalados como “príncipes poderosos”, los que han sido sublimados por el hombre a niveles de preponderancia y “divinidad”, o en imágenes de oro, plata, bronce o madera, pues su ayuda es del todo vana, frágil, perecedera y letal.

 

Al respecto, el profeta Jeremías nos transmitió de parte del Eterno una palabra incisiva y determinante: “Así dice el Eterno: Maldito aquél que confía en el hombre, y se apoya en un brazo de carne, y cuyo corazón se aparta del Eterno. Pues será como el enebro en el desierto, que no ve cuando viene el bien, sino que habita en los sequedales del desierto, en una tierra salada y no habitada”. (Jeremías 17: 5-6). Desde el mismo momento que quitamos nuestros ojos del Eterno y los fijamos en otro ser, real o ficticio, (llámese como se llame, sea quien sea) nuestras almas caen estrepitosamente en lugares de deterioro y sequedad, pues los influjos de la bondad del Eterno son coartados y aprisionados en cáscaras de impureza, impidiendo así al extraviado ser beber de las fuentes de la paz, la armonía y la bienaventuranza, y termina bebiendo de los influjos de la malignidad, a tal punto que su mismísima alma se va transformando lentamente a imagen y semejanza de aquel falso salvador en quien se está apoyando –su falso dios-, en el cual ha depositado toda su confianza y esperanza y de quien cree vendrá su rescate y liberación.

 

            Esto significa que el alma del extraviado y el alma del idolatrado (o su esencia doctrinal) se vuelven una misma cosa, recibiendo por transferencia espiritual las mismas cualidades del “ser divino” en el que se ha afincado. De allí que aquellos que sirven a los ídolos –ya sean conceptuales o físicos- adquieren sus mismísimas características.

 

Como ya sabemos, “los ídolos de ellos (las naciones) son de plata y de oro: obra de manos de hombre. Tienen boca, y no hablan; ojos tienen, y no ven; tienen orejas, y no oyen; narices tienen, y no huelen; tienen manos, y no palpan; pies tienen, y no andan, ni hablan con su garganta”. (Salmos 115: 4-7). Lo más interesante de este hecho es que así se tornan y actúan todos aquellos que sirven a los ídolos: “Como ellos son los que lo hacen, y todo aquel que confía en ellos”. (Salmos 115: 8). Todos aquellos que han puesto su confianza en la falsedad carecen de percepción, discernimiento, creatividad y tacto para penetrar en los misterios de la vida. Viven rodeados de un aura de espiritualidad fantasiosa y quimérica, sumidos en la más profunda depresión integral como individuos y familias. La misma condición de sequedad y frialdad que caracteriza a la falsa deidad se les transfiere a sus mentes y corazones. Tanto el ídolo como su servidor se vuelven uno.

 

“¡Cual la madre, tal su hija!”:

 ¿Por qué los cristianos son antisemitas en su teología y en su estilo de vida? No existe otra respuesta sino esta: pues así se comportaba y enseñaba su “salvador y mesías”, y así actuaban Pablo y los demás apóstoles, las columnas “morales y espirituales” de la “santa” iglesia. Como dice el dicho: “de tal palo, tal astilla”, o como dijera el profeta Ezequiel: “¡Cual la madre, tal su hija!” (Ezequiel 16: 44). Un hombre que deposita toda su confianza en Jesús/Ieshu, y se entrega sin reservas a su servicio, será impregnado de su misma esencialidad, de su mismo espíritu descarriado: rebeldía (a Dios, a Sus excelsas Instrucciones, a los Sabios y Jueces de Israel); orgullo (creer ser lo que en realidad no es, como Jesús/Ieshu, por ejemplo, que se autoproclamó como intermediario absoluto entre el hombre y su Dios); falsa piedad (creerse más que los demás por su supuesta espiritualidad); engaño y manipulación (si no se hace lo que él dice la persona pasa a ser un hijo de desobediencia, de ira y del mismísimo diablo, así sea un cumplidor fiel de los Preceptos del Eterno) y confusión y estupidez (decir una cosa, luego decir o hacer todo lo contrario, basado, supuestamente, en revelaciones del “espíritu santo”).

 

¿No actúan así los discípulos y seguidores de Jesús/Ieshu? ¿No es este el modo de actuar y de hablar de aquellos que se dicen llamar “cristianos”? ¿No es esto lo que revela la historia del cristianismo en sus diferentes épocas y escenarios? ¿A quién quieren engatusar con su disfrazado mensaje de “amor” y de “perdón”?

 

La teología cristiana, por un lado, pregona que Dios es amor y, por otro lado, condena indefectiblemente a los judíos por ser “los asesinos” de Cristo. Por un lado dice que los cristianos son los verdaderos hijos de Dios y la luz del mundo (por su fe en Cristo), pero por otro lado disfrutan enteramente y se benefician de las invenciones de los judíos, a los que acusan de alta traición y enemigos de la verdad. Por un lado predican acerca de la gracia de Dios y del pronto arrebatamiento de los santos al cielo, pero por otro lado proclaman a viva voz que Israel padecerá en la gran tribulación los embates del anticristo, el falso profeta y sus demonios.

 

Los seguidores de Cristo hablan de ser fieles a Dios y guardar sus preceptos (claro está, según fueron enseñados por Cristo), pero por otro lado dicen que los judíos, por no tener a Cristo en sus corazones, así cumplan todos los Mandamientos del Eterno, son anatemas y condenados a la destrucción del  infierno, pues nadie es “salvo” por guardar la Torá, sino por aceptar a Cristo como su salvador personal.

 

Por favor, vean esto. Para el cristianismo, si un cristiano sufre, es una prueba de Dios; pero si es un judío el que está sufriendo, es por causa de haber entregado y vendido al hijo de Dios. Si un cristiano es prosperado, es por su fe en Cristo Jesús y porque tiene visión de reino; pero si es un judío el que prospera (¡y qué prosperidad!), es por causa de su usura y corrupción, o por efectos de la gracia común, que sólo incluye bienes terrenales, pero no el cielo. Si un cristiano muere, los ángeles vienen y lo llevan a los brazos de Jesús; si un judío muere, lamentablemente está perdido para siempre en el fuego eterno. Si un cristiano es perseguido, es un bienaventurado; pero si es un judío el perseguido, es por culpa de haber declarado “su sangre (la de Jesús) sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos”.

 

Amigos míos, manipulación, ignorancia, fraude y pestilencia es la verdadera sustancia del mensaje cristo-céntrico que se proclama desde los púlpitos cristianos. ¿O no ven los daños morales, emocionales, físicos, científicos, académicos y económicos que el cristianismo le ha propinado a la humanidad en estos dos milenios de trágica existencia? Han perseguido y tratado de eliminar al justo, al sabio, al dotado de sentido común y creatividad. Han aplaudido hasta la saciedad el oscurantismo, la barbarie, la falsedad y el exceso, todo en nombre de su “amado salvador” y en la infalibilidad de sus líderes y pastores.

 

Los frutos de la vinculación con el Eterno:

 Ahora bien, veamos el efecto integral positivo que se produce cuando un justo se vincula al Eterno, el Dios Uno y Único, en una legítima relación espiritual, lo que en hebreo se conoce como Devekut. Al respecto, dice el profesor Yehuda Ribco: “Devekut, literalmente en hebreo es adherirse, aproximarse, éxtasis, juntarse. …es un camino extenso de actuar con fidelidad de acuerdo a lo que Dios nos exige, de modo tal de asemejar (en la medida de nuestras limitaciones) nuestros actos a Sus actos. Se consigue mediante el cabal cumplimiento de los preceptos a partir del sistemático y correcto estudio de Torá”. (Para ver toda la explicación haga clic en el enlace http://serjudio.com/rap1851_1900/rap1867.htm).

 

Estos conceptos nos ayudarán a entender por qué en el Salmo 112: 3 y 9 se dice del hombre justo, aquél que es amante y cumplidor fiel de los Preceptos del Eterno, “y su justicia permanece para siempre”, pero en el Salmo 111: 3 es del Eterno de quien se afirma “y Su justicia permanece para siempre”. Además, en ambos Salmos, tanto el Eterno como el hombre justo, son presentados como buenos, misericordiosos y justos. ¿Puede un simple mortal parecerse a Dios? ¿Qué quiere decir esto? Esto viene como resultado de la vinculación, de hacerse uno con Dios, como ya se explicó anteriormente. Las cualidades del bienhechor –el Eterno- se le transfieren al beneficiado –el hombre justo que confía en Él-, que ha puesto toda su esperanza en el Eterno y le sirve irrestrictamente a través del cumplimiento de Sus Preceptos.

 

¡Qué diferencia tan abismal existe entre uno que sirve a los ídolos y uno que sirve al Eterno, el Dios Uno y el Único! Cada quien refleja las cualidades propias del ser en el que se refugia y confía. Un dios identificado con la violencia genera creyentes violentos; un dios identificado con la ignorancia, pobreza y el dolor genera creyentes ignorantes, privados y sufridos; un dios identificado con el vicio y la sensualidad genera creyentes desenfrenados e inmorales. Un dios identificado con el antisemitismo genera creyentes antisemitas y menospreciadores de la verdad. Un dios identificado con la santurronería y la piedad inerte genera creyentes hipócritas y mojigatos. Pero un Dios identificado con la justicia, la bondad, la misericordia y la sabiduría, como el Singular Dios de Israel, genera hijos justos, bondadosos, misericordiosos y sabios. Decide hoy a quién quieres parecerte, o a los falsos dioses de las naciones o al Todopoderoso Dios de Israel, la Roca de la eternidad.

 

Un llamado a confiar en el Eterno con exclusividad:

 El llamado que hoy nos hace el Eterno a todos los mortales (judíos y gentiles) es romper las coyundas de la idolatría, en cualquiera de sus manifestaciones, y depositar toda nuestra confianza única y exclusivamente en el Eterno, el incomparable Dios de Israel, y exclamar como el Salmista: “Nuestra alma ha esperado en el Eterno; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo. En Él se alegrará nuestro corazón, pues hemos confiado en Su santo Nombre. Que Tu bondad, oh Eterno, esté sobre nosotros, tal como hemos confiado en Ti” (Salmos 33: 20-22). La confianza en el Eterno te llevará a caminar en dimensiones de confianza, seguridad, alegría y abundancia, cualidades éstas que distinguieron a los justos y fieles de la antigüedad.

 

Fuera del Eterno sólo hallarás ignorancia, confusión, caos y muerte. En Su refugio encontrarás el bien, la claridad y la vida plena que tanto ha deseado tu alma, por lo tanto, hoy te digo: “Fijaos y ved que el Eterno es bueno;  bienaventurado el hombre que confía en Él” (Salmos 34: 9).

   

Alfredo Zambrano García
FULVIDA Táchira – Venezuela

No hay tí­tulo para esta pesadilla

Recién recibí un mail con imágenes atroces, realmente degradantes, tan impresionantes que soñé con ellas, fue realmente feo. Al remitente de dicho mensaje amonesté y le pedí que ni intentara siquiera volverme a enviar un mail de esa naturaleza, hasta ahora no tengo esquemas para entender qué clase de mente puede reenviar una cosa tan sádica como esa.

Pero paso a contarles, para que notemos hasta qué punto puede degradarse el ser humano, una reseña de lo que en fotos es inaguantable.

En Taiwán, debido a la superpoblación de la isla y los conflictos políticos sostenidos con China, el estado a creado una ley que prohíbe tener una cantidad de hijos, realmente no sé cuantos hijos pueden tener los taiwaneses, pero según esta ley deben ser pocos, especulo que podrían ser dos como máximo, si alguien esta mejor informado que yo al respecto de este asunto le ruego me corrija; lo cierto es que si alguna pareja tiene un hijo sobrepasando el límite permitido, debe abortarlo, pero lo peor no es eso, sino que ese aborto, ya conformado completamente, no se pierde, ya que empresas, que considero personalmente como inescrupulosas, comercializan, para consumo alimenticio a estas personitas, obligadas a morir por intereses de un estado brutal y la complacencia idiota de sus padres, pero hasta aquí no llega la bestialidad de los taiwaneses, ya que ¡HAY GENTE QUE COMPRA PARA COMER A ESTOS BEBÉS PREMATUROS!, ¡Santo cielo!, es la única expresión que puedo usar para demostrar cuán indigno es ese acto, cuán deshumano.

Ahora, es evidente que algunos taiwaneses se han vuelto caníbales, incivilizados, violentos, asesinos, bestias, han perdido la razón, aunque hayan avanzado tecnológicamente y tengan una industria electrónica superior a la nuestra, y pregunto: ¿dónde están los notables que critican a Israel?, los sabios que juzgan de genocida a un pueblo que se defiende justamente del terrorismo y la mano oscura del imperio árabe-musulmán, ¿dónde está la ONU?, ¿qué opinan las organizaciones de derechos humanos?, ¿en qué mundo vivimos?, cuán hipócritas son aquellos que, aprovechándose de la ignorancia de muchos, opinan sin ton ni son sobre temas que favorecen un interés vacuo, en vez de combatir el cáncer que corroe la humanidad en donde está. Realmente hace falta un cambio en las organizaciones mundiales de paz y de derechos humanos, pero no que se cambien los roles políticos, que los intereses se volteen, que los verdes sean depuestos por los colorados; no, sino que la justicia y la búsqueda auténtica de la paz reine en las cabezas racionales, justas y equilibradas, de una organización colegiada que haga presión en estos hechos, tan inhumanos, que ocurren no sólo en Asia, sino en otros continentes, en mayor ó menor medida, con ó sin apoyo de los estados, bajo la mirada ausente y permisiva de muchos ó con el beneplácito de otros. Creo que es suficiente, cosas peores no se pueden ver, esto nos debería llamar a la conciencia, a la auto-evaluación como sociedad, no podemos seguir permitiendo que cosas así ocurran en Nuestro Mundo.  

Israel, deuda con la historia

 

Con este ensayo pagamos, en cierta medida, una cuota a la historia de Israel, existe demasiada desinformación, muchos “intelectuales” dicen conocer perfectamente el recorrido histórico de el único país cuya cultura permanece aún a pesar de los años y la cantidad de agresiones que ha sufrido por parte de decenas de pueblos.

Paso a hacerles un resumen, no tan resumido, de la historia desconocida de Israel, desde la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén dirigida por el Emperador Romano Tito, hasta el año 2006.

 

Aquí empezó el exilio de muchos por más de dos mil, exilio que estuvo acompañado de persecución, muerte, destrucción, pero que, gracias a la Voluntad Divina, también estuvo lleno de florecimiento cultural, y cooperación con los países anfitriones. Aunque éstos pagaran bien con mal en algunos momentos de la historia.

Sin embargo, Israel, la tierra originaria de dos de los tres patriarcas permaneció habitada por fieles judíos, quienes se encargaron de aumentar su población y de mantener lo poco que podían del ecosistema.

 

Diez años después de la muerte de Herodes, que ocurrió hacia el año 4 antes de la Era Común (AEC), Judea quedó bajo la directa administración romana. El creciente enojo contra la supresión romana de la vida judía condujo a violencias esporádicas que culminaron en una revuelta general en el año 66 EC. Las superiores fuerzas romanas, dirigidas por Tito resultaron finalmente victoriosas, destruyendo totalmente Jerusalén en el año 70 EC y derrotando la última posición judía en Masada en el 73 EC.

Cerca de 1.000 hombres, mujeres y niños que sobrevivieron la caída de Jerusalén ocuparon y fortificaron el complejo del palacio de Herodes en Masada, ubicado en la cumbre de un monte cerca del Mar Muerto, donde durante tres años resistieron los repetidos intentos romanos para desalojarlos. Cuando los romanos finalmente escalaron Masada e irrumpieron dentro de sus muros, descubrieron que los defensores y sus familias habían preferido darse muerte con sus propias manos que someterse a la esclavitud.

La destrucción total de Jerusalén y del Segundo Templo fue catastrófica para el pueblo judío. De acuerdo al historiador judío de la época Flavio Josefo, cientos de miles de judíos perecieron en el asedio a Jerusalén y en distintas partes del país, y muchos miles fueron vendidos como esclavos.

Un último breve período de soberanía siguió a la revuelta de Shimón Bar Kojbá (132 EC), durante la cual se recobraron Judea y Jerusalén. Sin embargo, dado el enorme poderío de los romanos, el resultado era inevitable. Al término de tres años, conforme a la costumbre romana, Jerusalén fue "arada con una yunta de bueyes"; Judea fue llamada Palaestina, y Jerusalén, Aelia Capitolina.

Aunque el Templo fue destruido y Jerusalén quemada hasta los cimientos, los judíos y el judaísmo sobrevivieron su encuentro con Roma. El ente judicial y legislativo supremo, el Sanhedrín (sucesor de la Knéset Haguedolá ó Gran Asamblea), fue reconstituido en Yavne (70 EC) y posteriormente en Tiberíades. Sin el marco unificador de un estado y del Templo, la pequeña comunidad judía se recobró gradualmente, siendo reforzada de vez en cuando por exiliados que regresaban. La vida institucional y comunitaria se renovó, los sacerdotes fueron reemplazados por rabinos y la sinagoga pasó a ser el centro de las comunidades judías, como lo evidencian las ruinas de sinagogas encontradas en Capernaum, Korazín, Baram, Gamla y otros lugares. La Halajá (ley religiosa) pasó a ser el lazo común entre los judíos y se transmitió de generación en generación.

           

Hacia fines del siglo IV, después de la adopción del cristianismo por el emperador Constantino (313 EC) y de la fundación del Imperio Bizantino, la Tierra de Israel pasó a ser un país predominantemente cristiano.

Se construyeron iglesias en los lugares santos cristianos en Jerusalén, Belén y la Galilea, y se establecieron monasterios en muchos lugares del país. Los judíos fueron privados de su relativa autonomía anterior, así como del derecho de ejercer cargos públicos, y se les prohibió la entrada a Jerusalén salvo un día al año (Tishá BeAv) para conmemorar la destrucción del Templo.

La invasión persa de 614 fue apoyada por los judíos, que estaban inspirados por esperanzas mesiánicas de liberación. En agradecimiento por su ayuda, se les otorgó la administración de Jerusalén. Este interludio, sin embargo, duró sólo unos tres años. Después, el ejército bizantino volvió a entrar en la ciudad (629) y nuevamente expulsó a su población judía.

 

La primera conquista árabe de la Tierra ocurrió cuatro años después de la muerte de Mahoma (632) y duró más de cuatro siglos, con califas que gobernaron al principio desde Damasco y más tarde desde Bagdad y Egipto, demostrando así la falta de importancia que tenía Jerusalén para el islam. Al comienzo del régimen musulmán fue reanudado el asentamiento judío en Jerusalén y se otorgó a la comunidad judía el status acostumbrado de no musulmanes bajo protección, que salvaguardaba sus vidas, propiedad y libertad de culto a cambio del pago de una capitación especial e impuestos sobre las tierras.

Sin embargo, posteriores restricciones contra los no musulmanes (717 EC) afectaron la conducta pública de los judíos, así como sus observancias religiosas y status legal. La imposición de severos impuestos a las tierras agrícolas obligó a muchos a trasladarse de las zonas rurales a las ciudades, donde su situación mejoró levemente, mientras que el aumento de la discriminación social y económica obligó a otros a abandonar el país. A fines del siglo XI la comunidad judía en la Tierra había disminuido considerablemente y había perdido algo de su cohesión organizativa y religiosa.

 

Durante los siguientes 200 años, el país fue dominado por los cruzados, quienes, respondiendo a un llamado del papa Urbano II, vinieron desde Europa a recuperar la Tierra Santa de manos de los infieles. En julio de 1099, después de un asedio de cinco semanas, los caballeros de la Primera Cruzada y su agitado ejército capturaron Jerusalem masacrando a la mayoría de los habitantes no cristianos de la ciudad. Atrincherados en sus sinagogas, los judíos defendieron su barrio, sin otro resultado que ser quemados vivos o vendidos como esclavos. Durante las siguientes décadas, los cruzados extendieron su dominio sobre el resto del país, en parte por medio de tratados y acuerdos, pero en la mayoría de los casos por medio de sangrientas conquistas militares. El Reino Latino de los cruzados constituyó una minoría conquistadora confinada principalmente a ciudades y castillos fortificados.

Una vez que los cruzados abrieron las rutas de transporte desde Europa, la peregrinación a la Tierra Santa pasó a ser popular y, concurrentemente, crecientes cantidades de judíos regresaron a su patria. Documentos de ese período indican que 300 rabinos de Francia e Inglaterra llegaron en un solo grupo, estableciéndose algunos en Acre (Acco) y otros en Jerusalén.

 

Después de la derrota de los cruzados por un ejército musulmán dirigido por Saladino (1187), los judíos recibieron nuevamente una cierta medida de libertad, incluyendo el derecho a establecerse en Jerusalén. Aunque los cruzados eventualmente recobraron el control sobre la mayor parte del país después de la muerte de Saladino (1193), su presencia se limitó a una red de castillos fortificados. La dominación cruzada de la Tierra concluyó después de una derrota final (1291) a manos de los mamelucos, una casta militar musulmana que había llegado al poder en Egipto.

 

Bajo el régimen mameluco, la Tierra pasó a ser una retrasada provincia gobernada desde Damasco, evidenciando una vez más el grado de importancia que daban los musulmanes a la ciudad de Jerusalén. Acre, Jaffa y otros puertos fueron destruidos por temor a la venida de nuevas cruzadas y se interrumpió el comercio internacional. Hacia fines de la Edad Media, los centros urbanos del país se encontraban virtualmente en ruinas, la mayor parte de Jerusalén estaba abandonada y la pequeña comunidad judía aunque agobiada por la pobreza, permanecía aún en la tierra de Israel. El período de la decadencia mameluca se vio ensombrecido por trastornos políticos y económicos, plagas, invasiones de langostas y devastadores terremotos.

 

Después de la conquista otomana en 1517, la Tierra fue dividida en cuatro distritos, anexada administrativamente a la provincia de Damasco y gobernada desde Estambul. Al comienzo de la era otomana, aproximadamente 1.000 familias judías vivían en el país, en su mayoría en Jerusalem, demostrando cuán importante es la capital de Israel para los judíos, Nablus (Shjem), Hebrón, Gaza, Safed (Tzfat) y las aldeas de la Galilea. La comunidad estaba integrada por descendientes de los judíos que nunca abandonaron la Tierra, así como por inmigrantes de Noráfrica y Europa.

Un gobierno ordenado, hasta la muerte (1566) del sultán Suleimán el Magnífico trajo mejorías y estimuló la inmigración judía. Algunos recién llegados se instalaron en Jerusalén, pero la mayoría se dirigió a Safed donde, a mediados del siglo XVI, la población judía había crecido a alrededor de 10.000 personas y la ciudad se había convertido en un floreciente centro textil, así como foco de una intensa actividad intelectual.

 

Durante este período, el estudio de la Cabalá (misticismo judío) floreció y los esclarecimientos de la ley judía de la época, como fuera codificada en el Shulján Aruj, se difundieron por toda la diáspora judía desde las academias de estudio de Safed.

Debido a la gradual decadencia en la calidad del régimen turco, el país fue cayendo en un estado de gran negligencia. Hacia fines del siglo XVIII, gran parte de la tierra había sido adquirida por terratenientes absentistas y alquilada a empobrecidos campesinos. La recaudación de impuestos era tanto defectuosa como caprichosa. Los grandes bosques de la Galilea y del Monte Carmel quedaron desnudos de árboles; pantanos y desiertos se extendieron sobre la tierra agrícola.

El siglo XIX vio al retraso medieval ceder gradualmente paso a los primeros signos de progreso, con varias potencias occidentales maniobrando para obtener alguna posición, frecuentemente por medio de actividades misioneras. Estudiosos británicos, americanos y franceses iniciaron estudios de arqueología bíblica; Gran Bretaña, Francia, Rusia, Austria y Estados Unidos abrieron consulados en Jerusalén. Líneas de barcos a vapor empezaron a hacer viajes regulares hacia y desde Europa, se instalaron conexiones postales y telegráficas; se construyó el primer camino que conectaba Jerusalén con Jaffa. El renacimiento de la Tierra como encrucijada para el comercio de tres continentes se vio acelerado por la apertura del Canal de Suez.

Consecuentemente, las condiciones de los judíos del país mejoraron lentamente, y su número aumentó substancialmente. Hacia mediados de siglo, las condiciones de hacinamiento dentro de la ciudad amurallada de Jerusalén llevó a los judíos a construir el primer barrio judío fuera de las murallas (1860) y, durante los siguientes veinticinco años se agregaron otros siete, que forman el núcleo de la Ciudad Nueva. Hacia 1870 Jerusalén contaba ya con una mayoría judía, dando muestras de la importancia de Jerusalén para el pueblo judío. Tierras para la agricultura habían sido adquiridas a todo lo largo del país, se habían establecido nuevos asentamientos rurales, y el idioma hebreo, durante largo tiempo restringido a la liturgia y la literatura, fue revivido. Se había preparado el escenario para la iniciación del movimiento sionista.

 

Inspirados por la ideología sionista, dos grandes influjosde judíos de la Europa Oriental llegaron al país a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Resueltos a restaurar su patria labrando la tierra, estos pioneros redimieron los áridos campos de siglos de abandono, construyeron nuevos asentamientos y sentaron las bases de lo que posteriormente sería una floreciente economía agrícola.

Los recién llegados afrontaron condiciones extremadamente difíciles: la actitud de la administración otomana era hostil y opresiva; las comunicaciones y el transporte eran rudimentarios e inseguros; los pantanos estaban infectados por la mortal malaria; y el suelo en sí sufría por siglos de abandono y negligencia. La adquisición de tierras estaba restringida y la construcción estaba prohibida sin un permiso especial, que se podía obtener solamente en Estambul. Si bien estas dificultades perturbaron el desarrollo del país, no lo interrumpieron. Al estallar la Primera Guerra Mundial (1914) la población judía en la Tierra alcanzaba las 85.000 personas, comparadas con las 5.000 que vivían en el país a comienzos del 1500.

En diciembre de 1917, las fuerzas británicas bajo el mando del general Allenby entraron en Jerusalén, finalizando cuatro siglos de dominio otomano. La Legión Judía, con tres batallones, que contaba con miles de voluntarios judíos, era entonces una unidad integral del ejército británico.

En julio de 1922, la Liga de las Naciones encomendó a Gran Bretaña el Mandato sobre Palestina (el nombre con el que se conocía entonces al país). Reconociendo "la histórica conexión del pueblo judío con Palestina", Gran Bretaña fue llamada a facilitar el establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina – Eretz Israel (Tierra de Israel). Dos meses más tarde, en septiembre de 1922, el Consejo de la Liga de las Naciones y Gran Bretaña resolvieron que las disposiciones para el establecimiento de un hogar nacional judío no regirían en el área al este del Río Jordán, que constituía tres cuartas partes del territorio incluido en el mandato y eventualmente se convirtió en el Reino Hashemita de Jordania.

Sucesivas olas de inmigrantes llegaron entre 1919 y 1939, cada una de las cuales contribuyó en diferentes aspectos a la comunidad judía en desarrollo. Unos 35.000 que llegaron entre 1919 y 1923, principalmente desde Rusia, tuvieron una gran influencia sobre el carácter y organización de la comunidad en los años venideros. Esos pioneros sentaron las bases de una comprehensiva infraestructura social y económica, desarrollaron la agricultura, establecieron singulares formas de asentamientos rurales comunitarios – el kibutz y el moshav – y proporcionaron la fuerza laboral para la construcción de viviendas y caminos.

La próxima afluencia de alrededor de 60.000 personas, que llegó principalmente de Polonia entre 1924 y 1932, contribuyó al desarrollo y enriquecimiento de la vida urbana. Esos inmigrantes se instalaron principalmente en Tel Aviv, Haifa y Jerusalem, donde establecieron pequeños comercios, empresas de construcción y la industria liviana. La última ola inmigratoria antes de la Segunda Guerra Mundial, que comprendió cerca de 165.000 personas, tuvo lugar en la década del 30, a raíz de la subida al poder de Hitler y, en su mayoría provenientes de Alemania.

Los recién llegados, muchos de los cuales eran profesionales y académicos, constituyeron la primera afluencia en gran escala de la Europa Occidental y Central. Su educación, capacidades y experiencia elevó los niveles en el comercio, mejoró el bienestar urbano y rural y amplió la vida cultural de la comunidad.

Las autoridades del Mandato Británico otorgaron a las comunidades locales judía y árabe el derecho de manejar sus propios asuntos internos. Haciendo uso de este derecho, la comunidad judía, conocida como el yishuv, eligió (1920) un cuerpo de autogobierno basado en la representación partidista que se reunía anualmente para revisar sus actividades y elegir el Consejo Nacional (Vaad Leumí) para implementar sus políticas y programas. Financiados por recursos locales y fondos recolectados por la judeidad mundial, se desarrolló y mantuvo una red nacional de servicios educacionales, religiosos, sociales y de salud. En 1922, como estaba estipulado en el Mandato Británico, se constituyó una "Agencia Judía" para representar al pueblo judío ante las autoridades británicas, gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales.

 

Durante las tres décadas del Mandato Británico la agricultura se expandió, siendo los únicos inversores judíos inmigrantes y descendientes de israelíes; se establecieron fábricas; se construyeron nuevos caminos por todo el país; las aguas del Río Jordán fueron aprovechadas para la producción de energía eléctrica; y fue descubierto el potencial mineral del Mar Muerto. Fue fundada (1920) la Histadrut (Confederación General de los Trabajadores) para promover el bienestar del trabajador y proveer de empleo por medio del establecimiento de empresas de propiedad cooperativa en el sector industrial y de servicios de mercadeo para los asentamientos agrícolas comunitarios. Todas estas innovaciones fueron introducidas para el beneficio de los habitantes residentes de Israel, por la población judía que ahora se hacía mayor que la árabe.

Día a día, fue surgiendo una vida cultural que pasó a ser única para la comunidad judía en la Tierra de Israel. El arte, la música y la danza se desarrollaron paulatinamente con el establecimiento de escuelas y academias profesionales. Galerías y salones proporcionaron sitio para las distintas exposiciones y presentaciones a las que asistía un público selecto. La puesta en escena de una nueva obra, la aparición de un nuevo libro, o una exhibición retrospectiva de un pintor local eran inmediatamente analizados en la prensa, convirtiéndose en temas de discusión en los cafés y las reuniones sociales.

El idioma hebreo fue reconocido como lengua oficial del país, junto con el inglés y el árabe, y era empleado en los documentos, monedas y estampillas, y en la radio. Las publicaciones proliferaban, y el país surgió en ese tiempo como el centro dominante de la actividad literaria hebrea. Teatros de todos los estilos y géneros abrían sus puertas a una entusiasta audiencia, apareciendo los primeros intentos de escribir obras teatrales originales en hebreo.

 

El renacimiento nacional judío y los esfuerzos de la comunidad judía por reconstruir el país chocaron con la firme oposición de árabes nacionalistas. Su resentimiento estalló en períodos de intensa violencia (1920, 1921, 1929 y 1936-1939) cuando vehículos judíos eran atacados y destruidos, campos y bosques incendiados, y se lanzaban ataques sin ninguna provocación contra la población judía. Intentos para lograr un diálogo con los árabes, llevados a cabo desde un comienzo por el esfuerzo sionista, fracasaron, polarizando el sionismo y el nacionalismo árabe hasta llegar a una situación potencialmente explosiva. Reconociendo los contradictorios objetivos de ambos movimientos nacionales, los británicos recomendaron (1937) dividir el país en dos estados, uno judío y otro árabe. El liderazgo judío aceptó la idea de la partición y autorizó a la Agencia Judía a negociar con el gobierno británico en un esfuerzo por reformular varios aspectos de la propuesta. Los árabes se opusieron enérgicamente a cualquier plan de partición.

En 1929, durante la llamada masacre de Hebrón, fueron expulsados los judíos residentes de Hebrón. Considerada la segunda ciudad más sagrada del judaísmo, es locación bíblica de la Cueva de Macpela, donde Abraham, Isaac y Jacob están sepultados. Por casi cuatrocientos años, los judíos de Hebrón han convivido en paz en un gran espacio comúnmente llamado Barrio Judío. Pero en 1929, los árabes también residentes asesinaron a sus vecinos israelíes (foto derecha), logrando matar un total de sesenta y siete judíos dentro de sus propias casas. Los sobrevivientes fueron sacados rápidamente de la zona, acabando con la presencia judía por casi cuatro décadas de la sagrada ciudad. Israel recuperó Hebrón y repobló la zona al término de la Guerra de los Seis Días en 1967.

El Gran Muftí de Jerusalén, Haj Amin al Husseini. Hijo a su vez del Muftí de Jerusalén nació en 1893 en el seno de una familia aristocrática de la ciudad, su familia era de las más ricas y poderosas de la entonces provincia otomana. A lo largo de su vida cambio muchas veces de bando según el lado al que inclinara la balanza de la victoria, así fue como en la primera guerra mundial se alistó en el ejército turco, pero viendo el cariz de los acontecimientos, en 1917 volvió a Jerusalén y se alistó en el ejercito inglés (quienes ya tenían la victoria en sus manos).

A partir de 1920 deja surgir abiertamente su judeofóbia más radical, incitando al ataque de los judíos que viven en la zona del mandato británico, y por ello es acusado y condenado a 15 años de trabajos forzados, pero consigue escapar de la cárcel y huir a Siria con la ayuda de la policía. Desde allí se dedicó en cuerpo y alma a la erradicación de cualquier vestigio judío, y para ello no dudó en recabar fondos en el mundo musulmán y como no de la Alemania nazi. En 1940 solicitó a Hitler en persona expulsar y exterminar a los judíos que vivían en el mandato británico, y durante la segunda guerra mundial no fueron pocas las veces que al Husseini visitó Berlín siendo recibido con honores de Jefe de Estado y como si fuera a su vez el führer (Rais) de los árabes. Pero cuando en 1945 Alemania agonizaba, se fue a Egipto donde fue recibido como un héroe. Tras el fin de la guerra fue acusado por crímenes de guerra, pero la hipocresía con que actuaron los Aliados protegiéndole impidió que fuera juzgado, según ellos "por temor a un levantamiento del mundo árabe que no toleraría que un héroe nacional fuese condenado por crímenes de guerra" (¿esto ya lo conocemos, no?). Siguió su lucha implacable contra el Estado de Israel teniendo sus centros de acción en Egipto y el Líbano. Murió en el exilio en 1974 y su puesto como líder de los palestinos lo tomo su autoproclamado sobrino –que nunca lo fue ( aunque si su discípulo), pero que usó su nombre para legitimarse como Rais (caudillo, führer) `Mohammed Abdel Raouf Arafat As Qudwa al Husseini más conocido como el criminal Arafat.

El Haj Amin al Husseini, Gran Mufti de Jerusalem organizo en 1929 el asesinato en masa de la poblacion judia de Hebron y en 1936 preparo y llevo a cabo los pogroms arabes en contra de los judios que duraron hasta 1939, en 1940, durante su visita a Berlin y su encuentro con Adolfo Hitler, Ymaj Shemo, firmo un acuerdo para la formacion de una division musulmana en el SS aleman para continuar en forma ordenada con el programa de eliminacion de los judios que vivian en la Palestina de los ingleses.

 

Tres movimientos judios clandestinos operaron durante el período del Mandato Británico. El mayor, la Haganá, fue fundado en 1920 por la comunidad judía como una organización de defensa que salvaguardara la seguridad de la población judía. A partir de mediados de la década del 30 llevó a cabo también actos de represalia contra los ataques árabes y respondió a las restricciones británicas ante la inmigración judía con demostraciones masivas y actos de sabotaje. El Etzel, organizado en 1931, rechazó la autocontención de la Haganá y llevó a cabo acciones independientes contra árabes y británicos. El grupo más pequeño y militante, el Leji, se fundó en 1940. Las tres organizaciones fueron disueltas con el establecimiento de las Fuerzas de Defensa de Israel en junio de 1948.

La continuación a larga escala de los disturbios árabes anti-judíos llevó a Gran Bretaña (mayo de 1939) a emitir un Libro Blanco que imponía drásticas restricciones a la inmigración judía, cuya consecuencia fue negar a la judeidad europea un lugar de refugio frente a la persecución nazi. El comienzo de la Segunda Guerra Mundial poco después llevó a David Ben-Gurión, posteriormente primer Primer Ministro de Israel, a declarar: "Combatiremos en la guerra como si no existiera el Libro Blanco y combatiremos el Libro Blanco como si no hubiera guerra".

Más de 26.000 hombres y mujeres de la comunidad judía en la Tierra se alistaron voluntariamente para unirse a las fuerzas británicas en la lucha contra la Alemania nazi y sus aliados del Eje, sirviendo en el ejército, la aviación y la marina. En septiembre de 1944, después de un prolongado esfuerzo de la Agencia Judía en el país y del Movimiento Sionista en el extranjero, para obtener el reconocimiento de la participación de los judíos de Palestina en el esfuerzo bélico, fue formada la Brigada Judía como una unidad militar judía autónoma en el ejército británico, con su propia bandera y emblema. Compuesta por unos 5.000 hombres, la Brigada actuó en Egipto, el norte de Italia y el noroeste de Europa. Después de la victoria aliada en Europa (1945) muchos de sus miembros se unieron a los esfuerzos de "inmigración ilegal" para traer a la Tierra de Israel sobrevivientes del Holocausto.

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el régimen nazi llevó a cabo un sistemático plan para la liquidación de la comunidad judía europea, por medio del cual fueron asesinados alrededor de seis millones de judíos, incluyendo un millón y medio de niños. A medida que los ejércitos de la Alemania Nazi se expandían por Europa los judíos eran salvajemente perseguidos, sometidos a todo tipo de tortura y humillación, y recluidos en guetos, donde los intentos de resistencia armada condujeron a medidas más severas aún. De los guetos, eran transportados a campos de concentración en los que unos pocos afortunados eran enviados a trabajos forzados, pero la mayoría era asesinada a tiros en ejecuciones masivas o en cámaras de gas. No muchos lograron escapar. Algunos huyeron a otros países, unos pocos se unieron a los partisanos y otros fueron escondidos por no judíos que lo hicieron exponiendo sus propias vidas. Consecuentemente, sólo un tercio, incluyendo a aquellos que habían abandonado Europa antes de la guerra, sobrevivió, de una población de casi nueve millones, que una vez constituyó la mayor y más vibrante comunidad judía del mundo.

 

Después de la guerra, los británicos intensificaron sus restricciones al número de judíos autorizados a llegar y establecerse en la Tierra. La comunidad judía respondió instituyendo una red de actividades de inmigración ilegal para rescatar sobrevivientes del Holocausto. Entre 1945 y 1948 alrededor de 85.000 judíos fueron traídos al país por rutas secretas y por lo general peligrosas, a pesar del bloqueo naval y las patrullas fronterizas organizados por los británicos para interceptar a los refugiados. Aquellos que eran capturados eran recluidos en campos de detención en la isla de Chipre, o devueltos a Europa.

 

La incapacidad británica de conciliar las conflictivas demandas de las comunidades judía y árabe llevó al gobierno británico a exigir que la "Cuestión de Palestina" fuera colocada en la agenda de la Asamblea General de las Naciones Unidas (abril de1947). Consecuentemente, fue establecida una comisión especial para elaborar propuestas respecto al futuro del país. El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea votó a favor de las recomendaciones de la comisión para la partición de la Tierra en dos estados, uno judío y otro árabe. La comunidad judía aceptó el plan; los árabes lo rechazaron.

A raíz de la votación de la ONU, militantes árabes locales, ayudados principalmente por voluntarios irregulares de los países árabes, lanzaron violentos ataques contra la comunidad judía en un esfuerzo por frustrar la resolución de la partición e impedir el establecimiento de un estado judío. Después de haber sufrido una serie de reveses, las organizaciones judías de defensa repelieron la mayoría de los ataques, tomando posesión de toda el área que había sido asignada al estado judío.

El 14 de mayo de 1948, al concluir el Mandato Británico, la población judía en el país llegaba a alrededor de 650.000 personas que formaban una comunidad organizada con instituciones políticas, sociales y económicas bien desarrolladas – de hecho, una nación en todo el sentido de la palabra, y un estado que carecía únicamente de nombre.

 

El 14 de mayo de 1948, Israel proclamó su independencia. Menos de 24 horas más tarde, los ejércitos regulares de Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Irak lo invadieron, forzando a Israel a defender la soberanía que había reconquistado en su patria ancestral.

En lo que pasó a ser conocido como la Guerra de la Independencia de Israel, las recientemente formadas y pobremente equipadas Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) rechazaron a los invasores en cruentos e intermitentes combates que se prolongaron por unos 15 meses, que demandaron más de 6.000 vidas (aproximadamente el uno por ciento del total de la población judía del país en ese momento).

Durante los primeros meses de 1949, se mantuvieron negociaciones directas, bajo el auspicio de la ONU, entre Israel y cada uno de los países invasores (excepto Irak, que se ha negado a negociar con Israel hasta la fecha); el resultado fue acuerdos de armisticio que reflejaron la situación al término de los combates. La planicie costera, la Galilea y todo el Néguev, quedaron bajo la soberanía de Israel, Judea y Samaria (la Margen Occidental) pasaron a dominio jordano, la Franja de Gaza bajo administración egipcia, y la ciudad de Jerusalem fue dividida, controlando Jordania la parte oriental, incluida la Ciudad Vieja, e Israel el sector occidental.

Una vez terminada la guerra, Israel se centró en la construcción del estado por el que había luchado tanto y tan duramente. La primera Knéset (parlamento) de 120 bancas empezó a sesionar después de las elecciones nacionales (25 de enero de 1949) en las que participó cerca del 85 por ciento de las personas con derecho a voto. Dos de las personas que condujeron Israel hacia la cristalización del estado pasaron a ser los líderes del país: David Ben-Gurión, presidente de la Agencia Judía, fue elegido primer ministro, y Jaim Weizmann, presidente de la Organización Sionista Mundial, fue electo primer presidente del país. El 11 de mayo de 1949, Israel ocupó su lugar como 590 miembro de las Naciones Unidas.

De acuerdo con el concepto de "crisol de las diásporas" que es la razón de ser de Israel, las puertas del país se abrieron de par en par afirmando el derecho de todo judío de venir a Israel y, después de su llegada, adquirir la ciudadanía. En los primeros cuatro meses de independencia alrededor de 50.000 inmigrantes, en su mayoría sobrevivientes del Holocausto, alcanzaron las costas de Israel. Hacia fines de 1951, habían llegado 687.000 hombres, mujeres y niños, más de 300.000 de ellos refugiados de los países árabes, duplicándose así la población judía.

La tensión económica causada por la Guerra de Independencia y la necesidad de mantener a una población en rápido crecimiento requirió de la austeridad interna y de la ayuda financiera del exterior. La asistencia otorgada por el gobierno de los Estados Unidos, préstamos de bancos norteamericanos, contribuciones de los judíos de la diáspora y las reparaciones alemanas después de la guerra fueron empleadas en la construcción de viviendas, mecanización de la agricultura, establecimiento de una marina mercante y una línea aérea, explotación de los minerales existentes, desarrollo de la industria y ampliación de las redes camineras, de las telecomunicaciones y la electricidad.

Hacia fines de la primera década de la existencia del estado la producción industrial se había duplicado, al igual que el número de personas empleadas, y las exportaciones industriales se habían cuadruplicado. La vasta expansión de la agricultura había traído autosuficiencia en el abastecimiento de todos los productos alimenticios básicos excepto carne y granos, y unas 20.000 hectáreas de tierra, en su mayoría árida, fueron reforestadas y se plantaron árboles a lo largo de casi 800 km. de carreteras.

El sistema educacional, que había sido desarrollado por la comunidad judía en el período preestatal e incluía ahora al sector árabe, fue ampliado grandemente. La educación pasó a ser gratuita y obligatoria para todos los niños entre los 5 y 14 años de edad (desde 1978 ha sido obligatoria hasta los 16 años y gratuita hasta los 18). La actividad cultural y artística floreció, combinando elementos del Medio Oriente, Noráfrica y Occidente, a medida que los judíos que llegaban de todas partes del mundo traían consigo las tradiciones particulares de sus comunidades, así como aspectos de la cultura prevaleciente en los países en los que habían vivido durante generaciones. Cuando Israel celebró su décimo aniversario, la población del país sobrepasaba los dos millones de almas.

 

Los años de construcción del estado se vieron enturbiados por serios problemas de seguridad. Los acuerdos de armisticio de 1949 no solamente fracasaron en el intento de pavimentar el camino hacia una paz permanente, sino que fueron constantemente violados. En contradicción a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 10 de septiembre de 1951, se impidió el paso de barcos y de navegación israelí por el Canal de Suez; se agravó el bloqueo de los Estrechos de Tirán; las incursiones de bandas de terroristas a Israel desde los países árabes vecinos para cometer asesinatos y sabotaje se llevaban a cabo con creciente frecuencia; y la península del Sinaí fue convertida gradualmente en una enorme base militar egipcia.

 

Después de la firma de una alianza militar tripartita entre Egipto, Siria y Jordania (octubre de 1956), la inminente amenaza a la existencia de Israel se intensificó. En el curso de una campaña de ocho días las Fuerzas de Defensa de Israel tomaron la Franja de Gaza y toda la península del Sinaí, deteniéndose a 16 km. al este del Canal de Suez. La decisión de las Naciones Unidas de apostar una Fuerza de Emergencia de la ONU (UNEF) a lo largo de la frontera entre Israel y Egipto, y el otorgamiento de seguridades egipcias respecto a la libre navegación en el Golfo de Eilat, llevaron a Israel a aceptar una retirada por etapas (noviembre de 1956 a marzo de 1957) de las áreas conquistadas algunas semanas antes. Consecuentemente, los Estrechos de Tirán fueron abiertos, permitiendo al país desarrollar su comercio con los países de Asia y Africa Oriental, así como importar petróleo del Golfo Pérsico.

Durante la segunda década de vida del país (1958-68) las exportaciones se duplicaron y el PNB aumentó en un 10 por ciento anual. Si bien algunos productos previamente importados, como papel, neumáticos, radios y refrigeradores ahora eran manufacturados en el país, el más rápido crecimiento tuvo lugar en las recientemente creadas industrias de metales, maquinaria, químicos y electrónica. Dado que el mercado interno para los alimentos cultivados en el país estaba alcanzando rápidamente el punto de saturación, el sector agrícola empezó a plantar una gran variedad de cultivos para la industria procesadora de alimentos, así como para la exportación de productos frescos. Se construyó un segundo puerto de aguas profundas en Ashdod, en la costa Mediterránea, adicional al existente en Haifa, para ocuparse del gran volumen de comercio.

En Jerusalem, se construyó la sede permanente de la Knéset y se erigieron las instalaciones para el Centro Médico Hadassah y la Universidad Hebrea en nuevos sitios que reemplazaban las sedes que ambas instituciones tenían en el Monte Scopus y que debieron ser abandonadas después de la Guerra de la Independencia. Fue establecido el Museo Israel con el objetivo de reunir, conservar, estudiar y exhibir los tesoros artísticos y culturales del pueblo judío.

Las relaciones exteriores se ampliaron constantemente, estrechándose los lazos con Estados Unidos, los países de la Comunidad Británica de Naciones, la mayoría de los estados de Europa Occidental, prácticamente todos los países de Latinoamérica y Africa y algunos de Asia. Extensivos programas de cooperación fueron iniciados, en los que cientos de médicos, maestros, ingenieros, agrónomos, expertos en regadío y organizadores juveniles israelíes compartieron su conocimiento y experiencia con gente de otros países en desarrollo. En 1965, Israel intercambió embajadores con la República Federal de Alemania, un paso que había sido demorado debido a los amargos recuerdos que mantenía el pueblo judío de los crímenes cometidos contra él durante el régimen nazi (1933-45). La normalización de las relaciones entre ambos países fue precedida por una vehemente oposición y un debate público.

Las esperanzas de alcanzar otra década de relativa tranquilidad pasaron a ser cada vez más remotas con la escalada de las incursiones de terroristas árabes a través de las fronteras de Egipto y de Jordania, los persistentes bombardeos de la artillería siria contra asentamientos agrícolas en el norte de la Galilea, y el masivo equipamiento militar de los países árabes vecinos. Cuando Egipto nuevamente trasladó grandes cantidades de tropas al desierto del Sinaí (mayo de 1967), ordenó a las fuerzas de paz de la ONU (desplegadas desde 1957) retirarse de la zona, reimpuso el bloqueo a los Estrechos de Tirán y estableció una alianza militar con Jordania, Israel se encontró ante ejércitos árabes hostiles en todos los frentes. Dado que Egipto había violado los arreglos acordados después de la Campaña del Sinaí (1956), Israel apeló a su derecho inherente de defensa propia lanzando (5 de junio de 1967) un ataque preventivo contra Egipto en el sur, seguido por un contraataque a Jordania en el este y la expulsión de las fuerzas sirias atrincheradas en las Alturas del Golán en el norte.

Al término de seis días de combate, las líneas de cese de fuego anteriores fueron reemplazadas por otras nuevas, quedando bajo control israelí Judea, Samaria, Gaza, la península del Sinaí y las Alturas del Golán. Consecuentemente, los poblados del norte del país fueron liberados tras 19 años de constante bombardeo sirio; se aseguró el paso de embarcaciones israelíes por el Canal de Suez y los Estrechos de Tirán, y Jerusalem, que había quedado dividida entre Israel y Jordania desde 1949, fue reunificada bajo autoridad israelí.

Después de la guerra, el desafío diplomático de Israel fue cómo traducir sus ganancias militares en una paz permanente, basada en la resolución 242 del Consejo de Seguridad que llamaba, entre otras cosas, al "reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de cada uno de los estados del área y a su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, libre de amenazas o actos de fuerza". La posición árabe, sin embargo, tal como se formulara en la conferencia cumbre de Jartum (agosto de 1967) llamó a "no paz con Israel, no negociaciones con Israel y no reconocimiento de Israel." En septiembre de 1968, Egipto inició una "guerra de desgaste", con acciones estáticas esporádicas a lo largo de las márgenes del Canal de Suez, que gradualmente aumentó hasta llegar a ser una guerra total limitada, que causó graves pérdidas a ambas partes. Las hostilidades concluyeron en el verano de 1970, cuando Egipto e Israel aceptaron el restablecimiento del cese de fuego a lo largo del Canal de Suez.

 

Tres años de relativa calma en las fronteras fueron destrozados en Yom Kipur (Día de la Expiación), el más sagrado día del año judío, cuando Egipto y Siria lanzaron un sorpresivo ataque coordinado contra Israel (6 de octubre de 1973), cruzando el ejército egipcio el Canal de Suez, y penetrando las tropas sirias en las Alturas del Golán. Durante las siguientes tres semanas, las Fuerzas de Defensa de Israel invirtieron el sentido de los combates y repelieron a los atacantes, cruzaron el Canal de Suez hacia territorio egipcio y avanzaron hasta 32 km. de la capital siria, Damasco. Dos años de difíciles negociaciones entre Israel y Egipto y entre Israel y Siria, lograron acuerdos de separación de fuerzas, según los cuales Israel se retiró de partes de los territorios capturados durante la guerra.

El límite fronterizo internacional con Líbano, no fue nunca discutido por ninguna de las partes. Sin embargo, cuando la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se redesplegó en el sur del Líbano después de haber sido expulsada de Jordania (1970) y perpetró reiterados actos terroristas contra los poblados y aldeas del norte de Israel (Galilea), causando numerosas víctimas y muchos daños materiales, las Fuerzas de Defensa de Israel cruzaron la frontera (1982). La "Operación Paz para la Galilea" logró la retirada de toda la masiva infraestructura organizativa y militar de la OLP del área. Durante los siguientes 18 años, Israel mantuvo una pequeña zona de seguridad en el sur de ese país, adyacente a su frontera norte, para proteger a la población de la Galilea de posibles ataques por parte de elementos hostiles.

El terrorismo árabe y palestino contra Israel existía ya décadas antes del establecimiento del Estado de Israel y ha continuado desde entonces. Miles de ataques terroristas tuvieron como resultado múltiples victimas israelíes durante las dos décadas anteriores a la Guerra de los Seis Días. El establecimiento de la OLP en 1964 la colocó a la cabeza de la acción terrorista.

Durante las décadas de 1970 y 1980, las diversas organizaciones que forman la OLP lanzaron numerosos ataques dentro de Israel y en el exterior. Uno de los más notables fue el asesinato de los deportistas israelíes en la Olimpíada de Munich en 1972.

A pesar del compromiso asumido por los palestinos en 1993 de renunciar al terror proporcionando así la base para el proceso de paz palestino-israelí, los ataques continuaron y aún se intensificaron seriamente desde septiembre 2000, causando la muerte de centenares de israelíes y dejando miles de heridos.

Las elecciones a la Knéset de 1977 llevaron al poder al bloque del Likud, (una coalición de partidos de derecha y de centro), poniendo término a casi 30 años de gobierno del Partido Laborista. El nuevo primer ministro, Menajem Beguin, reiteró el compromiso de todos los primeros ministros anteriores de bregar por una paz permanente en la región y llamó a los líderes árabes a sentarse en la mesa de negociaciones.

El ciclo de rechazos árabes a los llamados israelíes de paz fue roto con la visita del presidente de Egipto Anwar Sadat a Jerusalem (noviembre de 1977), seguida por negociaciones entre Israel y Egipto bajo los auspicios de Estados Unidos. Los Acuerdos de Camp David (septiembre de 1978), contenían un marco para una paz comprehensiva en el Medio Oriente, incluyendo una detallada propuesta para el autogobierno de los palestinos.

El 26 de marzo de 1979, Israel y Egipto firmaron un tratado de paz en Washington D.C. que ponía término a 30 años de beligerancia. De acuerdo con los términos del tratado, Israel se retiró de la Península del Sinaí, reemplazando las anteriores líneas de cese de fuego y los acuerdos de armisticio por fronteras internacionales mutuamente reconocidas.

Tres años de conversaciones entre Jordania e Israel, como consecuencia de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991, concluyeron con una declaración conjunta del rey Hussein y el primer ministro Itzjak Rabín (julio de 1994) que ponía fin a los 46 años de beligerancia entre ambos países. El tratado de paz jordano-israelí fue firmado en el puesto fronterizo Aravá (cerca de Eilat en Israel y Akaba en Jordania) el 26 de octubre de 1994, en presencia del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

Durante las décadas del 80 y del 90, Israel absorbió más de un millón de nuevos inmigrantes, principalmente de la ex Unión Soviética, de Europa Oriental y de Etiopía. La afluencia de tantos nuevos consumidores, así como la gran cantidad de personal calificado y no calificado, impulsaron la economía hacia un período de acelerada expansión.

 

El gobierno que subió al poder después de las elecciones a la Knéset de 1984 estuvo formado por los dos mayores bloques políticos – Laborismo (izquierda/centro) y Likud (derecha/centro). Fue reemplazado en 1988 por una coalición dirigida por el Likud que, al término de su período de cuatro años fue seguido en 1992 por una coalición del Laborismo y otros partidos más pequeños de centro izquierda.

Luego de meses de intensos contactos tras las bambalinas, en Oslo, entre negociadores de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fue formulada una Declaración de Principios (DDP) delineando disposiciones de autogobierno para los palestinos en la Margen Occidental y la Franja de Gaza. Su firma, el 13 de septiembre de 1993, fue precedida por un intercambio de notas entre el presidente de la OLP Yasser Arafat y el primer ministro Itzjak Rabín, en las cuales la OLP renunciaba al uso del terror, prometía anular aquellos artículos en la Carta Palestina que negaban el derecho de Israel a la existencia, y se comprometía a una solución pacífica del conflicto de décadas entre palestinos y judíos por la Tierra. En respuesta, Israel reconoció a la OLP como el representante del pueblo palestino.

La DDP contiene una serie de principios generales mutuamente acordados respecto a un período interino de cinco años de autogobierno palestino y un marco para las diversas etapas de las negociaciones israelo-palestinas. Las disposiciones para un autogobierno palestino en la Franja de Gaza y la zona de Jericó, fueron implementadas en mayo de 1994; la transferencia de poderes y de responsabilidades en la Margen Occidental en las esferas de educación y cultura, salud, bienestar social, impuestos directos y turismo se implementó tres meses más tarde. La DDP y otros acuerdos firmados por Israel y los palestinos culminaron con la firma del Acuerdo Interino Israelo-Palestino de septiembre de 1995.

Este acuerdo incluyó una ampliación del autogobierno palestino por medio de una autoridad de autogobierno electa, el Consejo Palestino (electo en enero de 1996) y siguió con el nuevo despliegue de las FDI (Fuerzas de Defensa Israelíes) en la Margen Occidental. El Acuerdo también estableció el mecanismo de las relaciones israelo-palestinas que habrán de conducir a un Acuerdo sobre el Status Final.

 

En el año 2005, el gobierno Israelí cedió por completo la franja de Gaza a la OLP, para establecer el Estado Árabe-Palestino.

 

Una noticia de un diario interactivo ampliará esta fase:

 

Israel cancela la ceremonia de celebración por la entrega de Gaza, tras negarse los palestinos a participar

 

El Ejército israelí canceló la ceremonia prevista para este domingo en la que se iba a celebrar la entrega a los palestinos del control de la franja de Gaza, una vez fueron evacuados los asentamientos judíos, y justificó su decisión en la negativa de la Autoridad Palestina a participar.

 

Los palestinos decidieron no acudir a la ceremonia militar y explicaron su decisión citando disputas no resueltas con Israel, especialmente por la falta de acuerdo sobre el control de la frontera entre Gaza y Egipto. Las autoridades israelíes aseguraron que esta cancelación no afectará a los planes de completar la retirada militar de Gaza este lunes. Sin embargo, se desconoce cómo se entregará la información clave sobre las colonias judías vacías que se iba a proporcionar hoy a los palestinos durante la ceremonia.

El Gobierno israelí votó este domingo en contra de demoler la veintena de sinagogas judías que quedan en los asentamientos evacuados de la franja de Gaza, informó Radio Israel, que precisó que hubo 14 votos en contra y sólo dos a favor. Los ministros que se pronunciaron a favor fueron los laboristas Ophir Pines-Paz y Haim Ramon mientras que la responsable de comunicaciones, Dalia Itzik, también laborista, se abstuvo.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, anunció poco antes de la votación a sus ministros que votaría en contra y se espera que el viceprimer ministro Simon Peres adoptara la misma postura que el jefe del Likud. Los partidarios de demoler las sinagogas argumentan que no quieren que los palestinos las profanen, mientras que los opositores afirman que es preferible que sean los palestinos los que derriben los templos y no los israelíes.

Antes de esta votación el Consejo de Ministros aprobó de forma unánime la retirada del Ejército israelí de la franja de Gaza, que comenzará este domingo y culminará este lunes por la mañana. Se pondrá fin así a una ocupación de 38 años. El Gobierno aprobó asimismo hoy la retirada de las fuerzas israelíes del corredor de Filadelfia, el territorio que separa Gaza de Egipto y entregar su control a las autoridades egipcias.

 

Podemos notar mediante esta noticia el grado de cooperación que demuestran los árabes-palestinos y se denota ampliamente la voluntad política de Israel de buscar todos los medios posibles para encontrar la paz.

 

Gracias a la actualización de enciclopedias digitales en la actualidad hemos podido conseguir la más reciente información sobre los acontecimientos de conflicto con el Líbano.

 

La denominada Guerra del Líbano de 2006 fue un enfrentamiento armado entre las Fuerzas de Defensa Israelíes y la organización armada chiíta Hezbolá, que opera desde territorio libanés y sirio combatiendo a Israel. Dicho enfrentamiento comenzó el 12 de julio de 2006 y el 11 de agosto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la resolución 1701 que establece un cese del fuego en la zona efectivo a partir de las 08:00 hora local del 14 de agosto.

 

El 12 de julio de 2006 Hezbolá, alegando el cumplimiento de su promesa para liberar a los prisioneros árabes de las cárceles israelíes , inició la Operación Promesa Verdadera, durante la cual sus tropas penetraron en territorio israelí, bombardearon asentamientos agrícolas y poblados, hiriendo a cinco civiles, y atacaron a una patrulla, resultando muertos ocho soldados israelíes, mientras que otros dos fueron capturados. La versión de Hezbolá y de la policía libanesa fue que el enfrentamiento se habría producido contra soldados israelíes infiltrados en la ciudad de Aitaa al-Chabb, dentro de la frontera libanesa"

 

El ejército israelí, en represalia al ataque de Hezbolá, inició la operación Cambio de rumbo (hebreo ???????? ???????, Shinui kivún), su primera ofensiva militar aérea y marítima sobre territorio libanés desde la retirada israelí del Líbano, de acuerdo con la Resolución 425 (1978) y cumplido los requisitos definidos en su informe del 22 de mayo de 2000, es decir, Israel había completado el retiro de acuerdo con la línea identificada por las Naciones Unidas, las DDF/ SLA habían sido desmanteladas, y todos los detenidos en la prisión de Al-Khiam habían sido liberados, en mayo de 2000; como parte de la misma, han bombardeado instalaciones de transportes, comunicaciones, energéticas, militares, cuarteles de Hezbolá y zonas urbanas, provocando numerosas víctimas civiles, cuantiosos daños materiales y un bloqueo de facto de todo el país por mar y aire.

 

La intensidad de la respuesta israelí ha despertado reacciones encontradas en la comunidad internacional; mientras que algunos consideran que las acciones son duras pero normales dentro de un contexto bélico —Hezbolá ha declarado la guerra abierta a Israel, lo que le ha valido el rechazo público de Fuad Siniora, el premier libanés—, otras organizaciones han repudiado lo que han considerado un peligroso exceso de fuerza por parte de Israel.

 

Este, el más reciente conflicto armado entre Israel y uno de sus vecinos ha sido el detonante de millones de matrices de opinión a lo largo y ancho del mundo, alcanzando límites jamás vistos; la desinformación mediática acerca de toda la historia de Israel, los antecedentes de los enemigos del Estado Judío y las falacias en contra del gobierno e incluso en contra del pueblo israelí han alcanzado niveles que muchos consideran de “peligrosos” para la vida de las comunidades judías que se extienden por todo el mundo.

Me gustaría que los lectores de este artículo descriptivo de la historia lineal del Estado de Israel investigaran sobre la formación de los grupos terroristas enemigos del Estado Judío, mientras el pueblo Judío de Israel crece en la vida pública; en los campos, de la ciencia, de la tecnología, de las artes, la economía, la industria, la agricultura, la conservación ambiental, en fin.